En el capítulo anterior

Kenshin se sentía un poco solo en la enorme casa del lago, así que decidió dar un paseo por las calles, era una hermosa noche y no quería desperdiciarla. Se encontraba caminando placidamente por las calles cuando, se encontró en la calle donde estaba la casa de huéspedes, por un momento pensó en desviar su camino, pero decidió continuar, se conformaba por pasar delante de la casa de huéspedes. El lugar en donde se habían hecho tantas promesas, pensaba que a esa hora estaría trabajando. Cuando de pronto observó a Kaoru, y contuvo la respiración, por un instante no supo que hacer, pero se quedó hipnotizado observándola y en el momento una sonrisa apareció en su rostro.

Como si adivinara que alguien la observaba, Kaoru se dio la media vuelta y quedó paralizada de asombro. Su corazón latía rápidamente, y por un momento se perdió en sus hermosos ojos violeta.

- Kenshin.....

Capítulo 11

Una verdad es revelada

Kaoru no podía articular palabra, enderezó la espalda y pronto su mirada cambió, sus ojos se volvieron fríos lo miró un momento y se dispuso a entrar a la casa de huéspedes lo más pronto posible. Pero Kenshin logró alcanzar los peldaños de la entrada antes que ella. *No Kaoru esta vez no te dejaré ir*

- ¡¡Kaoru espera....!! No sabía ni que podía decirle, pero era demasiado tarde estaba frente a ella y tenía que hablarle, no podía dejarla ir otra vez. Y sujetándola por el brazo la detuvo.

- Kenshin, no.... Cuando la joven se volvió a mirarle, él comprendió el error que había cometido al dejarla.

- Kaoru, por favor.... dijo él en un tono suplicante. La chica tenía la vista fija en el suelo, no podía mirarle a la cara, sabía que si lo hacía no podría escapar jamás. Kenshin no sabía que decirle, así que siguiendo sus impulsos la atrajo en sus brazos en silencio, la abrazó con todas sus fuerzas, era como si su vida dependiera de ello. Por su parte Kaoru no opuso resistencia. Y comprendió que había sido un necio al escuchar las razones de Tomoe y Saitou. Se equivocó al casarse. Ahora solo quería a Kaoru, la del cabello sedoso y negro con sus ojos azul profundo que le cortaban la respiración.

- ¿Qué haremos Kenshin? Dijo la muchacha entre sollozos, rompiendo el silencio.

- No lo sé Kaoru....disfrutar este momento y olvidarnos de todo mientras nos sea posible.... dijo, abrazándola con más fuerza.

- ¿Por qué has venido? La chica no solo se refería a San Francisco, también a la casa de huéspedes.

- Porque necesitaba verte, ver el lugar en donde nos despedimos la última vez.

De pronto la chica se alejó bruscamente del apuesto soldado mirándole con enojo.

- Y ahora ¿qué?, ahora estás casado. ¿Dónde está ella? preguntó Kaoru firmemente dándole la espalda, no quería que la viera llorar nuevamente, ya no quería volver a hacerlo nunca más.

- Está en casa de sus padres en Nueva York, Kaoru....me envían a Corea dentro de unos días....

Al escuchar esto la joven sintió como si algo hubiera atravesado su corazón, sabía lo que esto significaba, tal vez Kenshin no regresaría. El joven continuó hablando sobre Corea y había una profunda angustia en su voz.

- En parte me siento aliviado y aunque muchos no lo crean estoy feliz de ir, me dieron un poco de tiempo libre y cuando me di cuenta estaba frente a tu casa.....

- ¡Ya basta Kenshin!, Interrumpió Kaoru con los ojos encendidos de furia - ¿Y yo qué? ¡Ahora tu vienes, mueves mi mundo y la poca estabilidad que había logrado en mi vida! ¡¿Qué pretendes, jugar conmigo cuándo estés de permiso?! ¿Cuándo tengas una semana libre, y puedas escaparte? No soy esa clase de mujer, ni lo pienses. ¿Me has entendido?

Kenshin la miró sorprendido y aunque quisiera no pudo negar sus palabras, por fin ella había dicho la cruel y dura verdad que aunque los dos la negaran estaba ahí recordándoles su realidad.

- Te has preguntado.... ¿qué será de mí si tú te vas? ¿Qué va a ser de mi vida Kenshin?, No lo has hecho ¿cierto?, solo piensas en ti y en tu egoísmo olvidaste que yo también he sufrido, te necesité tantas veces y no estuviste ahí.....

Él la miró con más asombro aún, ¿qué quería decir con eso? E inmediatamente recordó la plática que tuvo con ella en el restaurante la primera vez que la vio, su padre había muerto e indudablemente le había traído mucha soledad.

