Hola a tod@s estoy subiendo el chap. Todavía es sábado. Pensaba subirlo ayer pero es que no podía corregir estuve deprimida toda la semana. Pero ya pude escribir algunas cosas para el chap 11 y corregir este. La verdad me gusta como va el ff ¿Qué les parece a ustedes? Bueno contesto rrs.
Colombia: Bueno siempre intento que acaben intrigadas no es mi culpa (bueno si lo es) Que bueno que te haya gustado esa conversación y que te haya parecido divertida porque yo para el humor soy pésima. Siempre te dejo preocupada. Pues eso es lo que quiero. GRACIAS AMIGA.
HG: Bueno aquí tienes las respuestas a todas tus preguntas (buena a las dos que escribiste) Y bueno ya estoy siguiendo gracias por el review.
Alicia: Si se van alargando estaba preocupada porque no podía seguir con el onceavo pero ahora traigo nuevas ideas. Y bueno todas las cosas buenas tienen su lado malo. Bueno hay una razón especifica (creo) y también tiene buen gusto pero bueno allí hay algo impórtate y pronto volverá a aparecer. Bueno si los profesores parecen bastante reales. Algunos se parecen a mis propios profesores en grados más cómicos o misteriosos. Sólo Annet no, necesitaba a alguien como ella y aquí la tenemos. Si estuvo Voldemort ya verás que de eso se habla en alguno de los próximos chaps. Pero no diré nada de lo que pasó en concreto. Alessandra es uno de mis personajes favoritos tal vez el que más me gusta porque es tan misteriosa y todo lo sabe. Y bueno sólo espera a verla en este chap. Que bueno que te haya gustado el chap anterior. Y si la descripción del habitad de los merodeadores me gusto mucho. Gracias por el rr largo.
Ale: Bueno espero que lo leas aunque sea el miércoles. Ya veremos que pasará con este ff. Y gracias por el cumplido y el rr.
Bueno y ya se acabo el castigo. Aunque debo empezar a pensar en como mejorar en alemán. Ya se me ocurrirá algo. Ahora quiero decir que nada de lo que reconozcan me pertenece además que pido disculpas a esas autoras que sientan que mi ff tiene algo como el suyo. No lo hago a propósito.
El chap va dedicado a Alejandra por siempre estar allí que merece todos los reconocimientos Gracias amiga. Ahora el capitulo.
~*~
Capitulo diez
Trabajos forzados
Una vez que se ha cometido el error, habrá que afrontar las consecuencias con la cabeza en alto.
Fue la noche del martes cuando los desafortunados chicos descubrieron su castigo. Para la desdicha de los Gryffindors y la felicidad de la jefa de su casa, ésta parecía haber pensado durante días y haber exprimido hasta su última neurona para encontrar la pena perfecta.
Los chicos tendrían por unas semanas que ayudar a los elfos en varias tareas, desde fregar los pisos y cocinar, hasta tender las camas y prender los fuegos. Sin mencionar que pronto tendrían que comenzar a dejar bolsas con agua caliente porque el frío y las lloviznas llegarían pronto. Resignados todos aceptaron la tarea. ¿Qué otra salida les quedaba?
Los pusieron en parejas y les asignaron trabajos, horarios, guardianes que vieran que no usaran magia y un elfo que los trataría como eso, elfos domésticos.
Las tareas más sencillas fueron para Peter e Ingrid. Los dos algo torpes estaba encargados de limpiar sin magia cada uno de los baños de la escuela. Eso le dio a la chica acceso a los baños de hombres, que al parecer no le disgusto porque siempre había querido saber como eran y Peter se vio obligado a ser el hazmerreír un día que algún chico le tomo una fotografía mientras salía con un atuendo de camarera del baño de mujeres en el segundo piso.
La tarea de cocinar fue dada a Alessandra y Remus, que estaba segura la profesora, no se comerían la comida en vez de prepararla. Claro que durante esas semanas ninguna mesa se vio dotada de chocolate y algunos caramelos. Remus los contrabandeaba y los elfos sólo hacían la vista gorda. Alessandra, ahora también adicta al caramelo, le ayudo.
Sirius y Elinor se quejaron diciendo que les había tocado la tarea más horrible. Ellos debían pasearse por las salas comunes con los elfos encendiendo el fuego, hacinado las camas, sin mencionar que debían ayudar en las lavanderías. Sólo los Slytherine se vieron privados del espectáculo de ver a Sirius subir y bajar escaleras cargando cobijas y toallas. Claro que eso tenía su lado bueno porque los elfos les habían dado unos apratejos que les servían para aparecerse dentro de Hogwarts, esto le proporciona a ambos mucha información sobre el castillo.
James y Lily sin duda eran los que más sufrieron. Lily que tubo optimismo los primeros días se dio cuenta que no había casi nada bueno en el echo de lavar y fregar pisos y ventanas. Lo peor había sido limpiar el piso cerca de los baños de Myrtle (No se como se escribe) la llorona que estaba más sucio que todo el castillo entero. El único lado bueno era que podía liberar sus pensamientos. Ambos chicos disfrutaban con la compañía del otro. Hablaban poco y cada uno se sumergía en sus pensamientos. Los trabajos fueron casi todos silenciosos.
Además de todo seguían teniendo que asistir a clase y hacer tareas. Nadie descubrió como se las arreglaban y nadie quiso saberlo.
Cuando la primera semana había acabado, todos se sentían cansados y se quedaron dormidos en la sala común, para el lunes comenzar de nuevo sus faenas.
~*~
-Mi cuerpo, mi hermoso y esplendoroso cuerpo me duele.- se quejo Sirius mientras se levantaba del suelo. Toda la mañana habían estado allí y la tarde ya estaba ya muy avanzada. –Odio hacer esto.
-¿y tu crees que ha nosotros nos encanta limpiar baños?-le dijo Ingrid.
-No sólo decía que yo lo odio.
-No es tan malo.
-LILY.
-¿Qué?
-Te acuerdas que te dije que todos los castigos son malos y que había tenido muchos. –dijo James
-Si
-Bueno pues de todos esté es definitivamente el peor y ¿sabes que es lo mejor?
