Compañías... o mejor solo???
by Kaede Sakuragi
( Yu-Gi-OH! ... Seto x Joey )
Capitulo 19
Kaiba se le había quedado viendo, el cachorro lo miraba raro, sorprendido, él sonrió aun más. Se le acerco, con pasos lentos, pero Joey retrocedía desconfiando, cuando estaba por reclamarle, un ruido proveniente de la casa, los hizo desviar la mirada. Un hombre grande, de ojos color miel, rubio, con aspecto de borracho, apareció en la puerta de la casa.
- JOEY!!!!, Maldito mocoso, ya entra a la casa y prepara la comida – y le lanzo la botella vacía, ambos muchachos la esquivaron, mas bien el CEO lo había jalado del brazo al cachorro, para que la botella no lo golpeara.
- YA VOY!!! – dijo en forma disgustada, para luego girarse y mirar a Kaiba a los ojos, soltándose del agarre de su mano, mirándolo desconfiadamente – Anda, aprovecha y búrlate... – el ojiazul no dijo nada – Nos vemos Kaiba – le dijo mientras entraba por la puerta del jardín, pero antes de que pudiera cerrarla, su brazo fue sujetado nuevamente. Joey lo miro desconcertado – Oye Kaiba ... estas bien? Algún milagro sucedió, y ahora actúas raro? – el CEO sonrió sinceramente
- Ya te pareces a Lucio y sus comentarios ... – Joey abrió sus ojos en forma de sorpresa, iba a reclamar cuando el ojiazul continuo diciendo - Mañana, después de las clases. Te presentaras en la Corporación Kaiba – le entrego una tarjeta, con su nombre – Sé puntual ... Cachorro ...
- Primero, no tengo porque hacerte caso y no eres nadie para ordenarme que hacer, Segundo, a que viene esa actitud tuya, Kaiba? A que juegas. Tú eres el CEO, el anti-social-anti-perro-Wheeler ... y Tercero ... No me llames CACHORRO!!!
- Sé puntual ... – dijo mientras se dio vuelta, para subir a su auto
- Ah... ya veo – Joey sonrió maliciosamente – Así que revisaste los papeles que te dije... verdad?
- ... – Kaiba no dijo nada, arranco el auto desapareciendo entre las oscuras calles.
- Que esperas, mocoso... – la vos de su padre se escucho molesta, mientras lo jalaba hacia adentro de la casa. Sin reparo, lo golpeo contra la pared – Ya tu novia ricachona se fue ahora dame lo que trajiste – lo golpeo en él estomago, mientras le arrancaba la chaqueta, para revisar los bolsillos – Vaya ... vaya ... parece que tu novia te dejo un buen pago ... – dijo sonriendo, mientras entre sus manos se encontraba fajo de billetes – Al fin sirves para algo ... – se alejo de Joey dejándolo tirado en el suelo, desconcertado – Ahora prepara la comida ... tengo hambre ... – el rubio se levanto, dirigiéndose a la cocina, empezó hacer algo de comer pensando.
- " Acaso ... Kaiba ... " – se quedo pensativo, negando con su cabeza – " no ... de seguro ... habrá sido casualidad ... o no sé ..." – miro hacia el living, donde su padre estaba tirado, bebiendo cerveza – Kaiba ... gracias ... – dijo en un susurro, por lo menos esta noche, no sufriría ningún abuso por parte de su padre.
Por otro lado, el CEO estaba llegando hasta la mansión, pero se detuvo en la puerta. La figura del dueño del rompecabezas del milenio entre las sombras, hizo detenerse. La vista de este era seria, adulta, por lo cual Kaiba sonrió.
- Yami ... – Hizo una mueca de burla – A que debo tu presencia???
- Ishizu me hizo ver todo ... – respondió secamente, cruzando sus brazos
- Ishtar ... Es mujer puede ser a veces entrometida ... – sonrió – ... pero tiene sus ventajas ...
- Kaiba ... He visto lo mismo que tu ... en sueños ... – se acerco amenazadoramente al ojiazul - ... Sé que por una estupidez tuya ... mis amigos ... serán lastimados ... Te advierto ... que si algo les sucede ... yo ...
- Tu nada ... Faraón ... – le dijo secamente interrumpiéndolo - ... Ya no estamos en tu tiempo ... donde podías amenazar y ... u ordenar a quien sé té de la gana ... – Kaiba se puso frente a él, con su mirada altanera - ... Estas en mi tiempo ... y mi época ... y lo que yo haga ... no te incumbe ... – se dio la vuelta para entrar a su auto, pero antes de retirarse - ... Si vienes a amenazarme ... antes averigua las cosas ... – arranco el auto, pero la mano de Yami en su brazo, hizo que lo mirara a los ojos
- No juegues con él ... Kaiba ... – le dijo seriamente, pero sus ojos demostraban suplica – Él puede parecer fuerte ante todo ... pero tu sabes que no es así ... – el CEO resoplo molesto, sin decir nada, entro a los terrenos de la mansión, cerrándose la gran reja de acero detrás de él dejando a Yami molesto y preocupado. Alzo su vista mirando a las estrellas – RA ... por favor ... has que ese sacerdote necio ... no cometa ninguna locura ... con el jefe de la guardia. Ellos ahora son distintos ... ya no son como antes ... – Yami se alejo de allí, despacio.
