Second Sight 2
Nota de autora: Sencillamente sigo acá porque ya me aburrí de seguir Mi Vida con Shuichi, de quien sabe cuantos miles de capítulos, (voy en el 14) y como me dio la gana, o me regresó la gana de seguir escribiendo, pues, aquí me tienen. Aunque la verdad, como historia no vale mucho, no tiene trama, o no tiene mas trama que la vida misma. No me agradan otras cosas imposibles, el afán de ser verosímil es un sello en mis escritos, menos en unos OCC que he hecho, esta saga es la que mas mail, rewiew (aunque bien pocos) o personas que simplemente me incluyen en su MSN para persuadirme que ha tenido. Buu, esta introducción es terrible de larga.
Esta historia, como todas las de Gravy, se la dedico a dos personitas, una es Nat (seguro que han leidos sus fics) que me enseñó Gravy, y a Noin, que es mi diosa, mi ejemplo a seguir, mi ángel, que aunque ya no escriba, sus fics me marcaron. Ojalá lea esto.
Disclaimer: no se que es, pero los personajes de Gravy no me pertenecen. No he comprado la serie.
Nota: ¿Es necesario aclarar que esta es la historia contada desde el punto de vista de Shu? ¿y que como historia –Acciones, trama, Mary sueis, como sea se escriba- aquí no van?
Hoy desperté como siempre, en el estudio, y a patadas y balazos. K me despertó de un sueño donde Yuki y yo íbamos en un barco volador, con trajes como medievales, y mirábamos por medio de una inmensa ventana como pasaba el paisaje. Estábamos uno al lado del otro, y entonces Yuki me miraba, y me iba a besar, y me besó, pero su boca tenía sabor a tela, y en el barco se escucharon balas, y me desperté. Eran las seis de la mañana, y había que ponerse a trabajar. Y es que como casi se vive acá en el estudio, según K san es preferible que durmamos acá semanas enteras antes que soportar mi impuntualidad. Hiro dice lo mismo.
Ahora, como por un rato no me necesitan, pero quieren tenerme vigilado, sigo en la cabina, y estoy usando el ordenador que hay acá. No sé porqué explico a este ordenador qué hago aquí, y porqué, siendo que simplemente debería escribir estupideces como comúnmente lo hago, escribir primero en un cuaderno, con un lápiz de punta fina el nombre de Yuki poniendo en cada cuadrito un Te amo, otro con Te deseo, y escribir la frase Te amo con el nombre de Yuki, y así. Casi siempre lo hago, pero hoy no me da la gana. Amanecí rebelde. Y es que extraño a Yuki. Con todo esto, hace como un mes que no lo veo, y ni que fuera un año, estoy como loco por no tener sexo en tanto tiempo, por abrazarlo, por besarlo, que me bese... adoro a Yuki, pero él sólo querrá acostarse conmigo en cuanto me vea, y pensándolo bien, eso no es tan malo, después de todo.
Hoy al menos estará en casa, y no andará con los apuros de la novela. Espero que no hayan visitas, o entrevistadores inoportunos, o accesos repentinos de sueño, en general, cosas que nos ocurren.
K me llama. Escribiré mas cuando esté con la laptop.
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Hace dos días que me vine a descansar, y no he dormido casi nada. Ahora que Yuki está dormido, me dio insomnio. Estoy que lo despierto, debo desquitarme de un mes sin él. Pero primero quiero descansar, este tipo es un animal, no controla sus instintos. Ahora de nuevo, cuando vaya al baño, lloraré, y Hiro lo notará.
Bu, cuando llegué, Yuki no estaba. Bueno si, estaba en el supermercado, pero cuando vine y vi que no estaba me asusté mucho. Lo llamé al celular, y ahí me dijo que lo esperara. Es extraño que haya ido al súper, seguro estuvo sin comer muchos días.. Pero el punto es que me quedé dormido allí mismo, sobre el sillón. Cuando desperté, fue con el olor de la comida que prepara Yuki. Porque él es muy buen cocinero. Me levanté, y noté una manta que se deslizaba de mí al suelo. La recogí, todavía adormilado, y una vez en la cocina vi algo café delante mío. Creí que era Yuki con un delantal, así que lo abracé.
-Yuki, estás muy delgado... -Dije.
Sentí risas por todos lados. Abrí los ojos, y levanté la vista. Había un pelo rubio bajo un sombrero. ¡Estaba abrazando a Seguchi san! Me separé de él en forma brusca, ya con los ojos abiertos.
