Capítulo 11: Camino a la capilla
El día de la ceremonia de enlace amaneció claro y brillante. Harry había esperado que fuera gris y nublado; hubiera estado a juego con su humor. Eran un poco después de la siete y estaba sentado al lado de la ventana, observando elevarse el sol. En apenas doce horas, estaría casándose con Draco. Mañana a esta hora, probablemente estaría embarazado.
Se encogió. Eso era algo que no se había permitido pensar, mientras todo esto estaba pasando. Incluso cuando Draco y él habían visitado sus nuevos aposentos, ninguno de los dos había entrado en el cuarto de niños. En un acuerdo no hablado, habían decidido no plantear el tema hasta que estuvieran allí.
Los últimos dos días habían sido muy ocupados, aunque Moria se había encargado de todo y ellos no tuvieron casi nada que ver con el enlace. Los dos muchachos se habían encargado de ayudar a los estudiantes más jóvenes a prepararse para las Navidades. Estuvieron envolviendo, y decorando y jugando, haciendo todo aquello que mantuviera a las jóvenes mentes lejos del hecho de que no podrían ir a casa y a las mentes de Draco y Harry lejos del enlace. Hubo un breve ensayo con el Director, pero duró menos de una hora.
Harry escuchó un breve crujido de túnicas detrás de él pero no se volteó. Sabía que el único que podría estar ahí era Dumbledore.
-Harry.
Tenía razón.
-Hola, Director- saludó Harry sin girarse.
-Madrugaste esta mañana- comento Dumbledore.
-Acostumbro a hacerlo- replicó Harry, girándose al fin para mirar al hombre.
-No es demasiado tarde para cancelar todo, Harry- sugirió Dumbledore-. Nadie te culparía si lo hicieras.
-¿Puede garantizar la seguridad de Severus y Remus si lo hago?- preguntó Harry-. Quiero decir, incluso si estuvieran aquí en la escuela, ¿podría asegurarme que no serían capturados?
-Si estuvieran aquí estarían seguros, pero no, no podría garantizarte eso- confesó, sacudiendo la cabeza-. Y algo me dice que Lucius tiene una persona en el lugar, en el caso de que algo ocurra.
-Entonces no podría dudar- murmuró Harry-. Director, ¿esto siempre pasará?
-¿Qué pasará?
-¿Nunca podré decidir sobre mi propia vida?- preguntó Harry-. Desde que recuerdo, alguien más ha llevado el control de mi vida. Usted, Voldemort, los Dursley, Lucius Malfoy. Hay veces que desearía que Voldemort me hubiera matado cuando mató a mis padres y yo no tendría que vivir de acuerdo con las expectativas de nadie. No tendría que ser el maldito Niño-Que-Vivió.
Harry se levantó y comenzó a pasear.
-Estoy tan cansado de vivir a la altura de un nombre- despotricó, corriendo sus dedos a través de su pelo-. Saca buenas notas en la escuela porque cómo podrás derrotar a Voldemort si no aprendes todo. No rompas las reglas porque el Niño-Que-Vivió sólo puede seguir las leyes. No seas amigo de los Slytherin porque nadie sabe si son Mortífagos en entrenamiento. No dejes que nadie se te acerque, porque Voldemort puede usarlos contra ti.
Tengo que enlazarme cuando no quiero y tener un bebé con alguien cuando preferiría no tenerlo, para proteger a alguien que nunca lo sabrá y no lo entendería si lo supiera. Cuando Sirius y Remus salgan de esto, y no tengo dudas de que lo harán, yo podría perderlos. No sé que los enloquecería más, si el hecho de que esté enlazado con Draco o el hecho de que lo hice para salvarlos. Ellos son lo más cercano a una familia que tengo y probablemente los perderé después de esto, pero estarán a salvo.....al menos de Lucius
Las lágrimas corrían por el rostro de Harry.
-¿Nunca seré dueño de mi vida?- preguntó-. ¿Nunca podré decidir lo que puedo hacer.....lo que quiero hacer?
-Lo lamento tanto, Harry- susurró Dumbledore. Caminó hacia él y abrazó al adolescente mientras lloraba-. Desearía poder hacer algo mejor por ti. De verdad.
Harry lloró durante unos minutos antes de comenzar a calmarse. El Director le pasó un pañuelo y él se limpió el rostro.
-Lo lamento, señor- se disculpó-. No lo culpo, no por todo al menos. Ni siquiera un mago tan grande como usted puede saber todo y usted no es un adivino.
-Gracias por eso- Dumbledore sonrió-. En cuanto a Sirius y Remus, sí, se sentirán alterados y enojados cuando se enteren de esto y de la razón detrás de ello, pero dudo que los pierdas. Te aman demasiado para dejarte ir. Por lo que valga, creo que deberías decírselo y mientras más pronto, mejor. Estarán más disgustados si lo escuchan de alguien más.
-Tiene razón- aceptó Harry-. Les escribiré cuando las cosas se estabilicen. También voy a tener que contarles a los demás.......lo del enlace, quiero decir. Pero no tienen que saber por qué estoy haciéndolo.
-Tú y Draco tendrán que inventar una historia creíble- comentó Dumbledore.