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Ya era tarde, y aun no podía dormirse. Volvió a levantarse, para abrir la ventana y sentarse al borde de la misma. Las estrellas brillaban mas que nunca, pero ninguna podía aclarar nada de lo que había sucedido. Que pasaría si su mejor amigo se enterara de que el ojiazul sabia sonreír? Y que para él había sido un regalo .... Bufo fastidiado ... no le gustaba soñar o pensar en esas cosas, pero quería creer que quizás ...
- Joey Wheeler ... eres un idiota ... Jamás lograras por lo menos estar sin pelearte con él ... – bajo su vista, para dejar recorrer una pequeña lagrima en su rostro – Jamás podrás confesarle lo que sientes ... – pero la duda fue mas grande – Porque había salvado su pellejo poniendo algo de dinero en su chaqueta? – tomo su cabeza para despeinarse frenéticamente – Aagh ... ahora tendré que devolverle el favor ... yendo a la corporación – se volvió acostar, dentro de unas horas tendría que levantarse. Para ir a trabajar.
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Esta en la biblioteca, pasaba mas horas encerrado allí, que en su propia habitación. Tomaba una copa de vino, a pesar de ser menor, su padrastro le había enseñado que eso hacían los grandes empresario. Patrañas, sabia que Gozaburo era un maldito parásito, y cualquier excusa para hacer lo que quisiera, le venia bien. Miro la copa, de vino tinto, y sonrió. A pesar de odiarlo, podía agradecerle sus buenas cosechas en las bodegas Kaiba. Miro el cielo, volvió a refregar sus ojos en forma de cansancio, debía tomar esas vacaciones, antes que no pudiera seguir con sus cosas.
- Seto Kaiba ... eres un idiota – se dijo así mismo - ... Por primera ves en tu vida ... no sabes que hacer ... – sonrió tristemente - ... El día de que tu mascara de hielo se desvaneciera, ha llegado ... y de la mano del Cachorro de ojos tiernos, de cabellos rubios y piel blanca – se estremeció, al darse cuenta como recordaba aquel que robo su atención – A tu salud ... Wheeler ... – levanto la copa hacia las estrellas, para luego sonreír con picardía - ... Como seria tu sonrisa cuando estuviéramos solos en aquella isla que compre hace poco???
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La noche se iba desvaneciendo, y las estrellas se apagaban a medida que el amanecer creía. Apenas el sonido de los pasos apresurados se podían distinguir entre los cantos de los pájaros madrugadores.
Un muchacho de cabello tricolor, estaba parado en la esquina de su casa. Cuando lo vio acercarse, lo saludo levantando la mano. El rubio se acerco contento
- Yugi ... amigo – la sonrisa de Joey era mas pronunciada que las ultimas veces, su amigo se dio cuenta
- Joey ... a que se debe que estés contento? – el rubio lo miro, pero no sabia si contarle
- Hoy me levante con muchas más ganas que otras veces ... – rió feliz, poniendo su mano detrás de la nuca – Vamos a desayunar ... tengo hambre ... – le dijo avergonzado mientras su estomago gruño
- Vamos ... – Yugi lo miro contento, se notaba que estaba con todos los ánimos. Pero por dentro, Yami, estaba preocupado, no le había dicho nada sobre la conversación con Kaiba. Y sin previo aviso, cambio de lugar – Joey ... – dijo seriamente. El rubio lo miro, y sonri
- Hola Yami ... que cuentas? – el faraón lo detuvo, tomándolo del brazo, Joey lo miro desconcertado.
- Dime la verdad ... A Yugi puedes ocultarles las cosas ... pero no a mí ... – Joey bajo su cabeza, pero al levantarla sonri
- Hermano ... no te preocupes ... no es nada ... – y antes que lo interrumpiera - ... Solo te diré ... – lo miro a los ojos, sabia que podía confiar en él, no diría nada - ...Anoche mi padre no me pego ... ni me ... tu sabes ... – sonrió tristemente - ... Gracias a Kaiba ... mi padre no me hizo nada ...
- Como???? – lo miro desconcertado
- Aja ... No se como, pero ... algo de dinero llego a mi bolsillo ... y por la cantidad ... de seguro que fue ... él ... Así me salve de que mi padre se la agarrara conmigo ... – en ese momento, en el fondo sonó la campana de entrada al instituto – Corramos ... llegaremos tarde ... – Yami quedo parado, viéndolo alejarse, pero se dio vuelta para gritarle - ... Es un secreto entre nosotros ... Apurateeee ...
- Voy ... – Yami empezó a correr detrás de Joey, se lo veía feliz. Él sonrió – " Kaiba tenia razón ... debí primero averiguar antes de acusarlo ..."
El día recién empezaba.