Hola. No saben que flojera tengo. Me voy a dormir sobre el teclado y no es que sea tarde es sólo que tengo sueño. Pero bueno empecemos:
Ale: Me lo has dicho todo. Pues gracias por sólo dejar el rr eres la mejor lectora que he tenido (tu y lau)
HG: Gracias y bueno ya seguí.
m.z.c: Bueno pues que bueno que te haya gustado el final muchas gracias por el rr y ya seguí.
Lamister: No puedo entender la pregunta ¿Qué poderes? ¿Poderes de que? ¿Qué me quieres decir con eso? No te preocupes por los rr además esos los subí muy rápido. Gracias y bueno NO entiendo la pregunta.
Maxie2: Bueno y el suspenso sigue… ya verás. Gracias
Colombia: Hola amiga. Que bueno que te gusto el juego, sabes esa fue la mejor manera de mostrar algo del pasado que necesitaba que supieran. Si In tiene hermanos y sobre lo que le paso a su hermano me has dado una buena idea. Si es ese el recuerdo de Lil es que tanto hable de el que me gusto decir algo desde la perspectiva de Lil. Si es el futuro. Te explicaré todas tus peguntas luego por msn. O ya veremos. Gracias
LiraGatath: No es tan pobre el chico. Hasta eso le gusta sentirlo porque es un sentimiento lindo. Así que te idénticas con ese detalle que interesante.
Colombia: Bueno amiga tú eres la que mas sabes y haces conjeturas que ni yo entiendo. Ya me lo dirás por msn. Y bueno ¿que mas te puedo decir que un gracias del tamaño del mundo?
Sara Fénix Black: Hola. ¿Puedo decirte Alicia? Que bueno que te haya gustado la canción del sombrero. Y bueno la verdad nunca supe que era la broma ^.^ sólo lo escribí así. Si ya vez que subiendo si pero la escritura va algo mas lenta. Bueno mi cumple fue el 7 pero muchas, muchas gracias. Que bueno que pienses que tengo una imaginación genial. Gracias
LiraGatath: ¿Asustada? ¿Por qué? Lo de confusa lo entiendo pero asustada. Ok te mandaré el resumen a tu mail ¿te parece? Que bueno que te guste el ff. Me alegro. Y gracias.
Ok los primeros tres rrs los respondí ayer y hoy estoy acabando. No porque sean muchos si no porque tenía una flojera. Y bueno ya esta aquí el chap donde si se ponen listas encontrarán algunas cosas interesantes. Ya veremos. Bueno pero ahora pasemos a otra cosa.
Primero nada de lo que reconozcan es mío y perdón a todas esas autoras si mi ff se parece en algo al suyo no lo hago a propósito.
Y una dedicatoria especial. A alguien que tal vez no leerá esto nunca. Quien a estado rondando mis pensamientos estas semanas y por el 28 de enero.
Ahora sin más que decir. Empezó el fic.
~*~
Capitulo nueve
Comenzando de nuevo.
Comenzamos de nuevo la rutina, la misma rutina sosa y aburrida, a menos que una chispa haga explotar la vida y todo cambie.
Sonaban tontas las palabras.
Sonaba tonto el pensamiento.
Sin sentido las miradas.
Sólo pude decir "te quiero."
Nadie podría recordar como había pasado todo… como todo había cambiado. Todos tendrían diferentes versiones. Fue una noche tan extraña, tantas cosas habían pasado que nadie se había fijado en ella… Nadie lo había visto.
-INCREIBLE. ¿CÓMO ES POCIBLE? EXPULCIÓN… DEVERÍAMOS EXPULSARLOS.- grito la profesora McGonagall al director.
-Minerva calma, no serán expulsados pero han hecho algo muy grave.-dijo mirando a los jóvenes frente a el. Lily estaba parada junto al fénix de Dumbledore, Alessandra la veía. Los merodeadores estaban sentados mirando el suelo, Ingrid repetía incoherencias y Elinor miraba el vació.
-¿Serán castigados?
-Por supuesto ahora Minerva déjanos solos.
-Claro director.- la profesora salió del lugar rumiando algunas cosas por lo bajo.
-¿Qué haremos con ustedes?
-¿dejarnos ir?-el director rió mirando a Sirius.
-No puedo hacer eso. Con su broma le dieron la posibilidad a Voldemort de entrar. La verdad creo que deben sentarse. – Con un movimiento de su varita aparecieron algunos sillones los merodeadores y las chicas se sentaron. -¿Saben lo que hicieron?
-La verdad...
-No.
-Bueno pues al poner alguno de sus hechizos experimentales debilitaron alguno de la escuela dejándolo pasar.*
-Pero no queríamos.-Dijo Sirius, Alessandra se había parado y caminaba hacia la ventana.-
-el hecho es que dejamos entrar a Voldemort y que gracias a Merlín nadie murió. Algunos de nosotros conocemos lo que es capaz de hacer. Hemos sufrido de sus manos directa o indirectamente. – dijo la chica
-¿Qué con eso?
-Sirius date cuenta. Nosotros sabemos quien es Voldemort y nuestras familias han quedado desechas por él, Dumbledore esperaría que fuéramos los más concientes.
-Recibirán un castigo. Uno por cada maestro por el resto del año. Tendrán permiso de ir a Hogsmade y de participar en todas las actividades pero deberán desempeñar su castigo como se les diga.
-Esperé- dijo Peter.- ¿si alguien nos pide que vallamos a cazar dragones usando solo nuestras manos tenemos que hacerlo?
-Sí.
-Entonces si usted nos pide que limpiemos algún animal con la lengua ¿hay que hacerlo?
