Hola!! Ya he vuelto. Antes de nada agradecer a todos los que leen este fic. Como siempre ninguno de los personajes de Harry Potter es mío (son toditos de Rowling : (( ). ^^ Llegué a los 21 reviews!! (sobretodo por Ana María, que me envió tres de una sentada, muchas gracias!! ^^). En este capítulo se revela por fin cierta información sobre algunos de los enmascarados. Para el próximo se sabrá la identidad de todos (o eso creo).
Sara Fénix Black: Hola!! Me alegro que te gustara la conversación (a veces me da la sensación de que el fic queda un poco rosa de más, pero es que estoy aprendiendo! : P) En este capi Severus por fin puede hacer algo (así que se acabó lo que se daba) pero espero que aún así te guste como quedó. Ya me dirás. BSS.
Amsp14 (Ana María): Gracias por tus tres reviews!! Me has animado un montón y ojalá este capi también te guste. Respecto a lo de Ananke y Dred : ( me temo que no es un farol. Sí que están muertos. Y sobre lo de Fairy, que faltaba en el anterior enfrentamiento, en este capítulo encontrarás la explicación. Ya me contarás que te parece! BSS.
Este capítulo supone la frontera entre la primera parte del fic y lo que vendrá a continuación (osease la segunda parte ^^) Espero que os guste como he resuelto este capítulo, ya me lo diréis ^^.
Os dejo con el siguiente capítulo de "ángeles entre nosotros".
Capítulo 6- Asalto a la fortaleza de Voldemort
-Es de Moody, si, pero dice que los mortífagos han atacado el Ministerio. Se han llevado a Tonks y a dos personas más- dijo Dumbledore todavía con el pergamino que le había entregado Fawkes entre sus manos.
Ante esta revelación un silencio tenso se extendió entre los presentes.
-¿Quiénes son los otros dos?- preguntó McGonagall.
-Moody no dice nada, sólo dice que una de esas personas es otro auror, de la tercera no se sabe nada.
-¡Tenemos que ir a buscarla!- exclamó Sirius levantándose de la silla en la que estaba- No podemos dejarla allí.
-Espera Sirius- replicó el director- No podemos ir así como así, necesitamos un plan.
-Tendremos que convocar a la Orden- sugirió Remus.
-Eso es, llamaremos a Molly y Arthur Weasley y a Kingsley. Moody ya viene de camino. Y en cuanto a ti Severus...
-Lo sé, profesor Dumbledore, me pondré en camino enseguida. Les estaré esperando para facilitarles la entrada.
-Perfecto, pero antes que nada ten cuidado, ayúdanos lo que puedas pero sin ponerte al descubierto- suplicó el anciano- Lo que menos necesitamos en estos momentos son pérdidas, y la tuya sería terrible.
El profesor de pociones salió del despacho de Dumbledore con semblante orgulloso, mientras una mueca de repugnancia se dibujaba en la cara de Sirius. No soportaba tener que trabajar mano a mano con Snivellus, y todavía menos que su vida dependiese de él.
**********
Cuando Tonks abrió los ojos todo estaba borroso. Poco a poco la vista se le fue aclarando, estaba sentada en el suelo de una mazmorra húmeda y oscura. Sus brazos colgaban sobre su cabeza con las muñecas atadas con grilletes. Notó como que por su cara la sangre se había secado. El golpe en la cabeza que la había dejado inconsciente había sido fuerte. Cuando por fin sus ojos se acostumbraron a la oscuridad dominante miro en derredor en busca de algo que le indicase donde estaba. Se encontró con que a su lado, a metro y medio, yacía otra persona, en la misma postura que ella, cabizbaja.
-¡Samara!- exclamó la bruja al reconocer a su amiga. Samara Jones, la auror que había sido su compañera en el colegio, estaba cubierta de polvo y por su mejilla resbalaba un poco de sangre. La rubia levanto la vista al escucharla y la miró a los ojos.
-Al fin despertaste Tonks, me tenías preocupada.
-¿Qué ha pasado?- preguntó asustada, no tenía conciencia de si misma desde el ataque al Ministerio, y no sabía cuanto tiempo había pasado desde entonces.
-Durante el ataque te golpearon y quedaste inconsciente. Intenté ayudarte pero no sirvió de nada. Nos capturaron y nos trajeron aquí.
-¿Pero por qué?
