Ya estoy aquí¡¡¡¡ Bueno es tarde, solo he dormido tres horas y estoy en estado de shock después de llevarme 2 horas con el capítulo, así que no tengo ganas de hablar. Respondo directamente a los reviews:
* kmila: HOLA MUSA¡¡¡ Bueno, ante todo MUCHAS GRACIAS por dedicarme cada uno de tus fics, pero chiquilla, que yo solo te echo una ayudita de vez en cuando, que no es nada, todo el mérito es tuyo y de ese cerebro ultrapoderoso que tienes. Adoro que me des ánimos musa¡¡¡ Necesito de tus charlas... U_U Nos vemos en el Messenger, ah LEED LOS FIC DE KMILA¡¡¡ Besos¡¡¡
* mep1: Hola¡¡¡ Niña gracias por todo y no es que no me gusten los halagos, pero aún no me acostumbro a ellos... sorry. Tu fic está genial, y espero con ansias que subas capítulos prontito y, por favor... LARGOS¡¡¡¡ Gracias por todo y Besos¡¡¡
* magda: A la historia le queda, y quedan problemas por surgir y problemas que se solucionarán, pero todo a su debido tiempo. De momento espero que todo éste capítulo te guste. Besos¡¡¡ Nos vemos por el MSN.
* Arwen-chan: Mil gracias por decirme buena escritora¡¡¡ Pero no es cierto... U_U, de todos modos la curiosidad ya espero que quede saciada... digo yo¡¡¡ Cuídate niña¡¡¡
* ginny142003 : Respuesta explícita: Siguiente capítulo¡¡¡
* Laia : Me alegro de que te guste, y aquí tienes ya el séptimo capítulo. Besitos¡¡
* Irene: NO te pongas histérica¡¡ Tranquilízate que sino tu madre me va a matar:P¡¡¡¡ La verdad es que ésta historia es un Harry/Ginny... pero no pude evitar meter algo de Ron & Herm, es que hacen tan hermosa pareja... aunque debo de confesar que adoro los Draco/Herm. Besitos y Gracias¡¡¡
* Bea : La ilusión de mi vida es esa, pero de aquí a que lo consiga... para que no desesperes te hice caso: Séptimo capítulo¡¡¡ Besitos y espeor que te guste¡¡¡
* Jenny Anderson: Draco aparece pero más tarde, muuuuuuuuuuuuucho más tarde. Lo de Ginny y Harry, su pelea... aún no, espérate un poquito más y ya ¿si? Y tú sigue con tus fics¡¡¡¡ Que los leo¡¡¡
* phoebe : Fred es mi personaje preferido así que lo tenía que meter por algún lado... ains... bueno me alegra que te gustara. Besos¡¡¡
* La_Hechicera : Me alegro¡¡¡¡ Y por cierto ¿tu en el lugar de Cho no le echarías una mirada de odio?.....
* ^nan^ : Tranqui hiperactiva¡¡¡¡¡ Tú tienes una imaginación que a veces juro que lo flipo, es que me dejas KO jajajaja, pero me río muchísimo con tus reviews. Besitos Enana¡¡¡ Nos hablamos por el MSN¡¡¡
* Ginny Potter W: Oye que no es para tanto ¿eh? Por cierto, te agregué a mi Messenger, así que espero hablar contigo y poder leer prontito tus fics. Besos¡¡¡
* PATTY : Hola shiki¡¡¡¡¡¡ Sé que es un Harry/Ginny, pero es que me entusiasmé tanto con la escena Ron/Herm... además ¿sabes lo que me pasa a la hora de hacer escenas de la primera pareja? Oye nunca me he imaginado a Harry acostándose con nadie... es que me lo veo muy pavo¡¡¡¡ Besitos y gracias¡¡¡ Te veo prontito¡¡¡
* kat : ¿Qué va a hacer Cho ahí? Pues fastidiar, como siempre hace jajajajja. Así que nada. Espero que lo disfrutes. Besos¡¡¡
* Aicha: Os queréis dejar de club de fans y todo ese rollo¡¡¡¡¡¡¡ Que me ponéis colorada¡¡¡¡ Te mato¡¡¡¡ :p Me alegro que leyeses, y tú continúa con el tuyo¡¡¡¡ Leedlos¡¡¡ Besos¡¡¡
* bellatrix_charmed: Tranquila, que no te de un infarto que no la atropellan, sino se estropearía una de las mejores parejas del mundo¡¡¡ Me moriría¡¡¡ Bueno espero que te siga gustando mucho mucho¡¡¡ Besitos¡¡¡
* irene: Muchas gracias por los ánimos¡¡¡
* Laura Weasley1: Tú tiene que leerte el de mi amiga Kmila que se llama "El diario de Ginny", que es mucho mejor que éste, y más larguito. Pero muchísimas gracias por todo tu apoyo y tus ánimos... dios mío es que os debería de pagar...