-Quizás. Yo sólo diré que estoy embarazado y decidimos convertirme en un hombre honesto- Harry sonrió-. Que tuvimos un tórrido romance y éste fue demasiado lejos.
-Y si les dices que fue un accidente de Pociones- sugirió Dumbledore-. Podrían creerlo.
-O un hechizo mal hecho.
-O un enlace accidental- para entonces, ambos sonreían.
-Por qué no te vistes y bajas a desayunar- lo animó Dumbledore-. Tienes un gran día por delante y necesitas alimentarte.
-Bien- convino Harry-. Bajare en unos treinta minutos.
Dumbledore le dio un último abrazo y salió de la habitación.
****
Después de terminar su aseo matinal y vestirse, se dirigió hacia el Gran Comedor. Se sentó al lado de Draco, quien acababa de llegar. Casi no hablaron mientras llenaban sus platos y empezaban a comer. Casi habían acabado cuando Draco se inclinó sobre Harry.
-¿Nervioso?- preguntó.
-Sí- contestó Harry-. ¿Tú?
-Sí- admitió el rubio-. ¿Alguna idea?
-¿Además de arrepentirnos de esto y terminar posiblemente heridos o muertos?- preguntó el moreno y el Slytherin asintió-. Ninguna.
-Yo tampoco- confesó Draco.
Ambos chicos suspiraron. En ese preciso momento, apareció Moria y se sentó frente a ellos.
-Buenos días- sonrió-. ¿Cómo se sienten hoy?
-Bien- contestaron al unísono.
-Que bueno- replicó la mujer, sin estar realmente convencida de creerles pero dejándolo pasar-. Draco, tu padre estará aquí a las seis. Te ayudará a estar listo mientras yo ayudo a Harry.
-Oh, encantador- comentó Harry sin mucho entusiasmo.
-Después de la ceremonia, cenaremos aquí- continuó Moria.
-¿Y qué sobre nuestras túnicas?- preguntó Draco.
-Sólo digan que van a una fiesta- dijo Moria-. Ustedes pueden decidir cuándo partir.
Draco y Harry solo se miraron. Ninguno de los dos querían pensar sobre 'eso' justo ahora.
Una vez terminado el desayuno, los chicos dejaron el Gran Comedor. Caminando por el pasillo, vieron un nicho donde podían sentarse. Durante un largo rato, ninguno dijo nada. Fue Draco quien finalmente rompió el silencio.
-Podemos hacer que funcione, lo sabes- murmuró-. Este enlace, podemos lograr que funcione.
-No tenemos elección.
-Siempre hay elección. Recuerda el frente unido. En mi familia, los matrimonios arreglados no son nada nuevo. Algunos terminaron amándose uno al otro y otros, como mis padres, nunca llegaron a ser ni siquiera amigos.
-¿Ellos no se gustaban?- preguntó Harry.
-No se soportaban- Draco bufó-. Durmieron juntos apenas lo suficiente como para concebirme. Aparte de eso, tenían habitaciones separadas en zonas separadas de la Mansión.
-¿Y cuando ella murió?
-Él ni siquiera derramó una lágrima- contestó el rubio-. Oh, actuó la parte del esposo afligido por una semana, pero luego regresó a sus asuntos habituales.
-¿Y tú?- insistió Harry-.¿Derramaste lágrimas?
-Unas cuantas- se encogió de hombros-. Ella me dio a luz pero en realidad nunca fue una madre para mí. Hasta mi padre se preocupaba más por mí que ella. Tenía el nombre Malfoy, la posición Malfoy y el dinero Malfoy. Era todo lo que le importaba. Se casó con mi padre porque debía hacerlo. Me tuvo a mí porque debía hacerlo. Al hacerlo alcanzó todo lo que deseaba.
-Debió ser muy difícil para ti- susurró Harry.
-La mayoría de mis conocidos crecieron de la misma manera- explicó Draco-. No es inusual en las familias de sangre pura. Siempre supe que mi padre elegiría con quien debería casarme. Sólo que siempre supuse que sería una mujer.
-Yo también pensaba que me casaría con una mujer- comentó Harry-, pero también me.....me gusta la idea de casarme contigo.
-A mi también me gusta- admitió Draco. Se movió y se sentó al lado del otro muchacho-. Haremos que funcione- deslizó un brazo alrededor de Harry y lo acercó más.
-Sí, haremos que funcione- convino Harry, inclinándose contra Draco.
*****
A las tres de la tarde, Moria encontró a los muchachos jugando snap explosivo con otros chicos en el Vestíbulo. Jalándolos, los envió a sus habitaciones para descansar hasta que fuera la hora. Ninguno de los dos pensaban que podrían dormir y así se lo hicieron saber a la mujer. Ella les contestó que sólo tenían que acostarse y relajarse antes que todo comenzara. Con un suspiro, se encaminaron a sus dormitorios.
Draco acababa de llegar a la sala común de Slytherin cuando Severus lo encontró. Entraron juntos a la habitación.
