.. Hola ¿Cómo están? Espero que bien. Como ven ya estoy de regreso. Tengo mis razones por las que no actualice. En primero creo que la espera de este chap no valió la pena, es uno de los peores chaps que he escrito. A por cierto el final es para Alicia y Henar que siempre me hacen sufrir con sus finales… para que vean lo que se siente.

Además quiero anunciar que está es la fase dos de esta parte… cada vez estamos más cerca de la batalla, son menos chaps los que faltan… ya pocos…

Ahora ya saben Nada de lo que reconozcan es mío.

Bueno ahora si Rrs.

Ale: Así que sigue enojada, espero que se le pase pronto y verte por aquí pronto. ¿Qué sirvo de reportera? Puede ser jajaja ni idea. Me refiero a la promesa de que jamás se volverá a ir. Gracias por el rr.

Ivy Potter Black: Bueno rápido no llego pero ya está aquí…. Espero que no te decepcione mucho.

Niniel204: Que bueno que te aclaró y que te gustó el encuentro. Gracias por el rr.

Alicia: Menudo rr, ¿Cómo se pudo olvidar que eres Elinor cuando llegamos al punto culminante de todo? Ok creo que después de tu hiper resumen no me queda claro que la escena Sirius/Elinor te gustó. El nombre es Aensley y que bueno que te gustó. Sí lo de porque le perro me pareció lindo, inspiración del momento. Sí todo eso que me dices de Narcisa/Severus… pienso lo mismo y que bueno que te aclarará cosas… sobre Peter pues ya verás. Sí conocerás las islas ya verás, alguien viajará a ellas. Y bueno me encantan los rrs largos así que no importa. Y bonito nick Sara Elinor Fénix Black Parker ¡Me gusta! Gracias por el rr.

Henar: Te respondo los dos rr. Bueno si todos tenemos una vida que atender y que gustó hablar contigo por el msn, ya te saliste hoy pero a ver si pronto nos volvemos a ver. Que bueno que te parezca que merece rr. Por el otro review me alegra que el chap te hubiera gustado y ya nos estaremos encontrando.

Blanca: Si eres nueva déjame darte la bienvenida a ff.net y también permíteme decirte que soy yo como tú una fan de L/J entre otras cosas :p . ¿Tres días? Supongo que el ff te engancho y que te ha gustado si te los has leído tan rápido y más con esos mounstros de chaps que luego pongo. Que bueno que te guste todo eso me alegra que mi ff te guste. Bueno ya estoy siguiendo y aunque este no es el mejor chap espero que no te defraude mucho.

Tsubasa Malfoy: La promesa de que jamás se volverá a ir esa será la que rompa. Que bueno que te guste y gracias por el rr.

 

Gracias nos vemos abajo

Capitulo veinticuatro

La última penitencia.

Sálvame de lo que soy

Sálvame de lo que siento, por favor.

Sintió el somnífero que corría por todo su cuerpo. ¿Cómo había sido tan tonta? Miró a sus amigos a su alrededor que sufrían lo mismo que ella. Que se llevaban las manos a la garganta y se restregaban los ojos. Su mirada se fijó en el chico frente a ella. ¿Cómo podía ser tan tonta? Intentó en vano mantenerse de pie. Como todos los demás cayó de rodillas. Oyó murmurar a su lado a alguien. Sus sentidos ya estaban tan adormilados que apenas pudo reconocer quien era.

-¿Por qué?- mascullaba la voz.- ¿Por qué?

Quiso contestarle pero las palabras no salían. Poco a poco su tronco se doblaba aún más. Sintió de pronto el helado suelo contra su mejilla y eso la despertó un poco, pero tan rápido como fue el despabilamiento, así de rápido volvía a caer bajo los efectos de esa droga. Todo Comenzaba a borrarse y quedar a oscuras. ¿Cómo podía haberse dejado engañar? ¿Ella que descubría tretas antes? ¿Ella que jamás había sido engañada? ¿Cómo?

-¿Ale?

La voz llegó débil a sus oídos. Con el último despojo de su fuerza giró su cabeza y miró a Remus.

-¿Nos encontraremos del otro lado?- dijo con voz cansada. Tal vez él no estaba tan dormido por ser licántropo, pero daba igual en ese momento. 

