Compañías... o mejor solo???

by Kaede Sakuragi

( Yu-Gi-OH! ... Seto x Joey )

Capitulo 02

El ruido proveniente de la casa, los hizo desviar la mirada. Un hombre grande, de ojos color miel, rubio, con aspecto de borracho, apareció en la puerta de la casa.

- JOEY!!!!, Maldito mocoso, ya entra a la casa y prepara la comida – y le lanzo la botella vacía, quien la esquivó rápidamente.

- YA VOY!!! – dijo en forma disgustada, para luego girarse y mirar a Kaiba a los ojos – Anda, aprovecha y búrlate... – el ojiazul no pronuncio ningún insulto – Nos vemos Kaiba – le dijo mientras entraba por la puerta del jardín, pero antes de que pudiera cerrarla, su brazo fue sujetado.

- Mañana, después de las clases. Te presentaras en la Corporación Kaiba – le entrego una tarjeta, con su nombre – Sé puntual

- Primero, no tengo porque hacerte caso y no eres nadie para ordenarme que hacer, Segundo, a que viene esa actitud tuya, Kaiba? A que juegas. Tú eres el CEO, el anti-social-anti-perro-Wheeler

- Sé puntual... – dijo molesto mientras se dio vuelta, para subir a su auto

- Ah... ya veo – Joey sonrió maliciosamente – Así que revisaste los papeles que te dije... verdad?

- ... – Kaiba no dijo nada, arranco el auto desapareciendo entre las oscuras calles.

- Que esperas, mocoso... – la vos de su padre se escucho molesta, mientras lo jalaba hacia adentro de la casa. Sin reparo, lo golpeo contra la pared – Ya tu novia ricachona se fue ahora dame lo que trajiste – lo golpeo en el estomago, mientras le arrancaba la chaqueta, para revisar los bolsillos – Esto es todo??? – dijo furioso, mientras entre sus manos se encontraba solo unos billetes de baja denominación – Si no sirves ni para puto... - le dio una patada en las piernas – De seguro te fuiste a ese lugar... al del profesor muerto de hambre – lo tomo de los cabellos, para alzarlo – Mira putita... no sirves ni en la cama... pero ahora... veras como tienes que actuar... ya lo veras... – y lo arrastro hasta la parte alta de la casa.

No se escucho ningún quejido, ni ningún lamento, solo gemidos de un animal.

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Ya era hora de entrar, y el salón ya estaba completo, salvo por el asiento del perro. Kaiba miraba distraídamente, no estaba contento por haber ido a la casa de Wheeler y pedirle que se presentara en la Corporación, pero Lucio tenia razón, si no fuera por él hubiera perdido mucho dinero. Pasos apurados, se escucharon justo antes de que el profesor cerrara la puerta.

- Joey Wheeler, llegas tarde – lo reto

- Lo siento profesor, tuve que quedarme un poco mas en el trabajo... – sonrió nervioso. El profesor le hizo seña que se sentara. Paso a su lado, pero no le dio importancia. Pero un olor particular, le hizo apenas mirarlo.

La primera hora paso rápida, en el receso, el CEO busco un lugar alejado, para poder escribir en su computadora portátil. Pero el murmullo detrás de unos arbusto, lo hizo desistir. Se estaba levantando, cuando escucho la vos de Yugi

- Amigo... Joey – la vos de este era casi un murmullo y triste – Porque no me llamaste? Podría haberte ayudado

- Yugi ... Hermano – La vos del cachorro, era seria – No te preocupes, ya sabes que estoy acostumbrado a los insultos de mi Padre – dijo en un tono de desprecio.

- Pero Joey ... – volvió a decir triste

- Hey ... ustedes – la vos de Tea se hizo escuchar al fondo – Donde se habían metido, quedamos en vernos en la parte de la cafetería.

- Joey, no me digas que le sigues pidiendo consejos a Yugi para derrotar a Kaiba – la vos de Tristan se hizo escuchar.

- No hermano, yo no necesito consejos para derrotar a Kaiba, Yo soy mejor que él solo que no tengo ganas de ganarle ... JAJAJAJAJAJAJA – dijo en forma muy altanera, pero muy alegre. Yugi le sonrió tristemente.

- A quien dejas ganar, Perro???? – la voz de Kaiba se hizo escuchar detrás de Joey.

- Kaiba ... – dijo entre dientes -  Ya deja de perseguirme ... Tu Señor Ricachon Amargado ... No te incumbe esta conversación – Kaiba lo miro, de arriba abajo, y se detuvo precisamente en sus muñecas, unas marcas, que apenas aparecían debajo de la ropa. El rubio se dio cuenta donde dirigía su mirada, instintivamente, se dio vuelta, bajando sus puños, y disimuladamente las mangas del uniforme – Vamos nos, ya el receso esta por terminar ... – empezó a caminar, en dirección de los salones, Yugi lo siguió sin decir nada, los otros dos se miraron y también empezaron a caminar tras ellos. Kaiba por otra parte, bufo, ahora era seguro que no aparecería por la corporación.

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Ya eran las doce, y tenia hambre. Iría al restaurante cerca de la compañía, era un lugar sencillo, pero muy agradable. Lucio se despidió amablemente de su secretaria, que cualquier cosa, solo si Kaiba lo llamaba, lo ubicara en el celular.

Salió del lugar, y se dirigió caminando, le gustaba hacer ejercicios. Más por las mañanas temprano, a la hora que los repartidores de diarios salían. Una sonrisa apareció en sus labios, desde que se había encontrado a ese chico, muy simpático, todos los días deseaba que fuera temprano, así se lo encontraba y lo acompañaba en su trabajo. Él era homosexual declarado, había tenido varios encuentros, pero, con este chico era distinto. Lo quería de verdad. Sus cabellos rubios, sus ojos almendrados, y su sonrisa lo habían cautivado. Hacia unas dos semanas, lo había convencido a acompañarlo a desayunar después del trabajo. Se había hecho amigo de este chico.

Entro al restaurante, se sentó en la mesa de siempre y pidió el plato del día. Miro por la ventana, pensando en su nuevo amor platónico, y una sonrisa triste se posesiono en su rostro. Hoy lo había encontrado un poco desmejorado, y luego de insistirle, le había confesado la situación con su padre. No solo lo golpeaba, sino que lo obligaba a tener sexo oral. Odió al hombre, hasta el punto de ir y matarlo con sus propias manos.

La mesera le trajo la orden, interrumpiendo sus pensamientos. Con solo pensar en lo que le contó, había perdido las ganas de comer.

Pero era un chico fuerte, y entre risas, también le había contado que estaba estudiando en secreto, Ciencias Económicas y Administración. Se sorprendió, pero la respuesta de este fue mas : " Claro, para poder salir de donde vivo, debo ser inteligente, para poder entrar en una empresa importante y asi poder juntar dinero, darle un poco a mi madre, otro a mi hermana y el resto, alquilarme algo, y asi ya no verle la cara". Siempre pensando en ellas.

- " Joey Wheeler..." – murmuro en su mente – "... eres admirable y tan hermoso..."