¡QUIÉN LO HUBIERA IMAGINADO!
7. Quidditch
Misami Aroku
Séptimo capítulo de mi historia... ¡Qué lindo! Y aún falta más. Sólo espero que no sea como uno de esos fics que tienen más de 10 capítulos y menos de 10 reviews (me bajaría la depre ;_;) Por eso, anímense a dejarme sus sugerencias, ideas, etc.
¡Ah! En el capítulo anterior, supimos que hay dos chicas interesadas en Ron: Hermione y Jamie. Por otra parte, Draco y el pelirrojo Gryffindor han estado comportándose de manera extraña. Apuesto a que ya adivinan por qué... pero ¡a que no saben quiénes entran a jugar también!
Harry Potter no es invención mía (buu...) Pero sí de J.K.Rowling, que ha hecho maravillas con su imaginación ^_^
Nota: En este capítulo hay mucho Quiddtch, así que si no te gusta, puedes saltarte las jugadas y ver cerca del final. Te autorizo, aunque te perderás la emoción del juego :P
Nota 2: May Potter, yo sabía que habrían muchas historias como ésta antes de que la escribiera, pero no había leído ninguna y me alegro de que me lo hayas hecho saber. Por eso, pido disculpas a A-Chan si es que se ha sentido ofendida (y a todas las escritoras que hayan hecho algo parecido antes que yo ^^U), y dejo en claro que no lo hice adrede :)
****
- Vaya, vaya, Potter... Veo que ha trabajado mucho - comentó Snape la clase siguiente, cuando revisó las tareas y encontró la de Jamie - Sólo espero que el día del examen sepa tanto como hoy - agregó, alejándose de su pupitre con una sonrisa desagradable.
Jamie no le respondió; en cambio, miró hacia la mesa en la cual estaba sentado Draco Malfoy, quien le había ayudado, indirectamente, a terminar con su trabajo. Sin embargo, el chico no le contestó la mirada. Luego de un suspiro, la muchacha volvió a prestarle atención al resto del mundo, aunque nada interesante había ocurrido. Ron aún estaba un poco resentido con Hermione y ella, pero al menos conversaba más que antes. Estaba dejando de ser cortante, aunque seguía manteniendo la distancia y la frialdad.
Y Malfoy había dejado de burlarse de ellos. Ahora se le podía ver, caminando por los patios de Hogwarts en el recreo, sin Crabbe ni Goyle a su lado, completamente solo.... Bueno, todo lo solo que se puede estar cuando tienes a un grupo de admiradoras rodeándote y admirándote. En otra ocasión, Malfoy habría estado más que orgulloso y halagado, sintiéndose superior a Potter y demostrándoselo. Pero no. Draco no le sonreía a su "fans club", no les hablaba y ni siquiera las miraba.
Jamie no pudo reprimir el impulso de mirarlo nuevamente, mientras que por dentro se gritaba "¿Por qué? ¿POR QUÉ?" Recorrió con sus ojos el perfil del rubio muchacho, su ceño fruncido, sus manos blancas, sus ojos penetrantes y grises, y un escalofrío le hizo temblar de pies a cabeza. Con un tremendo esfuerzo de voluntad, desconectó su mente de aquellos pensamientos tan raros y se concentró en los ingredientes de su poción.
- Jamie, estás pálida... ¿Te ocurre algo? - Era Hermione, que estaba a su lado. Algo más allá, Ron las miró de soslayo y siguió con la pócima.
- No, nada importante, Hermione, no te preocupes -
En realidad, sí le pasaba algo, pero no quería pensar en ello. Creía que, si lo ignoraba, aquello terminaría por desaparecer...
- ¿Es por el próximo partido de Quidditch? -
- ¿Partido de Quidditch? - La expresión de sorpresa de Potter era tan boba y divertida, que hasta Ron sonrió.
- Ah, no lo supiste porque estabas en la enfermería... Pues sí, hay un partido entre Gryffindor y... y... -
"¡Que no sea Slytherin, por favor!" pensó para sus adentros.
- Y Slytherin, Hermione - completó Ron - Así que debemos entrenar, Jamie. No podemos perder contra ellos... -
Esto no entraba en los planes de la jovencita. Por un lado, era una ventaja ser mujer, pues era delgada, más pequeña y más ágil... Pero, por otro lado, no estaba segura de si el cambio de sexo había influido en sus anteriores aptitudes o no. Hasta ahora, no. "Ya veremos en el campo de Quidditch"
****
Esa noche, en la Sala Común de Slytherin, existía un gran jolgorio debido a la cercanía de los partidos. Todos estaban alegres, ya que Potter sería una competidora menos peligrosa que antes, cuando era hombre. "A lo mejor ahora no sabe jugar", reían.
Draco no compartía la misma euforia que sus compañeros. Era una estupidez suponer que, por cambiar su forma física, cambiarían también sus capacidades. Si antes era bueno jugando, quizás ahora era mejor. Era una posibilidad, pero prefirió no mencionarla en voz alta, para no desanimar a sus compañeros.
Además, estaba Weasley. Siempre pensó que sería un contrincante que no presentaría mucha dificultad a la hora de enfrentarlo, pero se había equivocado. Era casi tan bueno como sus hermanos.
Malfoy recordaba la ocasión cuando se había unido al equipo de Slytherin. En ese entonces, era sólo un pequeño novato que se había ganado el puesto de Buscador sólo porque su padre le había comprado escobas nuevas a los integrantes. No era bueno, y nunca lo fue... Pero entrenó duramente, bajo la supervisión de su estricto padre y de un ex-jugador de Quidditch que aceptó hacerle clases. Aunque no logró ser mejor Buscador que Potter, sí destacó como Golpeador. Fue en quinto, cuando se estaba burlando de Harry mientras el equipo de Gryffindor practicaba en la cancha. Entonces, Fred Weasley perdió la paciencia y le lanzó una Bludger. Sin perder tiempo, Draco tomó el bate del Golpeador de Slytherin, que estaba cerca, y alcanzó a responder el golpe. La bola se dirigió directo hacia Potter y golpeó su escoba, haciéndole perder el equilibrio peligrosamente.