Alessandra le sonrió y movió la cabeza en un gesto casi imperceptible de asentimiento. Remus también sonrió y él, a diferencia de ella, se abandonó al sueño, dejó de luchar, había dicho lo que quería y recibido la respuesta correcta. Ale sólo se mordió el labio inferior. Se arrastró con pena hasta quedar de espaladas a la pared, apoyó su cuerpo al frío muro. Respiraba con dificultad cada vez mayor. Su mirada se cruzó con la de Lily que también cedía al sueño. Con sus ojos Ale intentó decirle que no se rindiera, pero era inútil, no supo si la joven entendió. Poco a poco ella sintió que debía ceder. Desde el momento en que sintió el somnífero en sus labios supo que no vencería, pero algo dentro de ella le obligaba a no rendirse. Al final sólo decidió mirar con sus ojos ya vidriosos a su alrededor. ¿Cómo había pasado eso? ¿Cómo habían acabado todos en las frías mazmorras drogas y al borde de un abismo? ¿En quien debía confiar? ¿Qué debía hacer? Pronto no pudo ni pensar. No pudo asimilar ya lo que pasaba, experimentó una felicidad extraña y decidió que era hora de cerrar sus ojos. Esa parte suya que no quería perder decidió ceder, tal vez creía que no estaba perdiendo, sólo retrasaba la furia de su contraataque. Con ese pensamiento y una sonrisa en el rostro Alessandra se dejó llevar. Su cabeza se ladeó y ella se rindió ante el sueño como sus amigos.

(El inicio)

Si el señor Nilver no hubiera tenido esa sonrisa en el rostro tal vez los Gryffindors se habrían sentido más seguros al respecto de su castigo. Al principio les pareció un grandioso castigo. Ser los ayudantes personales de Nilver ¿Qué tan difícil podía ser cuando eran ocho? Sería pan comido. Y lo hubiera sido, de no ser por esa sonrisa que les quitó los ánimos a todos. Y con razón. Peter fue el primero que sufrió. Comenzaba a dormirse cuando sintió un calambre cerca del estomago. Cuando abrió los ojos estaba frente al profesor. Al parecer el señor Nilver tenía hambre. Y así empezó. Los Gryffindors desaparecían de sus camas y eran despertados a las tantas de la noche para cumplir el dichoso castigo. Como bien dijo Sirius Black una noche: "Un hombre normal no come tres veces en la madrugada, necesita prepara una poción a las dos de la mañana y urgentemente un masaje a las cinco, es una bestia ¡¿Cómo es que no duerme?!" Ingrid le respondió sencillamente: "Tú eres igual de bestia" Antes de desaparecer, probablemente Nilver volvía a necesitar algo.

Pero si hubo alguien a quien le fue de maravilla esa fue Alessandra. El profesor Nilver la hacía desaparecer como a todos, pero nunca parecía cansada. Ella no tenía que correr a la cocina porque podía aparecer la comida. Sabía bastante de pociones como para adelantarse al profesor y además estaban esos viajes al bosque prohibido. Como Elinor se había dado cuenta Alessandra solía no estar en su cama y era imposible que Nilver la acabará de "llamar" si Elinor acabada de llegar de verlo. Pero por más que la chica quiso saber a donde iba Ale, ésta no se lo dijo y menos se hizo la aludida por los comentarios.

Para los demás el castigo era un infierno. No sabían cuando el profesor los llamaría y los mandaría a hacer sus extravagantes trabajos. Como Peter que había desaparecido una vez mientras estaba en el baño. Hay que decir que Nilver tuvo la decencia de voltearse mientras le decía el castigo. El temor de Peter se vio resuelto. ¡¡Lavar al calamar gigante!! "Pero vive en el agua ¿Cómo se ensucia?" preguntó. "Algas" fue todo lo que respondió el profesor antes de gritarle que saliera de la oficina.

Pronto fue usual ver a los chicos desaparecer a todas horas y correr por los pasillos con una bandeja llena de comida. Sirius era el que mejor podía balancearlas, por eso pronto se convirtió, en lo que él denomino, mesero particular.

Peter había pasado a limpiar las mazmorras más veces que lo que un ser humano limpia algo en su vida. Si alguien quería encontrarlo estaría allí o con el calamar.

James por otra parte… bueno siempre podía verse al chico Potter corriendo cargado de libretas siguiendo al profesor y apuntando a la velocidad del rayo, en lo que parecían jeroglíficos que sólo era él capaz de entender, todo lo que profesor le pedía. Había días que a las tres de la madrugada aparecía en la oficina porque el profesor de pociones había tenido una gran idea mientras dormía y no quería que se le olvidara.

Remus se vio absuelto de cualquier labor unos días después, ya que la cercanía de la luna llena lo ponía en estados extremos. Bien podía caerse dormido a la mitad del pasillo cuando cinco minutos antes quería retar a Peter a un maratón. Los merodeadores comenzaron a creer que eso también era culpa del profesor.

Las chicas, sin contar a Ale, tampoco la pasaron muy bien. La segunda semana de eso Lily estaba de acuerdo en huir de Hogwarts, otra vez, con tal de no seguir con ese castigo. Las tres chicas tenían una "misión". Ingrid debía seguir los pasos de Peevs, el potergeist, todos los días a todas horas. Cuando él hacía una travesura ella estaba allí al instante. Nadie entendía el porque de ese castigo.