* yussi : Hola arisca¡¡¡ Nada yo tampoc tengo muchas ganas de escribir, así que te agradezco que leyeses y espero que te guste éste capítulo, aunque es más corto que el anterior. Besitos, que te quiero mucho¡¡¡
Y nada mas¡¡¡¡ Capítulo siete con el sudor de mi frente y el dolor de mis dedos al teclear... U_U Besos¡¡
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Capítulo 7: Olvidarte.
Harry observaba a las dos mujeres, una enfrente de la otra. Los ojos rajados de Cho irradiaban una energía extraña, mientras que los marrones de Ginny se veían inexpresivos, ni dolor, ni odio. Apagados. Nada. No sabía por dónde empezar, no sabía lo que había o no había visto su prometida, y lo que pasaría con Ginny según la respuesta...
- Oye Cho yo... – Harry comenzó a excusarse, pero...
- ¿Ginny?
Se escuchó puertas abrirse y los tres voltearon. En la entrada estaba el señor Weasley con Ron y Hermione, éstos dos últimos completamente empapados. De la puerta de la cocina salieron Fred y la señora Weasley, que llevaba en las manos un libro que cayó pesadamente a la moqueta.
- Vaya... – exclamó Fred – Últimamente venir aquí se está poniendo de moda ¿eh?
Todos miraron al gemelo, que entre los presentes era el único que aún conservaba la sonrisa en la cara. Los demás pasaban la vista de uno a otro.
- Ginny, cariño, ¿qué estás haciendo aquí? – el señor Weasley no entendía nada de lo que sucedía. Primero aquella escena entre Ron y Hermione bajo la lluvia, y cuando llegaba a casa para tener un minuto de paz se encuentra con que hay una "pequeña" reunión inesperada.
- Se ha mudado, Arthur – respondió la señora Weasley – Está viviendo en Londres...
- Te olvidaste mencionarme ese detalle, Harry – Los ojos oscuros de Cho echaban chispas, y en esos momentos pensaba detenidamente si odiaba más a su prometido, o a aquella pelirroja con aire americano que tenía ante sí.
- No lo sabía, me enteré hoy, ni siquiera sabía que vendría - respondió, sin quitarle la vista de encima a Ginny, que iba en dirección a su padre para darle un abrazo.
El chico pasó sus ojos verdes por el cuerpo de la pelirroja, ¿qué había pasado minutos antes? ¿lo habría visto Cho? Aquello en realidad no le preocupaba en absoluto, le podría haber puesto las cosas mucho más fáciles si hubiese sido así, consiguiendo romper con su prometida y todo lo relacionado a la boda. Pero Cho no había visto nada, ellos se habían separado cuando la chica estaba aún en el suelo ¿qué hubiera pasado si no llega a aparecer su prometida?
- Me imaginé que estarías aquí – dijo de repente Cho, hizo una mueca de repulsión al mirar el salón, y luego posó sus ojos en Harry – Tenemos que arreglar aún la lista de bodas y el tema de las flores.
Algo dentro de Ginny sufrió una sacudida y sintió como temblaba entre los brazos de su padre, notando como el hombre la apretaba más, haciendo que casi no pudiera respirar. Pero no era su padre el que le impedía tomar aire, era aquel vacío en el pecho, un vacío que le oprimía el corazón desde hacía cuatro años.
Harry quería quedarse, quería tener a Ginny lo más cerca de ella posible, pero también tenía que aclarar las cosas con Cho, si iba a dejarla él...
