HOLA!!!!

Gracias por los reviews. Me da gusto que les esté gustando la historia...

Sigel, por fin llegó el Fénix, ya vas a ver qué pasa.

Luna, Seiya debe morir. Lo odio más y ahora van a tener más motivos para hacerlo.

Jango, lo de Hades lo estoy pensando...

En fin, espero que este capi les guste. Prometo que ya casi se termina...

Mientras el oficial Ikamochy hacía la llamada al Bienestar Social, nuestros cuatro héroes estaban haciendo conjeturas alrededor de lo que vendría ahora. No sólo por los cargos de los que se les estaba acusando, sino porque era seguro que si Ikki no venía a recogerlos, de pronto tenían que recurrir a Saori, y era seguro que la diosa no iba a estar muy contenta con lo ocurrido.

Seiya quien ya se estaba recuperando de la golpiza sufrida, se levantó de un momento a otro y mirando a sus amigos dijo:

- Yo sé que la situación es grave, sin embargo, podemos sacar varias conclusiones que nos pueden ayudar a reflexionar en torno a la importancia de asumir responsablemente las consecuencias de nuestros actos y crecer con cada una de las lecciones que nos da la vida...(N/A: No lo puedo creer)

Shiryu, Hyoga y Shun miraron a Seiya de forma un tanto sorprendida, ya que en verdad por primera vez el Pegaso estaba abriendo la boca para decir algo con sentido, entonces Shiryu le dijo:

- Vaya Seiya nos sorprendes, ya hasta estás hablando como Shaka. Pero creo que tienes razón, debemos reflexionar en torno a lo que hicimos...por ejemplo, yo no debo tomar.

Y Seiya, mirando extrañado a Shiryu le dijo:

-Sólo eso!!!!!!, no deberías volver a tomar, además ya deberías asumir que te gustan los hombres. Hyoga debe aceptar que es un cobarde, que no sabe manejar y que no debe meterse en cualquier antro y Shun, debe dejar de decir que es inocente y aceptar los cargos de los que se le acusan, además, no debe vender armas, ni desobedecer a su hermano. Y yo, debo aprender a ser más selectivo con las personas con las que me junto, es decir, nunca más volveré a salir con ustedes...

Y diciendo esto se sentó.

-Pegaso de porquería!! Gritó Hyoga. Ser más selectivo?. Nosotros somos los que jamás volveremos a salir contigo.

- Vaya Seiya, dijo Shun, tú nunca vas a aprender. Pero si sigues así, me va a tocar contarle a mi hermano todo lo que has dicho de él esta noche.

Entonces Seiya se acercó a Shun y le dijo:

- Tranquilo pequeño. Yo no sé lo que digo (N/A: Nunca lo sabe) es sólo que estoy tan confundido. No sé ni dónde estoy, ni cómo me llamo...

Entonces, todos volvieron a quedar en silencio...

En ese instante y ya cerca de la delegación venía caminando muy rápidamente Ikki. Ya había desfogado su rabia en un par de personas que intentaron no muy amablemente quitarle sus pertenencias. A esas personas les fue aplicando el castigo que les tenía a los degenerados que andaban con su hermano. Pero como el fénix era justo, decidió dejarle una gran ración a los tres desgraciados.

Volteó en una esquina de una calle cercana a la delegación y pensó:

- Tres cuadras más y llegaré. Será mejor que coma una menta o algo que disimule un poco mi aliento.

Entró en una tienda y mientras le pedía a un aburrido tendero una caja de chicles, escuchó una conversación que estaban sosteniendo tres oficiales de policía:

- Entonces encontramos a esos cuatro degenerados con los travestís en el parque. Casi me vomito del asco, pero los muy asquerosos intentaron huir.

- Y dices que sólo tenían 13, 14 y 15 años, es el colmo. Hasta dónde ha llegado esta juventud!.

- Sí, además el menorcito de todos resultó ser el líder de una banda de traficantes de armas. Quién lo diría...

- Y qué me dices del dizque héroe, ese tal Caballo, Pegaso o un animal de esos. Exigiendo y reclamando derechos, además presentando identificaciones falsas...

Cuando Ikki escuchó el nombre del asno alado, entendió que la conversación era sobre su hermano y los otros que lo acompañaban. Poco a poco fue palideciendo y apretó tanto la caja de chicles que la desintegró totalmente.

El vendedor vio lo que pasaba y se alejó de fénix rápidamente.

Ikki salió de la tienda y caminó lo más rápido que pudo a la delegación.

Cuando llegó, se acercó a un punto de información en el que se encontraba una oficial con cara de sueño. Entonces muy calmadamente preguntó:

- Buenas noches señorita. Hágame un favor, lo que pasa es que recibí una llamada en la que se me notificaba que mi hermano está detenido en esta estación. Sería tan amable de indicarme qué debo hacer para recogerlo?

La mujer, sorprendida por tanta caballerosidad le dijo:

- El nombre de su hermano es?

-Shun, respondió Ikki.

La mujer consultó su computadora y un tanto nerviosa dijo:

-Me podría esperar un momento por favor.-Y ya se disponía a pararse cuando el Fénix dijo:

-Ocurre algo?

La oficial miró a Ikki y dijo:

- No tranquilo, permítame un momento.-Y salió.

Ikki, se sentó en una de las bancas que estaban allí y decidió esperar. En su mente, sólo estaban varias palabras que se repetían constantemente: Identificaciones falsas, armas, cabecilla, travestís.

En esas estaba, cuando vio que la oficial salía acompañada de diez guardias más. Ikki, no entendía el por qué de la situación hasta que la mujer le dijo:

- Quiere hacer el favor de pararse contra la pared. Extienda las piernas y no se resista.

