CAPÍTULO: La bola de nieve empieza a rodar cuesta abajo

-Harry, ¿estás bien?- preguntó Moria.

-Sí- contestó Harry, en voz baja. Se sentó lentamente en el sofá detrás de él-. Es sólo que es tan..... real.

-Pero pensé que decías que ya lo sabías- terció Draco, confundido.

-Pero hay una diferencia entre saber y realmente saber- explicó Harry. No tenía sentido para Draco pero no iba a discutir.

-¿Vas a utilizar a la señora Pomfrey para tu cuidado prenatal?- preguntó Moria.

-¿Tengo otra opción?- preguntó.

-Puedes buscar a otro si quieres- concedió Moria-, pero hay riesgo de que alguien descubra la situación.

-Siempre hay un riesgo- sentenció Harry.

-Uno de los libros que leímos dice que los encantamientos de ocultación se deben usar con moderación- explicó Draco-. Dice que el uso continuado de magia podría ser poco saludable para el bebé. Algo sobre que no deja a su propia magia desarrollarse como debería. Y así era cómo planeamos ocultar el embarazo.

-Vas a tener que decirle a tus profesores también- le informó Moira.

-¡No!- exclamó Harry-. ¡No podemos decirles!

-Harry, ¿qué sucedería si llegas a ser golpeado por un hechizo descarriado en las clases de Defensa?- preguntó Moria, serenamente-. ¿O si una de las criaturas de Hagrid va detrás de ti?

-Bien- Harry suspiró-. También voy a tener que escribir a Sirius- miró a Draco-. Demasiados para conservar un secreto.

-En cierta forma, esto es bueno- declaró Draco. Harry y Moria sólo le miraron-. Mientras más gente sepa, menos lejos será capaz ir mi padre.

-Buen punto- señaló Harry-. Sin embargo, todavía no he decidido qué decir a los demás.

-Bien, podrías decirles que nos emborrachamos una noche y me aproveché de ti- sugirió Draco con una sonrisa-. Cuando descubrimos que estabas embarazado, Dumbledore y mi padre nos forzaron a casarnos. No está demasiado lejos de la verdad.

-Mucha gente lo creería- murmuró Harry con el ceño fruncido.

-No importa- se encogió Draco-. ¿Qué me importa si sólo ven lo que quieren ver?

-Pero no eres así- protestó Harry-. Por lo menos, ya no más.

-Todos tenemos papeles que desempeñar- dijo Draco.

-Cambiando el tema- sonrió Moria-. ¿Cuándo queréis comenzar a adornar el cuarto de niños?

Draco gimió mientras Harry caía encima del sofá.

-Y la poción funcionó- preguntó Severus esa misma tarde. Moria había ido a sus aposentos después de comer con los dos adolescentes.

-No suenes así de sorprendido- ironizó Moria-. Tú lo sabías.

-Bien, a uno le gusta siempre oír los resultados de un duro trabajo- aspiró. No la engañó.

-Tienes todo el derecho de estar orgulloso de tu trabajo- comento-. A Más de una compañía le encantaría tenerte en su departamento de investigación. Lo sabes.

-Lo creas o no, me gusta enseñar- confesó-. Sólo desearía....- su voz se fue apagando.

-Un día, todas las máscaras saldrán- afirmó ella-. De una forma u otra

-Desde tu boca a los oídos de los dioses- comentó el hombre, tomando su mano-. ¿Planes para la víspera del Año Nuevo?

-Lucius va a una fiesta con algunos... 'colegas de negocios'- explicó ella- . Conociendo a mi hermano como lo hago, probablemente se convertirá en una bacanal. Yo, por otra parte, no tengo ningún plan.

-¿Te gustaría pasarla conmigo, señorita Malfoy?

-Sería un honor, Profesor Snape.

-Necesitamos contarle a Dumbledore- afirmó Draco.

-¿No puedes esperar hasta mañana?- gimió Harry-. Sé que en el minuto que se lo digamos, ese maldito brillo en sus ojos va a tomar su cara entera.

-Pensaba que era el único al que molestaba ese brillo.

-Estoy bastante seguro que eso ha molestado a todo el mundo al menos una vez- sentenció Harry-. Tendremos que decirle mañana después del desayuno y luego podemos hablar con la señora Pomfrey mientras él informa al resto de los profesores. Al acabar de hacer eso, necesito escribir a Sirius y Remus.

-¿Alguna idea de qué vas a decirles?- preguntó Draco.

-Emborracharse en una noche de pasión está sonando malditamente bien- suspiró Harry-. No importa lo que le diga. El minuto que Sirius oiga sobre ello, aparecerá aquí.

-¿Vas a contarle la verdad?- preguntó Draco.