-No
-QUE APENAS ESTA EMPEZANDO.
-Oh…
-Lil hay que hacer algo.
-No, debemos afrontar el castigo.
-Lily…
-¿si?
-No tienes remedio.
-Mi cuerpo, mi ultra hermosísimo cuerpo me duele.
-Sirius creo que ya entendimos.
-Si, querido ese es el suceso del año ya veo los titulares "A Sirius Black le duele su cuerpo"
-Ultra hermosísimo y esplendoroso cuerpo.
-Ok "A Sirius Black le duele su ultra hermosísimo y esplendoroso cuerpo" estará en todos los periódicos mañana.- dijo Alessandra sin dejar escapar una sola sonrisa. La verdad parecía que lo decía en serio.
-Ale déjalo. No tiene remedio, de por si ya tiene mucho ego, espera no tiene muchisísisimo ego para que tu se lo agrandes. –le regaño Elinor.
-No se lo estoy agrandado sólo intento que se infle lo suficiente para que vuele lejos de nosotros o lo suficientemente alto para no oírlo.
-Ale la próxima vez no me ayudes.-dijo Sirius para luego poner cara de perrito.- Mi ultra hermosísimo y extremadamente esplendoroso cuerpo me duele- hizo una pausa para agregar.- mucho.
-Sirius cállate.- le dijo Ingrid tapándose los oídos que le dolían.
-Espera creo que se cual es el problema.- dijo James mientras se acercaba a Sirius. Le quito su cabello de la oreja y miró el interior haciendo sonidos.
-Mmmm… si… mmmm. Si es lógico… mmmm no puedo creerlo. EUREKA yo tenía razón.- dijo gritando en el oído de su mejor amigo.
-Mi hermosa oreja me duele por culpa de la bestia de James.- dijo Sirius mientras se sentaba.
-Dígame doctor que es lo que tiene mi amigo.- dijo con voz como preocupada Ingrid.
-Señores debo decírselo.- dijo el joven Potter.- Su amigo sufre de trabajuscortis.- el nombre se lo había inventado el chico en ese momento. Elinor hizo gesto de desmayarse. Ingrid lanzó un grito y Alessandra se acercó a Remus mientras actuaba un llanto que sonaba a una risa ahogada. Lily se arrodillo junto a Sirius y lo abrazó como una madre.
-¿y que quiere decir eso doctor?- dijo con voz preocupada Peter.
-Bueno pues a su amigo… es que no se como decírselo… a su amigo se le a quemado su cerebro de tanto trabajo.- James dijo todo esto con voz llorosa y afligida.
-No eso no.- dijeron las chicas al mismo tiempo, todas menos Ale a la que se le escuchó llorar mas fuerte, cuando alzó su cabeza vieron que tenía los ojos cristalinos y realmente estaba llorando, pero lo hacía entre tantas sonrisas que se dieron cuenta que sus lágrimas eran por la risa. Elinor había abrazado a James mientras gritaba negaciones.
-No doctor eso no… como… jamás se me hubiera ocurrido.-James le daba palmaditas en la espalada mientras intentaba no reír. Lily había soltado a Sirius que seguía repitiendo las mismas frases de dolor. La chica se paró y empezó a caminar alrededor del sillón con aire preocupado.
-¿Doctor hay algo que podamos hacer?
-No señorita no la hay, la enfermedad viene desde que nació… es una pena. –Elinor que se había sentado junto a Sirius mientras decía palabras que ella consideraba de alivio, tales como "mira no es tan malo siempre te hemos querido y que estés ahora un poco mas tonto no es malo." O "A los descerebrados les sorprende mas la vida" Hasta "Has sido así durante años que nos demos cuenta ahora no cambia nada sólo explica muchas cosas". Lily abrazó a James como parte del juego por supuesto, pero eso no quito el hecho de que el chico se ruborizará y mientras daba las palmaditas en la espalda de la pelirroja aprovecho para ver el cabello de la chica.
Para cuando las chicas ya tenían los ojos cristalinos y los chicos, hasta Peter, las habían consolado casi tres veces y nadie podía ya reír por el dolor de estomago y a Sirius se le habían acabando todas sus alabanzas para describir su cuerpo, fue entonces cuando este chico se dio cuenta que las burlas eran para el.
- Bueno ya es suficiente ¿no?-dijo parándose.- Vamos a las cocinas tengo hambre ¿Qué hay en el menú Remus?
-No tengo idea.
-pero tu eres el cocinero.
-Si pero hoy no, sabes la verdad es horrible trabajar allí.
-Te encanta.- dijo Alessandra.- Sobre todo porque comes chocolate.
-Pues yo no he visto que te quejes del chocolate.
-No hablaba de mí.
-¿Qué haremos?-dijo Lily. Nadie supo responderlo.
-¿y si salimos al jardín?-propuso Elinor. Como nadie tenía una mejor idea se pusieron las capas y salieron.
~*~
Para ese momento los vientos eran muy fuertes y el sol ya no llegaba al cenit, aunque todavía se ocultaba por ahí de las siete. Septiembre ya estaba acabado y las hojas de los árboles empezaban a caer en pequeños grupos. Las lloviznas había llegado y el pasto estaba mojado y frió.
-Estúpido viento.- dijo Elinor por décima vez mientras se dirigían a Hogsmade.
-El viento es tan fuerte porque Inglaterra es una isla.- dijo Lily.- y al no haber grandes montañas llega directo.
-Estúpida Inglaterra.- dijo Elinor.
-No es tan malo.- dijo Sirius.
-¿Cómo que no? Hace un frío de locos. ¿Quién fue el demente que propuso salir?
-La verdad fuiste tú.
-Claro que no, es estúpido, yo no pude haber propuesto algo tan estúpido.
-Eli deberías cerrar tu boca. –dijo Peter.
-Mira tú…
-No pelen por favor.- dijo Lily suavemente. Todos voltearon a verla dándose cuenta que se había quedado metros atrás.
-¿Qué pasa Lil?-dijo James mientras se acercaba.
-Es hermoso.
-¿Qué?
-¿Alguien me llamó?-pregunto Sirius que recibió tres golpes en la cabeza por parte de las chicas cerca de él.