-No lo sé- murmuró la rubia- pero no estamos solas. Me dejaron inconsciente para traerme hasta aquí, pero antes vi como cogían a otra persona más. No sé quien era.
-¿Y donde está?- Tonks se estaba cansando de ser la única que no se enteraba de nada.
-Creo que lo encerraron en otro lado.
-Pues debe ser alguien muy importante para que lo hagan- murmuró Tonks pensativa. ¿Quién sería su misterioso compañero de encierro?
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Moody había llegado con Kingsley del Ministerio y tiempo después se había presentado el matrimonio Weasley. Ahora todos se ponían de acuerdo para la misión.
-Entonces- decía Dumbledore- Sirius, Remus y Moody tratarán de encontrar a Tonks y a los otros dos tetenidos; mientras tanto, Kingsley, Molly y Arthur se encargarán de preparar la huida. Severus os estará esperando y os ayudará a entrar.
-Nosotros dos- explicó McGonagall- Estaremos aquí esperando. En caso de que algo salga mal- añadió tendiendo a Remus una pluma- pulsad esto y acudiremos con refuerzos.
Una vez de acuerdo, los seis encargados de la misión de rescate abandonaron el despacho del director y caminaron hasta abandonar los terrenos de Hogwarts. Cuando estuvieron fuera de los dominios del colegio, se desaparecieron.
La plaza del centro de Londres que enmarcaba el Big Ben estaba desierta a aquellas horas de la madrugada. Apenas unas pocas farolas iluminaban el lugar y ni un alma surcaba sus calles.
-¿Es aquí?- masculló Moody.
-Típico de Voldemort- murmuró Sirius- Esconderse en donde nadie lo buscaría... en un lugar muggle, justo lo que él desprecia.
El escondite de Voldemort se levantaba bajo esas calles, justo debajo del mítico reloj británico. Snape les había informado de que había múltiples trampas que les impedirían llegar hasta Tonks; la primera de ellas era que solo los individuos con la marca tenebrosa podían atravesar el portal de entrada al emplazamiento mortífago. Se suponía que el profesor de pociones estaría esperando para dejarles pasar, pero ¿cómo lo explicaría una vez se hubiesen marchado?
Caminaron hasta justo debajo de la enorme torre sobre la que se erigía el Big Ben, donde se suponía que estaba el portal de entrada. Moody iba en cabeza decidido, cuando de repente frenó en seco. Tres figuras se habían aparecido ante ellos. En un principio pensaron que se trataba de mortífagos, y se pusieron en guardia, pero pronto descubrieron en aquellas siluetas a Clutch, Lossus y Celesti.
-¿Qué hacéis aquí?- preguntó Moody una vez hubo recuperado el aliento.
-Venimos a ayudaros- explicó Clutch de forma escueta.
-¿Por qué querríais hacer eso?- masculló Molly, que había sido puesta al día de lo ocurrido en el centro de datos- Como dijisteis hace unas horas vosotros no trabajáis para la Orden.
Los tres enmascarados permanecieron quietos, en silencio, hasta que finalmente Lossus se decidió a hablar- Tienen a Fairy.
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De vuelta a las mazmorras, Tonks y Samara seguían evaluando la situación.
-¿Quién será esa persona que tienen atrapada?- decía Tonks- ¿Y por qué la tienen aparte?
-No tengo ni idea. Tampoco entiendo por qué estamos aquí.
El gusanillo de la culpa recorrió el cuerpo de Tonks. Su amiga estaba allí por su culpa, porque había intentado ayudarla, y ella no había sido sincera con Samara. Echaba de menos aquellos tiempos en los que se lo contaban todo. Desde el colegio se habían hecho amigas inseparables y eternas confidentes, y nada había cambiado durante su entrenamiento para auror. Samara Jones era huérfana, y vivía en un orfanato cuando no estaba en Hogwarts. En cierto modo, aquello había marcado su forma de ser. Siempre había sido alguien muy discreto, y nunca hablaba de sus compañeros del orfanato. Eso siempre fascinó a Tonks, el alo de misterio en el que parecía estar envuelta su amiga. Pero aquello no le había impedido ver que Samara era sincera con ella en todo lo demás, al igual que Tonks lo era con la rubia.
