Notas de la Autora:
Los personajes están OOC nuevamente, lo que pasa es que así quedaba mejor este fic. Así que no se asusten.
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La Cosa Más Dulce
Escrito por Natalia
"TORTA!" Yoh rió encantado mientras Tamao colocaba el paquete sobre la mesa. Agarró un cuchillo y comenzó a cortar la redunda torta de chocolate en pequeñas porciones.
Los ojos de Anna se achicaron. Era una tarde aburrida de verano y habían decidido juntarse todos en la casa de los Asakura, y como no podía faltar Tamao había traído un postre. Por un segundo, sintió que sus dientes apretaban sus labios con furia ante el hecho de que otra persona estaba poniendo a Yoh más contento que nunca, pero lo dejó pasar. Tampoco estaba tan paranoica como para negarle al pobre shaman una porción de torta. Después de todo, casi nunca comen torta en la pensión.
Su tenedor paro a mitad de camino cuando vio como Yoh llenaba su boca con el delicioso chocolate, como si no hubiera comido en días.
"Esto es --mmmph -- muy -- mmm -- bueno, delicioso -- mmm -- Tamao," llegó a decir entre bocados. Como no mostraba signos de que fuera a parar, Ryu le alcanzó un vaso de agua. Todos lo miraron, en diferentes escalas de asombro, como bebía todo el vaso sin siquiera parar para respirar. "¿Qué celebramos? ¿Y dónde la compraste?" le preguntó al fin.
Tamao lo miró tímidamente. "En realidad, no celebramos nada. Yo la hice."
Anna iba a seguir comiendo cuando Yoh se paro frente a Tamao y la agarró de las manos. "¿En serio la horneaste vos? ¿Solita? ¿Con tus manos?"
Antes de que Tamao pudiera contestar, Anna largo un quejido de protesta. No podía evitarlo; era casi por instinto.
Pero Yoh, ni siquiera se dio cuenta, era como si ni siquiera se hubieses dado cuenta de que la torta de Tamao a ella le molestaba. "Jamás conocí a alguien que cocinase así de bien. Es más, ¡creo que es lo mejor que he probado hasta ahora!"
"Muchas gracias, joven Yoh," contestó Tamao sonrojándose. "Me alegra que le haya gustado."
Anna no podia soportarlo más y decidió retirarse a su habitación. Después de todo Yoh ni se iba a dar cuanta de que faltaba en la sala, es más lo único que tenía en la cabeza era la torta que la buena de Tamao había hecho.
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Una vez terminada la fiesta, Yoh se dirigió al cuarto de Anna para ver que le pasaba. Entró saludando su habitual '¡Hola Annita!' pero no recibió respuesta, sólo la encontró en un estado pensativo.
¿Qué era lo que le veía a una torta de chocolate? Anna estaba pensando seriamente en la habilidad que hay que tener para hornear una torta.
"¿Por qué estás tan enojada conmigo?" Yoh preguntó, interrumpiendo sus pensamientos.
"¿Quién dijo que estaba enojada?" le respondió fríamente.
"No me estás hablando," le señaló, "Cuando entré no me contestas-"
"Entonces ¿qué estamos hacienda ahora?"
"¿Ves lo que digo? No te entiendo, Annita. Ni siquiera tendría que haber entrado a ver que te pasaba."
"¡Pero si es tu culpa!" le gritó, sabiendo perfectamente que esta discusión no tenía sentido.
Luego, para su total sorpresa, Yoh se agachó y le dio un beso en la punta de la nariz. Cuando se separó, su rostro vestía una gran sonrisa. "Te ves linda cuando te enojas."
"Vos-- vos--" trató de hablar sin creerlo.
Él solo volvió a reír y salí de la habitación comentando. "Sabía que eso te callaría."
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Claro con ese beso Yoh creía que todo estaba bien entre los dos. Pero Anna tenía otra idea en mente.
"¡Todos fuera de aquí!" demandó al entrar en la cocina.
"Pero, Anna, aún no hemos terminado de hacer la cena…" Manta protestó con temor.
Se encogió de hombros. "Esperen a que yo termine." Esperó a que Manta y Ryo salieran de la cocina con caras de susto y confusión. Anna no era una de esas personas que dejaba que la gente se fuera sin terminar lo que empezaron.
"Fácil-De-Hornear Pudín de Chocolate," leyó en voz alta del libro de cocina que años atrás le habían regalado. Al principio, estuvo tentada en comprar una de esas tapas de torta que se venden en los supermercados, pero sabía que Yoh no era fácil de ganar sin prepararle algo hecho por ella. Esa era una salida de emergencia. Por lo menos, con el pudín de chocolate, tendría una mejor posibilidad de impresionarlo. Así talvez no sea la torta de chocolate de Tamao, sino la suya.
Sabía que Yoh no estaba cegado por las cosas materiales, no importa que tan caras o extravagantes fueran. Apreciaría más una torta de arroz hecha por los vecinos que unos biscochos importados de Europa. Pero había algo en sus ojos cuando le sonrió a Tamao, una mirada que marcó un hilo de dolor en su corazón.
