Mi ángel de la guardia
Por Candymaru, la frustrada sádica
Onii-chan: (Comiéndose el pancito de Candy)
Candy-chan: o.ó Es la única manera para hacer que me deje en paz, pero ya... (Tos-tos) Bien, Como estamos, camarita amiga .. Listos para empezar?
Camarita amiga: OxO QUÉ HAGO AQUÍ? DONDE ESTÁ EL TONY PULGUITA??
Candy-chan: -0- Usted haga su trabajo que para eso le pago, pero bueno... (tos-tos-tos) HOLA, QUERIDOS LECTORES! AQUÍ YO CON EL CAPI 12!!! Lamento muuuuuuuucho la demora, pero es que como ahora estoy en el concurso del medio millón de pesos (Sí, medio millón!) Pos que me he estado concentrando más en eso, pero no significa que me haya olvidado (De hecho, cada día mi conciencia me pesaba más y más) Bueno, y ya paro de dar la lata...
No olviden enviarme donaciones para la alimentación de Onii-chan (¡¡¡No se imaginan cuanto come!!! ¡¡¡ES PEOR QUE YO!!!) XP Y NO SE PREOCUPEN LECTORES, QUE IGUAL... ¡¡¡YO LE HECHO GANAS!!! XDDDD Ah, QUÉ LINDOS REVIEWS QUE ME HAN DEJADO!
---Dedicado a Ryo-sama, porque ya tiene 18 y puede ir a discos!---
PD: No me maten, si?
0OoO00OoO00OoO00OoO00OoO00OoO00OoO0
La gente, los juegos, todo se veía borroso a mi alrededor...
Lo único en lo que podía fijar mi mirada era en Len corriendo a toda la velocidad... ¿Qué habrá alterado tanto a Len? ¿Qué habrá sucedido? Prefería no pensar en eso, pues ya me sentía bastante mareado, y seguramente colapsaría con cualquier intento de crear una teoría sobre el asunto...
Ahora solo importaba mantenerse de pie, corriendo, detrás de él... Ya habíamos salido del parque de diversiones, y ahora ambos corríamos por la calle, demasiado concentrados en nuestros asuntos como para disculparnos con la mucha gente que atropellábamos en nuestro apresurado andar. "¿Hacia dónde lo sigues, Horo-Horo?" Mi conciencia me preguntó "¿Por qué lo sigues? ¿Para qué?"
Basta... Ya no podía seguir corriendo detrás de él sin hablarle... Así que me esforcé al máximo para alcanzarlo...
Tres metros de distancia... Dos... Uno... Mi mano se estiraba hacia él, tratando de alcanzarlo
-...Len...- Jadeé, casi sin aliento, mi mano sobre su hombro -... ¿Qué...?-
Al parecer lo sorprendí, porque dio un respingo antes de voltear, para mirarme en una mezcla de sentimientos que difícilmente pude descifrar, quizás por mi estado, quizás por algo más... Quizás sentía que no lo conocía tan bien como creía... Que ya no podía entender lo que me decía, o que me hablaba a través de una pared, o de muy lejos...
"No pienses en eso, no ahora" Aquella voz en mi interior de nuevo me hablaba... -...Tú...- Dijo simplemente él, volteándose –Vamos, idiota!- Y tirándome con fuerza de la chaqueta me arrastró con él, hacia la estación del metro, no muy lejos de donde nos encontrábamos
-2, por favor- Jadeó él cuando llegamos a la boletería, inconsciente de todas las miradas que en ese momento se posaban sobre nosotros... No solo porque él fuese Len Tao, el hermano de la famosísima Jun Tao y ex-modelo, sino que porque ambos estábamos rojos, jadeantes y desaliñados...
-Disculpe... ¿Usted es...?- La boletera parecía no prestarle demasiada atención a nuestros jadeos, ni a las miradas de reproche de la multitud
–... ¿Usted es Len Tao, el hermano menor de Jun Tao?-
Ay, señora... Mal momento eligió para preguntarle...
Len parecía al borde de un ataque de histeria...
