Compañías... o mejor solo???

by Kaede Sakuragi

( Yu-Gi-OH! ... Seto x Joey )

Capitulo 16

La puerta de hierro se levantaba, la camioneta se quedo frente a ella. Los ocupantes observaban la estructura a lo lejos, se podía apreciar cuan grande era la mansión, mucho más que la de Kaiba.

La reja se abrió lentamente, haciendo el crujido de las bisagras, los cinco se miraron. Kaiba asintió, Lucio tomo los cambio y empezó avanzar.

En el estudio, el teléfono sonó, para ser atendido por Seiichiro. Colgó sonriendo.

- Están aquí... – miro a su costado, para encontrar a su hermano. Serio

- Aja... – dijo molesto mientras se levantaba, para salir de la habitación

- Aun estas enojado... por algo que paso hace siete años??? -  Asato se quedo de espaldas a él

- No sé de que hablas ... – se dio vuelta para mirarlo a los ojos, Seiichiro sonri

- Sabes que me gusta Seto Kaiba ... sé que té molesta porque no te deje jugar hace tiempo con él ... sabes bien que ... tus gustos no han cambiado ... y si pudieras meter mano al cachorro lo harías ...

- ... – Asato no dijo nada, se dio vuelta para salir de la habitación, y casi cuando cerraba la puerta, Seiichiro hablo

- Si lo tocas ... te matare ... Si tocas a Seto ... también te matare ... – la voz de su hermano era seria – Puedes hacer lo que quieras con el resto ... no me interesa ... – la puerta sé cerro.

Asato se alejo enojado, apretaba sus puños, su hermano a pesar de los años seguía obsesionado con aquel chiquillo.

Cuando llegaron a la puerta, los cinco bajaron. Dos enormes perros negros los esperaban en la puerta. La gran puerta de madera, se abrió lentamente, para dejar entrar a uno de los perros, el otro, los miro gruñéndolos, para luego seguir al otro.

Kaiba fue el primero entrar, seguido por los demás. La primera sala, era enorme, se podía apreciar varios pasillos, y tres escaleras, una en el medio y otra en cada costado.

- Y ahora??? – Duke pregunto, desconfiando

- Ay que buscar a Joey ... – Yami hablo mientras observaba algunas de las pinturas que se encontraban en la pared.

- Las habitaciones están arriba ... – Kaiba hablo seriamente - .. El estudio esta por ese pasillo ... – señalando a la derecha - ... De seguro estarán esperándonos ...

- ¿Cómo sabes todo eso???? – Tristan hablo un poco molesto

- Recuerda que los conozco ... y no seria la primera vez que estoy en esta casa ... – miro con disgusto una de las cámaras de seguridad del techo - ... No me agrada tampoco volver a ella ... – todos asintieron, separándose.

Tristan, Duke y Yami irían a revisar las habitaciones, Lucio y Kaiba irían al estudio, para arreglar ciertas cosas con los Hermanos Kazutaka.

Los tres muchachos subieron despacio, verificando si había algún guardia, en el lugar.

- Yugí ... No te parece extraño que no haya guardias??? – Tristan pregunto despacio

- Tienes razón ... – Yami tenia un mal presentimiento – Debemos mantenernos juntos ... Duke ... tu tienes que ... – al darse vuelta, se dio cuenta que solo estaban ellos dos – Duke????  ....

- Duke ... donde te metiste ... estoy no es un juego ... – Tristan hablo preocupado, mirando a Yami – Hermano ... esto no me gusta ... – los dos muchachos volvieron por el pasillo, para ver si lo encontraban.

Cuando desaparecieron a la vuelta del pasillo, una puerta se entre abrió, dejando ver a unos ojos verdes, y una sonrisa maliciosa. Volvió a cerrar la puerta, dándose vuelta, mirando aquel cuerpo que estaba recostado en la cama. Era un muchacho muy bien parecido, se notaba que era alto, y de un buen cuerpo, de ojos claros, pudo apreciar cuando lo dormía con cloroformo. Se acerco lentamente, acaricio su mano, con la yema de sus dedos. No era un hermoso espécimen como lo era el cachorro, pero realmente le gustaba lo que tenia en frente. Lentamente empezó a sacarle la chaqueta negra, acaricio sus cabellos, y le saco uno de los colgantes en forma de dados que poseía, serviría para mas adelante.

