Nada de lo que puedan reconocer el es mío.
Hola ya estoy aquí. Este capitulo debía estar en línea desde ayer en la mañana… pero la computadora no me ha dejado subir -- no saben lo frustrante que fue… bueno Alicia lo sabe.
Pero pasando al ff, estoy muy feliz de cómo quedó el chap. He estado imaginando la última escena mucho tiempo y como verán cuando lean el la cúspide de esta historia.
Ahora bien el chap cuenta con tres escenas, dos grandes una pequeña y es corto --
RRS
Primero que nada. Tengo 201 rrs!!! El número 200 fue mi querida amiga Ale, pero quiero agrádeseles a tods!!! Me hace mucha ilusión que el ff guste.
Contesto:
Blanca: En los, ya casi, tres años que llevo escribiendo ffs, muchas, muchas personas me han dicho que soy cruel y mala… ¿Notas ahora por qué? Sí la escenas LJ son muy tiernas. Yo también quiero a James. Haz adivinado mi plan. Quiero dejarlas picadas con el final muajajaja. Sí, creo que la mayoría se había olvidado de Annet… ese era mi as bajo la manga. Que no me cargue a ninguno??? Pero si no sufren no es divertido.. Bueno la verdad no entiendo como estás a las 4.30 leyendo esto, una bestialidad (sin ofender es el mejor sentido de la palabra) Gracias por el rr.
Niniel204: Hola, gracias por el rr. Como siempre tu rr conciso y corto dice todo lo que se puede decir. Gracias y si creo que da pena lo de S/E. Dime tu eres partidaria de Elinor o de Sara?
Alicia: Primer rr. Ya veo que a ti te encantaría ser el hada. Sí ya conociste a Sara. ¿Te la esperabas así? Segundo rr. Bueno ya dije Sara calza como el triangulo que necesito… para mi desgracia porque no me gustan mucho los triángulos, al menos este será leve. Sí Ale sólo es tierna con tres personas: Remus, su madre y un personaje que he mencionado pero no conocen. Por el bien de tu salud no debí escribir a Sirius clavando la flecha, pero el mal ya está hecho como me voy a arrepentir ahora? Sí lo hizo por Lily, pero las cosas no cambiarían mucho, a menos que les pongamos el recuerdo adecuado. Ya verás abajo a que me refiero. Gracia por los dos rrs…
Ale: Gracias por el rr. Sabes creo que estuvo bien que fueras el 200, siempre haz leído mis ffs… gracias. Ahora sí, he notado que siempre te gusta el principio. Veamos si aquí no perdemos la costumbre. La frase es linda. Y creo que es adecuada para describir lo que quiero.
Julili: ¿Haz leído esto en tres días? No estoy segura cuantas páginas son, pero son mucha. Me halaga que lo hayas hecho y más que Julili leyera mi ff. He escuchado sobre tu ff y me lo han recomendado un par de veces como muy bueno… sólo que no me gustan los triángulos Remus-Lily- James ese es el problema. Y bueno veo que tú no haz tenido que esperar tanto para el final… espero que te guste y gracias por el rr.
Bien ahora sólo me queda decir, que por favor cualquier duda que quede después de este chap me la hagan saber. Sí lo hacen tal vez me ayuden y suba el próximo más rápido. Nos vemos abajo.
°
Capitulo treinta.
El túnel y la cúpula: la misión de los heraldos.
Algunas vidas están condenadas a seguir el mismo camino.
Otras tienen giros inesperados.
No tardó mucho en acostumbrarse al calor sofocante, al frío invernal, a la lluvia ligera, al viento rápido y cortante, que también era, sólo, una brisa pasajera. Todo eso al mismo tiempo y ninguna de las cosas a la vez. Era tan extraño sentir frío y calor, lluvia y sol. Su cuerpo parecía pedir una explicación pero la cabeza estaba tan anonadada con lo que veía que no respondería, no en ese momento.
-Debemos dejar aquí todo lo que no necesitemos, regresaran a nuestro mundo.- explicó Ale que estaba frente a las grandes puertas de piedra que se alzaban sobre ellos.
Sin hacer comentarios ni hablar entre ellos, dejaron las capas, las corbatas, los chalecos y todo lo demás. Entre ese silencio oyó como Narcisa le decía a Marina.
-Ya no pertenecemos a ninguna casa. Mira hasta podríamos ir en la misma.
Sonrió suavemente y dejó todas sus cosas ordenadas en donde iban.
-Bueno hagamos esto de una vez.- dijo Sirius que aún no se decidía si tenía frío o calor.
Ale asintió.
-Verán muchas cosas de ahora en adelante. No crean nada, sólo nos prueban, debemos estar sin miedo ni duda cuando lleguemos a la cúpula. No sé qué nos espera, pero ahora lo averiguaremos.