-Si Peter.
-Que horror.
-Ahora será mejor que se vallan a dormir. Alessandra necesito hablar contigo. Buenas noches.- Todos salieron dejando a Ale y al director solos.
~
*~
James abrió los ojos. Por lo que veía a través de sus cortinas apenas había amanecido. Sin poder volver a dormir, abrió las cortinas de la cama y miró la habitación.
Era más pequeña que la de las chicas, que probablemente se habría agrandado, ya eran seis muchachas las que dormían allí. Siempre se habían felicitado por su suerte de ser los únicos en su habitación, tal vez por eso habían formado los merodeadores. Sirius y él se conocían desde siempre. A Remus lo habían visto por primera vez en la librería, pero no habían hablado hasta el día del tren. Peter había llegado con el carrito de comida, iba platicando con la señorita, que lo convenció para quedarse allí con chicos de su edad.
Once años tenían la primera vez que habían entrado a ese lugar y en todos los años de Hogwarts había cambiado mucho. Estaba toda desordenada las paredes estaban tapizadas de carteles, sobre todo de Quidditch. Había centenares de fotografías, unas muggles y otras mágicas, la mayoría encimadas. Algunas se las habían dado las chicas, el año pasado. Había otras donde aparecían lo que ellos llamaban bromas maestras. Cómo habían sacado las imágenes era un misterio.
James quito la mirada de las paredes para ver las camas de sus amigos. Peter roncaba sin pudor, la mitad de su cuerpo, su cabeza y torso, estaban en el suelo enredados en las sabanas, babeaba un poco. De su baúl salía la ropa y barios pedazos de pergamino.
Remus en la siguiente cama parecía ser el único que dormía sin desfiguros. Se veía su sombra y se escuchaba su respiración lenta y constante. James sentía a veces que era como la de un lobo que esperaba a su presa. La parte del cuarto que le correspondía al joven Lupin estaba ordenada si la comparaba con el resto del lugar. Comparado con el lugar de sus amigas era un cochinero. El baúl estaba cerca de los pies de la cama abierto y un poco desordenado. Además una de las cortinas de la cama se caía, Remus había dejado de luchar con ella desde hacía años "si no puedes con ellos, úneteles o acostúmbrate" y eso había echo se había acostumbrado.
Pero la atracción del cuarto sin duda era Sirius Black. Nadie podía superarlo. Con las cortinas caídas por alguna razón que nadie quiso averiguar y que el chico no explico, se encontraban en el suelo rotas, roídas y atoradas bajo los pies de la cama, dando un aspecto extraño al lugar como un tapete de castillos viejos. Las cobijas estaban en el suelo y las sabanas llegaban a estar sobre la cama, sustituyendo a veces el dosel. Sirius no roncaba pero se movía toda la noche y hablaba en sueños. Su baúl estaba debajo de la cama y la mochila siempre lista estaba sobre el buró, los libros y pergaminos salían y caían en cascada hasta el suelo. Había tinta por todo el suelo.
James miró su propio lugar. Sus cobijas también estaban fuera de lugar, había echo un poco de calor. Su baúl se desbordaba y una de sus partes desaparecía bajo la capa invisible. Él no sabía como dormía. Según Sirius parecía un tronco. Se enredaba en las sabanas y cobijas y se quedaba quieto. Su abuela le dijo un día que cuando era más pequeño lloraba y gemía en la noche. Siempre habían pensado que era porque no estaba acostumbrado al lugar, pero cuando se mudo definitivamente, se dieron cuanta de que más bien extrañaba a sus padres. Él no sabía si era cierto.
Recordaba muy bien a sus progenitores. Richard Potter había sido un hombre muy grande y que infundía miedo, jamás lo había entendido, ninguno de los dos hablaba mucho con el otro. Pero de alguna manera tenía recuerdos agradables. Menos de la vez que aprendió a nadar. Su padre lo había aventado al agua diciendo que todos los humanos flotaban. James estaba seguro que el era una rareza en ese caso. Pero había nadado y había salido del agua como una rata. Jane Potter era más dulce y había pasado más tiempo con su hijo. Había muerto un año después que su esposo. Durante las vacaciones de segundo año los dos, hijo y madre, habían convivido mucho. Recordaba el cabello castaño de su madre y sus ojos almendra que sonreían por si solos.
Suspiro, no le gustaba recordar a sus padres. Cuando lo hacía se sentía vació. Pero esta vez no fue así. Se dio cuenta de que no sufría al pensar en su madre. Se paró y abrió el último cajón de su cómoda. Rebusco algo y sacó un marco plateado. En las esquinas había siervos plateados. Esos eran los animales favoritos de su madre. Por eso James había decidido transformarse en uno. Según Sirius había sido por ver muchas veces la película de Bambi. "te identificas con la pobre bestia" decía. "pobre bestia" la mayor parte de los animales eran bestias para el chico Black pero los adoraba, le gustaban mucho los perros, le gustaban más que la mayoría de los humanos. James sacudió su cabeza para volverse a concentrar en la fotografía.
Había sido desterrada a aquel cajón muchos años atrás y hasta ese momento había vuelto a salir. Había tres personas. Sus padres y él. Él y su padre se parecían mucho. Ambos tenían lentes, el cabello negro, sólo los ojos de James se parecían a los de su madre, su padre tenía los ojos azules. Atrás de ellos estaba una montaña. Era la vez que habían viajado a Suiza. Caía nieve y se veía un esquiador. James recordaba que después había caído sobre su padre y ambos hombres habían rodado colina abajo.
La dejo sobre la cómoda donde la podía ver. Se sentía extraño al ver la imagen y no sentir dolor. Después descubriría que la razón de eso dormía placidamente. Se metió al baño.
