Hola de nuevo nosotras con un nuevo capitulo

Capitulo 2

Se ponía el sol cuando, al fin, regresaron a casa. La luz del horizonte, mas allá del bosque, era cegadora.

Cuando Shaoran y Sakura salieron del bosque, a varios palmos de distancia uno del otro, la Señora Ieran Lee estaba en el salón.

Al entrar en la casa, Sakura se escabullo en seguida; pero La señora Lee pudo retener a Shaoran antes de que empezara a subir por la magnifica escalera

-Shaoran, te hemos buscado por todas partes. ¿Se puede saber que ha pasado con Eriol Hirakisawa?

-No quiero hablar de eso

-¡Mas respecto con tu madre! Has hecho que se fuera........Espero que tengas una buena razón

-Madre, será mejor dejarlo

Ella se levanto, con una insólita indignación en ella

-¿Quieres decirme de una vez que ha pasado?

-Si te empeñas..............Eriol Hirakisawa se permitió unos comentarios groseros a propósito de Sakura y yo le dije que no era un caballero.

-¡Por favor, hijo mío! Al oírte parece que estemos en el siglo dieciocho....¡comentarios groseros! Vamos ¿qué dijo?

-No consiento que insulten a Sakura. Por lo visto, Eriol piensa que las japonesas son unas frescas y, sobre todo, Sakura

-¡No puede haber dicho eso, el adora a Sakura!- dijo ella muy sorprendida

-Tu no lo oíste. Te hubieras indignado tanto como yo-insistió Shaoran fríamente.

-Hijo, probablemente lo entendiste mal.

-El que se haya ido con el rabo entre las piernas demuestra que tengo razón- insitito tercamente, subiendo las escaleras

De todos modos, cuando, una hora y media después, La señora Lee contemplaba la mesa de la cena, tuvo que reconocer que la ausencia de su sobrina Meiling y sus padres había hecho cambiar el ambiente, sin embargo aquella era la cena mas grata de todo el verano, sus cuatro hijas estas con sus respectados esposos, todo el mundo estaba amable, contento y jovial, y tal actitud no se debía solo a las cuatro botellas de champaña.

Tal vez era el propio Shaoran parecía mas relajado y no tenia aquel rictus de crueldad que tanto le dolía ver en su rostro. Hacia de anfitrión con un aplomo y una simpatía que la propio Señora Lee, maestra en el aire, no podía sino admirar.

Su físico, su pelo y sus ojos ámbares eran lo que mas le recordaban a su difunto esposo, había mucho de Ien Lee en su forma de dominar la mesa, aunque sin exhibicionismo, dejando brillar a los demás. Aquel aire de encontrarse en su casa era el mismo que adoptaba Ien insensiblemente dondequiera que fuese; fue amable y galante con las señoras, y al hablar con los hombres parecía tan mayor como ellos, a pesar de tener solo dieciocho años , aunque sin perder una juvenil animación que Ieran encontraba conmovedora. Casi le había perdonado ya. Era tan poco frecuente que Shaoran expresara alegría, que no seria ella quien se la amargara.

Su pequeña Sakura, por el contrario, aunque tenia la cara roja y sus enromes ojos verdes esmeralda brillantes, estaba muy callada. La señora Lee se propuso hablar seriamente con ella. No era bueno tomar tanto sol, aunque su niña era así desde pequeña, la seguía llamando mi niña aunque solo le quedaban un par de años de adolescencia, esa mañana ella había felicitado a Sakura por ser tan valiente, ella pensaba que hacia falta valor para ser hermosa, en su opinión, para una mujer ser hermosa es algo así como para el hombre ir a la guerra, ya que la hermosura coloca a la mujer en infinidad de situaciones desagradables que, careciendo de ella, se hubieran evitado y su Sakura era casi una mujer mas que hermosa. Sonrió con nostalgia parecía ayer que la adopto siendo un niña de cinco años

Aquella noche Sakura no se ofreció a servir el café, sino que dejo que lo hiciera Ieran.

Había desaparecido aquella vivacidad que demostrara ante el pobre Eriol. Parecía desorientada y distante, como si hubiera perdido su vitalidad.

La señora Lee se dijo que no era de extrañar, tanto alboroto forzosamente había de causar estragos en una jovencita. No le sorprendió que Sakura subiera a acostarse apenar terminaran de cenar

Sakura se encerró en su habitación y se dejo caer en la cama. Era tal su confusión, que había necesitado de todas sus fuerzas para soportar la cena. Habían ocurrido demasiadas cosas para que pudiera analizarlas de un modo coherente.

Aun se sentía en el bosquecillo de cerezos, aun le parecía oír la vos de Shaoran repitiendo su nombre.

Unas vibraciones incontrolables sacudían su cuerpo, que acababa de despertar a una nueva sensación. Temblaba de arriba abajo, Se deshizo de sus largas trenzas y se cepillo el cabello enérgicamente, se quito el vestido y abrió las ventanas de par en par, con la esperanza de que el ver las luces de Hong Kong que brillaban a lo lejos la calmara.

