Compañías ... o mejor solo???

by Kaede Sakuragi

( Yu-Gi-OH! ... Seto x Joey )

Capitulo 01

Estaba tranquilo, bajo uno de los árboles de la la preparatoria, estaba revisando los últimos detalles de uno de los proyectos. Se refregó los ojos, en forma de cansancio, hacia ya semanas que venían con este asunto, y ya estaba harto. Los integrantes de su junta, le daban vueltas, encontraban peros, y no sabia que más. Estaba cansado, si pudiera despedirlos, lo haría, pero, por ser menor de edad, aun, tenia que tenerlos hasta que terminara sus estudios. Solo faltaba unos tres años, y se libraría de todos esos buitres administrativos. Una punzada en la cien, lo hizo desistir en seguir leyendo los documentos. Reconocía que era humano, y su cuerpo le pedía descanso. Se levanto, desganado, pero aun conservando esa mirada fría, el toque de entrada seria dentro de cinco minutos, y quería que ese día empezara así terminaba pronto.

Camino unos pasos, pensando en su hermano. Sonrió en su mente, le diría a Mokuba que este fin de semana se irían a la playa. Tan distraído iba, que no se percato que frente a él venia otra persona, quien sin querer lo golpeo en su brazo, desparramando todos los papeles.

- MALDICI"N!!!! MIRA POR DONDE VAS PERRO!!!! – enojado, empezó a levantar los papeles, una de sus peores pesadillas tenia que chocar con él

- Oye Kaiba, mira tu donde vas – Dijo en forma molesta, pero a su ves, también empezó a recoger los documentos. Termino de hacerlo, cuando su vista se fijo en algunos de ellos, pero no pudo leer mucho mas, ya que Kaiba se los arrebato de las manos

- Metete en tus asuntos, perro. Y salte de mi camino, me molesta tu presencia

- Oye Kaiba, búscate una novia, estas demasiado cargado – le dijo en un tono burlón y dañino. Kaiba lo miro enojado, se sentó en su lugar, mientras los demás alumnos lo miraban con miedo. Joey Wheeler, paso por su costado, ya estaba cansado de su actitud. Sonrió, para luego acercarse al CEO y decirle en vos baja – Ten mas cuidado, Kaiba, un día de estos alguien te arrebatara esa actitud prepotente que tienes, además – sonrió, ya que el CEO lo miraba furioso – Revisa bien esos documentos, en la 30 y en la 56 hay fluctuaciones... o se equivocaron o te están robando...

- QUE DEMO. - iba a gritarle cuando el profesor entro, llamándole la atención

- Señor Kaiba, si quiere gritar valla a una cancha, pero ahora este en mi clase, y no quiero desorden – el CEO lo fulmino con la mirada -  Esta CLARO...

- Si... – dijo a medias, enojado y confundido – " ese perro pulguiento se atrevió a hablarme de esa forma, juro que me las pagara, maldito, lo juro"

El día paso igual que todos, algunos insultos, por allí, Yugi tratando de ser amable, odiar al perro. Estaba cansado, volvió a frotarse los ojos, ya en su limosina, iba directamente a la corporación. Había evitado arreglar los papeles, durante el día, si que estaba cansado. Tomo su portafolio, y lo empezó a hacer. Inconscientemente tomo las dos paginas que le había dicho Wheeler, y las comparo, supuestamente era uno punto del trato, y el otro era le explicación detallada de la misma.

- PERO QUE DEMONIOS!!! – grito, asustando al chofer, que freno de golpe, bajo la ventanilla que los separaba de la parte donde se encontraba su jefe

- Señor, esta bien, le sucedió algo... ???? -  pregunto preocupado, pero se callo al instante al ver su rostro de furia

- QUE ME MIRAS, IDIOTA, CONDUCE RAPIDO A LA CORPORACI"N – el pobre chofer asustado, arranco el auto, suspiró, realmente estaba furioso.

Al llegar allí, ni siquiera espero, que le abrieran, bajo del auto para dirigirse a su ascensor privado, ninguno de los empleados, lo saludo. Sus ojos azules, parecían quemar a cualquiera que lo hiciera. Bajo en el penúltimo piso.

- Quiero a Lucio en mi oficina AHORA!!! -  paso de largo, sin siquiera mirar a su secretaria, y se encerró en una de las habitaciones. Se acerco a un pequeño bar, y abrió una de las botellas, para beber su contenido como agua.

- Tan temprano y emborrachándote, Kaiba – la vos de un hombre, de unos 25 años, de pelo castaño claro y ojos marrones, se acercaba a él con una sonrisa.

- No me molestes ... -  tomo los documentos y se los tiro en la cara – Que significa esto, Lucio, se supone que tú eres uno de mis asesores. Observa la pagina 30 y 56.