~*~
Lily despertó. La mañana ya había empezado hacia rato. Abrió sus cortinas y las de sus cuatro amigas y luego las que cubrían la ventana. La luz entró al lugar.
-No Lily.- dijo Ingrid mientras se cubría con una almohada.
-Cinco minutos.- agregó Elinor antes de bostezar.
-¿ya amaneció?-pregunto Alessandra saliendo debajo de las cobijas.
-Si y es el primer día de escuela.- dijo la pelirroja contenta
-¿quieres aplausos?
-si Elinor gracias.
-Es sarcasmo.
-Lo sé.
-PODRÍAN CALLARSE.-la voz salió de alguna de las camas con el dosel sin correr y se escuchaba como una orden y no como una petición.
-como digas Hally-dijo Lily entrando al baño.
-¿siempre se despiertan así?-pregunto Alessandra.
-Si todos los días. Lily es la primera en despertar.
-Mmmm
-¿QUÉ DICEN DE MÍ?- se escuchó la voz de Lily
-Que estas obsesionada con la escuela y la limpieza.
-AAAAA… OYE ESO NO ES CIERTO.
-SI lo que digas.
Las cuatro chicas salieron del cuarto.
-¿ya estarán despiertos los merodeadores?
-Si.- dijo una voz desde el sillón. Donde se encontraba Sirius Black cómodamente sentado.
-¿te caíste de la cama Sirius?-pregunto Ingrid.
-No, pero Prongs si.
-¿James?
-Bravo Lily, ya viste James Lily sabe tu nombre.
-¿Por qué no están desayunando?
-Las esperábamos.
-Y la verdad es…
-¿Qué haremos con el castigo?-pregunto Remus.
-¿cumplirlo?
-LILY.-gritaron todos.
-¿Qué? Tal vez no sea tan malo.
-Lil, Lil, Lil.- dijo James.- por experiencia te digo que todos, todos, los castigos son malos.
-¿Cómo lo sabes?
-Hemos estado en más de un millón.
-A cállate Sirius, nos salimos del tema.
-Bueno pues yo tengo una sugerencia. ¿Qué tal si acompañamos nuestras ideas con un buen desayuno?
-Peter tu no piensas mas que en comer.- lo regaño Elinor.
-A mi me parece una buena idea.
-Y tu Sirius desde que te conozco sólo piensas en las horas de comida acabas de desayunar y ya piensas en el almuerzo.
-¿podrías dejar de regañarme?
-No.
-ELINOR, SIRIUS.-grito Lily.
-Vamos al comedor.-dijo James mientras se paraba.
~*~
Después de desayunar tuvieron que ir a clase. Lo primero que les tocó esa mañana fue defensa contra las artes oscuras. El señor Bilis se había retirado el año pasado. Cuando entraron descubrieron a la nueva profesora sentada en su silla.
-Siéntense.-dijo todos obedecieron menos Lily.
-Señorita Evans.- dijo profesora con voz agria- ¿no escucho?
-Si, le he oído bien. Sólo que me sorprende verla.- luego se sentó.
-Bien ¿ya estamos todos?-hubo murmullos de asentimiento.- En ese caso me presento. Soy Madame Xantelí.- James observo a la mujer. Era de estatura media, de rasgos agradables. Tenía unos grandes ojos de color café amarillento, como de gato. Estos se escondían detrás de unas pestañas postizas. Tenía también uñas postizas de color azul brillante. Su cabello estaba peinado en un moño donde se veían rayos del mismo color azul de su túnica y sus uñas. Parecía tener la edad de la profesora McGonagall. Empezó su clase diciendo como calificaba. Además de su voz suave y un poco agria se escuchaban las plumas de los Gryffindors y Ravenclaws contra los pergaminos. Luego dictó un millón de reglas. Caminaba por el salón con pasos lentos y cortados. Cuando estuvo cerca del lugar de James, este pudo ver que usaba unas botas muy elegantes de color azul brillante.
-Bien ahora les daré el tema de este periodo. Veremos dos temas importantes este años que englobarán todo lo que han visto a lo largo de su estancia en Hogwarts para los EXTASIS y nuestro primer tema es reacción. Dentro de este veremos cosas como las consecuencias de cada hechizo, como usar los encantamientos de manera eficaz cuando están bajo presión. Además he preparado muchos retos, laberintos y pruebas distintas donde probaremos su destreza para defenderse y atacar. Haremos listas de hechizos y los practicaremos y todo se hará en parejas. Las parejas que yo haré serán las que tendrán todo el año y no hay cambio. – se dirigió a su escritorio y apareció muchas esferas blancas. Las metió a una bolsa y las revolvió. Fue pasando por las mesas haciendo que todos tomarán una esfera.
-¿todos tiene una?-murmullos de asentimiento, todos miraban la esfera con curiosidad. –Bueno pues COLORIS.- las esferas brillaron de distintos colores.- Busquen a la persona que tiene el mismo color que el suyo.
~*~
-Que divertida clase, me gusto la profesora.-dijo Elinor.
-Si, es una mujer especial- contesto Remus. Las parejas habían quedado extrañas, nadie supo como era que acabaron así. Alessandra y Sirius eran pareja para el descontento de varias chicas. Hally y Ally habían quedado juntas, eso quería decir que debían trabajar. Ingrid tenía de pareja a Abigail Salver, una chica de Ravenclaw, Elinor no había echo ningún comentario al respecto de que le tocará con Remus. Lily y Peter eran pareja y James y Doug Ternis eran compañeros.