Aún seguía siendo Buscador unos días antes, hasta que un chico de primero, Bastian Alver, demostró una gran capacidad para ese puesto. Y Draco Malfoy había pasado a ser Golpeador oficial de Slytherin. "Ahora podría derribar a Harry de la escoba e impedirle tomar la Snitch, si no fuera por..." Le dio vergüenza y rabia reconocerlo, pero era la verdad: le daba pena y temor atacar a esa niña de pelo negro y ojos verdes. Se veía tan frágil...
Cerró los ojos y recordó su rostro, su mirada, el día en que se puso a llorar por algo...
- Draco, despierta... Draco... Te quedaste dormido. Todos han subido a sus habitaciones hace rato ya...- Era la voz de Pansy, quien supuestamente estaba frente a él y trataba de despertarlo sin tocarlo. Ya sabía lo temperamental que era el joven, y no quería saber qué le haría si le hacía perder la paciencia. Pero él - para bien o para mal - no la escuchó, perdido como estaba en medio de un profundo sueño.
Sin embargo, nada la preparó para lo que iba a ocurrir.
Pansy tenía su rostro muy cerca del de Draco, y a duras penas logró contener el deseo de darle un beso. Había estado vigilándolo todo ese rato, hasta que notó que sus ojos se cerraban... se abrían... se volvían a cerrar... Y cerrados quedaron. Entonces se acercó cuando ya no había nadie en la Sala Común, sin hacer ruido, y oyó la tranquila respiración del muchacho sentado en el sillón. Aspiró el perfume que emanaba de su piel y su pelo, y suspiró. Trató de acariciar sus cabellos revueltos, pero el joven gruñó y se removió en sueños, entreabriendo los labios... Sin dejar de mirarlo, Pansy le susurró que despertara...
Y Draco sonrió, con los ojos cerrados, la atrajo hacia sí y le dio un furioso beso en los labios. Ella no se atrevió a hacer nada, y aguantó la respiración todo lo que pudo. ¿Acaso él lo había hecho para sorprenderla? ¿O era un acto inconsciente? La chica temía que se trataba de esta última opción, y no tenía ganas de ver la expresión en el rostro de Malfoy si se le ocurría abrir los ojos. Con cuidado, se separó de él y se alejó del sillón, retrocediendo con cautela y premura para evitar ser vista. Ya se hallaba a salvo cuando el joven volvió a su posición original, sonriendo, siempre en sueños.
La joven lo observó, escondida. Luego se tocó los labios sonrientes, suavemente, y subió con prisa los escalones que la llevarían a su cuarto y a la seguridad de su cama.
Draco no supo jamás que aquello había pasado, y Pansy no quiso comentarlo con nadie: sería su secreto mejor guardado. Pero ninguno de los dos supo que la Sala no estaba totalmente vacía, y que lo que había sucedido sería eternamente desconocido para todos, excepto para una sola persona.
****
A la mañana siguiente, Jamie se levantó muy temprano, pues la noche anterior Ron le había dicho que habría entrenamiento y que no se podía dar el lujo de faltar.
- Debemos comprobar que sigues siendo el... la mejor Buscadora de Hogwarts, y eso no puede hacerse en medio de partido. Además, debo mostrarles el plan de juego que elaboré para esta vez -
Jamie se desperezó y se dirigió al baño. Aún estaba oscuro, debían ser cerca de las 5 y media de la madrugada, pero no le pareció tan terrible, pues antes Oliver Wood ya le había iniciado en el sacrificado trabajo de entrenar.
Una vez lista, salió a la cancha. Allá estaba esperándola Ron, que era el Capitán y Guardián del equipo; Ginny, que era Cazadora, junto con Dennis Creevey (quien, por suerte, no era tan fanático de Potter como su hermano mayor) y un muchacho de quinto, Linus; y, finalmente, Seamus Finnigan y Dean Thomas, Golpeadores. Tuvieron que practicar mucho (sobre todo, durante las vacaciones y tiempo libre en general) para llegar a ser un equipo unido y bueno, pero el esfuerzo no fue en vano: Ginny le perdió el miedo a las alturas y Dennis sorprendió a todos con unas atrevidas jugadas creadas por él mismo; Dean no tuvo problemas para batear bludgers, pues antes había practicado un poco de béisbol, al igual que Seamus. Éste era el primer año que se estrenaba la nueva formación, y todos deseaban salir bien parados.
En Jamie se cifraba gran parte del éxito del equipo, y todos lo sabían, incluso ella. Por eso, la preocupación y la esperanza casi pudieron palparse en el aire cuando todos los jugadores se saludaron.
- Bueno, ya que estamos todos reunidos, puedo comenzar a explicarles mi Táctica Ofensiva número 1 - anunció Ron, sacando su varita y dibujando en el aire unas rayas doradas... que pronto tomaron la forma de la cancha.
- OK... Primero, yo le pasaré la Quaffle a Ginny; Ginny, tú te acercas lo más posible al aro, y cuando parezca que vas a marcar, se la entregas a Dennis, quien va a estar detrás tuyo, como pueden ver en el "esquema". Seamus, Dean, ustedes ya saben: los mejores jugadores de Slytherin deben recibir una buena Bludger en la cabeza -
- ¡Cuenta con nosotros, Ron! - contestaron al unísono.
