Hola!!! Ya he vuelto (voz tétrica XD) Muchas gracias por los reviews. La verdad es que me han animado tanto que he tenido que escribir el segundo capi enseguida. Gracias!!! Como siempre ninguno de los personajes de J.K Rowling es mío (ojalá, sobretodo ciertos merodeadores y cierto pelo grasiento, yo me apuntaba a lavárselo!!) y esto no lo escribo con afán de lucro, solo para divertirme un ratito. Contesto reviews:
Ana Black: me alegro de que te haya gustado. Y tranquila, no es Slash, la verdad es que al leer el summary a mí también me pareció que podía insinuarlo. No tengo nada en contra de los slash, de hecho, algunas de las historias de amor más bonitas que he leído en Fanfiction.net eran slash, pero por ahora no me veo capaz de escribir una decente. Respecto a las explicaciones que pedías, todo llegará. Por cierto, al ver tu nombre me di cuenta de que tu escribiste vida nueva: FELICIDADES, me encantó aquella historia, a veces la releo y la continuación no se queda atrás (aunque hace tiempo que no subes capi nuevo).
Khye: A mí también me gusta mucho Severus (creo que sobretodo a partir de los fics). En este fic aunque no va a ser el prota, va a tener un papel decisivo. No te puedo contar mucho más porque si no estropeo la historia. En este capi se averigua algo más sobre los misteriosos aliados, así que ya me contarás qué te parece.
Martina: Gracias por tu review. ¿También has pensado alguna vez en enviarle una amenaza de muerte a Rowling por lo de Sirius? La pena es que si la cumplo después me quedo sin saber el final, así que habrá que perdonarla (pero no de todo, y si alguien encuentra su coche, que le pinche las ruedas!!!)
Barbi-Black: Muchísimas gracias por tu review (me he puesto colorada!!!). Me alegro de que te guste como escribo. Espero que el resto de la historia no te decepcione.
Sara fénix Black: Gracias por tu review, espero que sigas disfrutando con la historia.
Beka de Kerry: No me lo puedo creer! Un review de beka de kerry!! XP. Muchas gracias en serio. Aquí te dejo el segundo capi, para que se te quite la intriga. Un besazo.
En este capítulo se empieza a comprender el título del fic. Además se da nueva información sobre los aliados misteriosos. Bueno, creo que no me queda nada por decir, así que os dejo con el segundo capítulo de "ángeles entre nosotros"
Capítulo 2- la verdad del velo
-Sirius...-murmuró Lupin atónito, ante la visión de su antiguo compañero de la escuela. El animago con gran esfuerzo consiguió centrar la mirada en el hombre castaño. Un intento de sonrisa se dibujó en sus labios.
-Moony...- y después se desmayó.
Al ver esto Harry, que había permanecido alejado, sin atreverse a acercarse por miedo a que fuera mentira, salió corriendo a abrazar a su padrino, mientras de sus ojos verde oliva brotaban lágrimas.
-¡Sirius! ¿Qué te pasa? Despierta!!
Tal como había hecho hace más de un mes en la sala del velo, Remus Lupin sujetó a Harry, alejándolo del hombre que yacía inconsciente.
-Harry, espera, no podemos estar seguros de que sea él.
-¡Sí que lo es!- gritaba el joven- ¿Cómo es posible que no lo reconozcas? ES SIRIUS.
-Por lo de pronto- intervino Dumbledore- vamos a llevarlo a la enfermería. Después ya tendremos tiempo de decidir qué hacer.
El director apuntó al hombre con su varita y lo hizo levitar para guiarlo hasta la enfermería. Salió por la puerta del Gran Comedor seguido por McGonagall, Snape, Lupin, Tonks y Harry, al que no habrían podido retener aunque hubieran querido.
Al llegar a la enfermería, después de examinar al paciente, echó a todos fuera de allí, con excepción de Dumbledore, al que permitió quedarse. Los demás esperaron fuera, impacientes por conocer el estado del hombre, y de confirmar de si en realidad aquella persona era Sirius Black.
Una hora después todavía aguardaban. La profesora McGonagall y el profesor Snape se apoyaban en la pared del pasillo. Tonks, cansada, había optado por sentarse en el frío suelo de piedra. Y Harry se movía inquieto de un lado a otro mientras Lupin intentaba tranquilizarlo. Pero Harry no podía simplemente; estaba seguro de que aquel hombre era su padrino. Con poción multijugos podía imitarse su aspecto, eso era seguro, pero algo en su interior le decía que sí que era el animago, que de alguna forma su padrino había encontrado la manera de salir del velo.