Voldemort lo había cambiado todo. Cuando regresó se vio obligada a tomar partido, ya que sus jefes no iban a hacerlo, pero no quiso meter a Samara en todo aquello. En parte, Tonks sentía que tenía la obligación de ayudar a la Orden; por su madre, que había sido tratada de tal forma por casarse con un muggle; por Sirius, que había sido encerrado en la cárcel por un crimen no cometido; y por la comunidad mágica, porque si los aurores, que estaban allí para proteger a los ciudadanos, no hacían nada ¿quién iba a hacerlo?
-Tonks ¿estás bien?- Samara observaba preocupada a su amiga, que parecía ausente. La cambiaformas la observó durante unos instantes y finalmente suspiró.
-Tengo algo que contarte, Samara.
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Los miembros de la Orden observaron en silencio a los enmascarados, sopesando la situación. No eran sus aliados, y sabían que no hacía aquello por ayudar, sino por salvar a uno de los suyos, pero después de todo, eran grandes luchadores, y su ayuda les podría venir muy bien.
-Está bien- aceptó finalmente Moody, que estaba "al cargo" de la misión- Pero tendréis que trabajar con nosotros como si fuéramos un equipo, nada de desapareceros en mitad de la acción.
-No somos unos cobardes- masculló Clutch dando un paso al frente. Pero antes de que empezase una discusión, Celesti le puso una mano en el pecho en gesto tranquilizador.
-¿Entonces vamos?- sugirió Remus. Así que un nuevo grupo de 9 personas reinició la marcha. Los de la Orden observaban con curiosidad a los enmascarados. Celesti permanecía al lado de Clutch, como para evitar que el primero empezase a discutir. Sin embargo Lossus se quedó más atrasado, quedando finalmente a la misma altura de Sirius y Remus.
-Perdonad a Clutch- pidió- pero está preocupado.
-Lo entendemos- dijo Remus, esbozando una ligera sonrisa. Pero Sirius no se fiaba. Estaba seguro de que aquellas personas les ocultaban algo. Sabía que conocían información sobre el nieto de Dumbledore, pero por alguna razón no se lo querían decir- Cada vez nos encontramos más a menudo- añadió Lupin para romper el hielo.
-Eso parece- se limitó a decir Lossus.
-¿Por qué os ocultáis?- dijo finalmente Sirius.
-Sirius...
-No Moony, espera. No es por nada, pero eso de que ocultéis vuestra identidad no da mucha confianza.
Lossus tardó un tiempo en responder- Lo sabemos, pero no puede ser de otra forma. Hay... circunstancias especiales, que nos impiden actuar de otra manera. Además, así evitamos que los mortífagos nos reconozcan. Es una medida de protección.
-Y supongo que el silencio también lo es- continuó el animago- Porque excepto tú, tus demás compañeros son casi mudos.
-Clutch siempre ha sido de pocas palabras. Celesti solo habla cuando cree que merece la pena hacerlo.
Aquello dejó todavía más intrigados a los dos merodeadores, pero no pudieron seguir conversando, porque alguien apareció ante ellos. Los magos se sorprendieron cuando vieron ponerse frente a ellos a un muggle. Era un guardia de seguridad, y les apuntaba con un arma.
-¡¡¡¡ALTO!!!- les gritó.
-Espere- dijo Remus tranquilizadoramente- Nosotros no hemos venido a...
-Sé perfectamente a lo que han venido. Desde hace meses por las noches esto se llena de personas extrañas. Sé quienes son. Los terroristas no son bien recibidos aquí. Y ahora, pongan las manos en alto o disparo!!
Los magos se quedaron inmóviles, sin saber que hacer. No podían atacar a un muggle, aquello supondría trabajo extra para el Ministerio, además de que tendrían que explicar por qué la Orden del Fénix organizaba un ataque contra Voldemort sin consultarles, además de cómo sabían cual era el emplazamiento de su guarida.
-DESMAIUS- el guarda de seguridad calló inconsciente a los pies de Clutch.
-¿Estás loco?- gritó Molly- ¿Sabes lo que puede significar esto?
Celesti se agachó ante el hombre y murmuró unas palabras.
-Arreglado- dijo con voz ronca Clutch- Los obliviates de Celesti son de los mejores. Se despertará pensando que el cansancio le pudo- al mismo tiempo, se agachó y recogió el arma con el que el guarda les había apuntado, ante los rostros interrogantes de los demás- A veces los chismes muggles pueden ser de utilidad- explicó.
El grupo siguió avanzando y finalmente se detuvieron. Moody se puso justo bajo la fachada norte de la torre y murmuró unas palabras ininteligibles que hicieron brotar de su varita lucecillas verdes, apenas perceptibles.
