Second Sight... Second chance... Second Time...

Nota: Este fic es altamente denso, si quieres, puedes saltarte la parte del ensayo sobre el amor, simbolizado con "..." ahora, si desea tomarlo para un examen, avísame, por favor, es muy importante para mí esto, como lo es saber qué piensan acerca de esto...

-Hay elementos con los que no puedes transar. Aunque llores y patalees, hay cosas que han de pasarte a ti, y sólo a ti, y aunque las encuentres negativas, has de recordar que la negatividad es sólo cambio, y que son esos cambios, exactamente, los que te enseñen cómo ser feliz.

Desperté con la luz del día en mi cara. Era extraño. El oír las teclas sonando me había acunado. Mi primera visión fue ver a Yuki de frente a aquel gran ventanal, de espaldas a mi, con su Laptop. Leía en voz alta. Tras terminar de leer, siguió un rato apoyado en la palma de su mano, paseando el dedo por el borde del escritorio. Al frente mío había un librero, y a mi lado derecho una puerta. Casi sin adornos, la habitación era, sin embargo, confortable. Yuki se puso a escribir de nuevo. Yo estaba en una cama en el suelo, típica japonesa...

Lo último que recordaba era haber visto el frontis de una casa muy grande... Esa tenía pintas de ser una habitación muy lujosa, por el tamaño. Y era de madera. A lo mejor nos habían traído hasta aquí... y a lo mejor me había desmayado debido al cansancio, y me habían puesto acá. Pero recuerdo que estaba atardeciendo. Yuki se estiró, y me senté. Me dí cuenta que llevaba un traje oscuro... de monje.

-no es el amor, no es el dolor... Es esa suerte de misteriosa sincronía, de misteriosa complicidad que se da entre dos personas alguna vez en la vida los que llamo amor. Es difícil poner en palabras los sentimientos, mas porque tememos a lo que ellas pueden y no hacer. Es como cuando te das cuenta en un baile que alguien te gusta sólo porque al bailar se sincronizan. Creo que dos personas pueden amarse, y nunca escucharse, nunca comprenderse, no compartir muchas opiniones ni gustos, pero si existe sincronía en el dejar ser, y ser, nace algo extraordinario. Mas si esta suerte de conexión dispara a ambos en su respectivo campo de investigación. No creo en el amor de los marineros, que son sólo besos, lágrimas, y promesas, no creo en el amor romántico, de suspiros y tumbas, no creo en el amor de alguien que no tiene visión crítica de la realidad, aunque muchas veces me he cuestionado si no es eso exactamente lo que los hace sentirse felices. El enamoramiento es un estado semejante a la drogadicción, y de similar cura, cuyo término no deja mayor huella que un leve desconcierto ante la irracionalidad vivida. En cambio, sabemos muchas veces que es amor por cómo nos duele dejarlo ir... aunque sea necesario... Sabemos que es amor por cómo nos cuesta respirar si no le sabemos cerca.

Es extraño este fenómeno, pues lleva a las personas a ser irracionales, a contradecirse en sus propios impulsos. Tal vez sea simplemente el reflejo de una rebeldía condicionada a un mundo que exige ser racional, y eso no sea mas que fantasmas que habitan en nuestras mentes. Aunque tal vez la supuesta racionalidad no sea mas que un ideal que llevamos, y no una realidad, lo que nos pondría en un juego similar al de Foucault, al decir que estaríamos ante esferas de percepción de la realidad paralelas, pero todas en cierto modo no dejan de ser meras percepciones, y el mundo objetivo es un obvio engaño de nuestra mente, pero eso complicaría demasiado una posible investigación, pero considero necesario mencionarlos, puesto que la realidad no se nos da como un conjunto de reglas de juego ordenadas y sistemáticas, de hecho, la realidad aparece antes nuestros ojos cuando rompemos las reglas del juego.

