BLANCARENAS Y LOS SIETE ASESINOS.
CAPÍTULO 3: UNA NUEVA VIDA.
El caballero negro había huido borrando sus huellas, el espíritu del Zero lo ayudaba, llegando al lugar donde había amarrado los caballos, soltó el de Quatre, y montó el suyo propio. Llamó a su ave, J, para que lo matara. Huyó hacia el castillo a toda velocidad, asegurándose que hubieran huellas hacia Quatre. Ya en él, fue directo a los aposentos de la reina, entre los pasillos laberínticos de la fría construcción de piedra, extraída de una cantera cercana, que estaba sólo unos kilómetros adentrándose por el desierto. Estaba recubiertas todas las paredes, dependiendo de la zona del castillo, con diversos adornos, hechos en distintos siglos. Los aposentos nuevos estaban recientemente decorados, y las ventanas amplias, desde el suelo al techo, iluminaban todo el lugar, el día completo. Se podían cerrar las cortinas, de grueso terciopelo, y quedaba en la más absoluta oscuridad. Había entre las ventanas antorchas para la noche, y en las ventanas habían cristales en la zona media, pero hasta un metro del suelo, y desde los dos hacia arriba, habían hecho los más bellos vitrales, con la historia del país en ellos. Esto eran varios pisos sucesivos, construidos de la misma forma semicircular. El más bajo lo ocupaba la Reina, junto con el subterráneo, donde estaba el pozo del cual extraían agua para el castillo. Lo ocupaba para su múltiples experimentos a horas que no había nadie en el castillo. Allí esperaba con su vestido tan bello cubierto con una gran capucha. El montero había oído los hombres que empezaban a organizarse con antorchas para ir a la búsqueda, acompañando a los caballeros. Entró apresurado en la estancia.
-Heero Yuy, bienvenido.
-Soy sólo un montero, puede que me estés confundiendo.
-Mh... -La reina tenía una actitud muy seductora encerrada a medias en aquel vestido sin hombros. Siempre los usaba así, decía que le eran más cómodos. Sus corsés siempre eran ajustados, y el escote era en forma de corazón.
-Aquí le traigo su encargo, señora.
-¿Me trajiste su cabeza?
-No, en mi comunidad es parte del ritual, no puede quedar separada del resto del cuerpo, seguiría a los vivos buscando la suya.
-Mh... Me hubiera servido para algo... -Su mohín juntando los labios siempre llamaba la atención de todos, menos de éste montero. Ella se sentó correctamente, acomodando su cabello largo, larguísimo, que usaba indecentemente suelto.
-Le traje su hígado, y su corazón, para probar que está muerto. También su amuleto real.
-A ver...
El necromancer le llevó el saco que contenía aquellos dos elementos. El hígado lucía sano, al corazón le faltaban un par de pedazos.
-Como ve, no puede vivir sin alguna de estas tres cosas.
-Si, así veo. Deje el saco con ésas cosas en algún otro lugar, y con respecto al amuleto, lo encontrarán extraño que no esté junto al cadáver.
-No encontrarán cuerpo, sino restos en el bosque. Los carroñeros hacen su trabajo, y los cuervos gustan de cosas brillantes.
-Muy bien. Déjalo mejor allí, en ése cajón nadie entra. -Lo cerró con llave. -Quédate con el amuleto, te puede servir. Has hecho un muy buen trabajo. Sígueme. El Rey ahora está muy ocupado.
Heero la siguió, cubierto como estaba, por las escaleras. Ella abrió la habitación del despacho del Rey, donde estaba el timbre de los salvoconductos. Sacó varios.
-Muchas gracias.
-Ha sido un placer para mí ayudarte. Con éstos no tendrás problemas.
-Si, es verdad. -Salieron de la habitación, ella se cubrió el pelo al acompañarlo donde su caballo. -Sabe, señora, ahora que tendrá un hijo, vístase como matrona, haga un nuevo estilo si es necesario, pero finja ser muy buena esposa. La simpatía de la gente es muy importante en un sistema de gobierno así.
-No lo necesito. -Se dio una vuelta, riendo. -Yo soy la reina.
-Gracias. Adiós.
-Adiós, caballero. Tenga usted suerte.
Los caballeros volvieron a casa desolados, no lo habían encontrado. Volvieron a salir al amanecer, para volver al mediodía sin resultados. Llamaron al sacerdote, para que hablara con las hadas, y los entes de bosque, para que los ayudaran a buscarlos. Los hombres se cubrieron la cabeza de ceniza, e hicieron la promesa del celibato para ello.
Mas no hubo resultado.
