Capitulo 4

En cuanto se hizo de día, la Señora Lee llamo por teléfono a su antigua amiga.

-¿Sonomi? Ieran. No me preguntes nada, pero, ¿crees que admitirían a Sakura en la Universidad Privada de Tokio.

-¿Este Año? ¿No es muy jovencita? –repuso Sonomi con su habitual manera de ir directamente a lo fundamental.

-Lo que importa es saber si la dejarían examinarse. Se trata de una emergencia, Sonomi. De lo contrario no la dejaría marchar tan pronto.

-Imagino que podría pasar el examen de ingreso. Sus conocimientos deben de estar muy por encima de los de una muchacha japonesa de diecisiete años, gracias a nuestro atroz sistema de Enseñanza Media. Me enterare si hay plaza y donde puede examinarse.¿Conforme?

-¡No podrías preguntarlo mañana mismo? Quiero decir hoy-suplico Ieran Lee

-Cuenta con ello- Sonomi no era persona que hiciera preguntas superfluas- En cuanto abran la oficina de matriculas, se lo preguntare y te llamare para que les mandes los certificados de la pequeña Sakura

-Que los dioses te lo paguen, Sonomi

-Ieran, somos amigas ¿recuerdas?. Y no te preocupes, Sakurita entrara en la Universidad Privada de Tokio. Al fin y al cabo es la mas cara de toda Japón no cualquiera se puede matricularse en ella.

"Pero estará a miles de Kilómetros de mi hijo Shaoran, "pensó Ieran al colgar el teléfono.

-¡Tejido a mano! – exclamo Tomoyo con entusiasmo.

-¿Qué dices?- pregunto Sakura, levantando su mirada verde del catalogo de cursos impartidos en la Universidad Privada de Tokio, ubicada en la mencionada cuidad.

Tomoyo había estado pensando su buena media hora, mientras lanzaba orgullosas miradas a sus 10 maletas, aun sin abrir, colocadas en un rincón del dormitorio.

-¡Es la solución! ¡La clave! Tejido a mano, tricotado, segunda mano, tercera mano, robado o comprado a trueque....pero, ante todo y sobre todo, tejido a mano. Digo yo: querrás que destaquemos como dos fantoches, ¿verdad?

-Creí que al librarme del "Lady Aldens" no tendría que volver a usar uniforme. No me digas que también aquí......Además ¡por que te parece tan importante que nos vistamos de un modo o de otro?¿No dicen que aquí va cada cual a su aire?

-Sakura, es que tu todavía no entiendes estas cosas- suspiro Tomoyo pacientemente- Una vez sabes como vestirte en un sitio o para una ocasión determinada, todo lo demás se arregla solo.....Tu has ido siempre al mismo colegio y no has tenido que preocuparte; pero si hubieras recorrido tantos colegios como yo, sabrías que solo puedes salvar tu propia personalidad si te acoplas al medio....Ahora bien, ni tu ni yo pasamos inadvertidas, y las dos queremos preservar durante estos cuatros años una especie de incógnito: tu nada de Princesa de la Poderosa y Magnánima Familia Lee, y yo nada de "Miss" Daoidogi, hija de papa rey del automóvil. De manera que no nos vestiremos como dos ricas herederas.....¡blusas tejidas a mano! ¡Aunque nos piquen!

-Esta bien, ¡que te parece si eligiéramos los cursos? Eso no se arregla solo

-Sakura agito el catalogo con ademán significativo.

-Hay un curso de Surfing, parece interesante, también Kayak....Maquillaje Personal...Jazz. Por ahora, el único que me convence es el salto de trampolín.

-Tomoyo, eres un caso perdido. Ninguno de esos suma puntos.

-¡Puñeta!

-Yo haré alfarería, dibujo, litografía y pintura....Todos son obligatorios para el titulo de Bellas Artes- dijo Sakura con afección- Y, puesto que tenemos que cumplir con el requisito de ciencias sociales, las dos podríamos hacer Sicología de los sueños. ¡OH Mierda!. Aquí dice que es obligatorio civilización occidental. Imprescindible para primer años.

-Me da lo mismo una cosa que otra, con tal de poder quedarse. Esto es un paraíso- dijo Tomoyo mirando por la ventana con embeleso.

-Haz equitación conmigo. La cultura física es necesaria ¡Vaya, tampoco dan créditos por eso!

-Dame ese catalogo- dijo Tomoyo-¡Aja! Taller de teatro sirve para Humanidades. ¿Qué te parece? Haremos teatro. Creo que estudiare arte dramático

-Bien, nuestra educación esta resuelta- dijo Sakura con satisfacción- Ahora vamos de tiendas¿ O bastara con que nos compremos un telar?

Sakura había aprobado sencillamente los exámenes de ingreso-la palmeta de Lady Alden había surtido efecto-, y la Universidad Privada de Tokio admitió de buen grado a aquella hermosa estudiante de quince años y medio que venia de Hong Kong.

