Compañías... o mejor solo???
by Kaede Sakuragi
( Yu-Gi-OH! ... Seto x Joey )
Capitulo 05Se había despedido de Yugi, sabia que no estaba bien ocultarle las cosas. Pero no quería darle falsas esperanzas a su amigo, de que algún día se llevaría bien con Kaiba. Le había dado risa, cuando creyó que estaba en algo raro, ese Yugi realmente era algo inocente, y también persistente. Prácticamente lo había corrido para poder ir a la Corporación.
El de vigilancia, lo saludo cortésmente, hasta lo hizo pasar por el ascensor de los ejecutivos. No se acostumbraría a eso, de seguro Lucio era responsable, ya que del antipático no esperaría tal cosa.
- " Lucio " – pensaba en él cuando subía al penúltimo piso, tenia que hablar seriamente con ese hombre. Se había convertido en un amigo, pero nunca pensó que seria hasta ese punto. Cuando las puertas se abrieron, casi tropezó con una secretaria – Disculpe...
- Sr. Wheeler... no? – Joey la miro sorprendido – Mi nombre es Marlen, la secretaria del Sr. Lucio, un gusto conocerlo – extendió su mano
- Un gusto... Sta Marlen, pero no me diga Sr., dígame solo Joey – le dijo sonriendo, mientras se rascaba la cabeza apenado.
- Ah... bueno, si es así... dígame solo Marlen... – ella era una mujer de unos 30 años, un poco más. Morocha de ojos marrones, de un buen físico – El Sr. Lucio lo espera en su oficina, es por aquí... – ella lo guió hasta una de las que se encontraba en el pasillo.
- Joey... – sonrió – Ven pasa... – mirando a su secretaria – Marlen, dile a los de mantenimiento que quiero para el lunes los muebles que ordené, que luego hagan espacio aquí... para así instalar a Joey
- De acuerdo... Con su permiso, voy al décimo piso – Marlen se despidió cerrando la puerta
- Instalarme aquí??? – Joey sonrió apenado – "rale... pero no hagas tanto revuelo... yo solo seré un consejero... y por las tardes
- también serás mi compañero, por lo cual... te quiero cerca mío... – Lucio estaba frente al rubio, lo miraba con una gran sonrisa
- Ok... ok – Joey sonrió un poco nervioso – " su sonrisa …me hace sentir bien... me convence " – pensó por unos momentos, para luego reprocharse por tal cosa.
- Bueno … aquí esta tu contrato … léelo y luego firma en las líneas … - Le entrego un documento de tres hojas. Joey lo leyó detenidamente, hasta llegar a los honorarios. Su rostro era de sorpresa – Sucede algo??? No estas conforme con el contrato??? – Lucio pregunto preocupado
- No... no es eso... – volvió a leer esa parte como tres veces – Lucio... en... en... en verdad cobrare esto??? – su amigo suspiro sonriendo.
- Claro, acaso no es suficiente????
- No... no... claro que es suficiente... pero es demasiado... por ser un consejero, de medio tiempo
- Joey... es una cuarta parte de lo que yo cobro... – lo miro a los ojos sorprendido – Jajá jajá Joey... no dudes... firma... – Lo volvió a leer, volvió a ver la cifra...
- " Si este será mi sueldo... podré... irme..." – sonrió, sin pensarlo mas, firmo.
- Enhorabuena... – Lucio le dio la mano, para luego darle un pequeño tirón suave, y abrazarlo, para luego decirle al oído – Bienvenido... – Joey se estremeció, no entendía porque ese pequeño gesto lo había puesto nervioso.
- Ejem Ejem... – una tos fingida, áspera y gruesa, provoco que se separaran. Lucio vio con una sonrisa iluminada al dueño de la Corporación – Ya firmaste.
- Claro... Kaiba – su mano derecha tomo los documentos y se los entrego – Ahora él será mi compañero... será un buen consejero. Verdad Joey???? – le pregunto a un confundido perrito.
- Claro... – por un momento, el silencio se hizo pesado. Kaiba observaba a Lucio, reconocía ese brillo en sus ojos, para luego ver al perro, pero no encontró lo que podía descifrar en esa mirada.
- Tenemos que arreglar unos asuntos... Lucio – el CEO hablo en forma calmada
- Si... si, enseguida voy – Kaiba hizo un gesto con su cabeza, a Joey le pareció un saludo??? – Espero que no te importe quedarte unos minutos solo
- No... no... te espero... – el rubio sonri
- Bien... – Lucio cerro la puerta de su despacho al salir.
Joey se sentó en el amplio sofá que había allí. Por un momento cerro sus ojos.
