Mi ángel de la guardia
Por Candymaru
Hallo, amigos! Aquí otro fic de Chibi-Candy! ^_^ Primero que nada, he de decirles que este fic se viene completamente AU... O sea, no batallas de shamanes, no espíritus acompañantes, nada magico- místico (Ah, como me gusta esa palabra...) Pero en fin... Los personajes son los mismos, con los mismos caracteres y la misma historia (omitiendo el hecho de que NO son shamanes, sino estudiantes de secundaria) Ah! Y aunque no lo crean los que me conocen... Este va a ser un POV de... Horo-Horo! (Nooo... no es de LEN-SAMA!) Weno... Esta vez tengo que darle gracias a mi nuevo libro, porque ese fue el que me dio la inspiración (a parte, claro, de mis tazones de café) Se llama "Kitchen", y es de Banana Yoshimoto... Uno de los mejores libros que haya leído jamás... Weno, nada más...
+++Shaman King pertenece al maestro Hiroyuki Takei & asociados+++
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El frío...
El frío siempre ha sido un lugar agradable para mi... El frío me hace recordar mis raíces, en las nevadas montañas del norte...
En el frío me siento como en casa... Me hace sentir como en la casa que jamás volveré a ver, que jamás será la misma. Sin padres, sin hermana, sin dinero... Una casa ya no es casa, sino solo una "Construcción hecha para vivir"
Desde que mis padres murieron en aquella tormenta de nieve, Pilika y yo nos quedamos solos en una casucha. Pero no importaba, porque nos teníamos el uno al otro. No importaba el hambre, no importaba que no tuviéramos ropa... Estábamos juntos, éramos una familia. A veces los vecinos nos daban las sobras de la cena, y con eso éramos felices. Por ahí yo tendría unos 12, y mi hermana unos 10.
Pero de esa familia, ya no queda nada.
Algunos años después, el casero se hartó de esperar la paga del arriendo, y nos tiró a la calle como 2 perros. Fueron días horribles. Teníamos frío (y no del frío acogedor, sino de aquel que te hace sentir desesperación y desesperanza), y sentíamos hambre. Nuestra aldea no era muy desarrollada, pero al menos tenía un orfanato. Ahí nos acogieron, pero aún así, nuestras aspiraciones eran mucho mayores que vivir de la misericordia de otros. Ambos teníamos sueños, y ambos queríamos ser alguien en la vida.
Y fue así que un día, después de haber vivido algunos años allí, Pilika me tomó las manos y me dijo con voz triste:
-Hermano- Parecía muy acongojada, así que me acerqué a ella y me senté a su lado -Tú y yo sabemos que este no es nuestro destino. Ya es hora de que cambiemos nuestra suerte...-
Yo la miré extrañado -¿De qué hablas, Pilika?- Le pregunté, sintiéndome preocupado. Verla así, tan triste, era algo muy impropio de ella.
Era ella quien siempre me animaba y me daba fuerzas, y me sentía inseguro de verla así
-Hermano...- Tomó una bocanada de aire, y luego continuó, con voz ciertamente ausente -Hermano, quiero que vayas a la capital y surjas. Quiero que te vayas, y forjes un futuro mejor. Quiero que estudies, trabajes y seas feliz-
Yo solo me quedé atónito, sintiendo inmediatamente ganas de llorar... No que sea muy propenso a eso, de todos modos
-¿Quieres que me vaya?- Le pregunté, angustiado -Quieres que deje a mi hermana de 14 años, sin nada ni nadie, para ir a estudiar a la capital?-
Y entonces ella sonrió, sacando algo de su bolsillo
-Sí, Horo-Horo. Te aseguro que sé cuidarme muy bien- Y después de decir esto, me mostró lo que había sacado de su bolsillo
Un fajo de billetes arrugados y viejos
-...Pilika ¿De donde...?- Le pregunté, frunciendo el ceño
-He estado ahorrando durante meses para esto, Horo-Horo...- Sonrió, dándome una ligera impresión de inseguridad en sus ojos -Son parte de las limosnas que he guardado... Ahora la dividiremos y la usaremos lo mejor posible-
Eran muchos billetes. Billetes verdes y grandes... En realidad eran muchos
-Pero aún así, Pilika... No puedo dejarte sola- Le dije, mirándola a los ojos -Eres lo único que tengo en este mundo, y sin ti ya no me quedaría nada...-
Ella solo suspiró, y volvió a tomar mis manos con las suyas, frías, muy frías.
