Mi ángel de la guardia Por Candymaru

Ijole, toy viva! Nadie me mató! Que kul, señores! Aunque... Buuubuuuu... me dio mucha penita lo que escribí! Ah, pero no me van a decir que no los dejé con ganas de otro capítulo, no? XDDDDD wiiii!!!

Ahhh, menos mal que no leyeron la sátira de este capítulo... X0X me hubieran matado!

Wenu, wenu... Mejor me callo y le escribo, ne? Saludos a todos!

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Y entonces, allí se encontraba él... Aún en mi estado, y con estas lágrimas cubriéndome los ojos, pude ver su cara horrorizada frente a la escena...

-Hermano!- La señorita Jun se secó las lágrimas apenas pudiendo coordinarse a causa del alcohol –Donde estabas? Te extrañé...-

Len parecía no escuchar, pero se acercó a ella y la tomó entre sus brazos –Debes descansar- Murmuró, mientras la dirigía hasta su pieza.

-No... nooo, hermano!- Susurró ella, sentándose nuevamente en el sillón -Yo quiero saber doonde estabas! Y Horo también!- Me apuntó entonces con un dedo tembloroso –No es cierto que estábamos muy preocupados por nuestro querido Len? –

Quizás fue el alcohol, quizás la situación... Pero asentí de inmediato, en silencio, mientras me secaba mis lágrimas...

-Vete a la cama...- Me susurró con su cara visiblemente decepcionada, más que enfadada –Mañana hablaremos-

-Nooo, hermano! No lo retes, nooo!- Dijo ella, agitando la mano en una seña negativa –Yo soy la culpable, sabes? De todo!-

-Jun...- Len dijo con una voz apenas audible –No...-

-Claro que si, hermano! De todo- Siguió ella, ahora tapándose la cara con sus pequeñas y temblorosas manos –Yo soy la culpable de que no pueda estar más tiempo contigo! Yo soy la culpable de que no lleves una vida normal! Yo soy la culpable por no haber llamado yo la atención de mi padre, y que tu en cambio...-

-VETE A DORMIR, HORO-HORO!- Gritó el, interrumpiendo a su hermana, con los ojos brillándole tenuemente...

Acaso aquello que los hacían brillar eran lágrimas? O quizás era su furia, su decepción...

Y entonces comprendí... Yo, en este momento, en esta situación... Estaba demás. Era un ser intruso. No debía estar aquí...

¿Pero entonces, donde debo estar? En un orfanato, en una vereda helada, cubierto de cartones?

¿Dónde?

-Entiendo...- Dije, mirándolo a los ojos, mientras él seguía abrazando a su hermana, quien ahora se hallaba con la cabeza hundida en su pecho

-Lo siento tanto...-

Y entonces sentí que varias gotas saladas y tibias cubrían mi rostro...

Lágrimas. Nuevamente lágrimas. De rabia, de dolor, de incertidumbre, de soledad...

Y él desvió la mirada, dejándola fija en el suelo...

-Sécate esas lágrimas. No es culpa tuya-

Esas fueron las últimas palabras que escuché antes de encerrarme en el baño y ponerme a llorar las lágrimas que me había guardado hace tiempo... Dejándolas salir, que fluyeran, como lo hace un niño pequeño...

¿Por qué tuvo que contarme todas esas cosas? ¿Por qué?

Hubiera dado lo que fuera por no escuchar esa historia... Cualquier Cosa para seguir viendo a aquellos hermanos como 2 majestuosas criaturas, virtuosas entre tanta decadencia...

Pero ellos también eran humanos... Que sufrían, que lloraban. Como yo, como Pilika, como todos...

Cuanto hubiera dado para seguir viéndolos como un ejemplo, envidiándolos por su perfección... Pero creo que es demasiado egoísta de mi parte pedir que ellos fuesen perfectos para mí que yo pudiera admirarlos...

Pero las cosas no eran así... La señorita Jun y Len también sufrían, también tenían un pasado oscuro que los atormentaba, un secreto que preferían enterrar.

Somos tan iguales, y a la vez tan distintos...

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Y así pasaron los días... Si antes la relación entre Len y yo era más o menos distantes, ahora había quedado reducida a casi nada... Desde ese día las cosas se enfriaron, haciendo de nuestro departamento un glaciar, y mi vida reducida a copos de nieve que se derretían en su soledad. Jun había viajado a Milán, para asistir a un nuevo evento de modas, así que a Len no lo veía casi nada, solo en el salón de clases.

Seguía saliendo por las tardes, seguía llegando tarde.

Seguía sin hablarme...

Ojalá me hubiera reprendido, incluso golpeado. Lo hubiera asumido, incluso lo hubiera agradecido. Pero él hizo lo que menos quería en este mundo...