Fueron ya a buscar ayuda a los astros, y oráculos. Al atardecer del tercer día, un hombre tocó el corno, anunciando que lo había encontrado. Llevó en sus brazos y envueltos en una tela negra lo que creyó eran los restos del joven príncipe. El Rey cayó de rodillas de dolor, y la reina se tapó la cara con horror. Mas tarde no lo consideró real, puesto que no llevaba la insignia del Rey, y un montón de huesos con algo de ropa no decían nada, y ordenó continuar la búsqueda.
Mas los hombres ya habían perdido la esperanza.
La luz en los ojos de la Reina, y su nerviosismo continuo, sus náuseas, y su temor de ver al Rey a los ojos ya había sido leído por aquellas mujeres que la rodeaban. El sumo sacerdote, el día del consejo, la vio de pie, ponerse de súbito pálida, y retirarse diciendo estar indispuesta. Se lo comunicó al Rey, que la hizo comparecer en su presencia.
-Señora mía, os ordeno que me digáis que tramáis con ésa conducta.
-¿Yo? Nada señor, no sería capaz de tramar en contra suya.
-Entonces, no me podéis negar que actuáis extraño. Rechazáis la comida que se os da, y pedís cosas a deshoras. He sabido que incluso te has desvanecido. Sé que tú y mi hijo nunca tuvieron una gran amistad, mas su destino ha de preocuparte.
-Por supuesto, señor, pero esa no es la razón de mi conducta. Sucede que estoy muy lejos de mi hogar, y toda persona querida de confianza, y no he tenido el momento oportuno de comunicaros una noticia que os haría feliz en otras circunstancias, pero que ahora podrían hacer estallar tu ira, y temí por que los nervios borrasen levemente tu bondad.
-Bien, ahora dime que me queréis decir.
-Que el dios me ha permitido tras dos años de yacer contigo, concebir un hijo.
Quatre, o mas bien Blancarenas, caminó por los bosques con el hechizo encima. Sólo sabía que tenía que huir, huir, huir. Corrió a perderse, hasta desmayarse de cansancio. No recordaba nada, sólo el terror, y cada vez que lo cuestionaba, el pánico se apoderaba otra vez de él. Otra jornada más huyendo, y volvió a caer dormido, esta vez golpeándose la cabeza.
No despertó hasta muchas horas después. Cuando lo hizo, ya no sentía miedo, sólo la sensación que huía de algo muy poderoso, y que eso ya había quedado atrás. Miró al cielo a través de los árboles, y una paz que pareció sentirse como nunca penetró sus huesos. Tras un rato sintió sed, y caminó y caminó entre los árboles. Encontró un sendero, que siguió. Al mediodía llegó a una pequeña casa. Era una casa oculta, muy similar a la de un hobbit, redonda, y como cavada en un cerro. Era de dos pisos, y la puerta estaba abierta. Entró, y encontró una gran batea llena de agua, un cazo, y vasos, todo era de una madera suave, muy labrada, aunque sin mucho arte. Tomó el cazo, y se sirvió agua, varios vasos, uno tras otro. Era un poco dulce, aunque probablemente llevara varios días allí. Después se vio en un espejo, y no reconoció su imagen.
-Así que tu eres Blancarenas...
Era un muchacho apenas, con el pelo rubio muy largo, lo que lo hacía ver como chica, pues era aún imberbe. Tomó la cuchilla que había en la cocina, y cortó algunas mechas para verse más adecuado. El pelo lo dejó en su bolsillo. Se amarró el resto, y sintió mucho sueño. En realidad, parecía una casa de enanos, que son tres cuartos de lo alto que los humanos. Subió a las alcobas, la sensación de seguridad en su boca y su pecho, le impedían sospechar de ésa extraña hospitalidad.
Juntó dos camas, tres, y se tendió a lo largo a dormir el cansancio de tres jornadas. A la misma hora que un sacerdote hacía las libaciones correctas de un funeral sin cuerpo.
-"Somos asesiiiinos, si señor. Y seremos sieeeempre de lo mejor. Somos asesiiiinos, si señor. nosotros lo mataaaamos sin dolor."
-Ya cállate, Duo.
-Ah, ya Wufei, no seas tan amargado, enojón y aguafiestas.
-Y tu tan bullicioso.
-No soy bullicioso, sólo alegre. Wuaaa! Me pregunto si el dios que reparte los destinos no se habrá equivocado en ponerme de asesino, yo debí ser cantor.
-Dios no se equivoca, Duo. -Sally era muy seria con ésos asuntos.
-Sally, creo que Duo no estaría mal de atracción de algún circo, enjaulado. -Noein por el contrario, gustaba de jugar, siempre que no fuera de Zech la broma.