-Por eso mismo, hermano... En este mundo solo nos tenemos el uno al otro... No tenemos nada más. Por eso quiero que vayas a la ciudad y encuentres algo que te haga sentir que no eres solo un mendigo-
Y entonces me sorprendí aún más. Pilika sin duda era una chica muy madura... Y por lo general me hacía sentir que yo era el hermano menor. Sí, realmente era muy madura. Y también extremadamente obstinada. De seguro no me iba a dejar contradecirle
-Y tú, Pilika... ¿Por qué no vienes conmigo? Tú también podrás ir a la escuela, y vivir conmigo-
Pilika suspiró nuevamente, y me miró con sus ojitos despiertos e infantiles de siempre, que ahora reflejaban una inmensa angustia -No, hermano... Yo estoy bien acá... No puedo irme. Aquí yo tengo lo que necesito-
Inmediatamente un mal presentimiento me inundó, y viejas memorias vinieron a mi mente... El dinero... Sus salidas de noche... Las veces que volvía un tanto ebria de no sé donde, sin que quisiera darme explicación alguna... Gente extraña que la saludaba de manera indecorosa cuando caminábamos por las polvorientas calles... Y las leves heridas que tenía alrededor del cuerpo, que según ella eran por "Andar despistada"
-Pilika...- Le pregunté, con ojos lloroso -Ese dinero no es de las limosnas, no?-
Mi hermana se estaba prostituyendo... Ahora todo era tan claro para mí
Y entonces, al ver mi expresión supo que yo ya lo sabía... Y solo se echó a llorar a mis brazos, las manos cubriéndole la cara -Tienes que entender...- Me hablaba entre hipos -Necesitabas ese dinero para ir a estudiar, Horo- Horo! Yo ya me hundí, hermano... No quiero ver que caigas conmigo... Prefiero verte mirando hacia lo alto que voltear y verte igual de miserable que yo-
Y no pude más que caer llorando, abrazando aún más fuerte al cuerpo de mi hermana. Pilika se había vendido para sacarme adelante...
Y me sentí avergonzado... Mi hermana se había obligado a madurar de golpe y trabajar para sacarme a MI, su hermano mayor, de adelante
-Tonta... Tonta...- Hipaba yo también, abrazándola con fuerza - ¿Por qué lo hiciste, Pilika? Eres una tonta...- Quizás qué le habían hecho, quizás qué barbaridades... Todo para ayudarme a mí, cuando yo debí ser el que me esforzara para ayudarla a ella
-Lo siento, hermano...- me dijo entonces, apartándose de mi mientras se secaba sus ojos hinchados por las lágrimas -Pero ya ves que no puedes negarte a ir... Por favor hermano- Me hablaba con tono suplicante, haciéndome sentir horriblemente culpable -Haz que me sienta orgullosa de ti...-
Ya estaba dicho... Tenía que irme, aunque fuese contra mi voluntad.
