La ardiente llama del amor.
Capítulo 2: Las apariencias pueden engañar.
La madrugada carecía de luz y Takuya se hundía cada vez más en sus pensamientos.
El crepúsculo estaba próximo a salir por el oriente.
El viernes había llegado por fin, solo faltaba un día para el momento tan esperado por el chico de cabellos castaños.
Los primeros rayos del sol se asomaban por la ventana de su cuarto.
—Fue ayer cuando le pregunté a Zoe si quería salir conmigo —murmuraba él mientras sus cabellos se remolineaban por una fresca brisa que había entrado por la ventana.
El chico estaba muy nervioso, y no era para más: tan solo faltaba un día para que él le confesara sus sentimientos a la chica de sus sueños.
Luego de unos minutos Takuya comenzó a vestirse para asistir a la escuela.
—¡Vamos Takuya... levántate o se te hará tarde! —gritaba la madre desde la sala.
—Ya estoy despierto —grita él.
En cuanto salió de la cama se dio cuenta de que era una mañana fría.
—Solo espero que mañana sábado amanezca soleado —decía para sí mismo.
El chico lucía algo desanimado, tal vez era por lo poco que había dormido.
—No luces nada bien hijo —decía la madre viendo el rostro de su hijo—, pero en fin, tengo que despertar a tu hermano o llegará tarde también. Toma tu desayuno.
La madre le entrega un plato de comida a su hijo y un vaso con leche.
*****
La escuela lucía igual que siempre, los alumnos gritaban, mientras él esperaba a Zoe.
—¿Esperas a alguien? —le dice una voz detrás de él.
Takuya voltea...
Un chico con cabello negro, corto y con un paño azul atado en la frente.
—No puede ser, ¿eres tú? —le dice Takuya al desconocido.
Era Koji a pesar de que parecía otro.
—Sí, soy yo —dice él sonriente. Hasta en el carácter parecía otro.
—¡Wow! te ves muy distinto.
—Lo sé, hace mucho tiempo que no nos vemos, mi madre me inscribió a esta escuela.
—Eso es bueno, así estaremos Zoe, tú y yo —dice Takuya haciendo énfasis en "Zoe".
—Hablando de ella, ¿dónde está? —pregunta Koji.
Hace algún tiempo Koji y Zoe habían sido novios, a Koji le costaba trabajo decir su nombre luego de que Zoe le dijo a él que solo lo quería como un amigo.
—Ehm... creo que no ha llegado —dice Takuya.
—Y... ¿cómo vas tú con ella?.
—Pues, ahora estamos más apegados —contesta el chico de cabellos castaños un poco apenado.
—¡Hola! —se escucha una linda voz detrás.
—¡Hola Zoe! —saluda Koji.
—Koji ¿realmente eres tú?.
—Sí, aunque no lo creas, soy yo...
—Hey chicos, tenemos que entrar a clases —dice Takuya cuando ve que el patio de la escuela se ha quedado vacío.
Koji y Takuya entran juntos a la misma clase, y Zoe entra a una diferente a la de ellos.
Las horas pasan y Kanbara y Minamoto charlan acerca de los que les ha pasado en los últimos cuatro meses, desde ese tiempo no se habían visto.
—El cerebro se divide en hemisferios —les dice al profesor—. ¡Señores Kanbara y Minamoto, por última vez guarden silencio o salgan del salón de inmediato...
—Sí profesor —dice Takuya recogiendo su mochila al igual que "el lobo solitario".
Entre risillas los dos chicos salen del salón.
—¡Tú tienes la culpa de que me hayan sacado! —reclama el antiguo guerrero del fuego.
—No tenemos nada qué discutir, ya nos sacaron —dice Koji.
—Lo único que podemos hacer es esperar a Zoe —dice Takuya.
—Oye, tú no dejas de pensar en Zoe.
—Ehm.... bueno, ese es mi problema, déjame en paz —replica Kanbara.
—¿¡Qué tal si vamos a la cafetería, tengo hambre!? —propone Koji tocándose el estómago.
—Está bien, vamos —dice Takuya una vez que el estómago comienza a emitir sonidos extraños.
Los dos chicos recorren los extensos pasillos y salen al patio, para entrar luego a la cafetería y tomar una malteada de fresa.
Los minutos pasan.
La campana suena y los alumnos salen de sus aulas y entran hambrientos la cafetería.
—Tenemos que ir a buscar a Zoe —le dice Takuya a su amigo de cabello negro.
—Eso no hace falta —dice la chica desde atrás de Takuya—, ya estoy aquí.
—Zoe, ¿gustas una malteada? —pregunta Takuya.
—Sí —dice mientras Takuya pone una cara gustosa—, pero ni creas que tú me la pagarás.
—Sí, yo te la pagaré —replica el chico de cabello castaño terminantemente.
—No, no quiero deberte dinero —dice Zoe un poco molesta.
—Pero yo no te lo voy a cobrar —dice—. Te estoy invitando.
—Bueno... si insistes —se resigna la hermosa chica rubia.
Los dos compran las malteadas y juntos (los tres) salen al jardín de la escuela a bebérselas, Koji comienza a relatar su vida antes de entrar a esa preparatoria.