Lily por otro lado pasaba sus horas en el despacho del profesor acomodando los ingredientes que llegaban todos los días y además era la encargada de transcribir lo que había escrito James, dos horas al día se sentaba frente a una maquina de escribir y tecleaba lo que su amigo le dictaba. Aunque eso quería decir pasar más tiempo en compañía del chico Potter, como bien supo Elinor después, entre ellos no se había consolidado nada. No eran novios, no eran nada y aunque la chica Dashwood encontrará aquello extraño, su amiga no parecía desesperada por iniciar una relación con James, ni el chico con ella. A los dos les parecía suficiente saber que el otro les correspondía.

Mientras tanto Elinor era la encargada de todos esos ingredientes. Cada mañana estaba junto a su desayuno la lista de ingredientes que llegarían ese día, debía revisarlos y luego llevar las cajas a las mazmorras, donde la pelirroja los acomodaría. Ella también era levantada a las tantas cuando Nilver recordaba que necesitaba algo… la mayor parte de las veces debía correr descalza a los invernaderos. A mediados de enero no es muy recomendable hacerlo, así que pronto Elinor Dashwood parecía una maquina de mocos, tos y estornudos.

Pero pudo ser que las cosas no se complicarán, al final sólo tenían que hacerlo hasta principios de febrero. Pero para su desgracia, un fin de semana comenzó con lo que sería lo que meses después Sirius llamaría "Operación recuerdo" porque los Gryffindors necesitaron de todo su ingenio para salir de eso. Y más cuando ese mismo jueves había sido luna llena y Remus estaba tan, o más, hiperactivo y voluble que antes…. Sí hubiera prestado atención a esa sonrisa en la cara de Nilver. Bueno tal vez las cosas no hubieran salido tan mal.

Elinor despertó de su sueño mirando a su alrededor aturdida. Recordaba que Sirius le había tomado de la mano antes de caer dormido. Aún sentía el calor que le había transmitido ese apretón. Se sentó sintiéndose mareada y parpadeo varias veces. Estaba en lo que parecía una cueva. A su alrededor sus amigos parecían despertarse también. Lily ya estaba de pie y Alessandra, de pie, apoyada contra un muro miraba hacia la salida de la cueva.

-¿Qué hacemos aquí?- preguntó Elinor notando que su voz sonaba cansada.

-Hemos viajado- murmuró Ale minutos después cuando todos estaban despiertos. –Es probable que dentro de algunas horas regresemos a las mazmorras o aparezcamos en algún lugar de Hogwarts.

-¿y por qué Nilver nos ha hecho esto?

-¿Por qué más? Quiere probarnos.- respondió Ale como si fuera lo más lógico.- Levántense tenemos que comenzar a andar.

-¿pero donde estamos?- insistió Lily.

-Probablemente este es un mundo de sueños, es uno de tantos puede ser de cualquier da nosotros o de todos.

-¿esto es un sueño?- preguntó Sirius confundido.

-Mas o menos. Estamos en un mundo de sueño, pero todo lo que nos pase será real.

-¿Cómo lo sabes?- inquirió James.

-He estado viendo las notas de Nilver y todo lo que hemos hecho. Hasta el momento en que tomé esa asquerosa poción no me parecía lógico, pero creo que lo era.

-Ya veo.- murmuró Sirius mientras se paraba y sacudía su túnica.- ¿no hay manera de saber que nos espera?

-No la hay.

-Bien pues entonces vamos.- la pelirroja sonrió.- ¿Qué tenemos que hacer?

-Probar que somos dignos de salir de aquí. Hay que encontrar algo, un recuerdo de Nilver, cuando lo hallemos regresaremos.

-Bien pues salgamos de aquí.- dijo Elinor mientras también se paraba.

Comenzaron a caminar. Pronto llegaron a la salida del túnel. Primero la luz los cegó pero luego todos se quedaron con la boca abierta. Estaba saliendo de una colina en la sima de una loma. El final de un bosque estaba a sus pies y después un pueblo. Un pueblo pequeño y pintoresco, arriba había un gran castillo perleado. No perdieron tiempo y bajaron la loma, rápidamente estaban frente al pueblo y ya podían oír a la gente. 

-¿Alguien reconoce algo?- preguntó Ale. Nadie respondió. De pronto comenzó lo que parecía una fiesta. –Vamos a ver.

Los pueblerinos gritaban y aplaudía mientras un caballero andante pasaba frente a ellos.

-¿Qué está pasando?- le preguntó Lily a una mujer.

-Pues…- contestó la pueblerina muy ocupada viendo al caballero para darse cuenta de que jamás había visto a la joven.- Sir Willwan matará al dragón y traerá su cabeza ante el sire, hoy comienza su cacería, además si le gusta alguna joven… pues ya sabes se irá con él ¡Que honor!

James miró a Lily. Si ese caballero se acercaba lo mataba. La pelirroja comprendió su mirada posesiva y le sonrió divertida.

-¡Es Alicia!- gritó Elinor de pronto, señalo a una joven que caminaba cerca al caballero.