- Como Malfoy es el Buscador de Slytherin, no creo que tengas problemas con él, Jamie. Es bastante malo, lo único que busca es evitar que cojas la Snitch, no atraparla, así que tendrás que ver alguna táctica evasiva, ¿OK? -
- Sí, Ron - respondió con una sonrisa.
- ¡Bien! Creo que ya estamos listos. Ahora... ¡a volar! -
Todos corrieron a buscar su escoba y, luego de patear el suelo, se elevaron por los aires. Jamie hizo lo mismo, bajo la atenta mirada de Ron. Pateó el suelo y subió como un cohete. Un momento después, sintió a Ron volar cerca suyo.
- No quiero sacar la Snitch porque aún está oscuro y puede perderse, así que voy a lanzarte pelotas de ping-pong, piedras y cosas por el estilo. Vale, atenta... ¡Allá va! -
Una pelota blanca surcó el cielo, pero no por mucho tiempo: la joven Potter logró atraparla segundos después.
- ¡Perfecto! ¡Allá va la otra! - Esta vez lanzó la pelota hacia la dirección opuesta, pero eso no fue problema para la Buscadora.
Una bludger golpeada por Finnigan salió disparada hacia abajo, donde se hallaban los Cazadores. Dean Thomas no logró alcanzarla, y Creevey estaba en el camino de la pesada pelota...
- ¡CUIDADO DENNIS, BLUDGER! - gritó Seamus desde lo alto, pero el pequeño Cazador ya la había visto y la evitó con una maniobra tan extraña como buena, que sacó un montón de elogios. Cuando Ron le preguntó qué había hecho, el pequeño sonrió misteriosamente y se limitó a responder:
- Es la jugada de la Mosca...-
- Pues sería buena idea que la hicieras en el partido, como una distracción - comentó el Capitán.
Cuando el entrenamiento terminó, estaban todos cansados y transpirados, pero felices. Si jugaban así en el partido contra Slytherin, de seguro ganarían.
Mientras se dirigían a la Sala Común para lavarse y estar listos para el desayuno, el chico de cabellos rojos se acercó a Jamie y le dio unas palmadas en el hombro.
- Sigues siendo buena... o quizás mejor que antes. Te felicito - murmuró, dedicándole la primera sonrisa verdadera que la joven le había visto en todos esos días.
- Gracias, Ron - respondió ella, devolviéndole la sonrisa.
- No, Jamie, gracias a TÍ - Le acarició levemente la mejilla y se alejó, dejando a la muchacha atrás, clavada en el piso como una estatua, incapaz de hacer nada aparte de sonrojarse y preguntarse, una vez más, por qué tenía que ocurrirle todo eso a ELLA.
****
El día del partido llegó, y el equipo de Gryffindor estaba más nervioso que nunca. Tanto es así, que casi ninguno quiso probar bocado. Temían devolverlo una vez en la cancha.
Después de decir una "cábala", Ron se dirigió hacia sus compañeros:
- Bueno, ya saben lo que hay que hacer. Lo único que quiero decirles es: hagan lo mejor que puedan. Buena suerte, chicos -
Todos asintieron e, inspirando profundamente, salieron a la cancha.
El equipo de Slytherin estaba allí, esperándolos. Sus túnicas color verde oscuro y negro eran intimidantes, pero no más que las de Gryffindor. Alrededor de Hogwarts, todos gritaban y apoyaban a su casa y jugador preferidos.
- Dénse las manos - le dijo Madame Hooch a los Capitanes de equipo. Éstos obedecieron de mala gana. Luego Hooch soltó la Snitch, las Bludgers, la Quaffle e hizo sonar su silbato de plata. Todos los integrantes de ambos equipos se elevaron por los aires, en medio de los gritos de la multitud.
- ¡Y COMIENZA EL JUEGO! - gritó la voz amplificada de Colin Creevey, nuevo comentarista y sucesor de Lee Jordan, desde el estrado en el cual estaban los profesores. Potter meneó la cabeza y puso los ojos en blanco. Ese niñito le había hecho la vida imposible durante segundo año. Ojalá ahora estuviera un poco menos "fanático" - La Quaffle ha sido tomada rápidamente por Ginny Weasley, linda chica, quien vuela a toda velocidad hacia los postes del equipo contrario, pero... ¡oh, no! Zabini se la quita y se la pasa al Cazador Grey... -
Jamie subió hasta quedar muy por encima de todos los jugadores y se dedicó a buscar la Snitch. Sabía que era preferible esperar a que los chicos anotaran algunos goles para así tener más puntuación, pero debía atraparla lo más pronto posible si se corría el riesgo de que el Buscador del equipo contrario la veía primero.
"A ver, Malfoy, veamos si logras agarrar la Snitch antes que yo..." comenzó a pensar, cuando de pronto se fijó en un detalle: Draco no estaba volando cerca suyo. Jamie dio vueltas, por si encontraba la dorada pelota, y aprovechó de buscar también a Draco. Lo vio con un bate, dándole a una Bludger y enviándosela a Dennis, quien logró esquivarla en el último momento. "Qué extraño, yo juraba que Malfoy era Bus..."
- ¡Parece que el Buscador de Slytherin, Bastian Alver, ha visto la Snitch! ¡Vamos, Potter, que no te gane! - la Profesora McGonagall le lanza una significativa mirada a Colin, quien carraspea y trata de arreglarla como puede - Quiero decir, que no duermas en los laureles, pues este Alver parece muy rápido... -
La aparición de un niño pequeño en su campo visual la alertó. ¡Ese niño iba tras la Snitch! Sin perder tiempo, voló tras él, alcanzándolo, pasándolo... y de pronto, desapareció. Miró hacia todos lados, confundida, y se dio cuenta de que el pequeño mocoso la había engañado: llevaba un reloj en la muñeca izquierda, y había reflejado la luz del sol para alejarla del verdadero lugar en el cual estaba la Snitch... Era una trampa, claro, pero no podía hacer nada, salvo ir tras él y tratar de encontrar la pelotita dorada.
