En el capítulo anterior:

De pronto escuchó una vos que la llamaba, al principio Kaoru no hizo caso pero siguieron insistiendo. Kaoru vió que era Yahiko quien la llamaba. Kenshin sabía que de un momento a otro, Kaoru se marcharía, temía no volver a verla nunca más y deseó que el tiempo se detuviera en ese instante bajo esos árboles.antes de que él se marchara, antes de que Kaoru creciera, se marchara y su vida cambiara para siempre.

Capítulo 2

El reencuentro



¡¡¡KAORUUUU!! Varias voces la llamaban al unísono, ella contestó que iba enseguida.

- Volverás algún día ¿verdad?

Ella tampoco quería separarse de él, ya que era distinto, y además le hablaba como si no fuera una niña.

- Me gustaría volver Kaoru, vendré a ver a Kosuke *y a ti* le hubiera gustado añadir, pero ella hubiera pensado que estaba loco, y no quería asustarla, talvez era el sake, su estado de ánimo, el ambiente de la fiesta, pero no, Kenshin sabía que era algo más que eso.

Después de eso Kaoru se alejó hacia donde estaba su madre. Kenshin quiso hablar después con ella, pero estaba muy ocupada sirviendo a los demás invitados. Era hora de que él se marchara, ya se iba hacia el puerto de Osaka y partir hacia América talvez, nunca la volvería a ver.. Kenshin hizo un gesto con la mano de que se iba y Kaoru lo miró como si quisiera decirle algo. Kenshin subió a su precioso automóvil negro y se alejo. Kaoru entró al dojo pensando en el apuesto capitán Kenshin Himura.

Al finalizar la fiesta Ayame y Kosuke habían partido hacía Kyoto a su luna de miel. Kaoru se preguntó si algún día ella sería como ellos, casada con algún chico de por allí, a los que tanto aborrecía, talvez con algún amigo de Yahiko, pero le parecía algo demasiado aburrido, sin ninguna emoción, viviría en el dojo y tendría hijos.

Ya era medianoche cuando terminaron de arreglar todo, Kaoru les dio las buenas noches a sus padres.

- Algún día te tocará a ti.., como a Ayame, le dijo su padre con dulzura

Kaoru se encogió de hombros con diferencia mientras que Yahiko se reía al pasar de su lado de camino a su dormitorio.

- Jaja ¿Qué la fea se case? Eso tendré que verlo.

Kaoru ya no le prestaba atención a esa clase de comentarios que hacía Yahiko, estaba cansada de siempre estar discutiendo con él. Su padre mejor prefirió aligerar un poco el tenso ambiente que se había formado.

- ¿Te apetece dar un paseo por los arrozales mañana? Hay trabajo que hacer y tal vez puedas ayudarme

- Me encantaría, papá.

Él la miró con orgullo y agregó, - Y ahora duerme un poco, te despertaré a las cinco.

Era la primera vez que dormía sola en su habitación, Ayame se había ido.. Y era una sensación un tanto extraña así que, se acostó en su futon y pensó en el guapo capitán Kenshin Himura, preguntándose si lo volvería a ver algún día.

Por su parte Kenshin estaba acostado en su camarote pensando en la niña que había conocido en el Dojo Kamiya.

El primer hijo de Ayame y Kosuke nació 10 meses después de la boda. Era un niño muy sano y era la luz en la vida de los dos, ya que había sido un año difícil para ellos a causa de las lluvias y la mala cosecha de arroz, ese mismo año Hishiro Kamiya había contraído pulmonía, Kaoru estaba muy triste ya que su padre no mejoraba.

Ya no daban esos paseos en los arrozales como solían hacerlo, pero Hishiro siempre tratada de disimular lo mal que se sentía para no preocupar a Kaoru, ella sabía perfectamente como estaba su padre y lo cansado que se sentía y rara vez se despegaba de su padre, solo asistía a la escuela e inmediatamente regresaba al Dojo para cuidarlo.

