Compañías... o mejor solo???

by Kaede Sakuragi

( Yu-Gi-OH! ... Seto x Joey )

Capitulo 09

La brisa de la mañana corría cálidamente, haciendo que las cortinas blancas se movieran, provocando que un sol travieso jugara en los ojos cerrados de un pequeño cachorro.

Intento levantarse, pero una punzada en su cabeza, lo volvió a tirar en la cama, pero esta vez cubriéndose con la almohada. Sintió un aroma de fruta. Abrió los ojos, despacio, acostumbrándose a la luz, miro detenidamente, lentamente el cuarto donde se encontraba. No lo reconocía. Se sobresalto, y de un tirón salió de la cama, ignorando el dolor de cabeza, por lo cual un repentino mareo se apodero de su cuerpo, haciendo que sus rodillas se doblaran y cayera al piso. Se tomo la cabeza, no sabia donde se encontraba, ni como había llegado allí. Solo recordaba que un empresario, le estaba hablando, de las inversiones, se sintió un poco mareado, las copas que le ofrecían eran dulces, pero no estaba acostumbrado a tomar. Sintió el aire fresco cuando lo llevo fuera del salón y luego...

- OH ... por Kami!!! – dijo en voz alta, tocándose el rostro sonrojado – él ... él ... me quiso ....

- Despertaste ... – la voz fría se hizo escuchar desde la puerta del baño de la habitación. Joey se dio vuelta sobresaltado, para encontrarse a Kaiba con un pantalón pinzado oscuro y una camisa blanca sin prender, tenia el pelo mojado.

- Yo ... – el rubio lo miraba sorprendido, hasta un poco sonrojado – Que ... como ...???

- Ufff ... – bufo el CEO – Estas en mi casa ... – lo miro fríamente, se metió al baño nuevamente, para luego salir y lanzarle un pequeño frasco – Toma ... es para tu resaca – Joey lo miro sin entender ni poder moverse, estaba como en un hechizo. Kaiba sin prestarle atención, se termino de vestir, frente al espejo que tenia allí. Cuándo se dio vuelta, aun el rubio estaba en el suelo – Que esperas? Perro ... una orden para poder mover tu estúpido trasero y levantarte???

- Oyeeeee!!!!- un Joey enojado se levanto rápidamente para enfrentarlo, pero una punzada en la cabeza le hizo retroceder un poco – Mi cabeza!!!

- Tienes??? – pregunto Burlonamente el CEO

- Kaiba!!! – levanto su puño amenazante – Ten un poco de vida propia!!! Deja de meterte en la mía...

- Si claro... para que un estúpido quiera propasarse contigo...

- ... – Joey se quedo mirándolo asombrado, temeroso. Cayendo en cuenta lo que había recordado cuando despertó... - Que sucedió con...???? – pregunto entrecortado, asustado.

- Nada ... – Joey lo miro a los ojos – Acaso no recuerdas nada??? – lo miro levantando una ceja, en forma de disgusto.

- No ... – se tomo la cabeza, pero dolía demasiado. Se levanto, miro sus ropas arrugadas, y luego el envase que tenia en la mano – Yo ... debo irme ... – sin mirarlo, empezó a vestirse, el golpeteo en la puerta, una voz conocida.

- Buenos días ... – Lucio entraba sonriendo, miro a Joey que estaba algo confundido, y luego a Kaiba que estaba ya vestido para asistir a la empresa – Valla ... para alguien que durmió en el sofá ... te encuentras bien ... – le guiño el ojo, el CEO bufo saliendo de la habitación. Joey empezó a procesar lentamente lo que acababa de ocurrir. Su cabeza volvió a punzar.

- Ay ... Mi cabeza – Lucio sonri

- Deberías tomarte esas aspirinas ... te harán bien – el rubio miro el frasco y se tomo dos.

- "rale ... mira mis ropas ... están arrugadas ... y hoy es sábado – dijo lastimosamente.

- Ten ... – Joey atrapo su mochila verde – Me imagine que necesitarías algo de ropa ... jeje ...