- Harry, no te he dicho nada por tu boda, Felicidades.
CRASH
Aquellas palabras habían salido de los labios de Ginny, de la chica que había amado, que seguía amando. Su mundo se rompía en pedazos. ¿Y el beso que se habían dado? Todo le parecía lejano, sin embargo, estaba hablando de algo que había pasado escasos minutos. ¿Había jugado con él? ¿Sería capaz Ginny de jugar con sus sentimientos?.
- Gra... gracias... Ginny.
Se estudiaban mutuamente, ambos sumidos en sus propios pensamientos.
La pelirroja aún no se creía lo que había hecho. Se habían besado, le había correspondido y ahora... ahora lo dejaba ir con otra. ¿Qué había sido entonces la conversación entre ella y Harry? Una mentira, otra de las mentiras de Harry. Y se marchaba de nuevo con otra. Pero era otra que lo haría feliz. Una felicidad que ella solo tendría a medias, porque Ginny guardaba junto a ella algo que no tenía Cho, y que difícilmente podría llegar a tener. Jimmy estaba ahí, esperándole en la casa de Hermione, y él era el vivo recuerdo de la última noche con Harry, del amor que la pelirroja le profesaba, de algo que aún le dolía, pero sobretodo, algo que aún quería.
La veía segura, independiente, era distinta. Muy distinta. Una Ginny de hielo que desconocía por completo, enigmática y hermética. Cerrada a cualquier pregunta. Había evitado su mirada durante toda la comida, y sin embargo sus labios al besarse estaban... cálidos. Y sus ojos... ojos que, a pesar de los años, aún eran espejos oscuros en los que Harry se veía reflejado, ojos sinceros que le escondían algo... ¿un secreto?. Sí, sin ninguna duda se trataba de un secreto. Un secreto que estaba dispuesto a descubrir costase lo que costase.
- Mamá debo irme ya – el reloj de cuco marcaban las cuatro de la tarde y tenía a Jimmy al cuidado de Giork. Sabía que con él estaba seguro, pues se llevaban bastante bien pese a las excentricidades del hombre, pero habían prometido volver después del almuerzo, y aquello sobrepasaba la hora con diferencia.
- Nosotros también nos vamos. – dijo Cho de repente, aferrándose al brazo de Harry para deslizar su manos hasta dejarla enlazada con la del chico. Ginny sintió como el odio le corría por las venas – Adiós a todos.
Y sin esperar una despedida la pareja desapareció.
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Hermione había estado sin decir nada durante la corta conversación porque aún pensaba en lo sucedido con Ron. Aún podía sentir el aroma del pelirrojo la ropa mojada, sus ojos azules clavados en los suyos, las lágrimas saladas corriendo por sus propias mejillas... ¿Había sido un sueño? "Ojalá no lo sea... por favor, que no lo sea... no me hieras otra... vez."
Ron de vez en cuando observaba por el rabillo del ojo a la morena. Había estado a punto de besarla, si su padre no llega a aparecer se... habrían... besado. Tragó saliva, intentando que con ella también se fuera todas las sensaciones extrañas que estaba experimentando. Primero furia, luego amor, y por último tristeza. Una tristeza que nació cuando pudo comprobar que la herida de aquel cervatillo aún seguía abierta, y que el animal no estaba dispuesto a permitir que Ron se la curase.
- Bueno... – el pelirrojo vacilaba aún en si decir algo o no, aunque no tuvo tiempo de pensarlo cuando Fred le interrumpió.
- ¿Qué habéis estado haciendo vosotros dos que llegáis mojados y llenos de barro?
Ron enrojeció hasta las orejas, sintiendo como la nuca le quemaba, mientras que Hermione se miraba la ropa y bajaba la cabeza, dando a entender que no había una excusa que valiera. Fred Sonrió.
- Ya imagino lo que ha pasado... – Ron apretó los puños, levantando uno de ellos de manera amenazante hacia el gemelo.
- Tú no sabes nada¡¡¡ - le gritó furioso.
- Y si no pasó nada... ¿Por qué te pones así? – Fred sonreía inocentemente ante la cara roja de Ron, que estaba a pocos centímetros de la suya.
