Capitulo 6: Dicho por Touya
--"Touya tengo que pedirte un favor." El monstruo me dijo, sus ojos de perrito abriendo y cerrándose rápidamente, significando que era algo que tenia que ver con el coche.
--"No, no te voy a prestar el coche." Fue mi rápida respuesta.
--"¿Ay, porque no? Tengo 17 años y creo que estoy lo suficientemente grandecita como para manejar." Había estado practicando esos argumentos.
--"Además", añadió "es para algo importante. Tomoyo regresa hoy y su mamá salió de viaje, así es que no tiene quien la recoja." A esas noticias me quede callado. Así es que Daidouji regresaba. Al escuchar su nombre mis ojos se habían iluminado. Interesante, pero aun así, no le iba a prestar el carro a la maniática de mi hermana.
--"Olvídalo."
--"Entonces vas a ser el responsable de que Tomoyo se quede sola en el aeropuerto."
--"Creo que Daidouji sabe tomar un taxi." Ups, respuesta equivocada. Aquí es donde empezaron las amenazas.
--"Esta bien, no me prestes el carro, pero papá se va a enterar de que no fuiste exactamente a estudiar anoche a la casa de Nakuru." Sakura dijo, sabiendo que ya había ganado esta discusión.
--"Ah…eh…este…bueno" Mi cara contenía una sonrisa ridícula, y mi mano estaba en mi nuca. Pero aun así no le iba a prestar el auto al monstruo.
--"No te voy a prestar el coche, pero iré a recoger a tu amiguita."
--"¡Gracias! ¡Ay, yo sabia que podía contar contigo!" Me dio la ligera sospecha que eso era lo que desde un principio el monstruo quería.
--"Tomoyo llega a las seis. Adiós." Me dio un abrazo y un beso en la mejilla. Antes de que yo pudiera contestar, la puerta ya se había cerrado.
--"Supongo que esta bien." Pero yo ya estaba hablando solo.
6:00 PM. Aeropuerto de Tomoeda
El aeropuerto estaba lleno de gente que esperaba con ansias la llegada de sus familiares y amistades. Yo solo me senté y levante una revista.
6:15
6:20
6:30
¿A que hora iba a llegar ese avión? Sakura me había dicho que a las seis, pero no veía a Tomo—Daidouji por ningún lado. Estaba a punto de irme cuando escuche una voz muy femenina que mando escalofríos a recorrer por todo mi cuerpo.
--"¿Touya?" mi nombre sonaba dulce en esa voz. Lentamente voltee. Ahí estaba parada Tomoyo, demonios, Daidouji.
Una gabardina negra cubriéndola. Sus rizos estaban sueltos, sus ojos añil brillaban con esa felicidad que yo jamás había sido capaz de enfrentar, pero que ahora me llego a su totalidad. La calidez que ella irradiaba me envolvió. Alguien que entró abrió las puertas detrás de ella. Una brisa entró, haciendo que sus cabellos bailaran. Deje de respirar. Lo único que quería en esos momentos era besarla. Reaccione a tiempo para escoltarla al carro.
No recuerdo de que hablamos en el camino, yo solo escuchaba su voz melodiosa llenando mi mente. Su risa era angelical. Estaba hechizado.
