Capitulo 2: Relatado por Touya.

--"¡Yo abro!" Grité cuando escuche que alguien tocaba a la puerta.

Cuando abrí la puerta me encontré cara a cara con el rostro de un ángel.

Tomoyo Daidouji había venido de visita.

Su pelo estaba recogido, se le veía bien así, salpicado ligeramente con copos de nieve. Su tez blanca conjugaba a la perfección con sus profundos ojos violetas. En sus mejillas había un toque del color rosado. ¡Estaba ruborizada!

La invite a pasar algo mas que sorprendido.

Caminó hacia el sofá con paso firme pero delicado, una gracia felina, una gracia que solo ella podría portar.

Sus hombros se elevaron, como si estuviera suspirando. La tensión casi se podía palpar. Fruncí el entrecejo. No podía soportar ver a un ángel tan triste.

--"Siéntate, enseguida viene Sakura." Dije, algo ansioso.

--"Si, gracias." El tono de frialdad era imposible de ignorar. ¿Tomoyo estaba enojada?

--"¿Tomoyo?" La voz de Sakura se escucho del otro lado de la puerta que yo estaba a punto de abrir. Inmediatamente, el rostro de Tomoyo se ilumino. Una sonrisa cubrió su rostro.

El monstruo entro a la sala, radiante como siempre.

--"¿Estabas hablando con Touya?" El rostro de Tomoyo, que segundos antes habia estado a punto de esbozar una sonrisa, se congelo en una expresión desagradable.

--"Eh…si…bueno, algo así."

--"No. Tomoyo y yo no hablamos. No me diste ni siquiera tiempo para saludarla correctamente." Me regrese para saludarla de beso, como últimamente se había vuelto mi costumbre.

Aunque Daidouji volteó hacia el otro lado después del saludo, no pudo ocultar que se había ruborizado. Sonreí una sonrisa traviesa. Me despedí a duras penas del monstruo y de Daidouji, y me fui a la casa de Nakuru.

Pero no me podía quitar la imagen de Tomoyo sonrojándose y las sombras acentuándose en sus facciones, haciéndola lucir mas como un ángel caído del cielo.