-El paisaje.- dijo la pelirroja. – Me da tristeza pensar que nos iremos este año. – Sus amigos, que ya la habían alcanzado, miraron al mismo punto que ella. Bajaban por una colina hacia el pueblo que todavía estaba lejos. Era realmente un lindo paisaje. Hasta Elinor había dejado de mal decir todo a su alrededor.
Lily miraba mas aya del pueblo a sus pies. Las colinas azules que se hallaban a la distancia y la niebla que iba cubriéndolas poco a poco. El sol que se ocultaba decolorando el cielo, las nubes y las montañas tras las cuales se alejaba. El viento que silbaba a su alrededor una extraña tonada, incomprensible para todos ellos. Los árboles cercanos a quienes también se les podía oír haciendo coro con las brisas que los arrullaban. Los animales que salían a ver la puesta del astro rey. El gran lago que bajaba desde los pies de Hogwarts hasta las raíces mismas del bosque de Hogsmade. Este que brillaba mientras descendía en ruidosas cascadas. El mismo pueblo que también había cambiado de color para despedir al sol. El viento empezó a desvanecerse, al igual que la luz. La luna y las estrellas adornaron el cielo nocturno. Las brisas empezaron a llegar mas frías que nunca.
Los Gryffindors estaban sentados en el sendero mientras veían el espectáculo. Cuando el ya en frío era considerable se pararon y caminaron de vuelta al castillo sin decir palabras. El pequeño Peter se arremolino en su capa. Sirius abrazó a Ingrid, pensando más en conservar así su calor que en dádselo a la chica. James pasó su brazo sobre los hombros de la pelirroja, que no dijo nada. Alessandra que no tenía preferencia por nadie y que pensaba que nadie la tenía por ella aceptó ir bamboleándose sola mirando la noche. Disfrutaba las noches sobretodo las de otoño como ninguna otra época del día o del año. Remus abrazó a Elinor y así los chicos de séptimo se fueron bamboleando y así habían desperdiciado su día libre, para a la mañana siguiente comenzar sus trabajos.
Lily se arremolino suavemente en los brazos del chico. En ese momento no pensaba en las montañas de vidrios y pasillos que tendría que lavar al día siguiente. Miró, por alguna razón que no pudo jamás comprender, miró la estrella que colgaba de su cuello. De alguna manera le pareció que la estrella brillaba como una de esas que había en el cielo. Miró a James pidiendo una respuesta. Éste también la miró. Ninguno de los dos intento romper el silencio, para explicar o preguntar. Sólo siguieron caminando como los demás.
~*~
-¿alguien puede recordarme la razón por la que estoy aquí?-dijo Sirius cuando él y Elinor se habían unido a los demás después de haber hecho alguna cama de alguna habitación. Los dos traían algunas cosas que hubieran encontrado y que consideraban ellos un tesoro. Pero ese día tenían que llegar corriendo para sentarse en una mesa en la clase de estudios muggles.
De alguna manera esos Gryffindors poco a poco habían entres castigos acabado en muchas clases inservibles. Ahora todos parecían querer morirse porque debían aguantar a la señora Partinili horas enteras, a ella y a sus locas ideas.
Una mujer vieja a la cual los mendimagos no le daban esperanzas desde hacía ya casi treinta años. Tenía un bastón negro que acababa en una bola de cristal que ella consideraba elegante. Estaba toda arrugada y tenía una joroba. Estaba siempre enfundada en grandes suéteres que parecían causarle a cualquier ser humano menos ella, picazón. Llevaba faldas y blusas viejas, olía a naftalina y a otros cientos de medicamentos. Además estaba gorda, la mayoría de sus pupilos pensaban que era para soportar su propio peso el bastón y no para la cadera que la mujer decía haberse roto. Lo mas divertido era verla enojarse. Se ponía roja y soltaba en italiano, su lengua natal, una sarta de groserías y eufemismos que nadie entendía, todos sazonados con saliva y uno que otro golpe sin fuerza del bastón. Tenía además las ideas mas raras que pudieran ocurrírsele a cualquier ser viviente y los Gryffindors estaba asustados por el echo de que ella tendría que ponerles un castigo. Hablaba el ingles sin asentó pero se expresaba de tan extraña forma que muchas veces eso era lo que hacía reír a los chicos en ves de los pésimos chistes y para acabar llevaba en su cabeza un sombrerito con flores secas de raso azul. Sus ojos negros tras las grandes gafas de botella veían a todos los chicos de primero y segundo como niños retrasados que no merecían tomar su clase. Lo que si, y en eso nadie tenía duda, era que su mayor cualidad, y tal vez la única, era que adoraba a los muggles de una manera sorprendente. Algunos rumores decían que durante su juventud, muy lejana ya, había vivido como una. Muchos decían que cada año pasaba las vacaciones en el mismo corazón de Londres y que así aprendía todo lo nuevo que habían inventado, además que unos catálogos de productos le llegaban cada semana. Los alumnos aseguraban que eso lo hacia desde la época de piedra, edad del mundo en la que ella había sido joven.
-Creo que fue por una de tus novias.- dijo Ingrid distraídamente.
-Si ¿Quién era?
-Creo que la francesa esa, la rubia que hablaba sin que nadie le entendía.
-A ya Carla.
-Puntos extra, puntos extra.- repetía una y otra vez Elinor. Esa era la razón por la que había entrado a esa clase.
Ingrid, Peter, Elinor y Sirius debían soportar a la fosilizada profesora. Ahora que su castigo con McGonagall estaba por acabar se daban cuenta del miedo que les daba la siguiente pena, el profesor de pociones no sería muy blando de eso estaban seguros.
-Envidio a Lil.- dijo Ingrid.- ella no tenía porque tomar esta clase.
-Si pero de castigo debe estar muriéndose por sueño en adivinación.
-Preferiría dormir que estar aquí… una siesta no me vendría mal.-dijo Ingrid mientras bostezaba.
-Señorita cierre la boca es de mala educación. O tápela.- dijo la voz ronca de la vieja profesora cuando entró al aula.
-Bienvenidos a un nuevo curso. Este año veremos muchas cosas interesantes obre los muggles. Cualquiera de ustedes sabe ya mucho sobre los muggles pues ahora aprenderemos cultura general empezando con historia muggle.- S e escucharon quejas.