-Ay no.- alcanzó James a oír la respuesta de Alessandra. – Tenemos que alejarla de ese caballero.

Sirius sonrió.

-Permítanme.- se perdió entre la multitud.

-¿Qué va a hacer ese loco?- Elinor se alzó de hombros ante la pregunta de Remus.

-Va a necesitar ayuda ¿Cuanto apuestan?

-A sus posiciones.- dijo Ale tomando el mando.

-¿Qué posiciones?

-Tú sólo intenta estar cerca del caballero cuando se acerque.

Se dispersaron. Pronto la comitiva los alcanzo. Fue entonces cuando Sirius hizo su entrada. Cuando se cruzó en el camino del caballo lo tomaron por un borracho y más por su andar. Pero en el momento en que se quedo de pie y un relámpago iluminó sus ojos, entonces fue cuando comenzó a correr. Con un limpio movimiento tomó a Alicia de la cintura, conjuró una enredadera y subió por ella. El caballero se volvió y al ver a la chica ser raptada corrió hacia el extraño raptor. Pero entonces Alessandra se cruzó en su camino. Hizo volar al caballo con un movimiento de su mano y Sir Willwan cayó al suelo. Cuando se paró se encontró con Remus que le sonreía, el caballero sintió como si alguien le hubiera metido en una licuadora en la velocidad 6. Se paró y corrió pero está vez fue a toparse con James. ¡Él colmo! Un chiquillo como ese lo amenazaba con la espada. Cuando Sir Willwan iba a sacar su espada una figura se interpuso.

-¡Corran al bosque Heraldos!- gritó.- ¡Auxilien al Black!

Fue un fugaz segundo en el que los ojos verdes se cursaron con los del caballero. Él se extraño bastante, más cuando vio que todos esos hechiceros le hacían caso a una mujer.

-Vamos James.- la chica había tomado al joven de la mano.- Nos volveremos a encontrar Sir Willwan.

La voz le pareció tan extraña al hombre. Miró como esos tres hombres se alejaban con las cuatro mujeres y todas le parecieron extrañas, como ninguna doncella que hubiera visto, vestidas de negro y con gran poder, sintió que algo le sucedía en el pecho. Tomó las riendas de su caballo y le ordeno que lo llevara al castillo, se alejó con trote rápido. 

-¿estás bien Alicia?- preguntó Ale cuando estaban de nuevo en el bosque.- ¿Cómo llegaste aquí?

-Nilver me mandó llamar, yo sólo llegue.

-¡Lo sabía Nilver estaba detrás de eso!

-Sirius todos lo sabíamos. Creo que causamos algo de revuelo haya atrás.- dijo Elinor.

-Tendrán algo de que hablar hoy por la noche.

-Sí, lo mejor será que sepamos que hablan de nosotros. 

-Yo iré.- la joven Dashwood sonreía.- Crearé una ilusión a mi alrededor.

Ale asintió.

-Yo iré con ella.- dijo Remus, él era el único que traía su capa con capucha se la puso y se ocultó en ella.

-Pues bien, creo que este sueño será muy divertido.-dijo Ale mientras sonreía.

Pasaron muchas cosas que no contaré durante la estancia de los Heraldos en ese pueblo perdido. Al parecer el sire muy asustado por lo que había pasado y le había relatado sir Willwan mandó un mensaje al rey. Pronto muchos solados buscaban a los extraños hechizaros que pronto comenzaron a ser llamados heraldos. Habían tenido algunas batallas y por eso también se volvieron famosos, por escapar en las narices de los soldados y caballeros expertos.

Era realmente extraño ese grupo. Ya no iban vestidos con esas túnicas negras si no que usaban la ropa normal lo que hacia difícil diferenciarlos. Bueno sólo algunos. Las que parecían ser las líderes, eran las que menos se confundían. Una mujer de cabellos de fuego y ojos verdes era rara en esas tierras. Y la otra no parecía soportar pasar desapercibida, por eso los pueblerinos tenían la mala suerte de verlas poco. Algunos rumores contaban acerca de amores entre la misma banda.

Elinor siempre sonreía al oír como los llamaban. La verdad era divertido estar allí. Cada uno había adoptado la vestimenta de esa época, pero era cierto que habían tomado los colores que correspondían a sus espadas. Era divertido hacer planes y sentarse frente a una fogata mientras se asaban los distintos animales que Sirius encontraba. Lily les había relatado algunas veces acerca de Robin Hood. Pasaban horas oyendo las historias muggles. Pero pronto tuvieron que poner los pies en la tierra y recordar que debían buscar ese recuerdo.

Elinor y Sirius habían tenido unos cuantos choques porque él era famoso entre las pueblerinas. Elinor se enfadaba a menudo por ello, porque había chicas a quienes no les importaba que fuera un forajido.