- Jeje ... – rasco su cabeza avergonzado mientras sacaba su lengua en forma burlona.

Por otro lado, Kaiba estaba en la cocina desayunando, eran las ocho y media de la mañana, solo por ese día, llegaría tarde a la empresa. Ya que, en cada reunión que sé hacia por las noches, se tomaba esa liberación. Después de todo, era humano.

- Hermano ...!!! – Mokuba saludo efusivamente – Que tal te fue anoche en esa reunión? Pudiste encontrar buenas ofertas?

- No ... – lo miraba por sobre el periódico – Realmente no ... todo una perdida de tiempo

- Jeje ... – Mokuba sonrió – Hoy trabajaras???

- Si Mokuba ... – le decía mientras se levantaba tomando su portafolio – Nos vemos ...

- Hermano ... – el pequeño pelinegro, lo detuvo del brazo – Hoy iré al parque de diversiones con Yugi  y los demás – el CEO gruño en forma de enfado, levantando su ceja – Seto ... porque no vienes con nosotros??

- No Mokuba ... tengo que trabajar ...

- Trabajo ... siempre trabajo ... No te vendría un día libre ... Kaiba – Lucio entraba mientras le guiñaba el ojo al CEO, quien volvió a bufar

- No empieces Lucio ...

- Hola ... Lucio ... – Mokuba lo saludo entusiasmado, dándolo le mano. Era lo más cercano a un amigo que tenia su hermano – Que te trajo por aquí???

- Vine a buscar a Seto ... además ... – iba a decir algo cuando fue interrumpido

- Hola Chibi ... – Joey aparecía detrás de él, cambiado de ropa

- Joey???? – Mokuba pregunto curioso – .. que haces aquí ...??? – Kaiba solo dedico a mirarlos seriamente.

- Es que ... venia a verte ... – dijo nervioso – eso ...

- Si ... justo cuando estaba  por entrar lo encontré en el portón, me dijo que era amigo tuyo ... así que ... le hice el favor de traerlo conmigo ... – ambos muchacho sonrieron, Joey estaba más nervioso. Busco la mirada de Kaiba, pero este ya ni siquiera estaba en la cocina

- Vamos ... Lucio ... se nos hace tarde – le decía prácticamente desde la entrada, sorprendiendo al cachorro. Pero antes de irse se giro mirando a su hermano – Mokuba, vuelve temprano ... – mirando a Joey – Y tu perro ... mas te vale cuidar a mi hermano ... sino te pesara muy caro – y sin dar la oportunidad de reprochar al rubio, desapareció detrás de la puerta, con un Lucio sonriente y guiñándoles el ojo a ambos.

Joey se quedo sorprendido, eso significaba que no tendría que ir a trabajar, es mas, saldría a divertirse con sus amigos.

- Vamos Joey ... quiero ir a buscar a Yugi, y de paso ver las cartas nuevas que tiene su abuelo

- Claro ... Chibi ... vamos – Joey tomo su mochila, y salió tras Mokuba, aun le dolía la cabeza pero era mucho menos de cuando se despertó.

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Mientras, en dirección a Kaiba Corp., el silencio era áspero y denso. Lucio miro a su acompañante, dejando salir una pequeña risita.

- Que es lo gracioso??? – el CEO le hablo molesto

- No sé ... dímelo tu ... – lo miro de reojo, para volver a sonreír – Desde que salimos de tu mansión ... no has dicho una palabra. Y no es que hables mucho, pero, estas como malhumorado. Acaso paso algo anoche ... y por eso molesto??? O por que no paso nada??? – el tono que había usado, era algo como burla inocente, y algo de curiosidad. Kaiba lo miro asesinándolo con la mirada. Pero no respondió – Oh ... vamos Seto ... – le dijo en forma molesta y resignada – No puedes disimular conmigo, soy lo más cercano a un amigo ... Y no me mires así ... Estas molesto y no entiendo porque ... – se detuvo en un semáforo, faltaban unas cuadras para llegar – Acaso fue lo que Joey hizo??? – El CEO lo miro sorprendido, y hasta algo molesto, el cachorro le había contado a su amigo del beso??? Le había mentido en que no recordaba nada??? – Ah ... entiendo ... – Lucio hizo una pausa - ... Bueno pero entiende ... El no quiere que se enteren que esta trabajando contigo ... – Kaiba levanto la ceja, con cara de no entender de lo que hablaba - ... Lo que le dijo a Mokuba, que venia a buscarlo, no de que había pasado la noche en tu habitación, porque había ido  a la reunión de negocios de la corporación ... – el CEO miro al frente, se reprendió mentalmente, era un verdadero estúpido – además me sorprendió que no digieras nada ... – volviendo a sonreír irónicamente – Bueno de ti nada me sorprende – Kaiba no dijo nada. Lucio lo miro curioso, pero ya no insistió en hablarle – Llegamos ... – le dijo cuando entraban al estacionamiento.

