2-Parejas del Baile

Abro primero un ojos y luego el otro y me doy cuenta de que estoy en el cuarto de chicas de sexto curso de Gryffindor.

"Como diablos-como llegue acá?" pregunte en voz alta incorporándome rápidamente en entre mis sabanas, aun llevaba puesta la ropa que tenia anoche, mi túnica colgaba en uno de los postes de la cama.

"Harry te trajo" una voz suave se escucho a uno de mis lados, Daniela estaba sentada en su cama, ambos brazos cruzados frente a su pecho. Parecía que quería que le contase que hacia yo con el en la noche, en el patio del colegio.

Daniela era alta un poco mas bajita que Ginny, ojos azul intenso con un brillo muy especial, cabello a mitad de espalda rubio con ondas en las puntas, la boca gruesa de un rosado intenso, una sonrisa muy bonita, y la nariz perfilada... en opinión masculina, era perfecta. En opinión de Ginny era su amiga.

"Ah...si?" dije tratando de parecer sorprendida, no funciono ya que se sentó a mi lado con una mirada inquisidora.

"Vamos Ginny cuenta con detalles" me dijo.

"Que quieres que te cuente?" trate de parecer y sonar inocente, los acontecimientos de aquella noche se repetían en mi cabeza.

Sus labios.

"Que hacías con Harry tan tarde en la noche...?" me pregunto, una tormenta me recorrió mi cuerpo, sentía mis mejillas calientes y mi ceno se frunció de pronto. No veía porque me tenia que pedir tantas explicaciones, ni que ella fuera su novia... o al menos no aun.

"Pues nada, que crees que hacíamos?" le pregunte con fastidio mientras mis piernas se deslizaban fuera de mis sabanas, sabia que si seguía así iba a terminar peleando con ella como siempre.

"Si lo supiera no te lo preguntaría" me dijo perdiendo su paciencia.

"Daniela" le advertí, mis ojos viajaron a ella, mi ceño fruncido.

"No te estoy tratando mal Ginevra" gruño.

"No voy a hablar contigo así, no entiendo porque este cuestionario…" le dije secamente "yo he sido amiga de Harry por años, y no voy a estar dándote explicaciones de porque o que estábamos hablando… si tanto quieres saber pregúntale tu misma"

Hubo un pequeño silencio entre ambas y su mirada se suavizo y el dolor comenzaba a despertarse en mi pecho, lentamente las palabras de Harry resonaban en mi cabeza. A quien coño le importaba un estúpido beso, cuando a la final la respuesta era la misma?

Y porque Harry la había besado?

"Bueno... discúlpame Ginny de verdad, es que Harry me tiene vuelta loca" dijo mientras su rostro se teñía de un rojo intenso "me gusta tanto y como a ti te gustaba, pensé... disculpa"

Me provocaba era pararme y dejarla hablando sola, me gustaba? Y según ella cuando me dejo de gustar...?

Solo fue un beso... un tonto beso que solo significaba que no podía funcionar. Quizás en otra vida.

"No te preocupes" le dije forzando una sonrisa y levantándome de golpe.

"Ahora si me disculpas me voy a bañar" y dije eso ultimo y me aleje hacia el baño con un nudo e el corazón.

No se cuanto me tarde bañándome, estaba segura que no llegaría a desayunar y además llegaría tarde a pociones.

Baje a la sala común poniéndome aun la túnica, me acomode un poco el cabello y camine con paso calmado hasta el retrato.

"Ginny!" me llamo Zoella desde uno de los extremos de la sala común, su cuerpo era delgado y su estatura corta. Su piel era morena con ojos grandes color café, su nariz corta y pequeña como un botón. Una bonita sonrisa se dibujaba en su rostro redondo mientras corría hacia mi, su mirada inquisitiva.

"Hola Zoe" le dije saludándola con un beso en la mejilla "que hora es? No vamos tarde?"

"No chica, si casi nadie ha bajado a comer aun, mas bien te despertaste temprano para tus estándares" me dijo en broma mientras tomaba mi brazo y ambas saliamos por el retrato de la señora gorda con paso lento.

"Especialmente para haber estado hasta tan tarde afuera", le conté todo lo que había pasado y al parecer ella nos había que decirme tampoco. Me dijo que Daniela había estado toda la noche dando vueltas por el cuarto como una gata encerrada, porque Harry no llegaba, eso me hizo gracia en parte.

Daniela había empezado a sentir algo fuerte por Harry… mi Harry el año pasado. De un día para otro hacia decidido que mis sentimientos por el ya no estaban ahí, quizás por el hecho de que yo no los decía mucho. Zoe no había estado muy feliz cuando Daniela empezó a coquetear con el frente a nosotras.

Llegamos al Gran comedor y nos sentamos aun susurrando los acontecimientos. Yo no tenia mucha hambre pero estaba determinada a no perder mucho mas peso, estos días me veía como una tabla de planchar. Harry no había llegado pero tampoco quería que llegara, me podría dar un mal al verlo.