-Yo sólo lo vi esta mañana, Shindou san.
Mi primer impulso fue ir a bañarme, pero entonces vi que estaban en la cocina, además de Seguchi, Tatsuha, y Mika san, y claro, Yuki. El primero riéndose, la segunda con recelo, y el tercero, no le vi su expresión, porque me le tiré encima. Estaba sentado, y le besé, y le abracé, y le dije que lo había extrañado tanto, y yo no me había dado cuenta, pero me había sentado con las piernas abiertas sobre él, lo hago tan a menudo, que me pasó desapercibido que nos miraban un poco cohibidos.
Como siempre, bueno, ante los demás, Yuki puso un poco de cordura a la situación alejándome desde la cintura (mh, unos segundos mas, con algo de cuello, y no lo hubiera resistido) y un poco sonrojado me dijo: Baka, hay gente.
-Es cierto! Ahahahaha –Puse las manos en la nuca, y retrocedí a una silla. –Supongo que habías preparado algo, lamento interrumpir, es que habías dicho que tendrías el día libre, y como yo también, además me habías dicho que hoy...
-Tienes razón, no preparé nada.
-Sólo se me ocurrió que como Tatsuha venía unos días a Tokio, no estaría mal juntar a los tres hermanos y sus tres parejas... – Seguchi podía hablar sonriendo, pero se entendía que no había sido tan así. No por nada, cuando Yuki me lo advirtió, no creí, pero lo he comprobado luego, TOHMA ES EL PUTO AMO DEL UNIVERSO. Así que de seguro adivinó nuestras intenciones para el día, y decidió que no resultaran. De seguro Mika se le interpuso en el plan original, y allí estaba, cocinando algo con masa. –Pero Ryuichi al parece tenía planes, y no pudo venir.
-Así fue, espero no te moleste, Shindou san. –Mika no se veía con su mejor cara. Yo tampoco estaría muy feliz si me hubiera tocado casarme con alguien que quiere a otra persona.
-No, porqué, si yo soy el que sobra aquí. –Me puse de pie para irme, pero Yuki me tiró del brazo, y me sentó de vuelta sobre sus piernas, pero esta vez yo de espalda.
-Déjate baka, tu te quedas. –Y me besó en el cuello. No puedo estar seguro, pero me parece que miraba a Seguchi. Lo miré yo también, y se volteó. Como entreabrió un poco las piernas supe la razón de su incomodidad, al parecer mi abrazo no lo dejó indiferente. No tuve pena en ponerme a ronronear cuando Yuki me estrechó otro poco contra sí, ya no desde el vientre, sino casi de la cadera, y un poco mas adentro, y trabajándome el cuello.
-Ay, no, Yuki, no hagas eso, que hay visitas... – Intenté alejar la cadera, me parecía que las caricias iban para allá, y eso si que no soy un exhibicionista, me da pena, si de hecho nunca puedo hacerlo ni de día ni con la luz prendida, y menos dejar siquiera que me bese ante la gente.
-Basta. –Mika me salvó literalmente de Yuki cuando me agarró del brazo (mi pobre brazo) y me sentó en otra silla. Ella se sentó a mi lado, e hizo que la mirara a los ojos. Es una mujer de carácter. Yo diría que es el Seme de Seguchi.
-Y dime, cómo es convivir con el pesado de Eiri todo el tiempo. –Me preguntó mientras dejaba la comida en la mesa, y se sentaba a la cabecera.
-La verdad es que no lo sé muy bien. Hace un mes que no podía venir, no se puede decir que convivo. Pero... no presenta mayores conflictos, y me gusta.
[Eso era lo que Yuki me había enseñado a decir cuando me preguntaran eso en las entrevistas]
-Y comprendo que comparten gastos. –Mika parecía amenazante con algo tan sencillo como untar el pan con la salsa.
-Eh... Etoo...
-Hermana, ya córtala. Cuando está aquí, hasta el consumo de cigarrillos corre por su cuenta.-Yuki se notaba fastidiado. Me enojaba normalmente cualquier cosa que pudiera fastidiármelo para la noche. –Además, no es asunto tuyo.
-Es cierto, Mika san, -Increíble, Seguchi san intercedió por mí.- No nos metamos en problemas de pareja. Es como meterse en u matrimonio ajeno.
Allí si vi porqué lo decía, Yuki no quería saber ni de matrimonios ni de relaciones duraderas. Si me soporta es porque debo soportarlo. Es muy mañoso. Lo miró con rencor.
