Nota1: Los derechos de los personajes como siempre son de J.K. Rowling, solo los tome prestados.

Nota2 .- Gracias por los reviews y perdón por la tardanza, realmente larga, lo siento; pero como se esta acercado el final de esta historia de pronto pierdo inspiración.

Capitulo 30.- No me pidas eso...

Estas conciente de esto; sabes que herirás a la persona a la que amas, pero no puedes evitarlo; por que es preferible vivir entre sueños, cuando crees que él esta muerto.

Cuando sabes que no podrás cambiar su destino, es preferible pensar en no existir, en dejar tu conciencia a un lado, porque sabes que el siempre estuvo destinado a morir mientras permanezca a tu lado; aún cuando ganes esta batalla, habrás perdido al único por quien peleabas; ¿o es que no lo vez?, nunca ha sido por James, Lily, Peter o Harry; tu solo has sido un egoísta que peleaba por él, pero comprende incluso nunca fue por él; pero comprende incluso, nunca fue por él; siempre tu lucha ha sido, por solo una persona, tú y nadie mas.

Por que es tu felicidad la que buscaste, no la de ellos; eso explica por que te dejaste vencer, porque tan fácil te dejaste dominar; por que te encierras en los dolorosos recuerdos y no quieres escucharlo ni a él de tu recuerdo, ni a él que están lastimando por ti.

Has sido tan egoísta, Sirius; si no despiertas, tu egoísmo destruirá a Remus para siempre.

-¿Qué fue eso?- el joven despertó de pronto, aun bañado en sudor- ¿qué clase de sueño, absurdo fue ese?- el joven se incorporo; se había quedado dormido esperando el regreso de su compañero, del cual aun dudaba, del cual aún buscaba una explicación, solo una palabra y le creería, sus ojos no podrían mentirle, pero Remus no había aparecido en la cena ni llegaba aun a la sala común y el había querido ver el mapa; y al mismo tiempo se lo negaba, pues por su mente había pasado la idea; terrible, de descubrirlo con algunos mortifagos, con algún seguidor de Voldemort.

Pero no, ya se había repetido una y otra vez que no dudaría de Remus; nunca, pero su orgullo le impedía pedirle perdón.

Así que observo el mapa, el puntito indicando Remus J. Lupin se encontraba al lado del lago, y su corazón imagino que estaba triste, por su causa.

Suspiro, pensando en correr al lado del joven licántropo, pero vio en ese momento cuatro puntos mas acercándose, todos Slyterins, ellos al lado de Remus.

Así que cerca al lado hacían sus reuniones, la furia lleno sus poros, el que iba a pedirle disculpas y Remus lo único que hacia era reunirse con sus aliados.

Furioso arrojo el mapa a un lado, tenia que concentrarse en su tarea; o irse a dormir, pero el remordimiento no lo abandonaba, con enojo se decidió a ver una vez mas el mapa antes de guardarlo.

El punto que señalaba a Snape y a otro Slyterin de gran tamaño, Crabbe, habían arrojado a Remus al lago.

Eso lo sorprendió, ¿acaso ellos?, Remus no estaba con ellos... el lago, en estos días se encontraba helado; y su mente lo supo, Remus no podía nadar, dejo atrás todo; solo pensando en su amiga.

Algo que nunca seré, puedo ser una criatura oscura, pero esa no fue mi elección, otros han tomado ese camino, los mortifagos lo son; yo nunca elegiría libremente algo así, no.

¿Y por esta elección moriré?; aun si mis amigos creen que soy un traidor; aun si Sirius lo cree así.

Sirius, ¿por qué no pudo leer en mis ojos, como otras veces?.

Tal ves sea lo mejor; dejarse llevar, el frió entumeciendo lentamente si brazos, aun mas difícil tratar de mantenerme a flote; el lobo, el no quiere morir; pero yo; ¿qué es lo que quiero?; solo dormir, olvidar todo el dolor que causo y les causare.

Acepto lo que soy, la calma es parte de mi, pero cuando el no creyó en mi, eso dolió mas que todos los insultos.

