Ola! Se k e tardado MUXO, y lo siento d veras… xo no estado muy d humor últimamente, k digamos… k demonios! No e estado d humor, directamente! L bachillerato me mata T________T
Bueno, contesto reviews; ^^ k son muxos ^^ k sois todos magnificos! Os kiero!
Blackspirit: d Madrid? :S Oye, sigues x akí? :S stás bien? Spero k si… ay…
Sakura-Snape: ^^ si, fue Albus ^^ n cuanto a Sirius… no lo se… lo más probable s k no… después d lo k JK dijo en esa entrevista… uff T__T xo en fin! ^^ gracias x leer me alegro k te guste!
Rachel williams: muxas gracias ^^ n cuanto a Sirius… puff… tal vez s x mi estado d animo… xo cada vez tengo menos esperanzas… bsos
AleXxX: me alegro k te guste Harry… n realidad lo estoy usando xa poner parte de mi mal humor y mi depresión en él… es curioso k le kede bien… supongo k deprimidos todo el mundo es más o menos =… bueno, muxos besos spero k te guste el capi
Psalatino: gracias ^^
Diana-Lily_Potter: Muxas gracias ^^ me alegro k te guste; y en serio k siento tardarme… xo no tengo tiempo T__T bsos
GaRrY: gracias ^^
Synn: Wapisima!!!! K tal? ^^ a ver… me alegro k te gustara ^^ aki tienes otro capi ^^ n cuanto a Sirius… no creo k vuelva. La antorxa… bueno… así dijeron k se llamaría el 6º, no? Ya pensaré algo… n cuanto a Harry… se empieza a calmar… creo
Superhyoga: se k e tardado… xo akí está, gracias x el review
Ithae: Ola! Ets d prop d Barna? ^O^ jeje ^^ no, no estic a la uni; estic fent 1r d batxillerat T_________T i és una merda! ^^ kin curs fas tu? Spero k t'agradi ^^
vIkY_: O_O no he dejado d escribir; en ningun momento dije k lo abandonaba. N serio siento tardar… xo no tengo tiempo. Spero k te guste
Lucumbus: eres catalán? Lo digo x el '10' … bueno… XD tengo pensado algo xa Snape ^^ cuando estén en Hogwarts x eso, el primer dia k toke pociones ^^ y no puedo decir nada más ;) spero k t'agradi el capi ^^
LeoHagrid: Ola! ^^ si, lo sigo… xo en serio k no tengo muxo tiempo libre!!! T___T bsos dsd Barcelona!
k-rlo: siento se rmelodramatica… bueno, spera; no, en realidad en estos momentos no lo siento, xk me va genial xa desfogarme… *pensando* ahora mismo no puedo evitarlo… sorry; bsos!
Pekenyita: Si! M'ha arribat el teu mail-review! XD ^^ k tal tot? si, hi haurà conversa entre el Harry i el Remus... tots dos la necessiten; XD es k lo d l'Snape XD mentre ho escribiea m'estava partint d riure! XDD O_O si k feu pràctikes, no? Fiu... x cert! No se si serà veritat o no, xo diuen k el 6è pot sortir a l'estiu del 2005! ^O^ això es d'akí 1 any!!! XD T__T spero k si... ;_; no parlem dls meus globals... déu meu kin desastre... @________@ n fi, spero k t'hagin anat molt bé les pràctikes; i espero k t'agradi el capi
Se k el capi es corto… xo no puedo más… y me refiero a todo en general…
Antes k se me olvide; voy a citar a alguien: "Un missatge per tots aquells que dediquen la seva vida a amargar la vida dels demés: A mi més igual que ho feu pel vostre Déu, per la vostra pàtria o pel vostre hàmster… només us dic una coseta: a tots els que ens heu amargat la vida, us desitjo, personalment, que us ananeu a la merda, a tots" by: Andreu Buenafuente.
Bueno… y creo k no me olvido nada… spero k lo disfrutéis, bsos
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GritosDe nuevo, todo a su alrededor era oscuridad. Su mente a duras penas podía procesar donde estaba. A decir verdad, en estos momentos no podía procesar nada. Su mente estaba bastante aturdida. Y esa oscuridad, que parecía haber menguado un poco, seguía abrumándolo.
Era como si hubiera una tela que quisiera impedir la entrada de la luz. Y eso le molestaba porqué no tenía ni idea de que podría ser.