-Me gusta que esté fuera de Azkaban, gracias- musitó Harry-, que es donde aterrizaría si le decimos, porque intentaría matar a tu padre.

-Estás asumiendo que mi padre lo dejará acercarse- precisó Draco.

-Eso es-. Hubo un momento del silencio-. Esto es malo, ¿verdad? Realmente malo.

-Sí, lo es.

La reunión con Dumbledore la siguiente mañana no duró mucho. Harry le dijo al Director que él y Draco necesitaban hablarle después del desayuno. Cuando todos terminaron, caminaron silenciosamente de regreso a su oficina.

-¿Lo sabe ya o de verdad tenemos que decirlo en voz alta?- Draco preguntó al Director que se movió para sentarse detrás de su escritorio. Los dos muchachos se sentaron frente a él.

-¿Decir qué, señor Malfoy?- interrogó Dumbledore. Allí estaba el maldito brillo.

-La poción funcionó- informó Harry, previniendo cualquier otra discusión-. Estoy embarazado

-Ya veo- observó Dumbledore-.¿Han decidido a quién se lo van a decir y lo que van a decirles?

-Al principio, pensamos no contárselo a nadie- comenzó Draco-. Desafortunadamente, eso no es una opción. No podremos utilizar un encantamiento de ocultación como pensábamos una vez que Harry comience a mostrar su embarazo, así que vamos a tener que explicarles qué está pasando. En cuanto a lo qué sucedió, una historia sobre que estábamos demasiado pasados con el firewhiskey parece ser el mejor camino. Eso y el hecho que usted hizo que nos casáramos.

-¿Harías eso?- preguntó Dumbledore.

-En un latido del corazón- contestó Draco. Harry solo miraba al anciano.

-Supongo que tenía mis razones para hacerlo- dijo Dumbledore-. Sugiero dejéis a alguna persona saber la historia verdadera, sabiendo lo que os proponéis decir a la gente.

-Lo haremos- aseguró Harry.

-Lo mejor es que ahora vayan a ver a la señora Pomfrey- sugirió Dumbledore- . Ella estará muy enojada si no la dejas encargarse de ti desde el principio. Los dos asintieron y salieron de la oficina, ambos preguntándose cómo el hombre sabía que iban a utilizar a la Medi-bruja de Hogwarts.

Después de que se hubieran ido, Dumbledore envió una nota a todos los profesores diciéndoles que habría una reunión importante en la sala de profesores después del almuerzo de esa tarde. Después de eso, se recostó en su silla, reflexionando sobre estos sucesos actuales.

-Lucius, ha comenzado- dijo suavemente-. Que Merlín te ayude si dañas a alguno de ellos o a su niño.

La señora Pomfrey salió de su oficina justo cuando Harry y Draco entraban en la enfermería. Frunció el ceño cuando vio a ambos muchachos. Las únicas veces que normalmente aparecían en la enfermería juntos eran cuando peleaban.

-Bien, ¿qué les trae a los dos hasta aquí tan temprano?- preguntó. Los muchachos se miraron uno al otro, entonces Harry mascullo algo que ella no entendió.

-¿Excúseme, señor Potter?– pidió ella.

-Dije que estoy embarazado- repitió Harry.

-Ya veo- susurró ella-. ¿Qué le hace pensar que está embarazado?

-Hice un encantamiento de embarazo- explicó Draco-. Resultó positivo.

-¿Y por qué fue usted el que hizo el encantamiento, señor Malfoy?- insistió la medimaga,, mirando al otro muchacho.

-Porque soy el padre, el otro padre- le informó.

-¿Usted lo maldijo?- preguntó ella

-¡No!- exclamó Harry. Él se tranquilizó.- Quiero decir, no fue nada que él hizo... por lo menos no por si mismo. Quiero decir, ambos somos culpables.

-Lo qué está intentando decir es que nos emborrachamos una noche y terminamos en la cama juntos- aclaró Draco.

-¿Tampoco han oído hablar del encantamiento o las pociones anticonceptivas?- preguntó ella, luego suspiró-. No importa. Lo hecho, hecho está. ¿Y cuánto tiempo tienes?

-Dos semanas- contestó Harry, pensando que eludir un poco no haría daño.

-Veo que habéis hecho la cosa honorable- comento ella, notando las pulseras.

-Padre insistió y Dumbledore convino- explicó Draco-. Padre dijo algo sobre que un heredero de Malfoy tiene que ser legítimo.

-Bien, tendré que examinarle- dijo ella-. Quítese todo salvo la ropa interior y acuéstese en la cama.

Harry se ruborizó hasta un rojo brillante mientras siguía sus instrucciones. Una vez que estuviera en la cama, se acercó y pasó su varita sobre él varias veces, luego comprobó la gráfica ubicada en el extremo de la cama, donde aparecieron los resultados.