Los meses pasaron y Kaoru iba a visitar con mucha frecuencia a Sarah, en esos meses se habían convertido en grandes amigas. Ella seguía tan marginada como siempre pero era feliz contando con la compañía de Kaoru. Las dos se tenían plena confianza, incluso Kaoru le había confesado sus sueños de ser una actriz famosa. Ella sabía que lograría ese sueño aunque Kaoru lo viera tan lejano.

Al día siguiente Kaoru fue a visitarlos, como de costumbre, cada vez se le hacía más difícil permanecer en el Dojo, con su madre todo el día regañándola y las bromas de Yahiko. El ir a ver a sus queridos amigos la tranquilizaba un poco.

Encontró a Sarah en la cocina, preparando la deliciosa cena. En un año su japonés había mejorado considerablemente estudiaba mucho en las tardes procurando pronunciar perfectamente cada palabra.

- ¿Y cómo está tu padre? Preguntó Sarah amablemente

- Ya está mejorando, aunque no puede trabajar como lo hacía antes.

Se formó un silencio un tanto incómodo y para romper eso Soujiro preguntó - ¿Quieres cenar con nosotros?

- Sí muchas gracias, por que me muero de hambre jeje.

Los tres empezaron a cenar cuando Kaoru comentó.

- Fui a ver al niño de Ayame y está precioso.

En ese momento Soujiro y su mujer intercambiaron una mirada un poco extraña

- Vamos hay que decírselo querida.

Kaoru no entendía nada de lo que pasaba.

Sarah tímidamente le dijo a Kaoru

- Pues vamos a tener un bebé, Kaoru

Ella no lo podía creer, quedó boquiabierta, y sintió como los ojos se le llenaron de lágrimas.

- ¡Que maravilla!, ¡¿Cuándo será!? Exclamó con gran emoción

- Será en Marzo, dijo Soujiro con gran orgullo, ¿Parece una eternidad verdad?

A Kaoru claro que le pareció una eternidad, al igual que la espera del hijo de Ayame, recordó como su hermana se quejaba noche y día, ella ya estaba harta al igual que Yahiko. Kosuke salía con sus amigos para distraerse un rato. Solo Miyako, su madre, la entendía. Ambas estaban más unidas que nunca, a Kaoru le daba igual, se la pasaba muy bien con su padre y sus visitas a Sarah.

El embarazo de Sarah no estaba siendo muy fácil, ya que muchos doctores se negaron a atenderla, Soujiro ya estaba desesperado hasta que el Doctor Gensai acepto gustoso, entendía lo difícil que era vivir en un país extranjero, donde odiaban el color de su cabello, de sus ojos y principalmente haber nacido en los Estados Unidos.

- Tendrás un niño muy sano en Marzo, Soujiro, le comentó el Doctor. Soujiro miró con una gran sonrisa a su querida esposa, la admiraba profundamente, era una mujer muy valiente, nunca se quejaba, pero él sabía perfectamente que no se encontraba bien.

Ese mes Ayame y Kosuke celebraron el primer año de su hijo, y prepararon una comida en el Dojo Kamiya, de nuevo todo parecía ser felicidad, y se escuchaban las risas en el dojo. Mientras los demás hablaban en la fiesta, Kaoru se fue a sentar a su árbol de siempre, se mostraba más solitaria y más retraída que nunca, cuando escuchó a un automóvil acercarse vió que era Kenshin Himura, lo habría reconocido en cualquier parte, aunque no lo había visto en todo un año, no lo había podido olvidar, y debes en cuando le preguntaba a Soujiro si no tenía noticias de él. Kaoru lo miró en silencio, mientras Kenshin estrechaba la mano de su padre, y se reunía con Soujiro y Sarah. Estaba tan apuesto como antes, o talvez más.

Kenshin miró a su alrededor con la esperanza de ver a Kaoru, cuando la vió sentada debajo del árbol de cerezos, donde se habían conocido un año antes.