Finalmente, después de dos horas que se hicieron eternas, la puerta de la enfermería se abrió, dando paso a una cansada señora Pomfrey.
-Pueden pasar- y con severidad añadió- pero procuren no alterar a mi paciente ¬¬.
Todos entraron en silencio y se situaron alrededor de la cama. Dumbledore se encontraba en un lado, observando al hombre tumbado. Ahora lucía mucho mejor aspecto. Su pelo seguía enmarañado, pero al menos su rostro había recuperado su color, y sus ojos ya no estaban tan perdidos.
Harry se puso al lado de su padrino, frente al director, y le cogió la mano. El hombre, que hasta el momento había estado observando a Dumbledore, giró la cabeza.
-Harry...- murmuró alzando su mano para acariciar el rostro de su ahijado- Estás bien...- Harry sintió ganas de llorar, pero nunca le había gustado demasiado mostrar sus sentimientos ante la gente, así que se contuvo. Además, no había motivo para llorar, Sirius había vuelto. Así que sonrió.
-Sirius...- interrumpió Dumbledore- Como comprenderás, no podemos estar seguros de que tú seas el verdadero Sirius Black.
-¿Cómo?- preguntó confundido el otro.
-Caíste tras el velo, Padfoot- añadió Lupin- y nadie que lo haya hecho ha regresado jamás.
-Vamos Moony ¿no me reconoces?
-Sí, pero...- dijo dubitativo.
-Black, tú no eres lo suficientemente poderoso para vencer ese tipo de magia.
El supuesto animago giró su rostro para encontrarse con la mirada venenosa que Snape le dirigía.
-La grasa te ha afectado al cerebro Snivellus. No hables de lo que no sabes- bramó.
--_-U. Creo que sí que es Sirius- murmuró Tonks.
-No podemos estar seguros- determinó el director- Y hasta que podamos estarlo, será mejor que te mantengamos vigilado.
Harry no podía creer lo que estaba pasando. SIRIUS HABÍA VUELTO. Y ahora lo trataban como si fuera un criminal. Era Sirius, y tenía que demostrarlo.
-¡Esperen!- gritó el joven- Sirius ¿cómo escapaste del beso del dementor aquí en Hogwarts?
El moreno miró al niño que vivió confuso, cómo si no entendiera lo que le decían. Pero de pronto sus ojos brillaron y mostró una amplia sonrisa.
-Tú y Hermione usasteis el giratiempo para salvar a Buckbeak, el hipógrafo. Lo llevasteis hasta la torre donde estaba encerrado y me liberasteis.
-Bien- determinó Dumbledore- Creo que con esto es suficiente. Sirius, bienvenido a casa.
-Habrá que investigar todo esto ¿no?
-Sí Minerva, lo haremos, pero debemos dejar a Sirius descansar. Ha llegado exhausto. Le vendrá bien dormir para aclarar las ideas y mañana sacaremos algo en claro.
La enfermera Pomfrey dio un paso adelante aprobando la propuesta del director y amablemente empujó a los visitantes hacia la puerta.
-¿Puedo quedarme? Solo esta noche- pidió Harry.
-Está bien, Harry- consintió Dumbledore, que dirigiéndoles a ambos una mirada de aprobación, salió antes de que Poppy lo echase a patadas.
*************
Unas horas más tarde, todos se habían ido a descansar, excepto Dumbledore y la profesora McGonagall, que charlaban en el despacho del director.
-No me puedo imaginar como ha conseguido Sirius regresar (N/A:^^ sin haberlo planeado me ha salido un pareado)- comentaba la mujer.
-A mi también me cuesta, Minerva.
-En primer lugar ¿qué es realmente el velo?
-Es una especie de agujero negro. Un espacio que absorbe todo lo que cae en él. Es una especie de comunicación entre el mundo de los vivos y de los muertos, solo que su poder es demasiado grande para ser controlado por cualquier mago. Cualquier mago que entre en él se perderá en la nada por el resto de la eternidad.
-¿Quién ha podido crear semejante cosa?
-La historia dice que el velo fue creado por ángeles.
