Hola!!Aquí estoy con un nuevo capítulo!! Quiero dar muchas gracias a todos los que leen este fic, sobretodo a los que me han enviado reviews^^ Han sido muchos en este capítulo y me han animado mucho, en serio, me ayudan a definir ciertos aspectos de la historia así que no paréis ok? En este capi hay mucho de reacciones y sentimientos, es para que se empiece a conocer mejor tanto a Samara como a Norah. Cómo reaccionará Norah al ver que esta en Hogwarts?? Si queréis saberlo, id hacia abajo^^. BSS.

Ana Black: Hola! Que tal de vacaciones? (Tú que puedes T_TU) Ya vi que actualizaste (me encantó por cierto^^) En cuanto a tus dudas, lo de por qué Norah es un Ángel, lo siento mucho por no haberme explicado, pero no pensaba que tuviera que hacerlo en el fic. A lo mejor es porque la historia está en mi cabeza, pero me parece lógico. En el capítulo 2 (creo) se dice que la sangre de los ángeles se fue extinguiendo a lo largo de las generaciones. Así, en muchas de las familias de magos y algunas muggles habrá algo de sangre ángel. Por otro lado, Dumbledore y Voldemort son dos de los magos más poderosos de la historia (aunque cada uno por su lado, claro); a mí modo de ver, ese poder no solo viene de la magia que se "concentra" en ellos, sino que también se tiene que deber a que en ellos la herencia ángel es más elevada, pero sin llegar a desarrollar sus poderes (te imaginas a Voldy ángel? Yo no^^). Así, al juntarse la sangre de los dos, combinada con un poco de la de sus parejas, salió un ser que tenía la suficiente sangre ángel para poder llamarse de este modo: Norah. Quedó claro?? Demasiado técnico?? De todos modos pensaba meterlo en el fic de alguna forma en un próximo capítulo, como en una conversación o algo así. En cuanto a lo de qué le hizo Dumbledore a Norah, me temo que por ahora no voy a poder contestar a eso ^^ (Es un secretito que me guardo para más adelante), pero si quieres te doy una pista: te suena de algo la traición?? Pues eso es lo que Norah piensa que le hizo Dumby. Por último (menuda contestación más larga!!) lo de Sirius se explica en parte en este chap. Que lo disfrutes!!

Strega-in-progress: Gracias por los piropos^^. Lo de las pesadillas no te lo voy a poder explicar (porque eso implicaría decir qué fue lo que hizo Dumby y por ahora me lo guardo ^^) Me alegro de que te gusten mis personajes, en este chap conocerás un poco mejor a Sam y Norah. Ya me contarás que te parece (advierto que Norah muestra un carácter un poco explosivo). BSS

GaRry: Ya sigo ^^. Gracias por tu review!!

Barbi_Black: Gracias por sacar tiempo para leer mi historia ^^. Lo de embrujadas estoy trabajando en ello (T_T perdón por tardar tanto en actualizar, prometo sacar el  próximo en una semana como mucho) es que no tengo muy claro como continuarlo. Sé lo que quiero hacer pero no como expresarlo. HELP. A ver si baja el espíritu santo y me echa una manita^^. Espero que te guste el capítulo^^. Un besazo.

Clau de Snape: Bienvenida^^. Por lo de la Biblia no te preocupes, no me importa para nada, es más, me encantan los reviews largo, dan mucha más información ^^. En cuanto a lo de por qué Norah es un ángel doy una pequeña explicación en la respuesta a Ana Black, un poco más arriba (T_T soy vaga, pero es que si lo vuelvo a escribir es demasiado largo). Lo del romance, me temo que por ahora Snape no va a encontrar el amor, pero sí que va a encontrar una amiga de gran confianza en Norah. Para lo del romance tendrás que esperar a la continuación que tengo pensada para este fic, en el que también le buscaré pareja a Moony^^. Aguantarás igual?? Si no, y si no odias Embrujadas, pásate por mi otra historia, en la que Snape si que encuentra novia; se llama el regreso de una Black. Normalmente no me tardo tanto en actualizar, pero este chap me costó escribirlo (espero que haya quedado bien). Por lo de por qué odia Norah a su abuelito, por ahora no lo puedo decir (sorry^^). Como ves, yo también escribo a veces contestaciones bastante largo, espero que no te hayas dormido aún y puedas seguir para leer el chap. Ya me dirás. BSS.