No podía defraudar a la única persona que tenía en este mundo
Y así tuve que arreglar mis maletas, y al atardecer ya todo estaba hecho
Recuerdo bien aquella escena, como si la hubieran fotografiado y pegado a mi mente. El sol ya caía entre nubes anaranjadas hacia el horizonte, y mi hermana me había preparado una merienda que consistía en muchos sándwiches y una bebida caliente. Hace tiempo que no comía sándwiches frescos. Tanto tiempo que ya me había olvidado como sabían. Junto con mi paquete de comida, me entregó un sobre... Me dijo con tono severo pero cariñoso a la vez. Rió, mientras me abrazaba... -No soy tan bobo, sabes?- Reí yo también mientras la abrazaba por última vez... -Y créeme, algún día tu y yo tendremos una piscina llena de monedas, y seremos la envidia de todos estos aldeanos mugrosos-
Después de separarnos, ella me dijo con un tono que más que de hermana, me sonó como de una madre: Esas fueron sus últimas palabras, antes de que se diera la media vuelta y se volviera al miserable orfanato
Ya era hora de que yo también me fuera
La carretera parecía hecha de acero frío, curvándose de ves en cuando por las grandes montañas. Hacía mucho frío, pero aquel mismo frío era el que me decía que yo debía seguir por el sendero que se postraba ante mis pies, cubiertos apenas por unas sandalias ya rotas.
Es cierto, mi vida hace tiempo dejó de existir la suerte, pero por primera vez en años, sentí que quizás la suerte esta vez estaría de mi lado...
La carretera estaba muy vacía, y ya debía de ser más de medianoche. Después de haber estado caminando por un buen par de horas, los focos de un camión se acercaron a paso medio por entre las curvas, haciéndome recobrar un poco de mis fuerzas. Entonces, después de muchas señas (quizás un poco exageradas), el camión paró frente a mí, haciendo un gran ruido de frenos. El hombre parecía amable, así que de inmediato me permitió subirme a la cabina, junto con él. Creo que se llamaba Tadeo, o algo por el estilo. Estaba tan agotado que no puse mucha atención a sus palabras, y pronto caí rendido, cayendo en un sueño muy profundo...
Espero que Pilika esté bien
+++++
El cielo ya se estaba aclarando, blanco y brumoso, dándonos a conocer a los mortales de que un nuevo día iría a comenzar. Cuando desperté, ya estábamos a las afueras de la ciudad, y el conductor me preguntó a donde me dejaba. Ahí fue cuando recién me di cuenta de que no sabía, y más que eso... No tenía a donde ir. Un sentimiento de desesperación inundó todo mi ser... ¿Qué hacía ahora?
Por suerte, el conductor era una persona muy comprensible, con la que a cualquiera le resulta muy fácil entablar una conversación. Le conté de donde venía, y a qué iba, mientras él escuchaba atento a mi historia. Entonces me aconsejó que buscara un apartamento pequeño para vivir, y luego buscara un empleo. Entonces después podría pensar en las matrículas y en los útiles... Para eso tenía tiempo, ya que aún nos hallábamos en vacaciones.
Luego de bajarme y agradecer una y mil veces al señor, me bajé en una calle muy concurrida de todos. Según el hombre, cerca de ahí había un casero que no cobraba mucho por una pieza.
Y entonces sentí que desde ahora en adelante, todo iba a ser muy diferente
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ToT Ahhh, qué cebolla! Este fic debería haberse llamado "Shaman King, la novela" ._. Ahhhh, bastante crudo el capítulo... Me van a querer matar (exepto Kory-sama, al que le encanta ver a Horo sufrir ¬¬)... Pero de todos modos ¿Creen que ha sido un buen comienzo? Espero que sí. Ahhh, y no se preocupen, que pronto saldrán los demás personajes, he incluso se formarán ciertos triángulos amoroso... Así que no se pierdan el próximo capítulo de "Mi ángel de la guardia"... Los capítulos van más cortitos porque van pasando según los sucesos...
Próximamente shonen-ai, así que los homofóbicos ya quedaron advertidos ._.U Ojalá todos abrieran sus mentes, porque así todos tendríamos más público
Hao-sama manda saludos, aunque me alegó por qué no era ÉL el gran protagonista... ^^U En realidad no manda saludos a todos, sino solo a sus fans ._.
Bueno, sayonara a todos mis tomodachis del alma!!!!