Lo que menos quería sucedió y el entro con mi hermano por la puerta de roble, ambos se sentaron frente a nosotras, Zoe me pego un codazo suave por debajo de la mesa cuando los ojos esmeraldas de Harry se posaban en mi.

Nuestras miradas se encontraron de nuevo, el bajo rápidamente la cabeza bastante rojo y sin mas comenzó a servirse un poco de avena y una taza de te.

Que pensara al verme? Pensé distraída mientras daba un mordisco a mi tostada.

Termine bastante rápido y me levante de golpe, era como si un resorte me hubiese obligado a irme de el comedor y no pasar ni un segundo mas ahí con el.

Me recosté en una pared de los pasillos y cerré los ojos, el dolor volvía, maldito dolor, que nunca lo podría sacar de mi vida. Zoe salió al momento para ayudarme con sus consejos. Ese y el día siguiente pasaron rápido, a veces me encontraba a Harry en los pasillos pero no intercambiábamos palabras, si no mas bien miradas que decían mas de mil palabras.

Llego el día del baile y yo aun sin pareja, era lo mas vergonzoso que me había pasado en todos mis años en Hogwarts, ningún chico se acerco a decirme que fuera con el al baile... me sentía la chica mas fea del colegio.

Faltaban 3 horas para el baile y nosotras ya nos estábamos arreglando. Claudia se puso una túnica celeste que se veía muy bonita. Zoe quien había ofrecido varias veces quedarse conmigo aquella noche se puso una túnica roja, que contrastaba con su piel oscura. Daniela por otro lado se puso una azul intenso que hacia juego con sus ojos y amarro su cabello en un moño alto. Estaba tan bonita que hasta un poco de envidia me dio... las muchachas me insistían que me arreglara, pero yo no pensaba bajar sin pareja.

"No voy a sentarme como una boba y ver a todo el mundo bailando, o besándose bajo el muérdago" dije una y otra vez.

"Siempre hay chicos sin parejas ahí también, quizás puedas disfrutar bastante" dijo Daniela con una sonrisa, tratando de animarme pero aquello era futil.

Las tres al fin desistieron, Zoe sabia que no quería ir a ver a Daniela y a Harry bailar y quien sabe que mas, menos sin pareja.

Ya todos habían salido de la sala común de Gryffindor cuando yo baje, miraba la alfombra del salón con una cierta tristeza que últimamente no se me quitaba. Necesitaba tomar aire.

Tome mi túnica del colegio y comencé a caminar por los pasillos del colegio, ya no contenía las ganas de llorar, imágenes de Harry y Daniela bailando, hablando cerquita uno del otro, sonriéndose me venían a la cabeza. Me senté en las escaleras del tercer piso, y comencé a llorar en silencio.

Una mano se poso en mi hombro, al voltear rápidamente me sorprendí mucho al ver quien se me había sentado al lado, paso rápidamente mi mano por mi rostro y me limpio las lagrimas.

-Draco –le digo en un hilo de voz y aquella sonrisa deslumbrante que volvia locas a tantas en el castillo se dibujo en su rostro perfilado y frio. Ya llevábamos un año siendo amigos, todavía me sorprende la forma en la que se me acerco pero lo cierto es que lo hizo.

Había sido una noche en la que practicaba Quidditch por mi cuenta, tratando de mejorar en conectar goles, Draco había estado en las barras observándome. Cuando salía de los vestuarios el estaba ahí, esperándome recostado en una de las paredes.

"La pobretona puede jugar" me había dicho pero en su voz no había desprecio, sino un tono juguetón y frio que había captivado mi atención. Poco después el mismo se me había unido en las practicas, luego eran las caminatas en las noches por los castillos, y las platicas en la torre de astronomía.

Hay fue donde descubrí que había mucho mas en Draco Malfoy que el sarcasmo y deje de superioridad. Draco estaba ahogado en una presión social, en tratar de ser lo que su familia quería que fuese. Desde ese entonces habíamos jurado actuar cuando había otra gente para que no nos molestaran.

"Ahora porque lloras?" me pregunto su voz fría, pero quizás un deje de preocupación detrás de sus palabras.

"No estaba llorando… es solo un poco de alergia" miento descaradamente con una sonrisa dibujándose en mi rostro

"Potter" dice arrastrando el nombre con odio, yo asiento y el aprieta los puños. Hubo un momento de silencio entre los dos.

"Porque no estas en el baile?" le pregunte para cambiar el tema.

"No tenia ganas de ir con Pansy otro año mas" dijo encogiéndose de hombros, su deje despreocupado "tu?"

"Bueno- no tengo pareja" le dije bajando la mirada. Otro momento de silencio nos rodeo.

"Eso se puede arreglar" su voz sonaba distinta aquella ves, quizás un poco nerviosa y algo cálida. Me gire hacia el confundida.

"Que quieres decir?" le pregunte incrédula. Acaso Draco Malfoy me estaba pidiendo ir al baile conmigo? Aquella a que el llamaba pobretona frente a los demás…

"Bueno, si no quieres no me molesto pecosa" dijo sin cambiar su cara expresión. Draco estaba acostumbrado a enmascarar sus sentimientos día tras día.