Con un movimiento de sus manos las dos grandes rocas comenzaron a separarse. Con un gorgoteo cayeron en el río de lava, que las consumió al instante. Los heraldos no tardaron en entrar. Una nueva capa de roca cayó en la entrada, en cuanto Ale relajó su pensamiento.
-Bueno, creo que no hay salida.- dijo Remus.- supongo que hay que caminar.
De pronto una luz se prendió en el túnel. Todos ahogaron un grito. Era un lugar hermoso. Las paredes brillaban y parecían estar hechas de diamante, y aunque bien se notaba que era roca, una roca al tacto muy tersa y suave. El techo de aquel extraño lugar no se veía. Daba la sensación de lo que miraban era la noche sin estrellas ni luna que se extendía sobre ellos.
Una ráfaga de viento los hizo retroceder. Golpearon las puertas y muchos perdieron el aliento. Lily dio un paso, tan lento y pesado, que el viento volvió a pegarla a las puertas.
James tomó la espada que llevaba en su espalda y cortó en aire en dos. La corriente se debilitó.
-¡Caminen!- gritó Narcisa y nadie pensó en desobedecerla. Unos pasos después fue cuando la primera alucinación los golpeó.
Lily se llevó sus manos a sus ojos. Imposible.
-Lily tenemos que volver es tarde.- dijo una mujer.
-Pero mamá.- respondió ella sin pensar.- Quiero jugar.
-Anda tenemos que volver se hace tarde es peligroso.- le extendió la mano y Lily dudó en tomarla o no.
Mientras tanto Elinor se había derrumbado en el suelo. Estaba de rodillas y comenzaba a lloriquear.
-¿Papá?- murmuró por quinta vez.- ¡Papá no me dejes! ¡No otra vez!
El sujeto miró a Elinor. Su rostro tenía una expresión fría.
-Te di la oportunidad de irte, de alejarte de esta pesadilla. ¿Por qué no te fuiste?
-Papá, yo… oh, papá- gruesas lágrimas caían por las mejillas de Elinor.- No te vayas, no me dejes de nuevo.- El hombre se volteó y comenzó a caminar alejando se de ella.- ¡No me dejes de nuevo! ¡Por favor!
Se paró torpemente y corrió hacia aquella figura, pero tropezó.
-Puedo darte otra oportunidad, dame la mano niña.
-Papá.
James miró impasible a las figuras frente a él. Cuanto tiempo más soportaría aquella mirada.
-¿Por qué volviste?- preguntó.- ¿Qué haces aquí?
-¿No lo sabes?- dijo la mujer frente a él.
-Es difícil entenderlo, vete.
-¿Qué?
-Vete mamá, no necesito verte de nuevo, no ahora.
-¿Entonces cuando? ¿Cuándo cometas el mismo error que nosotros?
James tragó saliva.
-No eres real.
-¿Enserio? Yo me siento real.
-No, no eres…
-¡¡Ya, no eres real!!- el grito de Sirius sacó a todos se sus transes. Elinor retiró poco a poco la mano que había suspendido en el aire. Lily miró a su madre y James se quedó mirando a la figura frente a él. De alguna u otra manera los demás en el túnel hicieron lo mismo.
-¡¡No eres real!! ¡¡Si lo eres, dime:!! ¡¿¡Dónde quedó mi infancia!?! ¡¡Tú fuiste él que destrozo a un niño!! ¡¡Quién lo golpeó hasta el borde de la inconciencia!! ¡¡No vengas a pedir perdón!! ¡¡Yo no soy como tú no te atrevas a decirlo!! ¡¡Nunca!! ¡¡Yo no mató por placer!! ¡¡No soy como tú!! ¡¡No necesitó oír mentiras!! ¡¡Ya no!! ¡¡Seré un Auror y te hechizaré con los mismos encantamientos que me lanzaste!! ¡¡Te ensañaré que es verte derrotado!! ¡¡Porque tú no eres real!! ¡¡NO ERES REAL!!
Con un chispazo todas las imágenes desaparecieron.
Todos los heraldos voltearon a ver a Sirius. Estaba de pie dónde lo habían visto por última vez. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y ya había algunas de esas gotas que resbalaban por sus mejillas.
-Continuemos.- dijo suavemente.- Quiero salir de aquí lo antes posible.
-Sirius.- murmuró Alicia suavemente e hizo ademán de acercarse.
-No…
-Sirius escúchanos.- dijo Marina. Alessandra se acercó a aquella figura y con las miradas sorprendidas de todos lo abrazó.
- Escucha lo que tú mismo haz dicho. Nunca serás como ellos.- le susurró al oído.
-Su sangre fluye por mis venas y logró sembrar por un minuto la duda en mí.
