MAL VERDE

By: Darkness

"Todos llevamos un demonio dentro"

Un fan fic de Spiderman.

CAPITULO 1: La importancia de llamarse Peter Parker

Si pudiera ser tu héroe

Si pudiera ser tu Dios,

que salvarte a ti mil veces

puede ser mi salvación.

Héroe, Enrique Iglesias.

Peter Parker es un nombre muy sencillo. Simple y sin relevancia. Por eso nunca le gustó su nombre. Cuando niño, recordó, deseó cambiarlo por "Ben Parker", como si tío, porque el héroe de Peter Parker siempre fue Ben Parker. Y todos necesitan de un héroe (si, si, al fin había comprendido eso, de la misma forma en la que sabía que amado u odiado, la gente necesita a Spiderman). En su infancia siempre predominó la presencia de sus tíos; aún ahora no podía evocar ni un solo recuerdo de sus padres. Ni tan siquiera un rostro. Pero no les guardaba rencor, sus tíos le enseñaron muchas cosas que estaba seguro que sus progenitores jamás hubieran podido. 

El joven fotógrafo agitó la cabeza mientras doblaba la esquina, corriendo, como siempre se le había hecho tarde. A veces, sobretodo en mañanas tan calurosas como esa, pensaba en sus padres. Se detuvo frente al semáforo, exasperado,  y esperó a que cambiara a rojo. No tenía tiempo para pensar en sus padres, no ahora que todo marchaba tan bien.  Parecía que al fin había logrado el equilibrio en su vida. Ciencia y amor si ponían convivir. Peter Parker y Spiderman si podían ser uno solo. Cruzó a grandes trancos la calle hasta llegar a la plaza, donde, sentada sobre una banca estaba Ella.

-Mary Jane!!.- Gritó agitando un brozo y acercándose a ella.- Yo, lo siento, tuve-

Pero ella le interrumpió cubriendo sus labios con una mano. –Lo sé Tigre, lo sé, no tienes que darme explicaciones, ya no más.-

Y él sonrió. ¡Dios santo cuanto amaba a esa Mujer! Cada facción suya era un regalo del cielo.

- ¿Y cómo te fue?.-

- Ahh, lo de siempre, un asalto a un banco, balazos, amenazas y la policía dudando entre si atraparme a mí o a los ladrones.-

- Nada nuevo entonces.- Ella le sonrió y  él se sintió en el cielo.

- JJ ha puesto a la ciudad en mi contra.- Suspiró.- Siempre tachándome de terrorista, criminal, y otras lindezas a las que ya me he acostumbrado.-

- Has cambiado Peter.-

- ¿Tu crees? Será que mi vida ha mejorado.-

Y era verdad. En tan solo unos meses (después del incidente con Otto Octavius) su vida que estaba patas pa arriba cambió. Se deshizo del gran peso que significaba guardar el secreto de su identidad a MJ, prestó un poco de más atención –y tiempo- a la escuela y siguió con su trabajo –ahora sí oficial- en el diario el Clarín. Cierto, siempre andaba corriendo, pero ya no tenía esa terrible angustia de dejar ir a MJ o su duda sobre continuar siendo Spiderman. Ya no más. En poco tiempo ella le había enseñado a amarse y aceptarse tal cual era. Daría todo por esa mujer que había aceptado correr los riesgos junto a él.

- Pero dejemos de hablar de mí y dime como te fue en la audición.-

- Los dejé muy impresionados.- Dijo ella dándose aires fingidos de superioridad, lo que causó más una sonrisa en Peter.- La verdad no sé, dijeron que me hablarían.-

- No te preocupes, te hablaran.-

Peter se inclinó sobre ella pero antes de tocar sus labios el ruido de una sirena de policía lo detuvo. Frente a ellos pasaron varias patrullas.

-Y-yo… .-

- Nos vemos en la noche, Tigre.-

- Sí.- Dijo y suspiró.- La historia de mi vida.- Murmuró en tono de broma al momento de salir corriendo en pos de la policía.