Yo estaba en medio de Mika y de Seguchi, que estaba a la cabecera. Al frente mío Yuki, y a su lado, y frente a Mika, Tatsuha. Este irregular sentido de sentarse a la mesa fue porque Mika en primer lugar me había arrastrado sacándome de las piernas de Yuki, y Seguchi era el hombre mayor, le correspondía la cabecera, Mika hubiera debido estar a su derecha, pero ella me había arrastrado, y se suponía que a su lado debía sentarse Yuki, y yo con Tatsuha, pero a mí me da miedo sentarme con él, así que Yuki tomó su lugar. Me empecé a reír cuando Yuki jugaba con mis pies, a mi me dan temor esos juegos, no se vaya uno a equivocar de pie, dios, no quiero seguir calentando a Seguchi, horror, por mi no me habría comido esto, que lo cocinó él, porque puede tener veneno. Aunque claro, no podía saber qué zona iba yo a tomar. Cocinó algo similar a lasagna, masas con salsa de tomates, queso, y otras cosas. No estoy muy acostumbrado a comer esto. Aunque estaba bueno.
-No es un matrimonio –le contestó Mika. Yuki la miró como para decirle algo, parecía que le iba a contestar, pero una mirada de Seguchi le hizo contenerse. El ambiente estaba para ser cortado con tijeras, pero todos intentaban parecer la familia feliz. Yuki jugaba un poco con los pies, pero muy poco, porque podíamos topar a Seguchi. En un momento sentí un pie subiendo. Y miré a Yuki. No vi nada, él se agachó a comer, y Tatsuha saltó, su cara decía ay!.
-Chicos, compórtense. –Les dijo Mika, y en ese momento se miraron, y empezó la diversión, se empezaron a pelear de broma, y a tirar comida. Seguchi traía el postre, y le cayó algo en la cara, pero no se amilanó, dejó en postre en la mesa, y se limpió con un servilleta. Vaya, pese a todo, el hombre debería ser embajador, es capaz de hacer todo.
-Si no se comportan, me llevo el postre con Shindou. –Y no dejó de sonreír. Funcionó, se sentaron de inmediato. Parece que lo visto con anterioridad era esto, sencillamente se conocen desde hacía tanto, que se saben las mañas, y cómo hacerlas callar. Exactamente como una familia.
Después fuimos a tomar un café al sofá. Café con pastelillos. Ya se lo que es eso, cuando Yuki iba en el sexto, pregunté a Mika porqué nunca lo detenían, si estaba ya al borde de un colapso por comer dulces de ésa manera. Ella me miró seria.
-Porque no hay caso. Ya ahora que lo pienso, puede ser que los dulces le hagan menos mal que tú.
Supongo que debo tomarlo como un halago. Y así lo hice. Le sonreí de vuelta para obtener su desprecio. Se parece mucho a Yuki. Por algo son hermanos. La misma personalidad. En todo caso, no veía las horas que se fueran para estar a solas con Yuki. Seguchi entonces recibió una llamada, había problemas, y Mika lo acompañó. Creo que Tatsuha se quería quedar, pero Yuki lo miró con temor, y Seguchi se lo llevó.
Y por fin me quedé solito con Yuki.
-¿quieres ver una película? Dime cual.
-¿Tienes Shrek, o toy Story 2?
Me miró con cara de ¿Crees de veras que tengo esas?
-Mira lo que me trajo mi amiguita. – Abrió una estantería. No iba a saber yo que tenía.
-Yuki no creo que sea...
-Tienes razón, ¿Para qué ver porno gay –Increíble, ya estaba sobre mi – Cuando podemos hacerlo? –Empezó a desabrocharme los pantalones, y me empezaron los nervios de siempre. Me besó profundamente. Después empezó a bajar por mi cuello.
-Yuki, yo... yo... –No puedo hablar cuando él está cerca, y menos cuando me recorre así.
-¿Ahora me dirás que no quieres, Shuichi? Vamos, un rato atrás dijiste que me extrañabas mucho... –Lo abracé simplemente, como siempre lo hago besándonos. -¿Lo ves? No puedes resistirte.
-Pero vamos a la cama al menos.
-De acuerdo.
