Capitulo 5: A través de los ojos de Tomoyo

--"Mamá, no puedes hacerme esto." Dije en un susurro. Un hormigueo recorrió toda mi espalda. Era dolor, pero incomprensible. Era como un grito atrapado debajo de la piel.

--"Claro que puedo. Solo mírame hacerlo." Sonomi dijo, aventando más ropa a la valija.

--"¡no puedes obligarme a irme de gira! ¡YO NO QUIERO!"

El Instituto al cual yo pertenecía iba a dar varios conciertos por toda Europa. No le había dicho nada a mi madre porque sabía que justamente esto iba a pasar, y yo no quería ir. Pero cuando le dije a la Srta. Scheling que mi madre no me había dado permiso, ella llamó a casa 'con toda la buena intención' de hacer entrar en razón a mi madre. Y ahora ella me estaba obligando a ir. Eso significaba que iba a estar ausente en Tomoeda mínimo un año.

Maldije la hora cuando me inscribí al Instituto Heatherbrook como actividad extracurricular. No iba a poder verlo…

Solo sacudí mi cabeza. El no podía circular por mi sangre. Tenia que abandonar mi cuerpo, mi mente, y mi alma. No iba a poder sobrevivir un año…sola.

Llamé a Sakura para decirle las malas noticias, y para ver si me podía ir a despedir.

--"Claro que si Tomoyo, solo que Touya tendrá que llevarme." Sakura dijo, casi disculpándose.  Hace poco le había dicho a Sakura lo que sentía por Touya. Ella se había puesto totalmente feliz, pero luego le dije que tenía que terminar.

--"Si es totalmente necesario, esta bien." Dije en un suspiro. A la vez feliz y triste por la inevitable ida de Touya. Yo lo evitaba a toda costa, pero Sakura siendo mi mejor amiga…era algo difícil de hacer.

Lágrimas fue lo que llenó mi despedida. De parte de Sakura, y por mi parte… pues hubo unas cuantas también. Touya parecía querer despedirse de mí, pero si así era, yo no le di oportunidad. Era mejor así.  Me di la vuelta y me aleje de mi mejor amiga por un tiempo, me di la vuelta y deje al amor de mi vida para siempre.

Cuando abordé el avión, fue donde probé el trago amargo. Derrame lágrimas como jamás lo había hecho en mi vida. Pensé en Sakura, en Li, en Yukito…pero sobre todo pensé en Touya. De el me había enamorado. De el era el cual me había despedido en realidad.

El hotel era frió, como todo lo demás en Londres. Sí, el cuarto era hermoso en si, pero algo faltaba. El ambiente no estaba bien. Encontré unas rosas blancas sobre la cama. Las levanté y aspiré su dulce olor, mis ojos cerrados, invocando memorias que se rehusaban a ser sepultadas.

De entre mis cosas saqué mi diario y comencé a escribir. Era mi única manera de desahogar todo…

Jueves,

Hoy dimos un concierto en Londres. Todo nos fue de maravilla, pero quisiera que Sakura estuviera aquí para compartir todo esto con ella. Ya van para tres años que no la veo y la extraño muchísimo. La gira siempre se alarga una semana más…Y así, las semanas se convierten en meses, y los meses se van en años. Estoy segura que no es por el éxito que hemos tenido. Madre tiene algo que ver en todo esto. Ella sabía que… Quiero regresar a Tomoeda. Extraño a todos mis amigos allá. Touya…eso jamás pudo ser…iría contra todo. O quizás no…Solo se que lo amé como nunca jamás había amado a alguien…pero el esta enterrado en el pasado…

Escuché que la puerta se abrió, así es que rápidamente cerré mi diario y lo guardé. Naoko entró y miró las rosas que estaban a mi lado.

--"Más rosas blancas ¿eh? Como que ya se le hizo costumbre a ese tal Hiragizawa." Mi cara se puso completamente roja, y antes de que pudiera contestar, ella continuó.

--"Sales con el cada que venimos aquí a Londres." Dijo, mientras examinaba su reflejo en el espejo. "¿acaso hay algo entre ustedes dos?" dijo, mientras acomodaba un mechón fuera de lugar en su exquisito peinado. Su curiosidad me enfurecía, no era nada de su incumbencia.

--"Claro que no, solo somos muy buenos amigos desde la infancia." Dije entre dientes. Eso pareció quitarle ánimos a las preguntas metiches de Naoko.

--"Bueno, como sea. La directora me mando para decirte que empaques, regresamos a Tomoeda." Naoko se fue, no sabiendo que alegría me había causado con esa gran noticia. Si hubiera sabido que me causaba alegría, no me hubiera dicho absolutamente nada. Había tomado un resentimiento muy grande porque Hiragizawa me había invitado a mí a una cita cuando por primera vez habíamos llegado a Inglaterra y no a ella. Marque el número de Eriol para cancelar la cita que teníamos. Su contestadora recibió mi alegre mensaje.

--"Solo llamaba para decirte que no voy a poder estar para nuestra cita esta noche, regreso a Tomoeda! Bueno pues, me dio mucho gusto volver a verte, y espero que continuemos en contacto. Adiós."

Mi emoción no se podía ocultar. ¡Volver a ver a mis amigos! Después de esperar por tanto tiempo. Rápidamente empaque todo, no quería retrasarme. No pensaba en nada más que en Tomoeda. Y la imagen de Touya aparecía cada cinco minutos en mi mente. Mi cara se puso caliente, y estaba feliz de que Naoko no estuviera aquí viéndome. Sacudí mi cabeza, tratando de disolver la imagen. Touya simplemente tenía que formar un pasado, no un presente ni un futuro. El era el hermano de mi mejor amiga y nada más. Seguramente el ya estaba felizmente casado. Tal vez ni siquiera se acordaba de mí. O tal vez solo era una niña para el, no una chica que estaba por entrar a la universidad. El ya seria todo un profesionista. Suspire. Todo eso ya había pasado. El no tenía nada que ver conmigo. No me interesaba una relación amorosa. Eriol era el único chico con el que había salido en estos tres años. Escuche que alguien tocaba a la puerta.

--"Pase." La Srta. Scheling entro. Inspecciono el cuarto antes de sentarse en el sofá.

--"Parece que ha estado ocupada, Daidouji. Que bien, porque saldremos para el aeropuerto en menos de cinco minutos."

--"Si Srta. Scheling. Estoy lista, solo iba a cambiarme a ropa mas adecuada para viajar." Yo todavía traía el vestido que había usado en el concierto. Era de un color azul cielo que brillaba contra el sol. Era desmangado con la espalda totalmente descubierta. El cuello era de hamaca, haciéndome lucir más alta.

Definitivamente no eran los garmentos apropiados para bajar. Pero la directora sacudió la cabeza.

--"No hay tiempo Daidouji. Tendrás que viajar así." Estaba a punto de iniciar una discusión sobre el tema cuando se levanto y se fue.