La vieja empezó a escribir rápidamente muchas cosas en el pizarrón.
-Nuestro primer tema la guerra. – Los Gryffindors se miraron. – No se si estarán familiarizados con las palabras bomba nuclear. Pues bueno esa bomba es peor que un Avada Kedabra. – Y empezó la profesora se centró en ese tema. Hizo dibujos en el pizarrón del hongo atómico. Describió sus efectos. Y puso a varias personas a leer fragmentos de revistas y perioditos que hablaban de eso.
-Lo hace por Voldemort ¿verdad?- dijo Elinor.
-Eso parece. Quiere que si por aquí hay un mortífago potencial se arrepienta. Quiere mostrarnos la guerra.- Las dos chicas miraron a Sirius sorprendidas.
-Si el mundo. Debe ser horrible.- dijo Peter.- Muerte por todas partes, perder a personas que quieres. No quiero participar en eso.- los comentarios de Peter le causaron mas sorpresa a las chicas.
-Yo tampoco.- dijo Ingrid.- Pero no hay forma de pararlo. Ha empezado.
Se quedaron en silencio.
-La bomba atómica tiene muchos efectos además de matar a millones de personas…
~*~
-Esto no puede ser llamado adivinación.- le susurro Alessandra a Lily.-Mas bien deberíamos llamarlo un desperdicio total de tiempo que Hogwarts aprovecha para exprimir las neuronas de sus estudiantes y torturarlos hasta el borde del sueño.
-Creo que le pusieron adivinación para que no lo confundiéramos con historia de la magia. –dijo la pelirroja. Las dos chicas rieron por lo bajo.
-No, no.- dijo el afeminado, bajito, huesudo, flaco y risueño profesor Blanc.- Señoritas es importante que estén en total silencio y con los ojos cerrados.- dijo para luego caminar mirando a los otros alumnos.
-A claro para caer dormidas como Remus y James. No se como pueden hacer para no caer de espaldas.
-Práctica.
La clase de adivinación se tomaba en los jardines cerca del lago, porque el profesor Blanc decía que el agua hacía fluir las vibras positivas.
-Más parece un hipi gay que un profesor serio.- susurro Alessandra.
Amadeus Blanc era muy joven y tenía una melena rubia hasta los hombros. Usaba siempre unas túnicas de colores como el dorado, el pateado, de puntos, azules. Parecía ser enemigo de la higiene personal. Su aliento apestaba a sardinas, lo único que comía. Tenía los dientes amarillos por el tabaco que fumaba y por el poco cuidado que les dedicaba. Apestaba, todos creían que sólo se bañaba, como buen brujo, en luna nueva, en el lago. Desde que ese rumor circulaba por la escuela las parejas o cualquier otro ser humano habían dejado de pasearse una vez al mes cerca de allí. No se rasuraba las axilas y para colmo llevaba túnicas sin mangas y el mismo chalequito de cuero rojo con cuentas. Tenía de mascota a un perro blanco que estaba siempre enlistonado. Los merodeadores siempre habían pensado que él y Gilderoy Lokchart se parecían. Una de las pocas diferencias es que Gilderoy se jactaba de haber echo miles de proezas. Era mas fácil creerle a Sirius que decía haber escalado los himalayas para salvar a un grupo de huérfanos enfermos que deseaban como último deseo ver al jeti y que cuando se habían quedado atrapados, Sirius los había salvado y además les había curado de su enfermedad, "desde entonces"decía con lágrimas en los ojos "las tribus cercanas a esas montañas me veneran". El chico Black contaba toda su proeza dándose cumplidos exagerados, pero se jactaba de contarla con la mayor sencillez y a veces hasta llegaba a decir que lo hacía con humildad. De lo único que los merodeadores estaban seguros era que Gilderoy tenía a Blanc en un pedestal y lo consideraba un hombre que debía ser escuchado y del que se debía aprender.
-Respiren profundo.- dijo la voz del hombre de algún lugar lejano. Lily estaba apunto de caer dormida y el incienso y otras cosas que Blanc quemaba no ayudaban.- Canalicen sus energías en tener una proyección. Todos tienen potencial. Vamos.
-Sucederá la noche en que las lunas estén alineadas y el cielo se tiña con sangre.- la voz de Alessandra quito la atmósfera somnolienta y mas cuando el profesor grito con voz aguda.
-ES UNA PREDICCIÓN. – hasta los dos merodeadores se habían parado y se habían acercado.
-Sucederá esa noche, la vida cambiará para todos los humanos. Prepárense. – la pluma a vuelo pluma de Lily que había permanecido quita empezó a escribir. La voz de Alessandra era grave y extraña. –Esa noche el señor de las tinieblas hará temblar el mundo y lo hará sucumbir. Esa noche si gana habrá ganado el poder del universo. Si pierde la vida le ha dado una oportunidad a la Tierra.
-Ay, que emocionante.- dijo Blanc saltando de un lado a otro. Las cuentas de su chaleco eran lo único que se oía y la respiración pausada de los oyentes.
-Los dos encargados de dar vida al salvador morirán sin remedio, pero si logran dar por él la vida y el amor verdadero, lo cubrirán con un escudo, entonces el salvador vivirá para poder enfrentar al amo del miedo y la oscuridad y retarlo en un duelo a muerte. Dos noches habrá entonces en las que las lunas se alinien y el cielo se tiña con sangre y habrá dos noches en las que la humanidad penda de un hilo, sus vidas estarán en la punto de la varita de un joven mago del mismo que los salvo una vez.- Alessandra cayó y abrió los ojos para sacar un grito de terror miró a Lily y la abrazó mientras negaba en voz baja.
-No, no, no.- decía. Lily todavía en estado de shock le dio unas palmaditas mientras el silencio se volvía más inminente en el jardín.
~*~
-¿Qué pasó?-dijo Sirius mientras entraba a la enfermería.
-No lo sabemos.- dijo James.- hizo una predicción.
-¿enserio?-dijo Ingrid que se puso fría de repente.