-Yo creo que Lily se hubiera muerto hace dos años si le hubiera tocado con Peter para algo tan importante aunque no estoy segura si morirá ahora- dijo Ingrid mientras se volteaba a saludar a un grupo de chicos.
-¿tu que crees Lil?- nadie respondió.
-¿Dónde esta Lily?-pregunto Ale.- ¿y James?
Todos se miraron.
-Y esos dos ¿Por qué desaparecieron?-dijo Sirius volviendo a pensar que James le escondía algo.
~*~
La pelirroja miraba a Madame Xantelí.
-No pensé volverla a ver.
-Yo si, siempre pensé que nos volveríamos a ver.
-nunca dude que fuera un bruja, me alegro a ver acertado.
-Eres muy inteligente. Extrañe verte… eras una chiquilla encantadora y muy curiosa.
-lo tomaré como un cumplido.
-Eso espero, pero esa chiquilla ya no existe. Una muchacha que será pronto una mujer la remplazó.
-¿y como es esa chica?
-Igual de curiosa e inquieta, pero con más sentido, conciencia y madurez.
-Gracias.
La mujer rió.
-¿te enfada verme?
-No, la verdad me sorprendió. Cambio un poco su aspecto.
-Este es mi aspecto real, digamos que el otro era un disfraz y me has reconocido.
-Usted los dijo soy muy inteligente.
-que no se te suba a la cabeza. Creo que tienes clase además te esperan en la puerta.
-Si es encantamientos y por él…- Lily sonrió.
-Ya veo, sabía que las esferas no se habían equivocado.
-¿de que habla?
-Te lo explicaré algún día ahora vete que envejezco.
-Si Madame.- y Lily salió. Se encontró con James.
-puedo preguntar por qué una estudiante debe hablar con esta mujer a solas.
-puedo saber por qué debo ser cuestionada por un extraño que me espera en la puerta.
-es una buena pregunta señorita, lo que sucede es que el extraño a puesto su atención en usted.
-Ya veo, pero eso no quita el hecho de que deba explicar mis actos.
-¿Por qué no?
-No suelo confiar en la gente.
-Ya veo, pero dejaría que este extraño la acompañara a su destino.
-¿tengo otra opción? Si no lo dejo me seguirá.
-Al parecer no tiene otra opción- Lily le sonrió al chico, mientras comenzaba a caminar.
-y dígame ¿Cómo debo llamarlo?
-Con el nombre que deseé señorita.
-¿Qué no tiene nombre?
-Claro pero no suelo confiar en la gente.
-No es educado utilizar las palabras de una dama, contra ella.
-¿Y es educado ocultar información cuando la piden?
-Si, cuando la información es irrelevante para el sujeto.
-Ya veo señorita, entonces usted es una dama y yo un maleducado sujeto.
-Exacto, dígame su nombre y entonces será un maleducado con nombre.-James rió.
-El nombre que usted me ponga estará bien para mí.
-En ese caso seguirá siendo el extraño.
-¿el extraño conocido?
-Si mi señor y ya hemos llegado a nuestro destino.- dijo Lily mientras se paraba en el lumbar de la puerta del aula.- Gracias por acompañarme.
-Ha sido un placer.- Lily sonrió mientras entraba, luego pasó James. Cada uno se sentó en lugares contrarios la pelirroja junto a Elinor y el chico junto a Sirius. Ambos amigos empezaron a hacerles preguntas, algunas más indiscretas que otras. Lily y James sólo sonreían mientras contestaban con monosílabas.
Alessandra se acercó a Lily.
-¿Y dígame señorita como estuvo su paseo con el extraño?- le susurro al oído. Lily se sorprendió, pero le sonrió.
-¿Cómo lo sabes?
-Es un secreto.
-Pues sólo quieres saber estuvo de maravilla. –el pequeño profesor de encantamientos entró y la clase comenzó.
~*~
Después de comer fueron a clase de transformaciones esa clase fue una de las mas aburridas por que la profesora se la paso diciendo cosas de los EXTASIS, todos esperaron con ansias la clase de cuidado de las criaturas mágicas. La clase favorita de Sirius por dos cosas: los animales y por la señorita Albacur o como él le decía, Annet.
Una mujer que había salido de Hogwarts un año antes de que ellos entraran y que en tercero había regresado a impartir clase. Era relativamente joven, y el hecho de que fuera algo bajita no le ayudaba a parecer profesora, la mayoría de sus alumnos desde el quinto años ya le sacaban por lo menos un centímetro. Esa joven profesora era la responsable de enseñarle a Sirius sus sonrisas principales "le debo todo mi trabajo a ella" decía después de cada cita como si hubiera ganado el oscar y ese fuera su discurso. Esa mujer era gran amiga de Hagrid otro personaje de la escuela.
Hagrid era un semi-gigante que adoraba a las criaturas, como más mounstrosas mejor. Era el que le proporciona a Annet todas esas bestias espeluznares que solía mostrar. De ella había sacado Sirius también su extraño hábito de decirles a todos los animales bestias a menos de que fueran un lobo, un perro, un siervo o una rata en especial, por obvias razones para los merodeadores que no querían ser llamados bestias por su amigo.
Para cuando llegaron al jardín cerca de la casa del guardabosque, este y pequeña Annetila, que era su verdadero nombre pero Sirius le decía Annet y ese nombre había quedado y así le decían todos sus estudiantes, estaban esperándolos.
-Hola.- dijo con una sonrisa.- ¿Cómo están?
-Bien dentro de lo que cabe.-dijo Sirius.