-Oh Sirius.- Ale lo abrazó con más fuerza.- No eres tú el único que duda. No eres él único con sangre maldita en sus venas. Pero eres él único que puede cambiar eso.
-Soy un asesino Ale.
-Yo también.- respondió ella sencillamente. Sirius la miró.- Yo he matado muchas veces desde que recuerdo, sé lo que sientes, te sientes sucio, como si aún oyeras las últimas palabras de aquellas víctimas. Pero de pronto esa suciedad te pide más. Oh, Sirius. Eres diferente, tú mismo lo haz dicho. Que tengas algo de tu padre dentro de ti no te hace él.
Ale ya se había separado del chico.
-Yo también soy una asesina. Vivó con eso. Vivó con el hecho de ser quien soy. Nunca cambiaría a mis padres por otros, ni mi pasado. Si lo hiciera, quien sabe, tal vez ya no sería lo que soy. Eres Sirius Black, y eres el único capaz de saldar tus errores. Pero sólo los tuyos. No cargues con la culpa de más personas. No lo hagas.
Luego se giró.
Narcisa entendió y comenzó a caminar.
-Vamos primo. No podemos perder tiempo.
Sirius asintió y los heraldos comenzaron a caminar.
El túnel pareció desde ese instante infinito. A cada pasó un recuerdo, una imagen del pasado atormentaba las mentes de todos. Ya el llanto no salía y cada vez era más fácil mirar hacia atrás y descubrir que habían avanzado algo un poco. Pronto lograron ver en la lejanía una luz potente: la salida.
Pero no sería tan fácil llegar al final.
-¿hola?- preguntó de pronto al verse rodeada de oscuridad. Sólo había parpadeado y había caído en ese lugar.- ¿Dónde están todos? ¡No me dejen sola! ¡¿Dónde están?!
-Aquí.- una figura apareció frente a Lily. La chica abrió la boca sorprendida.- Adivino ¿No me esperabas?
Frente a Lily estaba ella misma. Vestida de blanco y con la corona que veces antes había usado la pelirroja.
-¡Mírate! ¡Por favor crees que lograrás esto! ¡Estás pedida!
-No, yo lo lograré.
-Ni tú crees que eso.- dijo la otra Lily.- ¿ya te viste?
Lily miró el espejo en el que se había convertido su otro yo. Su cabello rojo pegado a su cara, sus ojos rojos y su nariz con un tono rosado. Sus piernas llenas de lodo y raspadas por todas las veces se había derrumbado. La falda gris sucia y rasgada. La blusa había perdido su tono blanco. Tenía un aspecto miserable.
-Tú misma lo vez.
-No es cierto, puedo hacer esto.
-Eres sólo una adolescente tonta que tiene aires de grandeza.
-No es así.
-O por supuesto que lo es.
-No, no.
En el túnel Elinor de rodillas se arrastraba pesadamente hacia esa luz con los ojos llenos de lágrimas y un aspecto algo peor que él de su amiga. Caía una y otra vez cuando intentaba ponerse en pie y repetía sin parar.
-Papá, déjame, por favor. Papá.- parecía rozar un estado de inconciencia cercano al despertar. Pero el despertar no llegaba.
Sirius apoyado contra una pared tenía los ojos perdidos en la luz frente a él. Uno tras otro sus pasos eran pesados y lentos. Todo a su alrededor le pesaba.
Los aspectos de todos eran parecidos a los que tendrían de haber librado una batalla durante una tormenta.
Marina despeinada, sangrando de las rodillas. Peter a su lado con la cabeza baja caminando por instinto y perdido en lo profundo de sí mismo. Se tropezaba y sin hacer gesto volvía a levantarse.
Alicia apoyaba cada paso en el arco y éste cedía un poco más a cada paso. Hasta que la chica se derrumbó en el suelo y con las pocas fuerzas que le quedaban miró hacia arriba.
James se apoyaba en su espada. Hacía una mueca de dolor. Algunas veces la espada se hundía en el terreno y el caía de bruces. Con dolor y esfuerzo sacaba el arma del suelo y volvía a caminar.
Remus cerraba los ojos con fuerza y movía las manos frente a él, como espantando espíritus imaginarios. Decía cosas como "Luna" y "lobo". Una que otra vez un gemido agudo salía de su boca.
Ale no se veía mejor que ninguno de ellos. Apoyada en la pared. Respirando con dificultad. Soltaba uno que otro gritó que se perdía en la oscuridad del túnel.
Lily en aquella oscuridad donde la habían metido lo vio. En aquel espejo donde antes había visto su propio reflejo distinguió a sus amigos que perdían las fuerzas.
-¿Qué poder tienen ellos? ¿Qué esperanzas hay de vencer?
-Sí las hay.- contestó Lily.- Hay esperanzas.
Una bofetada de su rostro le hizo ladear la cabeza.