-Tienen que irse a cumplir sus castigos.- les recordó la enfermera. Todos se pararon.- Lupin puedes quedarte. No creo que una sola persona pueda con el trabajo de dos.
-Si pasa algo avísanos.- dijo Lily para salir como los demás. Cuando sólo quedaron el cuerpo inerte de Alessandra y Remus, ésta abrió los ojos.
-Estúpido Blanc.- fue lo primero que dijo antes de soltarse a llorar.
-¿Estas bien?-pregunto Remus. Ale giró su cabeza para verlo.
-Genial.- dijo mientras se limpiaba las lágrimas.- Ahora que me habías caído bien tendré que matarte.
-¿Por qué?
-Porque me has visto llorar.
-¿Qué hay de malo?
-A una guerrera como yo nadie la ve llorar, nadie desde hace años me ve. Me sorprendiste en un momento de sensibilidad… debo matarte.
-¿lo dices en serio?
-Si, pero no lo haré, no mataré a nadie… no quiero ser como él.
-¿Cómo quien?
-Si te lo dijera violaría un código, es un secreto.
-Puedo guardarlo.
-No porque si no ya no sería mi secreto.
-¿Por qué?
-Porque es una de las pocas cosas que nadie sabe… algunos de mis secretos los comparto con Dumbledore, como el comparte los suyos conmigo. Pero ambos guardamos nuestra esencia en nosotros mismos.
-A veces creo que eres la persona que ata todos esos cabos sueltos que veo.
-Tal vez lo sea. Pero para descubrirlo tendrás que conocerme muy bien.
-¿No me lo dirías nunca?- Alessandra miró los ojos grises del chico.
-Sólo se lo diré a aquella persona que toque mi corazón y me haga sentir verdaderamente humana.
-¿Cómo?
-El que me haga sentir que el mundo es perfecto. Sólo se lo diría a aquella persona por la que daría sin pensar mi vida, con la que pasaría el resto de mis días sin preocuparme por nada. Únicamente a aquel que me lo haga sentir.
-¿sentir que?
-Amor, Remus. Aquel humano que pueda encender en mi la llama del mas puro amor, a esa persona será la que le habrá mi alma.
~*~
-¿James?-dijo Lily rompiendo el silencio habitual y dejado su esponja en el piso.
-¿si?
-¿a que crees que se refería Ale?
-No tengo idea ¿y tú?
-Menos, sabes hace poco pensé que era quien mejor la conocía pero ya no estoy segura.
-A mi me parece algo extraña.
-Lo es, es el más grande misterio de Hogwarts.
-Más grande que el de si Blanc y Gilderoy se gustan.
-James estoy hablando en serio.- dijo mientras le lanzaba su esponja.
-Tienes razón, además ese no es un misterio es una verdad.- dijo mientras también le aventaba su esponja a la chica.
-Eso no ha sido educado extraño.
-Entonces si yo lo hago es de mala educación y ¿si una bella dama lo hace?
-Un método de corrección igual que este.- dijo mientras se paraba y tomaba su cubeta llena de agua jabonosa.
-Lil baja eso antes de que mojes a alguien… o peor que me mojes a mi.-Lily hizo ademán de dejar la cubeta, pero a la mitad del camino se arrepintió. James Potter quedo como una rata mojada. Éste tomo su cubeta y le lanzo el contenido a la pelirroja.
-Me las pagaras Potter.- dijo mientras se resbalaba y caía.
-Si me alcanzas.- dijo el chico mientras comenzaba a correr. Así comenzó una serie de correteadas uno tras del otro lanzándose las esponjas, riéndose y cayendo al piso.
Hasta el momento en que James se resbalo con el agua jabonosa y fue a dar peligrosamente cerca de la chica. Ésta estaba pegada a la pared.
Ambos quedaron muy juntos. Sentían la respiración del otro y se veía fijamente a los ojos. Ninguno de los dos hizo ademán de romper el contacto que tenían. Lily veía los ojos del chico como si fuera la primera vez que lo veía. James estaba hechizado por las pupilas de la chica. Con una mano se apoyaba en la pared y con la otra pasaba sus dedos por el cabello de la chica. Poco a poco se mano llego al cuello. Sus dedos se encontraron con la cadena de planta. Ninguno de los dos se daba cuenta de que estrella brillaba. Los labios de James le picaban. Nunca había sentido algo parecido. El deseo de besar a Lily había sido tan fuerte y ella no parecía tener la intención de detenerlo. Se acercó y Lily cerró sus ojos mientras tragaba saliva. "Un poco más, sólo un poco" dijo su cerebro.
-James, Lily.- dijo la voz de alguien.- "No, desaparece, no" -¿Están aquí? Lily abrió sus ojos e intento alejarse, pero James no estaba dispuesto a ceder. Vio a la chica cerca de él. Ella también lo veía con esa sonrisa que le trasmitía ese extraño "todo estará bien" tan suyo la mirada, al sonrisa, esa misma que lo enamoraba más cada vez que la veía.
-Lo siento.- dijo la voz. James volteo y miró al entrometido parado allí mirándolo con reproche, pero allí a los lejos oculta en esa mirada se veía que le dolía lo que veía.
~*~
Ingrid caminaba de vuelta a la sala común. Maldecía en sus adentros el sido tan ciega.
-¿Qué tenemos aquí?-dijo una voz detrás de ella
-Lusius.- dijo mientras se alejaba.
-Se va a dormir después de trabajar para soñar con él… es tan hermoso que me enferma.
-Cállate.-dijo la chica mientras lo volteaba a ver.
-¿Por qué? No le negarás ese hecho a tu buen amigo ¿o si?- Lusius estaba solo. Él e Ingrid no se veían a solas desde hacía años.
-mi buen amigo- repitió ella agriamente.
-¿Qué pasa? ¿Qué ya no lo soy? ¿Qué pasó?
-Te fuiste y vienes a arruinarlo todo, además me hiciste…
-¿enamorarte? Espera.- dijo mientras comenzaba a reír.- es tan gracioso…. Tu enamorada. Que buen chiste. Y además enamorada de…
-No digas su nombre.
-Esta susceptible la chiquilla.
-Cállate.
-Veo que no te agrado tanto como antes.
-Me abandonaste me hiciste caer en la duda.