°~(´´´-._.-*:-:*:-:*:R::ÿ::ü::ü::r::ö:: :N::ö:: :R::ë::n::*:-:*-:*-._.- ´´´)~°
Hallo, amigos! Aquí otro fic de Chibi-Candy! ^_^ Primero que nada, he de decirles que este fic se viene completamente AU... O sea, no batallas de shamanes, no espíritus acompañantes, nada magico- místico (Ah, como me gusta esa palabra...) Pero en fin... Los personajes son los mismos, con los mismos caracteres y la misma historia (omitiendo el hecho de que NO son shamanes, sino estudiantes de secundaria) Ah! Y aunque no lo crean los que me conocen... Este va a ser un POV de... Horo-Horo! (Nooo... no es de LEN-SAMA!) Weno... Esta vez tengo que darle gracias a mi nuevo libro, porque ese fue el que me dio la inspiración (a parte, claro, de mis tazones de café) Se llama "Kitchen", y es de Banana Yoshimoto... Uno de los mejores libros que haya leído jamás... Weno, nada más...
+++Shaman King pertenece al maestro Hiroyuki Takei & asociados+++
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El frío...
El frío siempre ha sido un lugar agradable para mi... El frío me hace recordar mis raíces, en las nevadas montañas del norte...
En el frío me siento como en casa... Me hace sentir como en la casa que jamás volveré a ver, que jamás será la misma. Sin padres, sin hermana, sin dinero... Una casa ya no es casa, sino solo una "Construcción hecha para vivir"
Desde que mis padres murieron en aquella tormenta de nieve, Pilika y yo nos quedamos solos en una casucha. Pero no importaba, porque nos teníamos el uno al otro. No importaba el hambre, no importaba que no tuviéramos ropa... Estábamos juntos, éramos una familia. A veces los vecinos nos daban las sobras de la cena, y con eso éramos felices. Por ahí yo tendría unos 12, y mi hermana unos 10.
Pero de esa familia, ya no queda nada.
Algunos años después, el casero se hartó de esperar la paga del arriendo, y nos tiró a la calle como 2 perros. Fueron días horribles. Teníamos frío (y no del frío acogedor, sino de aquel que te hace sentir desesperación y desesperanza), y sentíamos hambre. Nuestra aldea no era muy desarrollada, pero al menos tenía un orfanato. Ahí nos acogieron, pero aún así, nuestras aspiraciones eran mucho mayores que vivir de la misericordia de otros. Ambos teníamos sueños, y ambos queríamos ser alguien en la vida.
Y fue así que un día, después de haber vivido algunos años allí, Pilika me tomó las manos y me dijo con voz triste:
-Hermano- Parecía muy acongojada, así que me acerqué a ella y me senté a su lado -Tú y yo sabemos que este no es nuestro destino. Ya es hora de que cambiemos nuestra suerte...-
Yo la miré extrañado -¿De qué hablas, Pilika?- Le pregunté, sintiéndome preocupado. Verla así, tan triste, era algo muy impropio de ella.
Era ella quien siempre me animaba y me daba fuerzas, y me sentía inseguro de verla así
-Hermano...- Tomó una bocanada de aire, y luego continuó, con voz ciertamente ausente -Hermano, quiero que vayas a la capital y surjas. Quiero que te vayas, y forjes un futuro mejor. Quiero que estudies, trabajes y seas feliz-
Yo solo me quedé atónito, sintiendo inmediatamente ganas de llorar... No que sea muy propenso a eso, de todos modos
-¿Quieres que me vaya?- Le pregunté, angustiado -Quieres que deje a mi hermana de 14 años, sin nada ni nadie, para ir a estudiar a la capital?-
Y entonces ella sonrió, sacando algo de su bolsillo
-Sí, Horo-Horo. Te aseguro que sé cuidarme muy bien- Y después de decir esto, me mostró lo que había sacado de su bolsillo
Un fajo de billetes arrugados y viejos
-...Pilika ¿De donde...?- Le pregunté, frunciendo el ceño
-He estado ahorrando durante meses para esto, Horo-Horo...- Sonrió, dándome una ligera impresión de inseguridad en sus ojos -Son parte de las limosnas que he guardado... Ahora la dividiremos y la usaremos lo mejor posible-
Eran muchos billetes. Billetes verdes y grandes... En realidad eran muchos
-Pero aún así, Pilika... No puedo dejarte sola- Le dije, mirándola a los ojos -Eres lo único que tengo en este mundo, y sin ti ya no me quedaría nada...-
Ella solo suspiró, y volvió a tomar mis manos con las suyas, frías, muy frías.