-¿Ángeles?- preguntó la profesora de Transformaciones incrédula- ¿Esos niños regordetes con alitas que dibujan los artistas muggles?
-No, Minerva- contestó el director sonriendo benévolamente- En realidad hoy en día son muy pocos los magos que saben que una vez existieron los ángeles. De hecho, me temo que a parte de mí y la señorita Granger, que estoy seguro que habrá leído sobre ellos, creo que puedo contar a esos magos con los dedos de una mano.
-¿Entonces que eran los ángeles?
-Dicen las escrituras antiguas que hace muchos años, mucho antes de que se fundase Hogwarts, convivían tres tipos de seres humanos en la tierra: los muggles, los magos y los ángeles. Así como los muggles carecían de magia, los ángeles poseían poderes superiores a los de los magos. Usaban la varita para nuestros mismos hechizos sí, pero poseían poderes especiales que solo un ángel podía desarrollar.
-¿Y qué fue de ellos?
-Lo mismo que está ocurriendo hoy en día con los magos. Llegó un momento en el que para que la especie subsistiera se fueron mezclando con los magos, así como ahora los magos lo hacen con los muggles. Pero su número era muy bajo, y muchas veces los matrimonios entre ángel y mago, o entre ángel y muggle, no daban descendencia ángel, si no de magos. Así, con el paso del tiempo, su sangre se fue perdiendo entre las generaciones de magos hasta que su poder se extinguió.
-Y solo quedaron objetos como el velo, que probaban su gran sabiduría...- musitó McGonagall.
-Eso es.
-¿Y no cabría la posibilidad de que un ángel existiera en nuestro tiempo?
-Ya lo he pensado Minerva, pero me temo que el poder de los ángeles se extinguió hace demasiado tiempo. Sería prácticamente imposible.
*************
Sirius dormía placidamente en la cama de la enfermería, mientras Harry lo observaba desde una silla, al lado de la cama, abrazándose las rodillas. Tenía miedo de dormirse y al despertarse darse cuenta de que todo había sido un sueño. Que en realidad Sirius no estaba allí, a su lado, sino muerto, en un lugar en el que nunca podría alcanzarle, que no volvería a oír su risa atronadora, o reírse con sus anécdotas sobre el colegio.
Su padrino se revolvió incómodo en la cama y abrió los ojos. Se encontró rápidamente con los de su ahijado.
-Harry ¿por qué no estás dormido?
-No tengo sueño.
-No me extraña- sonrió él- esa silla no parece muy cómoda. Acuéstate en una de las camas- Pero Harry no dijo nada, se quedó allí, mirando fijamente a los ojos azules de su padrino.
-Todo fue por mi culpa- al fin lo había dicho, aquel sentimiento que le había oprimido el pecho desde aquella noche en el ministerio, había sido liberado.
-¿El qué?- preguntó Sirius confuso.
-Que cayeras tras el velo. Si hubiese aprendido oclumancia, si no me hubiera dejado engañar por Voldemort, nada habría pasado.
-^^ Y no ha pasado nada. Estoy aquí.
-¡Pero no sabemos cómo! Nadie había salido antes de ese velo. Creí que estabas muerto- y entonces el joven escondió la cabeza entre sus piernas y empezó a sollozar. Se sentía un crío por llorar delante de su padrino, pero no podía retener más las lágrimas.
Al principio Sirius no supo que hacer, pero finalmente se incorporó y levantándose de su cama abrazó a su ahijado. Un abrazo paternal como Harry nunca había recibido.
-Ssssh. Escúchame bien, porque solo te lo diré una vez. Nada de lo que ocurrió allí fue culpa tuya. Puede que Voldemort te engañara, pero créeme, el muy desgraciado ha engañado a magos mucho mayores y con más experiencia que tú. Te agradezco mucho que fueras allí por querer ayudarme. Y si yo fui a tu encuentro aquella noche fue porque como tu padrino hice la promesa de cuidarte y protegerte, pasase lo que pasase, ¿entiendes?
Harry permaneció en silencio durante un rato, en el abrazo de Sirius. Se sentía algo avergonzado siendo acunado como un niño pequeño, pero le gustaba la sensación. Finalmente levantó la cabeza, todavía secándose las lágrimas con las manos y esbozó una pequeña sonrisa.
-^^ Así me gusta!! Y ahora, a dormir- Harry se le quedó mirando y Sirius tuvo una idea- Si quieres puedes dormir conmigo, a menos que tengas miedo de que te ataque ^^.