-¿Qué duda?
-Sabes a que me refiero.
-Odio haberme ido, si me hubiera quedado ya serías mía, pero te recuperaré.
-No soy un objeto.
-Todas las mujeres son objetos, todas…
-No es cierto.
-No interrumpas.- bramó Lusius- todas, menos las sangres sucias, esas son algo peor que un objeto y deben ser tratadas como eso, son desgracias de la naturaleza las cosas que menos valen sobre todo la arrastrada de tu amiga…
-NO LE DIGAS ASÍ.
-NO INTERRUMPAS.- dijo mientras le soltaba un bofetón. Tan fuerte fue que Ingrid cayó al piso. –Esa sangre sucia ha corrompido a muchas buenas familias empezando contigo y terminado con Potter. Él terminará como sus padres… tres metros bajo tierra.- rió maliciosamente.- él y todos los amantes de esas bazofias y las bazofias mismas.
-Lusius puedes insultarme cuanto quieras pero deja a Lily fuera de esto.
-No pidas nada… da gracias que te doy una oportunidad. Con una familia como la tuya debería matarte como a San Potter y su grupo de amigos.
-Lusius, basta.
-NO, todos tus amigos son hijos de sangres sucias, son invesiles que malgastan su sangre, que deberían servir a nuestro señor en vez de estar contra él. Alessandra es una estúpida al darle la espalda. Se que piensas como yo.- dijo mientras tomaba la barbilla de la chica, que se había vuelto a poner de pie.-Eres igual de traidora y sucia que yo. –Luego la beso. Ingrid se alejo.
-NO SOY COMO TU.- grito.
-Nos veremos después, no he terminado contigo y eres de mi misma raza y lo sabes.- dijo mientras se alejaba. Ingrid se puso a llorar de rabia.
-¿Ingrid?-dijo una voz detrás de ella. Peter se acercó- ¿Qué pasa?
-Peter.- dijo la muchacha.- cometí un error.- el chico no sabía que hacer.
-Bueno pues creo que debes posponer el llanto, han encontrado un muerto…
~*~
La noche se había cernido sobre Inglaterra. La mansión vieja y oscura se alzaba amenazadora sobre el pueblo. El polvo de los pasillos bailoteaba bajo los pies de las personas que caminaban rápidamente por ellos. Caminaban hacía la sala de juntas, allí tomaron su lugar y cuando ya estaban todos la puerta se cerró con un chirrido.
-Ya ha empezado.- dijo el que aparecer era el jefe. – La vi… debemos persuadirla. Además parece que ella esta allí. Sentí su presencia. Necesitamos encontrarla, tengo que encontrar a los otros, necesito que a ella también la debamos convencer. – Las personas alrededor de la mesa empezaron a hablar sobre las mejores ideas.
-Hay una forma.- dijo una voz más fuerte que las demás.- Encontremos a los heraldos de destrucción primero e intentar al mismo tiempo convencer a la señorita y después buscar aquella persona que tiene dentro suyo la llave de todos los males y el caos. – Toda la sala quedo en silencio. Cada uno de los oyentes buscaban algo que decir mientras pensaban en el nuevo plan.
-¿Pero cómo vamos a encontrar a los heraldos de la destrucción?- dijo uno de los presentes. El jefe volvió a tomar la palabra.
-La profecía.- dijo suavemente.- Una de las primeras que hizo.- miró a sus sirvientes.- Esta en lo alto de las montañas en algún valle escondido. Debemos tenerla en nuestro poder antes que Dumbledore.-Luego salió de la sala, otra persona se paró y lo siguió.
-Señor.- dijo suavemente.- Tengo una nota de nuestro mortífago en Hogwarts.- se había arrodillado a los pies de su señor mientras le tendía una carta.
-¿Qué dice?
-Ha empezado la búsqueda por su cuenta en ese lugar y ha empezado a matar.
-¿Quién?
-Una chica sangre sucia, ya han de haberla encontrado, el caos empieza.
-Dashwood nos ayudo.- dijo con voz de serpiente el jefe que se había sentado en su sillón. Empezó a silbar y una víbora llego y se enrosco a sus pies.- Nos dio la oportunidad de desaparecer. La sacaremos de Azcaban tendrá grandes honores.
-¿y su hija? Nos la escondió
-Esa pequeña jamás fue un secreto para mí. Ella misma me lo dijo. También nos ayudo, me gustaría verla algún día.
-Mi hijo dice que no es como su madre.
-Snape tu hijo no esta todavía en posición de decir algo. Ahora vete.- El sirviente se paró del piso y salió. Después de unos minutos alguien entro en la habitación por otra puerta. Era una mujer. Pálida, alta, con ojos azules, sonrisa encantadora, vestida como reina de tiempos antiguos, con el porte de una. Miró al hombre. Voldemort también la miró, la odiaba, pero no podía matarla.
-Mi señor.- dijo la mujer suavemente.- ¿a acabado la cesión?
-Si.
-¿Algún problema? Fush.- le hizo a la víbora que se quito. La mujer tomó su lugar a los pies del sillón mirando al hombre.
-Nada.
-¿Qué pasa? Sabe que puede confiar en mí.- No hubo respuesta.
-No entenderías.
-Usted me revivió estoy para servirle lo sabe.- luego con una reverencia hizo ademán de salir.
-Isabel.- dijo el hombre la mujer se volteo.
-¿si?
-¿Qué vez mas allá?
-Nada alguien interrumpe mi conexión.
-Retírate.- dijo el hombre mientras cerraba los ojos. La mujer salió.- ¿Dónde estas pequeña intrusa?-dijo. La víbora siseo suavemente y luego quedo todo en silencio, a excepción del crepitar del fuego.
~*~
Se hecho hacia atrás. Miró una vez más la figura flacucha y pálida, ensangrentada que le recordaba tanto esa escena, respiraba a tropiezos mientras veía el semblante de la muerte por todos lados, su rostro desfigurado mostraba horror total. De algún lugar llegaron pasos. Ya la multitud se había congregado. Sabía que Alessandra y Remus estaban cerca. Giró y miró a Sirius, James y Lily llegar.
