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I. Ya volví. Muy, muy rápido porque tenía que subir este chap. Es que como ya dije tenía muchas ganas de subirlo. Es que me ha gustado tanto… bueno espero que o me mate nadie por el final del chap.

II. Ya saben nada de los que reconozcan es mío… es más no gano dinero con esta trama que tal vez si sea mía..

III. Gracias por los rrs.

Henar: Que bueno que te haya gustado la obra de teatro. Sí es algo tonto y estrafalario eso de la morsa… pero divertido. ¿A Calcuta? Pues si hacia deberían ser las cosas pero ya vez como no se puede. Mmmm ¿segura de que volverá? Pues sobre los heraldos dos aciertos y dos fallos ya verás luego cuales han sido. Gracias por el rr.

Niniel204: ¿Vas a llorar? Ay ojala que no y si sí dime… que bueno que te haya gustado la obra y si Lily se tiene que ir. Gracias por el rr.

 Maxie-chan: Gracias por el rr. Ya seguí… que bueno que te gustó la obra.

IV. Bueno creo que será mejor que empiece. Les presentó el chao veintiuno dedicado a mi abuela, mi madre y todas aquellas personas que leen.

~*~

Capitulo veintiuno.

Despedidas y confesiones.

Siempre te he amado y siempre te amaré.

No importa que no me puedas ver.

Lo prometo, junto a ti estaré.

(** 1° enero 1.30 AM **)

Sus pasos resonaban por el pasillo vacío. Nadie le había detenido, ni ella había tenido la capacidad de detenerla. No… eso no era verdad. Si hubiera querido lo hubiera hecho. Le habría dicho a James o la habría enfrentado ella misma. Pero era cobarde. Había tenido miedo a que ella estuviera allí.

El pasillo estaba a oscuras. Todo Hogwarts lo estaba. Las luces se habían ido hacia media hora. Las velas se habían apagado y nada ni nadie, encendería un fuego, una luz o una vela. Cuando había ese tipo de magia por en medio nadie podría hacer nada ella. Los estudiantes estaban en el comedor. Probablemente los pequeños temblarían, algunos mayores también, pero conocía a varios que harían lo que fuera por salvar a los demás, entre ellos los heraldos.

Se regañó de nuevo por ser cobarde. No le había dicho a Dumbledore de la emboscada, aunque ya lo sabía. Había dejado que las cosas pasarán y eso le había llevado a esa situación. Una vez más había creído que podría sola.  Se acercó a una de las ventanas. Miró con suspicacia los alrededores del castillo. Sí, allí estaban. Esperando. Aristócratas y elegantes esperaban una señal. No podía hacer nada. Atacarían, sería entonces cuando ella bajará y ayudará por fin. Acabaría con ellos sirviéndose de cada emoción que recorría su ser, dolor, cobardía, impotencia y sobre todo miedo.

Miedo. Hacia tanto que no lo sentía así, con tanta fuerza. Se llevó la mano a su pecho e intentó tranquilizar su respiración. Sus pies seguían descalzos, su túnica estaba rota en varias partes, la herida de su muslo aún sangraba, una tela sucia la envolvía. El puñal había quedado pasillos atrás. El frío del invierno penetraba en su cuerpo. Pero no le importo abrió al ventana de par en par. Una corriente helada le rodó. Contuvo la respiración. El viento soplaba, pero no caía nieve. La noche era oscura y estaba en silencio.

Cambió su mirada hacía los montes lejanos. Ella debía de estar muy lejos. No la encontrarían. No lo harían. Por eso le había dejado irse. Porque no podía ponerla en peligro. No en ese momento. Sólo esperaba que decidiera cuando el tiempo llegará… que decidiera bien.

Suspiró mientras veía como unas sombras se precipitaban al castillo. Cerró sus ojos.  Oyó la explosión y los gritos que anunciaban el comienzo.  Abrió sus ojos. Estaba lista, lista para enfrentarlos de nuevo y esta vez no pedería.