Kaoru sentía como su corazón latía cada vez más fuerte mientas Kenshin se acercaba lentamente a ella.

- Hola Kaoru, ¿Cómo estás? Preguntó Kenshin mientas se metía sus temblorosas manos en los bolsillos.

Tratando de mantenerse en calma y disimular el nerviosismo que sentía, lo cual no era fácil, le miró en silencio y respondió:

- Bien, gracias Aparentando indiferencia

Deseaba preguntarle porqué no había regresado antes, pero no se atrevía. Veía con fascinación su traje tan impecable como el año anterior, su largo cabello rojo peinado a la perfección y sus hermosos ojos violeta que parecían hipnotizarla. Kenshin por su parte no había podido olvidarla, era mucho más hermosa de lo que la recordaba.

- ¿Qué tal los estudios? Preguntó Kaoru intrigada

- Acabo de terminar lo exámenes finales. Dijo Kenshin observando su hermoso cabello negro que se agitaba con el viento. - ¿Y que me cuentas, cómo han estado todos?

- Pasado mañana cumplo 16 años, contestó Kaoru

Kenshin ya no podía más con esto, le parecía totalmente irreal enamorarse de una niña de 16 años. Aunque a quién intentaba engañar, él estaba ahí no solo para ver a Soujiro y a Sarah sino ver a Kaoru antes de que dejara Japón, él no quería que fuera para siempre, pero sí viviría lejos de ahí por un buen tiempo.

- Y ¿organizarás una fiesta de cumpleaños?

- No.. dijo Kaoru sacudiendo tristemente la cabeza. Ella no quería explicarle la razón, ya que apenas y tenía amigas. -Mi padre me dijo que tal vez me lleve de viaje el mes que viene, a un lugar llamado San Francisco.

Kenshin sintió una gran felicidad al saber que iría a América, ya que recordaba con claridad que ella ansiaba ir.

En ese momento quiso preguntarle si iba a estar ahí, pero no se atrevió. Como si hubiera leído sus pensamientos Kenshin dijo con una sonrisa.

- Iré a Nueva York dentro de unos días, me ofrecieron un gran empleo en un bufete de Wall Street, dicen que es importante.

Quería causarle una buena impresión, pero no era necesario ya que Kaoru estaba totalmente impresionada con él desde hacía un año.

- ¿Y estás nervioso? Preguntó Kaoru mirándolo fijamente con su ojos azules

- Pues si..un poco, creo que también algo asustado. Y no le importó reconocerlo, ya que le tenía plena confianza a Kaoru. - Es un buen trabajo y no quiero decepcionar a Hiko.

- ¿Volverás a Japón? Preguntó Kaoru con cierta tristeza.

- Claro que sí, pero tardaré algún tiempo.

Kenshin se lamentó por un momento el haber ido al dojo, habría sido mucho más fácil partir y no volver a verla, pero sabía que no podía. Pero por otro lado él partiría a un país lejano, y talvez no la volvería a ver nunca.

- Sarah tendrá un bebé en primavera, dijo Kaoru tratando de romper el silencio que se había formado.

- Me alegro mucho por ellos, dijo y pensando que talvez ese sería el destino de Kaoru casarse y tener hijos. *Talvez un día regrese, la encuentre casada y con hijos*

- Será una madre maravillosa, agregó, - Puede que algún día vayas a Nueva York, dijo como para darse ánimos. Aunque ambos sabían que esto era muy improbable.

- Mi padre estuvo allí una vez y me contó varias cosas, aunque preferiría ir a Hollywood.

- ¿Y a quién te gustaría conocer en Hollywood?

Kaoru reflexionó sobre su pregunta y contestó con una gran sonrisa.

- A Clark Gable y a Gary Cooper

- Me parece bastante razonable. ¿Y que harías en Hollywood?

Kaoru sintió una gran alegría al saber que le interesaba saber sobre su sueño y no lo tomaba con burla como la mayoría de la gente.

- Pues me gustaría actuar en una película o cantar.

- Puede que algún día lo logres.