-¡Deja de decir tonterías! ¡Si tuvieran poderes, no estarían tirados en esa desolación! ¡Nunca vencerán! ¡Pierden su tiempo! ¡Creyeron que su misión iba a ser fácil, que podrían con ella! ¡¿No es así?! ¡Ilusos! ¡Estúpidos! ¡Caídos y sin ninguna esperanza de seguir! ¡Perdieron, acéptalo! ¡PERDIERON!
-¡No es cierto! ¡No perdimos! ¡No perdimos! ¡No estamos vencidos!
-¡Están cayendo las sombras los arrastrará a todos! ¡¡Hasta a ti Lily Evans!
-¡No! - Otra bofetada.
-¡Admite que haz perdido! ¡Admite que ya no puedes seguir!
-¡No!- otro golpe, esta vez más fuerte.- ¡No lo diré!
El siguiente golpe hizo caer a Lily de rodillas.
-Mírate, ni siquiera puedes decir algo más que no. Ruégame por tu miserable vida. ¡Ruégame por la vida de todos ellos!
Lily levantó sus ojos.
-Yo te conozco.- dijo suavemente.- Yo sé quien eres. No eres yo.
Pesadamente y con torpeza se puso en pie.
-¡Te mataré!- gritó la figura frente a ella y le dio un arañazo en la mejilla a Lily. Un hilo de sangre resbaló por la cortada. Lily no se inmutó, sino que volteó la cara ofreciendo la otra mejilla.
-Hemos llegado muy lejos para perder. Hemos llegado demasiado lejos. ¡Aléjate de mí Oscuridad!
-¡¿Qué haz dicho?!- otra bofetada para Lily.
-Te vi hace poco en un pergamino, hace algo más en un libro. ¡Yo no me dejaré caer ante ti! ¡No lo haré!
La figura empezó a difuminarse y apagarse, frente a Lily quedó sólo una mujer: Débora.
-Lo haz hecho bien.- dijo con voz dulce.
-¿tú? ¿Qué haces aquí? ¿Eres…?
-¿oscuridad? Oh no, sólo soy una portadora del destino. Lily los sabios confían en ti.
-¿Qué sabios?
-Los de la isla. Estuve allí cuando era más pequeña.
-¿tu fuiste la que atacó a Marina?
-Sí.
-¿y le diste el encantamiento?- Débora asintió.- ¿Por qué?
-Porque así debía ser. Ahora Lily no pares. La cúpula está frente a ti. Corre hacia ella y no mires atrás.
Fue como caer de gran altura. Abrió los ojos y estaba de pie a un pasó de aquella luz. Oyó la voz de Ale detrás de ella.
-No podemos rendirnos.- dijo roncamente.- Ya no.
Lily miró a Ale y le dio la mano. Y juntas dieron un pasó hacía la luz.
°
Dumbledore estaba de pie mirando ala esfera que había en el suelo. Estaba rajada y rota. A su lado había una figura cubierta con una sábana: Annet. Minerva McGonagall puso su mano en el hombro del director.
-Ya se llevaron a Abby.- dijo.- Pobre mujer.
Dumbledore no dijo nada. Por encima de sus lentes de media luna observaba el cadáver cubierto de Annet.
-Minerva, se han ido.
-¿Cómo?
-Los heraldos, se han ido y ni siquiera estaban preparados.
-Sí lo estaban, Albus no puedes culparte.
-Si caen como cayó Ib…
-Ib se fue y te pidió que fueras feliz.
-Aún la escuchó Minerva.
-Conocí a esa mujer y era sorprendente, tú también lo eres. No te preocupes, todo estará bien. Ellos regresaran.
Xantelí entró a la sala.
-Era un asco. Tanta sangre. Abby no merecía eso, era una buena mujer, amaba tanto a los muggles.
Detrás de ella entró Nilver.
-Creo que sabes lo que hay que hacer ¿no Albus?
-Sí, comienza la llamada Nilver, la orden del Fénix debe de estar lista. Si acaban con Voldemort o no, los Mortífagos son una amenaza. Es hora de combatir.
Nilver asintió.
-Estamos contigo Albus.
Celine se acercó y miró a Annet.
-Vamos dejemos que ella descanse.
-¿Quién crees que dio el golpe de gracia?- preguntó Nilver.
-No seas cínico John- dijo Celine.
-¿Qué la mató?- está vez fue Frank Longbottom él que habló.
-Una flecha.- Dumbledore se la mostró.
-Pero… esa es de Alice…
-S
-Ella no es capaz de matar.
-En eso te equivocas Frank.- murmuró Celine Xantelí.- Todos los heraldos, me aventuraría a decir que todas las personas, son capaces de matar. Sólo que algunos lo hacen con más frecuencia y otras tienen valores más fuertes.