Sara Fénix Black: Hola, no te preocupes por lo de los reviews, me has escrito en casi todos los capítulos, por uno que faltes no pasa nada^^. Me alegro de que te siga gustando el fic (sé que me repito como el ajo, pero es verdad!! Me hace mucha ilusión) Espero que te vaya bien en los exámenes (yo empiezo en un mes UU). Suerte!!. BSS

Ya respondí a todos los fícs, uf, demasiado largos?? Si es así perdón ^^. Sin nada más que decir, os dejo con el siguiente capítulo de ángeles entre nosotros. Ah, se me olvidaba, ninguno de los personajes de Harry Potter es mío, son de Jo (verde de envidia ¬¬). Espero que os guste!!!!

Capítulo 8- El despertar de un ángel

La enfermería de Hogwarts nunca había estado tan llena fuera del curso escolar. Molly Weasley dormía plácidamente en una cama junto a la ventana, gracias a una poción para dormir sin soñar. Norah Smith, todavía inconsciente, descansaba en otra cama. Finalmente, en dos camas contiguas se encontraban Tonks y Samara Jones. Tonks todavía dormía bajo los efectos de una poción, pero Samara ya había despertado. No tenía ninguna intención de avisar a la enfermera Pomfrey, porque conociéndola, le haría tragar otra poción aunque fuese con un embudo, para que "siguiese descansando".

Nada había cambiado desde sus tiempos de estudiante, al menos en la enfermería. Durante su estancia en Hogwarts no era raro encontrarse a Samara allí, ya que, junto con Tonks, parecía tener un don innato para las travesuras. No es que se pasasen el día gastando bromas a los demás alumnos, pero les encantaba inventar nuevos juegos, por lo demás peligrosos, que hacían que riesen sin parar, pero la mayoría de las veces también que acabasen con algún hueso roto. Una de sus invenciones más sonadas había sido cuando habían intentado jugar a saltar a la comba con las ramas del sauce boxeador. No había sido la más original, pero era la que más magulladuras, moratones y fracturas había causado. Todavía hoy al recordarlo una sonrisa asomaba a sus labios; aquellos habían sido buenos tiempos.

-¿Qué te hace tanta gracia?

-Tonks- musitó Samara sorprendida al ver a su amiga ya despierta- ¿Cómo te encuentras?

-Todavía me duele un poco la cabeza, pero la tengo demasiado dura para que me afecte- replicó Tonks jactanciosa- ¿Y tú?

-Cansada de estar aquí tirada. Estoy acostumbrada a algo más de acción.

-Sí- murmuró su amiga entristeciendo la mirada- Sobretodo últimamente.

Aquel reproche tomó de sorpresa a Samara. Hacía tiempo que quería contarle todo aquello a su amiga, pero no había encontrado el momento. Era una historia bastante larga de contar.

-Tonks. Quiero que me perdones por no haberte contado nada, pero no podía traicionarles. Ellos son la única familia que he conocido.

-Pero por qué nunca me hablaste de ellos, ni siquiera durante el colegio- insistió la auror, dolida.

-Es difícil de explicar. Escucha, cuando Voldemort desapareció- era la primera vez que Tonks escuchaba a Samara llamarle por su nombre. Quizás hasta el momento solo fingía tenerle miedo- los mortífagos no dejaron de buscar a Norah. Ni un momento durante estos 15 años han dejado de hacerlo. Por eso Norah no existe para prácticamente nadie. Hace años, cuando salimos del orfanato, le borramos la memoria a la directora y a cualquiera que nos hubiese conocido para esconder nuestra huella. También buscan a Mike; aunque corre menos peligro, los mortífagos saben que él es la puerta para llegar a Norah. Lo mismo se podría aplicar a Dan o a mí. Aunque no tienen total conocimiento de nuestra conexión con ellos, bastaría una pequeña señal para que nos relacionaran. Y si uno cae, el resto vamos detrás. Sé que debí contártelo, al menos explicarte algo de lo que pasaba, pero si lo hacía, tú también estarías en peligro.

Tonks tardó un rato en responder. Tenía que pensar con cuidado las palabras- Supongo- dijo finalmente- que estamos en paz. Aunque tu resultases saberlo al final, yo tampoco te dije lo de la Orden del Fénix.

Los ojos verdes de Samara brillaron y una enorme sonrisa apareció en su rostro- Entonces ¿amigas?

-Amigas- respondió Tonks dándole la mano a la rubia en señal de pacto.

***********

Kingsley y Moody ya se habían marchado, dejando en la habitación contigua a la enfermería a Sirius, Remus y Dumbledore. Arthur Weasley había ido a cuidar de su esposa y Dan McEnrrow había ido a buscar a Mike, para intentar calmarlo.