- ¡Falsa alarma! ¡Bueno, pero no importa!, hasta ahora las casas van empate a cero... Dennis con la Quaffle... pero... ¡Canastas, qué jugada fue ésa, señores! Esquiva una Bludger enviada por Slytherin y se acerca al Guardián del equipo contrario a una velocidad increíble... lanza... y ANOTA! ¡Gryffindor, 10, Slytherin, cero! -
Una Bludger pasó cerca de la joven Buscadora, pero Dean apareció oportunamente y se la lanzó a un chico de Slytherin.
- ¡No problem! - le gritó Thomas a Potter, y volvió a bajar.
- ¡Estuvo cerca esa Bludger, Jamie, pero gracias a Thomas, no pasó nada! ¡Y continúa el partido: la Quaffle está en poder de Zabini... OOuhhh, quien es golpeado por una bludger, cortesía de Seamus Finnigan... La recibe Ginny, le da un pase a Creevey y lanza de nuevo... Oh, rayos, el Guardián de Slytherin la atrapa... ¡No, Malfoy ha golpeado a Ginny Weasley con una Bludger! -
- ¿¿QUÉEE?? - rugió Ron tan fuerte, que muchos pudieron oírlo - ¡¡EQUIPO, TÁCTICAS OFENSIVAS AHORA!!
La orden no se hizo esperar, y los Golpeadores de Gryffindor afinaron su puntería, haciéndole perder el equilibrio a más de un Slytherin. Ginny (ya más recuperada), Linus y Dennis llevaron a cabo varios pases que confundieron a sus adversarios, logrando marcar así varios goles.
- ¡Y parece que Gryffindor se ha puesto a jugar en serio, pues llevan 40 puntos de diferencia con Slytherin! Leones, 40, Serpientes, cero... Pero, esperen un minuto... ¡Allí está la Snitch, y Potter va tras ella! -
Draco decidió olvidarse de los demás jugadores y pensó que sería una buena idea enviarle de regalo una Bludger a la Buscadora de Gryffindor, así que se puso en marcha. Le indicó mediante señas al otro Golpeador de su equipo que le enviara una pelota y, una vez que la recibió, se la lanzó con todas sus fuerzas a la muchacha, quien estuvo a punto de caer. Sin embargo, eso no fue suficiente para Jamie, quien siguió insistiendo en atrapar la Snitch. Sintió la presencia de otra persona cerca suyo: Alver, de Slytherin.
"Sólo un poco más..." se dijo, estirando la mano... Alver la golpeó en un costado... "Un poco más..." Y cerró la mano en un puño. Lo había logrado.
- ¡Parece que Potter lo ha conseguido, pero... CUIDADO, una segunda Bludger enviada por Slytherin va a...! -
Demasiado tarde. Draco Malfoy sabía que iba a alcanzarla así que, antes de que lo hiciera, lanzó una Bludger que Seamus le envió para tratar de derribarlo, sin resultado. El golpe fue certero, y le dio de lleno a Jamie en las costillas. Con la Snitch aún atrapada en la mano, la joven perdió el control de la escoba y cayó al vacío, en medio de los alaridos de los espectadores.
- ¡JAMIE POTTER ESTÁ CAYENDO! ¡ALGUIEN HAGA ALGO! - aullaba Colin, casi fuera de control.
Ron se lanzó en picada hacia ella, pero alguien fue más rápido que él, dejándolo pronto muy atrás. Eso no desanimó al joven Weasley, quien siguió descendiendo, olvidando por completo la protección de los aros y viendo sólo a su amiga caer directo hacia la muerte.
El muchacho que iba más adelante era Draco Malfoy. Luego de golpearla, comprendió que se le había pasado la mano, y bajó a atraparla. Pasó cerca de Weasley y lo dejó atrás. Luego, y siempre a la misma velocidad, atrapó a la niña por la cintura y subió momentos antes de estrellarse contra el suelo (tan cerca que sus túnicas se arrastraron por la tierra) en una impecable maniobra.
Antes de que todos se recuperaran y se acercaran a ellos, Draco tuvo la oportunidad de observar a la joven inconsciente, por un segundo.
- No quería que te pasara esto... Lo lamento - La depositó en la tierra con suavidad y se alejó de los demás. Gryffindors y Slytherins estaban rodeando a Jamie (quien, a todo esto, aún mantenía aferrada la Snitch a su mano), pero Ron fue directo hacia él.
- ¿Qué te has creído, Malfoy grandísimo idiota? ¡Primero golpeas a mi hermana menor, y luego estás a punto de matar a mi mejor amiga! Vas a desear no haberte matado tú... - comenzó a decirle mientras se arremangaba las mangas de la túnica, pero Draco lo detuvo con un gesto.
- Yo no quería llegar a ese extremo... Sólo quise darle un susto... -
- ¡Pues ahora cumpliste tu deseo, Malfoy! ¡Nos diste a TODO HOGWARTS un susto de puta madre! ¡Y me las vas a pagar ahora mismo! - Antes de que el rubio pudiera reaccionar, Ron ya estaba sobre él, golpeándolo con saña, mientras todos los gritos alrededor de ellos se hacían más fuertes, pero en los oídos de ambos muchachos, todo había quedado en silencio, menos el latir de sus furiosos corazones.
****
Continuará...
****
Hey, antes de que se enojen conmigo, lamento el garabato. Pero es que Ron estaba tan justamente enojado, que no podía dejar de ponerlo... Le da un sabor distinto a la furia. En fin, espero que me comprendan ^_^
¿Quieren que pare? ¿Quieren que siga? Entonces, no sean flojos y díganmelo mediante un pequeño review :P
¡Desde ya, muchas gracias!
