CAPÍTULO 8: TÚ DICES PATATA, YO DIGO...

Lucius estaba sentado en su estudio, delante de un ardiente fuego. Sorbía su brandy mientras una pequeña sonrisa jugueteaba a través de sus labios. Todos sus planes se estaban cumpliendo.

En realidad, habría preferido esperar otro año o algo así, pero Draco estaba volviéndose menos... flexible últimamente. Sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que su hijo heredase sus propiedades. Hasta entonces, haría lo que pensaba era mejor... o por lo menos, lo más ventajoso.

El pensamiento de un niño que llevara la herencia de ambas líneas, los Potter y los Malfoy. era embriagador, de hecho. Ambas familias eran totalmente antiguas y poderosas, y sabios en magia. Pero mientras que los Malfoys generalmente se movían detrás de los escenarios, los Potters eran de los que iban a la cabeza del ataque. Tímidos y retraídos no eran.

Criaría a este niño a su manera. Aún no había decidido si alejaría al niño (estaba seguro que sería un varón) de sus padres, especialmente de Potter, o no. Lucius había esperado que el Gryffindor hubiera dispuesto ya de Voldemort, pero no importaba. El destino de Harry Potter era derrotar a esa serpiente de ojos carmesí. El de Lucius Dimitri Malfoy era, ser al siguiente poder. Este niño, este ser nacido de odio, gobernaría el Mundo Mágico... y Lucius lo gobernaría a él.

*****

Severus abrió un ojo cuando sintió que algo rozaba a través de su mejilla.

-No recuerdo que fueras así de madrugadora cuando éramos estudiantes –comentó, mirando a Moria.

-He tenido mi té de esta mañana –sonrió ella-, aunque hubiera deseado algo más fuerte.

-¿Hablarás con Lucius temprano? –ante su asentimiento, Severus continuó-. Pensaba que podrías hacerlo cambiar de opinión.

-Eso no es sobre lo qué necesito hablarle –comentó ella-. Es de Harry.

-No me digas que `Perfecto Potter ´ ha encontrado un abogado en ti.

-Él está lejos de ser perfecto –replicó ella, dando un manotazo en su brazo. El hombre frunció el ceño mientras se volteaba y se incorporaba-. Y tomaré el papel de defensor de ambos. Necesitan a alguien. Y Merlín sabe que nadie más lo hará.

-Creo que Albus puede discrepar contigo – le recordó.

-Albus Dumbledore en un viejo intrigante que utilizará a cualquiera y lo que sea que necesite para ganar esta guerra –señaló Moria-. Tú más que nadie lo deberías de saber. Hablaré con Lucius sobre Harry. Si conozco a mi hermano tan bien como creo que lo hago, tan pronto como las noticias lleguen a ser públicas, realizará una gran fiesta. Lo qué Harry sabe de etiqueta mágica es abismal.

-Es un Gryffindor –resopló Severus-. Su etiqueta, mágica o de cualquier otro tipo, es abismal. Y el haber sido criado por Muggles, ciertamente no ayuda- la miró-. Piensas darle clases- no era una pregunta.

-Con algo de ayuda de Draco –asintió ella-, si no por otra razón, al menos por la memoria de Lily.

-Había olvidado que vosotras dos erais amigas –comentó Severus-. Podrías considerar contarle a Harry ese pequeño detalle. Podría ayudaros a ambos a avanzar.

Fue entonces que él notó que ya estaba vestida.

-¿Llevas rato levantada? – le preguntó.

-No mucho tiempo- contestó, besándolo suavemente-. Los elfos domésticos trajeron el desayuno. Está hechizado para que se mantenga caliente.

-Reunámonos en Hogsmeade el próximo fin de semana – le pidió Severus, tomando su mano.

-De acuerdo, el domingo –convino ella-. Mejor me voy antes que cambie de opinión- lo besó otra vez y luego salió de su dormitorio y de sus aposentos.

Saltando de la cama, Severus vistió una túnica y caminó hacia su salita. Se sirvió una taza de té y, mientras bebía, se preguntaba cuán extraña había llegado a ser su vida.

****

Lucius estaba sentado en el pequeño comedor cuando Moria regresó a la Mansión. La mujer se sirvió una taza de té y luego se sentó a su lado.

-Comenzaba a preguntarme si planeabas volver –comentó él tranquilamente.

-Cállate –le dijo ella-. Ya supere la edad de pedir permiso.