Los tres magos permanecían en silencio, más que nada por respeto a Dumbledore, que, con los codos en sus rodillas y sujetando la cabeza con las manos, cavilaba con los ojos cerrados en los últimos acontecimientos. Los dos merodeadores no hacían sino cruzar miradas cómplices intentando encontrar una manera de ayudar al anciano, que últimamente parecía haber sufrido más golpes de los que podía soportar.

El silencio fue roto cuando la gruesa puerta de madera que aislaba la habitación fue abierta de golpe, dando paso a  Severus Snape, que lucía más apurado de lo normal.

-Severus- musitó el director al ver al mago. El moreno lo observó inquisitivamente durante unos instantes, con aquella mirada escrutadora que lo caracterizaba y finalmente tomó asiento frente a Dumbledore, dejando a Sirius y Remus a su derecha.

-¿Consiguió escapar a salvo?- preguntó el profesor de pociones, refiriéndose a la mujer de cabello negro que se había enfrentado hacía unas horas al Señor Tenebroso. El director lo miró intensamente.

-Sí- dijo al final- Está en la enfermería, recuperándose de sus heridas.

-Pero ella...- continuó Snape- ¿Es cierto que...?

-Sí, ella es la hija de Ananke y Dred. Su nombre es Norah.

-Pero cómo...

-Snivellus quieres dejar de hacer tantas preguntas- dijo Sirius- Deberías tener algo más de consideración- El profesor de pociones observó al animago como si fuese a asesinarlo, pero Dumbledore alzó su mano de forma cansada.

-Por favor, no discutáis ahora.

-Sirius- pidió Remus en un susurro a su amigo- Contrólate, por favor- con lo que se ganó una mirada de reproche del moreno.

El anciano se llevó las manos a los ojos y los frotó como intentando despertarlos de una realidad que se le presentaba adversa.

-¿Cómo la encontrasteis?- continuó Snape.

-Nosotros no la encontramos- masculló Sirius- Ella nos encontró a nosotros. Esa mujer es Celesti.

Los ojos de Snape se abrieron como platos al escuchar aquellas palabras. Aquella era la mujer que le había perdonado la vida.

-¿Qué ha ocurrido con Voldemort?- preguntó Remus.

-Cuando ella... Norah, escapó se puso hecho una furia. Lanzó cruciatus a todo el que se le puso por delante. Ahora que sabe cómo es no parará hasta encontrarla.

-Entonces...- murmuró Dumbledore- Tendremos que convencerla de que se quede aquí. Es donde más segura va a estar.

-¿Convencerla?- preguntó Snape confuso. Sirius lo miró de reojo, con odio y Remus dirigió una mirada compasiva hacia el director.

***********

En el poco tiempo que había pasado Samara y Tonks habían recuperado el tiempo perdido. Ahora que por fin podían contarse las cosas parecía que el tiempo no hubiera pasado, que no se hubiesen distanciado nunca.

-Así que ella es la nieta del profesor Dumbledore- dijo Tonks refiriéndose a la morena que dormía unas camas más allá.

-Sí.

-No entiendo lo que le ha podido pasar para que odie tanto al director. Si es uno de los hombres más buenos que conozco.

-No lo sé a ciencia cierta, pero Norah no es alguien que odie sin motivo, y por mucho que aprecie al profesor Dumbledore, tengo que apoyarla, pase lo que pase.

-Aunque eso no te impide jugar a los reencuentros familiares. A no ser que el dolor me impidiese oír mal, creo que fuiste tú la que intercedió para que viniese a Hogwarts.

-Bueno- admitió Samara con sonrisa maquiavélica- Siempre he tenido alma de celestina.

-¬¬ De cotilla diría más bien.

-^^.

La puerta de la enfermería se abrió dando paso a Dan y Mike, que al ver a Samara despierta se dirigieron hacia ella

-¿Cómo estás Sam?- preguntó Mike.

-Mucho mejor gracias- respondió ella.

-Y Norah todavía nada.

-Tranquilo Mike- dijo Dan- Norah es fuerte. Una vez le sacaron la bala, solo hay que esperar a que recupere fuerzas.

-Pero no demasiadas- murmuró Samara- Porque cuando despierte nos mata.

-Lo mismo dije yo- admitió Dan.

-Os matará a vosotros dos- replicó Mike- Ya sabéis cual era mi opinión sobre traerla aquí.

-No discutamos por favor. Por cierto ¿os presenté a Tonks?

-No- dijo Dan con la sonrisa amable que le caracterizaba- Al fin te conocemos, después de tantos años de oír hablar de ti. Es un placer.

-Encantado- añadió Mike, suavizando un poco su cara.