Ahora, tal vez podamos distinguir lo que es enamoramiento, y lo que es amor, pero cuando nos toca la experiencia, es tremendamente difícil saberlo. Hay quienes dicen poder distinguirlos, pero he descubierto que están de algún modo conectados con dogmas de las iglesias, y cuya mención es siempre en pos de manejar la opinión del otro a su lado. Y sin embargo, hay una denominación que me agrada, una diferenciación que no lleva niveles sociales implícitos, y que es más bien de nivel idiomático. Es la diferenciación que existe en japonés, donde hay por lo menos tres palabras para designar lo que en español llamamos Amor, y en Inglés Love, existe suki, que podría significar algo así como "gustar", pero en el sentido de "like" inglés. Se escribe con los kanjis de "madre" y de "hijo", y siento esa simbolización como aquel vínculo no basado en la subsistencia de la raza, sino de la ternura, y de la fidelidad a ese vínculo, que por cierto se le significa con ribetes de eterno e incambiable. También existe ai, que viene a significar enamoramiento, se escribe con el kanji de "blanco" y de "sentimiento". Es el amor de pareja, que plenamente se desarrolla entre pétalos de rosa, y perfección de ambos. Luego sigue koi, que viene a escribirse como "rojo" y "sentimiento", lo cual nos llevaría a suponer del amor pasional, de los amantes, del drama, y de todo el género novelesco que supone. Ahora, podríamos decir con esto que estoy de acuerdo con quienes dicen aquello que hay dos tipos de amor con respecto a la pareja, de un amor firme, duradero y estable, que hay que procurar mantener, y un amor pasional, que en suma es destructor. Pues les diré algo: para mí el primero es un mero engaño de la naturaleza y la sociedad, hecho para que el sistema funcione, y el segundo es la reacción de rebeldía frente a esto. Del otro no me referiré, puesto que para nuestra cultura habla del amor a la patria, la familia, los valores y el bizcocho de chocolate a la hora del té, lo que produce ciertos roces a la hora de solucionar conflictos. Pero me parece que las otras dos no son mas que mentiras, cada una acusando a la otra de ser la falsa, y afirmando ser verdadera. Cuando he amado, he preferido no usar la palabra, puesto que está tan usada, tan vilipendiada por sus propios hijos...

Yo creo que el amor va mas con esa explosión de hormonas que dicen que se siente, aquella hiperactividad de los centros receptivos sensoriales, que tiene origen en un extraño punto entre nuestro centro físico, y ése algo, aquella energía que nos distingue del cadáver. Hay enfermedades que se originan por la mente, como hay quienes se sanan por el mismo camino. No creo que estén tan diferenciados. Creo que la percepción de los sentimientos no debería tomarse como algo meramente físico, ni como algo meramente metafísico, creo que es una deliciosa armonía entre ambos. Aún hoy tendemos a ignorar y a trivializar las cosas más simples e importantes del universo, pero hay que entender algo: al morir, perdemos 0,3 por ciento de peso. ¿Cuánto es eso en energía? Y eso sólo en el sentido científico, puesto que la misma frase abre muchas interrogantes, como quienes somos en realidad, la energía que se va, donde nos vamos, nos disolvemos... Sólo he visto una droga que no destruya a quien la consume, y es el amor, aunque no nos demos cuenta de cuando nos ciega, o cuando empezamos a destruirnos nosotros con tal de mantenerlo. Aunque estén bajo su hechizo, las personas con capaces de construirse y reconstruirse a sí mismas, y es impresionante la manera de brillar que tienen.

Es tremendamente difícil saber si son las circunstancias de la vida lo que te hace enamorarte, o es la voluntad. Creo que es mas duro aún si no se sabe verbalizar lo que se siente. Sólo me sentí invadido por aquellos toques de pasión una vez, arrastrado a la esencia mas profunda del sexo...

-¿Ya despertaste, baka?

-Si, Yuki. ¿qué es eso que leías? ¿algo de tus novelas?

-Un ensayo.

-Ah. ¿Dónde estoy?

-Estamos en casa de mi padre. –Tomó un cigarro de los suyos, y se sentó a fumar.

-Ah... ¿Y porqué?

-Huyendo del revuelo de la prensa. Los resultados salen recién en tres meses. Pero sólo estaremos tres días. Ustedes deben ir a grabar, y yo a escribir. –botó algo de humo.

-Ah... Hace un lindo día, no, Yuki. Podríamos ir a dar una vuelta.