- " ... tengo nuevo trabajo... en una empresa importante... tendré una oficina... tendré un sueldo bastante remunerativo... " – apenas unas lagrimas aparecieron por su rostro – "... Hay... sensei... si no fuera por usted... no tendría esta oportunidad... " – pero su mirada se torno triste – " tendré que ocultar tal detalle a mi... padre... " – suspiro pesadamente – " si se entera... la pasare muy mal... juntare algo y me iré a vivir solo... " – abrió sus ojos, para luego acercarse al ventanal... la cuidad Dominio se veía tan pequeña – Madre... Serenity... seré bueno en esto y estarán orgullosas de mi... – sonrió tan dulce, tan sincero, que hasta un ángel podría haberse quedado impresionado por tal belleza.
En el despacho de Kaiba. Lucio estaba sentado frente a este, con su sonrisa de siempre.
- A que estas jugando????
- No sé a que te refieres... Kaiba – le dijo mientras jugaba con un lápiz
- Te conozco desde hace cinco años... – la mirada del CEO era seria, igual que su voz – Reconozco ese brillo en tus ojos... como un gato tratando de cazar a un ratón...
- Seto... me sorprendes... – le dijo en forma burlona y ofendida, pero al fijarse en su amigo, su rostro se torno serio.
- ... - el CEO, suspiro con disgusto – Dime que solo quieres al perro... trabajando contigo porque es bueno en eso...
- Claro... – Lucio contesto con una sonrisa fingida.
- Demonios... Lucio... – se levanto disgustado – Estoy tratando de que los buitres corporativos no me roben y/o traten de hundir esta empresa. Desgraciadamente Wheeler, es observador... y te diré sinceramente, nunca creí que lo fuera. Siempre fue un estúpido perro, que ladraba alrededor de sus amigos, sé hacia el que todo lo puede ... y para mi desgracia mi hermano Mokuba lo quiere mucho ... – estaba molesto, porque Lucio tenia algún sentimiento hacia el rubio, estaba molesto porque necesitaba otro consejero ... estaba molesto.
- ... – Lucio permanecía en silencio – No puedes despedirlo ... ya firmo el contrato ... además ...
- Además que???? – le dijo en forma tajante y desesperante
- ... Necesita el trabajo ... – y antes que digiera algo el CEO - ... No me mires así ... ni digas nada ... Tu no eres admirador de él ... y él ... no es tuyo. Pero es bueno, y lo demostró. Trabajara conmigo – la mirada de Kaiba era de disgusto – Esa será la única relación que tendré con él – pronuncio su sonrisa, aun más.
- ... – Kaiba lo miro por unos momentos, se volvió a sentar, para luego dar vuelta el sillón y admirar la ciudad desde el ventanal – Los horarios serán después de la escuela ... hasta las nueve de la noche. Cuando halla reuniones, tendrá que asistir sí o sí, sin ninguna excusa. Aparte, encárgate de su aspecto, no quiero que con sus ropas de pordiosero arruine la imagen de la empresa – Lucio sonrió agradecido
- Le daré las instrucciones ... – se levanto y se dirigió a la puerta - Nos vemos el lunes ... – le dijo mientras salía de la oficina, Kaiba no se dio vuelta, ni siquiera un gesto ni nada. La situación le molestaba.
Lucio entraba emocionado a su oficina, Kaiba, el hombre de hielo, había aceptado a Joey, sabia que lo necesitaba y por eso lo quería. Pero también reconoció que Seto no era malo. Al entrar a la oficina, se quedo perplejo, la imagen que tenia enfrente casi lo dejaba sin aire. El rubio estaba junto a la ventana, mirando algún punto de la cuidad, el sol le daba en todo su rostro, sus cabellos rubios parecían hebras de oro, y el brillo de sus ojos era indescriptible. Era un ángel. Este se dio vuelta ofreciéndole una sonrisa.
- Joey ... – dijo apenas tomando aire – El lunes empezaras a trabajar ... – se acerco a este – Después de la escuela hasta las nueve ... Asistirás a las reuniones sin falta ... y además ... – mirando lo de arriba a bajo, con su mano en su barbilla – Debemos comprarte ropa
- Que???? – dijo sorprendido – No ... Lucio, ya es demasiado lo que has hecho, que por cierto debemos arreglar lo de anoche ...
- Si si ... – le dijo mientras tomaba algunas cosas del escritorio – luego ... en el almuerzo – lo tomo del brazo y casi lo saco arrastrando – Ahora, amigo ... debemos comprarte un traje ...
- Lucio no ... – Joey reprochaba hasta dentro del ascensor – No quiero que me compres nada ... Yo no ... – Lucio le callo poniendo sus dedos sobre sus labios
- No digas nada ... – lo miro a los ojos, lo cual provocaron que las piernas de Joey apenas respondieran - ... Kaiba dijo que tendría que usar un traje en la empresa, por la imagen ... tu sabes ... – Joey asintió - ... Se que por lo que me contaste no tienes uno ... por lo cual vamos de compras
- Pero ... Lucio ... – su mirada se torno triste - ... Si mi padre se entera que tengo algo así ... me ... – volvió a ser callado por los dedos de Lucio
- Mira ... lo compramos, y me lo llevo a mi casa ... el Lunes lo traeré y cada ves que vengas a trabajar, te cambiaras acá y así tu padre no se enterara de nada ... Ok?! – le guiño el ojo, para luego tomar su mano para salir del ascensor y guiarlo hasta su auto.