°
No pudo suprimir aquel suspiro. La cúpula era hermosa. Parecía hecha de oro y diamante. Sus paredes estaban cubiertas en su totalidad por dibujos y en el techo. Allá arriba un cuadro que podría competir con la capilla sextina de Miguel Angelo. Era un cuadro de Merlín y frente a él los primeros en tener el poder. Ale se quedó mirando la cara de su madre en esa pintura. Luego miró el pedestal que estaba al frente. Se quitó el collar de cuello y con paso fijo y sin titubear caminó hasta él.
Al llegar junto al pedestal que parecía hecho de cristal se fijo en la marca que había en el centro. Un hoyo en el que debían entrar las sombras. Caminó alrededor de él.
-Por lo que sé hay que colocar nuestros emblemas en los orificios en los que deben ir, luego Lily debe poner el suyo, las sombras comenzarán a salir de nosotros y a llegar a ella. Habrá mucho poder, deberá hacer una bola de energía del tamaño de su pulgar y… depositarla en el orifico… después… no sé que pasará, cualquier cosa puede pasar.
Tomó fuertemente su collar y con un movimiento lo introdujo en una ranura. Un rayo violeta explotó alrededor de ella. Cuando abrieron los ojos Ale estaba arrodillada con la mano sobre su collar, los ojos llorosos y la mirada perdida.
-Apresúrense.- dijo con gemido ahogado.
Elinor corrió, en su caminó hasta el pedestal sacó el collar. Miró a Ale y se colocó a su lado.
-Adiós Papá.- murmuró antes de introducir el collar. Una luz rosa apareció y la hizo caer hasta quedar de la misma forma que Ale.
El rayo rojo de James fue el siguiente. Sirius no tardó mucho en seguir a su hermano. La luz verde hizo que Lily cerrara sus ojos.
Alicia fue la siguiente en caminar.
-¿hay algo más que hacer?- murmuró.- ¿estamos destinados a algo más?
La luz azul llenó la cúpula. Con cada emblema Lily sentía algo que caía sobre ella: Sombras.
Remus respiró profundamente y apretó el colgante.
Llegó hasta donde debía introducirlo.
-Por ellos.- susurró antes de que su vista se perdiera en un remolino marrón.
Narcisa miró a Lily antes de pasar.
-No te arrepientas ahora Evans.
-No lo haré.
La luz de aquellos tres extraños colores fusionados: verde, azul y lila, se elevó en el aire. La respiración de Lily se cortó.
Marina se colocó delate de Lily y la abrazó.
-Ten cuidado.- murmuró. Luego sin más, caminó y si decir palabra la luz amarilla lo llenó todo.
Peter fue el último en caminar hasta el pedestal.
-El poder vive en mí, soy valiente.- dijo con fuerza, un rayo gris hizo a Lily cerrar los ojos y las sombras que llegaron le cortaron la respiración y la hicieron caer.
Abrió sus ojos, con pesar se levantó y caminó hacia el pedestal. A unos pasos de éste cayó. Sus ojos estaban nublados. Alzó la mano y tocó el borde de aquella estructura de cristal. Suspiró suavemente.
Luego bajó la mano y se la llevó al cuello, después de unos tropiezos, sacó de allí una pequeña cadena. Marina que jamás había visto aquel colgante y lo descubrió hermoso. La pelirroja lo tomaba de la punta y éste giraba. Las tres espadas encontradas que brillaban con luz blanca le hicieron aparatar momentáneamente la mirada.
Lily se paró. Tomó el colgante y lo colocó justo arriba del hoyo. Entonces sintió la punzada de dolor que estaba esperando. Soltó un gemido y ante los ojos de todos, un hilo de sangre comenzó a correr por la mano de Lily y caer del collar al agujero.
-Este es mi sacrificio.- dejó caer el colgante que se quedó flotando a milímetros del pedestal.
-Vamos Lily tú puedes.- dijo Ale.- Tú puedes.
-Pesa mucho.- gimió.
-¡No te rindas ahora Evans!- gritó Narcisa en un tono lleno de dolor.- No ahora, no tan cerca.
Con la respiración entre cortada cerró lo ojos.
Ale sintió como si las fuerzas la abandonaran, todos sintieron lo mismo. De pie Lily, frente a ellos, tenía los brazos estirados y una burbuja plateada se estaba formando.
De pronto Ale sintió una punzada en la boca del estómago.
-No.- susurró abriendo los ojos desmesuradamente.- Él… no…
-¿Qué sucede?- Elinor parecía asustada.
-¡Lily apresúrate! ¡Vine hacia acá!
La pelirroja abrió los ojos y la volteó a ver.
-¿Qué?- preguntó con voz cansada.
-Se acerca, apresúrate.