Ella quería ser quien lo hiciera sonreír. Quería ser quien lo sorprendiera con sus habilidades.
Veamos como pueden superar esto.
Tomó de nuevo el libro y continuo leyendo las siguientes líneas silenciosamente, "Precalentar el horno a 180 grados Celsius y colocar manteca derretida en una cacerola de 2 litros."
Anna miró todo el cuarto. ¿Y dónde es exactamente que está el horno?
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Después de unos minutes lo encontró, pero no fue el peor de sus problemas. Una vez que descubrió como encenderlo, se dio cuenta que tenía el poder de atraer la mala suerte. Primero, cometió el error de no haber preparado todos sus ingredientes antes de empezar. La receta pedía que revolviera la manteca, el chocolate y la leche en un cacerola por tres minutos. Desafortunadamente, pasó más de tres minutes buscando el chocolate en la heladera. Cuando, por fin, lo encontró, la leche y la manteca ya se habían pasado. Anna estrujó su cerebro para una rápida solución, ignorando las gotas de sudor que rodaban por su rostro. Necesitaba algo líquido, ¿verdad? Improvisó y le agregó un vaso de agua a la mezcla – si puede llamarse así.
"Deje que la mezcla se enfríe lentamente," leyó. Bien, pensó para sí misma. Este sería el momento perfecto para acomodar todo. Después de descubrir su anterior error, Anna ahora buscó por toda la cocina el resto de los ingredientes.
Apretó sus nudillos. "Dios," se murmuró a sí misma, sintiendo como su confianza iba siendo reemplazada por nervios.
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Colocó la cacerola con la mescal del pudín en el horno, así podía dejarla hornear por los 40 minutos requeridos. Hornear un pudín era más fácil de lo que pensaba.
Ahora faltaba una sola cosa por hacer.
"Busca Yoh y tráelo, debe estar en el puente o en el parque" obligó a Amidamaru. "Dile que le cociné un pudín que le hará olvidar todo acerca de la torta de Tamao."
Tiempo de mostrarle a Yoh que Anna no se deja vencer fácilmente.
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"Odio interrumpirla, doña Anna," comenzó Ryu. "Pero así no es como debe verse un pudín de chocolate."
Anna estaba lista para matar a alguien cuando sacó el recipiente del horno. Después de los ruidos que se escuchaban de la cocina Ryu decidió entrar a ver que pasaba. Manta decidió quedarse afuera, por miedo a salir lastimado.
"¿Te parezco idiota?" Anna le gritó. "¡Claro que se que así no es como debe verse un pudín! ¡Puedo partirte la cabeza con esto!" ¿Cómo iba a impresionar a Yoh con este ladrillo?
"En momentos como este, debes admitir tu derrota." Ryu fue callado con una mirada mortal.
Anna salió furiosa de la cacina, se calzó y salió de la pensión.
"Doña Anna ¿a dónde va?" gritó Ryu desde adentro. Como era de esperarse su pregunta no fue respondida.
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"Eso fue completamente delicioso, Annita," Yoh le comentó. "Justo lo que necesitaba. Pero seriamente, ¡no sabía que vos también podías cocinar! No paras de sorprenderme. ¿Podrías cocinar algo de vez en cuando, no?"
El pudín que compro en el Mercado del pueblo estuvo fantástico, y no habría manera de que Yoh se enterase de que ella no lo había horneado.
"¿En serio te gustó?" le preguntó.
"¡Claro!"
"¿Más que la de Tamao?"
"Porque vos la hiciste," le respondió suavemente.
Sus palabras de confianza la fulminaron. ¿Le gustó más solo porque ella la había hecho? De repente se sintió como la rueda más baja del planeta.
"Yoh," Anna lo llamó.
"¿Si?"
Sus ojos evitaban encontrarse con los de él. "En realidad, yo… uh, yo… no horneé ese pudín."
"¿Qué?" le preguntó, sorprendido. Cerró sus ojos y sonrió. "¿Entonces quién fue? Si que cocina bien. ¿Y por qué dijiste que vos la habías hecho?"
"La fui a comprar al mercado." Anna suspiro. "Mejor te lo digo. Si horneé un pudín. Pero fue tan grande el fracaso que no dejaría ni Horo Horo lo comiera. Pero quería impresionarte tanto que creí que sería mejor que probarás uno delicioso."
Ante su sorpresa, una sonrisa apareció en rostro de Yoh. "¿Hiciste todo eso por mi?"
"¿No estás enojado?"
Yoh caminó hacia ella y la agarró del brazo. "Quiero ver el pudín que hiciste."
"Lo tiré," le dijo, pero igual permitía que Yoh la guiara hasta la cocina.
Yoh señaló el recipiente colocado sobre la mesa. "Mentirosa."
Anna se sonrojo por la vergüenza de aquel postre. "Horrible, ¿no?"
Pero el ya estaba cortando una porción de la dura y negra masa.
