1.- Llegada a Imladris
Haldir cabalgaba lentamente por entre los senderos próximos a Imladris, la tierra de Elrond el medio elfo, un rastro de fastidio asomo a sus bellos ojos verdes bañados por la luz del atardecer. Su señora había insistido en que él personalmente debía encargarse de su misión, mas el capitán de los galadrim se sentía desilusionado de no poder participar en la defensa de su hogar en estos momentos de tanta necesidad.
El elfo agudizo sus sentidos al sentir a alguien aproximarse, su mano se poso por instinto en la empuñadura de su espada preparándose para un posible ataque. El sonido de un caballo galopando se hizo mas intenso al pasar de los minutos, pronto Haldir se encontró cara a cara con el jinete del caballo que había escuchado.
Los ojos de Haldir se abrieron con sorpresa al reconocer al elfo rubio que montaba al corcel – "mi señor Glorfindel"- balbuceo el elfo de Lorien mientras hacia una ligera reverencia.
"Bienvenido, capitán de Lorien. Elrond me envió a buscarte"- comenzó a decir el noldo mientras sus ojos se posaban en el otro elfo comenzando a admirar su belleza, no había tenido la oportunidad de conocer a este elfo y estaba gratamente sorprendido. Glorfindel se mantuvo en silencio unos segundos mientras examinaba el largo cabello de plata y los ojos verdes que lo veían con respeto, sin duda su rostro era una obra de arte.
"mi señor?"- pregunto Haldir sin entender el silencio de el otro elfo.
Glorfindel volvió a la realidad, diciéndose a si mismo lo tonto que era por posar su mirada en el huésped de Elrond tan descaradamente.
"vamos, nos esperan"- dijo el noldo mientras urgía a su caballo a dar la vuelta para volver a la ciudad, un metro mas atrás Haldir le seguía con la mirada cabizbaja, había visto al hermoso señor elfo varias veces en Lothlorien, con el transcurrir de los siglos había llegado a amarle y le dolía el hecho de que él ni siquiera supiera de su existencia.
Glorfindel se hallaba perdido en sus pensamientos, este joven elfo le despertaba sentimientos que muy pocos elfos habían logrado durante toda su larga vida. Lo quería para si, de eso no había duda....pero ¿como? No deseaba involucrarse en una relación amorosa y no sabia si el elfo de lorien podría aceptar otra cosa, en caso de que le agradaran los elfos varones en primer lugar. El noldo vio de reojo al elfo que venia tras él, su rostro estaba iluminado por la luz rojiza de anar lo que destacaba su belleza clásica y etérea.
El señor elfo lo decidió en el preciso momento en que Imladris se alzaba majestuosa a la vista de los jinetes, obtendría a Haldir de Lorien a como diera lugar.
NOTAS:
Una vez mas escribo para complacer a una amiga, me ha pedido un fic muuuuuy largo así que heme aquí, espero que les guste la pareja que he elegido....ella quiere que escriba algo de escenas intimas pero yo no soy buena en esas cosas....así que si alguien me podría ayudar con eso, estaría inmensamente agradecida.