Solo dormir, pero, si no fuera demasiado tarde, Sirius, ¿me salvarías?... que egoísta soy al pensar en ti.

- Remus, por favor despierta- la voz lejana que casi no podía escuchar, esa voz que lo regresaría del mismo infierno; por el volvería de la muerte, pero no podía su voluntad había caído.

Sirius contemplo horrorizado al joven frió que había sacado del lago; los labios azules, el cuerpo callado que se negaba a respirar.

Había escuchado de Lily, como revivir a alguien, lo había visto cuando James cayó al lago en una de sus bromas y ella lo había salvado.

Pero, implicaba unir sus labios a los de él, y si lo hacia y nunca mas podía olvidarlo, y si lo hacia y descubría que no podía enterrar ese amor.

Pero era Remus, y por el incluso se condenaría; lentamente coloco sus labios sobre los de el y comenzó a darle el aire necesario.

Mientras masajeaba frenéticamente los brazos de el tratando de entrarlo en calor.

Podía olvidar que lo hacia para salvar la vida de su amigo; en ese momento mágico, besaba a Remus por primera vez, como tanto había anhelado.

Pero cuando el despertó lentamente, tuvo miedo y lo tomo en brazos llevándole a la enfermería; Remus aun medio inconsciente solo sentía la tibieza de un cuerpo que lo sujetaba.

Peor no quiso Sirius, estar ahí cuando despertara; pues asustado supo que amaba a su amigo, a un chico, como nunca antes; y no podía, no, por que los dañaría; por que Remus no podía cargar con otro dolor mas.

Por que, él que rechazaba a tantas y algunos tantos; temía un rechazo.

- Severus- lentamente el movimiento saco al joven de la inconciencia.

- ¿Qué?,... ¿Remus?- el muchacho observo al hombre semioculto por la larga túnica.

- Si, pero no hay tiempo- Remus incorporo al niño con mediana fuerza- debes irte; el no cumplirá, así que debes escapar.

- Entonces vamos- el niño tomo la mano de Remus, siendo guiado por el, escabulléndose de varios guardias, en medio de los oscuros corredores.

- Aquí- Remus se detuvo, ante una ventana- vamos sube pronto- le tendió una mano para ayudarlo.

- Un momento- Severus retiro la mano, comprendiendo- tu no vas a ...- el joven negó con el rostro sorprendido- tu tienes que huir también Remus, él te matara; él ... él ya no es Sirius.

- Eso, no es verdad- Remus le sonrió- se que aunque esta ahí, y por mínima que sea la oportunidad- Remus empujo al joven por la ventana- Harry tenia razón.

- ¿Puedes salvarlo, sabes cual es la llave?- Severus vio el triste semblante de Remus y comprendió mas lejos de las palabras.

- Si, pero esa llave;... solo salvara a uno de nosotros- el hombre escucho pasos acercándose- márchate ya, Severus.

- ¿De que sirve esto, sino podrán estar juntos?- el muchacho le grito mientras se alejaba.

- Ya hace mucho, prometí que incluso daría mi vida por él- el joven cerro la ventana y se dirigió al encuentro de las voces- se que Sirius podrá perdonarme.

- Estúpido- el hombre golpeó fuertemente la mejilla del Licántropo- ¿qué ganabas con dejarlo escapar?, ¿acaso valía la pena?- los ojos rojizos lo fulminaban.

El joven licántropo, no dijo unas sola palabra.

- ¿No hablas?, ¿acaso crees que con dejarlo libre, ya no tomaras la marca?- la suave voz del joven hombre interrumpió.

- Prometí tomar la marca y lo cumpliré- con determinación lo observo- si es esta la única forma en que el destino me permita estar con Sirius; que así sea- el licántropo se arrodillo.

- Es tu decisión- la mirada rojiza se había tornado mas débil, una ligera sombra celeste, peso ante ellos; pero fue muy fugaz, Remus se permitió tener esperanzas al percibir esto- ahora preparen todo para el ritual; necesito reunir a mi ejercito; antes de marchar contra ellos.

- Mi señor- el hermano de Remus se adelanto- ¿es prudente confiar en él nuevamente?- señalo con un gesto rencoroso a su hermano menor que le devolvió una mirada cargada de profunda tristeza- es solo un espía.