Matta Ne!
7. Quidditch
Misami Aroku
Séptimo capítulo de mi historia... ¡Qué lindo! Y aún falta más. Sólo espero que no sea como uno de esos fics que tienen más de 10 capítulos y menos de 10 reviews (me bajaría la depre ;_;) Por eso, anímense a dejarme sus sugerencias, ideas, etc.
¡Ah! En el capítulo anterior, supimos que hay dos chicas interesadas en Ron: Hermione y Jamie. Por otra parte, Draco y el pelirrojo Gryffindor han estado comportándose de manera extraña. Apuesto a que ya adivinan por qué... pero ¡a que no saben quiénes entran a jugar también!
Harry Potter no es invención mía (buu...) Pero sí de J.K.Rowling, que ha hecho maravillas con su imaginación ^_^
Nota: En este capítulo hay mucho Quiddtch, así que si no te gusta, puedes saltarte las jugadas y ver cerca del final. Te autorizo, aunque te perderás la emoción del juego :P
Nota 2: May Potter, yo sabía que habrían muchas historias como ésta antes de que la escribiera, pero no había leído ninguna y me alegro de que me lo hayas hecho saber. Por eso, pido disculpas a A-Chan si es que se ha sentido ofendida (y a todas las escritoras que hayan hecho algo parecido antes que yo ^^U), y dejo en claro que no lo hice adrede :)
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- Vaya, vaya, Potter... Veo que ha trabajado mucho - comentó Snape la clase siguiente, cuando revisó las tareas y encontró la de Jamie - Sólo espero que el día del examen sepa tanto como hoy - agregó, alejándose de su pupitre con una sonrisa desagradable.
Jamie no le respondió; en cambio, miró hacia la mesa en la cual estaba sentado Draco Malfoy, quien le había ayudado, indirectamente, a terminar con su trabajo. Sin embargo, el chico no le contestó la mirada. Luego de un suspiro, la muchacha volvió a prestarle atención al resto del mundo, aunque nada interesante había ocurrido. Ron aún estaba un poco resentido con Hermione y ella, pero al menos conversaba más que antes. Estaba dejando de ser cortante, aunque seguía manteniendo la distancia y la frialdad.
Y Malfoy había dejado de burlarse de ellos. Ahora se le podía ver, caminando por los patios de Hogwarts en el recreo, sin Crabbe ni Goyle a su lado, completamente solo.... Bueno, todo lo solo que se puede estar cuando tienes a un grupo de admiradoras rodeándote y admirándote. En otra ocasión, Malfoy habría estado más que orgulloso y halagado, sintiéndose superior a Potter y demostrándoselo. Pero no. Draco no le sonreía a su "fans club", no les hablaba y ni siquiera las miraba.
Jamie no pudo reprimir el impulso de mirarlo nuevamente, mientras que por dentro se gritaba "¿Por qué? ¿POR QUÉ?" Recorrió con sus ojos el perfil del rubio muchacho, su ceño fruncido, sus manos blancas, sus ojos penetrantes y grises, y un escalofrío le hizo temblar de pies a cabeza. Con un tremendo esfuerzo de voluntad, desconectó su mente de aquellos pensamientos tan raros y se concentró en los ingredientes de su poción.
- Jamie, estás pálida... ¿Te ocurre algo? - Era Hermione, que estaba a su lado. Algo más allá, Ron las miró de soslayo y siguió con la pócima.
- No, nada importante, Hermione, no te preocupes -
En realidad, sí le pasaba algo, pero no quería pensar en ello. Creía que, si lo ignoraba, aquello terminaría por desaparecer...
- ¿Es por el próximo partido de Quidditch? -
- ¿Partido de Quidditch? - La expresión de sorpresa de Potter era tan boba y divertida, que hasta Ron sonrió.
- Ah, no lo supiste porque estabas en la enfermería... Pues sí, hay un partido entre Gryffindor y... y... -
"¡Que no sea Slytherin, por favor!" pensó para sus adentros.
- Y Slytherin, Hermione - completó Ron - Así que debemos entrenar, Jamie. No podemos perder contra ellos... -
Esto no entraba en los planes de la jovencita. Por un lado, era una ventaja ser mujer, pues era delgada, más pequeña y más ágil... Pero, por otro lado, no estaba segura de si el cambio de sexo había influido en sus anteriores aptitudes o no. Hasta ahora, no. "Ya veremos en el campo de Quidditch"
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Esa noche, en la Sala Común de Slytherin, existía un gran jolgorio debido a la cercanía de los partidos. Todos estaban alegres, ya que Potter sería una competidora menos peligrosa que antes, cuando era hombre. "A lo mejor ahora no sabe jugar", reían.
Draco no compartía la misma euforia que sus compañeros. Era una estupidez suponer que, por cambiar su forma física, cambiarían también sus capacidades. Si antes era bueno jugando, quizás ahora era mejor. Era una posibilidad, pero prefirió no mencionarla en voz alta, para no desanimar a sus compañeros.
Además, estaba Weasley. Siempre pensó que sería un contrincante que no presentaría mucha dificultad a la hora de enfrentarlo, pero se había equivocado. Era casi tan bueno como sus hermanos.
Malfoy recordaba la ocasión cuando se había unido al equipo de Slytherin. En ese entonces, era sólo un pequeño novato que se había ganado el puesto de Buscador sólo porque su padre le había comprado escobas nuevas a los integrantes. No era bueno, y nunca lo fue... Pero entrenó duramente, bajo la supervisión de su estricto padre y de un ex-jugador de Quidditch que aceptó hacerle clases. Aunque no logró ser mejor Buscador que Potter, sí destacó como Golpeador. Fue en quinto, cuando se estaba burlando de Harry mientras el equipo de Gryffindor practicaba en la cancha. Entonces, Fred Weasley perdió la paciencia y le lanzó una Bludger. Sin perder tiempo, Draco tomó el bate del Golpeador de Slytherin, que estaba cerca, y alcanzó a responder el golpe. La bola se dirigió directo hacia Potter y golpeó su escoba, haciéndole perder el equilibrio peligrosamente.