-Bueno veo que estamos todos, así que empecemos.- compartían clase con Huffelpuff. –Aquí mi amigo Hagrid nos ha traído unas criaturas increíbles.- era una mala señal cuando una criaturas traída por Hagrid era increíble para la profesora Albacur, porque esas dos personas no parecían ser como el resto de los humanos, tenían una pasión extraña por cualquier animal rastrero y como mas peligroso era o mas armas tenía era para ellos uno mas interesante. Lo mas extraño era que justamente fuera el unicornio el animal favorito de la mujer. Nadie había podido comprenderlo hasta que Sirius había encontrado la razón en su cuarto año. Pero jamás la había revelado.
Siguieron con paso rápido a Hagrid y a Annet por el bosque. Los alumnos estaban seguros de que eran los únicos que habían entrado clase tras clase a ese lugar sobrio, húmedo y lleno de tierra y colores que no se encontraban en otros lugares. En ese momento algunos pájaros piaban desde la sima de los árboles. En el fondo el aire era húmedo y pesado. La clase tenía que hacer varias paradas, pero eso no les impidió llegar pronto al claro que desde hacía años, casi desde su primera clase, era ahora su lugar de estudio. Todos sabían donde tenían que sentarse, en que orden y con forme la clase avanzaba Annet cambiaba los lugares y dictaba. Los alumnos sabían que ella siempre pedía la última hora del día para la clase. Decía que el lugar era más hermoso de noche y los merodeadores siempre le habían dado la razón. Además siempre la clase podía alargarse y nada pasaría, porque si perdían la cena la joven maestra hacía llamar a los elfos que les servían todos sus antojos.
Los merodeadores consideraban a Annet como una amiga y confidente. Ella los consideraba sus alumnos más fascinantes y a veces maldecía su suerte por haber salido antes de conocerlos como compañeros. Para ella los cuatro chicos eran curiosos y tenían potencial para ser cualquier cosa que desearan.
Esa tarde ya sentados, todos observaron al animal que Hagrid había atraído. Se dieron cuenta de que era distinto a todas las cosas que habían visto antes. Era grande le llegaba a la cintura a la profesora que sonreía. Fuera lo que fuera esa cosa estaba echa bolita y se balanceaba sobre si misma de un lado a otro. Era de color rojo y tenía franjas negras.
-Bien esto es un Urinusi. Es una criatura que vive en las cuevas y se alimenta de moho y otras plantas que viven en la oscuridad. La mayoría de las veces no sale a ver la luz en toda su vida.- a todos les pareció extraño que no tuviera garras o algún arma. Pero pronto se dieron cuenta porque.- nadie se le acerca por que despide un veneno de color rojo que quema. Pero este esta entrenado desde que es un bebé.- dijo con tono maternal. – Este es un macho, la hembra es de color amarillo y sus franjas son cafés. Además es más peligrosa y violenta.
-y se llama Corti.- dijo Hagrid que solía interrumpir las clases para agregar comentarios irrelevantes. Annet le dedico una sonrisa.
-el veneno de la hembra si se destila y si se le agregan algunos químicos es excelente para curar heridas echas por veneno. El veneno del macho combinado con unas plantas muy raras puede hacer el ingrediente principal para la poción de la verdad.- Quito de sus ojos los mechones de su cabello castaño rojizo. Tenía una mata de cabello que estaba peinado en una cola de caballo, sus rulos rojos le llegaban hasta la mitad de la espalda. Un gran moño negro mantenía todos los rulos dentro de la cola. Todos menos algunos mechones que tenía que poner detrás de sus orejas muchas veces.- Ahora los chicos vengan por aquí y las chicas por aya. -todos se movieron.- ahora Hagrid hará que se desenrolle y lo veremos.- el semi-gigante se acercó y empezó a silbar de maneras extrañas.
Corti empezó a desenrollarse. Primero se vieron dos grandes antenas que brillaban, luego seis patas como de insectos salieron. Luego vino la cabeza. Tenía unos grandes ojos negros, una concha de ese color rojo que era muy distinto a cualquiera que hubieran visto. Por último salía una cola de donde surgían como un pelambre cual chorro de fuego los pelos rojos. Todo el estaba cubierto de una capa fina de pelusa roja.
-Miren, empezará a caminar viéndolos a todos y cuando encuentre a una persona que le agrade hará una cosa bastante extraña- el animal que parecía un extraño escarabajo pero también un gato de color rojo o un gran mamífero extinto camino como un felino mirando a las chicas y luego giro sobre si mismo con elegancia y empezó a observar a los muchachos. Se paró frente a Sirius. Se sentó mirando al chico moviendo a su cabeza de un lado a otro, con algún ritmo que no conocían. De sus patas delanteras que se movían al ritmo de su cabeza, de ellas empezó a salir un vapor de color rojo que brillaba. Este empezó a girar en torno al chico.
-Bien Sirius ahora puedes tocarlo.- Sirius movió su mano y toco a la criatura. Sintió como si hubiera tocado a un translador. Cuando abrió los ojos miró a la bestia que también lo miraba.
-¿Hola?-dijo. La bestia movió su cabeza. –Bien gracias.- Sirius no sabía como lo entendía. -¿De que quieres hablar?- mas movimientos- ¿De Annet? – Movimientos.- ¿quieres que te adopte?- Sirius empezó a acostumbrarse a la conversación. Fue el último movimiento de cabeza el que le sorprendió.- ¿Qué? ¿Qué?- Entonces el vapor se fue y Sirius no recordaba nada de la conversación.
-Bravo Sirius.-llego a el la voz de la profesora. -¿te comunicaste?
-he creo que si.
-Este animal se comunica con movimientos de cabeza y sólo el que este rodeado de su vapor lo entiende. Además pueden hacer que el sujeto olvide todo lo que le ha dicho. Bueno creo que ya ha de haber acabado la clase.