Expectantes, aguardaron a que algo sucediera. Poco tiempo después, de la nada, apareció Snape.
-¿Todo bien?
-Más o menos- murmuró Moody.
Los ojos del espía se abrieron como platos al ver a los acompañantes de los miembros de la Orden, pero instantes después recuperó la impasibilidad que siempre lo acompañaba.
-¿Qué hacen ellos aquí?- preguntó.
-¿Él no te lo ha dicho?- preguntó Moody sorprendido- Tienen a uno de ellos.
La turbación se apoderó del espía, que realmente no tenía ni idea de que "su señor" hubiese capturado a uno de los enmascarados. Aquello lo llenó de inseguridad, ¿habría Voldemort dejado de confiar en él? ¿Lo habría descubierto?
-Aunque quisiera no habría podido- cortó Celesti- El Señor Tenebroso no sabe lo que tiene.
Aún más intrigado, Snape guió a los recién llegados a través del portal, observando de tanto en tanto a Celesti. El profesor no dejaba de preguntarse quién se escondería tras esa máscara tan extravagante. Sin duda la máscara que cubría su rostro era la más extraña de las cuatro. Parecía representar dos personalidades distintas, dos mundos contrapuestos. Celesti se dio cuenta de que era observada y le devolvió la mirada al hombre, que volvió a mirar hacia delante azorado.
Severus Snape condujo al grupo de rescate por túneles y más túneles, que tenían por objetivo desorientar a posibles invasores. Como les explicó, en aquel lugar no era posible aparecerse, así que tendrían que llegar hasta los capturados y sacarlos de allí a pie. Finalmente, llegaron a un punto donde el túnel se bifurcaba en dos. Un túnel estrecho se separaba hacia la derecha, dejando a la izquierda un terraplén que continuaba al túnel original, sobre el que se levantaba un muro que daba a una sala más alta, que quedaba oculta a la vista, dada su altura.
-Yo solo puedo guiaros hasta aquí- les dijo- Por el túnel de la derecha llegaréis hasta las mazmorras; este lleva al centro del complejo. Yo tengo que irme o sospecharán.
Y sin más palabras, el espía los dejó.
************
-... Y eso es todo- finalizó Tonks. Al fin se había atrevido a contarle a Samara todo lo que había hecho durante el último año, todo aquello que le había ocultado, y realmente se sentía liberada. Expectante, aguardó la reacción de su amiga, que había permanecido inusualmente callada durante todo el discurso.
-Tonks...
-Tienes todo el derecho a enfadarte conmigo, pero intenta comprender que...
-No estoy enfadada- suspiró Samara- De hecho, ya lo sabía.
-¿Cómo?- preguntó atónita Tonks.
-Lo sé desde hace meses- y la rubia tomó aire- Escucha, creo que ahora es mi turno de contarte algo...
Pero Samara se vio interrumpida cuando la puerta de la mazmorra se abrió y por ella entró un mortífago, al que Tonks reconoció como McNair, arrastrando a un hombre.
-¡Fudge!
*************
Sirius caminaba intentando hacer el menor ruido posible. Finalmente al grupo inicial que se dirigiría a las mazmorras (Remus, él y Moody) se había unido Celesti. Lossus y Clutch habían acompañado a los demás a preparar la retirada. Como había dicho el animago minutos antes, Celesti era la encarnación del silencio. Desde que se habían separado de los demás no había dicho nada. Iba por delante de Remus con la varita levantada, alerta ante cualquier ataque. Sin embargo, no parecía haber ningún mortífago en aquel lugar.
***********
Tonks y Samara ahogaron un gemido cuando vieron al Ministro entrar tras el mortífago y se fijaron en él. Su mirada parecía ausente, perdida, le habían echado un imperius. Con el Ministro controlado, Voldemort tendría al Ministerio de Magia a sus pies cuando quisiese.
-Os traigo un acompañante- masculló McNair con sonrisa arrogante- Para que no estéis tan solas.
-Eres un idiota- gritó Tonks- Nos has desvelado los planes de Voldemort.
-El mismo Señor Tenebroso ha querido que os los revele. Para que cuando muráis sea con la angustia añadida de que conocéis nuestros planes y no podréis hacer nada para evitarlo. Y ahora, preparaos para morir ¿os gusta el color verde?- y el verdugo del ministerio levantó la varita amenazadoramente- ADAV...