-No gracias, estoy demasiado ocupado.

-Naa, Yuki... Es un lindo día...

-Ya sabes en dónde terminan nuestros lindos días siempre, -Yuki se bajó de la silla -volviendo apurados a casa. –Se sentó en mis tapas, acercándose peligrosamente. –Y sabes para que... ¿Acaso quieres sexo? –Yo había retrocedido hasta estar totalmente recostado – Para eso no necesitamos ir a dar una vuelta. Podemos tenerlo aquí mismo... Ya me están dando ganas...

-Baka Yuki. Yo sólo quería dar un lindo paseo, y tú me sales con esto.

-¿Y quieres que te crea que querías dar un inocente paseo conmigo? -Puso su mano en mi cuerpo, lo que me sobresaltó de sobremanera. –Vamos, Shuichi.

-Aquí el que quiere sexo eres tú.

Yuki miró su mano, y luego a mi extrañado. Se sentó de nuevo, y dio otra fumada a su cigarro. Me acarició un poco el rostro.

-Al parecer algo raro te sucede. Estás sin ganas cuando de común respondes bien.

-Es normal.

-No, no lo es. Haré que te revise un médico. Puede ser simplemente la presión, el estrés, como puede ser una anemia. Porque te he visto rechazar dos veces tus comidas favoritas.

-Es sólo que estoy engordando. –Yuki se levantaba para ir a la puerta.

-No seas baka, eres muy delgado, y muy niño. –Se detuvo un momento. Me miró de frente con algo extraño en sus ojos, como perplejidad. –Aunque no lo había notado, empiezas a dejar de serlo. Mh, tal vez sea sólo el crecimiento. Igual considero prudente consultar.

Salió del estudio. Me quedé solito en aquel lugar. Me tapé hasta los ojos, Yuki un par de veces me había hablado de que aquel lugar tenía fantasmas, era una casa muy antigua, y eso me daba miedo. Al cabo de un rato volvió, y sólo dijo: "Ya viene el médico"

-¡¡Yuki!! Que bueno que llegaste, me asusté mucho, me sentí muy solito, creí que vendrían fantasmas a comerme...

-Ya cállate, tengo trabajo, y el único que va a comerte soy yo.

Estuve reflexionando sobre la preocupación de Yuki por mi salud. Recuerdo una noche en que me despertó, y me hizo tomarme un montón de vitaminas. Es extraño, se preocupaba a veces de lo que comí, y eso... Cuando no estaba demasiado complicado como para estar conmigo.

En eso llegó el médico.

-¿Hola, alguien llamó un médico?

-Si, yo –Se dio la vuelta Yuki – Es por él. Es sólo rutina. Me preocupa porque durmió mucho, y sigue con sueño, no ha comido ni querido comer, dice que no tiene apetito, y además...

-¿Además?

-No siente deseo.

El médico miró a Yuki unos momentos.

-Comprendo. –El médico me habló a mí. – Dime niño, cuántos años tienes.

-Veinte.

-¿Veinte? No aparentas... No importa. Dime, ¿Has tenido este problema antes?

-Realmente no lo sé.

-¿Desde cuando que no tienes apetito?

-Desde... Desde que cenamos con Tohma, pero... antes tampoco...

-Eso fue anteayer. –Aclaró Yuki, en cuclillas a mi izquierda. –Suele deprimirse y resfriarse muy seguido.

-Puede ser falta de hierro. ¿Qué sueles comer?

-Lo que vendan en la cafetería a las tres de la mañana.

-Mh, nada sano, ¿Verdad?

-No tengo tiempo, y K dice que si como mucho voy a engordar.

-Mh. Vamos a hablar con ese tal K para que te haga una dieta estricta, pero sana. Tu pulso está un poco bajo, normal para quien ha estado en descanso. Tus pupilas... Bien, Deja ver tu garganta... Bien, ahora, respira hondo... –Tuve un escalofrío –Es estetoscopio suele estar frío.

Me hizo respirar unas cuantas veces, y me vio los reflejos. Me ordenó hacerme unos exámenes de sangre, y se fue. Yuki decidió que quería dormir una siesta, así que se tendió a mi lado. No tardé en dormirme otra vez.

