No podía creerlo todavía, no podía ser cierto. ¿Por qué? ¿por qué? Se preguntaba una y mil veces en cada segundo de su existencia. ¿Por qué tenía que morir? ¿Por qué había muerto? ¿Por qué tenía que ser él el que había muerto?

Glorfindel hubiera dado su vida por salvar la de Elroyënath, pero él había muerto.

Su cuerpo yacía a sus pies, los ojos grises sin vida abiertos y sangre en su piel blanca.

-No...- a Glorfindel no le salían las palabras, la respiración se le atragantaba y sus ojos se volvían vidriosos: -Elroyënath... por favor...

El aire no le entraba en los pulmones, el corazón le latía demasiado velozmente.

-Elroyënath... por favor mírame... respira...

Pasó su mano por la piel fría del elfo, todavía joven a pesar de que muchos años habían pasado ya desde aquel día en el que leyó la carta de Legolas, en uno de los sillones de la casa de Elrond.

Le miró la herida que emanaba todavía sangre con los ojos bien abiertos. Era profunda, demasiado profunda para que hubiera podido sobrevivir y su vista de plata perdida en el infinito de sus ojos muertos le hacía llorar.

Pasó una mano por su frente fría, por su pelo oscuro y la bajó lentamente hasta los ojos, cerrándole los párpados.

Glorfindel se puso las manos en los ojos para después volver a mirar a Elroyënath, el hijo del señor de Rivendel, aquel que le había hecho comprender que la vida se componía de muchas cosas, muerto. No volvería a sonreír, no volvería a mirarle con sus ojos grises, no volvería a hablarle.

-¿Por qué a él...?

Alguién llamó a la puerta de la habitación donde Glorfindel estaba junto a la cama donde reposaba el cuerpo sin vida de Elroyënath: -Adelante...

Se secó las lágrimas densas de los ojos antes de que uno de los guardias de Elrond, de aquellos de los que habían asistido a la batalla, abriera la puerta dorada.

-¡Capitán, tenemos al culpable!

Glorfindel le miró rápidamente: -¿Dónde esta?

-En la cubierta, capitán.

Glorfindel se levantó del suelo, donde había estado arrodillado al lateral de la cama y siguió al soldado, atravesando la puerta de la sala y subiendo por escaleras de madera y oro a la cubierta del barco donde se encontraban.

Cuando salieron de los camarotes y llegaron a la parte alta del barco el viento marítimo le dio en la cara y el sol en el pelo.

Varios barcos de velas doradas se desplegaban en el azul del mar, alrededor de la costa. En los acantilados de roca de la costa gente luchaba en una gran batalla y desde los barcos arqueros disparaban sus flechas hacia el enemigo de los arrecifes.

Una barca se acababa de arrimar al barco del capitán Glorfindel y varios elfos bajaban de ella y subían por la escala de cuerda hacia la cubierta. Arqueros en un lateral disparaban hacia la costa.

Unos guardias de doradas armaduras, con sangre en sus yelmos, venidos de la batalla que amenazaba en tierra con la barca estaban en desparte en la cubierta de suelo dorado, sujetando a un hombre de cabellos oscuros y ondulados que le caían por la frente.

-Ese es mi capitán.- le indicó el soldado a Glorfindel y Glorfindel se abrió paso entre el gentío del barco para llegar hasta él.

El hombre estaba inconsciente en los brazos de los soldados y sangre le colaba de una herida en la cabeza. Le había despojado de sus armas y sus armaduras y sudor y sangre manchaban la camisa que portaba.

-Culpable de la muerte del general Elroyënath. Aragorn, hijo de Arathorn, heredero de Isildur, mi capitán.

Glorfindel le miró desde arriba, las piernas del hombre estaban dobladas y los guardias no hacían por sostenerle erecto, no le tenía rencor pero no pudo evitar odiarle por algunos segundos.

-Atarle al mástil.

Glorfindel se dio la vuelta sin mirarle demasiado detenidamente y volvió sobre sus pasos. No deseaba ver a aquel hombre y menos si era el culpable de la muerte de Elroyënath.

CARMENCHU!!!

P.D. ya lo se!!! No me lo digais!!! Ya se que soy una cruel sin compasión y sin sentimientos y que NUNCA tenia que haberle matado!!! Pobrecito!!! Snif...snif.... estaré una semana entera deprimida!!! Y encima tenia que poner a Aragorn para matarle!!! CRUEL CARMENCHU!!! CRUEL!!! SIN CORAZON!!!! QUE TRISTEZA!!!! Lo siento... no me matéis vosotras a mi por fa.... fue un día que se me fue la olla... y claro... Lothluin!! Ahora hazme este favor para que no me sienta tan mal... pon su muerte en tu REQUIEM!!!! Te lo agradeceré muuucho!!! Lo siento... LO SIENTO!!!