Kaoru tenía una pregunta importante en mente, hasta que por fin tuvo el valor y decidió hacerla.

- ¿Porqué has venido hoy?

Kenshin sabía que había muchas respuestas, para ver a Soujiro y a Sarah, para ver a Kosuke y a su hijo por supuesto, pero solo había una verdadera, y era verla a ella.

- Pues quería ver a Kosuke y a su hijo, y quería verte a ti., dijo en un tono casi imperceptible.

Kaoru lo llegó a escuchar y se quedó sorprendida *¿Para verme? No lo podía creer, el Capitán Kenshin Himura había querido verla, pero en parte era lo que quería saber, lo que quería escuchar, esa palabras la llenaban de alegría, pero también la asustaban un poco..*

No pudo disimular su asombro y lo miró con ojos llenos de sorpresa. Kenshin se dio cuenta de esto inmediatamente y no supo que hacer. * OH no, diablos que hice, ahora va a pensar que sí estoy loco*

En ese momento se acercó Hishiro Kamiya, y Kenshin se lo agradeció a todos los dioses del mundo. Hishiro Kamiya llevaba un buen rato observándoles, y aquel joven era perfecto para Kaoru, aunque solo estuviera por ahí solo de pasada, por desgracia era mucho mayor que su hija. Y se lamentó de que no hubiera más jóvenes como él en Tokio.

- Los veo con caras muy serias, ¿están resolviendo los problemas del mundo?

- Padre..!!

- Tranquila Kaoru, vengo a avisarte que lo invitados quieren oírte cantar ¿estás de acuerdo?

- Pero hay demasiada gente y.. Pero al ver los ojos suplicantes de su padre, no pudo negarse.

Entonces se dispuso a cantar frente a los invitados, todos quedaron sorprendidos con su linda voz. Al finalizar todos aplaudieron animadamente. Kenshin quiso volver a hablar con ella, pero Kaoru se fue con su padre y no la volvió a ver hasta el momento de su partida. Estrechó la mano de Hishiro y junto a él se encontraba Kaoru.

- No me habías dicho que cantabas tan bien, tal vez consigas llegar a Hollywood.

- No lo creo, dijo soltando una carcajada

A cada minuto que pasaba se le hacía más difícil dejar lo que era su hogar, había estado separado de él mucho tiempo a causa de la guerra y ahora tenía que dejarlo de nuevo.

- Cuídate mucho, Kaoru

- Sí lo haré, tu también.

Sabía que Kenshin iría a Nueva York y que no lo vería en un largo tiempo. Sin decir más Kenshin se subió a su auto negro y se alejó del Dojo.

Durante el camino de regreso antes de llegar al puerto de Osaka, Kenshin se apartó del camino, necesitaba pensar, recuperarse y recordar. Había tenido el recuerdo constante de Kaoru durante un año, sabría que iba a ser casi imposible olvidarla.

Claro que pensarlo era una locura era una solo una niña de 16 años, casi no sabía nada de ella, Kaoru tampoco sabía nada de él, que clase de vida llevaba. Y aunque lo supiera nunca le entendería. ¿Qué sabía ella de Wall Street y Nueva York?, y de las responsabilidades que él tenía, Hiko esperaba mucho de él. Al igual que ella, él tenía sus sueños y ahora era tiempo de que viviera su propia vida. ¿Qué sabía Kaoru de todo aquello? Definitivamente tenía que olvidarla. Sonrió y pensó que era un necio. Le esperaba un mundo totalmente diferente y era tiempo de partir. Vió a lo lejos los majestuosos campos de arroz mientras murmuraba.

- Adiós Kaoru..

Continuará...



Bien aquí está el segundo capítulo sé que es un poco corto, pero ya va a empezar la acción en el siguiente wajaja Espero que les haya gustado ^^ Y porfa manden sus reviews para saber que es lo que opinan si si si??'

También muchas gracias por sus comentarios ^^ me mantienen inspirada

Fuusina ^.~