-Por eso mismo, hermano... En este mundo solo nos tenemos el uno al otro... No tenemos nada más. Por eso quiero que vayas a la ciudad y encuentres algo que te haga sentir que no eres solo un mendigo-
Y entonces me sorprendí aún más. Pilika sin duda era una chica muy madura... Y por lo general me hacía sentir que yo era el hermano menor. Sí, realmente era muy madura. Y también extremadamente obstinada. De seguro no me iba a dejar contradecirle
-Y tú, Pilika... ¿Por qué no vienes conmigo? Tú también podrás ir a la escuela, y vivir conmigo-
Pilika suspiró nuevamente, y me miró con sus ojitos despiertos e infantiles de siempre, que ahora reflejaban una inmensa angustia -No, hermano... Yo estoy bien acá... No puedo irme. Aquí yo tengo lo que necesito-
Inmediatamente un mal presentimiento me inundó, y viejas memorias vinieron a mi mente... El dinero... Sus salidas de noche... Las veces que volvía un tanto ebria de no sé donde, sin que quisiera darme explicación alguna... Gente extraña que la saludaba de manera indecorosa cuando caminábamos por las polvorientas calles... Y las leves heridas que tenía alrededor del cuerpo, que según ella eran por "Andar despistada"
-Pilika...- Le pregunté, con ojos lloroso -Ese dinero no es de las limosnas, no?-
Mi hermana se estaba prostituyendo... Ahora todo era tan claro para mí
Y entonces, al ver mi expresión supo que yo ya lo sabía... Y solo se echó a llorar a mis brazos, las manos cubriéndole la cara -Tienes que entender...- Me hablaba entre hipos -Necesitabas ese dinero para ir a estudiar, Horo- Horo! Yo ya me hundí, hermano... No quiero ver que caigas conmigo... Prefiero verte mirando hacia lo alto que voltear y verte igual de miserable que yo-
Y no pude más que caer llorando, abrazando aún más fuerte al cuerpo de mi hermana. Pilika se había vendido para sacarme adelante...
Y me sentí avergonzado... Mi hermana se había obligado a madurar de golpe y trabajar para sacarme a MI, su hermano mayor, de adelante
-Tonta... Tonta...- Hipaba yo también, abrazándola con fuerza - ¿Por qué lo hiciste, Pilika? Eres una tonta...- Quizás qué le habían hecho, quizás qué barbaridades... Todo para ayudarme a mí, cuando yo debí ser el que me esforzara para ayudarla a ella
-Lo siento, hermano...- me dijo entonces, apartándose de mi mientras se secaba sus ojos hinchados por las lágrimas -Pero ya ves que no puedes negarte a ir... Por favor hermano- Me hablaba con tono suplicante, haciéndome sentir horriblemente culpable -Haz que me sienta orgullosa de ti...-
Ya estaba dicho... Tenía que irme, aunque fuese contra mi voluntad.