~*~

(** Tres horas y media antes. **)

(**11.00 PM**)

La cena de año nuevo tocaba a su fin. La grandiosa comida iba desapareciendo poco a poco, los postres iban tomado el lugar de las papas asadas o de los otros diferentes tipos de platos fuertes. Los elfos se habían superado a sí mismos una vez más. El comedor había sufrido una transformación. Se veía más grande sin las mesas habituales. En su lugar había muchas mesas para ocho personas. Todas ellas rodeaban una pista de baile. Cerca de una pared había un escenario pequeño donde varios instrumentos tacaban, en ese momento, solos. Del lado contrario del comedor se abría un hoyo que daba paso a una gruta, al final de ella se encontraba el jardín.

En una de las mesas más cercanas a esta gruta estaban sentadas varias personas. En primer lugar los cuatro merodeadores, que había comenzado a discutir algo acerca de los postres. Luego cuatro chicas, cada una de ellas parecía tener cosas más importantes en las que pensar.

Ale solía ver una y otra vez hacia la gruta, las ventanas y demás salidas del lugar. No llevaba lentes, así que todos tenían mucho cuidado en no verla a los ojos. Sobre todo alguien.

Elinor ponía los ojos en blanco con muchos de los comentarios de sus amigos y mascullaba adjetivos.

Marina, que estaba allí a petición de Peter, comía una tarta de queso siguiendo la conversación, aparentemente,  sin perder palabra, claro que ella no hacia mucho caso.

Lily… bueno Lily miraba a todos tristemente. Por más que se obligaba a pasarla bien su mente llegaba siempre al punto de que ese día se iría. Cada dos por tres llevaba su mano hasta uno de los bolsillos de su abrigo y apretaba fuertemente una carta que yacía allí. Entonces suspiraba y se obligaba a regresar a las conversaciones, pero poco después volvía a buscar desesperadamente el pergamino. La había escrito hacia algunas horas, pero ya no podía echarse para atrás. Todo estaba hecho sólo le quedaba una despedida y bien sabía que sería la más dolorosa, debía decirle adiós a James.

Pronto los postres también desaparecieron.

-Su atención por favor.- Arline estaba parada en el escenario, los instrumentos habían dejado de tocar.- Gracias. Aquí tenemos a Albus Dumbledore que nos dedicará unas palabras para abrir este baile.

El director se adelanto.

-Este año está a punto de terminar. Para todos los jóvenes declaró el baile abierto. A los familiares los invitó a pasar a la sala que hay alado del comedor. Aunque bien pueden quedarse y ayudar a los profesores en turno a cuidar a nuestros estudiantes. Por favor pido a todos pasar al centro del lugar.

En cuanto sus órdenes estuvieron cumplidas Dumbledore hizo un movimiento con su varita. Las mesas se pegaron a las paredes y se hicieron más pequeñas. La pista era aún mayor.

-Feliz año nuevo a todos.- dijo para luego descender del lugar. Arline volvió a tomar la palabra.

-¡¡¡Hogwarts!!! ¡¿Quieren divertirse?!- gritos afirmativos.- ¡¡Pues bienvenidos al baile!! ¡¡AQUÍ ESTA EL GURPO INVITADO!!

Mientras los gritos comenzaban los adultos y los menores se retiraban del lugar. No quedo nadie menor de catorce años, o casi nadie. La música comenzó y varias parejas se dirigieron a la pista de baile. Lily apretó la carta una vez más y luego se alejó a bailar con un chico de Huffelpuff la primera canción.

Ale se quedo en la mesa mirando el lugar.

-¿no vas a bailar?- preguntó Remus. La chica negó.- ¿Por qué?

-No me gusta bailar.

-Aja.

-Bueno en realidad no tengo muchas ganas.

Remus se quedo de pie.

-¿Y tú por qué no bailas?

El chico se alzó de hombros.

-Bueno te propongo algo. – Empezó Ale.- Podemos hablar un rato y si quieres bailar pero en cuanto me vaya debes sacar a bailar a Jessica.

-¿Por qué?

-Tú sólo hazlo ¿si?

-Está bien.

-Bueno.- la chica se paró y tomó a Remus del brazo.- Vamos a bailar.

Mientras tanto en otro lugar del comedor Ingrid miraba las estrellas por una ventana. Una vez más era ajena a los gritos que oía a cada momento, a la euforia que crecía a su alrededor. Suspiró, se había dado cuenta de que deseaba ser parte de eso. Poder ser feliz de esa forma tan despreocupada.

