¡¡¡¡¡HOLA!!!!! Después de miles de milenios por fin he podido actualizar, se que el esperar cansa, de verdad, y la verdad es que no había podido escribir nada y justo el día que reservo para hacerlo me va tan mal que decido mejor no hacerlo, de lo contrario mataría a Alanis o a alguien mas.
Pero paseándome nuevamente por ff.net he visto que ninguno de los fics que llevo siguiendo desde el principio y que de verdad me gustan no están. Por lo tanto, decidí actualizar este. (¡¡HURRA!!) =D.
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Witch Sydney: Muchas gracias por dejarme el RR a pesar de todo el trabajo que tienes, me siento halagada =D. Si, por eso mismo se llama así el fic. Hubiera querido que matara a Lucius en ese momento, pero entonces como que faltaría algo en los libros de Harry Potter y puedo ser demandada por eso..... Bueno, en realidad no, pero da igual.
No publicaré la secuela por que dudo mucho que tenga tiempo. Y si la empiezo a publicar luego la tengo que terminar y eso es lo difícil, pero a mi no me gusta dejar las cosas a medias. Es decir, me estaría aventando un gran compromiso. Pero si les gusta la idea y mas gente me la pide, la publicaré, ya te avisaré yo luego si lo hago o no.
Marta: Si, en el futuro pienso ponerle un poquito mas de acción, no te preocupes por eso, pero por el momento solo necesito que se lleven un poquito mejor. Muchas gracias por tu comentario y por tu consejo.
Clau de Snape: ¡¡SI !! ¡¡ESTOY VIVA !! =P. Muchas gracias por tus ánimos de publicar la secuela, lo seguiré pensando, pero hasta ahora aún no tengo una decisión firme en cuanto a eso. Por otro lado si me gustaría que fuera así, pero aún no se me ocurre mucho el como o el que, se me quema el cerebro. Es que la personalidad de Snape es tan difícil de escribir que me la paso en muy buenos problemas cuando trato de que se abra y no se ponga ni cínico ni sarcástico ni ácido para con los demás. Solo espero que disfrutes este capítulo, y muchas gracias por tus consejos.
BarbiBlack: Muchas gracias, aquí esta la continuación tan esperada. Al menos por mi Jejejeje. Espero que te siga gustando.
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Capítulo VIII "Navidad"
Los días se habían sucedido entre la casa y las compras para aprender a cocinar. El dinero les era proporcionado por Dumbledore, ¿de que forma? Solo Snape lo sabía, ya que ni tan solo Alanis estaba enterada del suceso.
Se había operado un cambio notable en Snape, quien poco a poco había dejado de atacarla con sus comentarios. Alanis se había extrañado en un principio, pero se había ido acostumbrando, así que lo pasó por alto.
Por fin llego una mañana algo peculiar. La nieve había cubierto por completo el lugar y nadie podía salir ya de casa al pueblo pequeño en el cual vivían.
-¡Severus!- exclamó la voz de la muchacha. Había pasado todo una semana tratando de poner el árbol de navidad a la usanza muggle, y había sido toda una odisea, sin contar el hecho de que Snape había estado a punto de quitarlo un montón de veces alegando que las fiestas navideñas no tenían caso ni razón de ser. Habían discutido en diversas ocasiones por el asunto, sin embargo, Snape sabía que Alanis no cejaría en tratar de celebrar la navidad, así que la dejó en paz.
Esa mañana ella se había levantado temprano y había descubierto a Severus cerca del árbol de navidad. Reaccionó con un grito. Solo Dios sabía lo que Snape le estaba haciendo al pobre árbol.
-¿Me puede explicar el por que de ese grito?- preguntó Severus, mirando a la chica a los ojos.
-Bueno, jamás lo he visto celebrar la navidad.... bueno, olvídelo....- Alanis se recostó en el sillón que había ahí y encendió el televisor.
-Según estudios hechos a los muggles, la televisión ha sido un factor de gran vicio para ellos en los últimos años, puedo decir que poco a poco ha ido haciéndose adicta a ella, ¿no es así?- preguntó Severus, sentándose al lado de ella, provocando que Alanis tuviera que incorporarse y sentarse bien para dejarle lugar.