Aún seguía siendo Buscador unos días antes, hasta que un chico de primero, Bastian Alver, demostró una gran capacidad para ese puesto. Y Draco Malfoy había pasado a ser Golpeador oficial de Slytherin. "Ahora podría derribar a Harry de la escoba e impedirle tomar la Snitch, si no fuera por..." Le dio vergüenza y rabia reconocerlo, pero era la verdad: le daba pena y temor atacar a esa niña de pelo negro y ojos verdes. Se veía tan frágil...
Cerró los ojos y recordó su rostro, su mirada, el día en que se puso a llorar por algo...
- Draco, despierta... Draco... Te quedaste dormido. Todos han subido a sus habitaciones hace rato ya...- Era la voz de Pansy, quien supuestamente estaba frente a él y trataba de despertarlo sin tocarlo. Ya sabía lo temperamental que era el joven, y no quería saber qué le haría si le hacía perder la paciencia. Pero él - para bien o para mal - no la escuchó, perdido como estaba en medio de un profundo sueño.
Sin embargo, nada la preparó para lo que iba a ocurrir.
Pansy tenía su rostro muy cerca del de Draco, y a duras penas logró contener el deseo de darle un beso. Había estado vigilándolo todo ese rato, hasta que notó que sus ojos se cerraban... se abrían... se volvían a cerrar... Y cerrados quedaron. Entonces se acercó cuando ya no había nadie en la Sala Común, sin hacer ruido, y oyó la tranquila respiración del muchacho sentado en el sillón. Aspiró el perfume que emanaba de su piel y su pelo, y suspiró. Trató de acariciar sus cabellos revueltos, pero el joven gruñó y se removió en sueños, entreabriendo los labios... Sin dejar de mirarlo, Pansy le susurró que despertara...
Y Draco sonrió, con los ojos cerrados, la atrajo hacia sí y le dio un furioso beso en los labios. Ella no se atrevió a hacer nada, y aguantó la respiración todo lo que pudo. ¿Acaso él lo había hecho para sorprenderla? ¿O era un acto inconsciente? La chica temía que se trataba de esta última opción, y no tenía ganas de ver la expresión en el rostro de Malfoy si se le ocurría abrir los ojos. Con cuidado, se separó de él y se alejó del sillón, retrocediendo con cautela y premura para evitar ser vista. Ya se hallaba a salvo cuando el joven volvió a su posición original, sonriendo, siempre en sueños.
La joven lo observó, escondida. Luego se tocó los labios sonrientes, suavemente, y subió con prisa los escalones que la llevarían a su cuarto y a la seguridad de su cama.
Draco no supo jamás que aquello había pasado, y Pansy no quiso comentarlo con nadie: sería su secreto mejor guardado. Pero ninguno de los dos supo que la Sala no estaba totalmente vacía, y que lo que había sucedido sería eternamente desconocido para todos, excepto para una sola persona.
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A la mañana siguiente, Jamie se levantó muy temprano, pues la noche anterior Ron le había dicho que habría entrenamiento y que no se podía dar el lujo de faltar.
- Debemos comprobar que sigues siendo el... la mejor Buscadora de Hogwarts, y eso no puede hacerse en medio de partido. Además, debo mostrarles el plan de juego que elaboré para esta vez -
Jamie se desperezó y se dirigió al baño. Aún estaba oscuro, debían ser cerca de las 5 y media de la madrugada, pero no le pareció tan terrible, pues antes Oliver Wood ya le había iniciado en el sacrificado trabajo de entrenar.
Una vez lista, salió a la cancha. Allá estaba esperándola Ron, que era el Capitán y Guardián del equipo; Ginny, que era Cazadora, junto con Dennis Creevey (quien, por suerte, no era tan fanático de Potter como su hermano mayor) y un muchacho de quinto, Linus; y, finalmente, Seamus Finnigan y Dean Thomas, Golpeadores. Tuvieron que practicar mucho (sobre todo, durante las vacaciones y tiempo libre en general) para llegar a ser un equipo unido y bueno, pero el esfuerzo no fue en vano: Ginny le perdió el miedo a las alturas y Dennis sorprendió a todos con unas atrevidas jugadas creadas por él mismo; Dean no tuvo problemas para batear bludgers, pues antes había practicado un poco de béisbol, al igual que Seamus. Éste era el primer año que se estrenaba la nueva formación, y todos deseaban salir bien parados.
En Jamie se cifraba gran parte del éxito del equipo, y todos lo sabían, incluso ella. Por eso, la preocupación y la esperanza casi pudieron palparse en el aire cuando todos los jugadores se saludaron.
- Bueno, ya que estamos todos reunidos, puedo comenzar a explicarles mi Táctica Ofensiva número 1 - anunció Ron, sacando su varita y dibujando en el aire unas rayas doradas... que pronto tomaron la forma de la cancha.
- OK... Primero, yo le pasaré la Quaffle a Ginny; Ginny, tú te acercas lo más posible al aro, y cuando parezca que vas a marcar, se la entregas a Dennis, quien va a estar detrás tuyo, como pueden ver en el "esquema". Seamus, Dean, ustedes ya saben: los mejores jugadores de Slytherin deben recibir una buena Bludger en la cabeza -
- ¡Cuenta con nosotros, Ron! - contestaron al unísono.
- Como Malfoy es el Buscador de Slytherin, no creo que tengas problemas con él, Jamie. Es bastante malo, lo único que busca es evitar que cojas la Snitch, no atraparla, así que tendrás que ver alguna táctica evasiva, ¿OK? -
- Sí, Ron - respondió con una sonrisa.