- Ya basta¡¡¡ - la señora Weasley apareció entre ambos chicos y los separó – Por una vez que viene vuestra hermana a visitarnos y os peleáis cuando se va a mrchar – le pegó una colleja a cada pelirrojo – Sois unos críos todavía¡¡¡
- No somos críos¡¡¡ - exclamaron Ron y Fred a la vez, acariciándose las respectivas nucas mientras la señora Weasley meneaba el dedo índice frente a los ojos de los hermanos.
-OH SÍ, SÍ QUE LO SON¡¡¡¡
A Hermione le parecía gracioso ver como el cuerpo Fornido de Fred y la gran altura de Ron, no tenían nada que hacer frente al potente genio que guardaba en su interior ese pequeño ser llamado Molly Weasley.
- Mamá no te preocupes – interrumpió Ginny, sonriendo – Nosotras ya nos vamos.
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Estaba intentando contener las lágrimas que luchaban por salir. Se prometió que no lloraría más por Harry, que entre ellos todo había acabado justo el día que ella lo abandonó, pero... ¿Era todo tan sencillo? No, no lo era.
No era fácil olvidar las manos suaves en su cuerpo pecoso, ni el escalofrío que le recorría cuando andaba entre su pecho. Olvidar como le susurraba "Te quiero", cerquita del cuello, con el aliento colándose entre los mechones rojos de Ginny. El rostro hundido en su espalda, un desierto de pecas recorrido por unos ojos verdes.
Olvidar los desayunos, el "Buenos Días" siempre acompañado de un beso; y las tardes pasadas en la chimenea, sudando frente a las llamas ardientes. Sus respiraciones entrecortadas, susurros, besos, caricias y sitios prohibidos que eran destapados. Las uñas en la espalda, el grito que se apaga con un beso entrelazando sus lenguas... y finalmente dormir uno en el pecho del otro, sabiendo que dentro de poco volverían a encontrarse. Carne tibia entrelazada. Tú y yo, y nadie más, porque realmente no hay nadie más.
- ¿Ginny? – miró a su alrededor, todos la observaban expectantes. – Te decía que si nos vamos.
La pelirroja asintió levemente, notando como Ron la abrazaba.
- Espero verte pronto, hermanita. – le sonrió, bailándole las pecas en las mejillas, y Ginny vio por el rabillo del ojos como Hermione soltaba un leve suspiro.
- Si, organizaremos otra reunión como ésta – exclamó el gemelo, besando a Ginny en la mejilla.
- Fred¡¡¡¡
- Tranquila mamá, hablaba en broma.
- Cariño vuelve cuántas veces quieras – le susurró el señor Weasley al oído, observando Ginny como Hermione se despedía de todos menos de Ron, que la miraba ceñudo y con los brazos cruzados, goteándole aún el flequillo pelirrojo.
- Ginny... – la señora Weasley la tenía abrazada, con los ojos vidriosos – Cuídate mucho.
- Mamá, no me voy a la guerra – le dijo, dándole un beso – Además tengo que decirte algo que... – suspiró – Mejor ya hablaremos.
- Pero... – Ginny le puso las manos en el hombro, acallándola.
- Ya hablaremos, mamá.
Vio como Hermione desaparecía con polvos flú y ella cogió unos pocos de un macetero de al lado de la chimenea.
- Hasta luego – dijo, pronunció el nombre del destino, y desapareció entre un remolino de casas y colores.
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Salió de la chimenea mareada y llena de cenizas, pero todo desapareció cuando vio a una figura pequeña correr hacia ella. Tenía el pelo de un rojo intenso, y vestía sudadera y pantalones vaqueros.
- Mami¡¡¡ - Ginny aún estaba en el suelo cuando Jimmy se subió encima de ella, gritando como un histérico. La pelirroja le hizo cosquillas, llenándole de cenizas la ropa y el rostro pecoso, y escuchando sus carcajadas, mientras observaba sus alegres ojos, que estaban verdes.
Ginny levantó al niño y vio como Giork la esperaba con los brazos cruzados.
- Buen almuerzo ¿eh?
- Ni me lo nombres – le suplicó la pelirroja, y el chico asintió sonriente, haciendo un gesto con la cabeza hacia la cocina.
- Va a darse una ducha... está hecha una fiera.