-¬¬ Menos lobos caperucita.
-¬¬ Eso a Moony.
Y los dos estallaron en risas. Estuvieron un rato a carcajada limpia, y cuando por fin se tranquilizaron, Harry se acurrucó junto a su padrino, y ambos se durmieron al poco rato.
(N/A: que boniiiiiiiiiito. ^^ Momento familiar)
************
A la mañana siguiente Sirius fue convocado a una reunión en el despacho del director, con Lupin y McGonagall. A Harry no se le había permitido asistir a la reunión, pero con un guiño su padrino le había asegurado que más tarde le contaría lo que pudiese. El encuentro entre los dos amigos fue de lo más emocionante. Lupin había sufrido mucho también al ver caer a Sirius tras el velo, pero había intentado mantenerse firme, al menos ante Harry, para no deprimirle más. Pero ahora había vuelto a recuperar a su amigo.
-Sentaros- indicó el director cuando llegaron. Ante su mesa habían aparecido tres cómodas sillas.
-¿Cómo estás Sirius?
-Bien profesor Dumbledore.
-Llámame Albus, ya no soy tu profesor- el animago solo sonrió con una mueca. Todavía estaba resentido con el anciano por como lo había tratado el año anterior. Pero el director aparentó no haberlo visto.
-Entonces empecemos. ¿Qué pasó cuando pasaste a través del velo?
-Solo recuerdo la oscuridad- dijo concentrado el animago- Era como si flotase en la nada. Oía voces a mi alrededor pero no vi a nadie. Varias veces intenté moverme hacia algún lado, para buscar una salida, pero solo podía dejarme arrastrar.
-¿Y cuando saliste, cómo fue?
-Fue extraño, de pronto algo me hizo brillar y después vi una mano que me guiaba. Alguien me sacó de allí- el director y McGonagall se dirigieron miradas significativas.
-¿Viste cómo era?- preguntó Lupin.
Sirius negó con la cabeza- Solo escuché su voz, pero no puedo asegurar si era de hombre o de mujer. Solo recuerdo que era una voz tranquilizadora, serena.
-¿Y cómo llegaste hasta Hogwarts?- preguntó el director.
-Cuando salí del velo, había cuatro personas, todas tapadas con máscaras y gabardinas. Me ayudaron a llegar aquí. Me dejaron a la entrada del bosque, y se marcharon.
Cuando Sirius terminó de contar su historia, todos permanecieron en silencio durante un rato, perdidos en sus propios pensamientos, intentando dar algún sentido a lo ocurrido.
-Por cierto, profesor- dijo McGonagall- ¿Dónde está el profesor Snape? Ayer parecía muy interesado en saber sobre lo ocurrido.
-Tenía... "cosas" que hacer.
-¿Y Tonks?- preguntó Lupin.
-Fue al Ministerio a investigar sobre nuestros misteriosos aliados.
-¿Fudge sabe algo?- indagó McGonagall.
-Por el momento creo que es mejor que esto permanezca en secreto.
-Profesor...
-Albus, Remus.
-Albus- repitió avergonzado el licántropo- ¿Cree que los que salvaron a Sirius y los "aliados" puedan estar relacionados.
-Un momento- interrumpió Sirius, que había permanecido cayado hasta entonces- ¿Qué es eso de los aliados?
-Pues verás Sirius...
***********
Nymphadora Tonks había llegado pronto al Ministerio aquella mañana, algo que era muy extraño en ella. Tanto, que el guardia de la entrada la sometió a un exhaustivo interrogatorio para asegurarse de que se trataba de la verdadera Tonks.
Aquella mañana se había decidido por un pelo color verde brillante y ojos amarillos, que le daban un aspecto todavía más extravagante, si aquello era posible.
Subió decidida en el ascensor e ingresó en el centro de aurores, donde la actividad no había cesado en ningún momento, debido a las fuertes medidas de seguridad que se estaban adoptando ante la "reciente" llegada de el-que-no-debe-ser-nombrado.
Tenía una importante misión aquella mañana: tenía que encontrar cualquier indicio de la existencia de aquellas personas que los estaban ayudando. Para eso era necesario acudir a alguien que se conociese todos los chismes de la calle. Y Tonks solo conocía a alguien así: Mundungus Fletcher. Así que lo había citado en su despacho aquella mañana.
