Un Minuto, un Año, un Siglo

No importa lo que dure, Creéme que no importa. Un minuto, un año, un siglo. Pero mientras dure, decime que es para siempre, que vamos a alcanzar la eternidad con las raíces de este amor que crece para adentro y desde adentro nos empuja al cristal de la risa, al silencio que late con corazón de pájaro, al chocar de planetas que es nuestros cuerpos juntos recreando el temblor, el universo, el canto.

Yo quiero hojear tus libros y repisar tus pasos en las mismas calles que anduviste y apretarte la mano en el cine, y decirte de repente lo mismo que me estabas por decir...

No importa lo que dure.

Vamos a hacer volar a todas las palomas, vamos a hacer repicar a todas las campanas de todos los campanarios, vamos a bebernos el viento del verano en las copas de las casuarinas, en la paz del crepúsculo, cuando la luna es apenas una hostia sin comulgar en el cáliz azul de la tarde.

No importa lo que dure.

Mira, la piel que vos tocaste, la caricia aún quemando en mi cintura, ha florecido... Soy una primavera. Vos lo hiciste. Me tomaste la cara entre tus manos y tu ternura fue como un viento tibio que barrió todas las hojas secas que poblaban mi otoño.

Allí donde las piedras le cerraban la salida a mi soledad, vos hiciste una puerta y por la misma se metió el sol y de mi nacen ahora las estrellas.

Mi cuerpo es una costa donde tu cuerpo se hunde, donde tu barco muerde la arena, como un pez.

Mar cabrilleando orillas.

Mar galopando dentro.

Furor de hoguera roja quemando el jazminero.

Entonces se desdobla la latitud del alma y se quiebra la fuerza en la fuerza del cuerpo.

No importa lo que dure.

De verdad, no me importa.

Esto es tanto, tan mío, es tan nuestro, es tan herida y risa y cielo al mismo tiempo, que aunque un día te vayas, aunque un día me dejes, aunque lo tuyo se haga astillas de viento, en mí quedará un huerto..., el huerto..., las raíces de lo que en el sembraste..., el huerto empecinado en seguir floreciéndole a tu ausencia, a tu olvido, a tu adiós.

Y nunca estaré sola, aunque me dejes sola, porque en mi vida recibí tan poco (y lo poco tan triste), que la dicha que vos me das ahora me alcanzará para seguir usándola hasta que de mí no quede nada.

No importa lo que dure. Pero decime que es para siempre.

Mientras dure, decime que vamos a alcanzar la eternidad con este amor... y yo me sentiré pequeña, mientras tiembla mi carne con leves aleteos de mariposas nuevas.

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Notas de la Autora:

Otro One-Shot. Este no viene con los personajes, pero se adapta a cualquiera.

Fue mi auto-regalo de cumpleaños. Cumplí 19 el día 13 de febrero. Muy pocas personas lo recordaron, lo cual me puso depresiva (por eso escribí esto, para levantarme el animo...) pero también me hizo dar cuenta que clase de personas me rodean.

Quiero agradecer a mis padres y hermano, los primeros en saludarme y bancarme todas los días a pesar de lo pesada que puedo llegar a poner siempre.

También a Ana y Claudio, compañeros del trabajo y 'padres adoptivos', que me aconsejan y abren los ojos en el laburo.

A mi abuela y tíos maternos por venir temprano antes de salir de vacaciones a saludarme.

A mis amigas de la secundaria (Ana, Ceci, Maby, Dani, Gigi, Sonya y Chivy) quienes me hicieron ) una torta de dulce de leche.

A Aurora, una amiga de mi madre que poco me conoce y sin embargo me llama todos los años para desearme felicidades.

A Bratty por recordarlo y encima regalarle ese mini-fic tan gracioso. Aun me sigo riendo, imotochan!!!

Y a mi abuela y tía paterna, porque a pesar de que no nos llevemos bien, también se acordaron. A todos, mi más sincero agradecimiento.

- Natty-chan