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CYBORG 009 [Shotaro Ishinomori]
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Este es un fic basado como ya lo notaron... ¬¬ (Que torpe) cof, cof, en CYBORG 009,
Solo espero que sea de su agrado, como a mi no me gusta el YAOI este es un fic de Joe Shimamura y Francoise Arnoul, que por cierto es una de mis parejas preferidas, este es un universo alterno, donde Joe es un asesino y Francoise una niña rica.
CAP. 01: THE KILLER.
-Sabes, déjame aquí-. Una joven rubia bajó de una enorme limosina de color negro, traía puesto un vestido escotado y entallado de color rosa, en los hombros un chal del mismo color que su vestido y unas zapatillas color blanco -. Nos veremos mañana.
-Sí, te estaré esperando en el patio de la escuela -. Le contestó una chica de cabello negro -. Que tengas buenas noches, Francoise.
-Tú también Artemisa -. Respondió la rubia.
La chica escaló la enorme reja, ella parecía estar alcoholizada pero la cruzó con enorme facilidad aún con las zapatillas puestas, estando a la mitad de la reja se dejó caer, se quitó las zapatillas y corrió hacia la entrada de la mansión; dos enormes perros se aproximaron a ella amenazadoramente pero después de olfatearla comenzaron a mover la cola, pero algo los inquietó porque pararon las orejas y gruñeron de forma amenazante, la rubia entornó los ojos para ver en la espesura de los árboles pero no vio nada.
-¿Por qué gruñen? -. Le preguntó a los perros -. Ahí no hay nada.
Se alejó de los perros retomando su camino, los dos canes se internaron en la pequeña arboleda perdiéndose de vista, comenzaron a ladrar durante unos instantes, luego. Silencio, todo estaba callado. "Hay Demasiado silencio". Pensó la joven, pero prefirió no detenerse y continuó subiendo las escaleras, cuando pisó él ultimo escalón una voz tan fría como el metal la hizo detenerse.
-Je vous tuerai dans un chemin douloureux (Te mataré de una manera dolorosa) -. Dijo una voz en francés.
La rubia sólo alcanzó a ver unos ojos fríos de color café claro y escuchó el percutor y como giro el cilindro de un revolver plateado, una ráfaga cegadora de fuego y el penetrante dolor de ser atravesada por un pequeño proyectil de metal ardiente. Justo en el pecho se encajó la bala, no gritó, aún miraba esos fríos ojos, ojos que le eran atrayentes, aún con el dolor tardó un rato en desplomarse, cuando cayó al suelo aún miraba los ojos de su asesino, él volvió a jalar el percutor, el cilindro de las balas giró una vez más, esta vez apuntó a la cabeza para rematarla, pero un ruido interrumpió su trabajo, la puerta de la entrada se abrió y un guardia salió con una escopeta en las manos.
El joven guardó el arma y de un salto para atrás, bajó las escaleras, el guardia hizo dos detonaciones, pero las dos fallaron permitiendo que el joven se adentrara en la arboleda.
-¿Se encuentra bien, señorita Arnoul? -. Al no recibir respuesta alguna, habló por un radiotransmisor -. La señorita está herida, rápido que manden un helicóptero del Hospital.
El helicóptero descendió en el helipuerto del Hospital, los paramédicos acostaron el cuerpo de la chica en una camilla y la trasladaron directamente a cirugía.
Dos días después del incidente la joven rubia aun descansaba en un cuarto del hospital, los mejores doctores la atendían, a su lado derecho un aparato para examinar su pulso y una bolsa de suero a su izquierda, el cuarto era bastante grande, enfrente de la ventana había catorce ramos de flores y en una pequeña mesa junto a la cama varios regalos sin abrir, pero eso no era lo que la inquietaba, en su mente aún recordaba esos ojos de color café, esos ojos tan fríos como un témpano de hielo, los ojos de su asesino.