Cuando llegó Mundungus ya la estaba esperando, sentado en una silla mientras se frotaba las manos con nerviosismo. Pese a que eran colegas en la Orden, allí Tonks era un auror, y Mundungus no era precisamente un santo. Tonks entró y cerró la puerta tras de sí.
-Hola Dung^^!!
-Ho... hola T... Tonks.
-No te pongas nervioso ^^, solo quería hablar contigo sobre algunos chismorreos.
-Entonces no sabes nada de...
-¬¬ No acabes esa frase o seguramente tendré que detenerte.
-O_O Vale.
-Bien, entonces- continuó la joven tomando asiento- Necesito saber si has oído algo sobre un grupo misterioso últimamente.
-¿Un grupo misterioso?- preguntó el mago confuso.
-Sí, un grupo de personas que luchen contra los mortífagos.
-¿Los aurores?
-¬¬ no seas chorras Dung. Me refiero a personas que luchan contra los mortífagos pero que ocultan su identidad, y les borran la memoria antes de dejarles marchar.
Mundungus pareció estrujarse el cerebro durante un rato. Incluso unas gotitas de sudor aparecieron en su frente (N/A: es que pensar duele : (( )
-El otro día estaba en "Cabeza de Puerco" cuando llegó mi amigo Will el Gambas.
-¬¬ No quiero saber por qué se llama así.
-El caso es que, después de tres jarras de hidromiel, empezó a decir cosas como que espíritus vengativos rondaban por las calles. Yo le dije que fuera a St. Mugo a hacerse una revisión.
-¬¬ No me extraña.
-Mi querida Tonks, con los borrachos, hay que leer entre líneas. Con eso lo provoqué para que siguiera hablando. Así que le pregunté ¿Y por qué sabes que son vengativos? Y el me dijo:
"Estoy seguro de que son los espíritus de los que asesinaron los mortífagos. El otro día mientras esperaba por un tipo para un... negocio en un callejón, escuché ruidos en la calle principal. Era un barrio residencial muggle, en Brighton, en el que no vive ningún mago, por eso escogimos aquel lugar. El caso es que me asomé para ver si era el tipo al que esperaba cuando vi mortífagos. Estaban buscando algo. Yo ya pensaba que iban a descubrirme, cuando aparecieron cuatro espíritus, vestidos de negro y sus caras eran inhumanas, blancas y negras con pinturas de guerra. Se pusieron a pelear con los mortífagos. Empezaron a volar hechizos por todos lados, así que me escondí. Cuando volví a asomar, ya no quedaba rastro de ninguno de ellos. ¡¡¡Los espíritus se los llevaron al purgatorio!!!
-Y eso es lo que me contó- finalizó Mundungus.
-¿No sabes nada más?
-Bueno, Tonks, cuando un borracho me habla de espíritus vengadores, no suelo mostrarme demasiado interesado.
-Tienes razón- suspiró la joven auror- Gracias, me has ayudado mucho. Y ahora es mejor que te marches antes de que te pregunte alguien por tus "negocios".
El hombrecillo se levantó en el acto y con sonrisa nerviosa se dirigió a la salida. Al salir por la puerta estuvo a punto de chocar con una joven menuda, de cabello rubio liso, muy largo y brillantes ojos verdes. Mundungus la saludó coquetamente y continuó con su camino. La joven rubia entró en el despacho.
-Hola Tonks- la joven auror se giró al oír su nombre.
-Ah! Hola Samara ¿Cómo estás?
-Cansada, últimamente no duermo demasiado T_T- Samara Jones había sido compañera de Tonks desde la academia de aurores. Se habían hecho muy buenas amigas desde el principio ya que las dos tenían un carácter muy alegre. Durante el último año Tonks se había visto obligada a alejarse un poco de ella debido a que debía guardar los secretos de la Orden, y Samara nunca había dado muestras de querer creer lo que Harry Potter contaba. Así que, para no perder su amistad, la cambiaformas había decidido guardar en secreto su afiliación a la Orden.
-¿Nerviosa por los últimos sucesos?
-Podría decirse así ^^. ¿Y tú que te traes entre manos?
-¿Yo?
-Bueno, ayer vi a un chico muy guapo que vino a buscarte.
-^^ Ah. Remus... Es solo un amigo.
-¬¬ Sí, sí.