Pero el aire era muy suave, las estrellas brillaban intensamente, y los grillos cantaban como nunca, de un modo casi insoportable.

Nunca comprendió por que los mayores se preguntaban siempre unos a otros como habían dormido. Aquella noche Sakura ingreso en la comunidad de los que saben lo que es pasar la noche en blanco, una noche llena de pensamientos que no conseguían ahuyentar.

Lo que había sucedido....¡Shaoran no quería hacerlo! Después le peso. ¿Acaso no había llorado y no le había perdido perdón una y otra vez? Desde luego, no volvería a suceder. Y, desde luego, no se lo diría a nadie

Estos tristes pensamientos se mezclaban con el recuerdo de los labios de Shaoran, y sus palabras de amor, sobre todo sus palabras de amor. Le había dicho que la quería, que siempre la quiso.

Los pensamientos luchaban entre si y contra ella, girando dolorosamente en su cerebro hasta que por fin, salió el sol y lamió las copas de los grandes árboles de cerezos que había delante de su ventana. Entonces, Sakura se levanto, fue en busca de Kero, que dormía fuera, y se lo llevo a dar un largo paseo antes del desayuno.

Shaoran nunca había sido tan feliz. Era como si por fin, aquel día hubiera empezado a ser el mismo. Había entrado en posición de toda su herencia a cumplir los dieciocho años.

Por fin era el jefe del Clan Lee, con todas las prerrogativas que implicaba el titulo. Por supuesto, Sakura tenia que pertenecerle, al igual que todo lo que había pertenecido a su padre.

Al recordar las semanas anteriores, comprendió que había sido un necio al enfadarse y mostrarse frió y desagradable con ella, cuando la única causa de aquella sensación de frustración era la de no poseer a Sakura.

No importaba que fue criada casi como una hermana para el. Shaoran se decía que cuando dos personas no se crían juntas, no se puede haber barreras.

El ni siquiera había pensado en su existencia hasta que tuvo catorce años. Solo se habían visto durante las vacaciones, y aun no en todas, y siempre habían estado separados por la edad y sus respectivas aficiones. En realidad eran casi enemigos declarados.

Las reglas corrientes de la gente corriente no iban con el y no seria el quien se preocupara de observarlas, como tampoco su padre las observo nunca. Por supuesto, tendría que procurar en otra personas- en especial su madre, que a pesar de del tiempo, era eminentemente conservadora. Se sentía tan contento, tan seguro de si mismo, tan satisfecho de sus posesiones, que también el paso la noche en blanco.

-Vamos a la cuadra a ver que hacemos con los ponies de polo-dijo Shaoran a Sakura a la mañana siguiente

Estaban solos en la cocina. Hasta las cocineras dormían.

Se habían preparado ellos el desayuno. Sentían una extraña timidez y se alegraban de tener cosas que hacer, como freír huevos y buscar la mermelada de fresa que la cocinera escondía siempre.

-Creí que aun no querías tomar una decisión. Es lo que le dijiste a tu madre.

-Eso fue el otro día; pero no puedo con todos, hay que hacer algo. Pero antes de decidir echaremos un vistazo.

-Estaré lista en quince minutos.¿Le dejas una nota a mi madrina?

Sakura corrió a su habitación a ponerse el equipo de montar. El corazón le latía furiosamente

Estuvieron fuera todo el dia, cabalgando durante horas por los campos verdes, cambiando de ponies y, al fin, reventados, se dejaron caer debajo de un árbol y comieron un almuerzo campestre preparado por la esposa del encargado del establo.

Shaoran decidió quedarse con los ponies de polos gracias a la insistencia de Sakura; a le gustaban los caballos mas altos que fueran buenos saltadores, y Sakura acababa de comprar meses atrás un espléndido bayo de crines negras que tenia en la cuadra de Londres, por lo que tampoco necesitaba otro caballo.

Ni durante el día, ni durante el viaje de regreso se dijo una sola palabra de lo sucedido la víspera. Pero, al cruzar la verja, Shaoran retiro una mano del volante y, con un ademán cargado de autoridad, la puso en el muslo de ella.

-Esta noche te besare ahí- dijo bruscamente

Ella no se atrevió a mirarle. Le parecía que se había ruborizado por todas partes. Se desbordaron los sentimientos que había tenido todo el día a flor de piel y que solo había podido contener por el constante ejercicio.

-¡No, Shaoran!- dijo en voz baja, pero tajante, en un tono que lo borraba todo, incluso la presencia de varios criados que se cuidaban el jardín.

-¡Calla!- ordeno el

Y ella callo, y fue aun capaz de sonreír, aunque no sabia como y saludar a los demás con una sonrisa de sociedad y vos de sociedad.

Aquella noche, cuando se apagaron las luces del palacio. Shaoran llamo a la puerta del dormitorio de Sakura y entro sin esperar respuestas. Cerro con llave. Sakura estaba acurrucada en la banqueta de la ventana, abrazándose las piernas con la barbilla apoyada en las rodillas. Parecía llevar así mucho tiempo, pensando. El se acerco y le aparto el pelo de la cara. Ella no se movió, y Shaoran la cogió de la barbilla, obligándola a mirarle

-No, Shaoran, no esta bien...

