Compañías... o mejor solo???

by Kaede Sakuragi

( Yu-Gi-OH! ... Seto x Joey )

Capitulo 12

Cerca de uno de los barrios más ricos, de una camioneta negra, cinco hombres bajaron de ella. El mas alto, se dirigió a una de los restaurantes exclusivos, seguido por los demás. El metre los retuvo en la entrada, pero el CEO cuando diviso a la persona que había visto en el video, hizo caso omiso y lo empujo, para darse paso entre las mesas.

El en fondo del local, un joven pelirrojo, y un hombre gordo, estaban por cenar con otros empresarios, entre ellos, uno de los consejeros de su junta. Los hombres de la mesa, quedaron sorprendidos al verlos allí. Kaiba poseía una mirada muy desconocida entre sus empleados, una mirada que podría matar con solo un guiño. Sin ninguna camarería, tomo al directivo por la solapa, le propino un golpe tirandolo al suelo, acto seguido, tomo el brazo del pelirrojo, que se había levantando para protestar, pero fue prácticamente tirado sobre la mesa. El CEO le había doblado el brazo, casi hasta romperlo. Las personas del lugar, los estaban mirando, pero Kaiba le importaba poco.

- ¿Dónde esta??? – fue una pregunta tan fría, que hasta sus compañeros se estremecieron

- No se de que me estas hablando... – dijo quebrándose, Jeremmy apenas estaba aguantando el dolor de su brazo.

- Mentira... – lo doblo aun mas, provocando que gritara mas fuerte

- Kaiba ... le romperás el brazo – Era Yami, que había intercambiado con Yugi - ... No es necesario tal brutalidad

- Cállate Yugi ... – le dijo sin mirarlo, y torciendo el brazo hasta dislocarlo. Lucio se sorprendió, nunca lo había visto tan enojado - ... Te queda el brazo izquierdo ... también quieres que te lo rompa???? – la voz del CEO era un susurro, pero lo suficiente audible para el pelirrojo.

- No ... no .... – con lagrimas en los ojos - ... Esta en una bodega ... del otro lado de la cuidad ... en el muelle ... – se callo de repente, pero al sentir que el otro brazo era torcido – En la bodega 369 ... – el CEO lo soltó tirandolo al piso, ante los ojos sorprendidos de todos los que se encontraban allí.

Sin decir palabra, se dio vuelta, sacando su celular. Dando instrucciones a sus agentes, para luego salir del lugar.

- Kaiba ... eso fue exagerado – reprocho Yami

- ... – no contesto, iba mirando por la ventanilla. Lucio lo miro de reojo, estaba preocupado, no solo por su amigo, si no también por la reacción de Kaiba ante el padre de Joey.

- Ay que avisar a la policía – Dijo Duke – Para que nadie pueda escapar ... además ...

- No es necesario ... – el CEO lo interrumpi

- Pero por que???? – dijo molesto Tristan – Eres un maldito desalmado ... si algo le pasa a Joey ...

- Destruiré a cualquiera que trate de tocarlo ... – dijo en voz baja, lo suficiente audible para los ocupantes de la camioneta. El silencio se hizo molesto, esas palabras habían sido hechas en forma fría, furiosa y con todo el odio.

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Ya era la hora, cuando Joey despertó, estaba adolorido. Cuando intento incorporarse nuevamente, se asusto al encontrarse solo con sus pantalones, y en otra habitación. Un poco mas amplia. Estaba atado a una silla de ruedas.