-¡En serio!- replicó riendo la (ahora) peliverde.
-Estos últimos tiempos estás extraña. Te escondes por las esquinas, te vienen a buscar chicos guapos...
-Siento no haber estado mucho por aquí el último año, Samara, pero tenía asuntos familiares que resolver- se maldijo por mentir a su amiga, pero después de todo Sirius era familia suya así que no todo era mentira.
-...y además- continuó la rubia sin hacer caso- ahora tienes conversaciones sobre espíritus vengadores con magos que trapichean por las esquinas.
-O_O ¿Me has oído?
-^^U Lo siento, pero iba a entrar a preguntarte unas cosas sobre los informes de Azkaban cuando lo oí.
-Samara- suplicó Tonks poniéndose muy nerviosa- No puedes hablar de esto con nadie, te lo pido.
-¿Estás metida en algún lío Tonks?- preguntó la otra preocupada.
-No, pero...
-Si quieres que me calle, tendrás que darme algún tipo de explicación.
-Es que...- Tonks dudó, pero Samara siempre había sabido guardar los secretos, así que si le contaba parte de la historia sin hablar de la Orden, o de Snape...- Está bien. Mun... el señor Fletcher me está ayudando en una investigación "personal". Últimamente he oído que los mortífagos empiezan a atacar, pero hay alguien que los combate, en secreto.
-¿Cómo es posible?
-No lo sé. Sólo son rumores, así que hasta que los confirme, no quiero decir nada a nadie, ni siquiera al capitán. T_T Prométeme que no dirás nada.
-^^Tranquila, me llevaré el secreto a la tumba.
-^^ No seas exagerada... Bueno, me tengo que ir. Tengo cosas que hacer.
-Está bien... pero un día de estos quedamos para comer ¿vale?
-^^Claro.
Tonks salió de su despacho hacia el ascensor con una extraña sensación. En parte le preocupaba que Samara Jones contase a alguien lo ocurrido en su despacho; aunque no fuese nada relevante, podía llevar a que la descubriesen como miembro de la orden; pero por otro lado se alegraba de haberle contado aquello a Samara, así no se sentiría tan culpable por haberse alejado de su amiga en los últimos tiempos.
Así que la bruja cambiaformas abandonó el centro de aurores en dirección a Hogwarts, para hablar con Dumbledore lo antes posible.
***************
Severus Snape estaba preocupado. Aquella mañana Voldemort los había convocado a él y a otros mortífagos a una reunión urgente (el brazo casi se le había caído del dolor). Durante todo el día los había instruido sobre lo que sería la misión. Aquella vez no quería fallos. En principio aquella tarea era sencilla:
-Quiero que ataquéis un edificio muggle. Se trata de un centro donde guardan cierta información que me interesa conseguir.
Al profesor de pociones le había extrañado aquello. ¿Para qué querría el Señor Tenebroso algo que se guardara en un edificio muggle? Pero eso no era todo. Los últimos acontecimientos habían vuelto a Voldemort todavía más cauteloso de lo que había sido hasta el momento, así que se había negado a revelarles lo que tenían que buscar allí. Solo Nott lo sabía. La misión del resto era ayudarle a entrar.
Así que aquella noche 8 mortífagos, con los rostros tapados por completo de modo que solo se veían sus ojos, se aparecieron en el centro de Londres, ante un gran edificio de unas 20 plantas (N/A: me lo he inventado, es que no se me ocurre ningún sitio parecido). Aquella zona no era residencial, así que no era probable que se encontraran con ningún muggle.
El grupo de mortífagos se aproximó al edificio sigilosamente. McNair estaba forzando la entrada cuando un rayo le dio de lleno y cayó inconsciente. Al darse la vuelta, Snape vio que ante ellos estaban cuatro figuras, todas vestidas con gabardinas negras y disfrazadas con máscaras y sombreros negros de ala ancha. Por deducción, aquellos eran los misteriosos aliados.
Ahora Snape estaba ante un dilema: no quería luchar contra aquellos que estaban de su lado, pero si no lo hacía, sus compañeros se darían cuenta de que era un espía.
-Así que vosotros sois los que han estado molestando a nuestro señor últimamente. ¿Quiénes sois?- masculló Nott.
Pero los seres no pronunciaron ninguna palabra.