Fue por una joven llamada Henar (N.A: Para ti amiga) que todo pasó. Sirius y ella se habían citado, para enfado de la novia del joven. Y aunque él dijo muchas veces que era por información Elinor estuvo molesta mucho rato.

Tal vez le debían a esa joven el recuerdo de Nilver, pero rescatar a Elinor de las garras de Sir Willwan no había sido divertido. Nada divertido.

Henar tenía dieciséis años, una edad muy apropiada para casarse. Alicia y ella se llevaron muy bien, la joven siempre había querido tener aventuras y la aparición de los Heraldos era algo que le emocionaba. Muy pronto se volvió su espía, cada tres días se juntaba con alguno de los de la banda y hablaba con ellos. Tenía distintas opiniones de cada uno. Para ella Alicia era una chica muy parecida a sí misma, James era callado pero agradable, Alessandra era un misterio andante jamás logró dilucidar quien parecía más una reina si Lily o Ale ambas parecían ajustarse al puesto, pero algo le decía a la joven que era Lily la más poderosa, por otra parte Elinor y ella habían chocado desde el momento en que Henar se fijó en Sirius.

La joven Dashwood no tardo en dejar claro su territorio cuando besó a Sirius frente a la pobre Henar. Claro que eso no desanimó a la joven que creía poder conquistar al casanova de Hogwarts, sin saber que ya muchas chicas habían caído antes los encantos de Black antes y que ella no seria la primera en querer quitar a Elinor del camino.

Esa noche vio su oportunidad. Sirius y su novia habían tenido una discusión muy fuerte y la chica se había ido enfada y con ganas de partirle la cabeza a alguien. Sirius se fue a su reunión con Henar.

Cuando regresó se encontró con Lily que lo miraba con cara de querer asesinarlo, no supo si era por la pelea con su mejor amiga, o porque llevaba a Henar del brazo, o sencillamente porque la pelirroja tenía un mal día. Esperaba gritos pero la chica le dijo en tono frío.

-Adivina en qué acabó tu pequeña pelea. 

-Eh.

-Elinor fue al pueblo, Ale la vio, la tiene Willwan en el castillo.

-¡¿Qué?!

-Sí, tenemos que sacarla de allí o no regresaremos a casa.

-No tienen que irse.- dijo Henar mientras soltaba a Sirius y miraba el bosque.- Pueden quedarse aquí.

-Ahorrarte el comentario.- le respondió Alessandra mordazmente.- Vamos a ir por Elinor.

Los heraldos asintieron.

-Yo les ayudaré.- murmuró la pueblerina.

-No regresarás a tu casa y te quedarás allí.- le ordenó Ale.

-No.

-Lo harás.- dijo Lily, pocas veces usaba ese tono autoritario. – Va a haber problemas. Ahora creo que lo mejor sería crear una distracción mientras Sirius y Alicia entran al castillo.

-¿Por qué yo?- preguntó el chico Black.- Va a querer matarme.

- Lo harás. Lily, James, Remus y yo nos encargaremos de la distracción. Que la reina y el caballerito se encarguen del pueblo y el lobo y yo de los soldados.- Todos se dieron que estaba realmente molesta por el tono y los apodos que había usado. Lily se puso su capa blanca y se colocó la capucha en la cabeza.

-Cuando veas a Willwan dile que lo espero cerca de la vicaría. – tomó la mano de James que también se había puesto su capa roja y desparecieron entre los árboles.

Alessandra y Remus también se echaron las capuchas sobre sus cabezas. Sirius y Alicia no tardaron en hacer lo mismo. Henar miró a Ale con el ceño fruncido.

-No esperas que haga nada ¿o si?

-Haz lo que te dijo Lily.

La pueblerina sólo bufo.

Lily y James entraron al pueblo sin ser vistos. Lily sabía que a ella la reconocerían rápidamente sólo tenía que hacer salir a las personas de sus casas o de la taberna.

-¿Qué te parece un temblor?- peguntó James.

-¿no es algo arriesgado?

-Algo leve.- explicó.

-Bueno tal vez funcione.- Lily le mostró una piedra.- Aquí.

James sacó su espada y metió la hoja en el punto que la pelirroja le había mencionado. La hoja entro en la roja como sin fuera budín.

-Uno… dos… tres.- contó la chica y entonces comenzó el temblor.

Si eso era leve Lily nunca querría conocer lo que era algo fuerte. James sacó la espada de la piedra y tomó la mano de Lily.

-¿estás lista para correr?- le preguntó.

-Sí… los tejados serán una buena vía de escape.

-Bueno… ¿tú nos subes?

-En un momento.- Lily se bajó la capucha. Los pueblerinos comenzaban a salir y caballeros salían de la taberna para encontrarse con los dos jóvenes. La pelirroja extendió su mano.

-Así que aquí tenemos a la líder y a su paje.- dijo uno de los caballeros.