Nadie entendía que sucedía, al parecer ni Lily lo hacía. La pelirroja volvió a su trabajo, mientras Ale luchaba por alejar su mano del colgante.
-¿Quién se acerca?- preguntó Marina.
-Está cerca, hay que ayudar, Lily no podrá contra él.
La pelirroja abrió sus ojos y miró la pequeña burbuja que brillaba mientras todo a su alrededor se ensombrecía. Luego se acercó al pedestal.
"Unos pasos más" pensó.
De pronto la tierra se sacudió bajo sus pies y una explosión se dejó escuchar. Un remolino de tierra y humo se alzó frente a los ojos de los heraldos. Lily salió disparada y golpeó la pared. La pequeña esfera desapareció con un estallido, que golpeó a todos.
Una risa se alzó en el aire. Lily se paró y se sacudió los escombros.
-¡¿Quién eres?!
-¿no me reconoces Lily Evans?- preguntó una voz arrastrando las palabras. Era fría. Lily miró hacia el humo que comenzaba a dispersarse.
-¡Lily muévete!- chilló Ale. Lily no se movió, en consecuencia un rayo azul le golpeó el hombro. La manga de la blusa se rajó y la sangre comenzó a fluir. La herida parecía profunda.
Por fin el humo se disipó.
-Voldemort.- dijo con odio Lily.- ¡¿Qué haces aquí?!
La persona comenzó a reír.
-¿crees que iba a dejar que me destruyeras tan fácilmente?- el hombre hizo una seña.
Un Mortífago apareció a lado de Lily la tomó por los brazos.
-Oh, no, mi querida Lily. Debí destruirte en cuanto pude esa noche el año pasado. Tal vez si no hubiera estado tan interesado en mi hija.
-¡No soy tu hija!- gritó Ale que se debatía por zafarse al igual que lo demás heraldos.
-Deja de luchar Alessandra.- Voldemort se acercó a Lily y tomó su barbilla. La chica trató de alejar su rostro.
-¡No la toques!- esta vez el grito fue de James.
Voldemort se alejó de Lily.
-¿A quién tenemos aquí? Pero si es el chico Potter. ¡Que maravillosa sorpresa! Dejaré a tu noviecita cuando me de la gana.
Voldemort volvió a acercarse a su rehén.
-Bueno Evans dame la esfera.
-¡No!
-No me hagas enfadar. Suéltala.
Lily se alejó del Mortífago y de Voldemort. Le dolían las muñecas y el hombro.
-¡Aquí vas a terminar! – chilló. Con un chasquido la esfera de sombras apreció en las manos de Lily.
-¡Espera!- Una mujer salió de entre la sombras.- ¡Niña te imploró que esperes! ¡Es una trampa!
-¡Mamá!
-¡Isabel!
Ale se quedó helada al ver a su madre. No la recordaba bien, pero allí estaba, esa era su madre no podía equivocarse.
-¡Niña, es una trampa!
-¡Cállate!- un rayo salió de la varita de Voldemort y golpeó a Isabel que cayó al suelo.
-¡Mamá!- chilló Ale.- ¡Mamá!
Lily se alejó unos pasos de Voldemort. La esfera aún flotaba frente a ella.
-¡Corre Lily, apresúrate!- gritó Narcisa. A ella también la golpeó un rayo y cayó desmayada.
-¡No hables traidora!- gritó Voldemort.- Ya arreglaré cuantas contigo. Ahora Evans dame esa esfera.
-¡No!
-¡Dámela! O si no…
-¡¿Qué?!
Voldemort hizo una seña con la cabeza. Un Mortífago apareció. Lily ahogó un grito. En los brazos de aquel hombre estaba Ingrid.
-La mataré.- dijo el señor oscuro mientras se acercaba a Ingrid. La tomó de la barbilla e hizo que subiera la cara. Lily miró sus ojos llenos de lágrimas y como gritaba sin que de su boca saliera sonido. Como se debatía.- Dame la esfera o la mataré.
-¡Ella no es Ingrid! ¡No es real!
-Ah no, sonorus, crucio.- Los gritos de Ingrid llenaron la cúpula.
-¡Déjala!- chilló Lily.- Por favor déjala.
Voldemort pareció aburrido así que aumento la potencia del encantamiento.
-¡Oh, por favor déjala!- gritó Lily con más fuerzas y comenzado a llorar.
-¡¡Deja que la mate!!- gritó Ale.- ¡No importa ahora! ¡Es sólo una vida!
-¡¡No puedo!! ¡¡No puedo verla morir por mi culpa!! ¡¡¡Déjala!!!
-¡¡Es esa mocosa y es su miserable vida o la muchas más personas!!- chilló Ale desesperada.- ¡¡No lo pienses!!
-¡¡No puedo dejarla que muera!!- Las lágrimas resbalaban por los ojos de Lily. La esfera de energía comenzó a expandirse y contraerse peligrosamente.