-Da igual que no lo queráis decir. Cuando hallamos acabado con vosotros, diréis hasta la marca de jabón que usáis.
Aquellas personas ni se inmutaron, se quedaron inmóviles, como analizando a sus contrincantes. Eso puso todavía más nervioso a Nott, que atacó con furia, seguido de los demás mortífagos, incluido Snape.
La batalla en principio parecía desigual para los enmascarados, pero pronto la balanza se inclinó a su favor. Fueran quienes fueran, aquellos magos eran muy poderosos. Con increíble soltura que no se había visto desde los tiempos de los grandes aurores, dejaron en el acto fuera de combate a Flint, Hansvil y Marshal.
Sin quererlo, Snape se vio luchando contra el enmascarado de la máscara que representaba dos caras. Intentó lanzarle un desmaius, para dejarlo fuera de combate sin matarlo, pero aquel ser se libró de su hechizo con gran facilidad. Snape se quedó perplejo, su hechizo desmaius era de los más potentes. Por el rabillo del ojo, vio como otro de los enmascarados, el de la máscara negra con 3 muescas blancas a un lado, luchaba contra Bruze; estaban bastante igualados, pero de pronto por detrás asomó McNair, que se había recuperado del golpe recibido e iba a atacar por la espalda. A Snape le hubiese gustado avisarle, pero no podía descubrirse.
-CLUTCH- gritó de pronto su contrincante, y Snape se asombró al notar que era una voz de mujer. El llamado Clutch reaccionó a tiempo y se libró de McNair para continuar luchando con Bruze.
El enmascarado, mejor dicho, la enmascarada, volvió a prestarle atención y continuó luchando con gran fiereza. Al profesor de pociones se le acababan las opciones. Miró hacia Nott y vio que en un momento de descuido lanzó a su contrincante, el enmascarado de la máscara blanca con una horrible mueca, un expeliarmus muy potente, que lo echó hacia atrás, y después se desapareció. "Cobarde", pensó Snape.
-Fairy ¿estás bien?- preguntó el de la máscara negra con una banda blanca, una voz de hombre, mientras dejaba fuera de combate a su oponente.
-Sí, no te preocupes Lossus- respondió una mujer.
Snape se distrajo demasiado, y un expeliarmus de su contrincante lo lanzó hacia atrás mientras su varita caía a tres metros de él. Tirado en el suelo vio como aquella enmascarada se acercaba amenazante con su varita. Se maldijo interiormente, había dudado demasiado; se había preocupado más por descubrir información sobre aquellos individuos que de salir de allí. Si le borraban la memoria el Señor Tenebroso intentaría revertirlo, y en el proceso podría encontrar en su mente pruebas de que era un espía. Tampoco podía explicarles a aquellos individuos quien era, no tenía pruebas. Resignado, levantó la mirada para encontrarse con la máscara de dos caras. No podía verle los ojos a aquella mujer debido a la máscara, pero sabía que ella le estaba mirando.
-Celesti- se acercó el llamado Clutch, que reveló tener voz de hombre- Vamos, aplícale el obivliate.
La enmascarada pareció dudar. Finalmente bajó la varita y se giró hacia su compañero.
-No- dijo- Qué más da, ya ha escapado uno.
-Pero este ha oído demasiado- insistió el hombre.
Sin contestar, la mujer caminó hacia donde estaba tirada la varita de Snape, se agachó y la recogió. Después fue hacia el espía y le tendió su arma. Volvió a levantarse y girándose hacia su compañero de nuevo:
-No creo que vaya a contárselo a personas inapropiadas.
-Como tu digas- aceptó por fin el hombre.
Y sin dirigirle a Snape una sola palabra, los cuatro enmascarados se reunieron y se desaparecieron del lugar.
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Aquí termina el segundo capítulo. ¿Qué os ha parecido? Aunque la escena entre Sirius y Harry era un poco rosa, insisto en que no es slash, solo se comporta como un papi y Harry, bueno, no puede estar con estreñimiento emocional toda la vida ¿no? Me hubiera gustado poner la lucha entre los aliados y los mortífagos un poco más larga, pero es que si no el capítulo se me quedaba muy largo. Pero no os preocupéis ^^, habrá más batallas. Bueno, ya sabéis, opiniones, tomatazos, comentarios... todo menos virus de ordenador serán bien recibidos ^^. Se me olvidaban las palabras mágicas... REVIEWS PLEASE.