-No creo que te guste quedar como coladera.- dijo Lily- él no es mi paje y pude atravesarte igual que al suelo.

James sabía lo que la chica planeaba hacer. Volvió a atravesar el suelo de piedra para la sorpresa de todos he hizo comenzar de nuevo un temblor.

-Cuando cuente tres- murmuró la chica. – Uno… dos.- sentía a las sombras en las puntas de sus dedos, le hacían cosquillas.- Tres.

James sacó la espada. La mayor parte de los pueblerinos cayeron al suelo. El chico tomó la mano de su amiga. Ésta alzó el brazo y una onda hizo caer a todos los que no estuvieran ya en el suelo. Luego sólo la dirigió hacia abajo. EL impulsó fue tan fuerte que pronto estuvieron los dos sobre un tejado, claro que no fue el mejor lugar porque se rompió y ambos cayeron dentro de la casa. Los caballeros se dieron cuenta de ello porque pronto tomaron las antorchas y las acercaron, las llamas pronto comenzaron a entrar. Hacia calor y llegó un momento en el que Lily se sintió desfallecer por le calor.

-James.- murmuró la chica.- Sé que debía decírtelo antes de que tal ves muramos quemados.

-Vamos podemos salir.

-¿por donde?

-Sígueme.- le chico la tomó de la mano y la arrastró al interior de la casa. Lily no supo como lo hizo pero pronto estaban afuera.

-¿Y que queráis decirme?- preguntó mientras caminaba por distintos callejos, James había aprendido rápidamente muchas vías de escape de la ciudad, no por nada era un merodeador.

Lily frenó lo que obligó a James a hacer lo mismo.

-Quería decirte que sí.

-¿Qué?

-Mi respuesta a la pregunta de ese viernes es sí.

Esta vez comprendió.

-¿en serio?- dijo sin poder quererlo.- Serás mi novia… ¿Sí?

-te iba a contestar ese mismo viernes, pero nos llamó Nilver y después pasó todo… pensé que estábamos molesto y que no te me acercabas porque no te daba una respuesta, que te habías aburrido de mí.- la chica bajó la cabeza.

-Yo pensé que tú ya no querías saber de mí.- le chico la tomó de la barbilla.- Eres maravillosa, jamás, jamás me aburriría de hacer esto.- Y la besó.

Lily sonrió cuando se rompió el contacto.

-Vamos tenemos que ir a la vicaría.

-¿Todavía quieres hablar con Willwan? 

-Tengo cosas que decirle, anda ven.

-¡Corre Lupin!- chilló la chica. Muchos soldados los seguían.- ¡Creo que no les ha gustado!

Remus sonrió.

-oh sí, debieron adorar ser perseguidos por toda cosa en la habitación y golpeados por muebles.

-Oye fue divertido.- de pronto la chica se paró. Había soldados había también frente a ellos.- ¿alguna idea Remus?

-¿correr?

-¿hacia donde?

-¡Ustedes quedan detenidos!

-¡A donde sea!- Remus jaló a Ale hacia los árboles que estaba a uno de sus lados.  Cuando los cursaron, el licántropo se dio cuenta porque Ale no había querido usar ese camino. Pronto se vio rodando colina abajo. Cayeron en un laguito uno encima del otro. Pero ninguno de los dos se dio cuenta de la posición en la que estaban.

-¿estás bien?- le preguntó Remus.

-Sí…- la voz de ella le hizo notar que estaban muy cerca. La miró a los ojos.

-Ale…- no dijo más. Estaba como encantado por los ojos de la chica y ella no dijo nada. Movió su mano y le quitó el cabello de la cara a la chica. Ninguno de los dos dijo nada. Ale sabía lo que pasaba, lo sentía y tenía miedo de eso. ¿Por qué no podía moverse? ¿Por qué le parecía que era justamente eso lo que quería? ¿Qué? ¿Un beso? Se quedó mirando los ojos de su amigo. ¿Sería por eso que pasaban tanto tiempo junto? N, era imposible… pero a la vez. Pero de pronto todo pensamiento se borró de su cabeza.

Remus la miró. Estudió su cara como había hecho muchas veces antes. Él sí estaba seguro de lo que sentía. La quería si ella decía "Salta" él respondía "¿Dónde te parece bien que salte?" Haría lo que fuera y allí estaba ese beso que hasta ese momento lo había vuelto loco, habían estado muchas veces solos a los largo de las semanas que habían pasado antes en Hogwarts y ahora en ese mundo de sueño. ¿Por qué tenía que pasarle esto?

Estaba a unos centímetros, Remus tenía la sensación de que ella no le diría nada. Ale sólo cerró sus ojos, justo cuando pensó que pasaría sintió un dolor agudo en su pecho, sintió hasta en la punta de sus dedos como si su sangre se separara. ¿Podría ser? Gimoteó de dolor, eso hizo que los dos regresaran a la realidad.