-¿Está todo bien?- preguntó Harry.

-En su mayoría- respondió la medimaga-. Pesa un poco menos de lo debido y el ser un adolescente no ayuda nada tampoco. Tendrá que tener cuidado extra para cerciorarse de que todo va como debe.

-¿Y el bebé?- averiguó Draco.

-En esta etapa, es demasiado temprano para conseguir observar nada excepto las lecturas generales, pero esas parecen ser normales- informó Pomfre-. Se necesitarán algunas semanas más antes de poder decir cualquier cosa definida. Vístase mientras consigo alguna información para usted en mi oficina- dio la vuelta y se fue mientras Harry se incorporaba.

-Eso no fue tan malo- comentó Draco.

-Lo dice el único que no estaba tendido en la cama casi desnudo- murmuró Harry. Cogió su ropa y comenzó a vestirse. Acabó justo cuando la medi-bruja volvía.

-Aquí está la lista de que hacer y que no hacer- explicó, dándole varias hojas de pergamino. Hay una lista de los síntomas que, si experimentara, yo quisiera que viniera a verme inmediatamente. Hay también una lista de alimentos que debe evitar y unos que debe tomar más a menudo. Otra cosa. El sexo está bien por el tiempo que sea, pero si se convierte en incómodo o un peligro para el bebé, debe cesar inmediatamente. Hay otras cosas que necesitaremos discutir pero pueden esperar. Le veré otra vez en dos semanas.

-Sí, señora- los muchachos hablaron al unísono. Dieron vuelta y se apresuraron fuera de la enfermería.

-¿Piensas que nos creyó?- preguntó Draco cuándo estaban bien lejos de esa parte del castillo.

-No importa- afirmó Harry-. La única persona a la que ella dirá cualquier cosa es a Dumbledore y él le desviará la información de ser necesario.

-Por lo menos no somos los que tenemos que decirle a los profesores- se alegró Draco-. Es posible que queramos evitarlos para los próximos días.

-Creo que tienes razón sobre eso- aceptó Harry.

-Vamos- lo animó Draco-. Llamamos a tía Moria y vemos si nos lleva a Hogsmeade.

Moria convino, informándoles que los recogería y podrían almorzar en las Tres Escobas y luego hacer algunas compras. Los muchachos decidieron pasar el tiempo revisando las listas que la señora Pomfrey les dio.

-Oh, no- gimió Harry. Estaba leyendo lo que hacer y no hacer mientras que Draco revisaba la lista de alimentos.

-¿Qué?- preguntó Draco.

-No más vuelo- se quejó Harry-. Tendré que dejar el Quidditch.

-No había pensado en eso- comentó Draco-. Sin embargo, tiene sentido.

-¡¿Qué?!

-¿Y si caes de tu escoba o te golpean con una bludger?- interrogó Draco- .Eso podría matar al bebé.

-Lo sé, lo sé- suspiró el moreno-, pero eso no significa que me tenga que gustar.

-No, solo tienes que hacerlo- sentenció Draco. Harry le sacó la lengua, haciendo al rubio reír-. Vamos. Preparémonos para irnos.

Se encontraron con Moria en la entrada y salieron para la ciudad. Mientras caminaban, le contaron a la mujer sobre la historia que habían inventado y la visita a la medibruja. Ella les hizo algunas preguntas acerca de lo que la señora Pomfrey les había dicho. Prometieron mostrarle las listas que habían recibido.

Después de almuerzo, fueron a dar un paseo por las calles de la ciudad. Hicieron las paradas requeridas en Honeydukes y Zonko. Moria los complació en la tienda de caramelos pero los sacó rápidamente de la tienda de bromas. Estaba murmurando algo sobre no querer tener problemas y mucho menos que los tuvieran los muchachos.

-Estaban pasando por una tienda de ropa cuando un escaparate atrajo la atención de Harry y se detuvieron. Había un conjunto de ropa mágica de bebé. El traje era azul marino. Había una capa haciendo juego del mismo color pero cubierto con estrellas plateadas y doradas. El conjunto también incluía un sombrero, calcetines y botines. Mientras los miraba, su mano fue a su estómago.

-¿Está algo mal, Harry?- preguntó Draco. Él y Moria notaron la solitaria lágrima que corrió por cara del otro muchacho.

-Malditos sean- exclamó Harry-. ¡Que todos se vayan al infierno!- con eso dio la vuelta y comenzó a correr calle abajo.

-¡Harry, espera!- llamó Draco mientras él y Moria se apresuraron detrás de él.