-Hace tiempo –murmuró él

- Y te agradecería que te mantuvieras alejado de esto.

-Delicada esta mañana –comentó él con ironía-. ¿Qué está mal? ¿No necesitas sacarlo de tu sistema?

-O quizá lo necesites tú –sonrió ella-. Podría compartir. Estoy segura que a Severus no le importaría- eso le consiguió un sonrisa. Luego, la mujer se giró con el rostro serio-. Necesito hablar contigo.

-¿Oh?

-Es sobre Harry – le explicó -.Y antes que vayas a enojarte, no es sobre el enlace.

-¿Entonces sobre qué es? –preguntó él.

-Harry necesita un profesor particular para nuestro mundo –apuntó Moria. Después de el enlace, te guste o no, para todos los intentos y propósitos, será un Malfoy-. No querrías que te avergonzara la primera vez que saliera en público, ¿verdad?

-Esto redundará en mi beneficio en cualquier caso –meditó-. De acuerdo. Haz lo que puedas antes del enlace. Veremos qué más necesita ser hecho después eso.

-Puede ser que también consideres llevar a Draco al Callejón Diagon para conseguir su ropa el sábado –sugirió Moria-. Planeo llevar a Harry el fin de semana siguiente. Los acompañaré a ambos a hacer algunas compras de Navidad el día después del inicio de las vacaciones escolares.

-¿Y todo lo demás? –preguntó Lucius.

-Me encargare –informó Moria-. Para el momento en que llegue el día del enlace, todo estará listo.

-Bien –Lucius sonrió-. No querrás decepcionarme.

Ella le sacó la lengua.

-Ve a amenazar a alguien que pueda realmente estar asustado de ti –le dijo ella.

Eso consiguió una risa ahogada de él.

-Sé que te ocuparás de todo –comentó. Terminó su té y se puso de pie-. Tengo algunas cosas que hacer- finalizó, besando su mejilla antes de salir del comedor.

******

Harry estaba sentado ante una mesa en una zona poco concurrida de la biblioteca cuando Draco lo encontró. Se sorprendió cuando el rubio se sentó y comenzó a levantarse, pero Draco lo detuvo.

-No te vayas –pidió-.Solo quiero hablar.

-Pues habla – replicó Harry.

-Solo quiero que sepas que no estoy de acuerdo con mi padre sobre este... este enlace – confesó Draco-. No sabía nada sobre ello hasta que lo anunció en la oficina de Dumbledore.

-Eso es lo que dijo tu tía el sábado por la noche, después que te fuiste– comentó Harry-.¿Si no lo querías, por qué aceptaste?

Mi padre es un hombre muy poderos y un mago muy poderoso –explicó Draco-. No soy lo bastante fuerte para ir contra él, por lo menos no todavía. Algún día, pienso, lo seré- miró a Harry-. ¿Le has contado a tu padrino sobre lo qué está sucediendo?

Harry sacudió su cabeza.

-Si lo hiciera, iría tras tu padre –comentó-. Terminaría muerto o volvería a Azkaban.

-Harry, sé que no te gusto –dijo Draco-, pero vamos a necesitarnos uno al otro para poder pasar por esto. Sería mejor para ambos.

-Un frente unido, quieres decir –tanteó Harry.

-Exactamente –dijo Draco-. No podemos detener el enlace ni el embarazo, pero podemos decidir el resto de nuestro futuro.

-¿Como cómo viviremos después del enlace y cómo criaremos a nuestro niño? –preguntó Harry. Hasta ese momento, no se había dado cuenta que Draco había estado pensando las mismas cosas que él.

Para el momento en que el bebé nazca, seremos legalmente adultos – explicó Draco-. Mientras estemos juntos, no podrán hacer nada.

Las adolescencias se sonrieron el uno al otro.

-Muy Slytherin de tu parte –comentó Harry.

-Si hay una cosa que ser hijo de mi padre me ha enseñado, es cómo conseguir lo que quiero –dijo Draco. -Tendrá que ser hecho sutilmente para que mi padre no se de cuenta de qué está sucediendo hasta que sea demasiado tarde.

-¿Qué sobre tu tía Moria? –preguntó Harry. -¿Ella nos ayudará?

-Pienso que si –contestó Draco-. Está en contra del enlace pero tampoco puede hacer nada. Sin embargo, le ha dejado saber a mi padre exactamente cómo se siente. Está tratando de evitar que todo se vaya por la borda.

-¿Por la borda?

