Como los elfos encontraron a los ents.

Cuando Arda era joven y los elfos vivían salvajes bajo la luz de las estrellas y creían que eran los únicos seres que hablaban hasta que un día, o mejor dicho una noche cuando se dedicaban a poner nombre a las cosas y a encontrarles una razón de ser a su existencia.

"este es un árbol del que crecen deliciosas frutas rojas" decía satisfecho un elfo, "creo que lo llamaré manzano."

"Y de este otro crecen lindas flores y pequeñas bayas dulces," dijo otro muy orgulloso, "creo que lo llamaré cerezo"

Pero un tercer elfo seguía examinando su árbol, y no parecía ni tener flores ni frutos, de hecho no parecía hacer nada. "Para que será útil este árbol" decía el elfo. "Y tú que sabes hacer?" preguntó el elfo descorazonado sin esperar respuesta.

"Yo, pues nada." Dijo el árbol.

Los tres elfos se abrazaron del susto.

"Hablo, no una cosa que digan que bruto que bien habla el árbol, pero hablo"

"Ent... ent... entonces puedes hablar!" gritó uno de los elfos asustados

Fue así como los elfos encontraron a los ents.

FIN