-DIOS, SÍ, SOY YO!- Gritó él, exasperado -AHORA, SI NO LE MOLESTA, ME PASA LOS MALDITOS PASAJES?-
La señora, y en realidad todos, parecían escandalizados con la actitud de Len, pero a mí sólo consiguió asustar más de lo que ya estaba ¿Qué te ha pasado, Len? ¿Qué ha hecho que te alteres de esa forma? ¿El hecho de haberte encontrado conmigo? O... ¿Acaso estás así porque ya no estás con él?
-...Tome- los boletos ya estaban en la mano de él, y una vez más me jaló, esta vez hacia el metro, sin dejar si quiera que pudiese agradecerle. Y bueno...
Entramos, nos sentamos, y nos callamos. Aún no podíamos contener nuestros jadeos, pero ambos, como en un silencioso acuerdo, decidimos no hablar durante el trayecto. Yo, en realidad, había decidido ni hablar, ni pensar, ni moverme...
Y ojalá hubiese podido dejar de respirar, de oír, de ver, de sentir... Aunque decirlo era muchísimo más fácil que hacerlo, con tanto visto en tan poco tiempo
Pero algo... Algo me decía que debía guardar mi energía para lo que se venía, fuese lo que fuese Y no sé cuanto tiempo estuve así, callado, inmóvil, tratando con todas mis fuerzas de no mirar a mi acompañante y hacer o decir algo indebido, pero en una parada Len se paró de nuevo, con el mismo aire desesperado de antes, y salió disparado por la puerta, yo siguiéndolo torpemente.
Él corría, las mejillas rojas por el fuerte ventarrón que se venía encima de ambos... Y de pronto se detuvo... Y una horrible sensación invadió todo su ser, al ver como Len se habría paso entre algunas personas para entrar finalmente a una Clínica.
Temblé, no sé si de frío o de miedo, pero entré de todos modos, para encontrarme con un par de enfermeras que al parecer habían estado aguardando por él, porque ahora lo guiaban hacia el ascensor, ambas con expresión consternada
-Espérenme...- Dije entre jadeos, haciendo señas a una de las enfermeras, que ya se disponía a cerrar la puerta. Ella solo me miró extrañada, pero detuvo la puerta.
-Está bien... Viene conmigo- Dijo Len en un tono que jamás le había oído... Aquella voz que puso mi hermana al despedirme, aquella voz que Jun tenía al hablarme de sus padres...
"No por favor... Dios, no por favor..." Gemí en mi interior, al entrar al ascensor y ver sus ojos humedecidos, y su cara ruborizada. Al instante seguí ganas de llorar yo... Jamás había visto a Len así, y en realidad era lo que menos deseaba ver en este mundo, desde que Jun me contó su historia...
"Por favor, que no sea lo que pienso... Que no sea eso, por favor!"
-Ting-
El ascensor se abrió en el piso 9, y al instante los 4 salimos disparados, nosotros guiados por las enfermeras, quienes se veían igual de afectadas que nosotros
-Por aquí!- Una de ellas, la más joven, nos hizo señas frente a una puerta...
Y ambos nos paramos en seco, como si hubiésemos chocado contra una pared invisible y a la vez tan obvia... Miedo. El miedo nos impedía, incluso a él, acercarnos más. Volteé, para por primera vez en mucho tiempo mirarlo a los ojos, aunque sabía que lo que iba ver en ellos no era lo que en realidad yo quería ver
-...Len...- Le susurré, acercándome instintivamente hacia él, mientras de nuevo miraba hacia cualquier otro punto que no fuese él. Verlo así, Dios, verlo así...
–Vamos...- Y no sé que diablos pasó por mi mente en ese momento, porque sin darme cuenta su fría y temblorosa mano estaba entre la mía, igual de temerosa que la suya... Pero él la estrechó más fuerte aún, y me tiró a mí también hacia la puerta.
Un paso... Dos pasos... Tres pasos... él ya tenía su mano en la perilla...
-Vamos...- Le repetí, y él asintió, mientras abría la puerta lenta, muy lentamente...
...Ya estaba, la puerta ya estaba abierta...
Y el mundo se paró para ambos, estoy seguro. Ya no existían las enfermeras, ya no existía una clínica, ni una calle, ni un hogar al cual regresar... Ni siquiera existía una vaga memoria de lo sucedido durante se día.