- Vete.... vuelve junto a ella. Lo harás de todos modos, tal como la hiciste la última vez, dijo la chica amargamente.

Y en ese momento la desesperación lo invadió, sentía como la culpa lo ataba, Quería prometerle que no regresaría junto a Tomoe, quería quedarse con Kaoru para siempre.

- Escúchame Kaoru, no puedo prometerte nada. Ahora mismo no puedo ofrecerte más que lo que soy. Puede que no sea mucho, pero es lo único que tengo, eso y el amor que siento por ti.

- ¿Y eso que significa?, pregunto ella con los ojos llorosos - Yo también te quiero pero.... ¿adonde nos llevara esto después de 6 meses?

- De momento..... y diciendo esto Kenshin esbozó una triste sonrisa, no quería lastimarla, ya no quería herirla más, tal ves hubiera sido mejor no verla pero no pudo evitarlo así que tomó su hermoso rostro en sus manos y le dijo suavemente.

- De momento....recibirás cartas de Corea todos los días, es todo lo que puedo prometerte....

Ella apartó el rostro para no tener que verlo a la cara - Ojalá tuviera el valor de decirte que te fueras para siempre, pero no puedo....

- Lo haré si me lo pides, dijo él interrumpiéndola, - Haré lo que tu me pidas, y me pasaré el resto de mi vida pensando en ti.

La amaba demasiado y haría cualquier cosa por ella, era la clase de amor que alguna vez le comentó a Tomoe que anhelaba, la clase de amor que jamás tendría con ella.

- Dime ¿qué es lo que quieres Kaoru?, le dijo suavemente acariciando su mejilla con sus largos dedos.

Ella dio un breve suspiro y lo miró directamente a los ojos.

- No, no es eso lo que quiero, tal vez.... sólo tenemos derecho a esto, a unos cuántos días a unos momentos robados....

- Puede que algún día haya algo más, pero no puedo prometerte nada, no sé que es lo que pasará, iré a la guerra y....

Pero la chica no lo dejó terminar de hablar. - Kenshin, Yumi nos está viendo por la ventana, no le gusta que haya extraños en la casa de huéspedes. Kaoru se sentía como una niña pequeña que estaba haciendo una travesura y había desobedecido a su padre, por alguna extraña razón empezó a reír, no sabía porque lo hacía pero de pronto le pareció que la situación lo ameritaba. Kenshin estaba sorprendido al principio solo la miró extrañado, pero comenzó a reír también, tal ves estaba demasiado tenso y nervioso por ir a la guerra. Los dos sintieron un gran alivio, hacía tiempo que no sonreían y ahora por irónico que pareciera no podían contener su risa.

- Será mejor que entre a la casa Kenshin, Yumi no estará muy feliz si despertamos a los demás huéspedes, dijo entre risas.

- Kaoru crees... que.... bueno quiero decir, el hotel donde me hospedo no está muy lejos y yo... quiero estar el mayor tiempo posible contigo, no sé cuanto tiempo voy a estar en combate así que... De pronto Kenshin se sintió como un adolescente nervioso, no sabía como decirle que quería invitarla a cenar, la comida del hotel es excelente y....

- Claro que quiero cenar contigo Kenshin, le dijo mirándolo con ternura.

Las horas parecieron si acaso unos cuantos segundos, era increíble como el tiempo volaba cuando estaban juntos, era como si el mundo dejara de existir y solo fueran ellos dos en su pequeño mundo aislado de todo y todos, donde nada ni nadie podía decirles lo que debían de hacer o no.

- ¡Dios mío, Kenshin ya es muy tarde! Yumi se enfurecerá conmigo.

Tenía razón, su reloj de bolsillo lo confirmaba, lo que habían sido horas, parecieron si acaso escasos minutos, sabía que jamás podría olvidar aquella noche, en toda la cena no pudo dejar de ver sus hermosos ojos que brillaban con la luz de las velas, seguían teniendo ese brillo especial que lo cautivó desde el primer momento en que la vio.

- Kaoru creo que ya es algo tarde para regresar a la casa de huéspedes, escucha mi habitación es muy grande puedes quedarte ahí si quieres.

Al escuchar esto la joven no pudo evitar ruborizarse al instante y lo miró con los ojos llenos de asombró y confusión.

- Kenshin....no....

El joven no pudo evitar reír de nuevo - No muerdo te lo prometo, dijo guiñando un ojo. - No te preocupes te doy mi palabra de caballero y diciendo esto levantó una mano en el aire y la otra la colocó en su pecho.