-Dejé la poción de fertilidad al lado de la cama en sus aposentos- informó Severus-, junto con otros dos recipientes. Uno es azul. Potter debe tomarlo al menos treinta minutos antes de que tenga lugar el intercambio. El recipiente transparente es un lubricante que les facilitará las cosas. El recipiente púrpura es un afrodisiaco suave. Es para ambos. Incluso con la hormonas adolescentes en funcionamiento, podría ayudar a medida que transcurra la noche.
-También una buena botella de brandy –sonrió Draco.
-Sí, pero el afrodisiaco no interferirá con la poción de fertilidad como el alcohol lo hace –le informó Severus.
-Supongo que significa que no nos emborracharemos esta noche –comentó Draco- . Lástima. Nos ayudaría a olvidarnos de que ni uno ni el otro queremos este enlace.
-Draco, si hubiera algo que pudiera hacer, sabes que lo haría –dijo Severus.
-Lo sé, tío Severus –le aseguró Draco, dándole una pequeña sonrisa-. Sólo se un poco agradable con Harry, Si te es posible. Algo me dice que vamos a necesitar tu ayuda más tarde.
-Haré lo posible – aceptó Severus, devolviéndole la sonrisa-. Vamos. Te veré en la ceremonia-. Draco asintió y caminó hacia su dormitorio.
****
Harry miro alrededor del dormitorio vacío. Todas sus cosas, excepto lo que necesitaría tener listo para la ceremonia, habían sido llevadas ya a su..... sus nuevos aposentos. Con un suspiro, subió en su cama y se tendió. El resto de este día sería muy largo.
****
Draco estaba sorbiendo una taza de té cuando su puerta se abrió y entró su padre.
-Hola, padre –saludó-. ¿Te apetece algo de té?- Lucius asintió y Draco le sirvió una taza.
-¿Cómo te sientes hoy, mi dragón? –preguntó Lucius mientras se sentaba.
-Como se esperaría en tu día de enlace –respondió Draco.
-Comprensible –musitó Lucius-. Todos se ponen nerviosos el día de su boda, incluso si es un matrimonio arreglado.
-¿Incluso tú?
-Incluso yo –admitió Lucius-. Tu madre era varios años más joven que yo, así que realmente no tuve oportunidad de familiarizarme con ella antes de que nos casáramos. Aunque no creo que hubiera habido mucha diferencia en nuestra relación, aparte de descubrir mucho antes que no podíamos soportarnos.
-Por lo menos Harry y yo podemos estar en el mismo cuarto sin golpearnos – comentó Draco.
-¿Se están enamorando? –preguntó Lucius, inclinándose hacia adelante. Eso no podía suceder. Arruinaría sus planes.
-Por supuesto que no – replicó Draco, esperando que su padre creyera esa mentira-. Ninguno de nosotros queremos este enlace y dudo mucho que él pudiera amar a alguien en estas circunstancias. No, algo me dice que nuestra unión será algo así como la tuya- tomó un sorbo de su té intentando ocultar sus verdaderos sentimientos.
-Entiendo –dijo Lucius. Internamente, sonreía. Sus planes estaban saliendo absolutamente bien.
****
-Hora de despertar, Harry.
Harry abrió lentamente los ojos. Alcanzó sus gafas. La forma borrosa que estaba de pie sobre él se transformó en Moria cuando se las puso. Bostezó, se estiró y se incorporó.
-No puedo creer que me durmiera –murmuró. Cogió su túnica y se la echó encima.
-Yo sí –sonrió ella-.Traje té. Por qué no tomamos una taza y luego puedes prepararte- Harry asintió y la siguió hasta la mesa. Se sentaron por algunos minutos mientras bebían en silencio-. Harry, sabes que Draco se preocupa mucho por ti- comentó Moria finalmente.
-Yo también me preocupo por él -admitió Harry-. ¿Sus padres realmente se odiaban?
-Y mucho. Narcissa Black nunca fue una mujer fácil con nadie. Sólo se preocupaba por una persona y esa era Narcissa.
Harry miró a Moria con los ojos de par en par.
-¿Su apellido de soltera era Black? –interrogó-. ¿Estaba relacionada con Sirius?
-Primos. No me sorprende que él nunca te lo dijera. Se odiaron tanto como ella odió a Lucius, si no más- bajó su taza-. Termina tu té – lo animó-. Es hora de prepararte.
****
La sala que se iba a utilizar para la ceremonia estaba adornada con buen gusto. Había sillas para los tres invitados. Varias clases de flores estaban dispersas alrededor del cuarto y la única luz provenía de múltiples velas encendidas. Una suave música sonaba desde una fuente no vista. Severus y Dumbledore ya se encontraban allí cuando la puerta se abrió y entraron Lucius y Draco, seguidos un minuto más tarde por Moria y Harry. Dumbledore despejó tranquilamente su garganta, consiguiendo la atención de todos.
-Puesto que todos están aquí, podemos comenzar –declaró. Caminó al frente del cuarto e indicó a Harry y Draco que tomaran sus lugares. Una vez que estuvieron en su sitio, la ceremonia comenzó.
-Estamos aquí reunidos hoy para atestiguar el enlace de Draco Octavian Malfoy y Harry James Potter. El enlace es la unión de dos que nunca se separarán en esta vida. Draco, repite después de mí.