- Despertaste ... bien ... – otra vez esa voz desagradable. Miro a su costado, y allí estaba ese hombre que lo había querido violar, trato de safarse de las cuerdas – No te esfuerces ... – se acerco para tomarlo de la barbilla y hacerlo girar, hasta casi tocarse la punta de sus narices – Laceraras tu hermosa piel ... – y le lamió los labios. Joey hizo una mueca de asco, pero cuando quiso protestar, fue amordazado – Esto es para que no molestes a los clientes ... – el rubio abrió grandes sus ojos – Aja ... serás el plato fuerte ... sacaremos mucho dinero, y el primero que te posea tendrá que pagar el doble de lo que vales ... – Joey volvió intentar soltarse -  ... Pero luego ... bajaremos los precios ... – pozo su mano en el pecho, pellizcando sus tetillas, para luego lamerlas. Fue bajando su mano hasta su entrepierna, tratando de estimularlo, pero los forcejeos eran mas fuertes – Mmmmmm ... creo que tengo una solución para ti ... – se alejó un poco, hasta una mesita, donde se podía escuchar el sonido de unos frascos. Joey abrió sus ojos con temor, el tipo tenia una jeringa, con un liquido blanco en ella – Esto te relajara ... serás tan dócil como un gatito ... – el rubio quiso escapar pero fue inútil, sintió como la aguja traspasaba la piel, un grito ahogado por la mordaza apenas se escuchaba. Intento safarse pero cada vez era mas lentos sus movimientos – Así ... resístete ... la droga surtirá mas rápido ... – se inclino para luego morder su lóbulo, Joey ya no reaccionaba coherentemente. El hombre sonrió. Desprendió los pantalones de este, y metió la mano, para tomar el sexo y empezarlo a estimular. Se lamía los labios, mientras que con su mano libre, empezaba a masturbarse el mismo. Se agacho, y empezó a lamer, la casi despierta carne de Joey, empezó a gemir, mordiendo la punta, hasta que estuvo totalmente erecta. El cachorro, estaba perdido en las sensaciones que le provocaban, tanto como la droga como la boca en su sexo. El hombre se vino en su mano, mientras seguía estimulando a Joey, pero no lo dejo acabar - ... Bien ... – se levanto, arreglándose las ropas, pero dejando al rubio en ese estado – Mejor vista para la subasta no puedes tener – sonrió maliciosamente. La puerta se abrió de repente.

- Ya esta listo???? – un hombre joven había aparecido, acercándose – Ah ... veo que si ... – sonrió al ver a Joey, drogado y excitado – Será una buena subasta

- Claro ... además ... – se acerco a Joey para acariciar su rostro – es Delicioso

- Jajaja ... – tomo la silla, sacándolo de allí – Ya están todos ...

Salieron de la habitación, llevándolo hasta la parte central de la bodega. Estaba equipada, con sillas y mesas de lujo, una gran alfombra roja cubría gran parte del piso. Había un escenario, con reflectores enfocados en el. Una pantalla gigante, colgaba del techo, para dar una mejor visión de las cosas que se subastarían. Entre el publico, se encontraba mas o menos 100 personas, entre ellas hombres grandes, adinerados, pervertidos. Alguna que otra mujer, o mujerzuelas, daba igual. Había guardaespaldas los suficientes para la subasta.

El lugar se oscureció un poco, solo dejando una luz central en el escenario.

- Bienvenidos ... a todos ustedes – un presentador apareció – Gracias por asistir a esta subasta, donde encontraran, desde mascotas sexuales, hasta las que solo por un buen precio tendrán en la noche. Donde las mujeres mas bonitas, están aquí ... donde las ... cosas que en los mercados legales no conseguirían ... – todos se rieron, hasta vitorearon – Como primera adquisición ... tenemos un chico rebelde ... pero todo un gatito ... – apareció Joey, en la silla de ruedas, drogado, siendo empujado por el mismo joven que lo había ido a buscar - ... Como verán ... tiene buen físico ... rubio ... ojos color claros ... de muy buena contextura ... – decía mientras tocaba su pecho, Joey seguía perdido en los efectos de la droga – Como verán ... – señalando su miembro casi erecto – Esta muy disponible ... – un murmullo general se escucho, uno que otro comentario de pasarla con el muchacho ... otros se lamían los labios – Y ... para mejor ... del primer comprador de la noche ... Es Virgen – el silencio se hizo por unos segundos.