Siempre les había guardado ese gran secreto a sus amigas. El secreto de que había estado enamorada de Lucius Malfoy. Sí, en ese tiempo era amor ¿ahora que era? Se había enamorado de otra persona cuando él se había ido y había sido aún mejor, más maravilloso y más hermoso. Había sido algo totalmente distinto. Entonces ¿Cómo estaba tan segura de que lo que había sentido por Lucius Malfoy había sido amor? Realmente no estaba segura. Pero era un hecho que lo que sentía ahora no era nada parecido. Pero lo necesitaba. Como nunca había necesitado algo. Es que si no tuviera a Lucius ya no tendría nada y entonces si estaría sola. Sonrió suavemente. Sintió una mano en su hombro. Doug le sonreía.

-¿Qué haces aquí?- preguntó la chica.

El muchacho se alzó de hombros.

-Da igual ¿no?

-Sí, tienes razón.

-¿y puedo saber donde esta tu querido Malfoy ahora?

-También da igual.

-¿Si?

-No lo sé.- Por primera vez Ingrid volteó a ver a los ojos a Doug. Este notó como estaban llenos de lágrimas.

-¿te hace sufrir?

-A veces.

-¿Por qué estás con él?

-No tengo a nadie más, ya no.

-Lily y Elinor volverían a ser tus amigas.

-Después de esta noche es probable que nunca vuelva a ver a Lily.

-¿Por qué?

-He hecho cosas muy malas.- dijo la chica. Abrazó a Doug y hecho a llorar. – pero ya en puedo hacer nada. He elegido mi camino.

-¿y cual es?

-Aquel en él que estaré sola. El camino de la oscuridad.

-¿si sabes que estarás sola por que lo sigues?- Ingrid volvió a controlarse y a encontrarse frente a frente con Doug.

-Porque ya no hay forma de volver atrás.

-¿Por qué? Ingrid te estás destruyendo.

-Cuando vuelva atrás será porque ya no habrá nada.

-¡¿Ahora si lo hay!?

-Sí, una vaga esperanza de que algún día regresaré a donde pertenezco. Que algún día dejaré de sufrir.

-No Ingrid. – él la tomó de los hombros.- no.

-Siempre fuiste una persona especial para mí, pero así como me deshice de Eli y Lily me desharé de ti. Haznos un favor ambos y aléjate.

-Nada de esto tiene sentido.

-Ni lo tendrá pero no puedo volver Entíendelo.

-No puedo ver como te destruyes.

-Entonces no me veas.

Se hizo el silencio.

-Ingrid tú sabes que yo siempre te he amado ¿verdad?

-Sí-murmuró la chica.- Pero es muy tarde. Lo siento.

-¿ni él podría curarte?

-No puedo pedirle que me ame cuando él ama a alguien más.

-Él no querría esto.

-Pero yo sí.- la chica besó al muchacho en la mejilla. – Adiós Doug.

Antes de poder alejarse él la tomó de la muñeca y la acercó. La tomó de la cintura.

-Feliz año nuevo Ingrid. Algún día espero que puedas volver en ti.

-Yo… también…lo… – las palabras quedaron en el aire y la frase sin terminar voló lejos. Doug se había inclinado y  le besó. Respondió al beso, no supo si fue por instinto o por algo más. Se aferró a esa oportunidad sabiendo que terminarían. Sin quererlo si quiera había acabado y aunque a ella le pareció muy rápido realmente pasó mucho tiempo. Se separaron. Ambos necesitaban aire. Ingrid lo miró y luego salió corriendo. Doug no la siguió, ni la detuvo. Sólo maldijo en silencio.

Ingrid corrió por todo los pasillos. Abrió una puerta y entró en una estancia en la que nunca había estado. Frente a ella había un espejo. Camino hacia él. Sostuvo la mirada de esa otra Ingrid, hasta que en vio detrás de ella a muchas personas, amigos, su antigua vida y la que jamás tendría. Bajo la vista y chilló:

-¡Lo sé Josh, lo sé! Pero ¿Cómo puedo regresar a una vida cuando ésta se ha desmoronado y el reconstruirla quiere decir el fin? ¿Cómo regresar cuando sabes y entiendes que es demasiado tarde, qué no hay regreso posible, porque ya no queda nada más que un pasado borroso? ¿Cómo se retoma el hilo de una vida que ya no es vida? ¿Cómo cambiar cuando hay algo dentro de ti que te dice que el cambio es tan malo como lo que hay ahora? Aún más ¿Cómo seguir adelante cuando sabes que nada te espera frente a ti? ¿No sería tal vez mejor desaparecer y desfallecer?- hizo una pausa.- Pues está ultima yo sé como. Creyendo que algún día aparecerá un punto luminoso que te llevará hacia algo mejor. Hasta entonces no me queda nada, más que esa esperanza y ni le amor de Doug podrá curar las heridas que yo misma me he hecho y que no dejaré cerrar, porque necesito que sigan dolientes en mi mente y memoria, para recordarme que estoy viva.