En el centro comercial, en una de las tiendas de hombres, un Joey avergonzado estaba probándose los trajes. Los que lo atendían, lo vestían y desvestían como si fuera un muñeco, ante las sonrisas de Lucio, y de algunos ojos lujuriosos de algunos clientes. Habían elegido tres tipos de traje, uno gris, uno azul y otro marrón oscuro. Decía que le resaltaba sus ojos, y su cabello. También compraron zapatos, y que otras camisas.
- Lucio ... bombón – le dijo uno de los empleados del lugar – Que hermoso niño el que has traído ... de donde lo sacaste???? - le pregunto en forma juguetona
- Andréu ... mi hermoso francesito – le decía mientras le susurraba al oído – Es mi nuevo compañero de trabajo ..
- Ay ... bombón ... que suerte la tuya ... – le dijo entre risas, mientras veía a un Joey todo colorado saliendo de los vestidores - Ay ... Lindura ... te ves espectacular ... – Andréu, se acercaba al rubio, que miro a Lucio, y luego al espejo. Estaba vestido con un pantalón pinzado negro, zapatos haciendo juego y una camisa amarillo claro – Lucio ... dime ... No es hermoso este niño???
- Claro ... es hermoso ... – dijo sin pensarlo, lo cual se arrepintió al ver la mirada de Joey, de sorpresa, susto y avergonzado – Con esa ropa ... cualquiera es hermoso ... – le dijo guiñándolo el ojo – además ... si no fuera así ... Yo tampoco seria hermoso como lo soy ahora ...
- Ah ... el señor modestia esta presente ... – los empleados se rieron, entre ellos Lucio y Joey ...
- Bueno ... Andréu ... – sacando su tarjeta de crédito – Nos llevamos todo ... cárgalo a mi cuenta ... – y tomando una campera negra – también esto ... – se la entrego a Joey para que se la probara – Perfecto ...
- Lucio ... no .... – le dijo mientras se la sacaba y la volvía a colocar en su lugar – Ya es mucho ... – iba a protestar pero la mirada de Joey lo hizo desistir.
- Ok ... luego de firmar, y salir con los paquetes. Se dirigieron a un restaurante del lugar. Sentándose en una mesa, cerca de la ventana, frente a frente. El mozo saludo a Lucio cortésmente.
- Lo mismo de siempre ... Señor Márquez ...
- Mmmm ... no ... hoy prefiero algo diferente – miro a Joey – Te gusta la carne???
- Si ... pero ... – Lucio lo interrumpi
- No se diga mas ... – mirando al mozo – Tráenos carne con algunas verduras y un poco de esa salsa que siempre tu esposa hace tan rica, Mark.
- Claro ... enseguida les traigo – el mozo se retiro
- Lucio ... – Joey le hablaba en forma de reproche y seriamente - ... Ya basta ... ya no quiero que gaste mas por mí ... – estaba molesto
- Joey ... míralo así ... – Lucio se sentó a su lado, para mirarlo bien a los ojos – La ropa es para el trabajo, si te sientes mejor, el lunes arreglamos las facturas para descontártelo de tu sueldo. Pero también piensa, tienes que estar presentable ante una junta de directivos corporativos – Joey por un momento lo medito, tenia razón – además ... – Lucio levanto su copa de vino tinto que le habían servido recién – Esta comida es para festejar tu nuevo ingreso a la Corporación Kaiba – apenas choco las copas en forma de brindis.
- ... esta bien ... – dijo en forma de resignación - ... El lunes arreglamos las cuentas ... – mirándolo seriamente, mientras volvía a su lugar – Todo los gastos ... ok?!
- Ya ... ya ... – el mozo volvió con la comida – Ahora ... Mi nuevo compañero ... a comer ...
Ambos pasaron el almuerzo muy reconfortante. Lucio le contó su vida y Joey un poco mas de la suya. La tarde se paso rápida, como también la compañía. Lucio volvió a dejarlo en la esquina de su casa, no había problema con la ropa que llevaba puesta, su padre siempre salía hasta el domingo por la noche, así que ... aprovecharía en arreglar cosas y estudiar un poco. Lucio se despido con la mano en algo, y una gran sonrisa.
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Debo dar gracias a los comentario XX ... una de ustedes me leyo el pensamiento!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Jujuuuu no dire quien ... pero me han mandado varios mails ...... estoy emosionda .... los quiero a todosssss