- Veinte mil dólares – dijo uno del fondo.

- Treinta mil ... – dijo otro mas cerca

- Cien mil – Un hombre mayor, grito del medio, sonriendo. Los demás se quedaron callados.

- Cien mil a la una ... – el anunciador dijo despacio – Cien mil a las dos ... – el padre de Joey que se encontraba a un costado, se relamía los labios, y las manos – Cien mil a las ...

- Ciento cincuenta mil – Un hombre joven, de traje negro, apoyado en una de las columnas, fue el que hizo la oferta.

- Doscientos – volvió a decir el hombre gordo

- Quinientos mil – el otro hombre volvió a gritar, mientras sonreía cuando el viejo se sentó, y no dijo nada.

- Quinientos mil ... a la una ... – empezó a contar de nuevo el presentado – Quinientos mil a las dos ... – miro al hombre gordo, quien hizo una seña de desagrado – Quinientos mil a las tres ... Vendido por esta noche al señor Seiichiro Kazutaka ( XDDD no me pude contener ... amo este personajeeeeeee ... - Kaede babea ( nota: es de mi propiedad, de un juego de rol o.o) )

El padre del rubio estaba contento, había sido mucho mejor de lo que pensaba.

Detrás del escenario, los que cobraban, estaba hablando con el Señor Kazutaka, mientras el otro socio del padre de Wheeler hablaba también.

- Acá tiene su recibo ... – le dijo uno de los hombres – Es un comprobante donde solo sirve para esta subasta ... – Seiichiro sonrió, encendió un cigarrillo – Este es el numero de la habitación que le corresponde – tomo la llave, para luego dirigirse al padre y a su socio

- Señor Wheeler ... – el hombre saludo cortésmente - ... Hermoso espécimen ... su hijo ... Por lo que pude apreciar – los hombres sonrieron, Seiichiro se acerco mas a ellos, para susurrarles – Espero que realmente sea virgen ... sino – la sonrisa maliciosa se hizo ver, estremeciendo a los hombres

- Claro ... señor ... se lo aseguro ... – el padre del rubio sonrió – Además no le gusta los hombres .... o por lo menos no le conozco novio ... aunque si lo he visto con Kaiba ... ese chico rico ...

- Mmmmm ... interesante – Seiichiro se puso pensativo, para luego regalarles una sonrisa de satisfacción – Díganme ... caballeros ... cuanto piden por comprarles al muchacho???? – ambos hombres se sorprendieron.

- Pero ... señor ... – dijo el padre – La subasta solo era por una noche ... y luego será subastado nuevamente ... – haciendo caso omiso, saco su chequera, y empezó hacer un cheque, para luego firmarlo y dárselo

- Creo que esta suma, para repartir entre ambos ... es suficiente – Seiichiro hablo seriamente, pero con una sonrisa. Ambos hombres quedaron asombrados por la cantidad

- Claro ... no hay problema ... – el padre de Joey sin titubear, le dio la mano.

- De acuerdo ... Señores ... buenas noches ... – se dio vuelta, para luego hacer señas a uno de sus hombres – Ve a esta habitación, toma al muchacho y ponlo en el auto ... nos vamos a casa ... – acto seguido, el hombre se despidió de los organizadores, volvió a despedirse de los otros hombres, y salió del lugar con una sonrisa. Esa noche la disfrutaría en grande.

No muy lejos, una camioneta negra, entraba a la sección de las bodegas, aparcando muy cera de la 369, los cinco ocupantes, con pasos apresurados, empezaron a buscar una entrada. La cual encontraron, cuando una limosina azul, salía del lugar.

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Nota ... : alallalalallalallalalallalalallalallalalallalalalalallalalal ( kaede mira hacia el cielo ) mireeeennnnn .... - un parajitooooo!!!! ( sale cantando y bailando ) XDDDDDDDDDD

Matta Neeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!