Entonces alzó la vista y miró la parte superior del espejo "Oesed" decía. Sí, no necesitaba un espejo para saber su deseo. Era sencillo. Quería regresar al pasado y ser feliz, de nuevo. Y su deseo se cumplió, muchos años después cuando su vida se extinguía.

~*~

-¡¿Cómo puedes?! ¡No puedes mandar un ataque a Hogwarts!- chilló Isabel aún en el piso. Sus brazos estaban llenos de heridas que sangraban. Su cara llena de rasguños. Pero su mirada no mostraba dolor alguno.

-¡¡Haré lo que me plazca!!

-¡¡¡Estás loco!!!- le gritó a Voldemort. Se paró, se tambaleo pero logró ponerse de pie y sostener la mirada de su adversario.- ¡¡¡No puedes hacer un ataque como ese a los heraldos!!!

-¡¡Cada vez son más!! ¡¡Es hora de hacerles comprender que o se unen a mí o mueren!!

-¡¡La reina jamás se unirá a ti!! ¡¡Es una muggle!!

-Por eso la quiero. Tanto poder en una persona como esa… la traerán a mí y los heraldos no podrán hacer nada y si es necesario matarán.

-¡¡NO PUEDES HACERLO!!

-Sí puedo, sólo mírame Isabel.

-¡¡¡ES TU HIJA!!!

-No tú y esa mocosa lo han dicho muchas veces. Es la hija de Tom Ryddle, pues bien que sea su hija, que muera a las manos de esos vampiros. Será la primera.

-¡¡¡NO POR FAVOR!!!

-¡¿Que harás entonces Isabel?!

-No le hagas daño.- la mujer lloraba.- Mátame a mí, pero déjala en paz.

-¡¿Para que dejes de sufrir?! ¡¡Jamás!! ¡¡Ella eligió su destino, que se apegue a él!!

-¡¿Cómo puedes ser tan cruel?!

-He aprendido.- la mujer cayó de rodillas.

-Por lo que más quieras deja a Ale. Por favor.

-¿Lo que más quiero? Oh, Isabel una vez fuiste tú, ahora el poder me llama. Y prefiero arriesgar a esa mocosa que al poder.

-¡¡MOUNSTRO!!- chilló Isabel.

-Sí eso soy. Curcio.- Isabel cayó al suelo. Gritó, al fin y al cabo ya no tenía como resistirse. Sacó todo el sufrimiento de su alma con esos gritos. Y de fondo estaba la risa de Voldemort. Un hombre sin corazón, que ella había llegado a amar.

~*~

Sirius y Elinor bailaban juntos, como era de esperarse, claro que había unos contratiempos.

-¿Te diviertes?- preguntó enfadada Elinor a Sirius.

-¿Con que?

-¿Te gustan sus piernas?

-Son lindas.

-¡Sirius!

El chico le sonrió.

-No puedes esperar que cambie de un día para otro.

-Eres mi novio desde Halloween.

-Ves lo que digo, de un día para otro.

La chica miró a su alrededor y de pronto paro su mirada. Toda su furia desapareció.

-¿Nori estás bien?

-Algo le pasa a Lily.

-¿Qué?

-Es que parece triste. Ayer me abrazó y me dijo que no me sintiera mal, que ella me quería y que estaría siempre conmigo. Algo parecido me dijo antes de la función.

-¿crees que le pase algo con James?

-No, eso parece estar bien, es más perfecto pero es algo más.-hizo una pausa.- Sabes si ella no estuviera aquí. Yo la necesito. A veces pienso que me lo dice porque se irá, pero siempre me repito que eso no puede ser. ¿Verdad?

-Hay muchas razones por la que no puede ser, una es una bruja y debe terminar este año y la otra es la reina del caos.