- Aun si lo es- Voldemort contemplo decidido la pelea de miradas- el nunca traicionaría a quien tengo por rehén- el lord camino hasta Remus, inclinándose levanto el rostro hacia el- tan maravilloso- con un gesto rápido, se apodero de los labios del licántropo- con la marca, serás mío para siempre.

Remus resistió las lagrimas, era el cuerpo de Sirius; pero no era el quien lo besaba y eso le dolía.

- Me serás tan fiel- el lo soltó- sí te ordeno que mates a uno de ellos, no dudaras.

- Si- Remus bajo la vista nuevamente.

- Acompáñame, mientras se prepara el ritual- la mano de Sirius tomando la suya, incorporándolo; como si Remus no pesara nada.

- Yo- Remus dudo, el corazón le dolía cerca de el.

- ¿Acaso prefieres, que sea tu hermano de nuevo, quien comparta el lecho de tu amado?- la sonrisa cínica y venenosa; no era adecuada en los labios de Sirius.

- Nunca- Remus sintió arder la ira, Sirius y el eran uno; pero podría aceptar, cuando no era el alma de Sirius, quien compartiera ese momento; pero, el estaba dentro luchando y el necesitaba una distracción para ganar tiempo, pero- yo no se si, ...- el cuerpo de Sirius avanzo, esperándolo; Remus dejo atrás su orgullo y camino siguiéndolo.

- Eres un maldito traidor, hermano- el hombre observo la escena enojado- y aun así mi señor, te concede lo que con derecho debería ser mío.

- ¿Madame Pomfrey, esta segura de que no vio quien me trajo a la enfermería?- Remus pregunto nuevamente.

- Joven Lupin; ya te lo he dicho, no lo se- la señora acomodo la almohada de otra cama- pero estuvo a tiempo, ¿realmente no sabes quienes te empujaron al lago?.

- Ya le dije que no lo recuerdo- Remus guardo silencio, si delataba a Snape seguramente, hablaría de su condición a otros.

- Pues, entonces, los dos no sabemos gran cosa, aunque debes tener un gran enemigo y un ángel guardián siempre atento- la anciana sonrió misteriosa, saliendo de la habitación; pensó que en cualquier momento los ruidosos amigos del muchachito llegarían.

- Ojala, fuera Sirius mi ángel...- susurro Remus; sonrojándose al darse cuenta de sus palabras- soy un tonto, seguramente fui yo mismo quien salió de esto; pero aun así, debí imaginar la intervención de Sirius.

- Remus- James llego a la enfermería acompañado de Peter y Lily, Remus les sonrío pero aún así se dolió por la falta de Sirius entre ellos; siempre estarían peleando.

- Me alegra que vinieran- susurro el licántropo- pero, estoy bien, solo fue un accidente.

- ¿Acaso, tu y Sirius, salieron a nadar al lago, en pleno invierno?- James le sonrió extrañado.

- ¿Sirius?- Remus lo observo dudoso.

- Si, el mismo, Sirius que llego a la habitación totalmente empapado- Peter asintió sin dudar.

- Y la causa, de que esté preparándole una poción para el resfrió, ya que el orgulloso no quiere venir a la enfermería- Lily guardo silencio ante la cara confusa de Remus.

- ¿Nos sabias, que él te saco del lago?- James, entendió las dudas de su amigo.

- ¿Sirius?- Remus entendió que aunque aun estuviera molesto, aunque Sirius no confiara en él; siempre estaba pendiente y ahí para salvarlo, cuando era necesario.

Los amigos lo acompañaron un momento mas, la profesora de adivinación incluso se dio una vuelta para augurar la futura muerte de Remus; el solo sonrió resignado.

Sirius no apareci en todo el momento; pero James le aseguro que era por la gripa que tenia.

Al fin todos se marcharon dejando a Remus solo y aun dudando de su comportamiento.

La señora Pomfrey le pidió que se quedara un poco mas en la enfermería para que descansara; y el joven se durmió.