La Universidad privada de Tokio esta edificada sobre quinientos hectáreas de ensueño que dominaban la bahía, todos quedaban deslumbrados ante aquel paisaje exuberante e intacto, de grandes campos y frondosos campos, done era visibles grupos de alegres chicos y chicas.

Sakura y Tomoyo deambulaban alegremente por la universidad, siguiendo unos cursos que siempre sonaban muchas mas fáciles de lo que luego resultaban y trabajando mas de lo que al principio imaginaron; pero , al mismo tiempo, cada vez mas atraídas por los mundos de la pintura y del teatro que se abrían ante ellas.

Sakura descubrió que su afición al dibujo, que hasta entonces solo había cultivado haciendo algunos dibujos en sus tiempos libres para distraerse en sus momentos de soledad, constituía un talento en potencia , un autentico don. Y Sakura se sumergió en el dibujo y la pintura, la acuarela, el pastel y el óleo, sin dejarse tentar por tendencias abstractas o expresionistas y perseverando en lo que mejor hacia ella: retratos realistas y de gran sensibilidad, paisajes y, por supuesto , caballos.

Tomoyo encontró el medio de expresión para su personalidad tumultuosa, inquisitiva y sincera, en el teatro, donde nada de lo que ella pudiera hacer o decir era motivo de asombro para sus compañeros, Todos buscaban la "expresividad", empeño que seducía a Tomoyo. Aquella era la "diversión" que ella buscara en todas partes y que en la Universidad, además, le reportaba una calificación académica.

Tomoyo era generosa con su pequeña e exquisita persona. Tenia muchas aventuras, sin que le importaran los virtuoso principio que se le había inculcado en su colegio religioso, uno de los tantos, su nombre ni la opinión de la gente. No le importaba mas opinión que la suya, y su estricto código no lo exigía sino generosidad y sinceridad. Tenia la rara habilidad de elegir a los hombres menos adecuados; pero se divertía con su errores y se retiraba antes de causar daño a los demás. Luego se rodeaba observando con afán con que los otros trataban de hacer que se sintiera culpable. Lo importante era pasarlo bien ¿Por qué la gente se resistía a reconocerlo? Divertirse y a otra cosa.¡Porque se empeñaban en que había que aprender de os errores? Siempre encontraba una algún error nuevo que cometer.

Durante todos los años que pasaron en La universidad Tomoyo y Sakura eran compañeras de cuarto, la señora Lee la visitaba 2 veces por mes, algunos veces venia mas veces dependía mucho de sus actividades.

Muchas veces se quedaban hasta muy tarde, contándose sus respectivas experiencias, sin embargo Tomoyo intuía que existía en su amiga un fondo al que ella no podía llegar. Era su ultimo año de Universidad, y Sakura seguía siendo un enigma para Tomoyo. Y a Tomoyo le reventaban los enigmas.

-Sakura- le dijo un día, durante el invierno del ultimo año de estudios- estaba pensando en el clítoris.

-¿Antes del almuerzo?

-¡Por que, me pregunto, esta donde esta? Escondido, prácticamente invisible, donde no hay quien lo encuentre sin unas indicaciones que ya me estoy hartando de tener que dar.

-Creí que con que les dijeras lo que querías, ellos lo hacían y nada mas- respondió Sakura sin curiosidad.

La queja de su amiga no era nueva.

-¿PorquE he de tener que darles una especie de mapa de carreteras? Ellos no necesitan decir donde tienen la pija. ¡NO HAY DERECHO!

-¿Y donde crees tu que habría que trasladarlo? ¿Ala punta de la nariz?

-No es que quiera retirarme de la vida sexual- aclaro- Tomoyo apresuradamente-Pero opino que se impone una reforma

-¡HUM!

Sakura espero pacientemente a que su amiga le revelara el motivo de la conversación. Siempre que Tomoyo salía a hablar del clítoris, perseguía algo.

-A propósito Sakura, que ya que hablamos de eso, me gustaría que me dijeras una cosa

-¿Solo una?

-Si, ¡A que se debe que aun seas virgen? Estas dando que hablar. ¡No lo sabias? Te llaman "la del beso en la mejilla"

-Si, lo comprendo....Soy una vergüenza para ti ¡verdad?- rió Sakura

-Llevas camino a serlo ¡Es que has olvidado que vas a cumplir 19 años?¿Y todavía virgen? No es que sea vergonzoso....es malsano, enfermizo Sakura, que hablo en serio...

-Espero al hombre ideal- dijo Sakura fastidiosamente

-¡Que burrada! Vas a las sesiones de baile folklórico con Sella que esta por mas decir que esta loco por ti, sale a caballo con Yamasaki, que es un caballero Gay, vas al cine con cualquiera, siempre que sea en grupo, dejas que Kengi Fukuda te invite pizza y el esta tan colado por ti que se da por satisfecho con pagar las aceitunas que te comes; te vas al restaurante chino de Tokio con tres chicas.....Y, sin embargo, han ido d detrás de ti los mejores hombres de la universidad. Eso sin contar los que has conocido en mi casa durante las vacaciones. Has despreciado a los mejores partidos de todo Japón, niña, incluidos mis pobres hermanos, unos imbeciles encantadores. ¿Y que me dices de los que hemos conocidos en nuestros viajes por el mundo, ese francés, uuuhhh el italiano ni hablar de ese bonito portugués.