- ¡Bien! Creo que ya estamos listos. Ahora... ¡a volar! -
Todos corrieron a buscar su escoba y, luego de patear el suelo, se elevaron por los aires. Jamie hizo lo mismo, bajo la atenta mirada de Ron. Pateó el suelo y subió como un cohete. Un momento después, sintió a Ron volar cerca suyo.
- No quiero sacar la Snitch porque aún está oscuro y puede perderse, así que voy a lanzarte pelotas de ping-pong, piedras y cosas por el estilo. Vale, atenta... ¡Allá va! -
Una pelota blanca surcó el cielo, pero no por mucho tiempo: la joven Potter logró atraparla segundos después.
- ¡Perfecto! ¡Allá va la otra! - Esta vez lanzó la pelota hacia la dirección opuesta, pero eso no fue problema para la Buscadora.
Una bludger golpeada por Finnigan salió disparada hacia abajo, donde se hallaban los Cazadores. Dean Thomas no logró alcanzarla, y Creevey estaba en el camino de la pesada pelota...
- ¡CUIDADO DENNIS, BLUDGER! - gritó Seamus desde lo alto, pero el pequeño Cazador ya la había visto y la evitó con una maniobra tan extraña como buena, que sacó un montón de elogios. Cuando Ron le preguntó qué había hecho, el pequeño sonrió misteriosamente y se limitó a responder:
- Es la jugada de la Mosca...-
- Pues sería buena idea que la hicieras en el partido, como una distracción - comentó el Capitán.
Cuando el entrenamiento terminó, estaban todos cansados y transpirados, pero felices. Si jugaban así en el partido contra Slytherin, de seguro ganarían.
Mientras se dirigían a la Sala Común para lavarse y estar listos para el desayuno, el chico de cabellos rojos se acercó a Jamie y le dio unas palmadas en el hombro.
- Sigues siendo buena... o quizás mejor que antes. Te felicito - murmuró, dedicándole la primera sonrisa verdadera que la joven le había visto en todos esos días.
- Gracias, Ron - respondió ella, devolviéndole la sonrisa.
- No, Jamie, gracias a TÍ - Le acarició levemente la mejilla y se alejó, dejando a la muchacha atrás, clavada en el piso como una estatua, incapaz de hacer nada aparte de sonrojarse y preguntarse, una vez más, por qué tenía que ocurrirle todo eso a ELLA.
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El día del partido llegó, y el equipo de Gryffindor estaba más nervioso que nunca. Tanto es así, que casi ninguno quiso probar bocado. Temían devolverlo una vez en la cancha.
Después de decir una "cábala", Ron se dirigió hacia sus compañeros:
- Bueno, ya saben lo que hay que hacer. Lo único que quiero decirles es: hagan lo mejor que puedan. Buena suerte, chicos -
Todos asintieron e, inspirando profundamente, salieron a la cancha.
El equipo de Slytherin estaba allí, esperándolos. Sus túnicas color verde oscuro y negro eran intimidantes, pero no más que las de Gryffindor. Alrededor de Hogwarts, todos gritaban y apoyaban a su casa y jugador preferidos.
- Dénse las manos - le dijo Madame Hooch a los Capitanes de equipo. Éstos obedecieron de mala gana. Luego Hooch soltó la Snitch, las Bludgers, la Quaffle e hizo sonar su silbato de plata. Todos los integrantes de ambos equipos se elevaron por los aires, en medio de los gritos de la multitud.
- ¡Y COMIENZA EL JUEGO! - gritó la voz amplificada de Colin Creevey, nuevo comentarista y sucesor de Lee Jordan, desde el estrado en el cual estaban los profesores. Potter meneó la cabeza y puso los ojos en blanco. Ese niñito le había hecho la vida imposible durante segundo año. Ojalá ahora estuviera un poco menos "fanático" - La Quaffle ha sido tomada rápidamente por Ginny Weasley, linda chica, quien vuela a toda velocidad hacia los postes del equipo contrario, pero... ¡oh, no! Zabini se la quita y se la pasa al Cazador Grey... -
Jamie subió hasta quedar muy por encima de todos los jugadores y se dedicó a buscar la Snitch. Sabía que era preferible esperar a que los chicos anotaran algunos goles para así tener más puntuación, pero debía atraparla lo más pronto posible si se corría el riesgo de que el Buscador del equipo contrario la veía primero.
"A ver, Malfoy, veamos si logras agarrar la Snitch antes que yo..." comenzó a pensar, cuando de pronto se fijó en un detalle: Draco no estaba volando cerca suyo. Jamie dio vueltas, por si encontraba la dorada pelota, y aprovechó de buscar también a Draco. Lo vio con un bate, dándole a una Bludger y enviándosela a Dennis, quien logró esquivarla en el último momento. "Qué extraño, yo juraba que Malfoy era Bus..."
- ¡Parece que el Buscador de Slytherin, Bastian Alver, ha visto la Snitch! ¡Vamos, Potter, que no te gane! - la Profesora McGonagall le lanza una significativa mirada a Colin, quien carraspea y trata de arreglarla como puede - Quiero decir, que no duermas en los laureles, pues este Alver parece muy rápido... -
La aparición de un niño pequeño en su campo visual la alertó. ¡Ese niño iba tras la Snitch! Sin perder tiempo, voló tras él, alcanzándolo, pasándolo... y de pronto, desapareció. Miró hacia todos lados, confundida, y se dio cuenta de que el pequeño mocoso la había engañado: llevaba un reloj en la muñeca izquierda, y había reflejado la luz del sol para alejarla del verdadero lugar en el cual estaba la Snitch... Era una trampa, claro, pero no podía hacer nada, salvo ir tras él y tratar de encontrar la pelotita dorada.