-Elinor.- dijo Lily.- ¿Qué pasa?- incapaz de pronunciar palabra la castaña señalo al cuerpo. La pelirroja ahogo un grito con sus manos mientras veía el horrible espectáculo. Elinor que lloraba parecía apunto de desmayarse. Sirius se acercó a ella y la sostuvo.
-Gracias.- dijo la chica suavemente mientras se hundía en el pecho de su amigo para llorar más.
James y Lily miraron la muerte frente a ellos. Alessandra en su silla de ruedas se veía pálida y sorprendida, Remus un semblante suave y lleno de dolor. James sintió como la mano de Lily se enroscaba en la suya. Miró a la chica que había comenzado a llorar.
En el piso yacía un cuerpo. Pequeño, flaco, pálido. Por todo el se veían marcas de daño físico, su cara estaba llena de heridas de las que habían brotado sangre. A su alrededor había un charco rojo. Su túnica colgaba echa jirones y rota de una de las antorchas y se quemaba poco a poco.
Alessandra se paró y camino torpemente. Se hincó ante el cuerpo inerte de lo que antes había sido una niña. Movió a la niña y saco de su blusa una cadena que puso en el piso. Lily se acercó para verla. Estaba lleno de sangre. El dije eran cuatro espadas cruzadas. Lo miró sin entender que quería decir.
La profesora McGonagall llegó pero no paró el saqueo de Alessandra si no se quedo allí, petrificada y con la vista perdida en el cuerpo. Los alumnos que pasaban se quedaban de igual forma. Ingrid y Peter llegaron y a empujones lograron llegar hasta donde estaban los merodeadores y Elinor.
-Por Merlín.- dijo Ingrid rompiendo el silencio.- ¿Quién es?
-Es Eliza Selins la hermana de Tom.- Ingrid busco con la mirada al mayor de los Selins. Lo vio allí, la enfermera le administraba pociones calmantes y el decía cosas incoherentes mientras lloraba.
Alessandra seguía registrado a la muchacha. Estaba llena de sangre, pero parecía no importarle. Dumbledore llegó y mando a todos a sus casas, a Tom a la enfermería y dejo a los Gryffindors de pie.
-¿Qué quiere decir esto?-dijo la profesora de transformaciones viendo al director.- ¿Es acaso…?
-Si, ha empezado.- dijo el viejo de ojos azules. Hubo un grito. Todos voltearon a ver a Alessandra que tenía un papel el la mano. La hoja estaba llena de sangre.
-Jamás debió entrar al colegio una muggle como esta. Ha sufrido la pena de aquel que es venerado como Lord de las tinieblas, que el mundo tiemble al escuchar su nombre. Ha muerto como debe ser.- Alessandra paró su lectura.- Esta firmado con la marca tenebrosa con sangre. –su voz temblaba. La nota que había leído cerca del fuego para descifrarla se prendió en llamas y cayó al piso como cenizas. La túnica que también ardía en la antorcha hacía la llama más grande dejando ver mejor la escena.
-¿Qué es esto?-dijo Lily mostrando la cadena. Dumbledore se adelantó unos pasos y la tomó de las manos de Lily.
-Es el emblema de los heraldos.- dijo suavemente.
-¿de quienes?-pregunto Ingrid.
-Unos personajes.
-Que curioso.- se oyó la voz de Alessandra. –Murió justo debajo de este cuadro.- nadie entendió a que se refería, ni siquiera al ver la pintura. Cuatro personas aparecían allí.
-Curioso, curioso-dijo Dumbledore. Elinor despego su rostro y miró el emblema.
-Lo sabía.- chilló, todos la miraron.- Eso estaba cerca de mi padre cuando murió un signo igual, alguien lo mató lo sabía.
-Esto no está bien.- dijo la profesora.
-Si ya lo creo.- Alessandra miró con disgusto a Annet que acababa de llegar. -¿Qué a pasado?-dijo, luego miró al cuerpo.
-La encontró Elinor muerta.- dijo James suavemente. Lily miraba a Annet. Atrás de ella aparecieron los demás profesores. Lily miró a tres de ellos. Madame Xantelí tenía una mueca como si le pareciera algo común. Nivel parecía excesivamente calmado. Y Annet no estaba sorprendida, parecía aburrirse.
-Extraño.- susurro. Hubo un grito.
-¿Qué pasa?- dijo a Alessandra que había caído al suelo. -¿Ale?- La chica estaba contra la pared sus ojos estaban cerrados. Producía sonidos de dolor y se retorcía débilmente. Poco después abrió los ojos.
-Profesor.- dijo a Dumbledore.- Se lo dije… hay un mortífago en Hogwarts.- luego cayó al piso.
~*~
-ESTÚPIDA.- grito Voldemort.- PERO NO ESTA TODO PERDIDO JURO QUE NO TE HE PERDIDO. –tomó su varita y apunto a las ventanas y as hizo estallar, luego movió las llamas hacía la alfombra, ardió. El fuego lo rodeaba. Pero parecía no importarle. –ERES UNA MOLESTÍA.- gritaba más fuerte.- UNA MOLESTÍA.
Afuera Isabel respiraba pausadamente, cayó al piso desmayada como si le hubieran dado una descarga eléctrica. Había echo mal lo sabía. No debía interrumpir las conversaciones y menos mandar información. Sabía que sería castigada. Pero que podía hacer sentía una extraña debilidad por ese ser al otro lado… algo que no lograba comprender.
~*~
James miró la noche. No había luna. Remus debía estar durmiendo como nunca. A la mañana siguiente debían empezar su castigo con el profesor de pociones. Pero no era eso lo que le preocupaba.
"Lily Evans, Lily Evans, Lily Evans, veo tu rostro en todos lados, veo tu sonrisa en mis sueños, pienso en ti inconscientemente. Eres la razón de mi insomnio, mi sueño inalcanzable. Me gustaría que fueras mía"
-¿James?-dijo Sirius detrás de el.
-Hola.
-Explícate. Dime ¿Por qué ya no confías en mí?
-Claro que confió en ti.