Me privó del derecho de escuchar su voz dirigida a mí, de ver sus ojos mirándome solo a mí...

Ahora solo hablaba de vez en cuando con alguien, y nunca de cosas importantes. Mi risa me parecía ajena y fuera de lugar, algo que ya me costaba recordar. Pero por suerte aun tenía las cartas de Pilika... Obviamente jamás le contaba de mis conflictos ni nada ¿Para qué preocuparla a ella? ¿Para qué agregar un granito más de sufrimiento a su vida ya de por sí miserable? Aún así, no podía dejar de admirarla... Nunca en ninguna carta se mostraba triste. Siempre con sus ganas, con sus palabras de consuelo y su ánimo característico... Solía recordarme siempre en sus cartas que todo estaría bien, que pronto nos veríamos, que ningún mal dura mil años... Y para qué necesito que dure mil años? Con estos días ya me basta para dejarme destrozado.

Un manojo de llaves sonando desde afuera, un crujir de la puerta y Len ya estaba dentro, con su mirada inexpresiva dirigida a cualquier otro sitio que no fuese yo.

-Buenas noches...- Dije, como todas las noches, tratando miserablemente de entablar una conversación

-Hmm...- Dijo él, mientras se dirijía a su pieza solo para dejar allí su bolso y volver a la cocina, a preparar algo...

///RING-RING///

-Yo voy...- Dije, más por costumbre que por esperar una respuesta

-Buenas noches, residencia Tao...- Dije con voz monótona

-...¿Horo-Horo?- Una voz femenina llamó desde el otro lado del auricular

-Señorita Jun!- Mi voz se animó un poco al escuchar por fin una vos familiar con la que pudiera conversar... Al contrario que con Len, desde ese incidente la señorita Jun y yo creamos lazos de amistad más cercanos... –Como está, señorita?-

///DIN DONG... DING DONG///

-Ve tú...- Le dije a Len, quien de todos modos ya se había parado... Cosa que no hace comúnmente, no por pereza, sino por eso de los paparazzis y esos asuntos. Pero esta vez se dirigió hacia la puerta, y sin muchos ánimos, la abrió

-Si...?-

-¡Sorpresa, hermano!- La voz de la señorita Jun llegó a mis oídos desde el umbral de la puerta, desde donde la pude ver con un abrigo de piel negro, su gorro, sus guantes y su celular en su mano...

-Hermana!- Len se quedó inmóvil de la sorpresa, mientras que ella avanzaba con sus altos tacones hacia él, y lo abrazaba con cariño... Aunque vi en sus ojos grandes ojeras, y la mirada triste y perdida, a pesar de su voz...

-Horo-Horo! Ven tu también!- Agitó la mano ella, sonriéndome como a un hermano más...

-Claro!- Respondí sin dudarlo demasiado... Hace tiempo que alguien me hablaba en esta casa. Así que me acerqué a ella, y ella me estrechó, quedándonos los 3 unidos por una fuerza más que física

-Que creen, niños?- Nos dijo, después de lo unos instantes – Me he tomado el fin de semana libre! Estaré aquí, con ustedes!-

Len parecía bastante sorprendido... –En...serio?- Preguntó en voz baja –Estarás aquí?-

-Así es...- Sonrió ella, mostrando sus blancos dientes, tan perfectos como siempre –Así que por qué no nos vamos a dormir, y mañana salimos a dar un paseo?-

-Claro!- Dijimos en perfecta coordinación ambos, con los rostros iluminados...

Jun estaba aquí! Esto era para celebrar...

-Pero...- De repente, la cara de Len se volvió un tanto más seria –No vas a cenar, hermana?-

-Ah, no!- Dijo ella, sonriendo, aunque pude sentir cierto aire de nerviosidad –Yo estoy llena! En el avión dan cenas muy contundentes, sabes?-

-...Come algo- Dijo Len, ahora totalmente serio -...Hazlo por mi-

Si antes Jun parecía nerviosa, ahora realmente se veía agobiada

-Ah, pero Len...- Dijo, poniendo cara de cansancio –Estoy satisfecha...-

-Un vaso de leche... Por favor- Insistió él, mirándola con ojos severos pero a la vez cariñosos –Te hará bien. Vamos...-

-De todos modos, no podía decir que no...- Suspiró ella, rindiéndose a la insistente rogativa -Tratándose de ti...-

Y enseguida Len ya le servía un vaso con leche, poniéndole bastante azúcar... Y un sorbo, otro sorbo... Cada uno de ellos aparentaba ser un suplicio para la señorita... Al parecer estaba demasiado satisfecha, pero preferí no objetárselo a Len... No quiero más problemas con él...