Como muchas veces Annet tuvo que llamar a los elfos, mientras en distintos grupos los alumnos hablaban de la clase o empezaban las tareas, sentados al aire libre esperaban la llegada de los elfos.
Los merodeadores y las chicas estaban sentados en el grupo más grande. Reía de temas sin sentido mientras comparaban sus respuestas al cuestionario de Madame Xantelí. Los elfos empezaron a deambular, ya conocían bien esa situación y estaban habituados a ella.
Annet se acercó al grupo de Gryffindors que tanto le llamaban la atención.
-¿les gusto la clase?-dijo sentándose. Esa era sólo su manera de integrase a la conversación desde hace mucho que nadie le contestaba esperando la verdadera pregunta.- ¿Qué hacen?
-Hablábamos de nuestra nueva profesora.- dijo Ingrid mientras empezaba a comer una manzana.
-¿De Celine?
-Si.- dijeron dando por sentado que ese era su nombre.
-Es una buena mujer.
-A propósito ¿Qué castigo nos pondrás?-dijo Sirius.
-A pues soy la tercera en ponerles castigo.- dijo como si fuera una simple actividad.- pero no se que haré, tal vez deban lavar al calamar gigante de forma muggle.- Todos la miraron asustados.
-¿enserio?
-No, Peter, pero tiene que ser algo duro.
-Ya el señor Nilver nos pondrá algo duro.
-Saben el y Celine se conocen muy bien. Están aquí para algo importante. Pero no les puedo decir para que.
-Yo se porque están aquí.- dijo Alessandra.- y estoy segura de que usted no lo sabe. Me lo dijo Dumbledore.
-¿tu eres Alessandra?
-Si.
-Bueno pues si, no se porque están aquí, pero lo intuyo. Claro que tú podrías decirnos.
-Lo siento profesora Albacur pero no puedo.- desde hacía muchos años nadie la llamaba así.
-Puedes decirme Annet.
-No, tengo un gran sentido del respeto.- luego se paró y camino rápidamente.
-Iré con ella.- dijo Remus mientras se paraba.
-No será mejor que yo vaya.- Lily se paró y corrió para alcanzar a Ale que estaba ya lejos.
-Es extraña esa amiga suya. Saben pensé que quedaría en Slytherine.
-¿Por qué?-pregunto Remus.
-No por nada, voy con Suli.- Suli era un elfo domestico. Cuando se alejo todos se miraron extrañados.
~*~
Lily siguió a Alessandra hasta los lindes del bosque.
-¿Qué pasa Ale?-dijo cuando la alcanzo. -¿Por qué te comportas de esa forma?
-Lily no me cae bien Annet, puede caerte bien a ti y a todos los demás. Pero no a mí.
-¿Por qué? No te ha hecho nada.
-No es eso Lil, es que… no entenderías.
-¿Por qué no?
-Lily no puedes entenderlo porque ni yo lo entiendo sólo no me da buena espina.
-Te comportaste muy raro.
-Si lo se.
-Vamos tenemos que acabar el trabajo.
-Lo sé. Oye Lily.
-¿Si?
-¿Por qué confías ciegamente en algunas personas?
-Porque hay un vinculo que nos une y me fuerza a confiar.
-Amistad ¿verdad?
-Si y a veces otras cosas.- Ale la miró.
-No me dirás que…
-Vamos Ale, si intentas resolver mi pensamiento jamás me entenderás.- las dos chicas se fueron caminado hacia sus amigos "si intentas resolver mi pensamiento jamás me entenderás" ¿Qué que quería decir? Se preguntaba Ale. ¿A que se refería?
~*~
La semana pasaba rápidamente. Los días se dividían en las comidas, las clases y las tareas. Los fines de semana eran días para hacer tareas. Descubrieron el jueves que su profesor de pociones, el señor Nilver, había cambiado su carácter radicalmente.
Era un hombre obeso y que tenía una gran verruga sobre la ceja izquierda. Estaba casi calvo pero tenía unas grandes patillas de color blanco, además era una fuente humana. Por el hecho de que sudaba cono si estuviera en algún país tropical bajo el sol y escupía toneladas de saliva mientras hablaba. Era el jefe de la casa de las serpientes y odiaba a los merodeadores. Pero por sorprendente que fuera Alessandra le cayó bien. Fue la última hora de la mañana, antes de comer cuando tuvieron que bajar a las mazmorras.
-buenos días.- dijo mientras veía a los Gryffindors y a su propia casa.-como ya han de saber los EXTASIS se realizarán así que haremos los primeros seis meses pociones nuevas y complicadas y los siguientes meses practicaremos todo lo que hemos visto. –asintieron. –Hoy empezaremos con la base para hacer la poción de la verdad. Allí están las instrucciones comienzan.- las indicaciones aparecieron en el pizarrón y durante cuarenta y cinco minutos estuvieron haciendo un menjurje que debía de quedar de color azul eléctrico.
-Bien veo que todas las pociones quedaron bien.- póngame un poco en un frasco tápenlo y tráiganlo.- todos empezaron a moverse. Todos los frascos estaban allí para cuando salieron. Alessandra se quedo por orden del profesor.
Se quedaron en la puerta a esperarla.
-Así que tienen una nueva amiga.
-Hola Malfoy.- dijeron todos.
-genial se sincronizan como relojes.
-Si pero seguro que tu serías un lindo reloj.-James saco su varita, era el mejor de todos en transformaciones.
-No creo que me atacarías porque tu domadora sangre sucia esta aquí.
-No le digas así.- Lily empujo a James.