Takuya estrechaba la cálida mano de Zoe.
La chica rubia abraza a Kanbara.
Este sentía que se derretía al tener contacto con la persona más amada por él.
Koji comenzaba a sentir que estorbaba allí y dice:
—Bueno chicos, tengo que hacer una tarea que dejé pendiente, nos vemos.
Takuya sonreía por el gesto tan amabale de su amigo.
—¿Ya le pediste permiso a tus padres? —pregunta el chico.
—Sí —contesta ella—, ojalá no surja ningún inconveniente ese día.
Los dos se sonreían entre sí, Takuya comenzaba a ponerse rojo.
La campana suena en ese momento.
—Bueno, creo que tenemos que irnos a clases —dice Zoe.
—Una sonrisa más y me hubiera puesto más rojo que un tomate —piensa el chico.
Los chicos caminan a sus salones.
—Nos vemos —le dice la hermosa chica rubia a Takuya, mientras los dos permanecen parados frente a la puerta.
—Adiós —dice el chico marchándose.
Koji pasa por un lado de Takuya, mientras este le guiña un ojo.
—Ahora yo tengo clase con Zoe —dice él.
Takuya gruñe, pero en fin, sube las escaleras de la escuela y después llega a su salón.
Deja su mochila en el asiento, mientras todos los chicos esperan al maestro.
Takuya suspira.
*****
La campana suena...
—Por fin —exclama Takuya mientras juguetea con el lápiz.
—Pueden salir chicos, nos vemos mañana —les dice el profesor de aspecto bonachón.
—Hasta mañana profesor —se despide pasando frente al maestro.
—Hasta mañana Kanbara.
Bajándolas escaleras observa a Koji tomando de las manos a Zoe.
Takuya a punto de explotar, trata de contener la ira.
—Ho-Hola Takuya —dice Koji nervioso.
Los dos llevan a Zoe al salón de la próxima clase.
En el patio...
—¡Patán, cínico! —le grita Takuya a Koji.
—¿Pero, qué te pasa amigo? —dice el otro.
—Te atreves a decirme "amigo", después de lo que has hecho.
—Ah, eso. Oye, espera, deja que te explique —dice Koji.
—No hace falta, ahórrate tus explicaciones —dice el chico tomando su mochila.
—Hey espera —dice Koji.
Takuya se voltea lentamente, mientras, le lanza un certero puñetazo a Minamoto.
El chico de cabellos negros contiene el coraje.
Le estaba tomando la mano a Zoe porque me dijo que se sentía mal, se había mareado un poco. Eso es todo —contesta Koji.
Sin ganas de disculparse, Takuya empieza a caminar y se dirige a su próxima clase.
*****
—Creo que exageré un poco —piensa el chico sentado en su butaca—. Pero ¿por qué siempre tengo que actuar antes de pensar? Soy un idiota.
—Koji, espero que me disculpes —vuelve a decir él.
*****
Takuya mira a la chica rubia, se acerca a ella, pero enseguida ve a Koji acercándose.
Los dos chicos se portan serios el uno con el otro y la chica italiana lo nota.
—¿Qué les pasa a los dos? —pregunta Zoe.
Los dos solo se dirigen unas miradas furiosas.
—Vaya, tenían que ser hombres. ¿Ahora qué hicieron?.
—Nada —dice Koji.
—Hey Koji, espero que me disculpes —dice Takuya.
—Claro amigo, la próxima vez escucha las explicaciones que alguien te quiera dar —dice Minamoto.
—¿Por qué se enojaron? —pregunta Zoe.
—Por una tontería —dice Takuya rápidamente antes de que Koji pueda decir algo.
—Sí, Takuya se enojó conmigo porque me vio tomándote de las manos —dice el chico—. Y hasta me dio un puñetazo.
Takuya se pone tan rojo y mira a Koji como diciéndole "te voy a asesinar".
Un leve sonrojo cubre la hermosa cara de la rubia mientras dice:
—Él me estaba tomando de las manos porque me marié un poco —dice Zoe.
—Bueno, creo que por fin nos vamos de la escuela —dice Koji.
Las clases habían terminado y todos se marchaban.
*****
—Entonces... mañana paso por ti a las diez —dice Takuya.
—Sí, adiós —dice la chica entrelazando sus manos con las de Takuya y dándole un tierno beso de despedida a este en la mejilla.
—A-Adiós —dice Takuya (MUY) sonrojado y (MUY) nervioso también.
El chico parte rumbo a su casa, sin duda tuvo un día muy feliz. El chico camina esperanzado en el próximo día y con un corazón regocijado.
—Al fin será mañana...
Continuará...
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Hola a todos!! Este es mi primer Takumi, luego de un tiempo de ausentarme estoy de vuelta trayéndoles a todos los que han leído esta historia el segundo capítulo.
Ojalá los disfruten y esperen el tercer y último capítulo (tal vez).
Quiero agradecer a todas las personas que me mandaron reviews. Vaya que me han ayudado a animarme para continuar esta historia.
Hasta la próxima...
