El Cambio de Horo Horo

Escrito por Natalia

La tarde se estaba terminando, el día gris y triste. Fausto estaba trabajando silenciosamente dentro de una de las habitaciones de la Pensión Asakura, un pequeño grupo en la sala estaba unido esperando noticias de su amigo. Los minutos se volvieron horas, antes de que por fin se abriera la puerta para revelar al médico.

"Su mano derecha y brazo han sido completamente estropeados. Ambas piernas y tres costillas están rotas." Fausto sacudió su cabeza tristemente, "Horo Horo también tiene un golpe en la cabeza... no se que tan extensivo va a ser el daño cuando despierte."

Silencio fue la única respuesta que recibió el ojeroso rubio tras escuchar el horrible diagnostico. Largos minutos pasaron antes de que Pilika juntara el coraje para hacer la pregunta que estaba en la mente de todos: "¿Se va a recuperar?"

Fausto respondió con su usual paciencia. "Ordinariamente, no... pero para Horo Horo..." se detuvo, mirando las ansiosas caras, juntando valentía de ellos, "para Horo Horo, hay otra opción." Se dirigió a Pilika, serio con un propósito: "Podemos reconstruirlo, hacerlo mejor de lo que era."

El grupo de shamans se paró y miró fijamente a Fausto. "Usted..." la voz de Pilika titubeó, y después de tomar aire volvió a intentarlo, "¿Puede hacerlo más inteligente?"

"¿Puedes hacer que deje de criticar mi apariencia?" Ryu intervino, ojos abiertos con asombro.

Anna, sentada al lado de Yoh en una esquina preguntó también. "¡¿Puedes hacer que pague por la comida y la estadía en la pensión?!"

Esta no era la reacción que Fausto estaba esperando. "Ano... eso no es lo que quería decir..."

Los shamanes no estaban escuchando. "¿Puede hacer que deje de llamarme 'moreno'?" Chocolove demandó.

"¿Puedes hacer que deje de quejarse de las tareas que le otorga Annita?" Agregó Yoh.

"Yo estoy de acuerdo con Pilika," Ren comentó, apoyado contra una pared. Él había sido quien encontró a Horo Horo, mal herido y dejado para morir en el desierto. "No se que estaba haciendo el idiota, pero si lo haces más inteligente, talvez se mantenga alejado de los problemas."

Anna, Pilika y Ryu asintieron de acuerdo, mirando expectantemente a Fausto. "¿Y?" Pilika preguntó, cuando la boca del doctor se abría y cerraba varias veces sin decir nada. "¿Puedes hacerlo?"

Sacudió su cabeza. "Um... no. Verás, solo quería decir que puedo hacerlo más fuerte..."

"¡¿Más fuerte?!" Protestó Anna, "Ya es suficientemente fuerte – ¡¿Por qué demonios querrías hacerlo más fuerte?!"

"Espera un poco..."

"Anna tiene razón," Ren interrumpió. "Hacerlo más fuerte no ayudaría a nadie. Mejorar su carácter sería como un servicio para la sociedad."

Mientras el resto del equipo se quejaba, Fausto finalmente perdió su temperamento. "Sólo préstenme atención, ¿¡¿quieren?!?" demandó. "Puedo hacerlo más fuerte – no más inteligente, no moralmente correcto, ¡sólo más fuerte!" Dándose la vuelta salió de la sala, cerrando la puerta fuertemente detrás de él.

En la tranquilidad que lo siguió, el bajo susurro de Tamao fue perfectamente claro: "Que miedo..."

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Notas de la Autora:

Este fic es súper gracioso, o por lo menos para mí. Se que hice a todos los personajes muy crueles ante la situación de Horo Horo, pero si te dicen que lo pueden mejorar, ¿vos que le mejorarías? Yo sin duda el cerebro, aunque… pensándolo bien, así como está es muy lindo.

Me gustaría que me dijeran que les pareció. ¡Gracias! Y les pido a los fans de Horo Horo que no me manden virus por correo ¡por favor!