-Si mi padre pensara que puede manejarlo, nuestro enlace sería el punto culminante de la estación social.

Ambos muchachos se estremecieron ante ese pensamiento.

-Creo que no podremos ocultar esto por siempre –comentó Harry-, especialmente después de que yo... tú sabes, comience a parecer como....

-La palabra es embarazado- sonrió Draco.

-Sé cuál es la palabra –Harry frunció el ceño-. Sólo que tengo problemas para usarla cuando estoy hablando de mi mismo. Como decía, deseo ocultarlo mientras podamos. Podremos hacer control de daños cuando salga a la luz.

-¿No sería mejor si lo anunciáramos nosotros mismos? –preguntó Draco-. De esa manera, tendríamos algo que decir en lo que.... se.....¿Qué estoy pensando? En un minuto cualquier reportero meterá sus pequeñas manos codiciosas en esto, será libre para todos, sin importar quién lo anuncie.

-Lo sé – Harry suspiró-. No va a ser fácil, ¿verdad?

-No durante mucho tiempo –concedió Draco con un suspiro en respuesta-.Un tiempo muy largo.

Ninguno de los adolescentes habló durante un buen rato. Lo qué ni uno ni otro notaron, fue el par de ojos que los miraban.

Cuando Draco regresó a su cuarto, vio la lechuza de su padre sentada en el espaldar de su silla de escritorio. Tomando la nota de su pata, Draco dio a la lechuza una chuchería y un poco de agua, antes de enviarla de regreso, luego se sentó en su cama y abrió su carta.

Draco,

En mi visita este sábado, iremos al callejón Diagon. En ese tiempo, elegiremos tus trajes para la ceremonia y seleccionaremos el anillo que darás a tu compañero durante la misma. También cenaremos en el Tea room. Vístete apropiadamente. Te recogeré a las dos de la tarde. Tu tía hará el mismo viaje el fin de semana siguiente.

Padre.´

"¿Mi compañero?", pensó Draco. "¿Ni siquiera puedes decir su nombre, padre?" Se rió entre dientes. Para el momento en que todo fuera dicho y hecho, su padre no sabría qué lo había golpeado.

*****

Harry, Ron y Hermione se habían sentado cuando apareció Hedwig. Harry tomó la nota unida a su pata y le dio un pedazo de tocino. Ella lo pellizcó y luego voló juguetonamente fuera del Gran Comedor.

-¿De quién es esa nota? –preguntó Hermione.

-Bien, como verás, no la he abierto todavía –contestó Harry. Ron sólo frunció el ceño, mientras su amigo desenrollaba el pergamino.

`Harry

No te preocupes por la nota. Es un hechizo que solamente tu puedes leer. Padre me va a llevar al callejón Diagon este fin de semana para adquirir mis trajes para la ceremonia. Mencionó que tía Moria se tomará el fin de semana siguiente. Necesito saber si prefieres un anillo o una pulsera como símbolo del enlace. Preferiría una pulsera, pero podemos hacer los anillos si te gustan más. Si puedes, reúnete conmigo mañana en la biblioteca, en el mismo lugar.



-¿Bien? –preguntó Ron.

-No es nada importante –comentó Harry–. Sólo alguna información que Dumbledore quiere que averigüe.

¿Cómo un proyecto misterioso? –preguntó Hermione.

-Sí –afirmó Harry-, y no, todavía no puedo deciros sobre ello. Sabéis que si pudiera lo haría. ¿No lo hago siempre?..... Bueno, casi siempre. Vamos. Tenemos Pociones esta mañana -acabaron rápidamente su desayuno y se dirigieron hacia clase.

Continuará...

Chic@s aquí está el capítulo de esta semana. Por favor pasar a leer nuestra nueva traducción Unnecessary Changes que os aseguramos que es muy divertida. Hasta el viernes

Azalea: Muchas gracias por tus palabras y tu respeto, lo agradecemos de veras. Creemos que llevas razón el lo que nuestro único enemigo somos nosotros mismos pero por suerte en momentos como este todos nos demostramos que la mayoría de las personas merecemos la pene y que solo hay unos pocos desalmados. Gracias por leernos. Besos

Paola: Gracias por decirnos, le echaremos un vistazo para ver que tal es. Nos vemos el viernes

Txiri: hola guapetona, su tía es muy buena y se está currando la confianza de Harry. Por suerte el día de la boda solo estarán los que se queden en Hogwarts para navidad. Besitos