-¿Y que mas se puede hacer si estoy encerrada en una casa con un hombre que no gusta de platicar?- Alanis había estado tratando de provocar al profesor de pociones durante varias ocasiones, y le molestaba el no haberlo logrado aún.
-Bueno, puede comenzar a estudiar todo lo que no estudió en sus últimos años de pociones- Severus sacó un libro de quien sabe donde, y lo puso en las piernas de Alanis.
-¿Esta loco? ¡Pasé de puro milagro la asignatura y espera que la estudie por recreación!-
-Bueno, ¿puede sugerirme algo mejor?- Alanis se mordió el labio inferior con una sonrisa siniestra. La conversación iba tomando el rumbo que ella quería, pero aún así debía tener cuidado.
-No lo se...- murmuró. De pronto se puso de pie.
-¿Qué pasa?-
Ella no respondió, en cambio, se lanzó corriendo hasta el pequeño jardín de la casita. Severus no le encontró caso a ello, pero se preocupó al ver que Alanis no venía de regreso, así que decidió ir al jardín.
Salió y comenzó a buscar a la muchacha, sin encontrar ni rastro de ella.
-¡Alanis!- gritó. Nadie respondió. -¡Alanis!-
Se comenzó a preocupar, pero no dejó traslucir ni una sola emoción. De pronto, algo lo golpeó por la espalda. Se volvió esperando encontrar algo peligroso, pero encontró simplemente a una pelirroja con una bola de nieve en la mano.
-Guerra de nieve- la sonrisa pícara de ganancia en los labios de Alanis provocaron el espíritu de competencia del profesor mas serio del mundo. Hizo una bola y la lanzó a la chica, quien logró esquivarla sin hacer el mínimo esfuerzo.
-Estas muy oxidado profesor- Alanis le lanzó otra bola, pero esta vez los reflejos de Severus lograron salvarlo del impacto.
-Tu no estas en muy buena forma- Severus le lanzó una segunda bola. Recibió otra como respuesta, y así comenzó una guerra de bolas de nieve, mientras ambos bandos se iban acercando cada vez mas y mas entre sí. Por fin llegaron a una distancia de menos de un metro. Alanis se abalanzó sobre el profesor, y ambos cayeron al suelo, Alanis encima de Severus, y ella totalmente dispuesta a que el se llenara de nieve y le quedara la ropa empapada.
-¿Señorita Skinner? ¿Qué cree que esta haciendo?- La acción de la chica lo había tomado por sorpresa totalmente, y no estaba preparado para reaccionar ante tal situación. Alanis reía, mientras se levantaba y entraba a la casa. Severus quedó por unos momentos tirado en el suelo, respirando entrecortadamente.
Dentro solamente se escuchó la voz de Alanis que lo llamaba para cenar. Aparentemente había aprendido a cocinar pavo alguna vez y en ese momento estaba realizando su debut.
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-Debo decir que no me quedo nada mal, aunque lo diga yo- Alanis sonreía satisfecha a Severus, quien aún se ocupaba de engullir su trozo de pavo con los cubiertos debidos. En su rostro se lograba ver que le había gustado.
El fuego en la chimenea invitaban a sentarse cómodamente en la sala, y Alanis no se hizo del rogar, mientras Severus levantaba su plato.
-¡Cada quien lava lo que usó!- exclamó Alanis desde la sala, ya recostada en el sillón. Se pudo escuchar el gruñido que dio Snape como respuesta. La muchacha sirvió dos copas con vino tinto y las colocó en la mesita de centro.
-¿Espera visita?- preguntó Severus desde la puerta de la sala.
-Bueno, en realidad me voy a tomar yo sola las dos copas, pero no quería volver a servir cuando me hubiera acabado la primera, así que serví las dos de una vez....-
-Entendí la indirecta...- gruñó Snape. Se sentó en el sillón donde Alanis se había acostado. Ella se hizo mas chiquita, puesto que no quería levantarse. Snape la miró sin discreción alguna. Ella se percató, pero no hizo ademán de incomodidad, así que él no se inmutó.