La habitación era muy amplia y estaba decorada con un exquisito gusto, la iluminación tenue de la pequeña lámpara encendida le daba un toque muy acogedor, en pocas palabras era perfecta, aunque un tanto desordenada, había papeles por toda la habitación, fotografías de lo que Kaoru asumió que era Corea y unos cuantos planos sobre la cama. Kenshin comenzó a tomar los planos y las fotografías, estaba realmente apenado de aquel desorden y deseaba desaparecerlo cuanto antes.

- Lo siento, como puedes observar no esperaba visitas, dijo nerviosamente mientras trataba de ocultar todos los documentos bajo la cama.

La chica solo se limitó a sonreírle tiernamente, notó que la habitación tenía una hermosa vista de la ciudad estaba segura que Kenshin jamás lo había notado así que se dirigió a la ventana y observó su reflejo en la ventana, sus ojos estaban brillantes llenos de alegría y sonrió nuevamente.

- Kaoru....¿te encuentras bien? No has hablado desde que subimos a la habitación.

- Kenshin....la vista es hermosa ¿cierto? Nunca había notado que la ciudad de noche fuera tan hermosa.....

- Tienes razón....jamás la había observado hasta hoy, añadió recargando la palma de su mano al frío cristal y se quedó un momento pensativo, había algo que quería preguntarle desde que estuvieron frente a la casa de huéspedes, así que cerró los ojos y decidió armarse de valor y preguntarle.

Cuando se dio la vuelta para mirarla, ella estaba sentada en la cama mirándolo como una dulce chiquilla, era curioso como a ratos parecía una niña inocente y otros una mujer adorable. Inmediatamente se sentó a su lado y acarició su sedoso cabello. De pronto notó que una lágrima recorría la mejilla de la joven y se sintió sumamente preocupado.

- Kaoru.... ¿qué tienes? De pronto sintió una terrible punzada de remordimiento, tenía muy poco que ofrecerle y no era justo, ella merecía todo cuanto quisiera, eso y mucho más.

- Nada.... Pero la verdad era que el recuerdo de Kosuke la abrumó por un momento, creía haberlo olvidado, sepultando ese recuerdo en lo más profundo de su ser, pero había sido un acontecimiento que marcaría su vida para siempre. Por otra parte Kenshin no olvidaba la historia de la muerte de Yahiko, sospechaba que había algo más.

- ¿Algo más ocurrió cuando tu hermano murió....?

Ella solo asintió en silencio, secándose las lágrimas.

- Así que cuando me dijiste que me habías necesitado y no estuve, a eso te referías.... ¿quieres contármelo?

-No puedo.... y diciendo esto sacudió la cabeza como una niña avergonzada, - Es demasiado horrible....

- Por favor dime.... dijo él en un tono suplicante. - Sabes que odio verte llorar y no importa lo que haya sido, si no estuve esa vez, estoy aquí ahora, siempre estaré para ti.

Kaoru lo miró un rato en silencio, preguntándose que pensaría de ella si le decía que Kosuke había intentado abusar de ella, dio un suspiro y decidió decirle toda la verdad sabiendo que podía confiar en él. Kenshin no dijo ni una palabra mientras escuchaba la terrible historia poco a poco sus ojos se encendieron de rabia al escuchar todo lo que había sucedido aquel trágico día.

- Por favor perdóname, dijo él sumamente consternado. - De haber estado yo ahí, lo hubiera matado con mis propias manos, ¡cómo se atrevió ese infeliz a tocarte!, por favor perdóname Kaoru....no estuve ahí para ayudarte, dijo mientras golpeaba con su puño la delicada mesa de caoba que adornaba la habitación.

- No, no fue tu culpa.... yo me equivoqué, si tan solo no hubiera tomado la espada de papá esto no abría pasado, Yahiko seguiría vivo si tan solo no hubiera....si no...¡Oh Kenshin yo tuve la culpa de todo, yo lo maté! dijo sollozando desconsoladamente.

Inmediatamente corrió a su lado y la tomó con fuerza entre sus brazos tratando de consolarla y tomando su delicado rostro entre sus manos la miró fijamente. - Kaoru, amor mío, mírame, tú no tuviste la culpa ¿me oyes? Fue un accidente, la culpa fue de Kosuke y no tuya. El que disparó fue él y no tú, él intentó aprovecharse de ti y eso tampoco fue tu culpa.

Sentía una rabia incontrolable y de haberlo tenido frente a él en ese momento lo hubiera matado, de eso estaba seguro, pero tenía que estar con Kaoru en ese momento, y hacerla entender que no había tenido la culpa en lo absoluto.

- Quería matarlo, repetía la chica una y otra vez, ¡yo quería matarlo Kenshin...! Quería hacerle tanto daño como él me había hecho a mí. Eso no estuvo bien, y ¡Yahiko murió por ese motivo....!