-Sakura, no seas niña. Yo se lo que esta bien para nosotros, y es querernos

-Pero no como.......no como ayer......Shaoran, solo con cariño. Solo estar juntos-dijo ella en tomo suplicante y esperanzado.

-Mi querida Sakura.........Solo estar juntos.

Rodeo su cuerpo con los brazos y la llevo a la cama. Ella mantenía los brazos cruzados, resistiéndose en silencio, avergonzada. La primera vez que el la beso, ella apretó los labios y trato de volver la cabeza, pero el no se lo permitió.

Suavemente, pero con absoluta convicción, el le separo los labios con la lengua. Ahora que ya había sido suya podía tomarla despacio, seguro. Ella contuvo el aliento al sentir la lengua de el en los dientes. Luego, noto que retrocedía y le reseguía los labios dejándolos convertidos en un circulo de fuego. Poco a poco , a pesar suyo, ella abrió los brazos, y los labios de el le acariciaron el cuello y el lóbulo de la oreja

-Sakuara, mi Sakura...-Le susurro al oído tan suavemente que ella apenas le oyó.

Con un triste suspiro, ella rodeo el cuello con los brazos y le atrajo hacia si con fuerza. ¡Oh, que contenta estaba de poder permanecer asi! Nada mas, solo sintiéndole cerca y recibiendo caricias de ternura. Se sentía protegida, amparada, segura, con una seguridad que creía haber perdido para siempre cuando le dijeron que su padre y su hermano habían muerto en aquel horrible accidente.

-Abrázame fuerte- le dijo-Solo abrázame Shaoran y prométeme, prométeme.......

-Si, Sakura, si- contesto el mientras deshacía sigilosamente las cintas de la bata-Te abrazare, cariño, te abrazare......-y ,con mano traidora, rozaba el contorno de su pecho pequeño y firme, acariciando suavemente el pezón, hasta que lo noto duro al tacto y comprendió que había llegado el momento de acariciarlo con la boca y que ella no le pediría que la abrazara.

Se llevo la hacia ellos, colmándose de los mismos, eran delicados, recordando su color rosa pálido, apaciblemente, con devoción, hasta que ella se echo hacia atrás entregándose a completamente a el, era asombroso lo que le hacia sentir unas sacudidas que iban a cada pezón a la vulva, esos besos en esa parte tan sensible en ella activaron unos nervios cruciales del cual no sabia de su existencia.

Shaoran estaba erecto desde el momento en que toco a Sakura en la banqueta de la ventana, pero instintivamente supo evitar que su rígido pené la rozara antes de que, gradualmente, el le hiciera sentir el deseo. Entonces le tomo una mano.

-Mira como te quiero Sakura

Condujo su mano hacia el estremecido órgano, obligándola a asirlo. Ella la retiro bruscamente alarmada. El no volvió a intentar que le tocara, sino que cubrió sus labios de unos besos profundos, lentos y cálidos, hasta que la boca de ella se abrió espontáneamente, y su lengua busco tímidamente la de el.

Estuvo mucho tiempo besándola en los labios y en los pechos. Hasta que noto que ella ya estaba preparada para el siguiente paso. Entonces volvió a susurrar:

-Tócame Sakura, tócame y notaras como te quiero, anda.....-y volvió a cogerle la mano

Esta vez ella estaba tan aturdida por su propia pasión que no supo resistirse. El guió los dedos de ella cerrándolos en torno a su pené dolorido y abotagado; pero no había contado con su propio deseo. Al sentir el contacto de la mano de Sakura, advirtió que estaba a punto de llegar al orgasmo.

Entonces, cogiendo el pené con una mano, lo metió bruscamente en la muchacha, en el mismo instante en que le acometían los espasmos y se mordió la lengua para no gritar.

Ella, le sentía estremecerse, magullada y aturdida.

El se quedo unos momentos echado, jadeando. Luego, la beso otra vez.

-Ahora, un abrazo, pequeña-murmuro, estrechándola entre sus brazos medio dormido, inmóvil durante largo rato.

Sakura no se atrevía a moverse ni a hablar. Era su cómplice. Le había permitido que le hiciera aquello. Si ahora protestaba, el cogería uno de sus berrinches o, lo que era peor, se marcharía dejándola sola. Ella creía que lo único que buscaba en los brazos de Shaoran era su aceptación, su protección, seguridad de saberse querida por el, por el que la rechazo desde el primer momento en que la vio; pero ahora, dolorosamente excitada, después de naufragar otra vez quería...............no sabia exactamente lo que quería. Furtivamente, oprimió los labios en el hombro de el. En aquel momento, oyeron abrirse y cerrarse una puerta en el corredor.

-Será mejor que me vaya- susurro Shaoran

-Si

Le dio un beso rápido y se fue dejándola excitada, ardiendo, atormentada por el deseo y la vergüenza pero, sobre todo, ardiendo, ardiendo.

Bueno ojala les haya gustado por favor dejen reviews asi sabemos que les gusta la historia y podamos continuar

Un beso

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Lidia y Vanesa