-Lo sé, lo sé. – gimió Eli. Su vista seguía sobre la pelirroja que ahora hablaba con James.- Espero que sea muy feliz con James, Lily cree que todo el mundo es bueno, ha perdonado a Ingrid, piensa que todos tenemos algo bueno, ella nunca a sufrido como nosotros, tú con tu familia que son una banda de acecinas, mi madre no se queda atrás y bueno James… sus padres murieron, Ale es hija del acecino mayor y bueno ella no lo ha pasado muy bien y Lily…

-Sus padres la dejaron aquí, estancada, tenían miedo, miedo de su hija. ¿Cómo se sentirá eso?

-Sí lo sé. Pero sigue pensando que… no sé… es tan extraña y especial.

-Sí… pero tú no te quedas atrás.- Siirus tomó la cintura de su novia y la hizo girar. – Para mi eres la persona más especial del universo.

La chica le dedicó una mirada de agradecimiento.

-Tú también eres él único.

-Sabes aunque va las "cualidades" de otras mujeres ninguna me hace sentir lo mismo que tú, que salta el mundo, que todo está bien, que no hay preocupaciones.

-Que extraño.- dijo Elinor.- Creo que ciento lo mismo.- Se sonrieron y siguieron dando vueltas a la pista. 

~*~

Ale se había separado de Remus hacía más de diez minutos. Miró el bosque prohibido y tragó saliva. Entró en él.

-¿Quién eres?- dijo una voz.

-Me llamó Alessandra Ryddle. Vengo a detenerlos.- no dejó que hicieran algo. Concentro su mente y los golpeo.

-¿Qué clase de humana eres?

-Una de las más especiales.

Ale estaba sola contra muchos vampiros. La mayoría caía bajo sus poderes, otros luchaban. Su cara estaba llena de cortadas que le hacían las uñas de los vampiros. Un puñal le atravesó el muslo y ella cayó de rodillas. Alguien le temo del cuello y la alzó.

-¿que quieres? ¿Qué haces aquí Ale?

-Vengo a luchar. No la tocarán.

-Te matarán.

-¿Qué te importa a ti? Eres sólo un Mortífago.

-No soy sólo eso.- Sintió como algo le rasgaba la túnica. Sus zapatos se habían caído.

-¿Qué haces?

-Te sacó de aquí.

-¿Por qué?- Ale no podía ver los ojos de su raptor pero sabía quien era, su "amigo" el Mortífago del diente de oro. – Soy tu enemiga.

-Eres más que eso. No morirás en manos de los vampiros. Esperaran mi señal.

-¿Qué harás conmigo?

-Buenas noches Ale.- la chica sintió como se desvanecía, pero antes de eso vio algo más, ese Mortífago la había regresado al castillo. La pregunta era ¿Por qué?

~*~

Lily estaba parada mirando la gruta. Mirando la salido, por donde debía desaparecer antes de media noche. Suspiró. Sintió la necesidad de volver a apretar la carta pero se quedó de pie.

Visualizó el camino a donde le esperaba el carruaje ya con todas sus cosas en él. Nadie se había dado cuenta de que todo vestigio de Lily Evans había desaparecido. Nadie se daría cuenta hasta que fuera muy tarde si ella no metía la pata.

Había estado evitando a James. Sabía que no podría despedirse. Lo sabía.

-¿Qué pasa Lil?- la pelirroja se volteó y descubrió a James detrás de ella.

-Nada.

-Aja ¿y la verdad es?

-¿Por qué piensas que te miento?

-Porque siempre has mentido muy mal Lily.- la chica sonrió.- eso sonríe, eso es lo que quiero, no mas miradas tristes.

-¿Por qué te preocupes tanto?

-Te lo iría pero no me creerías. ¿Quieres bailar?

La pelirroja sabía que debía que decir que no, pero era imposible asintió y tomó la mano, que James le ofrecía.

Amansaron a la pista, entonces la música paró.

-Muy bien.- dijo Arline.- Creo que será mejor bajar la luz que aquí hay una pieza romántica. Feliz año.

Dicho y hecho, la intensidad de las luces era mucho menor. Lily se paró frente a James. Sonreía. En ese momento no había una huida. No existía nada más que el ahora y ellos dos.

Lily le sonrió a James. Si él se lo pidiera ella no se iría.

-¿Segura que estás bien?