Yo, Draco, te tomo, Harry,
Para ser mi cónyuge vinculado,
Para ser uno conmigo,
Para compartir todo contigo,
Permaneciendo juntos contra todos los demás,
Por el resto de nuestras vidas
Yo, Harry, te tomo, Draco,
Para ser mi cónyuge vinculado,
Para ser uno conmigo,
Para compartir todo contigo,
Permaneciendo juntos contra todos los demás,
Por el resto de nuestras vidas
-¿Dónde tienen los brazaletes? – preguntó Dumbledore-. Lucius y Moria los sacaron y las deslizaron sobre la varita de Dumbledore.
-Draco, toma el brazalete y deslízalo sobre la muñeca izquierda de Harry y repite después de mí- le pidió Dumbledore.
Harry, acepta este brazalete como símbolo de nuestro enlace, para nunca ser quitado excepto en la muerte- Draco deslizó la joya en la muñeca de Harry.
Draco, acepta este brazalete como símbolo de nuestro enlace, para nunca ser quitado excepto en la muerte- Harry imitó a Draco.
-Si pudieran unir los brazaletes –mandó Dumbledore. Los adolescentes colocaron sus muñecas una al lado de la otra. El Director las tocó con su varita y susurró un hechizo en voz baja. Los brazaletes brillaron intensamente por algunos segundos y luego volvieron a la normalidad.
-Como ambos han repetido sus votos e intercambiado símbolos de su enlace, por el poder de Merlín, los declaro marido y marido, debidamente enlazados- dijo el anciano mago con una pequeña sonrisa-. Ahora pueden sellar el enlace con un beso.
Los dos se besaron brevemente, más como demostración que por otra cosa. Hubo un momento de silencio antes de que Moria hablara.
-Una ceremonia encantadora –sonrió.
-De hecho –convino Lucius-. No habría esperado nada menos.
Harry quiso decirle lo que él habría esperado pero decidió mantener la boca cerrada. Draco tomó su mano y la oprimió suavemente en señal de apoyo.
-Y ahora, creo que en el Gran Comedor nos espera un pequeño festín- invitó Dumbledore-. ¿Por qué no vamos a la fiesta?
-¿Por qué no se adelantan?- sugirió Draco-. Harry y yo los alcanzaremos en unos minutos.
Los demás estuvieron de acuerdo y los dejaron solos en la habitación. Una vez se hubieron ido, Draco tomó a Harry en sus brazos.
-¿Qué te parece un beso como debe ser?- insinuó.
-Una muy buena idea- Harry sonrió y se unieron aún más.
*****
Una vez fuera de la habitación y mientras se dirigían hacia el Gran Comedor, Lucius miró a Severus.
-¿Está listo tu.....obsequio de bodas?- preguntó.
-Lo está- Severus asintió-. Esta tarde se lo entregué a Draco y le di las instrucciones sobre su uso. Todo se hará como deseas.
-Excelente- replicó Lucius, una pequeña sonrisa cruzando sus labios-. Pronto, todos tendremos lo que deseamos.
-Especialmente tú, hermano- puntualizó Moria. Lucius sólo sonrió.
-Deberías ser cauteloso, Lucius- sugirió Dumbledore-. A veces, puede haber un mundo de diferencia entre lo que se desea y lo que se obtiene.
-No esta vez- contestó Lucius-. Esta vez conseguiré lo que deseo. Me aseguraré de ello.
-Oh, no tengo duda de que harás cualquier cosa para lograrlo- dijo Dumbledore. Sus ojos brillaban resplandecientes.
-¿Por qué será que esas palabras, saliendo de esa boca, me asustan a muerte?- susurró Moria a Severus.
-Porque siempre fuiste más inteligente que tu hermano para situaciones como esta- contestó Severus-. Algo me dice que este pequeño esquema de Lucius va a golpearlo en el trasero antes que todo haya sido dicho y hecho.
-Y nosotros estaremos en primera fila cuando eso ocurra- sonrió Moria mientras deslizaba su brazo por el de él.
-De hecho.
Continuará....
Hola a tod@s. Esperamos que disfruten de este capítulo y que pasen a leer nuestras nuevas traducciones Atracción Magnética y Una Graduación Para Recordar. Besos a tod@s
Gala Snape: nos alegra que te guste. Gracias por lo que nos toca *Ali y María sonrojadas*, procuramos hacerlo lo mejor que podemos, también le daremos a la autora tu opinión. Besos
Maggie: nos alegra mucho que te encante, esperamos que lo siga haciendo. Besitos
Txiri: nos alegra que te gusten nuestras traducciones. Como habrás visto la boda ha sido en este capítulo y de momento se quedarán en Hogwarts pero sobre los amigon aún no te podemos decir nada pues te desvelaríamos muchas cosas importantes. Besos amiguita
Murtilla: Mmm, yo también quiero un baño así jejeje. Esto ha avanzado de golpe como verás y el próximo es la noche de bodas...que pasará...Besitos
Azalea: Si estarán juntos contra todo y muy pronto empezarán a salir los sentimientos a la vista. Sev y Moria aparte de recibir de lleno todas las bromas de Harry y Draco, serán muy importantes para ellos. Besitos y hasta el viernes
El día de la ceremonia de enlace amaneció claro y brillante. Harry había esperado que fuera gris y nublado; hubiera estado a juego con su humor. Eran un poco después de la siete y estaba sentado al lado de la ventana, observando elevarse el sol. En apenas doce horas, estaría casándose con Draco. Mañana a esta hora, probablemente estaría embarazado.