-¡¡Lily no seas necia termina con lo que viniste a hacer!!
-¡¡¡No puedo!!!- chilló desperada.- ¡¡¡Suéltala por favor!!!
Los gritos de Ingrid iban aumentando. La chica se contrajo para luego escupir sangre.
-¡¡¡Ingrid!!! ¡¡¡Déjala!!! ¡¡¡Oh, por favor déjala!!!
-¡¡Dame la esfera!!- gritó Voldemort.- ¡¡La dejaré!!
-¡¡¡Lily no lo hagas!!! ¡¡Dile algo James, Elinor!! ¡¡¡No puede hacerlo!!!
De la esfera comenzaron a salir chispas.
-No puede matarla.- murmuró Elinor.- No puede.
Los cuatro merodeadores estaban pálidos y sin pronunciar palabras.
-¡¡Te llamó sangre sucia!! ¡¡¡Lo recuerdas Evans!!!- Ale intentaba convencerla.
-¡¡No merece la muerte por un insulto!!- Lily cayó de rodillas presa de un ataque de nervios. El Mortífago abrió sus brazos, Ingrid cayó pesadamente al suelo. En el piso comenzó a retorcerse.
-¡¡Déjenla por favor!! ¡¡DÉJENLA!!
-¡¡dame la esfera!!- gritó Voldemort.- ¡¡Dámela!!
Ingrid chilló más fuerte, se notaba que el hechizo había aumentado.
-¡¡¡INGRID!!!- Lily se paró con dificultad.- ¡¡Déjenla!! ¡¡Por favor!!
-¡¡¡NO SEAS TONTA LILY!!!- Ale parecía desperada.
-¡¡¡Ingrid!!!
-¿Por qué no puedo usar mi poder?- preguntó Elinor que intentaba producir una ilusión.
-Estamos usando el poder para mantener los dijes en su lugar, no podemos hacer nada.- Ale parecía apunto de un colapso.-¡¡¡LILY!!!
La pelirroja se tambaleó.
-¡Hay que hacer algo!- les gritó Alessandra a sus compañeros.
-No podemos.- respondió Peter.- Ya no, todo está perdido, Lily no la dejará morir.
-Pero no le va a dar la esfera.- declaró Marina.- ¿o si?
-¡¡¡LILY!!!- gritó Ale.- ¡¡Haz lo que viniste a hacer!!
Lily estaba de pie. Para horror de todos, la esfera comenzó a crecer cada vez más. Se llenaba de pústulas que explotaban. La cúpula empezaba a caerse a pedazos.
James fue el primero en soltarse. En cuanto se alejó del pedestal su cadena explotó.
Corrió hasta Voldemort y sacando la espada lo golpeó.
-¡Potter!
-Él mismo.- dijo el chico.
-Lárgate o terminarás como tus padres.
-¡Yo no terminaré como ellos! ¡Los vengaré ahora mismo!- Una ráfaga de poder salió de la espada y golpeó a Voldemort. Éste tenía un escudo y sólo se movió un poco.
Pronto todos los heraldos se zafaron de aquella opresión. Ale fue la última en levantarse y su colgante fue el último en explotar. La cúpula comenzaba a romperse. Pedazos de piedra caían alrededor de todos. La esfera crecía y crecía.
Un estallido surgió del pedestal. Los pedazos de cristal salieron volando. Algunos de ellos golpearon la pierna de Marina que cayó al suelo. Peter la tomó en brazos mientras corría hacia Lily.
El colgante salió disparado y se quedó suspendido cerca de la esfera brillando con más intensidad que ésta.
Sirius llevaba a Narcisa en sus brazos. Todos estaban intentado acercarse a la pelirroja, que lloriqueaba en el suelo, pero no podía. Usaban sus poderes tratando de crear una barrera. El suelo comenzó a desaparecer.
Ale se acercó a Lily.
-¡¡Si no la mata él, seré yo quién la maté!!- chilló.
-¡¡NO!!- un rayo salió de la esfera y golpeó el lugar donde había estado Ale antes de saltar.
La espada de James comenzó a desaparecer.
-¡¡La esfera se lleva el poder de todos!!- gritó Voldemort- ¡¡Estás perdido!!
-¡¡No sólo sé usar una espada!!- gritó el chico. Con un movimiento lanzó el arma al aire donde explotó y sacó su varita.- Soy un mago.
Un rayo naranja salió de la varita de Potter y golpeó el escudo de Voldemort.
-¡¡Te mataré!!
Pero con agilidad James pasó de ciervo a humano alejándose del rayo esmeralda.
-¡¡Un animago!!- Voldemort escupió esas palabras como si se tratará de maldiciones.
De pronto la capilla cayó al suelo dejando ver la roca brillante y pura que había en el túnel.