-¿Por qué habría de estar mal?

-Estas muy callada.

-Sabes quiero pedirte unas cosas James ¿por qué no salimos?

-¿eso quieres?

-Se está mejor afuera.- el chico sonrió.- Vamos por los abrigos.

Se alejaron sin que nadie se diera cuenta.

Tomaron sus abrigos y salieron. La gruta era un lugar hermoso, pero Lily no la vio. No vio a las hadas, ni las fuentes, ni las luces. Sus pensamientos estaban en la carta que apretaba su mano. James la miraba necesitaba entender.

Se pararon en el jardín. Lily miró a James. Sacó la carta y se la dio.

-Quiero que leas esto cuando se acabe el baile. ¿Lo harás?

-Sí. –dijo él confundido.

-No lo hagas antes. Ábrela y léela entonces…- quiso decir "cuando ya este lejos" pero las palabras se negaron a salir.

-¿Por qué me la das?

-Te explicará todo, todas tus dudas serán probablemente respondías allí. 

-Lily no entiendo.

-En este momento no necesitas entender.

-¿Por qué? ¿Qué pasa?

-No puedo decírtelo. Pero recuerda que siempre estaré contigo.

-Lily por favor ¿Qué pasa?

El rumor lejano de la música llegaba a Lily.

-Sólo haz ese favor… bueno no… hay otro favor.

-¿Cuál?

-No importa.

-Lily mírame.- la chica vio los ojos de James y él a su ves se perdió en los de ella.- ¿Qué pasa?

-Nada.

-¡Mentira! Dime Lily por favor.

-Espera al final del baile entonces lo sabrás.

-¿Por qué hasta entonces? Sé lo que sientes por mí o creo saberlo.- dijo James.

Lily apartó la mirada. Murmurando algo como "Tal vez".

-Un favor más.- dijo.

-Lo que quieras.

-Yo… yo… yo quiero que me olvides.

-¿Qué?

-Olvídame.- dijo su voz se rompía.- Olvida que éxito, olvida todo sobre mí, borra de tu mente mi recuerdo y olvídame.

-¿Por qué me pides eso? ¿Sabes lo que siento por ti?

-¡¡No importa lo que sientas por mí!! ¡¡No importa si es amistad o… o amor!! ¡¡¡Sólo olvídame!!

James tomó la barbilla de Lily y le obligó a mirarle. La chica tenía los ojos llenos de lágrimas.

-¡¡¿Por qué?!! ¡¡Dame una razón para olvidarte!!

-¡¡¡No quiero que sufras!!! ¡¡No quiero pensar que por mi culpa sufres!! ¡¡Por favor si sientes algo por mí olvídame!!

 Lily lloraba. Lloraba.

-¿por ti?- repitió James.- ¿Cómo pides que te olvide? Yo te…

-¡¡¡NO LO DIGAS!!!-la chica se tapó os oídos con sus manos, se alejó de James. - ¡¡¡NO LO DIGAS!!! ¡¡¡NO QUIERO OÍRLO!!!

James tomó las manos de la pelirroja entre las suyas y le obligó a acercarse. Estaban muy cerca… tal vez demasiado.

-¡¡Te olvidaré si eso es lo que pides!!- dijo.- ¡¡Pero quiero una razón!! ¡¿Sabes por qué?!

-No lo digas.- murmuró la chica alzó sus cara y una vez más las miradas de ambos se cruzaron.

-Yo te amo Lily- murmuró el suavemente. La chica dejó de moverse. Gruesas lágrimas pasaban por sus mejillas. –Te amo como nunca ame a nadie. Te amo desde la primera vez que te vi, ya te amaba cuando me gritabas, ya te amaba hace tantos años que ni recuerdo cuando empezó, pero te amo, te amo Lily Evans.

-Lo dijiste.- susurró.- No tú no puedes amarme ¡¡No puedes!! ¡¡Por el bien de ambos dime que no es cierto y olvídame!! ¡¡Crea una vida donde no yo esté!!

-¡¿Por qué?! ¡Si tú no estás conmigo la vida no es vida! ¡¿Por qué me pides que te olvide?! ¡¿Por qué cuando siento algo así por ti?! ¡Me haces sentir como nunca lo ha hecho nadie! ¡Te amo Lily! Eres la persona más increíble que conozco, no me pidas eso. Pídeme todo, todo menos que te olvide, que olvide lo que siento por ti, porque no puedo y jamás podré.