-¿Nunca celebró la navidad?- preguntó ella.
-En realidad la festejé una vez, pero hace mucho tiempo atrás-
-¿Fue Elanie, verdad?- Alanis se había incorporado y estaba a la par de Severus. La vista de el se clavó en los ojos de ella. No estaba leyendo nada, simplemente la veía. No pronunció palabra, pero su mirada la dijo todo.
El silencio cayó sobre los dos sin ser incómodo. Alanis dejó caer su cabeza cansada en el hombro de Severus, quien la miró algo extrañado.
-Lo siento- murmuró ella un poco roja –Estaba cansada-
Siguieron platicando de cualquier cosa, hasta que Alanis quedó profundamente dormida sobre el sillón. Severus tomó la cobija y la tapó.
La mañana de navidad Alanis despertó con un regalo al lado de ella. Era algo pequeño, pero no tenía tarjeta ni nada por el estilo. Estaba envuelto en color verde y plateado. Ella sonrió.
Lo tomó entre sus manos y lo abrió sin inhibiciones. Dentro había una pequeña caja color blanco. En el interior de la caja había una pequeña foto enmarcada en donde aparecían tres muchachos, dos niñas y un niños. Los tres vestían túnicas de Hogwarts con el emblema de Slytherin en ellas. Las niñas sonreían con aire picaresco, una de cabello rojo y la otra de cabello negro, mientras que el niño tenía su típico gesto huraño.
-Feliz navidad- dijo una seria voz a su lado.
-Pensé que nunca celebraba la navidad-
-Es de esos casos en los cuales se da algo pero se abstiene uno de hacer preguntas...- Ella se levantó de su asiento y sonrió.
-Severus...- Alanis se sentía cohibida. Se acercó al profesor de pociones quien tenía una ceja arqueada en signo interrogante.
-¿Si?-
-Creo que debo agradecerte tu gesto...-
-Pero es solo una fotografía-
-No, no es la foto. Desde que llegué a Hogwarts he estado molestándote y agotando tu paciencia, sin embargo, te has comportado como todo un caballero y me has salvado la vida varias veces en este año, así que quisiera agradecerte todo eso... y... pues... lo siento...-
-¿Lo sientes?-
-Por todas aquellas ocasiones en que me porté como una niña malcriada- Sonreía con el toque travieso típico de ella. Severus la miró. Se acercó a ella sin dejar de mirarla a los ojos. Le sonrió como nunca en la vida lo había visto sonreír alumno alguno y dudando que lo vieran sonreír así. Pero era ella quien lo veía, ¿qué mas daba? Era una sonrisa cálida, paternal, sincera.
-Disculpas aceptadas-
-¿De verdad?- Había ansias en su voz.
-¿Me tomas por alguien frío, duro de corazón que no perdona a nadie? Eso es solamente a Potter o cualquier Gryffindor-
Ella lo abrazó con fuerza.
-Muchas gracias-
Pero ahí no había acabado lo que Severus tenía que decir. La tomó entre sus brazos delicadamente y le levantó el rostro. No debía pronunciar palabra alguna. Ya después serían las explicaciones, por el momento disfrutaría lo que viniera, después de todo, no había un padre mortífago que le estuviera diciendo en esos momentos que el amor no está hecho para los seguidores del Lord Oscuro, por lo que no le importaría nada ni nadie. Solo lo iba a hacer.
-Severus, ¿Qué preten...?- La pregunta de Alanis quedo sin terminar, ya que en ese momento el huraño profesor de pociones unió sus labios con los de la chica en un pequeño y tierno beso.
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La La La La, ¡Feliz Navidad! Jajajaja si, ya se, un poco fuera de temporada, pero no importa, por el momento decidí que fuera navidad y como es mi fic y yo lo escribo y pongo lo que quiero en el, entonces yo decido que es navidad y punto.
Por el momento es todo lo que tengo por el momento, espero que les haya gustado, se aceptan críticas constructivas.
¡Disfruten las fiestas! (Cuando vengan)