Dejó a Jimmy en el suelo y cogiéndolo de la mano fue hasta dónde se encontraba la morena. Hermione iba de un lado para otro, cogiendo y soltando ropa, ordenando y desordenando toallas, abriendo y cerrando armarios.
- Eh... ¿Hermione? – la chica fijó sus ojos en Ginny, haciendo que ésta última tragara saliva - ¿Estás... bien?.
- Claro, divinamente – la pelirroja le recordó aquello a Rita Skeeter. La morena subió las escaleras hasta llegar al baño, y tiró una toalla al suelo con rabia, luego pasó sus ojos de Ginny a Jimmy y otra vez a Ginny – No vuelvas a pedirme que te acompañe. Nunca... jamás¡¡¡
La pelirroja no dijo nada. Solo salió del baño, esperando que Hermione se encontrara mejor después de despejarse con una buena ducha. Bajó las escaleras y vio a Giork sentado en el sofá, con una taza de té en la mano y el periódico "El Profeta" en la otra. Observó con sus ojos verdes a Ginny.
- ¿Qué tal está? – la pelirroja ladeó la cabeza, pensativa.
- Se le pasará... en una semana.
Giork asintió. Conocía a Hermione Granger desde hacía años, y después de la ruptura con Ron se habían vuelto grandes amigos. "Ahora lo único que necesito es a chicos que no me puedan hacer daño, y tú eres gay" . Con esa frase había comenzado su amistad, una amistad que llevaban años cultivando, y a la que se había unido Ginny poco tiempo después.
- ¿Dónde estuviste? – Jimmy estaba cogido de la mano de Ginny.
- Con la abuela. – el chico infló los ojos verdes.
- ¿Tengo abuela? – la pelirroja asintió, y observó como el niño se acariciaba la nuca, revolviéndose más el cabello rojo, ya de por sí revuelto... "Eso lo hace Harry".
- Se llama Molly – le dijo Ginny, sonriente ante la alegría de su hijo.
- ¿Hace pasteles? – Giork soltó una carcajada y Ginny pronunció más aún su sonrisa, asintiendo enérgicamente.
- Los mejores de toda Inglaterra – Jimmy se soltó de la mano de Ginny y comenzó a dar vueltas alrededor de ella como un indio: Una mano en la boca y danzando de arriba abajo.
- Tengo abuela, tengo abuela, tengo ab...¡¡¡
Un sonido estridente hizo que Jimmy detuviese su baile y fuera corriendo a brazos de su madre. Ginny cogió a Jimmy, mientras que Giork miraba estupefacto hacia la chimenea, que era de dónde había salido el ruido. Cuando los tres se acercaron pudieron divisar un bulto redondo envuelto en una capa. Jimmy se escondió tras el sofá. El bulto tosió y comenzó a rodar por el suelo, hasta que finalmente se levantó, dejando a la vista a una mujer pequeña y regordeta que observaba desafiante a la pelirroja.
- Mamá... – no podía creer lo que veía sus ojos ¿Pero como...?
- Ginny Weasley¡¡¡¡ Ya me puedes ir diciendo qué es esa conversación que tenemos pendiente¡¡¡¡
Giork pasaba sus ojos verdes de Ginny a la señora Weasley y viceversa ¿Podía estar sucediendo eso?
- Mamá yo... – la pelirroja intentó buscar una excusa, pero en esos momentos no se le ocurría ninguna lo suficientemente válida.
- Se supone que eres mi hija – la señora Weasley hacía un puchero – Y no confía en mí para nada...
- No es eso es que...
Pero Ginny acalló cuando vio como Jimmy salía de detrás del sofá y se aferraba a su mano, ante la atenta mirada de la señora Weasley.
- ¿Ginny? – susurró Molly, sin apenas respiración, estudiando desde el cabello rojo del niño, hasta los ojos verdes y el pelo revuelto.
La pelirroja suspiró y miró al niño.
- Jimmy estás es tu abuela – miró a la señora Weasley – Mamá... éste es mi hijo... mío... y... de Harry.
- Dios... mío.
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¿Qué tal lo hice? Espero que no me matéis... espero vuestras opiniones¡¡¡ Sed buenos¡¡¡
