Capítulo 5: El amor es tan difícil

Buen trabajo Aioria, Camus se fue por lo que dijiste – le regañó su hermano

Lo hice por él, por si no te habías dado cuenta el quería saber donde estaba Milo –

¿Y cómo lo sabes? – le preguntó Shaka

Por su mirada, su mirada lo dice todo –

Ahora que lo dices tienes razón, en el aeropuerto tenía una mirada más feliz, y al enterarse de que Milo no esta la cambio por una mirada triste – dijo Mu

Todos los caballeros hablaban sobre Camus y Milo, sin duda ellos dos eran tontos, por que pudiendo estar juntos ellos mismos se complicaban la existencia y se separaban.

Camus por su cuenta ya había llegado a su casa, necesitaba descansar para después averiguar a donde de había ido Milo, lo malo es que le daba algo de pena preguntar. Pero que demonios estaba pensando, tenía que dejar su orgullo tonto a un lado, ese orgullo que muchas veces le gana al amor. ¿Por qué los humanos somos tan orgullosos?

Mientras tanto Milo, estaba en el sótano de la casa de Escorpión, y nadie tenía ni la más remota idea de eso, según él había sido muy listo al esconderse en ese lugar, pero eso iba a durar muy poco.

Shaka, ¿Qué harás esta tarde? – le dijo Mu

No lo sé ¿por qué? –

Pues verás, lo que pasa es que yo iré a comer a la cascada ¿quieres ir? – preguntó Mu muy apenado.

Si claro, ¿a que hora? – aceptó Shaka

A las 3:00 pm ¿te parece? –

Si, te espero en mi casa –

De acuerdo, nos vemos –

¿Qué había sido eso? Pensaba Mu, por supuesto que no tenía pensado ir a comer a la cascada, nunca paso por su mente, salió por su boca sin razón, ahora tenía que ir rápidamente a su casa a preparar el Picnic para Shaka, no era que eso le molestará, sino que no sabía que hacer ni mucho menos que ponerse.

Otra vez con lo mismo,¿Qué es lo que me pasa? – se decía Mu

Últimamente le importaba todo lo que tuviera que ver con Shaka, y eso se le hacía extraño.

Volvamos con Camus.

Se había terminado duchar, en verdad estaba cansado, pero más que cansado estaba triste, el había viajado de regreso para hablar con Milo y arreglar su relación de una vez por todas. Bueno en parte no culpaba a Milo por haberse ido, el no sabía que regresaría (Si Camus, si tu supieras). Así que esperaría a que este llegará y hablaría con él, pero por ahora lo que haría era ir a la octava casa del zodiaco.

Sólo faltaba una hora para ir a recoger a Shaka, ya tenía todo listo, sólo que esos nervios no los podía calmar, se sentía extremadamente nervioso de eso pensar en Shaka, ¿el porqué? Pues aún no lo sabía, (Me extraña eso de Mu).

Rápidamente había pasado la hora (si muy rápido) y Mu ya iba en la casa de Leo.

Hola Mu, ¿a dónde vas tan arreglado? – le preguntó Aioria

Voy a comer a la cascada con... - Mu se calló al instante

A ver déjame adivinar – le dijo Aioria al notar que no había terminado la frase y al leve sonrojo – vas a ir con Shaka

¿Qué? ¿Cómo lo sabes? – preguntó Mu aún más sonrojado

Digamos que es intuición de caballero, como dice Afrodita –

J aja! Pues si así es voy con Shaka –

Te deseo suerte, y ahora vete que se te hace tarde –

Si gracias Aioria.

Sólo le faltaban unos escalones más, por su parte Shaka ya lo había sentido venir, así que estaba dándose un último toque (¿Shaka vanidoso? Por favor!).

Camus ya estaba en la puerta principal del templo de Milo, tenía tantos deseos de encontrar a Milo adentro con los brazos abiertos para recibirlo, pero sabía que eso no iba a pasar. Entró e inmediatamente se percató de que alguien estaba ahí y esa presencia venía del sótano pero ¿Quién podría ser?

Continuará......¿Camus encontrará a Milo? Pues eso y más en el siguiente capítulo.