-Bien...- Dijo, después de haberse tomado su vaso en lo que pareció una eternidad –Ahora me iré a dar una ducha, si? Ustedes vayan a dormirse, que mañana les daré una sorpresa!-

Len parecía ciertamente preocupado, pero solo asintió

-Hermana...- Susurró, antes de que Jun entrara al baño

-Dime, hermano?- Sonrió ella, como normalmente lo hacía cuando se trataba de Len

-Cuídate...-

-Claro...- Dijo ella, cerrando la puerta de inmediato, sin que pudiera ver su cara. Al instante, eso si, pude escuchar el correr del agua de la ducha...

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-Buenos días, niños!- Jun hablaba eufórica, mientras hacía sonar una olla con un cucharón –Despierten, dormilones!-

-...Señorita Jun?- Desperté yo desde mi sofá, empezando recién a asimilar todo y ver con claridad que la señorita se hallaba de pie en la cocina, con un delantal blanco y lleno de encajes, y con su pelo tomado en 2 Coletas... Como una dueña de casa, aunque con Glamour...

No pude evitar reírme al verla así...

-Por qué no me despertó, señorita- Le pregunté divertido, mientras me paraba de mi sofá (digo "mi sofá" porque soy casi el único que lo usa) y me dirigía a ella

-Porque hoy yo quería encargarme del desayuno!- Dijo ella, sonriente mientras arreglaba la mesa –Ah! Buenos días hermano!-

-Jun...?- Dijo este, mientras se acercaba a nosotros, aun con su pijama puesto... Se le veía bastante bien, por cierto...

...Pero no importa! No, no importa lo bien que se ve...

-Bien! Ya que todos estamos aquí...- Dijo la señorita al verlo llegar –Desayunemos rápido! Ya verán la sorpresa que les he preparado!-

-Qué es señorita? Qué nos ha preparado?- Pregunté, mientras untaba mi tostada con mermelada

-Ah, si te lo dijera ahora...- Sonrió, mientras se sacudía las migajas -...Obviamente no sería un secreto! Y a propósito... Deja de llamarme "señorita", si? Solo Jun a secas-

-...¿Como? Solo... Jun?-

-Exacto!- Aplaudió ella, feliz -Ya déjate de formalidades! Para nosotros ya eres parte de la familia, no hermano?-

-Hmmm...- Dijo él, mientras tomaba un sorbo de leche. Traté, de veras que traté de verme indiferente frente a su hostilidad, pero enserio que no pude... Enseguida en mi rostro se formó un a expresión triste, y estoy seguro de que Jun lo había notado

-...Hermano...- Dijo ella, con tono un tanto severo –Aún sigues enojado con Horo-Horo?-

-Para nada...- Dijo él, aún bebiendo su leche

-No te creo!- Dijo ella, mirándolo cono una madre que reprende a su hijo por haberse comido demasiados caramelos –Ya te dije que eso fue MI culpa! Él no tuvo nada que ver!-

-Déjelo, seño... Digo, Jun- Dije sin muchas ganas. Lo último que quería es que Jun se diera cuenta de que en realidad me afectaba la actitud de él

-Claro que no!- Dijo, mirándome por unos segundos, para luego voltear nuevamente hacia Len –Ahora, Len... Quiero que le digas a Horo-Horo de frente que no estás enfadado con él!-

-Enserio...- Dije, ahora realmente abochornado –No es necesario! Yo...-

-Oh, sí que lo es!- Me interrumpió ella –Vamos, hermano... Tú y yo sabemos lo bueno que es Horo-Horo! El jamás haría algo que me pusiese en peligro!-

-Lo sé...- Dijo él, por primera vez mirándome a los ojos. Entonces sentí algo en mi interior se retorciera... Por fin, por fin...

-Entonces, solo hazlo!- Dijo ahora Jun, con un tono de tanta simpleza que parecía que nos estuviera enseñando que 1+1=2

Entonces él solo suspiró, y me miró nuevamente, como nunca lo había hecho... No con furia, no con decepción... Solo con sus ojos serios y calmados, atravesándome como por rayos X

-Lo siento...- Dijo él –Perdóname, pero...-

-Olvídalo!- Dije yo, tan feliz que sentía ganas de bailar y saltar y reírme a carcajadas allí mismo –Asunto resuelto, y que no se hable más de esto!-

-Así se habla, Horo-Horo!- Dijo Jun, aplaudiendo de felicidad

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Wiii!!! Terminé, caramba! Ijole que si! Se agradecen sus review infinitamente! ^o^ Los quiero a todos!!! Gracias por soportar todas mis locuras!

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Y BUENO, ESO ES TODO... DEJEN REVIEWS!

~*Ryuuro No Ren*~