-Me gustó lo de enjaulado. -Wufei no se daba por vencido.
-La verdad es que no es muy honorable la canción que ha compuesto. -Zechs siempre consideraba la limpieza de los trabajos como un honor personal.
-En eso te apoyo, mi buen amigo. -Traize le puso una mano en el hombro. -La canción de Duo no guarda ni muestra el orgullo de ser un asesino silencioso.
-Claro, hermano, cómo va a ser silencioso si se la pasa cantando.
-¡Relena! No interrumpas que estaban a punto de hacer un yaoi.
Zechs y Traize se miraron, enrojecieron, y se apartaron.
-Somos asesiiiiiiinos...
-Duo, si no te callas, el único asesinado serás tú.
-Ah, pero y qué del mocoso ése.
-Condenado chiquillo, ¿Cómo pudo pedirnos un trabajo así? es deshonroso. -Zechs se sonrojó nuevamente, pero de rabia, al recordar el estropajoso asunto de esa misma tarde.
-Si, no le pueden pedir a un guerrero de casta como yo hacer éso. -Wufei también se tomaba en serio lo del honor.
-Le quita todo el honor al arte de ser asesinos. -Traize cortó una flor, regocijándose en su aroma.
-La verdad es que ahora último hay tan pocas guerras y envenenamientos, que tendremos que atender a gente como ésa, la cuestión es sobrevivir. -Sally recogió unas setas.
-Es cierto Sally, Zech, creo que debemos dejar un poco de lado el honor hasta que logremos desestabilizar otra vez la paz del planeta. -Noein le daba siempre la razón.
-Yo creo que estamos perdidos por ése lado. Sé que ustedes piensan que los seres humanos tienen en su naturaleza la lucha, y las guerras, pero yo creo que se puede convivir en una simbiosis. (N/A: Adivinen quien dijo eso)
-¡Y yo les propongo una carrera a ver quien gana hasta la casa! -Duo apuntó el árbol cercano que marcaba la cercanía de su hogar.
Todos menos Relena (diganme que no lo habían notado): Si -Y salieron a toda velocidad.
-Si, aunque lo encuentren ridículo -Las rosas están detrás de ella con estrellas brillantes entre ellas -Creo que todos podemos convivir -Subió las manos con la palmas arriba -en un mundo de paz -empezó a girar -y bienestar... -Un viento movió algunos pétalos en forma de círculos pequeños. -¡¡¡Heey, espeerenmeee!!!
-Wuuajua!! Gané yo, el mejor, Duo Maxwell, Creo que sólo porque no tengo ninguna estirpe de momias encima. Wuuujuuu!! ahora tengo el derecho bailar y cantar todo lo que yo quiera...
Yahoo!! -Duo saltaba y saltaba. Los otros se agarraban las rodillas jadeando. Habían corrido a lo humano.
-Creo que deberíamos tomar más clases de ninjutsu. -Traize ya se había recuperado, y se sobaba la barbilla. No sé cómo, pero pasó un pavo real que le puso un fondo azul iluminado.
-Es cierto, estamos perdiendo condición física. -Zech se entreabrió la camisa, estaba frente a Traize, a su espalda el jardín de rosas de éste.
Sally y Noein se tomaron la mano, el momento esperado llegaba, estaba llegando, se veía venir. Pasó Duo volando con un traje de cupido sacado de sólo Shinigami sabe dónde, dándose vueltas mientras tatareaba "Sweet sweet samba". Wufei bufó, y se dió vuelta. En éso un punto blanco y deforme viene corriendo hacia ellos.
-¡¡Hermaanooo!!
-Oh, no, Relena otra vez. -Sally mostraba un puño con así una vena.
-Tranquilízate Sally. Ya tendremos otra oportunidad. Pero creí que la perdimos en el bosque.
-Noein, no eras tu la encargada de cuidarla... -Miliardo era estricto con respecto a su hermana.
-Lo siento, Zech, la perdí en el bosque. -Puso cara de gatito. :3
-Bueno -Duo se encogió de hombros -Para otra vez será.
-Eh... -Wufei lo miró con sopresa -No creí que fueras también un degenerado.
-No lo soy, lo decía por Reeelena, la perderemos la próooxima.
-Yo ya perdi las esperanzas.
Relena llegaba llorando a aferrarse de la camisa de su hermano con el cabello revuelto, y sudor en la cara ruborizada por la carrera.
-Pero los asesinos somos enanos, nunca seremos grandes. "_"U
-Sabes, Reelena, creo que debemos trabajar un poco mas en las lecciones de mentir para agradar -Duo le palmoteó el hombro.