Se encogió. Eso era algo que no se había permitido pensar, mientras todo esto estaba pasando. Incluso cuando Draco y él habían visitado sus nuevos aposentos, ninguno de los dos había entrado en el cuarto de niños. En un acuerdo no hablado, habían decidido no plantear el tema hasta que estuvieran allí.
Los últimos dos días habían sido muy ocupados, aunque Moria se había encargado de todo y ellos no tuvieron casi nada que ver con el enlace. Los dos muchachos se habían encargado de ayudar a los estudiantes más jóvenes a prepararse para las Navidades. Estuvieron envolviendo, y decorando y jugando, haciendo todo aquello que mantuviera a las jóvenes mentes lejos del hecho de que no podrían ir a casa y a las mentes de Draco y Harry lejos del enlace. Hubo un breve ensayo con el Director, pero duró menos de una hora.
Harry escuchó un breve crujido de túnicas detrás de él pero no se volteó. Sabía que el único que podría estar ahí era Dumbledore.
-Harry.
Tenía razón.
-Hola, Director- saludó Harry sin girarse.
-Madrugaste esta mañana- comento Dumbledore.
-Acostumbro a hacerlo- replicó Harry, girándose al fin para mirar al hombre.
-No es demasiado tarde para cancelar todo, Harry- sugirió Dumbledore-. Nadie te culparía si lo hicieras.
-¿Puede garantizar la seguridad de Severus y Remus si lo hago?- preguntó Harry-. Quiero decir, incluso si estuvieran aquí en la escuela, ¿podría asegurarme que no serían capturados?
-Si estuvieran aquí estarían seguros, pero no, no podría garantizarte eso- confesó, sacudiendo la cabeza-. Y algo me dice que Lucius tiene una persona en el lugar, en el caso de que algo ocurra.
-Entonces no podría dudar- murmuró Harry-. Director, ¿esto siempre pasará?
-¿Qué pasará?
-¿Nunca podré decidir sobre mi propia vida?- preguntó Harry-. Desde que recuerdo, alguien más ha llevado el control de mi vida. Usted, Voldemort, los Dursley, Lucius Malfoy. Hay veces que desearía que Voldemort me hubiera matado cuando mató a mis padres y yo no tendría que vivir de acuerdo con las expectativas de nadie. No tendría que ser el maldito Niño-Que-Vivió.
Harry se levantó y comenzó a pasear.
-Estoy tan cansado de vivir a la altura de un nombre- despotricó, corriendo sus dedos a través de su pelo-. Saca buenas notas en la escuela porque cómo podrás derrotar a Voldemort si no aprendes todo. No rompas las reglas porque el Niño-Que-Vivió sólo puede seguir las leyes. No seas amigo de los Slytherin porque nadie sabe si son Mortífagos en entrenamiento. No dejes que nadie se te acerque, porque Voldemort puede usarlos contra ti.
Tengo que enlazarme cuando no quiero y tener un bebé con alguien cuando preferiría no tenerlo, para proteger a alguien que nunca lo sabrá y no lo entendería si lo supiera. Cuando Sirius y Remus salgan de esto, y no tengo dudas de que lo harán, yo podría perderlos. No sé que los enloquecería más, si el hecho de que esté enlazado con Draco o el hecho de que lo hice para salvarlos. Ellos son lo más cercano a una familia que tengo y probablemente los perderé después de esto, pero estarán a salvo.....al menos de Lucius
Las lágrimas corrían por el rostro de Harry.
-¿Nunca seré dueño de mi vida?- preguntó-. ¿Nunca podré decidir lo que puedo hacer.....lo que quiero hacer?
-Lo lamento tanto, Harry- susurró Dumbledore. Caminó hacia él y abrazó al adolescente mientras lloraba-. Desearía poder hacer algo mejor por ti. De verdad.
Harry lloró durante unos minutos antes de comenzar a calmarse. El Director le pasó un pañuelo y él se limpió el rostro.
-Lo lamento, señor- se disculpó-. No lo culpo, no por todo al menos. Ni siquiera un mago tan grande como usted puede saber todo y usted no es un adivino.
-Gracias por eso- Dumbledore sonrió-. En cuanto a Sirius y Remus, sí, se sentirán alterados y enojados cuando se enteren de esto y de la razón detrás de ello, pero dudo que los pierdas. Te aman demasiado para dejarte ir. Por lo que valga, creo que deberías decírselo y mientras más pronto, mejor. Estarán más disgustados si lo escuchan de alguien más.
-Tiene razón- aceptó Harry-. Les escribiré cuando las cosas se estabilicen. También voy a tener que contarles a los demás.......lo del enlace, quiero decir. Pero no tienen que saber por qué estoy haciéndolo.
-Tú y Draco tendrán que inventar una historia creíble- comentó Dumbledore.