-Remus me estás lastimando, podrías quitarte.- dijo haciendo acopió de sus fueras. El dolor era muy grande. Remus se quitó. Ambos estaban ruborizados.

-Será mejor que vayamos a la base.

-Sí.- masculló Remus, había estado tan cerca.

-Anda.- dijo ella mientras comenzaba a caminar con una mano sobre su pecho. –Tenemos que ir a la vicaría.

Sirius y Alicia trepaban una pared. Estaba a pocos metros de una ventana.

-Ale pudo transportarnos.

-No seas exigente.- le regaño su compañera.

-Sí Alice.

-Y no me digas así.

-Está bien… Alice.

Ella no trato de volverlo a corregir. Entraron a una gran sala. Había una jaula de oro y sentada en el suelo de ésta estaba Elinor.

-Así que ya han llegado.- Sir Willwan los estaba esperando.

-Sí, danos a Elinor. – Cuando la chica levantó la cabeza y miró a Sirius.

-¡Es una trampa Sirius!- La chica se había parado.- ¡Fue Henar!

-Tú me raptaste a esta joven que tengo adelante,  por qué no puedo yo raptarte a ¿Elinor dices que se llama?

-Muérete.- le dijo Sirius.

-¡Es una trampa! ¡Henar le dijo!- repitió Elinor.

-No es cierto. – Murmuró el chico.- Ella no fue.

-¿a quien le vas a creer a mí o a esa chica?

-Ella no pudo ser.

-Ya deja ese juego niña.- Willwan se acercó a Elinor y le ayudó a salir.- ¿Por qué no le dices la verdad?

-De que sirve si está interesado en esa joven.

Alicia no creía lo que oía.

-¿Qué pasa?

-Pues que su amiguita ha estado hablando mucho conmigo.

-¡Elinor!

-¿Qué?

-¿Por qué lo hiciste?

-Porque tú estábamos muy ocupado con tu nueva amiga.

-No es cierto, yo sólo quería tener información.

-Mentira.

-¡Dejen de pelear! Parece viejos casados- dijo Alicia.- Vamos Elinor ya arreglaran esto en Hogwarts.

-¡No!

-¡Ella estaba confabulando con nuestros enemigos!

-¡¿Qué enemigos Black?! ¡Estamos aquí para buscar un recuerdo no para jugar a Robin Hood!

-Pues mira que es gracioso. Ellos nos atacaron.

-Porque nosotros los atacamos.

Sirius miró enfado a su novia.

-Tienes razón volvamos a Hogwarts.- la chica se mordió el labio.-Porque eso es lo que tenemos que hacer ¿no?  Señorita Celos.

-Sí. Willwan un placer.- La chica se inclinó ante el caballero. Él tomó su mano y la besó.

-Me entristece dejarla dama, pero me alegra deshacerme de sus malandrines amigos.

Elinor sonrió.

-Bueno hay que llegar a la vicaría.- dijo Alicia mientras comenzaba a correr.- Lily nos querrá enterrar si no llegamos.

La vicaría era un edificio pequeño de color azul pastel y de techo de aguas. Henar estaba apoyado contra la pared. A su lado James esperaba, Lily había desaparecido en cuanto habían llegado.

Ale y Remus no tardaron el llegar. Henar notó el rumor de las mejillas de la chica pero no dijo nada.

Sirius llegó seguido de Alicia y Elinor. Atrás estaba Willwan.

-¿Dónde estás?- preguntó él al aire.

-En todas partes- Respondió una voz.- ¿Dónde está el collar?

Lily salió vestida de blanco y con una sonrisa de lo que parecía la nada.

-¿Qué collar?        

-Sabes de que te habló.- El caballero parecía confundido. James lanzó un silbido ahogado. Siempre le sorprendía ver a la pelirroja con esa diadema… hasta daba miedo.

-él no la tiene.- murmuró Henar mientras se acercaba. A la luz mostró una cadena que había permanecido escondida entre sus ropas.- Sir Willwan es mi primo me la dio cuando ustedes llegaron.

Lily se acercó.

-El recuerdo.- murmuró.

-Sí.- Lily tomó la cadena entre sus manos y miró el dije. Era una esfera que parecía tener un humo azul adentro.  

-¿Eso es el recuerdo de Nilver?- preguntó Sirius. Ale asintió. Lily tomó la esfera y la tiró al suelo.

El humo salió de la esfera. Y ante sus ojos vieron el recuerdo.

-Celine… no puedo dejarte ahora.- un muchacho de diecinueve años miraba a la joven frente a él, que tendría aproximadamente la misma edad.

-¿Qué quieres que haga?- murmuró la chica.- ¿Qué escape y lo deje todo? Tengo que regresar a casa. No puedo dejarlos a todos.

¡Yo lo dejaré todo por ti!

-John no.- la chica hablaba en voz baja, con la cabeza gacha.- No.