-Oigan chicos, alguien dejó la puerta abierta. -Wufei apuntó susurrando la entrada de la casa.
-Eh... ¿No habrán entrado a robar? -Sally y Noein se juntaron las manos con miedo.
-Queee suussstooo -murmuró Duo, abrazándolas.
-Duo, no, déjame...
-Ya, que si no te dejas te llamaré single. juego de palabras
-Ay, no creo que sean ladrones, no se han llevado ninguna de mis rosas. -Traize tomó otra, y la aspiró.
-Sabes Traize, creo que te equivocaste de anime, debes ser de Utena.
Traize se llevó las manos al pecho con una rosa en la mano, y empezó a cantar:
"Lloran las rosas, porque no puedo estar sin tí..."
Todos: Creo que está un poco loco.
-Oigan creo que debemos entrar a la cas a ver qué sucede. Noein, cuida de mi hermana Reelena, mientras Traize, Wufei, Duo y yo vamos a ver qué sucede. -Entran.
-Aj, porqué siempre me cargan a la mocosa a mi.
-¿Dijiste algo? -Se devolvió Zechs
-No, nada. -dijo casi con la punta del aire entre su lengua, y su sonrisa atemorizada.
Zechs y los demás asesinos entraron a la casa, y encontraron que alguien había bebido del agua. Sus olfatos tan desarrollados les permitieron sentir que había alguien en la casa (N/A: mentira, lo sintieron roncar.) y a los chicos les dió miedo subir, así que Sally tomó la sub ametralladora semi automática, su juguete favorito, y subió a ver. Allí encontró una visión inquietante mente hermosa. Un humano, el más hermoso que hubieran sus ojos, acostumbrados a matar, visto alguna vez, dormía apaciblemente en las camas acumuladas. Se veía su rostro, pero estaba casi de bruces, su mano a la altura de su nariz, y la otra estaba tras él, por lo que no se podía distinguir si era hombre o mujer. Sally retrocedió, y desde la parte visible de la pequena escalera de troncos oriental, hizo señas que subieran.
(N/A: La escalera susodicha es en realidad un tronco con 'peldaños' hechos a base de hachazos, mas para treparse que para subir como las nuestras.)
Los chicos se amontonaron ante los pies de sus camas juntas, el cuarto de las chicas quedaba un poco más adentro, en otro cuarto. Fuera quien fuera, era realmente una belleza.
-Es un humano, de éso no cabe duda. -Traize observaba serio el cuerpo que descansaba.
-Si, éso ya lo sabemos, pero ¿Qué hace aquí un humano? Para cruzar el bosque maldito, prohibido para ésa raza, hubiera debido ser muy poderoso...
-O tal vez haber gastado toda su fuerza en llegar aquí. -Sally también observaba al ser. -Está todo sucio, y embarrado, pero sus vestidos son ligeros, y muy caros, lo que me hace suponer que es alguien rico, que ha debido huir sin darse cuenta donde, y se perdió.
-Si, me lo parece a mi también, pero creo que no han habido guerras, qué habrá podido sucederle así?
-Cuando despierte, se lo preguntaremos. -Wufei afirmaba la pared con su espalda.
-Si, es cierto, por mientras, hay que bañarnos, le dejamos un baño listo, y haremos de cenaaar Waahumm... -Duo se estiró para bajar por la escalera, resbalándose por ella.
-¡Duo no hagas eso! -Lo reconvino Noein -que luego se pone resbalosa. -Empezó a bajar.
-Debiéramos poner un tubo como el de los bomberos. -Se quejó Zech, bajando de un salto, seguido por Traize. Wufei se encogió de hombros, y bajó con sumo cuidado.
--------------------------------------------------------------------------
si, ya sé, perece que corto sólo en medio, y para acabar un capítulo no sé cómo. Espero les guste el reparto, traté que los diálogos se ajustaran a los de la serie, sólo imagínenselos con su misma ropa (ah, si, nunca la describo, lo considero innecesario, igual que una descripción física, o psicológica, ya que están dados en la serie.) y con los tonos de voz. Las inflexiones en la voz de Dorothy no sé cómo se describen, no he podido siquiera ver las famosas novelas, aquí a Chile casi no llegan, por lo tanto, apelo a su ímpetu de fans de la serie. La canción de Traize en éste capítulo es de Cristián Castro, Lloran las Rosas, pero no se el álbum ni nada. La de Duo me la imagino como la de los bellotas, de Ninja Boy Rantaro, que dice así: "Somos los belloootas, si señor, y seremos niinjas, de lo mejor" Si no la vieron, lo lamento, porque es muuy buena. jajaja. Cualquier cosa que se les ocurra a jakito_kun@hotmail.com