Porque allí, pálida, ojerosa, con la boca semiabierta se encontraba Jun, recostada en una camilla, inconsciente. Y entonces sentí que flotábamos, que estábamos lejos de allí, en la nada...Sólo existíamos los 3. Sólo existíamos nosotros, unidos en un vínculo que iba más allá de nuestra comprensión...
Eso, y el horrible sonido de la máquina conectada a ella, que iba con su lento "Tin-tin-tin"
-Jun...- Un casi imperceptible susurró salió de los labios de Len, a la vez que su mano su mano se aflojó, alejándose de la mía
-...Jun...- repetía, una y otra vez, mientras se acercaba a ella -...Jun... Despierta, Jun...-
"Por favor, no... Dios, no permitas que..."
-..Jun...- él seguía gimiendo, ahora acariciando su cabello, ya no brillante y suave, sino enmarañado y opaco
-No sigas con esto, hermana... ¡Despierta!-
-Tin... Tin... Tin...- El sonido de la máquina sonaba cada vez más lento
"NO LO PERMITAS! NO PUEDE IRSE! NO PUEDE!" Pensaba yo, horrorizado, mientras las tibias lágrimas me quemaban la piel.
"Esto no es verdad, es un sueño..." Pensaba, mientras veía a los hermanos "¡Despierta, Horokeu, despierta!
-¡JUN! ¡JUN!- Len ahora casi gritaba, con su rostro bañado en lágrimas, mientras sacudía a su hermana.
"Esto es una pesadilla... Esto no es cierto... Jun no nos va a dejar"
-¡DESPIERTA, JUN! ¡VAMOS, QUE NO ES GRACIOSO!-
-Tiiiiiiiiiiiiin...- El sonido de la máquina perforaba mis oídos, y jamás tuve tantas ganas de romper algo...
-¡JUN! ¡NO SEAS TONTA, JUN! ¡ESTO NO ES DIVERTIDO!- Ahora Len gritaba histérico, sacudiendo con todas sus fuerzas al ya inerte cuerpo de Jun Tao...
La modelo más cotizada de Japón...
La primogénita de la familia Tao...
Y más que nada, nuestra hermana...
Ya no estaba.
-¡JUN! ¡DESPIERTA! ¡JUN!-
-...Len...- Lo llamé, y mi voz me sonó completamente desconocida -...Len, Jun ya no puede...-
-¡JUN! ¡JUN!- Seguía gritando él, sacudiéndola una y otra vez
-Len... Ella ya...-
-¡DESPIERTA, HERMANA! ¡NO SEAS TONTA!-
PAF
No sé cómo, pero de alguna forma había sacado fuerzas de no sé dónde, y ahora Len se tocaba la mejilla, roja por la bofetada que acababa de recibir
-¡ESTÁ MUERTA, LEN!- Le grité, sujetándole ambas manos para que dejara de sacudirla -¡NO PUEDE RESPONDERTE, ESTÁ MUERTA!-
-No es cierto...- Su voz de pronto se apagó, hasta dejarla en un murmullo, mientras caía de rodillas a un lado de la cama –No es cierto, tonto...- Insistió él, al ver que yo no lo soltaba, y su voz sonó tan adolorida, tan agonizante, que por un segundo estuve a punto de soltarlo, para que siguiera llamando a su hermana, si eso lo hacía sentir mejor... Pero me abstuve, porque sabía que eso no era verdad
-Lo siento, Len...- Lo abracé, arrodillándome yo también frente a la cama –Lo siento tanto, tanto... Pero Jun ya no está aquí...-
-No es cierto...- Sus ojos dorados se hallaban ahora totalmente abiertos, y todo su cuerpo temblaba
-...Es verdad...- Lo abracé yo más fuerte, olvidando que él era Len Tao, y que era casi lo único en que pensaba todo el día...
Ahora abrazaba a mi hermano... Y él me devolvía el abrazo
0OoO00OoO00OoO00OoO00OoO00OoO00OoO0
Nada... Ya ven, eso era... Y aquí terminó la primera parte de esta saga, "Mi ángel de la guardia" Ahora viene la segunda parte, que se subirá en este mismo fic, "The crying game"
Perdónenme, enserio... Tengo tendencia a matar a los Tao (Mensaje subliminal: Truly, Madly, Deeply)
.:Ryuuro No Ren:.