Lo alcanzaron justo fuera de la ciudad, Draco primero y un minuto o dos después, Moria. Harry se sentó en el tronco de un árbol caído mientras Moria se sentaba a su lado y Draco se inclinaba contra un árbol.

-¿Malditos quiénes?- preguntó Draco cuándo recobró el aliento.

-Tu padre por forzarme en esto- dijo Harry, prácticamente gritando-. Tengo dieciséis años. Dieciséis. Tendría que preocuparme del siguiente partido de Quidditch, no de si mi bebé va a estar bien o no. Maldito Dumbledore, por no averiguar el por qué de esto. Habría podido hacerlo, yo lo sé. Habría podido encontrar un lugar para ocultar a Sirius y Remus donde nadie pudiera encontrarlos. Maldito Snape por ser tan bueno en su trabajo. Maldito Voldemort por hacerme el Niño-Que-Vivió. Maldito el mundo mágico por encargarme del problema que no pueden resolver o no lo harán- se cayó repentinamente.

-¿Y yo?- preguntó Draco después de un rato-. Inclúyeme en esa lista. Quiero decir, soy con el que estás casado y quién te dejó embarazado.

-No es tu culpa- afirmó Harry. Miró a Moria-. Tuya tampoco- ella tomó su mano y la oprimió.

-¿Te sientes mejor?- le preguntó, dándole un pañuelo.

-Lo lamento- murmuró Harry. Limpió su cara-. No debía haberos gritado. Quiero decir, ni uno ni la otra lo causasteis.

-Estábamos a la mano, supongo- Draco se encogió de hombros-. Personalmente, quisiera gritarlo para mi mismo.

-Tienes permiso de gritarme en cualquier momento que quieras- agregó Moria.

-Gracias- Harry se rió entre dientes.

-Harry, escúchame, ambos escucharme- habló Moria-. Vuestra vida estaba llena de altos y bajos antes de esto. El matrimonio y especialmente el bebé, simplemente los ha aumentado. Apenas quisiera que recordarais que si me necesitáis, siempre, para cualquier cosa, incluso si es solo hablar, todos lo que tenéis que hacer es llamarme o enviarme una lechuza y yo estaré allí. Todos pueden tener sus propias prioridades pero para mi sólo sois vosotros dos y este bebé. Recordar eso, ¿bien?- ambos muchachos cabecearon.

-Bueno- sonrió-. Terminemos de comprar. Incluso te compraré el conjunto de bebé que mirabas- se levantaron y se dirigieron nuevamente hacia la ciudad.

Lo qué nadie notó fue el escarabajo que se había arrastrado arriba del tronco del árbol justo a tiempo de oír la última parte de la conversación.

Continuará...

Shiokaze: jejeje, haremos el intento de publicar semanalmente pero más de 1 capi a la semana es realmente imposible. Nos alegra que te guste y gracias por seguirnos fielmente. Besos

Chiquinkira: no podemos ir más rápido con todo lo que tenemos pero la semana que viene ya iremos por el 16 y si has leído el 15 en donde nos imaginamos, posiblemente nos adelantemos pronto. Gracias por la parte que nos toca. Besos amiga.

Gala Snape: NO!!! Es que algunas semanas se nos complican las cosas, hazte a la idea que es uno u otro día. Que bueno que te guste la historia, aquí Lucius es más sincero que habitualmente aunque por eso no deja de ser interesado y un poco mentirosillo. Besitos

txiri: Sí, Harry lo presentía pero para hacerse la prueba tuvo que esperar hasta ese día porque antes no funcionaba el encantamiento. Besos

amy-lee-malfoy: jejeje gracias, gracias (Ali y María totalmente rojas) Hay que reconocer que atracción es mejor historia pero esta tiene su encanto también. Nos alegra que te guste la historia y que esperes a nuestras traducciones. Besos

Murtilla: Gracias por leernos, nos alegra mucho que te guste el fict. Besos

azaleasnape: Sí, digamos que Harry es un Malfoy y Draco es un Potter. Se contuvo Draco, si hubiera sido por Harry...No te fies de Lucu¡ius, es muy interesado y todo lo hace con segundas intenciones. Besitos

DIMALFOY: ¡¡¡Sí!!! ¡¡¡No!!! No arderá Troya de esa manera, dejémoslo en puntos suspensivos. Aunque la autora no ha llegado a esa parte, seguro que Lucius paga con intereses su ambición. Besos

paola: Gracias por leer, te agradecemos mucho que nos hayas dejado review teniendo que ponerte al día con tantos ficts. Aunque la autora no ha terminado el fict, seguro que ellos acaban felices con se bebé. Besos

Beryfachu: No sabemos como pasará el embarazo pues la autora no ha llegado a esa parte pero la gente no se enterará porque a Harry se le note sino por otro motivo. Besos