-Mentira.- dijo Sirius. Estaban en algún corredor lejano, a la mitad de la nada en ese castillo sin fines ni comienzos.- Primero te vas a no se donde antes de que dejemos a Remus como siempre. Tomas todo de otra manera. ¿Qué paso? ¿Dónde esta el James que conocí? Sabes que me lo comprueba. Como te encontré hoy, la foto de tus padres de nuevo en su lugar original, melancólico todo el día, cambias de humor, no confías en mí.
-¿Qué quieres saber?
-No es eso James.- dijo Sirius.- El echo en que no me lo cuentes, eso es todo.
-¿QUÉ TE PUEDO DECIR? IBA A LLEGAR A DECIRTE "SABES HOY VOLVI A PENSAR EN MIS PADRES Y NO ME DOLIO POR ESO SAQUE LA FOTO DEL CAJÓN." NO ME PARECIÓ ALGO IMPORTANTE Y NO PASÓ NADA HOY.
-ASÍ CLARO A OTRO PERRO CON ESE HUESO. YO TE VÍ, TU Y LILY ALLÍ PEGADOS A UNA PARED A UNOS CENTIMETROS.
-SI Y TU LO INTERUMPISTE.
-NO ME GIRES LAS COSAS. YA NO NOS DICES NADA. TE PREGUNTO ¿DÓNDE ESTA EL JAMES QUE CONOCÍ?
-NO LO SE NI ME IMPORTA. – Sirius lo miró dolido y triste. James se sintió mal de repente.
-Lo preguntaré de otro modo ¿Dónde esta mi mejor amigo? Hace mucho que cambio y se alejo de mí. A los seis años prometimos que nada nos separaría, a los nueve que nunca nos traicionaríamos, a los once que estaríamos juntos y seríamos amigos pasará lo que pasará, a los catorce que ninguna chica se interpondría entre nosotros, nos referíamos a si nos gustaba la misma muchacha pero ahora hay allí una chica que nos separa. Poco a poco ese chico, mi mejor amigo, se fue alejando y me dejo solo, ahora ni siquiera quiere hablar. No tiene importancia me dice. Y yo pregunto ¿Dónde esta mi mejor amigo?
-Sirius… yo….
-No, James es suficiente basta de secretos, basta de Lily, basta de todo ¿Dónde esta nuestra amistad? Haz roto todas nuestras promesas. Dime ¿cómo puedo confiar en ti si tú no confías en mí?
-¿Qué pasa Sirius?
-No has estado allí cuando alguien te necesita. Deja de pensar en ti mismo. Eras humano con tus amigos y arrogante con todos los demás, ahora el amor te ha hecho olvidarnos, has cambiado, tu vida es distinta, tu mente es diferente, tus pensamientos son extraños para mí y yo ya no estoy dentro de tu vida.
-Sirius yo…
-Nunca te paras a pensar en las consecuencias de lo que haces, lo haces y ya. Pensé que habías madurado y esa era la razón de que te alejabas pero no.
-Sirius basta tú también. –Dijo James- reconozco que hago mal, pero tú estas igual, niégamelo, niégame que me ocultas que tú también la amas.
-¿Cómo lo sabes?
-Me lo dijiste una vez… no esperes ocultar algo de mi, te conozco mejor que la mayoría de las personas.
-Los dos hemos actuado mal.
-Si.-Sirius sacó una cajita de su túnica y se la mostró a James. El chico entendió y con su varita hizo aparecer una pluma que tenía una punta filosa.
-Promesa de amistad.- dijo Sirius.
-Que nada nos separará.
-Confiaremos en el otro.
-Y estaremos juntos hasta la muerte.
-Jamás nos defraudaremos.
-Juntos pase lo que pase.- James se pico con la pluma, Sirius abrió la cajita y se la dio a su amigo mientras a su vez se picaba con la pluma. Ambos dejaron caer una gota de sangre dentro de la cajita y la cerraron.
-Juramento hecho…
-Jamás roto.- Se miraron en silencio.
-En séptimo año volvimos a prometer todo aquello que rompimos, esperemos que nunca rompamos las promesas.- Pero estas fueron rotas tiempo después, cuando ya se encontraba el final de la vida de uno de los dos.
~*~
Allí esta. Se acabo el chap. Me gustan mis dos profesores que presten aquí Amadeus Blanc esta basado en mi profesor de química (imagínense) sólo que Blanc es más extraño y mas especial por así decirlo. La otra, bueno larga historia. Mi parte favorita es tal vez la parte del muerto me gusto como me quedo. Y bueno eso de los heraldos es donde gira esta historia claro la broma también lo es. Pero bueno ese es el tema a tratar para los siguientes chaps. Ahora allí arriba teníamos un momento L y J. Lo puse porque los quitaremos como pareja principal por un rato. Me concentro un poco más en mis otros personajes y sus sentimientos románticos. Y bueno aviso desde ahora que Peter será un ser humano y no será maltratado porque necesito algo de él así que ya veremos. Ahora adelantos.
El nombre del siguiente chap no esta claro aun es que no lo he terminado. Estoy entre "Lo que hace el amor" y "Antes de Halloween" Creo que lo mas probable es que sea este ultimo. Ya veremos. Y bueno los adelantos son:
Elinor miró el cielo nocturno acabo la pieza y dejo el violín a un lado.
-Papá… papá… te creí olvidado te creí lejos de mi… hoy encontré a alguien con tu misma mirada… alguien que me ha hecho recordarte… papá… papá… ¿Cómo puede olvidarte? ¿Cómo? Te olvide… a ti y a todo lo que eras para mí… papá.- más lágrimas surcaban sus mejillas y afuera James miró la ventana y el mismo cielo oscuro y escucho claramente "recuerda el error de olvidar".
~*~
-Seré inmortal nadie podrá detenerme.
-Claro que si.- dijo la mujer.- Los heraldos te detendrán o él portador de la clave.
-Se unirán a mí o morirán.
-¿Qué te asegura que no serás tu el que muera?-dijo la mujer antes de desaparecer.
~*~
Allí esta. Bueno ahora déjenme un rr ¿si? Se los agradecería. Me suben el ánimo y ahora que estoy deprimida me ayudan. Bueno el capitulo salió del 26 hojas. Me parece respetable ojala que el siguiente sea mayor. Bueno me despido.
Syringen A.L.C.S ^.^