- No te entiendo – tomo cada uno de los papeles y empezó a ojearlos, por unos minutos, el silencio fue molesto. Lucio tomo el teléfono, para comunicarse con su secretaria – Marlen, quiero en cinco minutos a los de la junta directiva. En la sala de juntas ... y no quiero excusas, o van o van .. Entendiste – le dijo en un tono frió. Cosa que su secretaria asintió del otro lado. Algo muy malo había pasado para que su jefe estuviera así. Lucio miro a Kaiba – Lo arreglaremos ahora mismo. Pero dime, ¿cómo te diste cuenta?, Esta casi escondido este detalle. Ni yo me hubiera dado cuenta si no me decías.

- Yo no fui ... – dijo enojado

- Como??? – Lucio estaba confundido y sorprendido

- Alguien ... – dijo casi en un murmullo molesto - ... Observo los documentos mientras yo los tenia, hizo una opinión ... – estaba mintiendo, pero no lo aceptaría - ... la cual tome, revisando detenidamente esas paginas ...

- Valla ... – Lucio volvió a observar los papeles – Es un genio ... – sonrió casi en burla -  No lo tomes así ... Kaiba – le dijo cuando observo el rostro del CEO, en forma divertida le dijo -  La verdad, ese alguien tendría que trabajar aquí, seria buena ayuda si se percato de ese pequeño detalle ...- Kaiba lo miro molesto mientras se volvía a servir otra copa – Jaja ... no me mires así ... Se que eres el Señor perfecto, y nada se te escapa, pero admítelo, estas harto de este proyecto y los últimos días lo has leído por encima ... – se acomodo en el sofá del lugar mientras sonreía en forma sincera. Kaiba, estaba molesto, Lucio tenia razón, este asunto hacia días que no le importaba y ya no le tomaba importancia. Pero más bronca era, que el perro, fuera el que se lo dijo. Tomo el contenido de su segunda copa, se volteo para la puerta que los dirigía a la sala contigua, Lucio lo siguió. La mirada de los miembros de la junta, fue un espectáculo.

- Señor Kaiba? Que sucede? – apenas fue un murmullo de uno de ellos. La mirada fría del CEO, hacia temblar hasta las rocas.

- El proyecto se cancela – fue las palabras secas de él

- Como??? Que??? No puede hacer eso ... Esto no es el trato ... No ... – fueron los reclamos de los 12 hombres que se encontraban sentados en la mesa. Todos al mismo tiempo se callaron cuando el propio Lucio, arrojo, el documento que le había dado Kaiba señalando con tinta azul las paginas 30 y 56. Todos se miraron, como buscando al responsable o algo.

- A partir de mañana habrá un nuevo consejero en este lugar ... – la vos de Kaiba era pausada, pero mucho más fría que de costumbre – A partir de mañana, todos ustedes, estarán bajo su mando.

- Pero Kaiba – dijo uno que estaba molesto, levantando su voz – No puedes hacer eso, tendría casi el mismo poder que Lucio o tu, eso es ... – se callo de repente, los ojos azules, centellaron en forma de fastidio, odio, y muchas emociones negativas. Lucio sonrió, tenia una mirada de asesino serial.

- Ya escucharon – interrumpió – Pueden retirarse. Cuando el proyecto sea de nuestro agrado, serán convocados para la aprobación.

Ninguno de los presentes dijo algo, pero en sus miradas podían verse los pensamientos. Cada uno salió en silencio, pero cuando apenas cerraron la puerta, pudo escuchar los reclamos que se hacían entre ellos. Lucio se apoyo en la puerta, para mirar al CEO, lo encontró perdido en los puntos blancos y amarillos, de las luces de la cuidad. Ya había oscurecido.

- Así que tu amigo ... – sonrió - ... Vendrá mañana para asesorar los proyectos.

- ... – Kaiba no dijo nada, solo bufo.

- Y este amigo ... Crees que vendrá?

- Va a venir ... – se giro para mirarlo a los ojos – Aunque tenga que arrastrarlo.

- Lo que tu digas ... – Lucio levantó sus manos en forma de despedida mientras cruzaba la puerta - ... Entonces ... yo que tu voy a buscarlo y le planteo las cosas ... Seto – salió del lugar con una sonrisa, no quiso mirarlo, con solo pronunciar su nombre sabia que lo había fastidiado.

Kaiba miro a través de la ventana, miro su reloj, las 7:00 pm.

- Maldición ...

Se dirigió al estacionamiento de la compañía, le dijo al chofer que se fuera. Y abordo uno yaguar verde deportivo. Tomo la ruta a uno de los barrios más lejanos a la compañía, a unas cuadras del colegio. Entre los edificios, viejos, pudo divisar una pequeña casa, donde apenas la luz de su interior se podía apreciar. Bajo del auto, para dirigirse a ella. Pero la voz de alguien lo hizo girar encontrándose cara a cara con su enemigo

- Kaiba ...

- Wheeler ...