-Lo mismo digo- replicó Tonks sonriendo.

Dumbledore entró seguido de Sirius, Remus y Snape y se dirigió hacia donde estaba el pequeño grupo.

-Me alegro de ver que ya estás mejor Tonks- dijo el anciano.

-Gracias profesor- replicó ante la mirada ceñuda de Mike que no ocultaba su desagrado por el director.

-Severus- continuó él haciendo caso omiso del gesto del hombre- Permíteme presentarte a Dan McEnrrow "Lossus" y a Mike Smith "Clutch". Y ella- añadió dirigiéndose a Samara que le observaba risueña- es Samara Jones "Fairy".

El profesor de pociones inclinó la cabeza a modo de saludo- ¿Qué tal se encuentra usted, señorita Jones?- preguntó Dumbledore.

-Bien gracias. Ya estoy perfectamente.

Mientras los magos conversaban entre ellos Tonks le dijo a Samara por lo bajo- Por si no los conocías, el que ha presentado Dumbledore es Snape, el profesor de pociones, y aquellos dos de allí son Sirius Black, mi primo segundo, y Remus Lupin.

-El mago guapo- replicó con sonrisa pícara Samara.

Pero antes de que Tonks pudiese replicar algo distrajo su atención. Unas camas más allá parecía que Norah empezaba a despertar. Al ver esto Mike y Lossus se dirigieron allí rápidamente, seguidos por Samara, una vez consiguió salir de la cama. Los miembros de la Orden, incluido Dumbledore, permanecieron alejados.

Norah abrió los ojos lentamente, dejando al descubierto aquel azul tan característico de su familia. Poco a poco se incorporó hasta quedar sentada. Entonces observó a sus tres amigos, dejando al descubierto una nueva faceta de aquella mujer. Sirius hasta el momento solo había visto una expresión decidida en aquel rostro, pero ahora Norah sonreía inocentemente a sus amigos y sus ojos brillaban, como los de un niño que acaba de hacer una travesura e intenta poner cara de bueno ante sus padres.

-Buenos días- dijo.

-¿Cómo te encuentras?- preguntó Dan calmado.

-¿Cómo que cómo se encuentra?- gritó Mike- ¿Se puede saber a quién se le ocurre pegarse un tiro en el estómago? No me contestes. Solo a ti claro, porque nadie es tan cabezaloca como para hacerlo excepto tú. ¿Por qué no te volaste la cabeza directamente y asunto arreglado? Eres una irresponsable...

-Mike.

-Una suicida...

-Mike.

-Una cabeza loca.

-MICHAEL- gritó finalmente la morena, deteniendo al fin la verborrea de su amigo, y consiguiendo que los otros dos se echasen a reír poco disimuladamente, siendo seguidos de inmediato por ella. Ante esta escena, Mike adoptó un aspecto hosco.

-No te enfades Mike- pidió Samara entre risas- Es que te ves como una madre regañona- y esta vez los cuatro estallaron en carcajadas. Poco a poco la cosa se fue calmando y Norah recuperó la seriedad. Miró alrededor suya intentando reconocer el lugar.

-¿Dónde estoy?- preguntó finalmente, todavía sonriendo. Esta pregunta hizo que sus tres amigos se pusiesen nerviosos.

-Verás...- intentó explicar Samara- Esto, nosotros...

Alguien tosió al otro lado de la estancia, consiguiendo que la mirada de la morena se dirigiese hacia allí. Al ver a Dumbledore, que la observaba de forma intensa, sus ojos recuperaron la frialdad que habían mostrado ante Voldemort y todo asomo de sonrisa desapareció de sus labios. Dirigió un gesto de reproche a los otros tres, que ahora la miraban con aspecto compungido.

-¿Qué hago aquí?- masculló con un susurro gutural que hizo que todos se estremecieran- Os dije que a cualquier sitio menos a este.

Como nadie le respondía se destapó bruscamente e intentó bajarse de la cama. Dan se apresuró a sujetarla.

-¿Qué haces?

-Me marcho. No quiero estar aquí ni un minuto más.

-Pero todavía no estás bien.

-Me da igual. SUELTAME DAN.

Sirius y Remus dirigieron miradas de lástima a Dumbledore, que demostrando la gran fortaleza que le caracterizaba avanzó hasta medio camino de la cama de Norah, manteniendo una expresión inescrutable. Sin embargo, no pudo esconder que el brillo de sus ojos se apagaba paulatinamente.

-No puede usted marcharse- nunca la obstinación de Poppy había sido tan agradecida- Es usted mi paciente y no voy a dejar que se marche así. Podría recaer!