Oh… espera, si… eran sus párpados. Ahora sólo debía concentrarse un poco para abrirlos; y quizá con un poco de suerte descubriría donde se encontraba.
Al instante después de abrir los ojos deseó no haberlo hecho. La luz de esa habitación le cegaba y le hacía daño a los ojos.
Trató de llevarse los brazos a la cara para impedir que esa luz le llegara a los ojos. Pero por alguna razón que no sabía entender, no podía moverse.
Gimió de dolor.
Parecía que todo el cansancio de su última pérdida de control hubiera vuelto a él de golpe y… ¡Eso era! Lo habían pillado… Dumbledore lo había pillado y seguro que ahora estaba de vuelta en su habitación.
Intentó moverse de nuevo. Y notó la razón por la que no le era permitido; y esa razón estaba localizada en sus muñecas, sus tobillos, sus hombros y su cintura.
Y la razón se le clavaba a cada intento de moverse que hacía.
Forcejeó. Malditos cabrones. ¡Lo habían atado a la cama!
–Harry, cálmate; te vas a hacer daño –era una voz suave y amable; aunque bastante nerviosa.
Procesó la voz; abrió los ojos de nuevo e intentó enfocar.
No pudo; le habían quitado las gafas. De todos modos sabía quien era la persona que le había hablado y que ahora tenía una mano en su frente.
–Ya no tienes fiebre, cielo –dijo la seora Weasley. Y con cuidado le colocó las gafas.
Harry dio un vistazo a la habitación. Genial. Había tanta gente como la primera vez. ¡¿Es que no entendían o qué?! ¡Que se piraran todos y se llevaran sus palabras amables con ellos!
Así que decidido a seguir ignorando a todo el mundo, volvió a clavar su vista en el techo blanco e inmaculado. Simplemente en silencio. Cerró los ojos y se dispuso a disfrutar de la tranquilidad.
Las otras personas seguían sin saber que hacer y/o decir.
Pero Dumbledore sabía que tenía que hacer que Harry hablara. Tenía muy claro que el chico explotaría, y que cuando lo hiciera empezaría a gritar todo lo que le pasase por la cabeza.
Y cuanto antes lo soltara todo, mejor.
–Harry –le llamó mientras convocaba una silla al lado de la cama del chico y se sentaba en ella.
Todas las miradas volvían a estar en Dumbledore. Pero Harry seguía con los ojos cerrados, ignorándole.
Fudge, que ya no parecía tan gallito, no paraba de darle vueltas a su sombrero de hongo.
–Harry, por favor –repitió Dumbledore–; quiero que me escuches; necesitamos hablar.
–No hay nada que hablar –le cortó sin molestarse a abrir los ojos.
–Yo creo que si –replicó Dumbledore.
–¿Ah, si? –respondió con un tono de voz que denotaba enfado y sarcasmo–; ¿sobre que?
–Sirius, por ejemplo.
–No quiero hablar de Sirius –murmuró.
–Por supuesto que quieres; pero sigue doliéndote.
–¿No me diga? –ironía– ¡Por supuesto que sigue doliéndome! –estaba perdiendo el control; lástima que seguía atado. De modo que trató de respirar hondo un par de veces y dijo–: está bien, ¿quiere que hablemos sobre Sirius? –y sin esperar respuesta añadió:–. Cuando pille a Bellatrix, la mataré.
Lo dijo con un tono de voz tan frío y tan tranquilo, que ninguno de los presentes dudó un instante en que eso no fuera más que una bravuconada.
–¿Crees que Sirius hubiera querido eso?
–Le vengaré –aseguró sin quitar su mirada desafiante de los ojos azules del director.
–El profesor Snape volverá a darte clases de…
–No las quiero para nada –cortó–. Ahora es demasiado tarde para eso. Dijo que no quería volver a verme en su despacho. Bien. Estamos de acuerdo en eso.
–Escucha Harry, el profesor Snape siente lo que ocurrió; y yo también lo siento. Pero tienes que dejar de tener esos sueños sobre Voldemort –estremecimiento general a la mención del nombre.
–Si no tiene que explicarme nada nuevo, no explique nada –dijo serenamente–. Ahora es demasiado tarde para dar explicaciones.