- Lo siento- Sirius se acerco a la cama donde el licántropo descansaba- perdóname por sentir esta desconfianza; es que después de haber visto a todos en casa con esos ideales; después de ver cambiar a tantos; tu fuiste como un ancla, un valuarte que aun me aseguraba que hay buenas personas en este mundo; el solo pensar que eras falso, fue una carga insoportable y se que actué como un tonto; ¡OH!, Remus, ¿cómo podía creer que el ser al que entregue mi corazón era falso?; por que, eso es lo que siento; aunque solo cuando estas dormido pueda aceptarlo; solo cuando no escuchas mis palabras- el muchacho observo una vez mas la silueta; se había parado a espaldas de este, y finalmente se alejo sin hacer ruido.

Remus soltó un ligero sollozo; aquel que había estado conteniendo por un gran rato; había escuchado cada una de las palabras de Sirius y si este hubiera estado de frente; habría notado las lagrimas que silenciosas cayeron por sus mejillas.

Sirius sentía lo mismo, pero callaría igual que el; nunca olvidaba que era un licántropo; no quería atar a Sirius a un enfermo como el; por amor callaría; amor, las palabras de la profesora aun resonaban en sus oídos...

"... tu morirás por amor; por salvar al ser que mas vas a mar; pero, escucha bien Lupin... pues hay mas en mis palabras, ya que tu..."

Detenía las lagrimas, imaginando que Sirius, totalmente, estaba a su lado; pero los golpes le confirmaban , de quien era el alma que dominaba ese cuerpo.

Una vez que el Lord se durmió; Remus se escabullo, su cuerpo no se sentía sucio; siempre se lo había entregado a Sirius; pero su lama, era la que se sentía corrupta, mancillada por el contacto; esa alma oscura, hundiendo a la suya.

Se dejo caer de rodillas, recogiendo su ropa, mientras lentamente se la colocaba; observo la única ventana del lugar; la luna delgada brillaba y sin poder evitarlo busco esa estrella; como fue siempre su costumbre, aun cuando no recordaba, siempre observo el cielo, en esa dirección; buscando la estrella canina; buscando a Sirius, donde siempre estaría.

La misma estrella que observo por la ventana del aula de adivinación; cuando la profesora le dijo aquellas palabras, ahora las comprendió mejor; si antes supo que moriría por el; ahora comprendía el resto del mensaje...

.... " estarás siempre marcado por la luna, eso lo sabes; pero del cielo te marcara esa estrella que siempre contemplas; pues tu destino esta encadenada a esa estrella también; lo amaras, pero su amor te destruirá, no una sino dos veces; por el vas a morir; por su mano, por salvarlo, aunque no brillen mas esperanzas...."

Tenia apenas trece años, pero sabia bien que esa estrella era importante; la estrella canina; se sorprendió cuando la profesora de Astronomía llamo a esa estrella por su otro nombre; la estrella Sirius; todos habían reído y volteado a ver a Sirius, su compañero; quien riendo también aseguro que era tan importante que incluso estaba en el cielo.

Remus había reído también y sin querer recordó las palabras de la excéntrica profesora, que se habían empeñado en leer su suerte; y enmudeció; por Sirius...; el amaría a Sirius, por él iba a morir.

Y como si fuera un pensamiento alentador , lo guardo en su corazón...

- Por ti...- el joven licántropo observo apenado al hombre que dormía- aunque no lo comprendas, aunque te dañe así; tu rechazaste el morir juntos; ese era un regalo del destino; un cambio ... , pero ahora el camino esta ya decidido, tendré que despedirme una vez mas, y en esta ocasión no podrás venir conmigo- las lagrimas caían nuevamente silenciosas, no le importaba perder el control, eran una despedida.

- Así que ellos creen que me han ganado, pero solo han colocado las piezas en el tablero, de un juego que ganare.Yo fui un mago oscuro, antes de que él surgiera, yo triunfe donde el no lo ha conseguido; yo derrote al mago mas poderoso de mi tiempo, y engañe a todos; por tantos años y él único que se opone a mi, a mis planes, es un chiquillo- el anciano sonrió maliciosamente- dónde tu perdiste, Voldemort, yo ganare; por que, ¿que puedes hacer, tú, Harry Potter?...