"No se Draco, acuérdate lo primero que me dijiste cuando empezábamos a hablar" dije imitando su cara y voz lo mejor que pude "nadie puede saber que estamos hablando pobretona"

"Ya todo eso es cuestión del pasado pobretona" me dijo con una sonrisa bailándole en los labios y una expresión de presumido como la que el solo podía tener, lo empuje suavemente.

"Pecosa" lo corregí, habían pasado meses desde que me había llamado pobretona por ultima vez.

"Ya me importa poco lo que piense la gente de lo que hago" me dijo, su expresión suavizándose un poco.

"Bueno" le dije, por un momento mi corazón se acelero ligeramente, mis ojos perdiéndose en sus facciones perfectas. Draco Malfoy era alto y de contextura fuerte y atlética. Su apariencia fría, su piel tan blanca como el mármol, ojos grises y rostro apuesto.

"Te espero aquí en media hora" me dijo finalmente con tono definitivo y sin mas se levanto con compostura firme y serena y con una ultima mirada se fue.

Me quede allí sentada en los escalones de piedra en shock por unos minutos, mi mente viajando a varios puntos, mi corazón acelerado y mi rostro ardiendo complementamente en fuego, tan rojo como mi propio cabello. Recordé que mi mama me había enviado una túnica hermosa para mi cumpleaños en Agosto.

Que hará Harry al verme con su peor enemigo?

La sala común estaba vacía cuando pase por allí camino a mi cuarto, la música era audible incluso en la torre de Gryffindor, y en varios corredores había muérdago escondido en las esquinas y en los marcos.

Me alise el cabello que gracias a esto me llagaba un poco mas abajo que la mitad de mi espalda, la túnica era blanca y de terciopelo, era ajustada al cuerpo en la parte superior y caía libre sobre mis caderas. Me eche poco maquillaje y me coloque una cinta en el cabello y unas perlas pequeñas en mis orejas.

Baje en una carrera por las escaleras que me llevaban a la sala común, el corazón se me paralizo al ver a la escena que se desplegaba frente a mi, me quede en mitad de la escalera sintiendo como el corazón se me volvía una pasa. Harry y Daniela se besaban apasionadamente en el sillón mas grande de la sala común frente a la chimenea.

Abrí los ojos de par en par, carraspee la garganta y los dos se separaron de golpe, sus rostros enrojecidos y sus labios hinchados después de aquellos besos.

Ambos me miraron de forma diferente, la expresión de Daniela era impaciente con una ceja mas levantada que la otra, y Ginny podía escuchar su voz en su cabeza.

La expresión de Harry vario, era como si hubiese visto a un fantasma, su rostro perdió el color de pronto.

"Disculpen la interrupción- para eso hay cuartos..." dije secamente.

"No nos fuimos al cuarto porque estabas tu" dijo Daniela que parecía molesta "no lo recuerdas, no tenias pareja…"

Era como si lo que quisiera era herirme y lo logro, me hirió de tal manera que camine hasta el retrato y dije.

"Bueno ya lo desocupe" y salí de aquel endemoniado lugar de una vez por todas. Enfadada con ambos, conmigo misma por mi estupidez.

Camine rápido a donde me iba a encontrar con Draco, las lagrimas ya no las contenía, era como si una película se repitiera en mi conciencia.

Al llegar Draco me esperaba recostado a la pared, sus ojos estaban fijos en su mano estudiando sus dedos, lentamente levanto su mirada hacia mi y aquella expresión que antes había sido despreocupada cambiaba en tan solo unos segundos. Una expresión que Ginny nunca había visto antes, una que siempre empujaba hacia atrás. Preocupación y enfado.

"Potter?"

Asentí con la cabeza y el paso su mano por mi espalda varias veces como apoyo.

"No te preocupes pecosa" su voz suave cerca de mi rostro, Draco no era de aquellos que tocaba mucho. No le gustaba el contacto humano, pero en esos momentos agradecí su toque, agradecía sus palabras y el hecho de que estaba ahí conmigo.

Tome aire profundamente y mis ojos se fijaron en el techo. Uno… dos… tres… las lagrimas se secaron en mis ojos, ya mas calmada decidida a ocultar mis sentimientos y a tratar de pasarla bien aquella noche.

"Lista?" pregunto el luego de un momento, sus ojos estudiando mi rostro, yo asentí nuevamente sin muchas ganas de hablar.

Cuando veníamos bajando me di cuenta de que Draco venia muy guapo, su cabello corto estaba peinado un poco diferente aquella noche. No tan lleno de productos sino simplemente aun húmedo de su ducha. Llevaba puesta una túnica Gris que combinaba con sus ojos.

"Ginny!" escuche que alguien me llamaba desde atrás, su voz…

"Harry?" pregunte sorprendida girándome en mis talones, viéndolo correr hacia mi su rostro cambiando con cada paso que daba hacia nosotros.

"Malfoy?" pregunto incrédulo, parecía que el pensaba que sus ojos lo engañaban.