–Potter vigila –dijo Snape, el cual seguía teniendo esa mirada de puro odio.
–Usted se calla; por su culpa Sirius tuvo que huir. Por una estúpida broma que…
–¡Cállate Potter! –bramó fuera de si.
–Sirius y Remus me lo contaron, usted hacía lo mismo con mi padre –exclamó desafiante.
–Severus cálmate –entró Lupin sujetando a un MUY enfurecido Snape.
Dumbledore se estaba limpiando sus gafas de media luna; así no llegarían a nada.
Y Harry no parecía dispuesto a dejar de gritar… bueno, mientras…
–Harry –¡Oh, no! ¿Es que este hombre no aprendía nunca a cerrar la boca?–; como te iba diciendo antes –*no, le interesa, ¿entendido?* dijo sin dejar de dar vueltas a su ridículo sombrero de hongo– … er… te hago saber que el ministerio ha… ejem… er… ha concedido la Orden de Merlín, primera clase –¡Oh, no! Dios… que no continuara por favor, que no se atreviera a decir lo que creía que estaba a punto de decir…– a… en compensación con el grave error que cometió el ministerio hace años con su encarcelamiento en Azkaban –¡Dios! Lo iba a decir… ¿pero este hombre es tonto o que? Harry estaba mucho más serio y amenazador que nunca– er… por eso quiero que sepas que hemos concedido una medalla a Sirius Black por su valor y en compensación de…
–No se atreva a pronunciar su nombre.
El ministro sudaba bajo su chaqueta.
Harry Potter estaba realmente MUY enfadado.
Y el idiota del ministro no tenía idea del porqu
–No vuelva a pronunciar su nombre. Nunca –era una orden, no cabía duda alguna… y detrás de esa orden, escondida; tal vez una advertencia.
Pero al ministro pareció no importarle… bueno, aunque tal vez ni siquiera la notó… si, eso era lo más posible.
–Sólo intento decirte que el ministerio lamenta mucho los problemas que le causamos en vida y… –ya está. Ése era el detonante que haría saltar la carga por los aires.
–¿Qué hay de su muerte? –preguntó Harry.
Y Dumbledore, al igual que Snape y Lupin, había notado que la respuesta que diera Cornelius decidiría la reacción de Harry.
…
Bien, de acuerdo, preparémonos; si Potter pierde el control, ¿puedo aturdirlo?
–Su… ¿su muerte? –preguntó desconcertado–. Eso fue un lamentable accidente que…
–Que usted pudo evitar.
Vale, ya está. Lo habían hecho.
Esa respuesta, muy lejos de ser la indicada en ese momento, había encendido a Harry.
–No entiendo lo que –empezó Fudge.
–Bellatrix me lo dijo –anunció Harry.
Ahora todos estaban más que pendientes de Harry.
Dumbledore, Snape y Lupin estaban desconcertados… ¿Qué había dicho Bellatrix?
Todos permanecieron en silencio. Expectantes.
–Dijo que usted había sido muy bueno ignorando el regreso de Voldemort –estremecimiento– y que había estado demasiado ocupado gastando aurores en Sirius; y así ellos habían podido escapar tranquilamente de Azkaban.
Todos se quedaron helados.
Ron, Hemrione y Ginny se miraron, era cierto que Bellatrix Lestrange lo había dicho.
Cornelius Fudge estaba helado… ¿Qué decir cuando no sabías que decir?
…
Tampoco que eso significara mucha diferencia a cuando estaba bien… pero eso es otro tema.
Hubo un silencio incómodo.
Cornelius Fudge seguía sudando sin la menor idea de que decir o que pasaría.
Nuevamente, en poco tiempo, la situación se le había escapado de las manos y no podía controlarla.
–Harry –empezó Dumbledore; pero también se calló. No tenía nada que decir.
Era cierto que si Cornelius les hubiera hecho caso esto se hubiera evitado.
Así que dijo lo único que era coherente.
–Cornelius, creo que sería mejor que te marcharas –en su voz no quedaba nada del amable director.
Fudge intentó decir algo pero no tuvo tiempo.
–Y sería mejor que te fueras *YA*.
Silencio mientras el ministro asimilaba la orden.
–Por cierto –fue la voz de Harry, fría como el hielo, la que rompió el silencio esta vez–; fue su ayudante, Dolores Umbridge, quien envió los dementotes a Privet Drive el verano pasado. Debería tener un poco más de cuidado en escoger a la gente del ministerio.
