-¡Cuéntame un cuento!

-¿Qué?

-¡Un cuento para dormirme!

-Ui mi niña, pero es que es ya tarde y...

-¡Por favor! Solo uno...

Arwen miró con sus ojos grandes a Glorfindel, suplicante. Glorfindel no podía negarle nada.

-Bueno... Vamos a ver...- y se sentó a los pies de la cama cruzando las piernas mientras desviaba sus ojos para pensar en una buena historia para la niña.

-Èrase una vez un elfo...

-¿Cómo tu?

Glorfindel sonrió: -Sí, como yo. ...que un día iba paseando por el bosque y se encontró a una elfa muy guapa.

-¿Como yo?

-¡Sí!- tocó la punta de la nariz de Arwen con el dedo: -Como tú, pero más mayor.

¿Y que pasó?

-Pues...- Glorfindel buscó las palabras -...que comenzaron a hablar y, sin darse cuenta se enamoraron.

-¿Y se daban besos?

-Sí, porque se querían mucho.

-A mi no me gustan los besos que se dan mamá y papá...

Glorfindel rió: -Pero llegó un día en el que ella tenía que volver a su casa, y ella vivía muy lejos...

-¿Más lejos que Galadriel y Celeborn?

-Mucho, mucho más lejos, al otro lado del mar.

-¿Del mar?

-Sí.

-¿Cómo es el mar, Glorfindel? ¿Lo has visto?

-Sí, lo vi una vez...- y los ojos azules de Glorfindel se perdieron en recuerdos: -Pero eso fue hace mucho tiempo.

"El caso es que, antes de que ella se fuera le regaló un colgante para que no se olvidaran nunca y se prometieron que algún día volverían a verse. En una orilla o en otra del océano.

-¿Y se volvieron a ver?

-¡Sí! El elfo la esperó durante mucho, mucho tiempo y un día, cuando supo que verdaderamente ya no tenía nada que hacer en su casa, llenó una bolsa con sus cosas y fue hacia el mar. Se montó en un barco y llegó hasta la casa de su amada.

"El elfo le enseñó el colgante que ella le había regalado para enseñarle que nunca se había olvidado de ella y vivieron felices por siempre jamás. Glorfindel perdió su mirada en nuevos pensamientos y se le oyó susurrar: -En las tierras imperecederas...

Arwen contenta preguntó: -¿Y tuvieron muchos hijos?

Glorfindel parpadeó saliendo de su mente y volvió a mirar a Arwen mientras sonrreía: -Sí, un niño y una niña, y la niña era tan guapa como tú.

Arwen se acostó viendo que el cuento había terminado y sonrió mientras Glorfindel le arropaba y le daba un beso de buenas noches en la frente.

-Y ahora a dormir, mi niña.

El elfo sopló la vela que alumbraba con un fuego azul en la mesa de noche y abrió la puerta para irse.

-¡Hasta mañana!

-¡Hasta mañana, mi niña!

Y aún en la penumbra pudo verse brillar en su pecho un colgante del color de sus ojos cuando Glorfindel cerró la puerta.

CARMENCHU!!!

P.D. ¿¿¿Habéis adivinado ya quien es el elfo de la historia??? Creo k en este fic va a haber mucho amooooor!!! Espero k os guste!!! Es k yo soy muy romanticona..... Dejarme riviews porfa, porfa!!!! Y...... muchos, muchos besos!!! Ya sabéis... de los babosos que me enseño a hacer Gollum!!!