-Puedo defenderme sola Potter.- dijo fríamente la pelirroja.
-¿y que vas a hacer?
-No me tientes Malfoy.
-¿Qué puede hacer una sangre sucia contra mí?- todos sabían que se refería a si mismo y a los dos gorilas que estaban con él.
-¿También Snivellus participa?-dijo Sirius.
-Cállate Black.
-¿Quieres callarme Snivelli?
-La verdad desde hace mucho.- Sacó su varita al igual que Sirius.
-Malfoy creme si no tuvieras esos gorilas no serías nada.
-No eres nadie para decirme algo sangre sucia.
-Sabes tengo un nombre y no es sangre sucia.
-Claro que si eres la misma sangre sucia de siempre.
-Malfoy deberías callarte.
-Me obligarás. ¿Cómo?
-No me tientes Malfoy.
-Que harás que Potter me ataque. Mientras te escondes detrás de el.
-Malfoy yo no me escondo detrás de nadie y menos detrás de Potter.- Lily y el rubio estaban muy cerca. La chica fue muy rápida. Y le dio a Malfoy una bofetada. Pero los dos gorilas se abalanzaron sobre ella, la tomaron de los brazos y la pegaron contra la pared.
-Estúpida sangre sucia. ¿Cómo te atreves?- su mejilla estaba roja.
-La próxima vez será un puñetazo.
-No habrá próxima vez. Mis queridos amigos no lo permitirán. –Lily lo miró furiosa. Sus pies no llegaban al suelo.
-Suéltame.- dijo pataleando.
-No, vas a pagar por lo que hiciste. Tus amigos están muy ocupados deteniendo a Black. Saquéenla de mi vista.- Los dos gorilas la dejaron caer al piso. No decían nada sólo la miraban.
-Hacen todo lo que les dicen ¿verdad?- no hubo respuesta. -¿Por qué? – cerró los ojos esperando algún milagro. Se echo para atrás.
-Snape no pierdas tú tiempo, vente. Narcisa nos espera.
-Malfoy deja a Lily.- dijo Ingrid mirándolo.
-No te metas linda. –dijo mientras la tomaba de la barbilla.
-Estuviste dos años lejos y vienes a hacer esto. Déjala.
-Dos años lejos… mucho tiempo, las cosas cambian.- y se acercó más a ella de tal forma que sólo pudiera ella oírlo.- si me hubiera quedado ya serías mía.- Ingrid se hecho para atrás.
-Déjala.- repitió.
-Grabb, Goyle, vámonos.-Lily apareció contra la pared con los ojos apretados.
-Me las pagarás.- le dijo Malfoy mientras pasaba junto a ella.
-No tan rápido señor Malfoy.- dijo una voz en la puerta. Todos miraron al profesor que estaba rojo de ira y a Alessandra a su lado que camino hasta el muchacho rubio.
-Tú eres Lucius ¿verdad?
-Tu eres Alessandra sabes deberías dejar estas compañías.
-Para ser tuya.- le pregunto de forma que sólo el podía oír.- igual que Ingrid.
-Eres importante, impresionantemente poderosa.
-Prefiero ser de más ayuda que con…
-Entiendo.- se volteo.
-Señor Malfoy todavía no termina conmigo.- dijo el profesor.
-Ellos comenzaron.- contesto para defenderse.
-Mentira.- dijo Lily.- Tú comenzaste. Tú y tus gorilas y tú.- dijo a Snape que bajo la cabeza.
-Ve como ella es una provocadora como toda una sangre sucia.
-Señor Malfoy lo vi esta vez no podrá escapar.
-Pero señor…
-Acompáñeme. Todos los demás váyanse.
-Grabb, Goyle…
-…Váyanse.- término el profesor.
-Si claro profesor.- dijeron mientras el maestro entraba al aula seguido de Lucius.
-Severus Snape.- dijo a Alessandra.
-Un gusto.
-Vamos Ale el comedor se llenará.
-Si Lily ya voy. –giraron la esquina.
-Snape ¿te sientes mal por lo que hiciste?-dijo en tono de burla.
-¿Por qué lo dices?
-Oh querido, por lo que le hiciste.
-No me llames querido.
-Si como digas…querido.
-Muy bien Alessandra.
-Ale.
-Severus.
-Ok, Sevy querido.-dijo con voz chillona.
-¿Sabes eres insoportable?
-Gracias, querido. Ahora tengo hambre ¿me acompañas al comedor?
-Tienes muchas facetas extrañas y diferentes.
-Gracias- y tomó el brazo del joven.- querido.
~*~
La entrada de Alessandra al gran comedor del brazo de Severus hablando alegremente con éste, causo estragos en la mesa de los leones. Lily estaba sonriente y reía de las caras de los merodeadores. Ingrid tenía su mirada perdida. Elinor la miraba extrañada. Los chicos acertadamente no se lanzaron contra Severus. Si no que descargaron su furia en Alessandra sobre todo uno de ellos. La chica les contesto con tonterías y otras cosas sin dejar de sonreír, lo que molesto mas a uno de los chicos.
-Prometo que entrare del brazo de cada uno de ustedes las próximas comidas.- Había dicho.
-¿Pero porque Snape?
-¿Les parecía mejor Malfoy?-Nadie respondió.
La pequeña Sussan llego y se sentó. Era una chica bastante habladora, que siempre sonreía, un poco exagera y aun más era aventada y hacía muchas cosas sin pensar.
Su hermana a diferencia suya era sensible y tenía toda la pinta de una oveja llorona. Lily ya la había encontrado llorando algunas veces. Diana aceptaba ser comprendida, pero cuando se daba cuenta de que era hija de muggles se paraba y la miraba enojada. Luego se iba. Tenía cambios de humor tan extraños como los de su hermana.