No podía defraudar a la única persona que tenía en este mundo
Y así tuve que arreglar mis maletas, y al atardecer ya todo estaba hecho
Recuerdo bien aquella escena, como si la hubieran fotografiado y pegado a mi mente. El sol ya caía entre nubes anaranjadas hacia el horizonte, y mi hermana me había preparado una merienda que consistía en muchos sándwiches y una bebida caliente. Hace tiempo que no comía sándwiches frescos. Tanto tiempo que ya me había olvidado como sabían. Junto con mi paquete de comida, me entregó un sobre... Me dijo con tono severo pero cariñoso a la vez. Rió, mientras me abrazaba... -No soy tan bobo, sabes?- Reí yo también mientras la abrazaba por última vez... -Y créeme, algún día tu y yo tendremos una piscina llena de monedas, y seremos la envidia de todos estos aldeanos mugrosos-
Después de separarnos, ella me dijo con un tono que más que de hermana, me sonó como de una madre: Esas fueron sus últimas palabras, antes de que se diera la media vuelta y se volviera al miserable orfanato
Ya era hora de que yo también me fuera
La carretera parecía hecha de acero frío, curvándose de ves en cuando por las grandes montañas. Hacía mucho frío, pero aquel mismo frío era el que me decía que yo debía seguir por el sendero que se postraba ante mis pies, cubiertos apenas por unas sandalias ya rotas.
Es cierto, mi vida hace tiempo dejó de existir la suerte, pero por primera vez en años, sentí que quizás la suerte esta vez estaría de mi lado...
La carretera estaba muy vacía, y ya debía de ser más de medianoche. Después de haber estado caminando por un buen par de horas, los focos de un camión se acercaron a paso medio por entre las curvas, haciéndome recobrar un poco de mis fuerzas. Entonces, después de muchas señas (quizás un poco exageradas), el camión paró frente a mí, haciendo un gran ruido de frenos. El hombre parecía amable, así que de inmediato me permitió subirme a la cabina, junto con él. Creo que se llamaba Tadeo, o algo por el estilo. Estaba tan agotado que no puse mucha atención a sus palabras, y pronto caí rendido, cayendo en un sueño muy profundo...
Espero que Pilika esté bien
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El cielo ya se estaba aclarando, blanco y brumoso, dándonos a conocer a los mortales de que un nuevo día iría a comenzar. Cuando desperté, ya estábamos a las afueras de la ciudad, y el conductor me preguntó a donde me dejaba. Ahí fue cuando recién me di cuenta de que no sabía, y más que eso... No tenía a donde ir. Un sentimiento de desesperación inundó todo mi ser... ¿Qué hacía ahora?
Por suerte, el conductor era una persona muy comprensible, con la que a cualquiera le resulta muy fácil entablar una conversación. Le conté de donde venía, y a qué iba, mientras él escuchaba atento a mi historia. Entonces me aconsejó que buscara un apartamento pequeño para vivir, y luego buscara un empleo. Entonces después podría pensar en las matrículas y en los útiles... Para eso tenía tiempo, ya que aún nos hallábamos en vacaciones.
Luego de bajarme y agradecer una y mil veces al señor, me bajé en una calle muy concurrida de todos. Según el hombre, cerca de ahí había un casero que no cobraba mucho por una pieza.
Y entonces sentí que desde ahora en adelante, todo iba a ser muy diferente
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ToT Ahhh, qué cebolla! Este fic debería haberse llamado "Shaman King, la novela" ._. Ahhhh, bastante crudo el capítulo... Me van a querer matar (exepto Kory-sama, al que le encanta ver a Horo sufrir ¬¬)... Pero de todos modos ¿Creen que ha sido un buen comienzo? Espero que sí. Ahhh, y no se preocupen, que pronto saldrán los demás personajes, he incluso se formarán ciertos triángulos amoroso... Así que no se pierdan el próximo capítulo de "Mi ángel de la guardia"... Los capítulos van más cortitos porque van pasando según los sucesos...
Próximamente shonen-ai, así que los homofóbicos ya quedaron advertidos ._.U Ojalá todos abrieran sus mentes, porque así todos tendríamos más público
Hao-sama manda saludos, aunque me alegó por qué no era ÉL el gran protagonista... ^^U En realidad no manda saludos a todos, sino solo a sus fans ._.
Bueno, sayonara a todos mis tomodachis del alma!!!!
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