La afirmación també podía dejar ver un: "Como Lucius Malfoy, por ejemplo".
Fudge se puso blanco; abrió y cerró la boca un par de veces sin encontrar nada inteligente (… o estúpido, siendo su caso) que decir. Al no encontrarlo, cerró la boca. Se puso su sombrero de hongo, se dio la vuelta y salió de la habitación airadamente diciendo que volvería.
Harry seguía cabreado. Sus ojos volvían a estar fijos en el techo blanco. ¿Por qué no todos seguían el ejemplo de Fudge, cogían esa puerta y se piraban?
Pero no… su suerte no era tanta… seguro que ahora volverían a hablarle ¡Pues le daba igual! ¡A la mierda con todos!
Una vez más, el silencio volvió a hacerse dueño de la habitación.
Dumbledore se quitó sus gafas de medialuna y mientras las limpiaba, dijo:
–Por favor, ahora necesito que todos salgáis de aquí.
Se miraron unos a otros; y poco a poco empezaron a salir.
–Severus –dijo Dumbledore, aun limpiando sus gafas–, tú no.
El profesor gruñó.
Maldición.
Él era el único que quería largarse de allí.
Y a él era al único al que obligaban a estar.
Para desgracia de Snape. La puerta se cerró, y él tuvo que quedar se dentro de esa habitación, con Dumbledore y Potter.
Harry miraba en dirección contraria a donde estaban Dumbledore. ¿Por qué tenía que escuchar al director? No había nada que él tuviera que decirle… ¿o si? … no. Bueno, lo único que le interesaría que le dijera sería: "Harry, te vamos a dejar tranquilo el resto de tu vida".
Pero seguro que no le diría eso… si, seguro.
–¿Piensas ignorarnos toda tu vida? –preguntó calmadamente Dumbledore.
Harry no respondió.
–Tomaré eso como una afirmación.
'Fíjate' pensó Harry. 'Me ha leído la mente sin necesidad de contacto visual'.
–Bueno, Harry, lo único que quiero que sepas ahora es que el profesor Snape te volverá a dar clases de Oclumancia.
–Clases que no quiero para nada –replicó sin girar la cara.
–Clases que aunque no quieras te dará –repitió calmadamente–. Cuando hayas avanzado suficiente dejará de dártelas; y te las daré yo mismo.
Vaya… eso si que pilló al chico, e incluso a Snape por sorpresa. ¿Por qué demonios se molestaría Albus Dumbledore en darle clases a él, cuando Snape estaba perfectamente capacitado para dárselas?
Harry miró a Dumbledore seriamente.
–Demasiado tarde, ¿no cree? –preguntó con calma.
El hombre suspiró. –Tal vez tienes razón… –le dijo– pero creo que de todas formas necesitarías cerrar tu mente completamente.
Permanecieron en silencio un rato. El chico parecía estar evaluando al hombre.
–Está bien –concedió volviendo a girar la cara y cerrando los ojos.
Dumbledore hizo un movimiento con la mano, indicándole a Snape que ya podía salir de la habitación; Severus salió inmediatamente, por si acaso al director se el ocurría cambiar de idea.
La puerta se abrió y rápidamente se cerró tras el fru-fru de la túnica del maestro de pociones.
Dumbledore seguía sentado en la silla, con los dedos entrelazados y jugando distraídamente con sus pulgares.
Harry respiraba profundamente. Como tratando de calmarse asimismo.
–¿Quieres hablar de algo, Harry? –le dijo con tono amable.
El chico no le contestó, sólo se tensó y cerró los ojos más fuerte; luchando para que ni una lágrima saliera de sus ojos. Por supuesto que quería hablar… pero… ¿se atrevería a hacerlo? ¿confiaría en Dumbledore? … y si no lo hacía, ¿en quien confiaría? ¿En Ron y Hermione? No. Ellos nunca lo comprenderían.
Casi sin ser muy consciente, giró un poco la cabeza, observando y no observando a la vez el techo blanco encima suyo. Y lo que le había dado vueltas por tanto tiempo, salió tranquilamente de su boca; al igual que un par de lágrimas que brotaron de sus ojos.
–No quiero volver a Hogwarts.
