Compañías... o mejor solo???
by Kaede Sakuragi
( Yu-Gi-OH! ... Seto x Joey )
Capitulo 17
Cuando abrió sus ojos, se sintió desorientado. Cuanto había dormido? No lo sabia. Su cuerpo se sentía resentido, y su cabeza le era pesada, pero aun así pudo incorporarse, y ver a su alrededor. Se levanto de la cama, busco sus ropas. Lentamente se vestía, tenia miedo de volverse a desmayar. Miro por la ventana, ya había amanecido, no hacia mucho. Pudo observar un reloj antiguo sobre la chimenea de la habitación, marcaban las 7 am. Se dirigió a la puerta, la abrió lentamente, observando si había alguien detrás de ella, suspiro aliviado cuando vio todo tranquilo. Salió lentamente, tratando de ubicarse, tomo el pasillo de la derecha, caminando despacio, solo podía sentir su corazón, que latía apresuradamente. Los pasos lo llevaron hasta un pasillo largo, había muchas puertas, muchos cuadros con marcos antiguos, y como seis armaduras de cada lado. La alfombra roja, se extendía en todo el largo.
Los pasos lentos, lo llevaban hasta una habitación donde se podía sentir algunos ruidos, quejidos, gemidos. Joey se sonrojo, sabia donde estaba, pero no se había imaginado encontrarse con tales cosas. Perdido en sus pensamientos, apenas pudo percatarse de unos pasos, una voz que decía algo a su compañero, y luego el sonido de la puerta al abrirse. Se escondió detrás de una de las armaduras del pasillo, por suerte, aquella figura tomo el lado contrario, así no descubriéndolo. Cuando pudo salir de su escondite, paso por delante de la habitación, silenciosamente, no quería ser descubierto, pero para su sorpresa fue, encontrar la puerta semi abierta, y ver asombrado quien estaba atado a la cama. Esos ojos semi abiertos lo miraron con angustia y lagrimas. Sin pensarlo, entro a la habitación, para cerrarla con llave desde adentro.
El muchacho de la cama gimió de dolor, tristeza, de miedo, al sentir como era desatado. Al estar libre se abrazo inconscientemente al rubio, empezó a sollozar silenciosamente, su cuerpo hacia pequeños espasmos, mientras Joey trataba de tranquilizarlo. Sin pedirlo, Duke empezó a relatar lo que había sucedido, desde que lo fueron a buscar a la bodega hasta cuando entraron, cuando se separaron y luego... Empezó a llorar mas fuerte, se maldecía, era un hombre fuerte, hasta había humillado muchas veces al rubio, pero algo así no se podía superar. Joey lo comprendía, sabia lo que pasaba por la mente del creador de juegos de dados, él pasaba ese infierno al lado de su padre.
- Vamos... – le susurro, pero antes de alcanzarle las ropas, lo llevo al baño para asearse.
Al cabo de unos minutos, Joey se asomo para ver si había alguien por ahí. Tomo la mano de Duke y caminaron despacio, uno por la fiebre, y el otro por la incomodidad de su cuerpo.
Llegaron a una especie de escalera, pequeña, no por la misma que habían subido Duke y los demás. Bajaron lentamente, para no ser descubiertos, llegaron hasta una pequeña sala ovalada, donde en el centro había una mesa con una rosas amarillas.
- Por donde? – Pregunto Joey, mirando que había como cinco puertas en ese lugar. Tomo la primera que tenia a su izquierda, para encontrarse con la cocina. Entraron despacio, encontrándola vacía – Acaso esta mansión... no tiene sirvientes??? - fue una pregunta al aire, pero fue contestada con un clic, a sus espaldas. Ambos muchachos se giraron lentamente. Encontrándose a un hombre de cabellos largos, rubios. De ojos amarillos. Vestía un traje chino negro, de seda.
- Acaso las mascotas... hablan??? – volvió a hacer un clic con el arma, señalándoles la puerta que tenían detrás de ellos – Caminen... – no tuvieron mas remedio que hacerles caso.
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Seiichiro sonreía sin dejar de mirar los ojos azules, de aquel muchacho que tenia enfrente. Lucio se había quedado a un costado, observándolos, uno miraba con odio, y el otro con deseo.
- Entrégame a Wheeler – fue una orden seca, fría y con odio
- Buenos días... – Seiichiro sonrió, para luego levantarse y estirar su mano -... Primero se saluda... aunque... viniendo de unos intrusos como ustedes, no puedo esperar mucho
- No juegues con mi paciencia... – le dijo Kaiba al mismo tiempo que golpeaba su mano, retirándola -... Secuestraste a Wheeler y lo quiero de vuelta...
- Mmmmmmm ... – se apoyo en el escritorio, con su mano en su mentón, mirándolo pensativamente – A cambio de que???
- Maldito!!! – Kaiba se abalanzo para golpearlo, pero fue detenido por Lucio, que lo sujeto por detrás
- Seto espera ...!!! – Le decía sujetándolo mas, quería golpear al mayor - ... No juegues ... Kazutaka ... Sabes bien que fue ilegal como Joey callo en tus manos ...
- Lucio Méndez ... verdad? – pregunto tranquilo, sin cambiar su sonrisa ni su posición - ... En los negocios, cuando adquieres algo, no importa si es el resultado que querías obtener ... – mirando a Kaiba - ... Pero si alguien viene a pedirte algo ... debes recibir a cambio otra cosa ... – levantándose, acercándose al ojiazul - ... Una especie de trueque ... Mi estimado Seto ... – dijo en voz suave y seductora. Lucio tuvo que hacer un esfuerzo para no dejar que el ojiazul se le escapara de su agarre. Pero tampoco no le gustaba como sonaron las palabras del Kazutaka
- No haré tratos contigo ... – Kaiba hablo fríamente, algo calmado
- Entonces ... – Seiichiro, volvió a sentarse en el sillón detrás del escritorio, acomodándose, cruzando sus dedos sobre su pecho – Ya conoces la salida ... – sonrió maliciosamente – Claro ... si llegan a ella ... Sabes Seto? ... los intrusos que entran en mi residencia, casi siempre salen ... – cambiando su vos un poco mas seria - ... Vivos ... Cuerdos ... o muertos ...