Lily lanzó un grito cuando una piedra se precipitó sobre Ingrid. Con un estallido la roca se hizo añicos.
-¡¡¡DÁME LA ESFERA EVANS!!!- gritó Voldemort mientras esquivaba una rayo de James.- ¡¡MATARÉ A TU NOVIO TAMBIÉN!!
-¡¡NO!!- el grito desesperado de Lily hizo que la esfera comenzara a girar.
Isabel mientras tanto se levantó.
-¡¡Chico!!- gritó- ¡¡Desoriéntalo!!
James hizo lo que aquella mujer pedía.
Cuando un rayo púrpura golpeó Voldemort, éste comenzó a reír. Isabel aprovechó el momento. Se lanzó sobre él haciéndolo caer, comenzaron a luchar; ella tratando de quitarle la varita, él intentado dejar de reír y conservar su varita.
Con un grito de parte de la mujer se precipitaron sobre un abismo. En el último giro quedaron junto al borde, ella enzima de él.
-Esto es todo.- dijo y con un movimiento apresando a Voldemort con lo último de su fuerza se dejó caer en el abismo. Y así desaparecieron los dos.
James se acercó corrido a Lily. La barrera se rompió en ese momento.
-¡¡La esfera va a explotar!!- chilló Alicia.
-¡Mantén la calma Alice!- dijo Sirius.
Todos vieron como Lily se levantaba. Un grito agudo salió de los labios de la pelirroja y al siguiente instante la esfera explotó.
Con una luz blanca, que les hizo cerrar los ojos, todos cayeron al suelo, por la fuerza expansiva.
James se acercó gateando hasta la pelirroja. A su alrededor por obra de Lily los heraldos comenzaban a desaparecer. Remus tenía en sus brazos a Ingrid. La había tomado después de que Ale había intentado atacarla. El remolino blanco destruía aquella obra de arte que los rodeaba y la sumía en oscuridad.
James estiró su brazo y con las puntas de sus dedos tocó la muñeca de Lily. No podía desaparecer, tenía que desmayarse para eso, como antes. Siempre se desmayaban antes de que la pelirroja los transportara. El suelo bajo su novia se rompió y ella se precipitó hacia el abismo. En el último segundo James la tomó de la muñeca, pero después el suelo bajo él también se rompió y cayó junto a ella hacia la oscuridad.
-Lily.- murmuró luchando contra el desmayo. Tomó con fuerza la muñeca de la joven, ambos se precipitaban hacia la oscuridad. La abrazo por la cintura. La chica abrió sus ojos y miró a James tristemente.
-Es mi culpa.- murmuró la pelirroja.- Fallamos por mi culpa.- La explosión quedaba arriba y ellos caían en la oscuridad-
-No es tú culpa.- dijo James.
-Sí lo es.- dijo mientras cerraba sus ojos
-¡¡Lily reacciona!!
-Es muy tarde, estoy tan cansada, nos hundiremos en esta oscuridad. Me duele tanto…
-No será así, vamos a lograrlo. Vamos a lograrlos… juntos.- La miró, si al final debían perderse había algo que quería hacer. Se acercó a la chica la besó. Lily respondió el beso. Ninguno de los dos quería romper ese contacto desperado. Pero acabó.
La pelirroja estiró el brazo y tomó algo en el aire. James vio que era le colgante de los heraldos que brillaba.
-Es mi culpa.- dijo antes de apretarlo.- Es mi culpa.
James intentó luchar contra el desmayo, pero en ese mismo momento cayó en la inconciencia.
Lily sintió la sacudida, al igual que su caída en el pasto. Sabía que estaba en los terrenos de la escuela.
-Fallamos.- murmuró.- Por mi culpa.- apretó la mano de James con fuerza
Luego se desvaneció. La presión de su mano disminuyó y el colgante quedo en el suelo. Una lluvia comenzó a caer sobre ellos. Por unos momentos aquel dije brilló, luego se apagó y todo quedó en oscuridad.
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N/a:
Bueno hay está le chap. ¿Qué les pareció? Como ven no cumplieron su misión, los poderes han desaparecido y los heraldos han fallado. ¿Se lo esperaban?
¿Creen que Lily decidió bien o debió dejar que matarán a Ingrid? ¿Qué les pareció Débora? ¿Y la batalla? ¿El túnel? ¿Les gustó?
Bueno como siempre gracias por leer.
El próximo chap es el último y se llama: "El expreso del olvido" Cierro, por fin, todas las cosas que necesitó y es hora de que nuestros personajes se vayan de Hogwarts. ¿Qué pasará ahora en el mundo mágico?
Bueno así que las veré probablemente el fin de semana que va del 20 de agosto al 23… espero ya tener para entonces el chap.
Gracias
Syringen
A.L.C.S