Dan todavía sujetaba a Norah, aunque esta había dejado de forcejear. Miraba a la enfermera confusa y ceñuda.

-Convendría que se quedara un tiempo en Hogwarts, señorita- añadió otra voz. Todos observaron atónitos a Snape, que había avanzado hacia la cama ocupada por la paciente y mantenía sus ojos escrutadores fijos en ella- No sé si se ha dado cuenta de lo que sus acciones de esta noche implican, pero ahora que el Señor Tenebroso sabe quién es usted, no estará a salvo en ningún lado. Y tampoco creo que ir disfrazada de Celesti por ahí sea lo más seguro en estos momentos.

Si no lo hubiese odiado, Sirius habría abrazado a Snape allí mismo. Por una vez la cara de estreñido del tipo servía para algo. Al menos parecía haber hecho reflexionar a Norah. (N/A: reitero que Narúa Black adora a Sev, pero es un hecho probado que él y Padfoot son enemigos naturales, así que no se puede esperar que le diga ninguna lindeza no??)

-Tiene razón- dijo Lossus- Has estado a punto de matarte ¿lo sabías? Ahora apenca con las consecuencias.

La morena dirigió la vista a Samara buscando algo de apoyo, pero esta asentía convencida de lo que decía el moreno. Su última esperanza estaba en Mike, él sabía todo lo que había pasado, no permitiría que la obligasen a quedarse allí, cerca de "él". Pero por primera vez en mucho tiempo, Mike desvió la mirada de su amiga y la dirigió al suelo.

-Estoy de acuerdo con ellos esta vez Norah. Tú misma has reconocido varias veces que Hogwarts es el lugar más seguro que existe. Si sales de aquí pondrás en peligro a todo al que te acerques.

-Piénsalo Norah- añadió Dan- Además, ahora que ya saben quienes somos, carece de sentido que sigamos trabajando aparte de la Orden. Juntando nuestros conocimientos podríamos hacer mucho más bien.

-Aunque seguiríamos manteniendo nuestras "identidades"-sentenció Samara- Lo único bueno de todo esto es que tu abuelito Voldy todavía no ha descubierto que eres Celesti.

Norah meditó las palabras de sus amigos. Aunque no le gustase admitirlo, tenían razón. Ahora que se había revelado ante Voldemort no podría esconderse. Todos sus espías estarían buscándola, y le constaba que tenía infiltrados en casi todo el mundo mágico. Si se empeñaba en marcharse solo conseguiría poner a inocentes en peligro. Pero por otro lado no quería estar allí con su abuelo materno. Quería alejarse de él lo más posible. Una maraña de pelo rojo interrumpió sus pensamientos, cuando Molly Weasley se lanzó hacia ella sollozando, todavía a pesar de que Arthur había intentado hacer que permaneciera acostada.

-Eres igual a tu madre- sollozaba- aunque tienes rasgos de tu padre. Ese pelo tan bonito, sin duda es de Dred.

Norah no sabía que hacer. No estaba acostumbrada a que la abrazasen, a excepción de Sam, Mike y Dan, claro está.

-He escuchado lo que discutíais- dijo mirándola severamente a los ojos e intentando contener las lágrimas- No te puedes marchar, al menos hasta que estés curada. Me entiendes jovencita? Tus padres no me lo perdonarían si te dejara ir en este estado.

La morena observó a la señora Weasley con los ojos desorbitados por la impresión. Una lágrima resbaló por su mejilla, pero ella se apresuró a secarla con la mano, recuperando la compostura. Después observó a sus amigos seriamente.

-Está bien- suspiró finalmente- Me quedaré como una niña buena.

Todos suspiraron aliviados al ver que el genio de Norah se había suavizado. Realmente la combinación de la sangre de Voldemort con la de Dumbledore podía ser explosiva.

-Ahora que todo está arreglado- gritó Poppy- Todos fuera de mi enfermería. Mis pacientes tienen que descansar.

Poco a poco, remoloneando, todos los que no eran pacientes fueron abandonando la enfermería. Pronto Molly y Tonks dormían gracias a una poción y Samara había sido dada de alta, más por su insistencia que por las ganas de la enfermera Pomfrey de soltarla. Finalmente, en la habitación solo quedó Dumbledore que se acercó tímidamente a la cama donde descansaba Norah. Ella lo recibió con la misma mirada glacial que le había dirigido antes.

-Esto... Yo...- aquel habría sido un milagro digno de ver, Albus Dumbledore tartamudeando- Quería darte las gracias por aceptar quedarte.