Se levantó y fue a la cama, conmigo detrás. Entré y no di un paso cuando se volteó de frente a mi, con su mirada dura. Creí que iba a decirme algo. Me tomó la cabeza con las dos manos y me besó. Mi camiseta quedó lejos de mi, y mientras avanzábamos, detrás íbamos quedando nosotros, los de afuera, para quedar los que somos desnudos, sin máscaras. El calor ya se extendía por toda la habitación, como antes, como siempre. Besándonos. Caí pesadamente a la cama, como siempre. Yuki empezó a prepararme. Yo no tenía tiempo ni ganas de protestar.
-Eso está frío...
-Es lubricante.
-Pero igual está frío.
-Dentro de un rato lo sentirás caliente. -Me tiró un poco para atrás en la cama, se acomodó entre mi piernas, como siempre. Pese a todo es su posición favorita, él arrodillado frente a mi. Y como siempre, el dolor.
-Ay, no Yuki, Yuki, me duele, para tonto, me duele... ay... ah... ay... –no podía respirar bien, es algo paralizante en un principio.
-Baka, ¿En serio quieres que pare?
-ay, Yuki me duele...
-Siempre te duele, pero al final todo acaba bien, como es que aún no aprendes...
-Hace un mes que no estoy contigo...
-Y por lo mismo debes está bien cargado. Vamos, baka, que todo está bien. Todo estará bien, en unos momentos te sentirás muy bien. Ya lo sabes.
-Es que... yo... Ay... parece que me he cerrado... –No podía hablar bien del dolor.
-entonces lo correcto es abrirte bien, porque vuelves recién en tres días. Y no creas que jugaremos damas en ese tiempo.
Yo sólo sonreí. Yuki siempre estaba seguro, siempre sabía qué hacer, qué decir, que pasaría. Por eso lo amo.
-Es que Yuki... ah... Yuki... Yuki... duele... ay... ay... ah... ah...
El sencillamente recorría mi cuerpo como siempre, disfrutando la entrega absoluta. Yo perdía el control cuando comenzaba a masturbarme, y me ponía a chillar como una loca. Yuki se reía. Me mordí el labio, prefería que por una vez él terminara primero. Pero me era difícil...
-Ya, Shuichi, sólo relájate, ya pronto va a dejar de doler, y te vas a sentir muy bien...
En el suave movimiento recordé de cuántas veces sólo desee que me abrazara, durante aquellos segundos de dolor. Pero no podía, no podía abrazarme. Era físicamente imposible. Por eso siempre, cuando terminaba, y no era capaz de levantarse muy rápido, me aprovechaba de abrazarlo.
-Yuki... ah, ah...
-Shuichi… -Me miró dulcemente. Mis ojos, como siempre, derramaban lágrimas sin yo quererlo. Las sentía deslizarse sobre mi rostro de veras tenso. Yuki me tocaba, y sólo entonces entendía cuan caliente estaba mi cuerpo, porque sus manos se sentían frías. Me limpiaba las lágrimas, forzando un poco la posición hacia delante para secármelas, provocando que terminara mas rápido. –Aprendí a disfrutar de este cuerpo... Tuyo... Oh, Shuichi... –Echó su cabeza hacia atrás, sus rasgos se distendieron...
-Ah, Yuki... –Él había terminado, y yo no resistí mas.
Él cayó en forma no suave sobre mí, mientras recuperaba un poco el aliento perdido.
-Creí que estarías demasiado sensible, pero parece que no fue así. –Me besó la cara, y me acarició un poco el cabello. Estaba casi sobre mi. Era tan hermoso ver su pelo sudado, sentir su cuerpo húmedo a causa del placer. El olor del sexo nos invadía, como siempre. Yo quería otra vez, mi cuerpo me lo pedía.
-Al parecer tú estabas mas sensible.
Tomó impulso para ponerse sobre mi, con los antebrazos extendidos, con ésa pícara mirada que lo caracteriza. Su cadera seguía a un lado. Simplemente se me quedó mirando, y me abrazó.
-Tengo sueño. Estoy cansado. Sólo es eso.