- Kaoru tienes que prometerme que seguirás adelante, tienes que ver que todavía tienes un futuro y una vida que te va a ofrecer todo para que seas feliz. Tu no tienes la culpa de nada, ¿lo entiendes? Además cantas muy bien, tienes una voz extraordinaria, estoy seguro que ante ti se abrirá un gran futuro.

- ¿En verdad crees que tengo un gran futuro? Le parecía algo imposible, pero le gustaba imaginarlo.

- Por supuesto que sí, dale tiempo al tiempo acabas de empezar, pero llegará un día en que la gente haga grandes filas para poder verte y escucharte cantar.

Ella solo rió al escucharlo, pero tal vez algún día su sueño se haría realidad pero también tenía un sueño aún más profundo que era el de permanecer al lado de Kenshin. Todo lo demás e incluso sus sueños de ser actriz palidecía a comparación de lo que sentía por él. Si tan solo supiera que su recuerdo la había mantenido viva durante todos esos ratos de angustia.

- Ahora necesitas dormir, no has descansado y mañana tienes que verte hermosa para cantar.

La chica se veía hermosa durmiendo plácidamente con una gran sonrisa en su rostro, no había dormido tan profundamente desde que llegó a San Francisco, por su parte Kenshin estaba sentado en un acogedor sillón viéndola descansar, ya no tenía caso que intentara dormir, solo faltaban un par de horas para que se reportara en el cuartel, así que prefería velar el sueño de Kaoru.

Por la mañana salieron a desayunar y dieron un largo paseo. La chica le contaba del restaurante de Sano y de lo mucho que le gustaba cantar allí. Él solo la miraba sonriendo y pensó que la tímida niña que había conocido en el Dojo se había convertido en una mujer madura y segura. Le encantaba todo lo que le decía, no hablaba de política ni de las cuestiones sobre las que él y Tomoe solían discutir.

Más tarde cuando la dejó en el restaurante para que cantara, regresó al hotel para llamar a Tomoe, su mujer solo le contó lo mucho que se aburría y le preguntó en un tono quejumbroso cuando se iba a Corea.

- Todavía no tengo noticias, te llamaré cuando lo sepa.

Al día siguiente Kenshin supo que tenía que partir el 3 de septiembre, volarían primero a Tokio para cargar armamento y después partirían para Corea. Antes de marcharse quería pasar su última noche con Kaoru, así que Sano accedió en darle la noche libre ya ambos pasearon horas y horas tomados de la mano. Querían que aquella noche durara indefinidamente.

- No te arrepientes ¿verdad? Preguntó preocupado

- No, para nada. Te quiero demasiado como para arrepentirme de nada, pero te echaré mucho de menos. Cuídate, Kenshin, no permitas que te pase nada por favor, le dijo mirándole con angustia.

- No me ocurrirá nada, volveré antes de lo que te imaginas te lo prometo.

Pero ninguno de los dos sabía o que sucedería cuando regresara de Corea. Así que regresaron al hotel y Kaoru le ayudo a empacar sus cosas, no sabía cuando lo volvería a ver y eso le partía el corazón, habían transcurrido dos semanas y para ellos habían sido memorables.

- Te quiero.... dijo Kenshin, estrechándola en sus brazos, deseando con toda su alma que recordara aquellas dos semanas en caso de que él no regresara jamás. -Te llamaré en cuanto llegue.

Esta vez ya no hubo promesas como la última vez, solo el recuerdo de lo que habían vivido aquellos días.

El avión despegó hacía Hawai, ya que hubo un cambio de planes a última hora fijo su vista en la ventanilla del avión y sólo pudo pensar en Kaoru, la mujer que había cambiado su vida.

En aquel preciso instante, la chica levantó los ojos al cielo, sabiendo que el hombre al que amaba se dirigía a la guerra, cerró los ojos y deseo con toda su alma que pronto regresara a su lado.

Continuará........

YUUUUUUUPIIIIIIIII otro capítulo terminado que alegríaaaaaaaaaa!!!!!!!^___________^ Gracias a todos por sus reviews, no había actualizado este año ahhh no muy muy mal, pero he vuelto wahahahahahaha, Creo que después de terminar este cap. Mi mente quedó atrofiada jajaja Bueno este cap es dedicado a todos los que les encanta KxK, así es un cap. Dedicado a ellos.^^

Gracias, aaaaaa: gaby (hyatt, Bunny Saito, mer, Selene silverymoon, Kirara26, KaOrA-FGV-16, justary, NaGa XD, Rika Asakura, Uru Yuy. GRAAAAACIAS POR SUS REVIEWS!!!!!!!!!

Y ya saben manden sus reviews, opiniones, comentarios TODO^_________^!!!!

Espero que les haya gustado este capítulo^^

Ahora sí sin nada más que agregar^^

Adieu!! Jiji

Fuusina ^.~