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Habían llegado hasta un invernadero, al lado oeste de la mansión. Varias clases de plantas exóticas se podían apreciar, pequeños pajaritos de múltiples colores y tamaños, rondaban en el lugar. Los dos muchachos, dieron la media vuelta, regresando por donde habían venido, pero el sonidos de unas voces hicieron retroceder, para esconderse.
Pudieron ver de plano, que eran sus dos amigos, pero no les gustaba el otro hombre que los apuntaba. Tristan, hizo señas a Yami, indicándole el estado de Duke, caminaba despacio, adolorido, además de presentar algunos golpes en su rostro. Joey por su parte, parecía un poco pálido, pero con las mejillas muy sonrojadas, además de poderse notar que estaba bañado en sudor. Yami le hizo señas, a su compañero, que rodearían el lugar, para luego sorprender aquel hombre rubio.
Tristan se fue por la derecha, silenciosamente. Las plantas del lugar hacían un buen escondite, pero el chillar de los pájaros, casi le era imposible caminar con cuidado. Los animalitos se agitaban enseguida, temiendo ser descubierto.
- No cometas una estupidez ... – el hombre del arma hablo calmado, sin quietarle la vista a los dos muchachos que tenia al frente. Tristan se quedo quieto sorprendido - ... Mejor sal ... si no quieres que tus amigos ... se lastimen – sonrió despacio. Iba a salir, cuando vio a Yami, adelantarse – Ve con tus amigos ...
- Yugi ... – dijo despacio Joey
- Estas bien??? – Yami se acerco tomándolo del brazo, parecía que se iba a caer. Toco su frente – Estas ardiendo en fiebre ...
- Yugi ... no te preocupes ... – mirando a Duke - Estamos bien ...
- Ustedes ... – la voz del otro hombre los hizo girar – ... Sigan caminando ... – los apunto en dirección a un costado, donde había una puerta. Los tres chicos empezaron a andar. Tristan espero hasta que pudiera tenerlo completamente de espalda para sorprenderlo. Pero él fue quien se llevo la sorpresa, cuando estuvo por atacarlo, sintió un golpe de lleno en su rostro, para luego caer sobre algunas plantas.
- Tristan!!! – gritaron los tres amigos, Yami corrió hasta donde estaba caído, y lo ayudo a levantarse – Estas bien???
- Si hermano ... – tocándose el rostro, sentía una gran golpe en su mejilla – Demonios ... conque me pego???
- Con el pie ... – le respondió aquel rubio que aun miraba los chicos que estaban delante de él, ignorando a Yami y a Tristan - ... Ahora ... o té quedas quieto ... o sufre las consecuencias ... – esta vez lo miro a los ojos, su mirada era calmada, serena. Se juntaron con los demás, y volvieron a encaminarse hasta la puerta que les había indicado antes.
Detrás de la puerta, se podía ver un gran salón, el piso era reluciente como un espejo, el techo estaba adornado por arañas de cristal blanco. Las paredes estaba revestidas por cortinas rojas aterciopeladas. En el medio de este, había una gran cama, de sabanas satinadas negras. Pétalos de rosas blancas desparramadas sobre y alrededor de esta.
- Ahhh ... – un pequeño grito efusivo se escucho de un rincón del salón - ... Ikaro!!! Me has traído juguetes ... – Cuando se voltearon, vieron al menor de los Kazutaka – Ay ... mi hermoso niño ... no te hubieras molestado ... – haciendo puchero – Ahora no me divertiré buscándolos ... – mirando a Duke, en una forma maliciosa – Aunque ya jugué con uno de ellos ... – y mirando a Joey – Y no puedo tocar a la mascota de mi hermano ...
- No somos Juguetes!!! – Tristan le grito, amenazándolo con el puño, pero sintió el cuerpo de su amigo Duke tensarse, ya que era el que lo llevaba por la cintura, le costaba caminar. Ambos muchachos se encontraron con la vista, pero el creador de los dados, la bajo rápidamente.
- Ah ... que me ha salido tímida la mascota ... – dijo en una forma burlona. Yami y Tristan lo miraron curiosos, para luego posarse en su compañero. Su cuerpo empezó a temblar, Joey lo miraba sin poder hacer nada.
- Llévanos ante tu hermano – la vos fría del rubio, hizo que Asato, lo mirara seriamente.
- Mi hermano esta ocupado ... en este momento – inconscientemente apretó sus puños - ... Ikaro ... Llévate al cachorro ... deja los demás ... – el rubio se acerco a Joey, pero Yami se interpuso
- No te lo llevaras ... – El rubio lo miro para luego de un solo golpe, lo derribo cerca del lecho, para luego tomar el brazo del cachorro y casi arrastrándolo. Pero Tristan no lo dejaría .... por eso se abalanzo rápidamente ... soltando a Duke, y provocando que se cayera al piso ...
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El aire en esa habitación se había vuelto denso, e incomodo. Seiichiro sonría detrás del escritorio, mientras Kiaba era sujetado por Lucio, para no abalanzarse y golpear.
De repente, no muy lejos ... El grito de alguien fue que los alerto que algo estaba pasando ...
- JOEY!!!!!!! – los tres se miraron sorprendidos y confundidos ...
Un estruendo se escucho no muy lejos ... había sido el sonido de un arma al dispararse ...