- ¿Tienes que pelear?- el rubio dudo observando al muchacho, quien contemplaba el brillante cielo y a una estrella en particular.

- Perdona , Draco- el joven lo observo tristemente- quise crear un mundo, de sueños, donde las cosas serian muy diferentes, tal ves me equivoque.

- Cada día, cuando regreso a casa, mi padre y madre , están esperándome- el rubio sonrió levemente mientras se sentaba cerca de Harry- los tres nos sentamos a comer, mi padre nos cuenta de su tranquilo día de trabajo, mi madre nos deleita con esa deliciosa comida; y sabes yo sonrió al verlos juntos, ahora mas que nunca, ahora que recordé- el muchacho lo observo con los ojos acuosos- es un mundo de sueños, es la vida que quería; y siempre te la agradeceré- el muchacho tomo la mano de Harry, levemente entre las suyas- te agradezco Harry, por estas manos que nunca mas habrán de levantarse contra su padre, por cada sonrisa sincera de ellos, por cada caricia y dulce palabra, por cada momento del día, y aun mas, por que estas aquí, conmigo; nunca me permití creer en esperanzas, ahora creo; por que tu, eres mi esperanza Harry.

- Draco- Harry le sonrió sin poder evitar las lagrimas que resbalaban por su mejilla- pero, no puedo cambiar el destino de todos; yo también tengo el mundo que desee, donde mis padres, están a mi lado; donde tu estas también..., incluso le di un destino diferente a Snape; pero; ¿por qué no pude cambiar la historia de Remus y Sirius?..- el joven observo una ves mas la estrella y la luna brillantes en el cielo- y ahora, vientos de batalla se aproximan.

- El destino de ellos, ya estaba decidido, tal ves nadie puede intervenir, solo ellos dos... pero, aun creo que no es su destino estar separados siempre; un día, veras que las cosas serán diferentes- Draco le sonrió levemente- esta batalla será la ultima; y después podremos vivir nuestro sueño; confió en ti Harry, eso es todo lo que necesito.

- Esas son las mismas palabras, que me dijiste antes de esa otra batalla- Harry sonrió tristemente, recordando las mismas palabras, pero dichas por un Draco mayor, el joven del que sin saber como, se había enamorado, el joven al que perdería en esa batalla, la figura que yacería sin vida , entre sus brazos; recordó los amargos sollozos, y las lagrimas de quien, había perdido todo en esa batalla; y un solo deseo recorriendo su alma y su corazón; otra oportunidad...; retiro esos tristes pensamientos- esta batalla será diferente, aunque algunos destinos ya elegidos, se cumplirán.

Una seria de pasos se escucharon aproximarse; y la puerta de la casa se abrió fuertemente, un joven presuroso entro al patio de la casa.

- ¿Por qué?- los ojos negros, observaban con profundo odio.

- Severus, ¿estas bien?- Draco pregunto presuroso al joven.

- Si; Remus me ayudo a escapar, pero...- el muchacho observo a Harry quien, retiro la vista posándola en el cielo- el no vino, el no escapo; por el mensaje que le lleve, el sabe donde esta esa llave... ¿vas a permitirlo?, ¿dejaras que Remus muera, nuevamente?; ¿no hay algo?- el muchacho grito molesto- mírame, responde- trato de avanzar a confrontarlo, pero Draco lo detuvo, y Harry por fin lo observo.

- No puedo evitarlo- las lagrimas resbalando de sus ojos- puedo construir la felicidad de otros, pero... no puedo intervenir en el destino de ellos dos... no puedo- Harry apretó los puños- no sabes cuanto me dolió, tener que pedirte que llevaras ese mensaje.

- Harry...- Severus aparto la mirada, la furia era para si mismo- ¿es que no hay algo que pueda hacer para ayudarlo?, le debo algo muy importante, una promesa, ¿no hay algo?.

- Nadie puede hacer nada, son ellos quienes tienen ese destino; pero- Harry sonrió levemente- un día podrás cumplirle esa promesa, no lo dudes y pagar tu deuda.

continuara.......