-¡Celine mírame! ¡Mírame a los ojos y dime que no me amas!- la chica apartó aún más la mirada.- ¡Dímelo!- John tomó la barbilla de ella y le hizo voltear a verle.- Dime que no he sido nada, déjame ver en tus ojos que no me amas, déjame oír de tus labios que no soy nada para ti. Dilo.

Celine siguió mirando al chico con semblante inmutable.

-¿Me pides que te mienta? ¿Me pides que lo deje todo también? Pues no te mentiré. Te amó, te amó desde la primera vez que te vi. Pero no puedo, no puedo pedirte que lo dejes todo. Es una locura.

-No te hagas la fuerte.- dijo.- No niegues lo que es palpable, lo que es visible. Te amo como jamás he amado a nadie y como jamás amaré. Déjame ir contigo, dame tu permiso. Pero si no me lo das ten por seguro que te seguiré de todas formas.

-¿Piensas seguirme a un destino incierto? ¿A un futuro oscuro?

Él la acercó así sí.

-Mis ojos ya estaban cegados antes de conocerte, mi camino ya estaba oculto antes de verte por primera vez y la duda me inundaba ya antes de tenerte conmigo. Pero tú llegaste y estuve seguro, seguro de que te amo y que sería capaz de seguirte hasta el fin del universo.

Celine lo miró.

-Si es lo que deseas. – Murmuró.- Si es lo que me pides, acepto.

-Celine si alguna vez vienes a mí y me pides alguna cosa, con tanto fervor como ahora te ruego yo esto, te juro que caeré a tus pies y haré lo que sea.

-No jures.- dijo ella.- No jures aún.

-Te amo Celine.

-Yo también John, yo también.

-Te seguiré hasta el fin del mundo.

-Lo sé.

-Madame Xantelí.- dijo Lily.- Así que sí se amaban.

-¡¿Qué?! ¿Nuestros profesores?

-Eran ellos. Lo sé.

-Así que estaban enamorados.- murmuró James

-Sí.- Lily tomó la mano de su novio.- Tenemos que irnos. Adiós Willwan, Henar.

-Adiós Lily.- dijo la chica que tomó la cadena que la pelirroja le ofreció. Movió su mano su cabello negro y sonrió.- ¿Sirius puedo pedirte un favor antes de que te vayas?

-Claro.

-Bésame.- Elinor se puso roja.- Te amo sólo quiero un besó antes de enfrentarme a mi destino.

Sirius miró a sus amigos pidiendo consejo. Ale asintió y Sirius tomó la barbilla de Henar y la besó.

-Bien entonces adiós.- dijo Lily.- Ale creo que ya.

-Sí… Regresemos.

-No le digas nada a Rowena.- le susurró Ale antes de desaparecer a Henar que asintió. Luego ella y su primo se quedaron solos frente a la vicaría.

Cuando Remus abrió sus ojos descubrió que estaban en el bosque prohibido. Reconocía el lugar. Miró el cielo, por la luna supo que sólo había apeado un día, debía ser domingo.

-¿A que te referías con Rowena Ale?- preguntó Alicia.

-Sencillo, ella irá dentro de unos años a Londres, allí conocerá a William Ravenclaw con quien tendrá a Lady Rowena Ravenclaw tu antepasada. No era un mundo del sueño, sólo un bucle del tiempo, cuando nos dio el collar lo descubr

-Por eso me apreció tan familiar. – Ale asintió.- Bueno como estamos en el bosque prohibido loe mejor será ir a Hogwarts.

-Bueno al menos el castigo ya terminó.- dijo Sirius

-Esperen.- Era Lily

-¿Qué pasa?- le preguntó James.

-Ciento… ciento… un heraldo… un heraldo se acerca.- y con esas palabras, sin dar más explicación la pelirroja salió corriendo internándose en el bosque.

¿Entonces fue o no una porquería? Ya me dirán después. Prometo que el próximo chap no será tan malo.

El chap 25 se llama La venganza de Ingrid. Un vistazo a las vidas de nuestros personajes, por fin nos enteramos de la posición que toma esta chica en todo esto, el heraldo y todos los misterios y respuesta que trae consigo. ¿Quién será?

Por otro lado Henar me prestó su nombre para este chap… espero que Alicia no me maté por no ser ella la elegida… pero como ya tenía una Alicia… ya verás amiga te pondrás feliz con Sara pero no te adelanto nada.

Bueno espero que no les haya defraudado el chap y que no les haya confundido. Viajan a un sueño o en este caso al pasado por una poción de Nilver y es todo lo que pasa. Espero que no las haya confundido.

¿Qué les parece el final? Tardaré de no tardar tanto pero estoy en exámenes (como todo el mundo --) así que a ver.

Nos veremos en el chap 25.

Syringen. A.L.C.S.

Dedicado a mi nuevas y viejas amigas de ff.net, a Cristy y a Maris sobre todo por sus cumpleaños.

(28pp)

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