Lo descalzo, para luego sacarle los pantalones, dejándolo solo con un bóxer negro. Empezó acariciar su pecho, luego bajo por su abdomen, para luego delinear por sobre la única ropa que tenia puesta, siguió por sus piernas, hasta llegar a los tobillos. Sonrió, realmente le gustaba ese puerto. Se alejo un poco de la cama, luego cerro la puerta con llave, y empezó a desvestirse. Se acostó a su lado, acaricio su rostro, se acerco a sus labios y los lamió, despacio, saboreando cada parte de ellos, siguió con su cuello, dándole mordisco fuertes lacerando la piel, pudo sentir la reacción del cuerpo de su compañero. Volvió hacerlo, para sentir otro estremecimiento, les estaba gustado ese juego. Bajo mordiendo la piel, hasta sus pezones, lamiendo, el pequeño retoño que se levantaba por la excitación que le estaba provocando. Jugo un rato, para luego pasar al otro, pero no conforme con eso, lentamente empezó a rasgar su piel, con sus uñas, dejando marcas. Su compañero se estaba despertando, lentamente, por el dolor, y la excitación que provocaba. Se acomodo sobre su hombría, refregándose en ella, jadeando sobre los labios. Sonrió cuando descubrió que había abierto los ojos, primero lo miro con confusión, luego con asombro, y por ultimo con miedo. Al darse cuenta la situación, quiso escapar, de esos brazos que lo sujetaron, quiso gritar, pero un golpe certero en la cara, lo dejo atontado.

- Shsssssss ... – Asato le susurro, mientras lo ataba al respaldo de la cama - ... si te portas bien ... seré bueno contigo ...- Duke quiso protestar, pero fue callado por otro golpe – ... Si ... no ... – sus ojos mostraron un verde desquiciado - ... Tendré que usar algo mas que la fuerza contigo ... -  decía mientras debajo de la almohada sacaba un cuchillo de caza. Duke abrió sus ojos, sorprendido. Solo pudo asentir con la cabeza – Bien ... bien ...

Saco un pañuelo debajo también de la almohada, para amordazarlo. Dejo el arma, en la mesa de noche, para luego empezar a lamer el cuello. Duke se tenso, no podía creer que le estaba sucediendo eso. Quiso moverse, pero sentía el cuerpo de aquel muchacho sobre él, sentía como su hombría estaba erecta, y la suya estaba reaccionando con ellas. Se maldijo, estaba siendo abusado, y su cuerpo hacia todo lo contrario de lo que quería.

Sintió como la lengua de Asato, bajo por su pecho, para luego detenerse en la ingle, sintió como lentamente, sus boxes eran bajados, y tirados  por alguna parte de la habitación. Grito al sentir algo húmedo jugar con la punta de su hombría, pero era amortiguado por la tela que cubría su boca. Sintió como su cuerpo se excitaba con tal toque, pero por dentro, estaba desesperado.

No quería estar en esa situación, no quería pensar en lo que estaba pasando. No quería ... que él se enterara. Iba a ser violado por alguien a quien no conoce y lo había secuestrado, quería despertar de ese sueño, o morir en ese momento. El no quería hacerlo con uno de los Kazutaka.

Volvió a gritar, cuando sintió la invasión en su ano, podía sentir como unos dedos, se abrían paso en ella, acostumbrándolo, preparándolo. Sentía los gemidos de Asato, sentía como disfrutaba ese momento. Soltó su hombría, para luego subir lentamente, pasando la lengua, descaradamente. Hasta llegar a su cara, donde lamió cada parte de ella como si fuera un gato.

- Mmmm ... sabes rico – le susurro al oído mientras le lamía el lóbulo – Espero que seas tan estrecho ... como parece ... – Duke se tenso y empezó a forcejear, para soltarse, a moverse frenéticamente, pero eso excitaba aun mas a Asato, quien gemía cada vez mas fuerte – Basta ... basta ... mmmmmmmm .... no sigas ... me harás terminar ahora ... y tendré que prepararte nuevamente ... – Duke se quedo quieto, asumiendo las palabras de su agresor. Sentía el miembro palpitante contra el suyo

Cerro los ojos, cuando sintió que se acomodo entre sus piernas. Su ano, fue penetrado de una sola embestida, provocando que casi se quedara sin aire y sin cuerdas vocales, a pesar del pañuelo grito con todas sus fuerzas. Y sin reparo, empezó a moverse, sus gemidos agitados, eran golpeando su cuello, mientras lo mordía. Duke, lloraba, tanto de dolor como de tristeza.

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Lucio iba detrás de Kaiba, había intentado leer sus expresiones, pero no podía   sacar conclusiones a eso. El CEO iba perdido en sus pensamientos cuando su compañero le hablo

- Dime ... que harás cuando lo encuentres???

- Primero le romperé la cara por solo el hecho de burlarse de mí ... -  dijo fríamente

- No hablo de Seiichiro ... – Kaiba se detuvo para mirarlo, levantando la ceja - ... Sabes a lo que me refiero ... Has dejado ver tus emociones como nunca ...

- ... – el CEO siguió adelante, no dijo nada. Pero Lucio tenia razón, había puesto en evidencia sus sentimientos, frente a los estúpidos amigos de su cachorro. Hizo una nota mental al apodo y a su forma posesiva. Sonrió por dentro. Ya vería como arreglaba eso. Se detuvo frente a una puerta grande, mas que las anteriores, ya que tenia dos. La abrió lentamente, para dejar ver dentro, a un hombre de ojos claros, que solo eran iluminados por el fuego de la chimenea.

Por la ventana, se podía apreciar unas nubes rojas, mezcladas con un toque naranja, dentro de poco amanecería.