-No lo he hecho por usted- replicó ella- Ellos tienen razón, ahora soy un peligro para cualquiera que se me acerque.

-No me trates de usted, por favor- dijo él intentando parecer afable.

-Lo siento, profesor Dumbledore, pero no se me ocurre ninguna otra forma de dirigirme a usted- respondió recalcando las últimas palabras.

Poppy se acercó y con suavidad le puso una mano en el hombro al anciano, gesto que el entendió. No importaba que aquello de lo que su nieta lo acusara fuera verdad o no, pero ella no estaba dispuesta a darle una oportunidad, por ahora. Tendría que ganarse su confianza.

Dumbledore salió de la enfermería cavilando en lo que podía estar ocurriendo. Al principio pensó que su nieta no le perdonaba que hubiese tratado así a su madre, lo que ya era terrible de por sí. Pero después de hablar con Dan McEnrrow había comprendido que había algo más de lo que ella se negaba a hablar, y siendo Mike como parecía ser, él tampoco le contaría nada sin el consentimiento de Norah.

En los últimos días su mundo se había puesto patas arriba y vuelto a girar, y el director pensaba mientras se dirigía a su despacho que no importaba lo que hubiese ocurrido, se ganaría a su nieta. Había cometido muchos errores y lo reconocía, pero ahora que por fin desde hacía 25 años podía recuperar a su familia no iba a dejar escapar la oportunidad.

-Descubriré lo que ocurrió hace 15 años, como que me llamo Albus Dumbledore.

*************

Había pasado una semana desde que liberaran a Tonks y Samara de las manos de los mortífagos, y todo parecía volver a una calma relativa. Aquella mañana, cuando Harry se dirigía hacia el despacho de Dumbledore a comunicarle lo de su sueño, se había encontrado con su padrino, que le había explicado lo ocurrido durante la noche. A Sirius no le había hecho ninguna gracia saber que Harry había vuelto a "conectar" con Snape, y Remus insistía en que era algo que podía ocurrir cuando dos personas conectaban sus mentes por el hechizo legeremens, tal como les había sucedido a Snape y Harry durante el curso anterior. Sin embargo, aquello no tranquilizaba ni a Harry ni a Sirius.

Durante el desayuno los chicos habían sido presentados a Mike, Dan y Samara. Todos se habían sorprendido mucho al ver que el famoso Lossus había resultado ser el amable camarero de las tres escobas, y pronto habían simpatizado con los demás "enmascarados".

Dos días después Norah había sido autorizada para abandonar la enfermería. Habían decidido que los cuatro enmascarados, como les llamaban el resto, se alojaran en la torre Sur de Hogwarts.

En cuanto a Norah, se notaba que no estaba del todo a gusto allí. Aunque era agradable con todo el mundo, siempre guardaba las distancias y nunca bajaba la guardia; parecía analizarlo todo con sus ojos azules. Aún así se llevaba bien con todos, siempre que no le mencionasen a su abuelo. A pesar de sus intentos, Dumbledore no conseguía acercarse a su nieta. Norah lo evitaba durante todo el día y cuando no quedaba más remedio que enfrentarse a él le hablaba como un desconocido, e insistía en llamarle profesor Dumbledore. Ni siquiera los intentos de Minerva o de Molly Weasley (que había cogido gran confianza con ella en pocos días y la trataba como si fuera su hija) habían conseguido que la joven se mostrase dispuesta a ceder. Había pasado una semana y nada parecía poder calmar la furia que la dominaba cuando se referían al director.

Una tarde Norah paseaba por los pasillos sin rumbo definido. Aunque no quería reconocerlo en voz alta, aquel lugar le gustaba de verdad. Le gustaba pasarse horas deambulando por los pasillos observando las armaduras, los tapices, los cuadros. A veces hablaba con los cuadros de la historia del colegio y otras simplemente de lo bulliciosos que eran los alumnos. Interiormente siempre había querido estudiar en un lugar como aquel, rodeado de chicos de su misma edad, como cualquier niña normal. Pero ella estaba destinada a no vivir aquello nunca.

-Norah!- una voz profunda la distrajo de sus pensamientos. No se había dado cuenta de que había llegado a las mazmorras, y en una puerta a su izquierda pudo ver al profesor Snape, sentado ante su mesa releyendo varios pergaminos.

-Hola, profesor Snape- saludó.

-¿Se ha perdido?- preguntó él.

-En realidad sí, pero lo hice a propósito. Solo estaba curioseando.

El hombre la observó con aquellos ojos negros escrutadores intentando leer en su mente la respuesta a sus preguntas. Ella notó sus vacilaciones.