-Nah, Yuki, no me digas que tienes sueño... –Empecé a recorrer su costado, y se dejó. Aunque diga que soy malo, igual se queda quieto. Habían veces que me gustaba permanecer abrazado, a su lado, pero nunca me podía quedar quieto. Yo ya no espero nada de Yuki, no espero que me ame, no espero que quiera vivir conmigo, ni seguir conmigo para siempre. No puedo decir que lo amo, Maiko dice que quienes son como yo nunca quieren en realidad, nunca pueden querer. No espero que él sienta siquiera lo mismo por mi. Nunca he sido muy bueno pensando, y menos en cuento a cuestiones del amor, eso creo que se nota en mis canciones, para mi las cosas son muy simples, yo quiero a Yuki, y quiero estar junto a él, y poder abrazarlo, y besarnos, y que tengamos sexo. Pero no espero que se case conmigo. Y sin embargo sé que el día que ya no pueda estar mas junto a él, sencillamente me moriré. Yo no sé qué pasará con él, no espero poder leer su mente, ni saber todo lo que piensa, ni mucho menos poder conocer sus sentimientos. Hay mujeres y hombres que creen poder conocer a sus parejas hasta ese punto. En todo caso, creo que Yuki puede conocerme así, porque siempre le atina a cosas que no creí fuera yo.
Por ejemplo, el día que decidí probar un nuevo sabor de helado, Yuki dijo que me iba a gustar, pero yo no creí, pero cuando me forzó a probarlo, en realidad me gustó. O sea, yo a Yuki le podría decir comprarme ropa, y llegaría con cosas de mi talla, y que me quedarían bien. En cambio, yo no sabría con qué agradar a Yuki. Nunca he sabido qué regalarle en su cumpleaños, y nunca podría comprarle ropa a su talla. Solo puedo darle inspiración, y estar con él en la cama, aunque diga que soy muy malo en eso.
Bueno, sigo con el relato que no sé porqué escribo. Yuki se quería dormir, y yo quería mas, y lo movía, soplaba y besaba para que no se durmiera, hasta que se dio vuelta boca arriba, y me dijo:
-Entonces haz tu el trabajo.
Así que me subí sobre él, e intenté recordar algo de lo aprendido, primero a relajar mis nervios, porque ya me había puesto a temblar, y me hice un poco mas abajo, y comencé a besarle las piernas, el interior de los muslos, y el torso, el cuello, me tendí un poco sobre él, y le empecé a morder las orejas, mientras hacía un pequeño masaje allí abajo. Específico, claro. Le empecé a sentir cómo respiraba mas hondo, y a quejarse ligeramente. Volví a bajar, y ya estaba un poco mas de pie la cosa, y me sobrecogí, me estaba costando un poco, y cuando mas cuesta mas dura, por regla general, al menos con Yuki. Y ya estaba casi listo, y empecé a estimularlo mas de abajo, como si yo fuera a estar dentro. Hace demasiado que no me dejaba, y no creí que me fuera a dejar estar. Suspiró en un momento, y dijo
-Ya está bien. Aún tienes lubricante, verdad?
-No lo sé.
-¿No sabes ver si estás listo?
-N... no.
-Baka.
Me atrajo hacia si, rozando con ello todo nuestro cuerpo, el uno contra el otro (¿Contra qué si no?) y me besó profundamente. Aquello me estimuló lo suficiente. Yo tenía una pierna a cada lado del cuerpo, y empezó a ver si estaba listo. Tomó algo de lubricante, y me lo aplicó. Recogió un poco las rodillas. Y supe que de veras iba a tener que hacer todo el trabajo. Levanté un poco la cadera, y Yuki me guió otro poco, me erguí, y me empalé de una. El dolor trajo como una suerte de estado de mareo, una dosis de locura e irrealidad me invadió de veras, y placer inundó desde el primer momento hasta la última fibra de mi ser. Sentí a Yuki estremecerse también. Yo tampoco había dormido hace días, bueno, algunas horas al día, iba y me tendía, Yuki tampoco solía dormir muy bien. Me seguí moviendo, incluso después de terminar, ates de lo previsto, como siempre. Y a Yuki se le salió el animal de siempre, me tiró bruscamente de espaldas contra la cama, y siguió sin mí, pero conmigo. ¿Cómo lo explico? Da lo mismo porque igual llegué otra vez en poco tiempo. Alguna vez Yuki me dijo que era un eyaculador precoz.
Después de eso si pude dormir. Sospecho que Yuki también. Cuando me desperté ya era de día, y Yuki se había levantado hacía poco.
Nota de autora: Llevo siete páginas!! Wooau!!! Y eso que hoy en la mañana escribí otro cap de otro fic que estoy haciendo. Y el resto sigue, porque esa es la primera noche. Espero les haya gustado, y no me maten, ojalá dejen sus rewiew, ojalá les vaya bien en todo, y ojalá entre pronto a clase. También le dedico esto a mi koi, a Pierrot, aunque sospecho que no leerá esto... También publica en ff.net, pero bajo otro nombre.