-Quizás. Yo sólo diré que estoy embarazado y decidimos convertirme en un hombre honesto- Harry sonrió-. Que tuvimos un tórrido romance y éste fue demasiado lejos.
-Y si les dices que fue un accidente de Pociones- sugirió Dumbledore-. Podrían creerlo.
-O un hechizo mal hecho.
-O un enlace accidental- para entonces, ambos sonreían.
-Por qué no te vistes y bajas a desayunar- lo animó Dumbledore-. Tienes un gran día por delante y necesitas alimentarte.
-Bien- convino Harry-. Bajare en unos treinta minutos.
Dumbledore le dio un último abrazo y salió de la habitación.
****
Después de terminar su aseo matinal y vestirse, se dirigió hacia el Gran Comedor. Se sentó al lado de Draco, quien acababa de llegar. Casi no hablaron mientras llenaban sus platos y empezaban a comer. Casi habían acabado cuando Draco se inclinó sobre Harry.
-¿Nervioso?- preguntó.
-Sí- contestó Harry-. ¿Tú?
-Sí- admitió el rubio-. ¿Alguna idea?
-¿Además de arrepentirnos de esto y terminar posiblemente heridos o muertos?- preguntó el moreno y el Slytherin asintió-. Ninguna.
-Yo tampoco- confesó Draco.
Ambos chicos suspiraron. En ese preciso momento, apareció Moria y se sentó frente a ellos.
-Buenos días- sonrió-. ¿Cómo se sienten hoy?
-Bien- contestaron al unísono.
-Que bueno- replicó la mujer, sin estar realmente convencida de creerles pero dejándolo pasar-. Draco, tu padre estará aquí a las seis. Te ayudará a estar listo mientras yo ayudo a Harry.
-Oh, encantador- comentó Harry sin mucho entusiasmo.
-Después de la ceremonia, cenaremos aquí- continuó Moria.
-¿Y qué sobre nuestras túnicas?- preguntó Draco.
-Sólo digan que van a una fiesta- dijo Moria-. Ustedes pueden decidir cuándo partir.
Draco y Harry solo se miraron. Ninguno de los dos querían pensar sobre 'eso' justo ahora.
Una vez terminado el desayuno, los chicos dejaron el Gran Comedor. Caminando por el pasillo, vieron un nicho donde podían sentarse. Durante un largo rato, ninguno dijo nada. Fue Draco quien finalmente rompió el silencio.
-Podemos hacer que funcione, lo sabes- murmuró-. Este enlace, podemos lograr que funcione.
-No tenemos elección.
-Siempre hay elección. Recuerda el frente unido. En mi familia, los matrimonios arreglados no son nada nuevo. Algunos terminaron amándose uno al otro y otros, como mis padres, nunca llegaron a ser ni siquiera amigos.
-¿Ellos no se gustaban?- preguntó Harry.
-No se soportaban- Draco bufó-. Durmieron juntos apenas lo suficiente como para concebirme. Aparte de eso, tenían habitaciones separadas en zonas separadas de la Mansión.
-¿Y cuando ella murió?
-Él ni siquiera derramó una lágrima- contestó el rubio-. Oh, actuó la parte del esposo afligido por una semana, pero luego regresó a sus asuntos habituales.
-¿Y tú?- insistió Harry-.¿Derramaste lágrimas?
-Unas cuantas- se encogió de hombros-. Ella me dio a luz pero en realidad nunca fue una madre para mí. Hasta mi padre se preocupaba más por mí que ella. Tenía el nombre Malfoy, la posición Malfoy y el dinero Malfoy. Era todo lo que le importaba. Se casó con mi padre porque debía hacerlo. Me tuvo a mí porque debía hacerlo. Al hacerlo alcanzó todo lo que deseaba.
-Debió ser muy difícil para ti- susurró Harry.
-La mayoría de mis conocidos crecieron de la misma manera- explicó Draco-. No es inusual en las familias de sangre pura. Siempre supe que mi padre elegiría con quien debería casarme. Sólo que siempre supuse que sería una mujer.
-Yo también pensaba que me casaría con una mujer- comentó Harry-, pero también me.....me gusta la idea de casarme contigo.
-A mi también me gusta- admitió Draco. Se movió y se sentó al lado del otro muchacho-. Haremos que funcione- deslizó un brazo alrededor de Harry y lo acercó más.
-Sí, haremos que funcione- convino Harry, inclinándose contra Draco.
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A las tres de la tarde, Moria encontró a los muchachos jugando snap explosivo con otros chicos en el Vestíbulo. Jalándolos, los envió a sus habitaciones para descansar hasta que fuera la hora. Ninguno de los dos pensaban que podrían dormir y así se lo hicieron saber a la mujer. Ella les contestó que sólo tenían que acostarse y relajarse antes que todo comenzara. Con un suspiro, se encaminaron a sus dormitorios.
Draco acababa de llegar a la sala común de Slytherin cuando Severus lo encontró. Entraron juntos a la habitación.