-¿Se encuentra bien?- preguntó Norah. El la observó confuso y con un gesto de la mano le indicó que tomara asiento en una silla frente a la suya.

-En realidad hace tiempo que quería preguntarle algo- dijo finalmente.

-Usted dirá.

-Aquella noche, en el centro de datos muggles, usted...- el dudó.

-Quiere saber por qué no le lancé el obivliate- Severus asintió con un leve movimiento de cabeza, sin apartar la vista de ella.

-Fue por sus ojos- aquello desconcertó al ex mortífago- Nadie que tenga sus ojos, su mirada, puede ser un asesino. Y eso es lo que me hizo darme cuenta de que usted no estaba con ellos en realidad.

-Por mis ojos... Acaso es uno de esos poderes de los ángeles?- preguntó confuso.

-No- negó ella sonriendo- Simplemente he aprendido a observar. Por muy buen actor que se sea, no se puede mantener una máscara siempre. Y en aquellos instantes, antes de que le lanzara el hechizo, usted dejó translucir su alma por su mirada... Quizás debería hacerlo más a menudo- le recomendó.

Snape permaneció en silencio durante un rato- Gracias- balbuceó finalmente- No sé como podré pagarle...

-No hace falta que haga nada... Bueno, en realidad...

-¿Sí?- preguntó él deseoso de pagar "su deuda".

-¿Puedo llamarlo Severus? Y usted llámeme Norah.

-De acuerdo, Norah- respondió Snape haciendo una mueca parecida a una sonrisa.

El silencio se extendió entre ellos una vez más.

-¿Puedo decirte algo Norah?- preguntó Snape finalmente.

-Claro- replicó ella con una sonrisa.

-No sé como empezar... El profesor Dumbledore- la sonrisa se tornó ceñuda ante aquellas palabras.

-Si vas a intentar convencerme como los demás de lo bueno que es el "profesor Dumbledore" creo que será mejor que te lo ahorres.

Severus escogió con cuidado aquellas palabras- No tengo por costumbre convencer a nadie de nada, te lo aseguro. Pero sí hay algo que quiero que pienses. Si fuiste capaz de ver bondad en mí, a pesar del atuendo de mortífago, a pesar de que te había atacado... bueno, creo que quizás deberías deshacerte de tus prejuicios, aunque fuera por un segundo, y mirar a Albus a los ojos.

Aquellas palabras tomaron por sorpresa a Norah, que observó sorprendida al hombre delante de ella. Severus se limitó a mantener la mirada, pero no aquella mirada aterradora que dirigía a sus alumnos, sino otra totalmente distinta, una mirada de comprensión. Finalmente Norah se puso de pie.

-Lo pensaré, te lo prometo- susurró, y antes de que el profesor de pociones pudiera añadir nada, salió de su despacho.

**************

Aquella noche Sirius no conseguía dormir. Aunque le habían borrado la memoria a Fudge de lo ocurrido durante su secuestro, el mortífago al que habían atacado en las mazmorras sí que lo había reconocido y Voldemort había hecho que sus espías en el Ministerio propagasen la noticia de que Black había regresado una vez más "para servir a su Señor". Como consecuencia el animago había vuelto a discutir con el director sobre la "conveniencia" de que se quedase en el castillo para "su protección", cuando Tonks y Samara se lo habían contado al regresar del Ministerio. Y no había ayudado que Harry, que todavía se sentía culpable por lo ocurrido a finales del curso pasado, no se hubiese mostrado escandalizado cuando se lo contó.

Así que furioso como estaba, se había encontrado en su cama sin poder pegar ojo, de modo que decidió salir a pasear. Durante sus años en Hogwarts, siempre que se había sentido agobiado, furioso, o cuando simplemente quería estar solo, se dirigía a la torre de Astronomía (N/A: UU No soy original, lo sé -_-UU), así que casi inconscientemente también acabó allí esta vez.

Abrió la puerta, que chirrió un poco y ascendió por la interminable escalera de caracol. Cuando llegó a lo alto de la torre se encontró con que allí, sentado en el alféizar de la ventana, con los pies colgados por fuera, había alguien. El ruido de sus pisadas hizo que se girase.

-Norah...- la joven lo miró sorprendida, y rápidamente se secó unas lágrimas que resbalaban por su cara- ¿Estás bien?

-Sí- replicó ella sorbiendo por la nariz lo más disimuladamente que pudo, mientras intentaba sonreír- Es solo el viento, es tan fuerte que hace que me lloren los ojos.

Sirius sabía perfectamente que estaba mintiendo, pero no hizo ningún comentario al respecto, y en silencio se sentó a su lado.