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Fuera en el estacionamiento del hospital comenzaba a lloviznar, el viento movía, en un vaivén casi adormecedor, la copa de los árboles, un gato de color pardo corrió a refugiarse debajo de un automóvil, la puerta del piloto de éste se abrió, por ella descendió una persona que parecía ajena a ese lugar. Sus fríos ojos lo confirmaban.
-Buenas noches-. Le dijo el joven a la enfermera que se encontraba en el recibidor del hospital.
-Buenas noches-. Contestó la mujer -. ¿En que puedo ayudarlo?
-Busco el cuarto de la señorita Arnoul, Francoise Arnoul -. Le dijo el joven a la encargada -. Su padre me dijo que le entregara a la guardia de la señorita Arnoul este paquete.
-Espere un momento-. Dijo la enfermera -. Me comunicaré con ellos.
La mujer levantó el auricular del teléfono y marcó un numero, sólo tardó un momento le dirigió una mirada corta al joven que se encontraba frente a ella y colgó el teléfono.
-Puede pasar-. Dijo la mujer con una sonrisa -. Es el cuarto numero 23-C del tercer piso.
Subió por el ascensor, mientras lo hacia de la parte trasera de su pantalón saco una pistola, una 9mm automática y del bolsillo de su pantalón un silenciador, lo atornilló al cañón del arma, le quitó el seguro y la cargo.
Cuando salió del ascensor, hacia el pasillo observó a dos corpulentos hombres resguardando una puerta, ése, ése debía ser el cuarto de francoise, caminó con la pistola en la mano derecha y el paquete en la izquierda.
-Oye por aquí -. Le llamó uno de los dos guardias haciendo señas con las manos.
Guardó el arma en la parte trasera de su pantalón.
-¿Este es el cuarto 23-C? -. Preguntó el joven.
-Sí, ¿Ése es el paquete para la señorita Arnoul? -. Preguntó el hombre, mirando el paquete que sujetaba el joven en su mano izquierda.
-¿Eh? Ah sí éste es, un paquete para la señorita Arnoul-. El joven le entregó el paquete.
-Si no te molesta, lo abriremos-. Le dijo el guardia al joven.
-No, no me molestaría -. El joven dio media vuelta y se despidió-. Bueno eso es todo, creo que yo me retiraré.
Caminó hacia el ascensor, los dos sujetos aún lo miraban, pero no se detuvo, apretó el botón para que las puertas del ascensor se abrieran, entró al elevador. Metió la mano en su bolsillo y sacó un pequeño aparato parecido a un control. Las puertas se cerraron, jaló del control una larga antena y presionó un pequeño botón rojo, la explosión que se escuchó fue mínima, pero cuando él salió del elevador los dos guardias habían muerto, caminó por el pasillo, se detuvo en la puerta 23-C, miró a los guardias, éstos tenían fragmentos de metal en todo el rostro y manos, abrió la puerta con dificultad. La explosión la había trabado un poco, la joven se encontraba en la cama de la habitación, entró con cuidado, cerró la puerta. Ella dormía profundamente se acercó a ella, la miró un instante, "parece sólo una niña, es una pena que la quiera muerta.". Pensó. "Es muy atractiva". Puso el cañón del arma en la frente de la chica. "Tengo de ocho a diez minutos para terminar mi misión y salir de aqu".
Una débil detonación se escuchó en la habitación...
-¿Por qué?... ¿por qué? No puedo matarla -. Se preguntó -. Éste es mi trabajo, sólo mi trabajo.
El cañón de la pistola ya no le apuntaba a la chica y la bala se había posado en la almohada, había fallado pero eso no le molestaba, solamente se preguntó como pudo fallar, guardó la pistola, tomó la almohada y la puso en el rostro de la chica. Lo apretó durante unos segundos pero lo soltó, no pudo continuar, dio media vuelta, salió de la habitación y giró la cabeza. La miró, tenia que matarla, además era sólo, sólo su trabajo.
TBC