-Dejé la poción de fertilidad al lado de la cama en sus aposentos- informó Severus-, junto con otros dos recipientes. Uno es azul. Potter debe tomarlo al menos treinta minutos antes de que tenga lugar el intercambio. El recipiente transparente es un lubricante que les facilitará las cosas. El recipiente púrpura es un afrodisiaco suave. Es para ambos. Incluso con la hormonas adolescentes en funcionamiento, podría ayudar a medida que transcurra la noche.
-También una buena botella de brandy –sonrió Draco.
-Sí, pero el afrodisiaco no interferirá con la poción de fertilidad como el alcohol lo hace –le informó Severus.
-Supongo que significa que no nos emborracharemos esta noche –comentó Draco- . Lástima. Nos ayudaría a olvidarnos de que ni uno ni el otro queremos este enlace.
-Draco, si hubiera algo que pudiera hacer, sabes que lo haría –dijo Severus.
-Lo sé, tío Severus –le aseguró Draco, dándole una pequeña sonrisa-. Sólo se un poco agradable con Harry, Si te es posible. Algo me dice que vamos a necesitar tu ayuda más tarde.
-Haré lo posible – aceptó Severus, devolviéndole la sonrisa-. Vamos. Te veré en la ceremonia-. Draco asintió y caminó hacia su dormitorio.
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Harry miro alrededor del dormitorio vacío. Todas sus cosas, excepto lo que necesitaría tener listo para la ceremonia, habían sido llevadas ya a su..... sus nuevos aposentos. Con un suspiro, subió en su cama y se tendió. El resto de este día sería muy largo.
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Draco estaba sorbiendo una taza de té cuando su puerta se abrió y entró su padre.
-Hola, padre –saludó-. ¿Te apetece algo de té?- Lucius asintió y Draco le sirvió una taza.
-¿Cómo te sientes hoy, mi dragón? –preguntó Lucius mientras se sentaba.
-Como se esperaría en tu día de enlace –respondió Draco.
-Comprensible –musitó Lucius-. Todos se ponen nerviosos el día de su boda, incluso si es un matrimonio arreglado.
-¿Incluso tú?
-Incluso yo –admitió Lucius-. Tu madre era varios años más joven que yo, así que realmente no tuve oportunidad de familiarizarme con ella antes de que nos casáramos. Aunque no creo que hubiera habido mucha diferencia en nuestra relación, aparte de descubrir mucho antes que no podíamos soportarnos.
-Por lo menos Harry y yo podemos estar en el mismo cuarto sin golpearnos – comentó Draco.
-¿Se están enamorando? –preguntó Lucius, inclinándose hacia adelante. Eso no podía suceder. Arruinaría sus planes.
-Por supuesto que no – replicó Draco, esperando que su padre creyera esa mentira-. Ninguno de nosotros queremos este enlace y dudo mucho que él pudiera amar a alguien en estas circunstancias. No, algo me dice que nuestra unión será algo así como la tuya- tomó un sorbo de su té intentando ocultar sus verdaderos sentimientos.
-Entiendo –dijo Lucius. Internamente, sonreía. Sus planes estaban saliendo absolutamente bien.
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-Hora de despertar, Harry.
Harry abrió lentamente los ojos. Alcanzó sus gafas. La forma borrosa que estaba de pie sobre él se transformó en Moria cuando se las puso. Bostezó, se estiró y se incorporó.
-No puedo creer que me durmiera –murmuró. Cogió su túnica y se la echó encima.
-Yo sí –sonrió ella-.Traje té. Por qué no tomamos una taza y luego puedes prepararte- Harry asintió y la siguió hasta la mesa. Se sentaron por algunos minutos mientras bebían en silencio-. Harry, sabes que Draco se preocupa mucho por ti- comentó Moria finalmente.
-Yo también me preocupo por él -admitió Harry-. ¿Sus padres realmente se odiaban?
-Y mucho. Narcissa Black nunca fue una mujer fácil con nadie. Sólo se preocupaba por una persona y esa era Narcissa.
Harry miró a Moria con los ojos de par en par.
-¿Su apellido de soltera era Black? –interrogó-. ¿Estaba relacionada con Sirius?
-Primos. No me sorprende que él nunca te lo dijera. Se odiaron tanto como ella odió a Lucius, si no más- bajó su taza-. Termina tu té – lo animó-. Es hora de prepararte.
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La sala que se iba a utilizar para la ceremonia estaba adornada con buen gusto. Había sillas para los tres invitados. Varias clases de flores estaban dispersas alrededor del cuarto y la única luz provenía de múltiples velas encendidas. Una suave música sonaba desde una fuente no vista. Severus y Dumbledore ya se encontraban allí cuando la puerta se abrió y entraron Lucius y Draco, seguidos un minuto más tarde por Moria y Harry. Dumbledore despejó tranquilamente su garganta, consiguiendo la atención de todos.
-Puesto que todos están aquí, podemos comenzar –declaró. Caminó al frente del cuarto e indicó a Harry y Draco que tomaran sus lugares. Una vez que estuvieron en su sitio, la ceremonia comenzó.
-Estamos aquí reunidos hoy para atestiguar el enlace de Draco Octavian Malfoy y Harry James Potter. El enlace es la unión de dos que nunca se separarán en esta vida. Draco, repite después de mí.