Cuando llegó K, dijo que había estado de compras. Tras él, Sakano, Hiro y Suguru entraron a la habitación.

-Ha! I'll catch you! Doing sweet, fully and sickly things!

-No, K, no es lo que usted cree.

-Aha! Y qué es, entonces.

-Silencio, Yuki se quedó dormido.

En ese momento despertó.

-Maldito K, siempre eres muy ruidoso.

-Lamento tener que decir de usted lo mismo.

-Pues yo que esté haciendo mal su trabajo.

-¿Porqué lo dice?

-Shuichi duerme casi todo el tiempo, y está inapetente.

-¿Y qué hay con eso?

-Puedes causarle una anemia. Está demasiado débil. Ayer se desmayó como tres veces.

-Mh, es cierto. Me lo llevo a Tokio.

-No es necesario. Aquí tengo órdenes de exámenes médicos, será todo muy discreto, y en Tokio armarían tremendo revuelo si los ven entrar.

-Mh, muy bien pensado. Yuki sensei, un día de estos me quitará el trabajo.

-Ahora llévatelo, tengo que trabajar.

-Lo siento, vinimos a buscarlos para un almuerzo con su familia. Luego daremos un paseo por estas bellas colinas.

-Bien. Vamos.

Así fue que almorzamos, y entonces noté que de veras no puedo comer, no tengo hambre. Jugaron bromas al respecto. Al rato fuimos a caminar, y era un paisaje realmente hermoso. Lindo para estar. Yuki me preguntó "¿Podrías vivir aquí?" y no supe responder. Dije "contigo, viviría en cualquier sitio, y cualquier desierto es hermoso". Yuki s quedó en silencio. Creí que mi respuesta había sido la incorrecta, cuando me apretó por los hombros, y me preguntó:

-Tú... nunca piensas en el futuro, ¿Verdad?

-No, yo siempre creo que hay que vivir en el ahora. Vivir el día.

-¿Y no piensas en qué harás de aquí a diez años? ¿Crees poder seguir cantando? ¿Componiendo canciones?

-Nunca lo he pensado.

-¿Crees que seguiremos juntos?

-Me da lo mismo. Si no estás cerca de mí, simplemente moriré.

-Estoy casado. Volvamos a casa.

-¿A casa? No podemos volver aún...

-No, me refería al templo, aunque también quiero volver a casa. K!, me vuelvo al templo con Shuichi...

-Pero si ahora vamos a pescar.

-Tengo trabajo, y él se está cayendo de sueño. Si le quieres resfriado además de anémico, bien.

-No, está bien, vayan a dormir. Sólo cuídense.

-Vale.

Yuki me arrastró de vuelta al templo por un atajo. Seguro jugaba solito por estos lugares. O huía, tal como me le manifestó una vez. Me siento incómodo, sea como sea, porque está allí su padre, y no es muy alentador estar viendo sus rostros.

Nos sentamos en el borde de la casa. No recuerdo el nombre, pero como el piso de las casas antiguas es más alto que el suelo, se da un desnivel, por el lado del jardín de té. Sólo llevábamos esa ropa que usan los sacerdotes... Supongo que con calzoncillos, pero Yuki me los quita para tomarme más rápido cuando se le da la gana, y a mí realmente me incomodan. Uso de los slip para estar mejor. Yuki se llevaba la mano a la espalda, así que me ofrecí a hacerle un masaje.

-Tú no eres muy bueno en eso.

-Anda, que Noriko san nos ayuda a relajarnos a veces, y enseña cómo relajar a otros.

-Ah... Horror. Me vale, inténtalo. Ten –Me pasó una crema –ayuda a correr mejor las manos. –Y se bajó la bata esa de sacerdote. ¿Yukata?