Estaban muy cerca. Lily lo miró y se acercó aún más, se paró de puntillas. Pegó su frente a la del chico.

-¿Quieres saber por qué?-murmuró suavemente, su voz se había vuelto dulce.- Es sencillo James… es porque… yo también te amo.- Sin decir más lo besó. Y ese fue un besó llenó de dolor, desesperación y amor.

James no reaccionó hasta después. Cuando abrió sus ojos y Lily corría ya hacia el castillo. Sólo una vez volteó, justo antes de perderse por las grandes puertas del vestíbulo.

-¡¡¡LILY!!! ¡¡¡LILY!!!- gritó el chico mientras comenzaba a seguirla. Pero despareció. Golpeó la pared y gritó furioso. Se encontró a Sirius y a Elinor en el camino a su destino.

-¿Han visto a Lily?

-Estaba contigo.- dijo Elinor.

-No, se ha ido.- luego salió corriendo dejando a Elinor mirando por donde había corrido

-¿Se… fue?- fue lo único que pudo murmurar.

James había estado corriendo hacia la sala común, pero era ilógico que no estuviera allí. Llegó a la gárgola que flanqueaba la entrada al despacho del director. Subió los escalones de dos en dos y abrió la puerta.

-¡¡¿D"NDE ESTÁ?!!- gritó.

Dumbledore le miró sobre sus anteojos de media luna.

-¿Lily?- preguntó.

-¡¡Sí!!

El anciano señalo una ventana. James corrió hacia ella. La abrió con un movimiento. Vio algo que se movía… era… era una carroza. "Lily" pensó.

-¡¡LILY!! ¡¡POR FAVOR NO TE VAYAS!!- la carroza se detuvo. En su interior la pelirroja luchaba por no salir corriendo. -¡¡TE NECESITO!!

-Siga.- dijo suavemente Lily y la carroza comenzó a moverse.

James miró como se alejaban.

-No… Lily… no me puedes dejar ¡¡No me puedes dejar ahora!!

Cerró sus ojos y pensó:

"Catalina no ha dejado nada para que la siga. No ha sido como Cenicienta que dejó una zapatilla. Despareció y pide que la olvide. Pero lo que Lily debe entender es que, aunque me ocupe la vida entera, yo la esperaré."

Pero como traído por el viento llegó la respuesta.

"James… yo… yo prometo volver"

Lily había pensado eso con su cara entre sus manos mientras se repetía que era una tonta.

No se dio cuenta que en ese mismo momento comenzaban las campanadas, ni que una pelotón se precipitaría hacia Hogwarts horas después sólo para buscarla. Pero no la encontrarían, ella ya estaría lejos. Estaría rumbó a su hogar.

No se fijó, tampoco, en las sombras negras entre los árboles y era mejor así.

-Tonta.- murmuró antes de perderse en la noche seguida de la doceava campanada. Era año nuevo y ella había escapado del hechizo.

~*~

Estoy enferma. Moqueo todo el tiempo y luego me dan estornudos seguidos horribles, pero bueno.

I. Pues a ver tengo muchos comentarios. Primero ¿les gustó la intro? La de Ale. ¿Por qué le pidió después a Remus que bailará con Jessica? ¿Qué les pareció la escena de Ingrid y la pareja I/D? ¿De quien esta tan enamorada Ingrid?  Bueno como siempre la parte I/V me parece que quedó bien pero no sé. ¿Cómo es eso de que los padres de Lily le temen? ¿Por qué ese Mortífago salvo a Ale? Y por último ¿Les gustó la despedida L/J? Ya por fin se lo han dicho. Se aman… tal vez como dice Henar se nos escapen luego a Calcuta.

II. Adelantos: El chap es "¿Dulce hogar?" y trata sobre Lily cuando está en su casa, básicamente abarca ese periodo y algunos flechazos de lo que pasa en Hogwarts. ¿Y bueno quien quiere que vuelva Lily? Les advierto que la decisión ya está tomada, pero me gustaría saber sus comentarios. En el próximo chap no sabrá si vuelve termina con una platica madre-hija. Pero no digo más.

Nos veremos a más tardar el próximo jueves, y mínimo el domingo.

Syringen A.L.C.S   n_n

(20 pp)