Había demasiados recuerdos allí. No podría soportarlo. Volver a mirar esas paredes, volver a pisar el campo de quidditch; donde Sirius se ocultó con su forma animaga para verle volar…
Cerró los ojos, un sollozo escapó de sus labios.
–Preferirías quedarte con los Dursley, ¿entonces? –preguntó; no es que lo fuera a dejar allí; el chico tampoco lo quería. Pero Harry tenía que darse cuenta de que pasase lo que pasase le dolería; y que sólo había una cosa que él pudiera hacer: tratar de hacerle frente.
Harry dejó vagar su vista por la habitación tanto como le fue posible.
–Tampoco –musitó con voz queda. No estaba muy seguro de lo que quería… en realidad en estos momentos no tenía ni la más mínima idea… y así lo expresó–. No se lo que quiero.
Claro que había una idea o pensamiento que le rondaba la mente… ¿pero podría expresarla?
No hizo falta en realidad.
–Quieres vengar a Sirius, ¿me equivoco?
Los ojos del chico se clavaron en él. No sorprendidos, no retadores, no… en realidad no se podría decir… ¿carentes de vida y sentimiento? En absoluto, era algo distinto.
–¿La venganza es mala?
Silencio.
–¿Matar es malo?
Silencio de nuevo.
Enfocó los ojos en la expresión del director. Inescrutable. Decidió seguir.
–¿Lo es? –inquirió. Y Dumbledore se dio cuenta de que el muchacho necesitaba las respuestas; y para dar semejantes respuestas había que ser sumamente cuidadoso.
–¿Tú que crees? –dijo lanzándole una mirada inteligente a través de sus gafas de medialuna.
Harry trató de descifrar la información que esos ojos azules le proporcionaban. No fue capaz. De modo que optó por responder de la manera más fácil que encontró: con otra pregunta.
–¿Si matar es malo, matar para acabar con los que matan está mal?
Dumbledore estudió al joven. Harry estaba extremadamente confuso.
–¿Crees que está mal? –le preguntó.
Silencio. Harry no sabía que responder.
–No lo se. No sólo existe el negro y el blanco… también hay grises.
–Cierto.
–Si matar es malo, ¿significa que matar a Voldemort también estaría mal?
Dumbledore volvió a evaluar al joven. No había respuesta para eso. Por supuesto que Voldemort debía ser derrotado ¿pero a que precio? ¿era correcto combatir el fuego contra el fuego? En algunos momentos creía que si… que no había otra salida; ¿dialogar? No, con Voldemort no era posible.
Cogió aire y dijo:
–Harry, ni toda una vida entera, te dará la respuesta absoluta a este dilema. Has de hacer lo que consideres más correcto en cada ocasión –hizo una pausa y continuó–. En algunas ocasiones, no hay más camino.
Se observaron a los ojos. Dumbledore vio como sus palabras entraban en la confusa mente del joven.
–Creo que te dejaré un rato para que puedas pensar; volveré esta noche. Trata de descansar, Harry.
–Si –una asentimiento imperceptible con la cabeza.
Cuando Dumbledore se dirigía a la puerta, la voz de Harry lo hizo voltearse.
–¿Profesor?
–¿Si, Harry?
–Podría… ¿Podría desatarme? Prometo no escaparme –añadió rápidamente.
–Por supuesto –respondió con una sonrisa comprensiva mientras movía la varita y las cuerdas desaparecían.
–Gracias.
Se quedó en la misma posición que estaba y cerró los ojos, dejando que su cuerpo se relajara.
–¿Es imprescindible que Snape me de clases?
Dumbledore suspiró. No, no lo era. Ya que se las iba a acabar dando él, no venía de más…
–No, no lo es; de acuerdo, Harry. No te las dará Snape. Te las daré yo mismo desde el principio.
–Gracias.
Dumbledore sonrió mientras abandonaba la habitación, volteándose una vez para descubrir que Harry ya estaba dormido. No, no escaparía; eso seguro.
Al salir de la habitación, se encontró con todos esperando a fuera. Le hizo una señal a Snape de que le esperara un momento.
–Dejad a Harry tranquilo; necesita calmarse –y sin más explicaciones se fue, junto con un satisfecho Snape de alejarse por fin de tanto Gryffindor junto.
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se k está horrible… sorry. Muxos bsos!!!