Así que le empecé a masajear según las instrucciones que me había dado Noriko (N/A: No se imaginan cuántas veces he seducido con un masaje en la espalda. Jejeje.) Y al parecer se relajó bastante. Tenía muchos nudos. Cuando su espalda maravillosa ya estaba lisa y suave, Yuki se puso de pie, y bajó los pies al piso, y se subió los hombros. Yo, es cierto, estaba algo excitado, pero no tanto como él, al parecer. Me acercó, y me besó. El piso de la casa le llegaba un poco más debajo de las caderas. En el beso me le fui entregando, a sus manos quemantes, a sus besos húmedos... Me acercó de golpe a él, por las caderas, pude sentir su erección a través de la ropa. Supe dónde iba a terminar todo esto. Me seguía besando, recorriendo mi cuerpo, subiendo los faldones de mi ropa. Sus manos toparon con mi slip,.al quitármelo, me dejó de piernas abiertas, y al aire.

-Maldita sea, Yuki, sólo te ofrecí un masaje...

-Dime ahora que no quieres...

-Maldita sea, si, si quiero, -empecé a jadear, sus labios tocaron mi pene -pero aquí nos pueden ver... Oh, Yuki...

-Nadie nos verá, todos están pescando, y mi padre está en un servicio. Sólo trata de relajarte... Anda, Shuichi...

Me destruyó su ruego, estaba rogándome que lo dejara entrar. Le dejé que me pusiera de la misma crema que había usado para su espalda, ahora sé que la llevaba lista, y me penetró como siempre, deprisa, con calma... Pero esta vez hizo algo diferente. Tomó mis piernas de su cintura, y las puso a la altura de sus hombros. El grito que di fue impresionante, puesto que se adentró mas que nunca, y de a poco aquel dolor lo fui sintiendo placer, como siempre, como nunca. Me caían lágrimas de mis ojos, y mis gemido eran muy fuertes. Terminé muy luego, como siempre, pero Yuki no se detuvo. Después de eyacular, dejo de sentir placer unos momentos, pero el segundo siempre viene con mas fuerza. La posición no me permitía besar a Yuki, y lo que estaba sintiendo no me permitía abrir los ojos. Acabó él, y respiré hondo. Quedé extremadamente sensible, caliente, a la espera de mas. Yuki se tendió a mi lado. Me pasó un brazo por encima, y me besó la cara. Apoyó la cabeza en mi pecho.

-Has estado maravilloso, Yuki.

-Tú has estado mejor que otras veces.

-¡Yuki! –Dije en tono de reclamo.

-Nunca cambias, baka. - Me quedé observando el hermoso jardín. Yuki suspiró- ¿Te gusta el jardín?

-Si, es muy hermoso.

-Ciertamente. Sólo ahora me lo parece. Lo miré diario tantas veces, que no me daba cuenta.

-Debe ser una gran suerte vivir en un lugar así.

-No lo creo.

-Yuki, lo siento, yo no...

-No importa. El pasado no importa. –Me recorrió con su dedo.

-Yuki... tómame...

-¿Qué?

-Tómame ya, Yuki...

-Nunca habías dicho algo así...

-Pues ahora lo digo... Tómame otra vez, antes que lleguen los demás, y lo arruinen todo.

-Baka... –Me dijo y me besó el cuello. Se apretó contra mí, besándome mas el cuello, y pude sentir la temperatura elevada de su cuerpo contra mi piel. Él estaba mucho mas listo que yo, de nuevo. Me besó en la boca, situándose sobre mí, yo subiendo mis rodillas, y el mi falda. Mis slip se habían quedado en ningún lado. Bajó otro poco, y ya lo sentí en mi ano. Subí mis rodillas a sus hombros, y comenzó a entrar, y a moverse. En vez de dolor, sentía mucho placer. No del tipo orgásmico de cuando terminas, un placer suave, que llegaba a ser dulce. Yuki se sentó de a poco, y siguió moviéndose, y por increíble y única vez, terminamos juntos de una manera muy especial. Sentí... Sentí cómo mis cinco sentido se fundían en uno solo, y luego... Y luego estallaban...

Luego, descansando con Yuki, me dijo que no sabía qué había sido. Que así como podía ser que nunca más sintiéramos algo así, podía ser que fuera una nueva dimensión para descubrir. .

Muchas gracias a quienes han seguido hasta acá este fic. Ya sé que no es un historia. Sólo quiero dar otro punto de vista.