-EXPELIARMUS
McNair no pudo terminar el hechizo antes de que el ataque de Moody lo lanzase contra la pared de la mazmorra y lo dejase insconsciente. Ojoloco entró en la estancia seguido de Celesti, Remus y Sirius.
-Fudge- exclamó al ver allí al Ministro.
-Le han lanzado un imperius- explicó rápido Tonks. Cornelius Fudge se columpiaba sobre un pie y otro de forma anonadada, y cuando Remus le obligó a girarse hacia él lo miró de forma ausente, como si realmente no lo estuviese viendo.
-Tengo que ir con mi Señor- balbuceó.
-Cuando le quitemos el hechizo y le contemos lo que ha dicho se lavará la lengua con papel de lija del siete- bromeó Sirius.
Moody se dirigió a Tonks y la soltó de los grilletes. La bruja se frotó las muñecas aliviada- Gracias. Sabía que vendríais. Ahora ayudad a Samara, ella está...
Pero la joven observó como la rubia sonreía a alguien. Celesti se arrodilló ante ella y con un débil toque de su varita, los grilletes se evaporaron- Me alegro de verte Celesti- dijo, ante las atónitas miradas de los demás.
-¿Sabes quién...?- preguntó Tonks, pero se vio interrumpida por Samara, que ignorando la pregunta siguió hablando con la enmascarada.
-No te preocupes por ella, se lo iba a decir de todas formas. Algo como esto no se puede esconder siempre.
Celesti, como entendiendo lo que le decían, metió las manos bajo su gabardina y sacó de ella un bulto de ropa. Se lo tendió a Samara.
-Me alegro de ver que estás bien... Fairy.
*********
Kingsley, Arthur, Molly, Clutch y Lossus esperaban en la bifurcación de los túneles. Estaban atentos ante cualquier ruido que indicase que los demás regresaban. A lo lejos comenzaron a oírse murmullos, pero pronto se dieron cuenta de que las voces no venían del túnel de la derecha, sino que alguien bajaba desde el lado izquierdo. Conforme se aproximaban, pudieron distinguir una voz grave que helaba la sangre.
-Snape, cállate. Yo decidiré cuando es el momento apropiado para ir a buscar a los presos.
-Claro, mi señor, pero quizás deberíamos darle a McNair más tiempo para que los torture. Podríamos obtener información valiosa.
-Siempre me ha gustado tu manera de pensar, pero en esta ocasión he decidido actuar con rapidez.
-Lo que diga mi Señor.
Las voces cada vez estaban más cerca. Los incursores se pusieron tensos. Si se escondían y dejaban que Voldemort pasara de largo, el otro grupo se encontraría de llenó con él, y cargando con los presos, que seguramente estarían heridos, estarían en desventaja. No les quedaba más remedio que luchar.
Se escondieron en los recodos de las paredes, antes de la bifurcación, para al menos contar con el factor sorpresa. No podían contar con que Snape los defendiera abiertamente, porque de hacerlo quedaría al descubierto, así que se prepararon para luchar ellos solos, y rezar por que el espía no se emplease a fondo en la batalla; después de todo, era uno de los mejores magos del país.
Finalmente, al final del túnel vieron la escuálida figura de lord Voldemort aparecer, acompañado de 8 mortífagos, además de Snape, al que pudieron ver más pálido y tenso de lo normal. Desde su posición Lossus les indicó que esperasen a su señal. Cada vez estaban más cerca. Cuando ya casi podían verles, Lossus gritó.
-¡¡AHORA!!
Voldemort y sus mortífagos se vieron sorprendidos por el rápido ataque de los incursores, y pronto cuatro de los secuaces del Lord Oscuro cayeron inconscientes al suelo. Pero la confusión inicial pronto se esfumó y Voldemort recuperó el control.
-¡No os dejéis dominar!- gritaba. Hechizos y maldiciones volaban de un lado a otro, por ambos bandos. Snape fallaba a propósito, pero no podría seguir fingiendo demasiado tiempo. Era muy bueno en duelos, y Voldemort lo sabía.
-DESMAIUS- con el hechizo de Lossus otro mortífago calló. Poco a poco se estaban haciendo con el control. Se mantenían juntos, para así no quedar indefensos, pero un expeliarmus lanzado por el propio Voldemort hizo que Molly volase por los aires.