Ambos muchachos bajaron, subieron al ascensor. Cuando llegaron, se encontraron con el Sr. Whait, pero por su cara algo molesto.

- Señor Kaiba – lo enfrento seriamente – He venido a arreglar ciertos asuntos con usted

- Si quiere arreglar algún negocio con la compañía, tome la amabilidad de hablar con el Señor Márquez, aquí presente. Yo debo hacer otras cosas – paso por su lado, ignorando las protestas, hasta cuando el hombre le hablo no cortésmente

- Yo no vengo a hablar de negocios ... Usted ataco a mi hijo ... – Kaiba se dio vuelta, para mirarlo fríamente

- Disculpe usted – se le acerco, peligrosamente, ya que el hombre que era mas bajo que el CEO, retrocedió un poco, pero su rostro no cambiaba la expresión de enojo – Su hijo ... ataco a uno de mis consejeros ... Como es mi deber ... debo proteger a Mi empresa ... y eso incluye a mis manos derechas ... – metió la mano en su saco, casi provocándole un paro al señor Whait

- Que ... que va ser??? – le dijo asustado, pero el movimiento rápido de Kaiba casi lo hace caer

- Aquí tiene ... – le extendió una tarjeta – Este es el teléfono de mi abogado ... – el CEO sonrió maliciosamente – Que pensó??? Que sacaría un arma??? Ya veo de donde saco la idiotez su hijo -  diciendo eso, se dio vuelta para luego encerrarse en su oficina. La cara de los presentes, era casi un momento Kodak. Cuando Lucio reacciono, le indico la salida al otro empresario, que muy rojo de vergüenza y enojo salió sin decir nada. Las dos secretarias que se encontraban allí, se taparon la boca ocultando la sonrisa, pero para Lucio no fue fácil, él también les sonrió.

Dentro de la oficina, el ojiazul estaba sentado en su sillón, contemplando la cuidad. Miro la hora, ya eran las nueve y media. Estaba disgustado

- " Como ese hombre se había atrevido a venir a pedir explicaciones por su hijo. Él tendría que demandarlo, por acoso a uno de sus empleados. Le había molestado como se le había insinuado, y más cuando quiso besarlo. Sabia que se había propasado, en pegarle una patada, y dejarlo tirado en el piso, pero nadie tocaría a su cachorro, sin su consentimiento" - Por un momento, retrocedió en lo que estaba pensando. Se estaba volviendo loco. Pero instintivamente, toco sus labios – No siento nada ... además él no recuerda nada ... Es inútil Seto ... té estas torturando por algo que no existe ... – se dijo en voz alta, pero ni el mismo lo creía.

Lucio cerro lentamente la puerta, se dirigió a su oficina, y se quedo por un momento mirando la nada. Al final si había pasado algo. sonrió tristemente, quizás ellos si tenían posibilidades.

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Mientras tanto, lejos de allí, unos chicos se reunían alegremente. Pero ninguno se dio cuenta que estaba siendo espiado, por una mirada que daría miedo a cualquiera. Observaba a cierto chico, devorándolo con sus ojos, saboreándolo, imaginándoselo gimiendo bajo su cuerpo.

- De estas no te salvaras... – tocándose la cara, donde había rastro de ser golpeado – No estará ese bastardo para que te defienda.