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Ya con el traje puesto se columpió por los edificios hasta llegar a una zona cercada por  los policías. Vio un almacén y alcanzó a escuchar lo que pasaba: al parecer algún mal delincuente había secuestra un niño en su intento de escapar y había terminado atrapado en el cobertizo.

-Patético.- Murmuró Spiderman rodando los ojos. Y se dispuso a entrar en el almacén, pero justo cuando acababa de tirar su telaraña la ventana de enfrente se quebró en pedazos, saliendo el delincuente inconsciente por los cristales rotos. Al momento la policía lo sujetó y entró, buscando al niño.

Pero en medio del alboroto, Spiderman fue el único que se dio cuenta que una forma negra salió por el tejado perdiéndose entre los edificios. Tentado por la curiosidad trató de ir tras la sombra, sin embargo su atención tuvo que concentrarse en los esquivar las balas de los policías, puesto que ya lo habían detectado.   Los pequeños inconvenientes que J.J.Jameson había creado con sus noticias amarillistas.

Con un salto ágil pasó al siguiente edificio, pegado al muro avanzó hacia el callejón donde la forma negra desapareció. Se escondió entre las escaleras de incendio: desde ahí pudo ver como la policía pasaba a su lado. De pronto una fuerte luz lo deslumbró, la luz volvió a repetirse y Spiderman la reconoció: el flash de una cámara. Debía ser de una muy potente puesto que aún de día lograba cegarlo.

Frente a él vio a un joven, como de 22 años, alto y fornido con el cabello claro. Volvió a tomarle otra foto. Spiderman lanzó su telaraña, tomando la cámara y la jaló, arrebatándosela de las manos al joven. La cámara fue a estrellarse contra la pared y cayó al suelo, rompiéndose. 

- Lo siento.- Dijo el arácnido levantando una mano y columpiándose se alejó del lugar ignorando las quejas –e insultos- del fotógrafo. 

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A penas era mediodía. El sol brillaba alto sobre su cabeza cuando se detuvo a la sombra de un tejado, sobre un rascacielos. El calor lo mareaba al mismo tiempo que pegaba el traje rojoazul a su cuerpo. Se sentía sumamente incómodo, con ganas de estar acostado en su cama, sin hacer nada…

-…o por lo menos con una botella de agua bien fría- Pensó dándose aire con la mano enguantada.

A lo lejos pudo ver un avión… un avión. Sus padres murieron en un accidente aéreo. Cuando niño le dieron esa noticia ni tan siquiera se inmutó,  había pasado tanto tiempo en casa de sus tíos que quedarse a vivir ahí fue lo más normal del mundo. Hizo un esfuerzo por  tratar de recordar a su madre pero todo parecía borroso, de igual manera trató de pensar en su padre… nada. Su mente estaba en blanco, sin recuerdos sobre ellos. Hubo momentos en que aquella falta de memorias lo perturbó, quería saber que tipo de personas fueron sus progenitores, especialmente su padre. Tía May decía que fue un gran hombre…   

- ¡Hey!.- Se dijo de pronto, quitándose los guantes y dándose aire con ellos.- No necesito a mi padre. Mi Tío fue como mi padre.- Adoraba a su tío Ben, era su modelo, su ídolo personal, su héroe, alguien en quien podía confiar. No había situación que él no supiera arreglar, y de la que no sacara alguna lección por sencilla que fuera. Él sí era, en pocas palabras, un gran hombre.

No, nunca había necesitado a su padre… ¿o si? Y de pronto vinieron a su mente imágenes de Norman Osborn palmeando amigablemente su hombro y de Otto Octavius demostrándole que podía existir un equilibrio entre ciencia y amor…

- Basta Spidey, el calor te está haciendo delirar.- Dijo volviéndose a poner los guantes y saliendo de la protectora sombra del tejado.- Si sigues peridiendo el tiempo aquí llegarás tarde a la clase del Doc. Connors.-     

CONTINUARA…

NOTAS DEL AUTOR: ¡Gracias por los Reviews! .

SIGUE EN: El Enigmático Doctor Connors.