-ACCIO!!- gritó, y el cuerpo de Molly calló a sus pies, respirando con dificultad, debido al fuerte golpe. Sin Molly, y con Voldemort participando activamente, les estaban ganando terreno, así que no les quedó más remedio que retroceder hacia el túnel que dirigía a las mazmorras, dejando a la madre Weasley en poder del enemigo. Kingsley tuvo que arrastrar a Arthur para que no se lanzase contra el lord oscuro en un ataque suicida.
Retrocedieron protegiéndose con hechizos Protegio hasta que el túnel hizo un recodo. Justo al bordearlo se encontraron de frente con los demás, que regresaban acompañados de los capturados.
-Tonks ¿estás bien?- preguntó Kingsley a su compañera- ¡Samara! Qué haces aquí.
-Fairy, me alegro de que estés bien- dijo Lossus.
Kingsley y Arthur Weasley observaron asombrados a la joven rubia, que llevaba en sus brazos un atadillo de ropa, que coronaba la máscara blanca con una mueca desagradable en los labios.
-¿Tú...?- preguntó el auror- Y Fudge!- exclamó al ver al Ministro que iba sujeto por Remus y Moody, todavía ausente (N/A: para especificar mejor, en bavia).
-No hay tiempo para explicaciones- mascullo Ojoloco- vámonos!
-No podemos- gritó Arthur- Voldemort está ahí fuera esperándonos Y tienen a Molly!!
La tensión se hizo evidente. No tenían posibilidad de escape. Estaban atrapados en un túnel sin salida. Además, aunque ellos pudiesen escapar, Molly estaba en manos del enemigo. ¿Cómo explicarían a sus 7 hijos que la habían dejado morir? Por otro lado, no podían salir de allí sin una distracción. Todos se concentraron individualmente intentando encontrar una posible solución. Pero sus cavilaciones fueron interrumpidas cuando un sonido sordo les hizo levantar la mirada. Celesti se había quitado la gabardina, dejándola caer al suelo. Debajo de aquella gabardina dejó al descubierto unos pantalones de cuero negro y una camiseta de tirantes blanca.
-¿Qué estás haciendo?- preguntó Clutch.
-Voy a salir- se limitó a decir.
-¿Pero por qué te quitas eso?
-Bueno- explicó mientras se quitaba los guantes negros que le tapaban las manos- Si voy a salir ahí, prefiero que al menos una de mis dos identidades siga siendo secreta.
A continuación se quitó el sombrero que siempre llevaban los enmascarados dejando caer sobre sus hombros y espalda una larga cabellera negra ondulada. Finalmente, se llevó las manos a la máscara.
-¡Espera! No hagas eso, tú misma dijiste que...- insistió Clutch.
-Lo sé, pero esto es más importante- y la máscara de doble cara cayó al suelo, dejando al descubierto una hermosa joven de rostro pálido y unos hermosos ojos azules, que relucían de una manera que se les hacía familiar a todos. Sirius observó atónito la belleza de la enmascarada y sintió que algo en ella se le hacía conocido.
-Clutch- déjame el arma que le quitaste al guardia. Tras unos instantes de duda, su compañero hizo lo que le pedía. Samara Jones "Fairy" observaba todo incrédula.
-¡Norah Smith!- gritó- ¿Se puede saber qué estás haciendo?
-Pues- explicó ella serena- Había pensado en pedirle a Voldemort que suelte a la señora Weasley.
-¿Y cómo demonios piensas conseguirlo?
-No creo que si se lo pido por todos los regalos de Navidad y cumpleaños atrasados lo haga, así que voy a salir ahí a negociar con mi "querido abuelo" que suelte a la mejor amiga de mi madre.
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¡Qué os ha parecido^^! ¿Quedó bien? Supongo que ha quedado claro por qué a Sirius se le hace familiar Celesti/ Norah (para quien no, que piense en los ojos azules ^^) Una cosa que hacía tiempo que quería preguntar, y de la que me di cuenta al escribir el capítulo 4 ¿Por qué Harry nunca ha ido a ver la tumba de sus padres? ¿O es que los magos hacen otra cosa con sus muertos? Bueno, a lo mejor algún día lo averiguo. En fín, para el próximo capítulo: Qué estará planeando Celesti para salvar a Molly.? Ya se han descubierto dos de los enmascarados ¿Cuál es la identidad de Lossus y Clutch? Si queréis saberlo, la palabra mágica: REVIEWS^^-