Eran las gemelas más diferentes e iguales que se hubieran visto. Eran completamente contrarias, pero se llevaban muy bien. En lo único que las niñas llegaban a discutir de forma poco civilizada era sobre las sangres sucias. Narcisa Black había tomado a la niña como su protegida. Mientras Lily había echo lo mismo con Sussan. Ambas lo hicieron inconscientemente. Fue durante los siguientes meses cuando se dieron cuenta en lo que se habían metido.
Lily y Narcisa jamás se habían llevado mal, jamás se hablaron, ni siquiera se veían. Ahora se encontraban en los pasillos o cuando las gemelas Alviner decidían hablar. Esas extrañas pláticas eran campos de batalla donde todas mostraban su ferocidad atacando al enemigo con palabras y gestos. Unos días iba Elinor y otros la hermana menor de Narcisa, Bellatrix. Las cinco o seis se metían en debates enormes que parecían no tener fin, a veces sin darse cuenta no les importaba si eran del bando de Sussan o Diana, que siempre estaban en contra, porque cada una de las chicas intentaba dar a conocer su opinión como la correcta. Los debates comenzaban siempre con información sobre alguna cosa. Como por ejemplo cuando Sussan llegaba con algún animal extraño, entonces se metían las hermanas en discusiones que giraban alrededor de la pobre bestia. Otras veces Diana llegaba con alguna queja o con los ojos húmedos y todas debían intentar tomar poses ante la situación. Para el invierno las cuatro chicas habían pasado por miles de temas distintos. Para entonces Diana reconocía a Lily cuando la encontraba en los pasillos. Pero seguía siendo igual de desagradable.
Pero en esa tarde de principios del otoño cuando las hojas apenas comenzaban a cambiar sus atuendos y todavía ninguna empezaba a bailar con el viento, las cuatro muchachas no se daban cuenta de lo que les esperaba. En realidad la escuela había traído un aire de paz al grupo de los mayores de la casa y nadie se imaginaba lo que pasaría.
Además para el domingo en la noche los chicos de séptimo curso de Gryffindor se dieron cuenta de que sus castigos comenzaban esa semana y para su terror la indignada Minerva McGonagall empezaba con lo que sería un año lleno de castigos.
Lily se había sentado cerca del fuego. Atrás de ella el ruido de la sala común era mayor que de costumbre porque Ingrid y Elinor se habían unido para gritarle a Sirius sus planes para evadir los castigos mientras el chico y James empezaban a gritar también. Ninguno de los planes era sensato o si quiera lógico. Lily seguía dispuesta a cumplir el castigo, aunque fuera sola. Ella no había parado a James aunque se había dado cuenta de su plan, era al final una cómplice. Los gritos de Ale se alzaron sobre las demás voces tratando de que sus amigos entendieran que las ideas no podrían cumplirse. Resignados todos se callaron y la sala se lleno de paz y silencio.
Lily solo se quedo mirando las llamas con clama, dándose cuenta de que había comenzado de nuevo su rutina y de que todo era un nuevo comienzo. Extraño, confuso y lejano se alzaba el camino que debía recorrer los siguientes años, en los cuales no pensaba. Antes de caer dormida creyó ver en las llamas a un chico, que se parecía a James, luchar contra un dragón. Esa noche soñó con ese extraño joven y a la mañana siguiente poco recordaba de sus aventuras. Pero cuando cerraba sus ojos lograba distinguir, a veces, una cicatriz en forma de rayo, que sin que ella supiera, haría famoso el apellido Potter en todo el mundo mágico.
Escucho tu nombre en mis oídos.
Veo tu cara en mis sueños.
Pienso en ti todo el tiempo.
Y sin ti muero por dentro.
~*~
Primera nota: *Recuerden que ellos tenían que usar uno de sus nuevos experimentos.
Segunda nota: Esas dos cositas al principio y al final son algo que me a dado por escribir romance hoy estoy inspirada veremos que saldrá de todo esto.
Bueno y ahora los adelantos y no se pueden quejar que los chaps van siendo mas grande y el próximo es el más grande que he escrito.
El nombre del siguiente chap es:
Capitulo diez: Trabajos forzados
Adelantos:
-Sucederá esa noche, la vida cambiará para todos los humanos. Prepárense. – la pluma a vuelo pluma de Lily que había permanecido quita empezó a escribir. La voz de Alessandra era grave y extraña. –Esa noche el señor de las tinieblas hará temblar el mundo y lo hará sucumbir. Esa noche si gana habrá ganado el poder del universo. Si pierde la vida le ha dado una oportunidad a la Tierra.
~*~
-¿Ingrid?-dijo una voz detrás de ella. Peter se acercó- ¿Qué pasa?
-Peter.- dijo la muchacha.- cometí un error.- el chico no sabía que hacer y se sentó junto a ella.
-Bueno pues creo que debes posponer el llanto, han encontrado un muerto…
~*~
Se ve interesante ¿verdad? Estará listo para el sábado espero. Y bueno el viernes termina el castigo y a darle duro para escribir porque voy a la mitad del 11 y se me van las ideas. Así que bueno ya veremos y espero que les haya gustado el chap la verdad me encanta la parte de la profesora Xantelí, el final y la conversación A/L. Bueno algo antes de despedirme esta cosa tuvo completa 26 páginas asi que no se pueden quejar. Alessandra tiene esas como distintas personalidades por una razón y las gemelas son importantes para esta historia. Nos veremos pronto.
Syringen
A.L.C.S