-Pe..pero por qué?-Preguntó Ikki-qué sucede?

Entonces un oficial le contestó:

- Soy el oficial Ikamochy Ares y queda usted detenido por sospecha de asesinato e intento de robo. Sin contar los cargos de corrupción a menores.

-Qué?- dijo el Fénix- Pero si yo sólo venía a recoger a mi hermano.

Entonces, los guardias comenzaron a apuntarle con sus armas e Ikki, decidió hacer lo que le estaban pidiendo.

Se paró junto a la pared y aguantó la requisa, después se dejó esposar y acompañó a los oficiales adentro de las oficinas de la delegación.

Cuando el oficial Ikamochy, le preguntó la edad, Ikki sólo atinó a contestar que tenía 15 años. Entonces el oficial dijo: -Otro menor de edad?, con razón los otros son así.

Y sacando a Ikki de allí, decidió enviarlo al lugar donde se encontraban los demás santos...

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Pero mientras esto ocurría, una mujer y dos oficiales se acercaron a la celda donde estaban nuestros cuatro santos. La mujer se quedó mirándolos por un momento y preguntó:

-Quién de ustedes es Shun?

Los amigos se miraron sorprendidos, pero antes de que Shun respondiera, Seiya (N/A: RARO) respondió:

-Es él-señaló a Shun y continúo- él es el cabecilla. Yo sólo soy su subalterno. Me tenía amenazado de muerte. Amenazó con matar a mi hermana sino le colaboraba.

Entonces Hyoga se paró y de un buen golpe en la mandíbula dijo:

-Que te calles de una buena vez, gusano.

Shun se levantó y mirando a Seiya con rabia, dijo:

-Te lo advertí. Le voy a contar a mi hermano. Vas a ver. –y dirigiéndose a la señora que había preguntado por él, le dijo:

- Yo soy Shun. En qué puedo ayudarle.

La mujer lo miró y cogiendo unas formas que llevaba en la mano, anotó algunas cosas. Luego miró nuevamente a Andrómeda y le dijo:

-Vas a venir conmigo.

- A dónde? – preguntó Shiryu.

La mujer miró al dragón y dijo: - A la oficina de Bienestar Social. Se recibió una denuncia acerca de que este muchacho está siendo maltratado, además que está rodeado de un clima muy inseguro. Por ello, va a quedar bajo nuestra protección.

-Qué?, dijo Shun. Pero si yo...

- No te preocupes, niño. - Dijo la mujer. Sé que debes tener miedo, pero nadie te va a hacer daño. Te vamos a ayudar.

-Usted no entiende-dijo Hyoga. Él no necesita ayuda. Mire, todo esto es un malentendido. Si usted quiere yo le explico, lo que pasa es

Pero la mujer, no escuchó a Hyoga, porque en ese momento dijo:

-No tengo nada que escuchar.-Y mirando a los guardias, dijo: -Saquen al niño.

Los guardias entraron a la celda e intentaron sacar a Shun, entonces Shiryu y Hyoga se pararon enfrente de él y dijeron:

-No se lo va a llevar. Antes deberán pelear con nosotros.

Shiryu y Hyoga ya iban a atacar a los oficiales, cuando Shun dijo:

- Ya cálmense. Voy a ir con ella. Cuando llegué Ikki ya verán como se arregla todo.

Y para variar Seiya hizo el apunte que remató la creencia de la mujer respecto al ambiente que rodeaba a Shun:

-Sí claro, Ikki va a arreglarlo todo. Nos va a arreglar la cara a todos. Nos va a matar.

Los guardias sacaron a Shun, y lo llevaron a otra oficina. La mujer, antes de salir le preguntó a Seiya:

-El hermano de Shun es muy violento? Tiene conductas agresivas?

Y antes de que Shiryu y Hyoga lo pudieran evitar, Seiya dijo:

- Violento. Intentó matarnos una vez, ha matado a varias personas y nosotros vamos a ser cadáveres hoy. Va a ver cuando él llegue.

La mujer sorprendida volvió a decir:

- Entonces es verdad que es un asesino y tiene una banda.

Y el idiota de Seiya respondió:

-De razón que nunca está en casa, y cuando está siempre sale de noche. Tiene una banda!!!! Y asesino?, sí él es.

La mujer dijo:

-Ya veo, gracias por su colaboración.

Entonces salió de la celda y se fue por el lugar por donde habían sacado a Shun.

Shiryu y Hyoga se pararon y cogieron a Seiya del cuello. Sosteniéndolo contra la pared le dijeron:

-Maldito asno, estás loco?. No te das cuenta de lo que acabas de hacer?. No te das cuenta que se llevaron a Shun y que van a investigar a Ikki?. Ahora sí te pasaste. Además el fénix nos va a matar cuando se entere lo que pasó con su hermano.

Desafortunadamente, Hyoga y Shiryu no notaron que Seiya había cambiado de color. Del rojo intenso de la furia había pasado al blanco, y señalando hacia un punto, empezó a agitar los brazos.

-No te vamos a soltar. Mereces que te mate-dijo Hyoga- cuando Ikki llegue tú le vas a explicar por qué Shun está en el Bienestar Social.

Pero Shiryu y Hyoga no tuvieron que esperar mucho, porque de repente escucharon una voz a sus espaldas que dijo.

-Dónde demonios dicen que está mi hermano?

Y soltando a Seiya y volteando a mirar muy despacio, vieron al Fénix dentro de la celda, entonces, por un extraño motivo se erizaron los pelitos de la nuca de cada uno de ellos y pasaron saliva.

Finalmente el Fénix había llegado...

Bueno, no prometo nada, pero de pronto Ikki mata a Seiya...los milagros ocurren.

Sigan opinando.

Un abrazo...