- ¡Falsa alarma! ¡Bueno, pero no importa!, hasta ahora las casas van empate a cero... Dennis con la Quaffle... pero... ¡Canastas, qué jugada fue ésa, señores! Esquiva una Bludger enviada por Slytherin y se acerca al Guardián del equipo contrario a una velocidad increíble... lanza... y ANOTA! ¡Gryffindor, 10, Slytherin, cero! -
Una Bludger pasó cerca de la joven Buscadora, pero Dean apareció oportunamente y se la lanzó a un chico de Slytherin.
- ¡No problem! - le gritó Thomas a Potter, y volvió a bajar.
- ¡Estuvo cerca esa Bludger, Jamie, pero gracias a Thomas, no pasó nada! ¡Y continúa el partido: la Quaffle está en poder de Zabini... OOuhhh, quien es golpeado por una bludger, cortesía de Seamus Finnigan... La recibe Ginny, le da un pase a Creevey y lanza de nuevo... Oh, rayos, el Guardián de Slytherin la atrapa... ¡No, Malfoy ha golpeado a Ginny Weasley con una Bludger! -
- ¿¿QUÉEE?? - rugió Ron tan fuerte, que muchos pudieron oírlo - ¡¡EQUIPO, TÁCTICAS OFENSIVAS AHORA!!
La orden no se hizo esperar, y los Golpeadores de Gryffindor afinaron su puntería, haciéndole perder el equilibrio a más de un Slytherin. Ginny (ya más recuperada), Linus y Dennis llevaron a cabo varios pases que confundieron a sus adversarios, logrando marcar así varios goles.
- ¡Y parece que Gryffindor se ha puesto a jugar en serio, pues llevan 40 puntos de diferencia con Slytherin! Leones, 40, Serpientes, cero... Pero, esperen un minuto... ¡Allí está la Snitch, y Potter va tras ella! -
Draco decidió olvidarse de los demás jugadores y pensó que sería una buena idea enviarle de regalo una Bludger a la Buscadora de Gryffindor, así que se puso en marcha. Le indicó mediante señas al otro Golpeador de su equipo que le enviara una pelota y, una vez que la recibió, se la lanzó con todas sus fuerzas a la muchacha, quien estuvo a punto de caer. Sin embargo, eso no fue suficiente para Jamie, quien siguió insistiendo en atrapar la Snitch. Sintió la presencia de otra persona cerca suyo: Alver, de Slytherin.
"Sólo un poco más..." se dijo, estirando la mano... Alver la golpeó en un costado... "Un poco más..." Y cerró la mano en un puño. Lo había logrado.
- ¡Parece que Potter lo ha conseguido, pero... CUIDADO, una segunda Bludger enviada por Slytherin va a...! -
Demasiado tarde. Draco Malfoy sabía que iba a alcanzarla así que, antes de que lo hiciera, lanzó una Bludger que Seamus le envió para tratar de derribarlo, sin resultado. El golpe fue certero, y le dio de lleno a Jamie en las costillas. Con la Snitch aún atrapada en la mano, la joven perdió el control de la escoba y cayó al vacío, en medio de los alaridos de los espectadores.
- ¡JAMIE POTTER ESTÁ CAYENDO! ¡ALGUIEN HAGA ALGO! - aullaba Colin, casi fuera de control.
Ron se lanzó en picada hacia ella, pero alguien fue más rápido que él, dejándolo pronto muy atrás. Eso no desanimó al joven Weasley, quien siguió descendiendo, olvidando por completo la protección de los aros y viendo sólo a su amiga caer directo hacia la muerte.
El muchacho que iba más adelante era Draco Malfoy. Luego de golpearla, comprendió que se le había pasado la mano, y bajó a atraparla. Pasó cerca de Weasley y lo dejó atrás. Luego, y siempre a la misma velocidad, atrapó a la niña por la cintura y subió momentos antes de estrellarse contra el suelo (tan cerca que sus túnicas se arrastraron por la tierra) en una impecable maniobra.
Antes de que todos se recuperaran y se acercaran a ellos, Draco tuvo la oportunidad de observar a la joven inconsciente, por un segundo.
- No quería que te pasara esto... Lo lamento - La depositó en la tierra con suavidad y se alejó de los demás. Gryffindors y Slytherins estaban rodeando a Jamie (quien, a todo esto, aún mantenía aferrada la Snitch a su mano), pero Ron fue directo hacia él.
- ¿Qué te has creído, Malfoy grandísimo idiota? ¡Primero golpeas a mi hermana menor, y luego estás a punto de matar a mi mejor amiga! Vas a desear no haberte matado tú... - comenzó a decirle mientras se arremangaba las mangas de la túnica, pero Draco lo detuvo con un gesto.
- Yo no quería llegar a ese extremo... Sólo quise darle un susto... -
- ¡Pues ahora cumpliste tu deseo, Malfoy! ¡Nos diste a TODO HOGWARTS un susto de puta madre! ¡Y me las vas a pagar ahora mismo! - Antes de que el rubio pudiera reaccionar, Ron ya estaba sobre él, golpeándolo con saña, mientras todos los gritos alrededor de ellos se hacían más fuertes, pero en los oídos de ambos muchachos, todo había quedado en silencio, menos el latir de sus furiosos corazones.
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Continuará...
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Hey, antes de que se enojen conmigo, lamento el garabato. Pero es que Ron estaba tan justamente enojado, que no podía dejar de ponerlo... Le da un sabor distinto a la furia. En fin, espero que me comprendan ^_^
¿Quieren que pare? ¿Quieren que siga? Entonces, no sean flojos y díganmelo mediante un pequeño review :P
¡Desde ya, muchas gracias!
Matta Ne!