Yo, Draco, te tomo, Harry,
Para ser mi cónyuge vinculado,
Para ser uno conmigo,
Para compartir todo contigo,
Permaneciendo juntos contra todos los demás,
Por el resto de nuestras vidas
Yo, Harry, te tomo, Draco,
Para ser mi cónyuge vinculado,
Para ser uno conmigo,
Para compartir todo contigo,
Permaneciendo juntos contra todos los demás,
Por el resto de nuestras vidas
-¿Dónde tienen los brazaletes? – preguntó Dumbledore-. Lucius y Moria los sacaron y las deslizaron sobre la varita de Dumbledore.
-Draco, toma el brazalete y deslízalo sobre la muñeca izquierda de Harry y repite después de mí- le pidió Dumbledore.
Harry, acepta este brazalete como símbolo de nuestro enlace, para nunca ser quitado excepto en la muerte- Draco deslizó la joya en la muñeca de Harry.
Draco, acepta este brazalete como símbolo de nuestro enlace, para nunca ser quitado excepto en la muerte- Harry imitó a Draco.
-Si pudieran unir los brazaletes –mandó Dumbledore. Los adolescentes colocaron sus muñecas una al lado de la otra. El Director las tocó con su varita y susurró un hechizo en voz baja. Los brazaletes brillaron intensamente por algunos segundos y luego volvieron a la normalidad.
-Como ambos han repetido sus votos e intercambiado símbolos de su enlace, por el poder de Merlín, los declaro marido y marido, debidamente enlazados- dijo el anciano mago con una pequeña sonrisa-. Ahora pueden sellar el enlace con un beso.
Los dos se besaron brevemente, más como demostración que por otra cosa. Hubo un momento de silencio antes de que Moria hablara.
-Una ceremonia encantadora –sonrió.
-De hecho –convino Lucius-. No habría esperado nada menos.
Harry quiso decirle lo que él habría esperado pero decidió mantener la boca cerrada. Draco tomó su mano y la oprimió suavemente en señal de apoyo.
-Y ahora, creo que en el Gran Comedor nos espera un pequeño festín- invitó Dumbledore-. ¿Por qué no vamos a la fiesta?
-¿Por qué no se adelantan?- sugirió Draco-. Harry y yo los alcanzaremos en unos minutos.
Los demás estuvieron de acuerdo y los dejaron solos en la habitación. Una vez se hubieron ido, Draco tomó a Harry en sus brazos.
-¿Qué te parece un beso como debe ser?- insinuó.
-Una muy buena idea- Harry sonrió y se unieron aún más.
*****
Una vez fuera de la habitación y mientras se dirigían hacia el Gran Comedor, Lucius miró a Severus.
-¿Está listo tu.....obsequio de bodas?- preguntó.
-Lo está- Severus asintió-. Esta tarde se lo entregué a Draco y le di las instrucciones sobre su uso. Todo se hará como deseas.
-Excelente- replicó Lucius, una pequeña sonrisa cruzando sus labios-. Pronto, todos tendremos lo que deseamos.
-Especialmente tú, hermano- puntualizó Moria. Lucius sólo sonrió.
-Deberías ser cauteloso, Lucius- sugirió Dumbledore-. A veces, puede haber un mundo de diferencia entre lo que se desea y lo que se obtiene.
-No esta vez- contestó Lucius-. Esta vez conseguiré lo que deseo. Me aseguraré de ello.
-Oh, no tengo duda de que harás cualquier cosa para lograrlo- dijo Dumbledore. Sus ojos brillaban resplandecientes.
-¿Por qué será que esas palabras, saliendo de esa boca, me asustan a muerte?- susurró Moria a Severus.
-Porque siempre fuiste más inteligente que tu hermano para situaciones como esta- contestó Severus-. Algo me dice que este pequeño esquema de Lucius va a golpearlo en el trasero antes que todo haya sido dicho y hecho.
-Y nosotros estaremos en primera fila cuando eso ocurra- sonrió Moria mientras deslizaba su brazo por el de él.
-De hecho.
Continuará....
Hola a tod@s. Esperamos que disfruten de este capítulo y que pasen a leer nuestras nuevas traducciones Atracción Magnética y Una Graduación Para Recordar. Besos a tod@s
Gala Snape: nos alegra que te guste. Gracias por lo que nos toca *Ali y María sonrojadas*, procuramos hacerlo lo mejor que podemos, también le daremos a la autora tu opinión. Besos
Maggie: nos alegra mucho que te encante, esperamos que lo siga haciendo. Besitos
Txiri: nos alegra que te gusten nuestras traducciones. Como habrás visto la boda ha sido en este capítulo y de momento se quedarán en Hogwarts pero sobre los amigon aún no te podemos decir nada pues te desvelaríamos muchas cosas importantes. Besos amiguita
Murtilla: Mmm, yo también quiero un baño así jejeje. Esto ha avanzado de golpe como verás y el próximo es la noche de bodas...que pasará...Besitos
Azalea: Si estarán juntos contra todo y muy pronto empezarán a salir los sentimientos a la vista. Sev y Moria aparte de recibir de lleno todas las bromas de Harry y Draco, serán muy importantes para ellos. Besitos y hasta el viernes