-¿Te molesta?- preguntó

-Para nada.

Los dos permanecieron en silencio mirando al vacío.

-Me encanta este sitio- suspiró finalmente el moreno- Hace que me sienta en paz- ella lo miró con los mismos ojos escrutadores de su abuelo, que parecían ser capaces de ver hasta el alma.

-¿Y no estás en paz?- preguntó ella.

Sirius meditó las palabras de la joven. Incluso sin quererlo era muy parecida a Dumbledore. Al pensar en el anciano bufó. Ella pareció entender lo que pensaba.

-Sam me ha contado lo de la reunión de esta tarde.

-Estoy harto de sentirme un inútil. No puedo hacer nada!

-Sé como te sientes- Sirius la miró escéptico- No me persigue la justicia, pero sí Voldemort y cualquier mortífago que se ponga por delante. En esencia es lo mismo. Los dos estamos atados de pies y manos para cualquier cosa que pueda relacionarse con la libertad.

-Al menos tú puedes salir por ahí disfrazada de Celesti a patear algún que otro culo- replicó el animago. Ella lo miró divertida y sus ojos azules brillaron.

-Eso se puede arreglar. Podríamos crear un quinto "enmascarado". Te llamaríamos Toby- dijo riendo.

-Por encima de mi cadáver- replicó él mirándola de reojo- Pero lo de la máscara me parece una buena idea.

-Te unirás a los que se ocultan tras un velo de misterio- fanfarroneó ella con voz profunda. Sirius la miró intensamente.

-Hablando de velos- dijo- Hace tiempo que quería darte las gracias por sacarme del velo.

-De nada- respondió Norah.

-Pero no entiendo por qué lo hicisteis- Sirius hacía tiempo que se preguntaba por qué lo habían salvado. No solo estaba el como habían averiguado que había caído tras el velo, sino que además estaba el hecho de que para el mundo mágico el era un asesino y un traidor. Si ellos sabían quién era él, por qué lo había salvado Norah. Estos pensamientos hicieron que la melancolía inundase su rostro, y Norah pareció leerle la mente.

-Sabíamos que eras tú quien estaba tras el velo por Samara. La noche que todo ocurrió Sam estaba en el Ministerio. Pasaba por el pasillo del centro de Misterios cuando oyó jaleo. Las voces le llevaron hasta el cuarto del velo y llegó justo a tiempo para verte caer tras el velo.

-¿Pero cómo es que nadie la vio?

-Sí que la vieron. Pero eran mortífagos. Se puso a luchar con ellos y se perdió por los pasillos. Cuando volvió ya Fudge y sus aurores estaban allí, y no creyó conveniente decir nada.

-Pero por qué me salvasteis si sabíais que era yo- insistió el animago. Norah se limitó a mirarle con serenidad.

-Precisamente porque sabíamos que eras tú. No me preguntes por qué, pero siempre he sabido que eras inocente.

-¿Por qué?

-¿No te dije que no me preguntaras?- rió ella, dándole un codazo, después se puso en pie.

-Gracias- murmuró Sirius- Gracias por salvarme la vida, aunque no sé si me lo merecía- la mujer lo observó inquisitivamente.

-Creo que deberías dejar de sentirte culpable por lo que pasó hace 15 años- dijo finalmente- Fuese cual fuese tu pecado, creo que ya has pagado con creces tu culpa. Ya es hora de continuar adelante.

El animago meditó estas palabras y sonrió- Al final va a ser verdad que los ángeles de verdad tienen algo que ver con los de la cultura muggle.

-Quien sabe, a lo mejor algún día me voy volando- replicó Norah. Y al decir esto sus ojos brillaron como lo habían hecho antes. Sirius se dio cuenta de que le encantaba cuando aquello sucedía.

**********

Bueno, ya se acabó!! Este capítulo me ha quedado un poco más largo de lo normal, pero es que si no metía todo esto en el capítulo quedaba un poco flojo (o eso me parecía). No estoy muy convencida de cómo quedó la conversación con Snape (poco natural??) El salto de la historia ha sido demasiado grande?? La verdad es que me costó un montón escribirlo, no sabía muy bien como enfocar las cosas. En el próximo capítulo vuelve la acción!! Orden del Fénix y Enmascarados trabajando juntos!! Espero que os haya gustado, o que al menos no sea una gran decepción para que sigáis leyendo en el próximo capítulo :P. Bueno, tengo que ir cortando el rollo que parezco una persiana. Como siempre, las palabras mágicas: REVIEWS PLEASE.

Narúa Black