"¡No lo comas!" gritó, pero fue demasiado tarde. La porción ya había desaparecido dentro de la boca de Yoh. Por un segundo, Anna pensó que sus ojos se habían agrandado, pero mantuvo sus gestos bajo control por lo que asumió que lo había imaginado.
"¿Eres idiota? ¿Cómo puedes comer eso?" le preguntó/gritó.
"Un poco duro," le comentó entre fuertes mordidas. "Y talvez un poco amargo."
"Te dije que no lo comieras," se quejó.
"Pero ¿sabes?, es, de verdad, la cosa más dulce."
Tomó un momento hasta que las palabras de Yoh se hundieran. Ella lo miró, cachets llenos con el duro pudín, tratando de mantener su boca cerrada.
"Te hago otra si quieres."
Tragó visiblemente. "Tal vez en los próximos cinco años." Miró el reloj de la pared y dándole un beso en el cachete se retiró.
Anna, sonrojándose, se tocó el cachete y sonrió. No importaba si supiera cocinar o no. Su corazón ya estaba lleno. Muy lleno.
Fin
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Notas de la Autora:
Bueno, como podrán ver cambié completamente las personalidades de los protagonistas, pero igual me encanta.
A Anna la hice así de tonta en la cocina porque es como me pareció que actuaría. Después de todo, en la serie jamás prepara la comida y nunca ayuda en nada, por lo que no debe saber donde están los utencillos no como utilizarlos.
Pero a pesar de la torpeza de Anna, el fic terminó siendo romántico. Eso sí, no tengo ni idea de cómo se prepara un pudín e inventé toda la receta. La verdad es que yo soy pésima en la cocina; lo máximo que se preparar es gelatina. Deprimente, ¿verdad?
Y para finalizar quiero agradecer a todos los que dejaron reviews en mis fics anteriores:
Yo Digo, Tu dices
Jan-chan: Aquí me tienes escribiendo más, ¡justo como querías!
Bratty: Gracias por estar de acuerdo con lo que puse en el summary
Lourdes Ariki: Si, ya se que Yoh lo sabe, pero a que hubiese sido lindo que ella le respondiera con lo que siente. Igual, gracias por dejar reviews en todos mis fics. Me siento querida. Y espero que tú también sigas escribiendo.
Hidrazaina: Lo siento, pero era una historia corta.
Xgirl: Gracias, gracias hace reverencias
Sakura Himura: Como le dije a hidrazaina, es una historia corta, y lo del lemon tendrá que esperar…. Lo que pasa es que me da vergüenza (¡tengo 18 años al pedo!)
Anna Asakura: Si sabemos que no le hizo nada, pero Anna cree que lo trataba mal con sus entrenamientos y cree no merecer su amor…. Es triste ;;
Urico: Que suerte que te gusto, después de todo yo escribo para que a los lectores les guste. ¡Gracias!
Derretir
Lourdes Ariki: Si, yo también dudo mucho que Fausto o Ryu alguna vez estén en contra de Yoh, en especial Ryu que es demasiado cariñoso (para mi gusto) tiembla. ¡Gracias nuevamente!
Anna Asakura: Viste, me re posesiono cuando pienso en lo que pasa por la mente de Anna. Me pareció más fácil escribir el fic de su punto de vista que el de Yoh, ya que es una persona ajena a la amistad que hay entre los shamanes. ¡Gracias por dejar reviews en todas mis historias!
Maru Kazegami: Me están dejando reviews filosofeando sobre la personalidad de Yoh. Yo también creo que es misterioso, no puede ser que exista alguien que no tenga ninguna preocupación en el mundo. Sería realmente estupido y asombroso a la vez. Algo de razón tienes, por lo menos eso creo yo.
En Una Noche Como Esta
Eleone: Gracias por tus comentarios y te doy una cordial bienvenida al mundo de Shaman King. ¡Espero que sigas disfrutando la serie hasta el fin del universo!
Laila Doremi: Muchas gracias por tus comentarios, y tienes razón no muchos fics (por no decir ninguno) en los que Yoh se deja llevar por sus hormonas y termina compartiendo la cama con Anna. Pero hay que ver que tampoco hay muchos escritores de fics de Shaman King en castellano (aunque hay muchos más que en inglés, cosa asombrosa para mi). Tal vez algún día, no prometo nada, haga algún lemon entre Yoh y Anna, pero… no se… soy muy pudorosa . Igual no pierdas la esperanza, que eso es lo último que se pierde.
Anna Asakura: Ahora que lo dices tienes razón. Yoh me quedo directo, lo que me convierte en mala escritora por hacerlo tan OOC. Soy patetica UU. Pero tu no te preocupes que si te gusto así, trataré de dejarlo igual.
Lourdes Ariki: Que bien que te gusto y que Yoh te pareciera gracioso. ¡Muchas gracias por tus reviews!
El Té de la Verdad
Anna Asakura: Yo te daría del té, pero que efectos tendría…. No, vamos en serio, me encantan tus comentarios. Muchas gracias por todo.
Y muchas gracias a todos ellos que leen pero no se animan a dejar sus comentarios. ¡Los quiero igual!