Tomoyo la miraba con los brazos cruzados en su pecho y sus puntiagudas orejas coloradas de indignación.

Sakura se puso seria otra vez. Hacia ya mas de dos años que Tomoyo trataba de sonsacarla. Era evidente que el tema había llegado a preocuparla y que había iniciado una campaña al respecto. Ahora bien, cuando Tomoyo iniciaba una campaña era capaz de sacar al Mismo Napoleón de la isla de Alba.

-Si tienes razón. No quiero liarme con un hombre. No quiero que nadie me mande, que nadie piense que tiene derecho sobre mi. No quiero a un hombre tan cerca de mi. Me indigna que piensen que tienen derecho a darme un beso porque hayamos salido una noche ¡Quien le pidió que me invitaran? ¿Cómo se atreven a imaginar que yo les debo algo?

-Tranquilízate ,tu......No estamos hablando de lo mismo. Es de suponer que a una le gusta andar con un chico....¡O es que nunca te lo has explicado?¿A ver si me entiendes!

-A mi no me gusta. No quiero probar y basta. A estas alturas tendrías que conocerme y aceptarme como soy.

-Tienes razón. El caso es que no puedo

-Pues sigue probando

Desde su llegada a la universidad, Sakura había tenido que soportar las miradas de lujuria que recibía por parte de los muchachos, pasiones que contemplaba con la misma compasión que hubiera inspirarle el que alguno de sus admiradores hubiera perdido una camisa en la lavandería. Nadie, absolutamente nadie, debía alimentar ni la mas remota idea de poseerla. Y Sakura les engañaba rápidamente, sin contemplaciones ni remordimientos. Ella no era responsable de lo que pudieran sentir los demás. En el mismo instante en que el chico con el que salía trataba de convertir el beso en la mejilla en algo mas afectuoso, Sakura le retiraba su amistad. Siempre había otros dispuestos a ocupar su lugar.

A sus casi 19 años, Sakura había consolidado su excepcional belleza.. Su melena castaña clara con ondulaciones en las puntas le llegaba casi a su curva cintura. Aunque casi siempre lo llegaba recogida, o en tranzas pero no había forma de impedir que unos rebeldes rizos le cosquillearan las orejas, las sienes y la nuca. Su cutis conservaba aquel tono melocotón maduro que había heredado de Nadeshco y de muchas generaciones de hermosas mujeres Amiyama, y los hombres se sentían cautivados por sus ojos. Era imposible medir, la profundidad de aquellos ojos tan grandes y tan verdes como las esmeraldas mas preciosas; sin embargo los hombres de la universidad de Tokio perseveraban en el intento. Unas cejas rectas y finas ponían en su bello rostro el necesario contrapunto de carácter. La boca pequeña pero carnosa, de un color rosa. Desde su llegada a Tokio había crecido hasta alcanzar su estatura definitiva de un metro ochenta y cinco de estatura; pero la comida de la universidad no le había estropeado la figura, que conservaba tan esbelta y ágil como siempre. Montaba a caballo a caballo todos los días con cualquier tiempo y tenia los brazos muslos y pantorrillas y hombros firmes y elásticos de una buena amazona. Sus pechos eran mas grandes, que cuatro años atrás, pero seguían siendo altos y turgentes..

Tomoyo y Sakura llevaban el uniforme que habían elegido al llegar a la universidad,: pantalón vaquero y blusa tejida a mano; el pantalón lo mas gastado posible y la blusa o mas folklórica posible, hacían de todo para hacer pasar inadvertida que provenían de familias muy acaudaladas.

Ellas eran conocidas, como la Kinomoto y la Dsaudigi, se se destacaban en aquella universidad por su atractivo tanto por el contrate de sus personalidades y por la compañía de Kero, que dormía en su habitación y seguía a Sakura a todas las clases. El único lugar al que no podía entrar era el comedor.

A veces Sakura se preguntaba si en algún momento confesaría a Tomoyo sobre su temprano comienzo sexual.

Continuara.........

Espero les haya gustado es un poco de la vida de Sakura y su amiga Tomoyo, después de lo que le ocurrió a Sakura, pero la vida continua.

En el próximo capitulo veremos que pasa cuando Sakura y Shaoran se enfrentan cara a cara, sobretodo la reacción de Sakura y el arrepentimiento de Shaoran y mas locuras por parte de Tomoyo que conocerá a Eriol.

Por favor reviews así sabemos que les gusta la historia y poder continuarla y desde ya muchas gracias a todos los que nos escribieron nos dieron muchos ánimos. Gracias a eso subimos un nuevo capitulo, pues ya estábamos por borrar la historia

Gracias de todo corazo =)